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7. La escuela

Corrieron lo más rápido que pudieron y llegaron justo a tiempo para la primera clase, que tenía lugar en el laboratorio. Para aquella asignatura debían ponerse batas de laboratorio, gafas de protección y guantes.

El profesor de la asignatura era un hombre joven y atractivo llamado Divus Crewel. Estaba elegantemente vestido y llevaba puesto un extravagante abrigo de lo que parecía ser piel con rayas negras y blancas, su pelo era negro con una gran parte teñida de blanco y tenía la costumbre de referirse a los alumnos como "perritos" o "cachorros".

-Veo que sois las caras nuevas que asistirán a mi clase desde hoy -les dijo cuando llegaron-. Que colores de pelo más inusuales, y mira este tono negro tan interesante, no están nada mal. Aseguraos de cuidarlo bien.

Junto a su estilo de ropa, aquel comentario le hizo pensar a Yuu que debía de ser alguien muy perfeccionista con el aspecto.

Además de eso, sintió de repente una vez más el ardor en su hombro izquierdo.

Tras eso, el profesor explicó cómo iba a ser la asignatura, asegurándoles que memorizarían muchos nombres de plantas e hierbas.

Ni Ace, ni Grim ni Deuce parecían muy entusiasmados con ello.

La segunda hora tuvieron clase de Historia Mágica. Esta tenía lugar en la misma clase en la que Yuu y Grim hablaron con el cuadro parlante.

-Pareces entusiamado, Yuu -le dijo Deuce al verlo con un brillo en los ojos de camino al aula-. ¿Estás interesado en Historia?

-Oh, ¿tanto se me nota? Vaya... -desvió la mirada con un poco de vergüenza por un corto segundo-. Pero sí, ¡es mi asignatura favorita! -le explicó-. Mi padre era profesor de Historia, sabía muchísimo de la historia y la cultura general de otros países, y solía hablar de eso en casa. Acabó por pegarme su entusiasmo.

-¡Pues mira! Ahora que estás en otro mundo aprenderás una Historia totalmente distinta -comentó Ace.

-¡Sí! ¡Estaba pensando en eso ahora mismo!

Pero su emoción casi se fue al garete tras comenzar la lección.

El profesor era muy distinto al señor Crewel: era un hombre mayor vestido con unas ropas de estilo antiguo color burdeos y sostenía en brazos un gato negro con una mirada tan seria y estricta como la de él.

Se presentó como Mozus Trein y al gato como su familiar, Lucius. Advirtió que no perdonaría a aquellos que se durmieran en clase.

El contenido de la asignatura era interesante, pero la clase fue lenta y soporífera al ser dada con la monótona voz del profesor, acompañada por los largos y profundos maullidos del gato.

Lo que menos le gustó a Yuu fue que el primer tema trataba de la Mina de los Enanos, algo que no le entusiasmaba mucho por el incidente con el monstruo de tinta de la noche anterior, pero tomó apuntes lo mejor que pudo.

Ace bostezó y Deuce trató de aparentar interés. Grim no ocultó su aburrimiento.

Aquella asignatura contrastaba en todo aspecto con la siguiente: Educación Física.

Se debía llevar puesto el uniforme de deporte y tenía lugar en el campo de deporte. El profesor era Ashton Vargas, un hombre muy musculoso con mucha, muchísima energía. Yuu sintió nuevamente el ardor en el hombro izquierdo, mucho más fuerte que con el profesor Crewel, junto a una horrible sensación de incomodidad y, por alguna razón, repulsión.

-¡No puede existir un mago que no tenga energía física! -exclamó Vargas-. ¡Así que dad veinte vueltas alrededor del campo y después 100 flexiones!

Afortunadamente Yuu tenía una buena resistencia física, pero se preguntó si iba a ser suficiente para sobrevivir a aquel insano número de flexiones.

Antes de aquello se dedicaron a realizar estiramientos para calentar.

-Eh... No es que no me guste hacer ejercicio, pero no soporto a profesores como él -comentó Ace.

-Yo tengo confianza en mi fuerza física -añadió Deuce con orgullo y una sonrisa malévola que Yuu jamás se habría imaginado en él.

-¿Qué tiene de divertido dar vueltas? -preguntó Grim con fastidio-. No soy un hámster, ¿sabéis?

Alguien se rio por el comentario.

-¿Y tú de qué te ríes, Yuu? -le pregunto Grim con molestia.

-Perdón, no lo he podido evitar -entonces miró al profesor, preguntándose por qué había sentido el ardor al verlo-. De alguna forma el profesor me recuerda un poco a mi tía -comentó, pero aquella no era la razón de su incomodidad.

-¿De verdad? -le preguntó Deuce-. ¿En qué sentido?

-Mi tía hace mucho ejercicio, tiene mucha fuerza y una forma física increíble, pero él parece una versión masculina, más alta, mucho más subida de energía y con músculos atrofiados de ella.

-¿¡Qué clase de descripción es esa!? -preguntó Ace con pasmo.

Tras terminar aquella clase, llegó la hora de descanso. Después tocaría la hora de comer, pero Deuce quiso asegurarse en revisar la hora de la siguiente clase mientras caminaban por uno de los pasillos.

-Para ser una escuela de magia, no la diferencio mucho de una escuela normal... -comentó Ace.

-¿De verdad? -le preguntó Yuu.

-Sí, es mucho más... ordinaria de lo que pensaba. Supongo que no debo preocuparme mucho por no tener magia. ¿No piensas tú lo mismo, Grim?

No recibió respuesta alguna.

-¿Grim? -preguntó Yuu tras mirar a su alrededor y no verlo por ninguna parte.

Deuce lanzó un respingo de espanto.

-¡Mirad por la ventana! -exclamó-. ¡Esa bola de pelo está en el patio interior!

Se asomaron y vieron a Grim correr fuera. El monstruo se dio cuenta de que había sido descubierto:
-¡Como si fuera a quedarme todo el día en clases aburridas! -exclamó desde abajo-. ¡Soy un genio, así que puedo ser un gran mago sin ellas, sabéis!

Y volvió a correr en sus cuatro patas.

-¿Piensa escaparse el primer día? -preguntó Yuu con horror-. ¡El director se va a poner furioso conmigo! -dijo mientras llevaba una mano a la cámara fantasma colgando de su cuello.

-Ese nunca aprende, ¿verdad? -comentó Deuce.

-Es tu primer día como prefecto ¿y ya estás siendo descuidado? -bromeó Ace-. ¿Quieres que te ayudemos a pillar a Grim?

-¡Sí, por favor!

-¡Quiero un cruasán de chocolate de la cafetería!

Deuce decidió aprovechar la oportunidad de recibir algo a cambio.
-Entonces yo pediré un café con leche frío de la cafetería -dijo.

Yuu gruñó ante la diablura de sus nuevos amigos:
-¿Vais en serio?

-Vamos, vamos. A este paso Grim se escapará. ¿De verdad quieres eso? -le preguntó Ace, aún con su malévola sonrisa.

-¡Vale, trato hecho! -suspiró Yuu impaciente al ver que no tenía otra opción.

-¡Entonces tenemos un acuerdo! -exclamó Ace-. Bien, Deuce. ¿Ayudamos a nuestro pobre Yuu?

-Por supuesto, Ace -respondió con la misma sonrisa maliciosa-. Espero con ganas a la hora de comer.

Yuu rodó los ojos y emprendió la carrera para pillar nuevamente a Grim. En el camino, Ace cogió prestada una red de un armario con herramientas y utensilios de limpieza.

Afortunadamente para ellos, Grim no se había ido del patio interior, pero era rápido corriendo. Tras perseguirlo por un rato, lograron rodearlo entre los tres y Deuce invocó un caldero sobre él que le cayó encima, atrapándolo en el acto.

-¡Yuju! ¡Almuerzo obtenido! -exclamó Ace victorioso.

-De acuerdo, Grim -le dijo Deuce-. Sé bueno ahora y vuelve a clase.

-Solo trabajáis en equipo en momentos como este -se quejó Grim mientras Yuu se agachaba delante del caldero para agarrarlo.

-Lo tengo sujeto, ya podéis quitarle esto de encima.

Deuce y Ace movieron de lado el pesado caldero y Yuu aseguró el pequeño monstruo entre sus brazos.

-¡No, no quiero! -se quejó Grim intentando soltarse-. ¡No quiero volver a esas aburridas clases! ¿Sabes?

-¡Tú guarda silencio y compórtate! -ordenó Yuu con severidad mientras lo apretaba con firmeza contra su pecho-. ¡¿No montaste un caos ayer y anteayer por tanto desear entrar en esta escuela?! ¿¡Y ahora intentas escaparte por aburrimiento!? El director fue muy considerado al aceptarte y ver tu potencial, ¡así que no desperdicies esta gran oportunidad! ¡Si continúas así jamás serás el gran mago que deseas ser!

-¡Maldita sea! -exclamó Grim con frustración-. ¡Hoy estás muy estricto!

-Solo estoy cumpliendo con mi trabajo. Además, ¡me preocupo por ti! ¡Te echarán si no cumples con tu deber como estudiante!

Ace y Deuce compararon la situación con la de una madre regañando a su hijo.

Tras decir todo aquello, Yuu suspiró. Ni siquiera los niños de la guardería en la que su madre trabajaba causaban tanto lío...

Poco después llegaron a la cafetería, llena de gente.

-¡Sí! ¡Por fin es hora de comer! -exclamó Grim, cambiando por completo su estado de ánimo mientras se subía a los hombros de Yuu-. ¡Hay tantas cosas con buena pinta!

Yuu se fijó que la comida del bufet era muy completa y variada para ser de una cafetería escolar.

-¡Una tortilla de huevo esponjosa! -chilló el pequeño monstruo cuando se acercaron para coger bandejas y platos-. ¡¡¡Pollo frito y tartaleta de beicon y huevo!!!

El pobre Yuu sintió sus oídos chirriar.

-¡Eres muy ruidoso! -exclamó Ace-. ¡Tienes energía hasta para comer!

-Cuidado, Grim -le avisó Yuu-. Si te mueves tanto sobre mí me vas hacer tropezar.

-¡Yuu! ¡Coge el pollo frito! ¡Vamos, que solo queda uno! -le insistió sin hacerle mucho caso-. ¡Ah, y también tortilla! ¡Y pan con mermelada! ¡Cógelo todo!

-¡Grim, no puedo coger tanto! Además, recuerda que me has hecho deberle algo a Ace y Deuce.

En uno de sus bruscos movimientos, Grim empujó por accidente al estudiante de pelo plateado que tenía al lado, al cual se le cayó algo al suelo.
-¡¡Ah!! ¡Oye, idiota! ¡Por tu culpa se me ha caído el huevo medio cocido de mi pasta!

-¡Oh, tío! -exclamó el estudiante pelirrojo que estaba delante de él-. ¡El huevo es la mejor parte de la carbonara! ¿¡Cómo vas a pagar por ello, imbécil!?

-Supongo que tomaré como compensación ese pollo frito que tienes ahí -dijo el de pelo plateado.

-¡¿Qué?! ¡No quiero! ¡Es mío! -se negó Grim.

-¿Eh? ¿Uno de primer año le está hablando de esa forma a alguien mayor? ¡Grosero! -exclamó indignado el chico pelirrojo antes de sacar su pluma mágica del bolsillo.

-Disculpen... -intervino Deuce, intentando ayudar-. Pero va en contra de las normas usar magia por beneficio propio...

-¿Beneficio propio? Si solo somos dos estudiantes de curso superior dándoos una lección.

-¡Parad! -mandó la severa voz de Yuu.

Sus amigos lo miraron con sorpresa mientras dejaba su bandeja con comida y Grim sobre una mesa cercana en la que aún no había nadie para regresar. Ambos eran dos cabezas más altos que él, pero no se dejó intimidar por eso.

-Estoy bajo la responsabilidad de mi compañero y siento mucho el problema que hemos causado -dijo con voz firme-. Pero lo último que queremos son problemas, mucho menos por un accidente, así que les pido que escuchen a mi amigo y dejen la violencia. Tan solo acepten nuestras disculpas.

-¿Y tú quién te crees para hablarnos de esa manera, enano? ¡O me pagas la comida o me lo compensas con la tuya! ¡De lo contrario serás tú el que pague las consecuencias!

Yuu suspiró y les mostró la cámara fantasma.
-¿Veis esta cámara? El director me encomendó junto al título de prefecto el cargo de fotografiar todo aquel alumno que rompa las normas del centro. Si hago una fotografía vuestra buscando pelea, se la enseñaré y seréis vosotros los que sufrirán unas consecuencias peores. Y no importa que me la quitéis o la rompáis, ya que tenemos muchos testigos a nuestro alrededor que no les importará decir que hubo una pelea...

Ambos enmudecieron al escuchar la palabra "director" y se quedaron mirándolo para asegurarse de que estaba hablando en serio.

-¡O-os lo dejaremos pasar por esta vez porque se me está enfriando la pasta! -dijo el estudiante de pelo plateado antes de irse con su amigo.

Deuce, Grim y Ace lo miraron con sorpresa.

-¡Jo! ¡Cómo ha molado eso, Yuu! -exclamó Ace.

-¡No pensé que podías ser así! -añadió Grim-. ¡Esos tipos hablaban mucho pero hacían poco! ¡Se lo merecen!

Pero Yuu golpeó las palmas de las manos sobre la mesa libre e inspiró profundamente.
-¡Tío, qué miedo! -exclamó con pavor-. ¡Por un segundo creí que estábamos acabados!

Sus amigos parpadearon un par de veces por su repentino cambio de actitud.

-¡¿Entonces en qué estabas pensando al lanzarte a ellos de esa forma?! -exclamó Ace-. ¡Te podrían haber dejado frito! ¡Has hecho exactamente lo mismo de ayer!

Yuu se relajó.
-Solo he realizado mi trabajo como prefecto, y no quería quedarme ahí sin hacer nada. Supongo que si pude sobrevivir a un monstruo gigante, podré con cualquier cosa. Eso sí, decir lo de la cámara fue lo que me ayudó...

-¡Debes tener cuidado! Podrían hacerte daño.

-De todas formas hiciste un gran trabajo -lo felicitó Deuce-. Fuiste fuerte y tuviste valor. ¡Parecías un defensor de la justicia!

-Qué exagerado... -comentó Grim.

-¿Tú crees? Admito que estuve algo nervioso...

-¡Venga, sí! ¡Estuviste genial! Pero vamos a comer ya -apremió Ace-. No he desayunado y me muero de hambre.

-Eso sí, no me puedo creer que haya gente así de bruta en una escuela tan prestigiosa como esta... -suspiró Deuce.

Encontraron una mesa libre, Deuce, Yuu y Grim se sentaron en un mismo lado y Ace en el otro.

Grim, sentado sobre la mesa, no se demoró en comer.
-Por cierto -dijo con la boca medio llena-. Hemos visto vuestro dormitorio, pero ¿cómo son los demás?

-Ya habéis visto las estatuas de los Siete Grandes, ¿verdad? -preguntó Cater repentinamente a su lado, esta vez acompañado de un estudiante alto-. Esta escuela tiene dormitorios basados en ellos.

-¡Eh! ¡Eres el tipo de esta mañana! -exclamó Ace.

-¡Nos engañaste para pintar las rosas! -continuó Grim.

-Es cruel de tu parte decir que os engañé, ¿sabes? -contestó Cater con un dolor casi fingido mientras se sentaba junto a Grim-. Tampoco es que quisiera hacerlo, eran las normas del dormitorio.

-Pero parecías bastante contento de haberlo hecho -suspiró Deuce.

-Vamos, vamos, Deucey. No tenemos que seguir las normas fuera del dormitorio, así que ahora soy vuestro amable estudiante de curso superior -respondió alegremente.

-¡Por favor, no me llames de esa forma! -le dijo Deuce con vergüenza.

El estudiante que lo acompañaba rio divertido mientras se sentaba al lado de Ace. Llevaba gafas, tenía pelo corto de un tono verde oscuro y una pequeña marca negra con forma del símbolo de trébol debajo del ojo izquierdo.

-Esa es la forma de Cater de mostrar afecto, ¿sabes? -explicó.

-Espera, ¿quién eres? -le preguntó Ace.

-Oh, perdón. Soy Trey, Trey Clover -se presentó amablemente-. Estoy en tercer año, igual que Cater -miró a Yuu-. Tú debes de ser el nuevo estudiante de ese dormitorio en ruin... -paró y carraspeó al darse cuenta de lo que iba a decir-, de ese dormitorio en desuso que se convirtió en el prefecto, ¿verdad?

-Sí, Yuu Oshiro. Un placer.

-Cater me lo ha contado todo, siento mucho que nuestros compañeros de dormitorio te causaran tantos problemas ayer -le dijo.

Ace suspiró resignado y desvió la mirada con algo de vergüenza.

-Bueno, bueno. Ya que somos del mismo dormitorio, deberíamos llevarnos bien -dijo Cater alegremente mientras sacaba su teléfono móvil-. ¡Intercambiemos la dirección de correo!

Ace se encogió de hombros y sacó su móvil. Deuce hizo lo mismo.

-¡Tú también, Yuu! -lo animó Cater-. Puedes decirme también tu número y tu cuenta de Magicam para seguirte. ¡Tienes pinta de ser alguien que sube muchas fotos!

-¿¡Eh!? Esto... -murmuró Yuu en respuesta y desvió la mirada.

-¿Qué pasa? Pareces tenso. ¡Tranquilo! ¡Respira, dentro y fuera! ¡No seas tímido!

-¡No! No se trata de eso. Es que yo... no tengo teléfono móvil... -admitió con algo de vergüenza.

Por una vez que un chico guapo y alegre le pedía su número de teléfono de forma abierta, iba él y no lo tenía ahí, pensó con frustración.

-Eh, ¿no tienes teléfono? -preguntó Cater, estupefacto-. ¡Eso es realmente inusual! ¡Como un monumento natural! Te mostraré una tienda en la que venden teléfonos de último modelo a precios bajos. ¿Qué tal si vamos juntos allí de compras en una cita?

Yuu no pudo controlar su sonrojo.
-¿¡Cita!? -musitó, casi sin creer haber oído bien.

-Cater, lo estás incomodando -lo detuvo Trey divertido, como si no fuera la primera vez que pasaba-. Relájate un poco.

Cater se rio.
-¡Perdón, perdón! Preguntábais por los dormitorios, ¿verdad? Muy bien, es una buena conversación. ¡Dejad que nosotros, vuestros hermanos mayores, os expliquen todo!

-Esperad, antes del resto de dormitorios, ¿podríais explicarnos primero sobre el nuestro? -pidió Ace-. ¿A qué vienen todas esas extrañas reglas sobre "la Reina de Corazones"?

-Ya conocéis la leyenda de la Reina de Corazones, ¿verdad? -les preguntó Trey-. Para establecer ley y orden absolutas, ella creó reglas severas para controlar a los excéntricos habitantes del País de las Maravillas.

Aquel nombre se le hizo familiar a Yuu.

-En honor a la Reina de Corazones -continuó Cater-, los estudiantes de Heartslabyul llevamos en nuestra banda del brazo los colores rojo y negro para representar el vestido que ella llevaba. También es parte de nuestra tradición seguir sus reglas.

-Suena a un dormitorio complicado -comentó Grim.

-Depende de lo estricto que sea el líder de dormitorio con las tradiciones -explicó Cater-. Nuestro anterior líder era muy tranquilo con eso.

-En comparación a otros líderes de dormitorio, Riddle es mucho más serio y devoto, por eso siempre se esfuerza en mantener la tradición.

Grim abrió los ojos como platos tras escuchar eso.

-Agh, qué molesto -se quejó Ace.

-Eh, ¿y cómo son los demás dormitorios? -preguntó Grim.

-Tal y como Cater dijo, tenemos siete dormitorios inspirados en los Siete Grandes -contestó Trey.

Empezó a enumerarlos a todos: Heartslabyul, basado en la severidad de la Reina de Corazones; Savanaclaw, en la perseverancia del Rey de las Bestias; Octavinelle, en la misericordia de la Bruja del Mar; Scarabia, basada en la estrategia del Hechicero de Arena; Pomefiore, en los esfuerzos de la Reina Hermosa; Ignihyde, en la diligencia del Rey del Inframundo. Y finalmente, Diasomnia, basado en la elegancia de la Bruja de las Espinas.

-Hay muchos -comentó Yuu.

-¡Y todos tienen unos nombres muy largos! -exclamó Grim, sintiendo que la cabeza le iba a explotar-. ¡No podré recordar todos!

-¡Ja, ja! ¡Tranquilo! -rio Cater-. ¡Te acabarás aprendiendo sus nombres!

-Tal y como visteis en la ceremonia de entrada, el Espejo de la Oscuridad asigna los dormitorios tras mirar en vuestras almas -dijo Trey-. Podrías decir que el dormitorio refleja el carácter de un estudiante.

-¿Carácter? -preguntó Deuce, curioso.

-Por ejemplo... -Trey señaló a alguien en una mesa alejada-. ¡Mirad allí!

Se trataba de un alumno alto, musculoso, con piel bronceada y unas orejas de animal que acompañaban su pelo plateado.

-¡Oh! ¡¿Tiene orejas de perro?! -preguntó Yuu sorprendido. Se acordó del joven con orejas de león, pero no se le ocurrió pensar que habrían más personas con orejas de distintos animales.

-A juzgar por su apariencia, debe ser de Savanaclaw -continuó Trey.

-¡Exacto! -exclamó Cater-. Es un dormitorio lleno de chicos buenos en deporte y artes marciales. Podríamos decir que son muy musculosos o que son como hermanos mayores... En cualquier caso, los colores de Savanaclaw son el amarillo y el negro.

-Oh. Entonces, ¿qué tal ese chico con la banda gris y lavanda atada a su brazo? -señaló Grim a un joven de pelo gris plateado, el cual Yuu reconoció como la persona que acompañó a Riddle para atrapar a Grim.

-Es de Octavinelle, y los dos chicos con colores rojo oscuro y dorado que se sientan en la misma mesa que él son de Scarabia -respondió Trey.

Los tres alumnos parecían hablar entre ellos. Yuu reconoció inmediatamente al joven de la enorme y amable sonrisa que ayudó en la ceremonia de entrada.

-Dicen que ambos dormitorios están llenos de gente inteligente -dijo Cater-. Nadie los supera en los exámenes escritos y están empatados entre ellos. Ah, pero el líder de Scarabia no es muy bueno con los estudios.

-Cuidado, ¡nos estamos desviando del tema! -avisó Ace rápidamente, recordando el inicio de la conversación.

-Oye, veo que eres bueno adaptándote -comentó Trey con gracia-. Volviendo al tema, esos chicos brillantes y relucientes son de Pomefiore. Los colores de su banda son el morado y el rojo.

Trey señaló una de las mesas más cercanas, allí estaban un joven de pelo rubio que llevaba un gran sombrero adornado con una pluma. Este acompañaba a otro joven de pelo lila y aspecto adorable.

-¡Guau! ¡Qué chica tan guapa! -exclamó Grim tras ver al chico de pelo lila.

-¿¡Eh!? ¿¡En un colegio masculino!? -preguntó Deuce desconcertado.

-Idiota, como si dejaran a una chica entrar en un colegio masculino -le espetó Ace.

-¿¡Eh!? -exclamaron Grim y Deuce a la vez con pasmo, llamando la atención del joven del que estaban hablando.

Yuu no había pensado que se tratara de una chica en absoluto, pero ahora que lo mencionaban se fijó en que el chico de la otra mesa tenía algún que otro aspecto andrógino. Y aunque Ace dijera aquello, no pudo evitar imaginarse a Yukiko estudiando junto a él ahí, en el Night Raven College.

-Tal y como lo supuse, esto es una escuela masculina -comentó al recordar que no había ni una sola chica a la vista-. Pero ¿qué hay de las chicas? ¿Existen escuelas femeninas de magia similares al Night Raven College? -preguntó.

-Sé que hay escuelas femeninas y mixtas -respondió Ace-. Pero no se me ocurre ninguna que tenga tanto prestigio, fama e historia como la nuestra.

-Hablando de chicas -dijo Cater-, la chica del retrato del edificio oeste, Rosalia, es muy guapa. Os la puedo presentar, si queréis. ¿Queréis una cita con ella?

-¡No, gracias! -exclamó Ace-. Incluso si es guapa, no es muy... tridimensional.

-¿De verdad importa eso? Es realmente encantadora, a pesar de ser una pintura. Pero en fin -dijo Cater, regresando al tema de conversación-, Pomefiore está lleno de caras bonitas que se toman muy en serio sus rutinas de belleza. Incluso su líder es un influencer famoso en Magicam con cinco millones de seguidores -dijo mientras sacaba su teléfono para mostrarles fotografías.

-Oye, oye -lo interrumpió Trey-. No los califiques solo por la apariencia, Pomefiore tiene muchos estudiantes que resaltan en pociones y hechizos.

-¡Ja, ja! Sí, eso también -rio Cater-. Bueno, el siguiente sería Ignihyde. Tienen la banda azul y negra, pero no parece haber ninguno por aquí. Los chicos de ese dormitorio son un tanto aislados, así que no tengo amigos allí. Podríamos decir que son totalmente opuestos a la gente extrovertida de Heartslabyul.

-¿Quieres decir que son unos marginados? -preguntó Grim.

-¡Oye, oye! ¡Cuidado con lo que dices! -le espetó Trey con una sonrisa nerviosa-. Aunque es cierto que todos suelen ser tranquilos e introvertidos. Ese dormitorio está lleno de estudiantes con gran energía mágica y son expertos en tecnología.

Con el comentario de Grim, Yuu deseó que las personas a su alrededor no se dieran cuenta de que estaban hablando de ellas desde el principio de la conversación. No fuera a ser que se ofendieran por ello...

-Y por último, estaría el dormitorio Dia-algo -intentó decir Deuce-, ¿no?

-No hagas como si lo has dicho bien, tío -le espetó Ace-. Es Diasomnia, ¿de acuerdo?

-¡Me he mordido la lengua! ¡¿De acuerdo?! -se excusó Deuce con algo de vergüenza.

Yuu se rio un poco por la escena.

Cater buscó algún alumno de aquel dormitorio con la mirada:

-Diasomina está... Oh, por ahí. Son esos chicos sentados en las mesas más exclusivas de la cafetería. Ellos son... ¿cómo decirlo? ¿Muy populares? Sus colores son el verde lima y el negro. Tienen un aura que dificulta a plebeyos como nosotros acercarse a ellos. Y su líder de dormitorio emite unas fuertes vibras en plan: "No te acerques a mí".

Se fijaron mejor en tres estudiantes en particular: dos jóvenes, uno de pelo plateado y otro de pelo de un color verde claro, ambos con una mirada muy severa que estremeció a Yuu; la persona que estaba sentada entre ellos, con unos enormes ojos magenta que acompañaban su expresión amigable, era un enorme contraste.

-Oh, hay un niño entre ellos -comentó Ace, refiriéndose a ese último.

-Es cierto que en esta escuela te permiten saltarte cursos -dijo Trey-. Pero él no es un niño en absoluto, está en tercer año como nosotros...

Apenas había terminado de hablar cuando un sonido que evocaba al de un brillo sonó por encima de ellos.

-Soy Lilia. Lilia Vanrouge.

Todos en la mesa se llevaron un buen susto: el chico de los ojos magenta del que estaban hablando se había teletransportado justo por encima de ellos y estaba levitando boca abajo. Había cogido su chaqueta del uniforme por los hombros para evitar que cayera al suelo, puesto que la llevaba puesta ahí, por encima de los hombros.

Lilia rio divertido por la reacción obtenida, se dio la vuelta y cayó de pie al suelo.
-¿Estáis interesados en mi edad? -preguntó antes de volver a reír suavemente-. Es cierto que tengo esta cara joven y adorable, pero tal y como este joven con gafas acaba de decir: no estoy en una edad en la que se me podría calificar como un niño.

-Joven y adorable... -repitió Trey con desconcierto, aún alterado por el susto.

Tras pensarlo mejor, Yuu lo reconoció por la voz como la persona que llegó casi al final de la ceremonia, antes de quedarse solo con el director.

-No tenéis que mirarnos de lejos, podéis hablar con nosotros cuando queráis -les aseguró amablemente-. ¿No somos compañeros de clase en la misma escuela? El dormitorio Diasomnia os dará la bienvenida siempre.

Como antítesis a sus palabras, los jóvenes que estaban comiendo con él, a los que Yuu denominó en el momento como "Cara de Querer Matarte N.º 1" y "Cara de Querer Matarte N.º 2", los estaban mirando en silencio de forma vigilante y desconfiada desde sus asientos.

Era imposible no darse cuenta de aquellas miradas.

-Esos dos no parecen querer que hablemos con ellos... -contestó Deuce.

Lilia volteó la mirada para ver a qué se refería y suspiró divertido.
-Je, je. Disculpadme por aparecer así de repente mientras comíais. Me tengo que ir ahora, nos veremos más tarde -se despidió antes de regresar caminando tranquilamente a su asiento.

Ace agachó la cabeza.
-Estamos sentados a unos veinte metros alejados de ellos, ¿¡y nos ha podido oír desde esa distancia!? -susurró espantado-. ¡Qué miedo!

-Bueno... es lo que hay -dijo Trey con más calma-. Diasomnia tiene alumnos muy especiales con gran talento para la magia. Se dice que su líder de dormitorio, Malleus Draconia, está entre los cinco magos más poderosos de nuestro mundo.

-Menos mal que no se ha ofendido... -comentó Yuu, recordando su preocupación anterior mientras veía al joven de pelo verde claro, o "Cara de querer matarte N.º 2", hablarle de forma insistente a Lilia, como si estuviera preguntando algo.

-Por cierto, Malleus es poderoso, pero peligroso -comentó Cater-. Aunque nuestro líder también es un tanto peligroso.

-¡Dímelo a mí! -reprochó Ace y se señaló el cuello-. ¡Me puso un collar por comerme un trozo de su tartaleta! ¡Está loco y es de lo peor!

-¿Hm? ¿Que estoy loco y soy de lo peor?

[Publicado el 28/7/2021]

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