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Mina se estiró para poder levantarse del sofá, haciendo sus huesos tronar. A su único lado que había estado disponible se sentaron Tzuyu y Momo, y ella no planeaba estar cerca como un Steve de su relación. A veces lo era, pero solo a veces, cuando quería molestar a Momo o abrazar a Tzuyu.

— Mina ya parece que se dislocó todo el cuerpo — Momo obviamente había escuchado el cuerpo de Mina tronar como si algún hueso dislocado se estuviera acomodando.

— Ay, cállate, Momo, que seguramente a ti te truena hasta el pene y eso que es sin hueso.

Mina nunca desaprovecharía para burlarse de ella de cualquier forma.

— Espera, tu regalo — Momo la detuvo, sacando una caja de su suéter que al parecer llevaba tiempo allí — Este es un regalo familiar, que paso en generación en generación, desde mi tataratatara abuela, que lo compró a una de las familias más ricas de su pueblo, es muy valioso, y ahora te lo doy a ti — era un bonito collar de perlas de mar, pero a Mina se le hizo sospechoso tal "gran especial regalo" y lo revisó.

— Aquí tiene el precio.

Momo se lo arrebató para quitarle la etiqueta.

— Ahora ya no.

Riendo, Mina aún así lo aceptó. Ni siquiera esperaba un regalo, así que aún si no era el gran regalo familiar, se le hacía bonito, pero nunca lo admitiría con la alfa.

Tomó la mano de Nayeon para poder ir a su habitación y hablar de los temas pendientes de cada una.

— De hecho, c-casi todos trajeron regalos, están en la habitación de invitados — un Hyunjin mareado interrumpía su camino, pasando su brazo por el hombro de Mina.

Mina pudo oler su aliento alcohol aún si sus rostros no estaban cerca.

— Estás bien ebrio.

— ¿¡Eh!? — el beta se exaltó como si no pudiera creer que lo descubrió — ¿Por qué crees eso?

— Tienes aliento alcoholizado, pendejo.

— Tener el aliento alcoholizado no significa que el sujeto esté tomado, así como tener apestoso el culo no significa que esté surrado.

Y así como llegó se fue rápidamente a como podía, dejando a Mina un poco desconcertada y a Nayeon riéndose.

El labor de ir a la habitación sería difícil al parecer, porque a medio camino Sana las interrumpió, dando saltos emocionados y sonriendo en grande.

— ¿Van a jugar? — la alfa preguntó y estaba muy entusiasmada con ello.

— ¿Jugar? — Mina ladeó la cabeza confundida.

— Van a jugar a la ouija y al primero que se le meta el chamuco le partimos su madre.

— Es más probable que yo se la meta al chamuco, wey.

Nayeon carcajeó por la contestación de Mina.

— Mina y yo vamos a hablar sobre algo, me dices a quién se golpean — Nayeon le dio palmadas en el hombro a Sana, alentandola a ir para allá.

— Va.

Ahora sin interrupcion, sí pudieron irse a la habitación. En el piso de arriba no había nadie, más que algunos pocos que iban al baño porque el de abajo estuviera ocupado, pero no fueron impedimento para llegar a la habitación favorita de Nayeon y poder estar un poco alejadas del ruido.

— ¿Sabes por qué no te dije sobre mi cumpleaños? — Mina fue la primera en hablar.

— Minho dijo que en fechas cercanas fue el accidente de tu padre.

— ¿Fechas cercanas? — la pelinegro la volteó a ver con una ceja en alto — Te mintió, porque fue el mismo día de mi quinto cumpleaños — Mina sonrió un poco decaída.

— Ouh...

— No quería celebrarlo, porque siento como si estuviera celebrando su muerte, y no me gusta.

— Oh, lo siento, yo no sabía, puedo-... — las palabras arrepentidas de Nayeon fueron interrumpidas.

— Está bien, me divertí allá. No estoy enojada — Mina se acercó para tomarle las manos y empezar a frotarlas — ¿Fue tu idea? — Nayeon asintió.

— Mhm, tus amigos quisieron decirme que no lo haga, pero ya lo tenía planeado y las chicas también estaban emocionadas, así que no les presté mucha atención, y cambiamos la fecha de la invitación con todos para dos semanas antes.

— Nunca tuve tantos invitados — Mina pensó y luego rió — Bueno, solo festejé mis primeros cuatro años, así que... creo que solo fueron algunos niños del kínder o mis juguetes porque no tenía muchos amigos — en realidad, no recordaba mucho en el que alguna vez festejara su cumpleaños, sabía que se lo festejaron, pero era demasiado pequeña.

Pensando, fue a la ventana de su habitación para ver hacia el patio, donde efectivamente Sana y Jeongyeon estaban jugando a la ouija con algunos idols como Jisoo de BLACKPINK, Irene y Wendy de Red Velvet, Jimin y Jin de BTS, Sunghoon y Jay de Enhypen, Felix y un vagabundo que al parecer adoptó, y una guardia de seguridad.

(Sí, Mina ya se aprendió los nombres de los idols y grupos.)

Rió porque a su parecer Jeongyeon estaba culpando a a Jimin de tener el chamuco dentro y que debían madrearlo. Casi hasta su habitación se escuchaba cómo Jimin se defendía a gritos.

— De hecho, se supone que solo sería BLACKPINK porque es tu grupo favorito y Chaeyoung quería pasarla con Rosé, pero los demás se invitaron solitos y así quedó.

— Cierto — Mina asintió, y luego vio algo que la dejó desconcertada — ¿Qué hacen niñas aquí? — apuntó por la ventana y Nayeon se acercó para ver, terminando riendo.

— Te dije que se invitaron solitos, ese es NewJeans.

— ¿Llegarán más? — Mina creyó que todos los invitados ya estaban presentes.

— Quién sabe.

— Mientras no llegue mi familia de metiche.

— De hecho, Minho les mostró fotos a seguridad de quiénes no debían pasar, tu familia no podrá pasar. Además, todos tienen una invitación, o los que no, debe ir alguien de los invitados a recogerlos afuera — Nayeon no quería ningún malentendido en la fiesta, ese día era para divertirse, para pasarla bien, y ninguna persona va a estropearlo.

— Genial.

— ¿Podría preguntar, hay algo más que te haya hecho tu familia, Mina? — Nayeon preguntó, abrazando a Mina por la espalda, justo a tiempo para sentir cómo se tensaba ante la pregunta — No quiero que la pases mal recordándolo, pero si hay algo en que yo te pueda escuchar y ayudar, puedes decírmelo — no quería que se guardara cosas como su cumpleaños, la entendió, pero le gustaría todavía cultivar más confianza entre ambas.

— Hay algo que nunca le dije a nadie, sobre mi madre — Mina se hizo para atrás, recargandose en el cuerpo de Nayeon mientras recordaba algunas cosas de su niñez y adolescencia.

— ¿Me lo quieres decir?

Mina asintió, preparándose mentalmente.

— Ella solía revisarme a mis doce años — Nayeon no lo entendió, y Mina pudo verlo en su rostro — Las partes intimas — cuando aclaró, la sorpresa inundó en el rostro de Nayeon. Mina agarró aire y continuó — Como esa era la edad en la que se supone que ya una omega puede embarazarse y se desarrolla más sexualmente, ella revisaba que yo... que yo no perdiera el himen y no estuviera depilada, ni siquiera de las piernas o de las axilas, y aunque yo no estaba interesada en tener relaciones sexuales o depilarme, ella cada mes me revisaría, hasta que a mis casi catorce años se lo conté a Felix, bueno, no se lo conté, solo le dije 'Ella no me da privacidad' y él me alentó a pelearle eso. Fue entonces que ya no la dejé y fue cuando ya yo empecé a ser "rebelde" — soltó una pequeña risa, mientras evitaba a toda costa hacer contacto visual con Nayeon, sintiendo que los brazos de ésta la apretaban un poco más fuerte.

Mina pensó de nuevo y sonrió amargamente.

— Cuando murió mi padre, ella no me lo dijo de inmediato... — pensando suspiró — Yo en ese momento estaba exigiendo un regalo, pues mi padre siempre me daba uno, y fue cuando me abofeteó y gritó que... — rió un poco, sin gracia —Gritó que mi padre había muerto por mi estupido regalo, y que no regresaría, por lo que dejara de pedírselo — se quedó un momento en silencio, rascando de su brazo en un gesto nervioso — Recuerdo que sí recibí su regalo, cuando policías llegaron a dejar cosas que rescataron del auto como memorias USB, llaveros, libros y un collar de oro, todas esas cosas yo las guardé, pero en aquel momento yo estaba en el sofá con miedo de que mi madre me pegara de nuevo y apenas entendiendo que papá ya no llegaría... — gentilmente se separó de Nayeon para ir al armario, arrodillarse y sacar algunas cosas de los cajones inferiores — Un policía se me acercó y me preguntó si yo era Mina, y me mostró una caja casi aplastada, pero cuando la abrió estaba un peluche, este... — le mostró un peluche, era de una jirafa rosa y morada, con un bordado y el cuello largo tenía algunas pulseras — Tiene mi nombre bordado y tiene una canción en la grabadora, casi no lo saco para no desgastarlo — sonrió, y Nayeon también se acercó a ver cuando divisó una de las pulseras que le regaló a Mina en ese peluche.

Mina nunca usaba pulseras, y Nayeon siempre se preguntó en dónde guardaba las que Tzuyu o Dahyun le regalaban de vez en cuando, o las que ella misma le daba, incluso se llegó a sentir incluso herida por notar que Mina no las usaba.

Ahora sabía que estaban en el cuello de la jirafa

— Mi madre quiso echarlo a la basura muchas veces, o vender el collar y los libros, pero yo los escondía.

Nayeon curiosa vio los libros, junto al collar que colgaba de la jirafa. Hojeando los libros, pudo notar algunas notas o subrayados.

— "Miedo" "El Principito" "Lolita" "Cuentos infantiles" "Poesía" — cada libro era muy diferente al otro.

— Sus cosas siempre fueron variadas, incluso en música escuchaba de todo — Mina pensó un momento — Tengo muy pocos recuerdos, pero los tengo al fin y al cabo — se encogió de hombros, y no quiso hablar más sobre los temas que confesó, así que se fue por otro que llevaba tiempo pensando — Sé mi novia, Nayeon.

— ¿Eh? — Nayeon sorprendida alzó la mirada.

— Quiero que seas mi novia — Mina repitió sonriendole.

Nayeon se quedó en silencio, mirándola para ver si en cualquier momento Mina exclama que era una broma.

— ... Se supone que yo te lo iba a pedir... — frunció el ceño, mientras metía su mano en su bolsillo y sacaba una cajita — De lo que yo te quería hablar, era de eso, te lo iba a pedir yo, Minaaa — se quejó, mostrando la cajita de rojo aterciopelado.

— Está bien, está bien, no hay problema — Mina rápidamente interrumpió las quejas y alzó las manos para calmarla — Pídelo tú y yo hago como si no te lo pedí primero — bueno, todo sea por su casi novia.

— Okay... — Nayeon asintió y respiró hondo, abriendo la cajita para mostrar un anillo (que sabía que Mina no iba a usar pero sí atesorar) — Minari, ¿me darías el honor de poder llamarte mi pareja, mi omega, mi novia... hasta que la muerte nos separe? — sonrió inocentemente.

— El honor es mío, Nayeon — Mina se acercó para besarla, separándose solo para verla con el ceño fruncido — Y no nos estamos casando. Te tienes que esforzar más cuando me pidas matrimonio — acusó, mientras Nayeon le colocaba el anillo delicadamente en su dedo anular.

— Por ahora me conformaré con ser tu novia — Nayeon le sonrió y acercó para besarla, para luego también separarse con el ceño fruncido — Pero me llevo preguntando algo desde que me enteré que salías con Somi, ¿cuántas novias has tenido antes?

— Chin — Mina se tensó, y Nayeon la miró mal — Chincuenta.

— ¡Mina! — Nayeon la golpeó en el hombro.

— ¡Bien, ya te digo!... — Mina exclamó, poniendo una mano sobre su boca para pensar por bastante tiempo — ... Como veinte, desde mis catorce años... creo — y todavía agrega el 'creo' con mucha duda.

— Ah, okay, no pasa nada, estoy bien — Nayeon se levanta para irse de la habitación.

— ¡Nayeon! — Mina la siguió a paso apresurado — Fue de adolecente, nunca estuve tan en serio con alguien como contigo.

— Oh, sí, te creo.

— ¡Te lo juro! ¡Nayeonnie~! — rió, mientras tomaba su suéter y corría detrás de su ahora novia.

Ahora sí podía llamarla su pareja, su novia.

Y entre las risas de las nuevas novias, se escuchó un grito efusivo en toda la casa.

— ¡¡VIVAN LAS LESBIANAS!!

Era Hyunjin.

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