HoSeok estaba comiendo en la soledad de su casa, sentado a la mesa con un plato frente a él, y un vaso con jugo de naranja. Pensaba que su vida se estaba yendo por un rumbo extraño y deprimente mientras miraba las interacciones de todos en aquella aplicación. Estaba volviendo a lo mismo otra vez, cuando se sentía solo, cuando no tenía amigos.

Comió un gran bocado de su plato masticando rudamente porque algunas lágrimas se caían de su rostro y su garganta dolía ya que parecía tener un nudo. Ah, su vida era tan patética, ¿no es cierto?

Era su culpa que todo estuviese de esa forma, quizás nunca debió revelar todo para que no pasase esto. Aún con todo el dolor en su corazón de inmediato se arrepintió por pensar esto, ya sabía que no era la solución. Él hizo lo correcto. Ya no podía seguir postergando el secreto, su conciencia no podría soportarlo más. 

Lo que estaba sucediendo era solo la consecuencia de sus acciones, sin embargo él no quería que se quedase de esa forma. No quería pensar que TaeHyung lo estaba dejando de lado, verlo ahí, conviviendo con todos y saludándolos a ellos en la universidad lo había hecho pensar que lo había perdido. ¿Era así? No podría soportar perderlo a él también, cuando NamJoon no quería ni verlo en esos momentos. 

Se encontraba preocupado, triste, y ni siquiera había terminado su proyecto para mañana porque no tenía ni la paciencia ni las ganas. Leyó los mensajes de TaeHyung, pero lo fue imposible contestar algo. ¿Qué le diría? 

Él solo se seguía hundiendo más y más, pero no era capaz de enfrentarlo realmente.

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