9. Familia
─¿Llevas dinero contigo, Deuce? ─le preguntó Yuu y él asintió─. Yo también tengo un poco, ¿te parece bien si pagamos a medias?
─Sí, me parece buena idea.
La tienda escolar era un pequeño edificio que se encontraba cerca del dormitorio Ramschackle.
─¡Disculpen! ─saludó Deuce al entrar y se sorprendió al ver el curioso interior─. ¡Guau! Este sitio es increíble... Calaveras de cristal, textos mágicos y grimorios... ¿Qué animal es este? ─se preguntó al ver un extraño animal disecado.
─¿De verdad podemos comprar crema batida aquí? ─preguntó Grim de la misma forma tras subirse a los hombros de Yuu para inspeccionar mejor el lugar.
Ciertamente, aquel sitio parecía más una tienda de hechicería y antigüedades que una tienda escolar.
En el momento en que Yuu se estaba acercando a lo que parecía ser la caja, alguien que estaba agachado ahí se levantó y apareció repentinamente, sorprendiendo a los tres en el acto.
─¡Hey! ¡Pequeños demonios perdidos! ─los saludó─. ¿Todo bien?
Se trataba de un hombre joven vestido con una camiseta morada, una chaqueta de un color más oscuro y un sombrero de copa parcheado adornado con una calavera. Al igual que con el señor Crewel y el profesor Vargas, a Yuu se le hizo familiar a pesar de no haberlo visto nunca.
─¡Uah! ¡Me has asustado! ─exclamó Grim.
─Bienvenidos a la Misteriosa Tienda del Sr. S. Mi nombre es Sam, ¿qué es lo que deseáis hoy? ¿Un hechizo de lugares remotos? ¿La momia de un antiguo rey? ¿O quizás unas cartas del tarot malditas?
Deuce y Yuu intercambiaron una mirada de desconcierto.
─Esto... Nos gustaría comprar las cosas escritas en esta nota ─dijo Deuce mientras le tendía el papel que Trey le había dado.
─¡Y también atún enlatado! ─dijo Grim tras colocarse en el mostrador de un salto.
─¡No! ¡No necesitamos atún! ─exclamó Deuce.
─A ver, a ver... Crema batida, huevos... ─leyó Sam─. ¡Vaya! Una dulce elección. ¡Ok! ¡Ahora mismo traigo todo!
─Vaya, de verdad los tiene ─dijo Deuce sorprendido.
Pasaron pocos minutos cuando Sam regresó con todo lo pedido dentro de cuatro bolsas de plástico.
─Aquí tenéis, gracias por la espera ─les dijo y Yuu revisó el interior─. Todo esto pesa un poco, ¿podréis llevarlo sin problema? Si la compráis ahora, os puedo ofrecer una bolsa especial con la que podéis llevar a todo eso con un descuento del 30%.
Los dos jóvenes ya estaban dividiendo el dinero a pagar.
─¿De verdad? ¡Suena interesante! ─exclamó Grim.
─¡No hace falta! ─dijo Deuce antes de agarrar a Grim─. ¡Vámonos, Grim!
─¡¿Fgna?! ¡Quiero quedarme más tiempo aquí! ─se quejó mientras era colocado en el suelo.
─Gracias por todo ─dijo Yuu amablemente mientras él recogía dos bolsas y Deuce las otras dos─. ¡Hasta la próxima!
─¡Ok, ok! ¡Espero que volváis pronto, pequeños demonios! ¡Nos vemos! ─se despidió Sam.
Los tres regresaron a la calle principal con las bolsas de la compra. Al ser por la tarde, apenas había gente allí.
─Esa tienda era curiosa ─comentó Deuce.
─Deuce, eres un avaricioso ─se quejó Grim, aún cabizbajo por no haber comprado la bolsa en oferta.
─¿¡A quién estás llamando avaricioso!?
─Grim, ese tipo de descuentos te los suelen poner para convencerte a comprar más cosas ─explicó Yuu─. Algunas veces te ofrecen cosas útiles, pero en un caso como este no vale la pena.
─Aún así...
Deuce carraspeó tras calmarse.
─Por cierto, Yuu ─le dijo─. ¿Te pesa mucho la bolsa con la fruta enlatada?
Algunas de las latas eran grandes y pesadas. Yuu, que estaba sujetando aquella bolsa y la de la crema batida, le estaba costando un poco.
─Eh, sí... ─admitió─. Pero no te preocupes, estoy bien.
Deuce sujetó sus dos bolsas con una mano y se acercó a él.
─Ven, déjame llevarla ─dijo con una amable sonrisa y le cogió la bolsa con la mano libre.
─¡No, de verdad que estoy bien! ─insistió─. No tengo problemas en coger esto.
─No pasa nada, estoy acostumbrado a llevar cosas pesadas ─aseguró Deuce.
Yuu suspiró.
─Entonces, gracias. ¿Sueles comprar muchas cosas? ─le preguntó.
Deuce también suspiró.
─Sí. Mi madre suele comprar más de lo que necesitamos en época de rebajas, así que me toca llevar lo más pesado. Soy el único chico en mi familia, así que suelo encargarme de todo aquello que requiera fuerza. Oh, perdón... No he parado de hablar sobre mí.
─No te disculpes, ¡está bien hablar de uno mismo! ─lo animó Yuu─. Se ve que te preocupas por tu madre.
No pudo evitar pensar en la suya.
Deuce desvió la mirada con algo de tristeza.
─No, eso no es verdad. Yo solía poner a mi madre... ¡Au!
No terminó de hablar porque un estudiante que caminaba cerca de él en dirección contraria no se movió y golpeó el brazo con el que Deuce estaba sujetando la bolsa con los huevos.
─¡Ah! ¡Los huevos! ─gritó Grim después de escucharlos crujir.
Deuce se agachó para ver los destrozos. La mitad de la docena de huevos se habían roto y se habían desparramado por el interior de la bolsa.
El estudiante de pelo plateado que se había chocado con él se dio la vuelta.
─¡Oye, eso ha dolido! ¡Mira por donde vas cami...! Espera... ─los reconoció─. ¡Sois los idiotas de la hora de comer que arruinaron el huevo de mi pasta carbonara!
Se trataba del mismo estudiante de Heartslabyul que había intentado atacarlos. Estaba con él el mismo estudiante pelirrojo que lo había acompañado entonces.
─Vaya, vosotros otra vez. No me lo puedo creer ─dijo este último con burla.
Deuce tampoco los miró de forma poco amigable.
─Vosotros me habéis empujado. A la hora de comer, vuestro huevo no estaba tan destrozado y podíais coméroslo igualmente, pero buscasteis pelea por ello ─dijo con decisión─. Sin embargo, nuestro cartón de huevos está arruinado.
─¡Tiene razón! ─exclamó Grim.
─¿Y qué? ¿Estás diciendo que es culpa nuestra? ─preguntó el chico de pelo plateado.
─Sí. Pagadnos los huevos, por favor. También pedid perdón a las gallinas.
Yuu arqueó una ceja. No sabía que decir en un momento como aquel por miedo a empeorar las cosas, pero lo que Deuce acababa de decir le llamó la atención.
─¿Hm? ¿Estás montando un pollo por los huevos? ─preguntó el chico pelirrojo.
A Deuce le molestó escuchar aquello.
─No han llegado a tocar el suelo, así que os los podéis comer igualmente. Deja de quejarte por algo tan simple ─dijo el otro.
─¡Os hemos ahorrado tener que romperlos! ¡Menos mal que fue dentro de la bolsa!
Ambos se rieron y el chico de pelo plateado se acercó a Yuu.
─¿Y tú qué? No eres tan valiente sin tu vieja cámara, ¿eh? ¿No tienes nada que decir?
Le dio un empujón a Yuu y este, aunque no le dolía mucho, se llevó una mano a la parte golpeada. Se había dejado la cámara fantasma en la cocina para poder llevar las bolsas con comodidad, pero ahora temía haber cometido un error.
Deuce farfulló algo por lo bajo que no lograron escuchar bien.
Ninguno de los dos delincuentes lo escuchó bien.
─¿Eh?
─¡¡HE DICHO QUE OS DEJÉIS DE REÍR!! ─gritó furioso, estaba tan cabreado que sus pupilas se dilataron─. ¡No tenéis más remedio que disculparos por algo que es vuestra culpa! ¡¡Estos huevos iban a ser usados para preparar una tartaleta en vez de sacar pollitos, idiotas!! ¿¡Acaso lo entendéis!? ¿¡Eh!? ¿¡Y encima os atrevéis a hacer daño a mi amigo!?
Todos se encogieron por aquel comportamiento, incluso los dos estudiantes.
─¡Si no nos pagáis por los seis huevos rotos, os golpearé seis veces!
Deuce se lanzó a ellos y les dio una buena paliza a ambos.
Grim se mantuvo oculto detrás de las piernas de Yuu. Ambos no tuvieron más remedio que mirar de lejos con una mezcla de miedo y estupefacción. Casi les costaba procesar el hecho de que el formal y calmado Deuce podía adoptar el comportamiento de un delincuente.
Deuce finalmente paró.
─¡Este tío está loco! ─exclamó el chico de pelo plateado─. ¡Eso fue más de seis golpes, mentiroso!
─¡Huyamos de aquí! ─exclamó su compañero─. ¡Perdonadnos, gallinas! ¡Perdónanos, amigo con la cámara!
Ambos echaron a correr en dirección a la bóveda de los espejos, pero eso no calmó a Deuce.
─¡Disculpaos cien veces la próxima vez que comáis huevos, idiotas! ─gritó.
A pesar de ser más bajo que Deuce, Yuu finalmente actuó y lo agarró por debajo de los brazos para detenerlo.
─¡Cálmate, Deuce! ─exclamó con insistencia─. ¡Ya se han ido! Ya es suficiente.
Grim chilló a lo lejos con miedo y, finalmente, Deuce se calmó, jadeó agotado y tras ver las caras de sus compañeros, se horrorizó.
Yuu lo soltó mientras Grim se acercaba corriendo a ellos.
─¿¡Qué te ha pasado!? ─preguntó el pequeño monstruo.
Deuce se sujetó una mano con vergüenza.
─Oh, no. Lo he vuelto a hacer... ─murmuró con ojos cerrados─. Juré que esta vez realmente llegaría a ser un estudiante ejemplar.
─¿Eh? ─preguntó Grim con más calma y lo miró dubitativo.
─¿Qué quieres decir? ─le preguntó Yuu.
─En secundaria, lo único que hacía yo era causar problemas... ─explicó─. Siempre me saltaba clases y pasaba el tiempo metiéndome en peleas. Nunca respetaba a mis profesores y me reunía con crueles compañeros de clase más mayores. Incluso me aclaré el pelo. Siempre corría por el lugar con una rueda mágica sin licencia ─miró a Yuu con arrepentimiento antes de decir lo siguiente─. Incluso ataqué con magia a personas que no podían usarla para intimidarlos. Para entonces yo era muy mala persona.
Grim y Yuu intercambiaron una mirada.
─¡Incluso después de verte así ahora, me cuesta imaginarme eso! ─dijo Grim, atónito.
─Y a mí ─dijo Yuu─. Ayer casi hiciste lo mismo cuando discutías con Ace, pero te detuviste enseguida. Por lo que he visto hasta ahora sueles ser muy tranquilo.
Deuce suspiró.
─Pero una noche vi a escondidas a mi madre llorar mientras llamaba a mi abuela por teléfono. Ella le preguntaba sobre qué hizo mal para criarme, o si fue culpa de ella por ser madre soltera y si hubiera sido mejor si yo tuviera dos padres... ─Yuu soltó un respingo y abrió los ojos como platos─. ¡Pero eso no es verdad! ¡Ella no tiene la culpa! ¡La culpa es solamente mía! Entonces, cuando el Carruaje Negro vino a casa para llevarme al Night Raven College, ella se alegró muchísimo y juré no volver a hacerla llorar. Por eso quiero ser un estudiante ejemplar del que mi madre pueda sentirse orgullosa. Y aún así... ─volvió a mirarse las manos y las cerró con frustración─. ¡Maldita sea!
─Pero ¿sabes? ¿Realmente ser un estudiante ejemplar significa que debes aguantar todo? ─le preguntó Grim.
─¿Eh? ─le preguntó Deuce, extrañado.
─Si por mi fuera, ¡yo les habría dado a esos delincuentes diez puñetazos más! ─continuó Grim con malicia─. Pero tú te encargaste de ellos antes de que yo pudiera.
─¡Grim tiene razón! ─dijo Yuu─. No puedo decir que esta sea la mejor manera de afrontar las cosas, pero hasta los estudiantes ejemplares tienen derecho a enfadarse. Solo tienes que aprender a controlarte para no usar la violencia y canalizar el estrés de una forma positiva; lo digo porque a mi hermana también le suele pasar ─dijo mientras recordaba los consejos de su madre y su tía─. Sin embargo, has logrado alejar a esos tipos de nosotros y nos has ayudado. Así que tengo que darte las gracias por ello...
─Chicos... ─murmuró Deuce.
─Y si quieres oír mi opinión, créeme: solo te conozco de un par de días, pero se ve que eres un buen tipo ─dijo Yuu y se acercó a las bolsas para volver a cogerlas─. Estoy seguro de que tu madre va a sentirse orgullosa de ti, si no lo está haciendo ahora.
Deuce pudo retener con éxito unas lágrimas de emoción tras escuchar aquello.
─¿De verdad? Je, je ─miró la bolsa con los huevos rotos─. Estos pollitos podrán descansar en paz, ahora que han sido vengados...
Yuu no había pensado mucho en aquello por estar paralizado por el repentino cambio de comportamiento de Deuce, pero se dio cuenta de que su amigo iba en serio con aquel tema.
─Eh... Deuce ─lo llamó─. Realmente siento decirte esto, pero incluso si no se hubieran roto los huevos, no iba a salir ningún pollito de ellos...
Deuce lo miró confundido.
─¿Eh?
Verlo así lo hizo sentir peor, pero ya no había vuelta atrás.
─Los huevos que se compran en las tiendas no están fertilizados, por lo que ni siquiera nacen pollitos a partir de ellos...
─¿¡Qué!? ¿¡Estás de broma!? ─exclamó con horror en una voz tan alta que provocó un repetitivo eco que hizo los cuervos y pájaros que estaban en los árboles más cercanos levantaran el vuelo.
Grim y Yuu miraron a su alrededor con desconcierto; Deuce mantuvo en el suelo su mirada pasmada tras la realización.
─Grim... ¿Crees que le he arruinado la vida?
─Se tenía que dar cuenta tarde o temprano.
Se sintió como si le hubiera dicho a un niño que Papá Noel no existía...
─Pero mira el lado bueno, Deuce: ¡Ya no tienes que sentirte mal cada vez que rompas huevos para cocinar! Ningún pollito muere en el proceso ─trató de animarlo Yuu.
Lejos de animarse con eso, Deuce seguía procesando la situación en silencio.
─Creo que lo has roto ─dijo Grim.
Yuu dejó la bolsa con huevos rotos al lado de una papelera cercana, sujetó las demás como pudo y cogió a Deuce de la mano.
─Venga, vamos a comprar más huevos. Sigo teniendo dinero, así que pago yo.
Deuce reaccionó finalmente y lo ayudó a coger por lo menos las más pesadas.
Regresaron a la cocina de la escuela, donde los esperaban Trey y Ace.
─Oh, por fin habéis vuelto. ¿Por qué habéis tardado tanto? ─les preguntó Ace.
─Tuvimos un pequeño percance. Pero no os preocupéis, tenemos todo lo necesario aquí ─dijo Yuu mientras colocaba las bolsas sobre la mesa.
─Entonces pongámonos manos a la obra ─animó Trey.
Se dedicaron a preparar la masa de las tartaletas. De la misma forma que con las castañas, Trey y Deuce emplearon la magia mientras Yuu y Ace mezclaban a mano cada uno en un bol.
Durante el proceso, Deuce seguía intentando procesar el hecho de que los pollitos no nacen de huevos de supermercado.
Tras un rato, Grim se ofreció poner la masa sobre los moldes para la base. Las metieron en el horno y aprovecharon el tiempo para limpiar la cocina.
Empezó a anochecer cuando sacaron finalmente las tartaletas del horno y las adornaron con azúcar glas.
─¡Hemos acabado! ─exclamaron Grim y Ace con triunfo.
─Hurra... ─murmuró Deuce sin mucho ánimo.
Ace volvió a fijarse en su comportamiento.
─¿Pasó algo cuando fuisteis a comprar? ─le preguntó a Yuu.
─Es complicado de explicar... ─Yuu suspiró─. Pero digamos que está consternado por algo relacionado con pollitos, es mejor dejarlo en paz por un rato ─dijo mientras colocaba una mano en el hombro de Deuce para volver a intentar animarlo.
─Durante dieciséis años he vivido una mentira... ─murmuró Deuce.
Ace parpadeó confundido un par de veces y decidió cambiar de tema.
─¿Quién diría que hacer postres sería tan agotador? Estoy cansado...
A Grim también se le notaba el cansancio en la cara.
─¡Buen trabajo! ─exclamó Cater repentinamente detrás de ellos─. ¿Habéis terminado las tartaletas? ¡Qué monas son las decoraciones! ¡Esto va directamente a Magicam! ¡Dejadme sacar una foto! ─sacó su teléfono móvil.
─¡Ah! ¿Desde cuándo estás ahí? ─le preguntó Ace.
─He venido a revisar qué tal estaban mis adorables compañeros de clase al ver que os esforzábais tanto. ¡Parecéis agotados!
─Yo también debería hacer fotos ─dijo Yuu antes de coger la cámara fantasma.
─Hacer cosas a las que no estás acostumbrado te puede cansar fácilmente ─dijo Trey─. En estos casos los postres son el remedio perfecto ─les extendió una de las bandejas con las tartaletas servidas─. Coged un trozo de las que acabamos de hacer.
A todos se les iluminó la cara en menos de un segundo. Cater se unió a ellos y cogió una parte.
─Solo has venido aquí a probarlas, ¿eh, Cater? ─le preguntó Ace.
─Anda, anda. Vamos a disfrutarlo todos juntos ─contestó él alegremente.
─¡Guau! ¡Qué olor tan dulce y bueno! ─exclamó Grim mientras se sentaba sobre la mesa─. ¡Las castañas de la parte de arriba son tan suaves y la crema es muy esponjosa! ¡No me puedo resistir!
Se apresuró en probarla. Los demás no tardaron en imitarlo.
─¡Madre...! ─murmuró Ace.
─¡Está ríquisima! ─exclamó Cater.
─Increíble... ¡Son mejores que las de una tienda!
─Definitivamente hemos hecho un buen trabajo ─dijo Yuu.
─Es dulce, pero no empalagoso ─describió Grim─. ¡Siento la boca como un campo lleno de castaños!
─¿Eso es un cumplido? ─preguntó Trey.
─Tratándose de Grim, estoy seguro de que lo es ─rio Yuu.
─Oh, cierto. Trey, haz eso para ellos ─le dijo Cater.
─¿El qué? Ah, te refieres con "eso".
─¿De qué estáis hablando? ─preguntó Ace.
─Chicos, ¿cuál es vuestra comida favorita? ─les preguntó Trey, causándoles expectación.
─La mía... tarta de cereza y hamburguesas ─respondió Ace.
─La mía es el atún enlatado ─dijo Grim─. Ah, y tortilla con queso, carne a la parrilla, pudín y...
─Si tuviera que elegir una... sería la tortilla con arroz ─dijo Deuce.
─Yo diría que las galletas de mantequilla, la tarta de chocolate y las empanadillas con carne ─dijo Yuu─. Pero ¿por qué lo preguntas?
─La mía es carne de ron a la parrilla con salsa diablo ─dijo Cater como si supiera lo que iba a pasar.
Yuu tragó saliva al pensar en lo picante que debería ser eso.
Trey sacó su pluma mágica del bolsillo.
─Bien, entonces aquí vamos. Doodle Suit.
Un brillo salió de la gema y se extendió hasta cada una de las tartaletas que estaban comiendo.
─¿Qué es eso? ─preguntó Deuce.
─Volved a probar vuestra Mont Blanc ─les dijo.
Le hicieron caso.
─¿Hm? ─preguntó Ace antes de tragar y abrir los ojos como platos─. ¡Es una Mont Blanc, pero sabe a tarta de cereza!
─¡Es verdad! ¡La mía sabe a chocolate! ─corroboró Yuu.
─¡La mía sabe a atún enlatado! ─dijo Grim y volvió a comer otro poco─. ¡Y ahora a tortilla de queso! ¡Ahora a carne a la parrilla y... pudín!
─Es interesante, ¡¿verdad?! ─preguntó Cater─. ¿No creéis que sería genial hacer esto en una fiesta del té con chicas?
─¡Es increíble! ¿Tu magia única consiste en cambiar el sabor de la comida, Clover? ─le preguntó Deuce.
─No exactamente. Es la capacidad de "sobreescribir". También sirve con el color y el olor, no solo el sabor. El efecto no es permanente, por lo que es como un boceto. Por eso llamo a esta magia "garabato", es un simple esbozo.
─Si tuviera tu Doodle Suit, mi sueño de comer todo el atún que pueda sería una realidad ─dijo Grim─. ¡Tu magia es incluso mejor que la de ese matón de Riddle!
Trey se puso algo serio tras escuchar aquello.
─No... Mi magia es un juguete en comparación a la de Riddle. Nuestros niveles son demasiado diferentes... Yuu, ¿ocurre algo? ─le preguntó─. ¿Le pasa algo a la tuya?
Se había fijado que Yuu estaba mirando su trozo detenidamente con extrañeza y masticaba lentamente.
Él levantó la vista y se apresuró en tragar.
─¿Eh? ¡No, qué va! ─insistió─. Perdón si te he preocupado, solo estaba pensando en el sabor a empanadillas con carne.
─¿Tiene un sabor raro, por algún casual? Normalmente no debería ocurrir eso.
─No, de verdad que no. Es solo que... sabe exactamente como las que solía hacer mi padre.
─¿De verdad? ¿Tú padre suele cocinar mucho?
─No siempre, no era el mejor cocinero del mundo, pero tampoco era malo. Sin embargo, él era de un país distinto, así que las cocinaba a su manera. Mi madre las sigue preparando de vez en cuando, pero no de la misma forma que él en su momento.
─¿Paró de hacerlas? ¿Por qué? ─preguntó Grim.
Yuu desvío la mirada con incomodidad.
─Murió cuando yo tenía nueve años...
Los demás intercambiaron una mirada de preocupación.
─Oh, cuánto siento oír eso... ─dijo Ace─. ¿Qué le pasó?
─Sufrió un accidente de coche en una autovía en su regreso del trabajo durante la noche. Había estado fuera tres días por una conferencia...
─No era mi intención hacerte recordar algo tan triste ─dijo Trey con arrepentimiento─. De veras que lo siento.
─¡No digas eso! ─insistió Yuu─. De hecho debo darte las gracias, casi me había olvidado de su sabor. Soy yo el que debería pedir perdón, no me importa hablar del tema, pero no quería arruinar el ambiente con eso...
─Eso no es verdad, no digas eso tú ─insistió Deuce─. Tú mismo me lo dijiste antes: está bien hablar de uno mismo. Y tal vez nos acabamos de conocer, pero puedes contar con nosotros, por lo menos conmigo.
Los demás asintieron para confirmar las palabras de Deuce.
Yuu suspiró con algo de alivio.
─Gracias ─dijo─. Además, eso ya pasó hace muchos años. Me gusta hablar de él. Y sigo teniendo a mi madre, ella recibió ayuda de parte mi tía, su hermana, y ambas hicieron un gran trabajo cuidándonos a mí y a mi hermana.
─Oh, ¿tienes una hermana? ─preguntó Cater para intentar cambiar de tema─. ¡Qué bien! ¿Es mayor o menor?
Yuu sonrió alegremente.
─Digamos que menor.
─¿Digamos? ─preguntó Grim, extrañado.
─Yo también tengo dos hermanos pequeños, un hermano y una hermana ─dijo Trey─. En casa suelo encargarme de ellos cuando nuestros padres están ocupados. ¿Cuántos años tiene la tuya?
Él se rio, esperándose ya el tipo de reacción.
─Los mismos que yo, somos mellizos.
─¡Hala, cómo mola! ─exclamó Ace─. Yo tengo un hermano siete años mayor que yo. Él también estudió aquí en el Night Raven College, ¡incluso estuvo en Heartslabyul!
─¿Una hermana melliza? ¡Jo, qué morro! Yo tengo dos hermanas mayores que son unas mandonas conmigo ─se quejó Cater a modo de broma─. ¡Yo también quiero un gemelo!
─Yo no tengo hermanos, así que no puedo decir nada al respecto ─suspiró Deuce.
─Os encantaría conocerla ─aseguró Yuu─. Es muy maja y es cinturón negro en kárate.
─¡¿Cinturón negro?! ─repitió Deuce con asombro─. ¡Entonces debe de ser muy fuerte!
─¿Qué es el kárate? ─preguntó Grim, curioso.
─¿No lo sabes? ─preguntó Ace─. Es un tipo de artes marciales. Y el cinturón negro indica el nivel más alto de experiencia.
─Sí, se necesitan unos cinco años para conseguirlo ─explicó Yuu.
─¿Arte marcial? ¿Quieres decir que es un tipo de lucha? ¡Yo también quiero eso! ─exclamó Grim, entusiasmado.
─Eh, Yuu ─lo llamó Ace con una sonrisa pícara─. Por curiosidad, en caso de que conozcamos a tu hermana por alguna repentina casualidad... ¿Podrías decirme si tiene novio?
─¡Ace! ¿¡Qué clase de pregunta es esa!? ─le espetó Deuce.
Por otra parte, Yuu se echó a reír.
─Buen intento ─le dijo con una ceja arqueada─. Para satisfacer tu curiosidad: no, no sale con nadie desde hace tiempo. De todas formas ella no se interesaría en salir contigo, la conozco bien y no eres exactamente su tipo... Es más, si se entera de que ayer te burlaste de mí, ella te guardaría rencor por a saber cuánto tiempo.
Ace parpadeó un par de veces.
─Anda, anda ─dijo con una sonrisa traviesa─. ¡Estoy de broma! Yo tampoco estoy muy interesado en salir con alguien en estos momentos. ─Tragó saliva─. Además, ella no tiene por qué enterarse. Yo ya te pedí perdón con sinceridad por aquello, así que eso ya no debería importar, ¿no?
Yuu lo miró con una sonrisa malévola.
─Puede que yo te haya perdonado, pero dudo que ella lo haga...
De repente, Yuu volvió a escuchar de forma gradual la misma risa femenina de aquella mañana. Seguía siendo distante, pero continuaba siendo la misma voz joven y alegre. Se estaba riendo a carcajadas, con más intensidad que la vez anterior, como si la conversación que estaban teniendo la hiciera tronchar de risa. No parecía que los demás la escucharan también, pero tampoco que se tratara de su imaginación. Le entró miedo, pero la carcajada terminó rápido.
Tras ver la cara de miedo de Ace, se volvió a reír.
─Tranquilo, ella no da tanto miedo. En realidad, estoy seguro de que os llevarías bien.
─Hablando de que acepten tus disculpas, Ace ─los interrumpió Trey─. Se está haciendo tarde, mañana le daremos las tartaletas al líder de dormitorio, ¿de acuerdo? Mañana es la Fiesta del No-Cumpleaños, no lleguéis tarde.
─Yuu, ¿puedo dormir en tu dormitorio otra vez? ─le preguntó Ace─. No creo que el malvado de Cater me deje volver aún...
─Vaya, has sido directo... ─comentó Cater con desconcierto.
─Oye, Ace. No te aproveches de Yuu ─le volvió a espetar Deuce.
─¡Eso! ─dijo Grim de la misma forma─. ¡Si vas a volver a quedarte con nosotros, tienes que pagar el alquiler! ¡Diez latas de atún!
─¿¡Eh!? ¿Me estáis diciendo que duerma fuera? ─Ace les preguntó a ambos.
─Entonces, Deuce, ¿por qué no pasas la noche en su dormitorio para ayudarlo a vigilar a Ace? Como el vice-líder de dormitorio, te doy permiso.
─Trey, ¿no estás siendo demasiado bueno con ellos? ─preguntó Cater─. ¡Qué envidia! Yuu, ¿puedo ir yo también?
─No, tú no vas ─le dijo Trey.
─¡Avaricioso!
─Yuu, siento tener que hacerte a cargo de ellos, pero contamos contigo para mañana ─le dijo Trey.
─Sin problema. ¡Hasta mañana!
Ace se agarró el pesado collar metálico de su cuello.
─Mañana es la Fiesta del No-Cumpleaños ─pensó en voz alta─. ¡Definitivamente haré que me quites este collar! ¡Ya lo verás, líder de dormitorio!
─Seguro que sí ─dijo Yuu─. Antes de que nos vayamos, Deuce, ¿necesitas recoger algo de Heartslabyul para pasar la noche en Ramschackle?
─Ahora que lo dices, sí. No creo que necesite mucho tiempo para eso.
─Eh, somos compañeros de habitación ─le recordó Ace─. ¿Podrías recoger mis cosas también?
─¿¡Y tú quién te crees que eres!?
─Venga, no peleéis ─les dijo Yuu─. Tú me ayudaste antes con las bolsas, Deuce. Si no es mucha molestia, ¿qué tal si te acompaño y te ayudo a recoger todo?
─Eres demasiado bueno ─dijo Grim─. Ya les estamos dejando dormir en nuestro dormitorio.
─Bueno, a mí también me gustaría que me ayudasen si yo estuviera en su situación...
─Está bien, puedes acompañarme ─dijo Deuce─. No creo que vayamos a recoger mucho de todas formas.
Guardaron las tartaletas en la nevera y todos salieron de la cocina. En el camino de regreso, Grim y Ace se separaron para ir al dormitorio Ramshackle, los demás fueron a Heartslabyul, allí Yuu pudo ver por primera vez el variopinto y ornamentado interior del edificio principal. Se despidieron una vez más de Trey y Cater.
─Nuestra habitación es por aquí ─señaló Deuce─. Parece que los demás no se han ido a dormir aún.
En eso, un estudiante se acercó frenéticamente a Trey y Cater.
─¿Ha pasado algo? ─le preguntó Trey.
El joven les dijo que Riddle había puesto collares a algunos compañeros por romper la regla nº 256 de no beber limonada con miel después de las 8 de la tarde.
─¡No quiero seguir viviendo de esta forma! ─añadió─. ¡Él sigue imponiendo reglas ilógicas! ¡Quiero cambiarme de dormitorio!
Trey puso las manos sobre sus hombros para calmarlo.
─Todo va a salir bien, iré a hablar con el líder de dormitorio. Puedes volver a tu habitación.
Deuce y Yuu intercambiaron una mirada de preocupación antes de ir a lo que habían ido a hacer.
A pesar de que no quería pensar mucho en ello, Yuu volvió a escuchar el sonido de un pesado goteo...
[Publicado el 22/8/2021]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro