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Mina abrió los ojos de abrupto, después de haber soñado que caía, pero no se movió para nada. Cerró los ojos al sentir el ardor de la repentina luz, pero parpadeó hasta que se dio cuenta de dónde estaba, y cada cosa que su mente lograba recordar la hacía sentirse más mal.

Se levantó muy apenas justo cuando una enfermera entró a revisarla. No la escuchó cuando le dijo que se recostara, Mina se recompuso y se quedó allí viendo a sus piernas tapadas por la sábana.

Sin duda le dolían las caderas, algo que le recordaba lo que había ocurrido seguramente hace muy poco.

Jinyoung violandola, mientras en su cuerpo había un desborde de rencor e impotencia. Lo miraba, estando encima de ella, soltando ruidos de placer, no deteniéndose por más que los ojos de Mina lagrimeaban. Mina lo podía mirar y escuchar, sentirlo levemente, pero estaba completamente inmóvil.

Y Momo... a Momo solo la podía escuchar repetir el nombre de Tzuyu. Mina no la podía ver porque las luces estaban apagadas, y agradece algo de ello porque lo que menos quiere es tener la imagen tatuada en su pupila de su amiga haciéndole eso.

Aunque nunca lo diría en voz alta, sí consideraba a Momo su amiga, a la que podía madrear y mentarle la madre a cada rato, pero amiga al fin y al cabo, y tener los vívidos recuerdos sobre eso con ella la tenía aún más harta.

La enfermera llegó con una doctora pero Mina no les ponía ni la más mínima atención.

Podía seguir escuchando los ruidos, la plática entre esos tres, su piel chocando, el sentimiento de impotencia fuertemente ligado a su pecho, el asco, y esa horrible cara.

Una cosa brillo en la mente de Mina, le trajo incertidumbre y miedo.

¿A Nayeon le podía dar asco?

— Posible víctima de agresión sexual, debe estar en estado de shock. Revisa bien sus signos vitales.

Cuando dijeron eso, ella parpadeó y volteó hacia la médico, viéndola hacer su trabajo.

Ella no se sentía en estado de shock, solo estaba pensativa, pero se sorprendió a sí misma cuando intentó moverse y no pudo, estaba paralizada y cuando quiso hablar sintió su lengua entumecida como cuando estaba drogada, su expresión quiso cambiar pero la sentía tensa. Mina no se sentía tan mal, quería demostrarlo, pero su cuerpo no parecía reaccionar a ello.

Cuando menos lo pensó, lagrimas fluyeron por sus mejillas y su respiración se agitó a la vez que su nariz ardió y enrojeció.

Con la mirada fija en la médico, Mina entre abrió los labios para tomar aire porque sentía que no tenía el suficiente. Bajó la mirada a su cuerpo, notando en su brazo una pequeña marca de inyección, y sintió una mano en su hombro, pero la apartó bruscamente. Sus manos temblaron y luego todo su cuerpo, y ahora tuvo que jadear por aire, buscando oxígeno, cada vez su garganta se cerraba un poco más y más, mientras se sofocada. Sentía que el lugar era demasiado pequeño, su corazón estaba latiendo fuertemente hasta el punto de que lograba sentirlo en su oído.

De momento repentino, su rostro cambió a de puro sufrimiento, y un llanto le azotó. Entró en un ataque.

Pero Mina no entendía por qué, si ella estaba bien.

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— ¡Momo! — Sana buscó a su amiga, pues no la había encontrado con Tzuyu y eso era raro, y afortunadamente la encontró en la cocina viendo a la nada — ¡Momo! ¿Qué pasó anoche?

Sana tenía sus recuerdos casi intactos, no se había dormido borracha ya que se esperó a que se le bajara para no despertarse tan mal, pero no tenía alguna recuerdo sobre que algo malo haya ocurrido entre ellas, lo único extraño fue Dahyun yéndose de su lado en la madrugada por algunos asuntos y que no haya vuelto.

— ¿Momo? — Sana se acercó lo suficiente y pudo notar que la cara de Momo estaba húmeda, tanto de sudor como de lágrimas — ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?

— Demasiado mal

— Ey — la llamó suavemente, volteando su cara para que la vea a los ojos — ¿Qué ha pasado? — a su pregunta, los ojos de Momo soltaron lágrimas y no pudo evitar el sollozo que se escapaba de su garganta.

Sana la rodeó en un abrazo en cuanto Momo se abalanzó bruscamente a abrazarla. Y en cuanto su frente tocó el hombro de Sana, Momo empezó a sollozar aún más, llorando de manera ruidosa pero ahogando sus gemidos y quejidos en el hombro de su amiga, sintiendo la calidez que la rodeaba pero en ese momento le ardía como si quemara en fuego.

— Lo arruiné... — susurró la mayor, hipando en el proceso — Lo arruiné todo, S-Sana.

— Dime qué ocurrió, no creo que hayas arruinado algo, Momo, o al menos no algo que no tenga solución.

— A-Anoche, no sé cuánto bebí o qué me dieron esos alfas, pero me acosté con Mina — dicho eso, Momo sollozó más fuerte, apretando sus manos en puños que ardían pero no le prestaba atención.

Sana se quedó un momento pasmada, sin poder reaccionar bien, mientras sentía a Momo tener espasmos, hipos y estar jadeando al estar llorando sin parar.

— ... ¿¡Eh!? — soltó, separándose para verla a los ojos, notando esa cara destrozada que muy pocas veces había visto en su vida.

— N-No sé qué pasó o cómo. Yo fui al baño, estaba m-medio borracha, me topé con un hombre y una mujer, me dieron un trago y-y-y-y-...

Sana la detuvo porque Momo se estaba trabando demasiado, le faltaba aire y un poco más de relajación, pero estaba completamente tensa y su piel se encontraba muy caliente y enrojecida.

— Despacio, ¿bien? Cuéntame despacio, no te atragantes.

Momo tomó un fuerte respiro, que fue interrumpido repetidas veces por hipidos pero se calmó a un nivel leve. Respiró de nuevo y otra vez, hasta estar segura que podía respirar mejor.

— ... Cuando me lo tomé, me sentí extraña, pero estaba demasiado caliente, tú entiendes... — dijo y Sana asintió — Y-Y ellos me dijeron que Tzuyu había ido a la habitación y que me esperaba. Estaba d-emasiado inconsciente como para notar todo lo extraño, estaba oscuro y olía a Tzuyu, ¡y-yo pensé que estaba con Tzuyu!... — se exaltó por un momento, soltando un quejido por el dolor de cabeza que tenía, se restregó los ojos para continuar — Pero era Mina.

— ¿Y Mina qué? ¿No te alejó, qué hizo, qué pasó con ella, dónde está?

— Ella también parecía estar drogada, eso me dijo D-Dahyun, estaba paralizada.

— ¿Dahyun? — Sana dijo y pensó por un momento — Se fue... — susurró entendiendo esos "asuntos" que Dahyun había mencionado.

— Debió ir al hospital... — Momo murmuró, sintiendo que su cuerpo temblaba — N-Nayeon y Minho la llevaron allá cuando me separaron de ella — hipó de nuevo, sintiendo a Sana frotar sus manos — Tzuyu me vio haciendo eso. Dahyun, Nayeon, Minho, me vieron y siento q-que la cagué demasiado, p-pero demasiado — se golpeó la cara, restregandose contra sus manos, un intento para quitarse esa culpa que la lastimaba una y otra vez en su mente — Dahyun se fue luego y Tzuyu se quedó conmigo por un rato, me llevó a la habitación y luego se fue sin decirme nada, pero no he dormido nada, no puedo — negó sacudiendo la cabeza — N-No sé si es porque todavía tengo algún tipo de droga en mí, pero me siento demasiado extraña todavía, y-y-y en este momento no sé qué hacer... ¿Qué solución tiene esto, Sana? — le recordó sus palabras, mirándola con sus ojos húmedos.

— ... Momo — Sana murmuró, soltando un pesado suspiro, pensando por dónde empezar — No arruinaste algo, no es tu culpa, dijiste que alfas te dieron un trago y dijeron esas cosas, ¿no? — Momo asintió calmando su respiración — Te drogaron y a Mina también, no sé quién o por qué, pero vamos a saberlo y hacerlos pagar por este desastre. No quiero que vuelvas a repetir que lo arruinaste, porque te voy a golpear — Momo volvió a asentir, aunque no muy segura de ello — Bien, escucha, sé que no te sientes bien, Tzuyu probablemente tampoco, pero tenemos que ir al hospital.

— N-No quiero dejar sola a Tzuyu.

— Le diré a Chaeyoung que la acompañe, tú estás demasiado sofocada, algo de aire te caerá bien y tenemos que saber cómo está Mina, quién sabe qué le pasó.

— Siento que Tzuyu me odia — Momo susurró, su voz apagándose al final por lo que le dolía simplemente pensar en ese posible hecho.

— Es imposible que te odie, está lastimada, digo, esto es demasiado tanto para ustedes como para Mina, ni siquiera yo puedo procesarlo bien... — la menor pasó una mano por su cabello enredado — De todos modos, si Tzuyu te odiara, lo sentirías — a eso, Momo negó débilmente.

— No puedo sentir nada, en algún momento de la madrugada dejé de sentirla, se tomó algún supresor.

Sana se quedó en silencio, no teniendo más para decir. Un rato de silencio y por fin habló.

— Vamos ya, toma agua y limpiate, saldremos en diez minutos — le dijo a Momo, mientras se disponía a ir asearse un poco también.

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Fin del maratón 🤠🤙🏼