8. Malas vibras
En el momento en que Ace dijo aquello, alguien estaba caminando justo detrás de él.
─¿¿Hm? ¿Que estoy loco y soy de lo peor? ─preguntó con una voz severa.
Sentado al otro lado de la mesa junto a Deuce, Yuu lo reconoció enseguida como el joven pelirrojo de la ceremonia de entrada.
Su mirada de preocupación acompañó a las horrorizadas de Deuce, Cater y Trey.
Sin embargo, Ace no se había dado cuenta de la situación ni se dignó a darse la vuelta para verlo.
─¿¡Exacto! ─respondió a la pregunta─. Solo un tirano tendría esas reglas tan absurdas. ¡Hay que ver!
─¿¡Ace! ¡Detrás de ti! ─le dijo Deuce con voz temblorosa.
─¿Fue un placer conocerte, Ace ─murmuró Yuu.
La mirada de Ace palideció de inmediato al ver a Riddle.
─¿¡¿Eh?! ¡¿Líder de dormitorio?!
Riddle mantuvo los brazos cruzados y su mirada severa sobre Ace.
─¡Vaya, Riddle! ¡Hoy te ves locamente adorable! ─exclamó Cater en un intento de ayudar a Ace a salvarse el pellejo.
Su mirada severa se tornó en una serena.
─Cater, como sigas hablando así serás decapitado junto a esa boca parlanchina tuya ─le advirtió.
─¿¡Vamos, no seas malo conmigo! ─respondió él, nervioso.
Grim también lo reconoció:
─¿¡Ah!? ¡Mira, Yuu! ¡Este es el tipo que me puso ese collar raro durante la ceremonia de entrada! ─dijo mientras lo señalaba desafiante con una pata.
Tras escuchar eso, Riddle echó una mirada general a los chicos de primero.
─Vosotros sois los que causaron un desastre ayer, ¿no? Y tú, ¿podrías evitar referirte a mi Magia Única como un "collar raro"? Hay que ver... el director es demasiado bueno, no hacer caso a alguien que rompa las normas destruirá el balance del sistema escolar. Todo aquel que no siga las normas debería ser decapitado ─dijo con una serenidad que estremeció el ambiente.
─Lo que ha dicho contrasta con su cara adorable ─susurró Ace de forma casi inaudible.
─Puede que el director os haya perdonado, pero la próxima vez que rompáis las normas, yo no lo haré ─advirtió con mucha seriedad.
─Eh... Por cierto, líder de dormitorio ─lo llamó Ace con una sonrisa nerviosa─. ¿Sería posible que... me quitaras este collar?
─Pensaba hacerlo en cuanto te arrepintieras de tus actos, pero a juzgar por lo que acabas de decir, veo que aún no lo has hecho ─la sonrisa de Ace desapareció─. Te lo voy a dejar por un tiempo más.
Deuce, Yuu y Grim intercambiaron miradas preocupadas.
─No te preocupes, las clases de primer año se centran más en teoría que en entrenamiento de la magia ─continuó Riddle─. Sin capacidad de usar magia no causarás un caos como el de ayer, así que es algo bueno, ¿no crees? ─nadie respondió─. De acuerdo ─dijo dando un paso atrás─, cuando terminéis de comer, daos prisa para ir a vuestra próxima clase. Regla nº 271 de la Reina de Corazones ─anunció─: "Uno no debe quedarse más de 15 minutos en la mesa después de comer". Si rompéis las normas ─frunció el ceño con severidad─, sabréis lo que pasará, ¿verdad?
─Otra norma rara... ─suspiró Ace con reproche.
Riddle se puso firme:
─¡La respuesta es "Sí, líder de dormitorio"!
-¡Sí, líder de dormitorio! -dijeron Ace y Deuce en voz alta.
-Muy bien -asintió Riddle.
-Venga, venga -intentó calmarlo Trey-, ya me encargaré yo de ellos
-Tú eres el vice-líder de dormitorio, así que espero que hagas un buen trabajo -respondió Riddle-. Tal y como dice la Regla de la Reina de Corazones n° 339: "Después de comer hay que beber té de limón con dos terrones de azúcar". En aras de cumplir esa norma, tengo que comprar más azúcar en la tienda escolar, así que debo irme.
Comenzó a caminar y se le pudo escuchar susurrar severo para sí mismo:
-No me lo puedo creer, dejar la azucarera sin terrones de azúcar debería ser un crimen capital...
Tras verlo irse, Yuu no sintió nada en el hombro izquierdo, pero en su confusión no pudo evitar llevarse una mano a la cabeza al escuchar una especie de goteo...
Sin embargo, cuando él se alejó lo suficiente, la tensión en la mesa desapareció y todos respiraron con alivio.
-¡Tío, que miedo! -exclamó Cater.
-¡Ese chico es realmente malvado! -gruñó Grim.
-¡Oye! ¡No seas maleducado! -lo regañó Deuce.
En la mesa de al lado pudieron escuchar la conversación de dos estudiantes de Heartslabyul.
-¿Ya se fue el líder de dormitorio? -preguntó asustado uno de ellos.
-¡Me olvidé por completo de la Regla n° 156: "Está prohibido comer hamburguesa de ternera los martes" -dijo su compañero con pavor-. ¿Qué habría hecho él si me hubiera descubierto?
-Uh... No debería ser un crimen comer lo que queramos...
Trey y Cater los miraron con preocupación.
-Riddle se convirtió en líder de dormitorio una semana después de su primer día. Es duro al hablar, pero siempre tiene buenas intenciones para el dormitorio -les aseguró Trey para intentar animar el ambiente-, así que no es realmente malo.
-Alguien con buenas intenciones no pone collares a la gente -le espetó Grim.
Trey y Cater rieron nerviosos por su respuesta.
-Grim, aquello fue culpa tuya por montar caos en la ceremonia de entrada -le recordó Yuu con una ceja arqueada-. Por cierto, chicos, él mencionó algo de "magia única". ¿Qué es eso?
-¿Hm? ¿Te refieres a la Magia Única de Riddle? -le preguntó Cater.
-¿Magia Única? ¿Es un tipo de magia que solo puede usar el líder de dormitorio? -suspuso Deuce.
-Dejando de lado la magia del mundo, la Magia Única es una cuyo uso está limitado a una persona -explicó Trey-. Por decirlo de alguna forma, refleja el carácter propio de una persona. Aprenderéis eso en clase.
-La Magia Única de Riddle es capaz de sellar la magia de una persona por un tiempo -continuó Cater-. El nombre de su magia única es "Off with your head" -dijo, imitando la autoritaria voz de Riddle.
-Hasta el nombre da miedo... -se estremeció Grim.
-La sensación de que un mago de tener la magia bloqueada es la misma que la de ser decapitado. Por lo tanto no debéis romper las normas de Riddle si formas parte de este dormitorio.
-Al mismo tiempo, con tal de que sigáis las normas, no dará tanto miedo -añadió Trey.
-¿Estáis diciendo que debo volver con una tartaleta o Cater me volverá a echar? - preguntó Ace.
-¡Exacto! Tal y como lo indica la Regla de la Reina de Corazones n° 53 -dijo Cater alegremente-. Además, Riddle estaba deseando comerse el primer trozo de la tartaleta, por lo que no te perdonará a menos que le lleves una entera.
Yuu abrió los ojos como platos.
A Ace no le gustó escuchar aquello.
-Dijiste que deberíamos llevarnos bien, pero ¿¡no me vas a dejar pasar de todas formas!? -preguntó indignado.
-Eso es eso, esto es esto -contestó Cater.
-Pero ¿no son las tartaletas enteras un poco caras? -preguntó Deuce.
Ace suspiró con derrota.
-No tengo tanto dinero... -comentó mientras estiraba los brazos sobre la mesa lentamente.
-¿Entonces por qué no haces tú una? -le propuso Cater-. Aquellas tartaletas fueron hechas por Trey, ¿no lo sabías?
-Oh, ¿de verdad? -preguntó Yuu con sorpresa-. Mira, Ace, así no tendrás que pagar tanto.
-¿¡Fuiste tú quien las hizo, Trey!? -preguntó Ace con asombro-. ¡Es increíble! ¡Parecen hechas por un profesional!
Trey rio complacido.
-Gracias. Tengo la mayoría de utensilios e ingredientes, pero no te voy a ofrecer mi ayuda gratis.
-¿¡Eh!? ¿¡Tengo que pagarte!?
-Jamás le pediría dinero a alguien menor, ¿sabes? Una tartaleta que Riddle tiene ganas de comer se hace con muchas castañas. ¿Podríais ir a recoger algunas por mí?
-Sigue siendo Un fastidio... Pero bueno, ¿cuántas necesitas?
-Va a ser para la Fiesta del No-Cumpleaños, por lo que bastarán... unas doscientas o trescientas -dijo con seguridad.
-¿¡Tantas!? -exclamaron Deuce, Yuu y Grim.
-También os voy a pedir que las tostéis y las peléis -añadió Trey.
Los tres se miraron entre ellos al darse cuenta de que estaban incluidos para cocinar con Ace.
-¿Puedo irme a casa? -preguntó Grim sin intención de querer ayudar.
-Yo también -dijo Deuce de la misma forma.
-¡Traidores! -exlamó Ace.
-¡Venga, venga! -los animó Cater-. ¿Sabéis que la comida sabe mejor si la preparas con otras personas? ¿Y que podéis hacer fotos para recordar el momento? Podríais incluso comenzar un blog de comida.
Tras escuchar eso, Yuu miró la cámara fantasma colgando de su cuello y recordó lo que le dijo el director.
-Y no le digáis esto al líder de dormitorio, pero estas tartaletas de castaña, las Mont Blanc, saben mejor cuando están recién hechas. Y los primeros en probarlas nada más salir del horno son aquellos quienes las hacen -dijo Trey de forma persuasiva.
Grim levantó las orejas rápidamente y se levantó sobre sus dos patas.
-¡Oh, oh, chicos! ¡En marcha! -exclamó entusiasmado-. ¡Vamos a recoger todas y cada una de esas castañas!
Yuu rio divertido.
-Que rápido has cambiado de opinión, ¿eh? -suspiró-. Por cierto, ¿dónde podemos encontrar las castañas?
-Hay muchos castaños en el bosque que está detrás del jardín botánico -respondió Trey.
Los cuatro acordaron ir allí tras finalizar las clases del día.
Aquella misma tarde rodearon el enorme invernadero para llegar al bosque, allí había incontables árboles de distintos tipos, desde enormes manzanos hasta los castaños que estaban buscando.
-¡Oh! ¡Cuantas castañas hay aquí! -exclamó Grim tras acercarse a un castaño en concreto y subirse rápidamente a sus ramas-. ¡Con todo esto haremos muchísimas tartaletas Mont Blanc! Démonos prisa y... ¡Au!
Al decir eso había una pata para intentar coger una de las esféricas cortezas con espinas que recubrían las castañas y se pinchó las almohadillas de las patas con ellas.
El pobre monstruó descendió adolorido y Yuu lo cogió en brazos para animarlo.
-Va a ser imposible recogerlas sin guantes -comentó Deuce-. También deberíamos buscar un cubo para recogerlas.
Ace propuso buscar todo lo que necesitaban dentro del jardín botánico y entraron allí por medio de una puerta cercana.
Era la primera vez que visitaban aquel invernadero, por lo que fue inevitable que los tres chicos y el pequeño monstruo miraran con asombro el interior de la gigantesca cúpula de cristal, lleno de plantas, árboles y variopintas flores.
Decidieron separarse para buscar las herramientas necesarias. Yuu y Grim se quedaron a buscar en la zona central mientras Ace se dirigía a la derecha y Deuce a la izquierda.
-Eh, Yuu, mira esto -lo llamó Grim tras acercarse al pie de otro árbol-. ¡Hay un montón de frutas por aquí! ¡Qué bien huele!
-Tienes razón, también hay muchas plantas que nunca antes había visto -comentó mientras caminaba-. Eso sí, recuerda que no puedes comer nada de aquí.
Por mirar a Grim de forma vigilante, no vio por dónde estaba caminando y pisó algo duro.
-¡Auch! -sonó una voz profunda al acto.
Yuu se sobresaltó y levantó el pie rápidamente. Vio que lo que había pisado no se trataba de una planta, sino una cola de animal que sobresalía de unos arbustos.
No tuvo tiempo para procesar lo ocurrido cuando una persona oculta se levantó y lo miró con ojos feroces.
Se trataba de un joven de tez oscura, con pelo largo y orejas de león que vestía un chaleco amarillo.
─Oye, tienes agallas para atreverte a pisar la cola de alguien ─le dijo de manera poco amigable.
Yuu lo reconoció de la ceremonia de entrada. Grim, por otra parte, se acercó curioso.
-¿Eres el encargado de este lugar? -le preguntó-. Vaya, tienes una cara que da miedo.
-¡Grim! -exclamó Yuu con efusión por aquel comentario.
-Vine aquí pensando que podría echarme una buena siesta, y ahora vienes y me pisas la cola. Esto es de lo peor.
Yuu tragó saliva, sabía que había sido él quien había dejado su cola sobresalir justo al lado del camino, así que cualquier persona podría no verla y pisarla, pero aquel no parecía ser el tipo de persona que razonaría en un momento como aquel.
-¡De verdad que lo siento! -se disculpó-. Juro que fue un accidente, no era mi intención.
Con eso, Leona lo inspeccionó rápidamente con la mirada y sonrió maliciosamente.
-Tú... eres el pequeño hervívoro que el Espejo de la Oscuridad dijo que no podía usar magia...
Se acercó a Yuu y comenzó a olfatearlo.
-¿¡Qué... qué haces!? -preguntó Yuu, incómodo, mientras daba un paso hacia atrás para alejarse.
Grim se escondió detrás de las piernas del más joven, la mirada y la actitud del desconocido le ponían el pelaje de punta.
La persona paró y dio un par de pasos atrás.
-Ja. Realmente no huelo ni una pizca de magia en ti -dijo como conclusión-. Lamento hacer daño a un oponente con una cara adorable que no se puede defender.
-Eh... ¡No queremos problemas! -exclamó Yuu-. Mi amigo y yo nos teníamos que ir ya, así que no te molestaremos más.
Aquello no satisfizo al desconocido.
-¿De verdad crees que te voy a dejar ir después de pisarme la cola? ¿A mí, Leona? Me has despertado de la siesta, así que estoy de mal humor. Prepárate.
Movió una de sus manos al bolsillo donde tenía su pluma mágica. Afortunadamente para Yuu y Grim, que justo estaban por huir corriendo y buscar a Deuce y Ace, otra persona se acercó en ese mismo momento.
Era un chico de aspecto mucho más joven que el ahora conocido como Leona, tenía el pelo rubio oscuro y unas enormes orejas de animal. Llevaba puesta un chaleco del mismo color amarillo y una chaqueta de uniforme que le quedaba grande.
-¡Leona! -lo llamó y el aludido se detuvo enseguida-. Ah, así que era aquí donde estabas. Leona, hoy tienes que ir a clases de recuperación.
-Ah... aquí viene el ruidoso... -se quejó Leona mientras se llevaba una mano a la cabeza.
-Ya has repetido un año, Leona. Si sigues así, seremos compañeros de clase el año que viene -dijo el recién llegado, divertido.
-Ah, cállate ya. Deja de molestarme, Ruggie.
-¡Tampoco es que quisiera molestarte! -respondió Ruggie con molestia-. Madre mía, eres capaz de hacer cualquier cosa si te lo propones, pero no lo haces en absoluto. ¡Venga, tenemos que irnos!
Leona vio que no tenía otra opción y chasqueó la lengua con frustración.
-Será mejor que os andéis con cuidado la próxima vez que me veáis, hervívoros... -les advirtió con frialdad antes de irse con Ruggie.
-¡Fuah! ¡Que miedo! -exclamó Grim-. ¿Qué le pasará a ese encargado? Tiene un aura bestialmente potente.
-Grim... no creo que él fuese el encargado -murmuró Yuu, con su corazón aún latiendo a mil por hora.
-¡Hemos encontrado una cesta y unas pinzas por aquí! -exclamó Ace a lo lejos, acompañado de Deuce.
-¿Os ha pasado algo? -preguntó Deuce al fijarse en las expresiones inquietas de Yuu y Grim.
Mientras recolectaban castañas en el bosque, les contaron el encuentro con aquel aterrador estudiante.
-Y eso fue lo que pasó -finalizó Grim.
-¡No, no creo que ese fuera el encargado! -exclamó Ace, aterrorizado.
-Llevaba un chaleco amarillo -dijo Yuu-. Si mal no recuerdo, esos son estudiantes de Savanaclaw.
-¿Será que el Night Raven College tiene muchos delincuentes? -caviló Deuce tras pensar en Savanaclaw y los dos chicos de Heartslabyul a la hora de comer.
Finalmente recogieron todas las castañas que necesitaban y fueron a reunirse con Trey en la cocina de la escuela.
Él ya los estaba esperando allí.
-Bienvenidos -los saludó-. Veo que habéis recogido muchas.
-¡Con todas estas podemos hacer un montón de tartaletas! ¿Sabes? -preguntó Grim con entusiasmo.
-Bueno, creo que pelar todas va a ser difícil. Pero espero que hagáis vuestro mayor esfuerzo -les dijo Trey.
-Todas estas, ¿eh? -comentó Deuce-. Siento que vamos a estar aquí un buen rato...
Al comenzar, Trey propuso emplear magia para pelarlas con más rapidez.
-Yuu y Ace no pueden usar magia, así que ayudadnos a pelarlas de forma normal, por favor -recordó Deuce.
-¡Te demostraré que soy más rápido que tu magia! -respondió Ace con frustración.
Todos se dedicaron a la tarea. El ambiente se animó en poco tiempo con las divertidas peleas de rivalidad entre Deuce, Grim y Ace.
Terminaron rápidamente, pero la celebración duró poco después de que Trey les dijera que debían moler las castañas peladas para poder hacer una crema con ellas.
Tras terminar esa parte, todos sintieron el cansancio en sus brazos.
-Nunca antes había hecho algo así en repostería -suspiró Yuu.
-Oh, ¿has preparado tartas antes? -le preguntó Trey.
-Sí, solía hacer alguna de vez en cuando con mi hermana y mi madre. También sé hacer galletas.
-¡Oh! ¿Cómo es que no me lo habías dicho antes? -preguntó Grim con ánimo recuperado.
-Lo he dicho ahora -rio el joven.
-Entonces la siguiente parte se te dará bien de hacer -le dijo Trey-. Tenemos que añadir mantequilla y azúcar en la pasta. Y añadimos salsa de ostras como ingrediente secreto.
-¡¿Salsa de ostras?! -exclamaron Deuce, Ace y Yuu al mismo tiempo con horror.
-Exacto, el sabor salado de las ostras le da un buen sabor a la crema -aseguró Trey-. Yo uso en particular esta: la salsa de jóvenes ostras del Sr. Morsa -les mostró una alta botella llena de un líquido marrón con la imagen impresa de una ostra que llevaba una faldita puesta-. Todas las pastelerías famosas usan esta salsa para las tartaletas.
Yuu tragó saliva, más que por el hecho de añadir una salsa salada a un postre dulce, por una extraña sensación de horror e incomodidad, acompañada de un pinchazo en el hombro izquierdo, tras oír el nombre del "Sr. Morsa".
-¿De verdad? -preguntó Deuce-. Es una salsa bastante salada.
-Debe de ser similar a lo de echar chocolate al curry... Así que tiene algo de sentido -comentó Ace.
Trey estalló en risas.
-¡Estoy de broma! -exclamó-. ¡No se pueden meter ostras en alimentos dulces!
-¿¡Eh!? ¡Realmente pensé que hablabas en serio! -exclamó Ace, enfadado por el engaño.
Trey se volvió a reír.
-Si pensaras un poco te darías cuenta de que es imposible. Crees en todo lo que se te dice, sé un poco más escéptico. Considera esto como una lección.
-Parece un buen chico, pero es el tipo que puede mentir sin problema -comentó Grim con incredulidad.
Trey se terminó de calmar y volvió a la encimera junto a Yuu.
-Ahora tenemos que añadir la crema batida...
Nada más decir eso, su tranquila expresión se tornó en una de desconcierto.
-¿Qué pasa? -preguntó Ace.
-Habéis traído muchas castañas, así que hemos acabado haciendo mucha masa. No tengo suficiente crema batida para mezclarla.
-Yo puedo ir a comprarla -se ofreció Deuce-. ¿Venden en la tienda escolar?
-Creo que en esa tienda venden de todo, así que estoy seguro de ello -afirmó Trey-. ¿Te parece bien si te pido que compres otras cosas?
Deuce asintió y Trey anotó todo lo necesario en un papel y un lápiz que sacó de un cajón.
-No puedo cargar todo solo -dijo Deuce tras calcular el peso total-. Yuu, ¿podrías acompañarme?
-Claro -respondió él-. Tampoco he visto la tienda escolar, así que esta es una buena ocasión para hacerlo.
-¡Yo también voy! ¡Estoy cansado de mezclar masa todo el rato! -exclamó Grim.
[Publicado el 12-8-2021]
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