4. Equipo
Los cuatro gritaron y huyeron nada más verlo. Se alejaron lo mejor posible y se escondieron para procesar la situación.
─¿¡Qué narices era esa cosa!? ─preguntó Deuce con horror.
─¡Fgnnnaaaaa! ¡Crowley no nos dijo nada sobre esto! ¡Salgamos de aquí! ─exclamó Grim.
─¡Es horrible! ─exclamó Ace─. ¿¡Pero esa cosa mencionó algo de piedras!?
Justo en aquel instante apareció el monstruo doblando la esquina, acercándose nuevamente a ellos.
─¡No... dar piedras!
─¡Entonces todavía quedan cristales mágicos! ─exclamó Deuce con esperanza.
─¡No, no, no, no, no, no, no! ¡No! ─lloriqueó Grim─. ¡Soy un genio, pero no puedo derrotar a esa cosa!
─¡Pero sin el cristal nos expulsarán! ─recordó Deuce mientras sacaba su pluma mágica─. ¡Voy a enfrentarme a eso!
─¡¿Estás de broma?! ─preguntó Ace, incrédulo.
─¡No puedes hacerlo tú solo! ¡Es peligroso! ─dijo Yuu con preocupación.
─¡No permitiré que me expulsen de la academia! ─contestó Deuce con determinación.
Yuu aún no conocía las dinámicas de la magia en aquel mundo, pero se fijó en que Deuce atacaba con ataques de distintos elementos, mientras que el montruo gigante se centraba en atacar con su pico, reforzado con magia de fuego y de algo que parecía ser oscuridad.
Pero no eran muy eficaces en contra del monstruo.
─¡Marchaos! ¡¡Marchaos!! ¡¡¡Marchaos!!! ─gritó el monstruo cada vez con más fuerza.
En eso lanzó un ataque que casi alcanzó a Deuce, el impacto del golpe lo hizo perder el equilibrio y darse contra el suelo.
Yuu lo ayudó a levantarse lo antes posible.
─¡Apártate si no eres capaz de controlarte, señor Serio! ─le espetó Ace─. ¡Voy a ser yo quien lo detenga!
Le lanzó un ataque de magia de viento como los de aquella mañana, pero no afectó menos al monstruo, quien de hecho hizo un ataque similar al anterior que estuvo a punto de golpear al joven. El impacto lo hizo tropezarse.
Al ver que los dos únicos chicos con magia habían caído al suelo, Grim se desesperó.
─¡¡Fgnaa!! ¡No te acerques! ─chilló tras lanzar una gran bocanada de fuego.
El monstruo gruñó en respuesta, pero no se inmutó mucho.
─¡No funciona! ─se lamentó Grim con pocas esperanzas.
Con la luz del fuego que se había quedado en las paredes de la mina, Yuu pudo divisar algo relucir al final del túnel detrás de la enorme criatura.
─¡Mirad eso! ─señaló─. ¡Veo algo brillar!
─Esa luz... ¿¡Es un cristal mágico!? ─preguntó Deuce con asombro.
El monstruo pareció darse cuenta de la intención de los intrusos y gritó:
─¡¡NO LAS DARÉ!!
Grim subió de un salto a los brazos de Yuu, quien lo agarró instintivamente en el acto.
─¡Salgamos de aquí! ─insistió el pequeño monstruo─. ¡A este paso estaremos acabados!
Yuu estuvo de acuerdo con él.
─¡Chicos, vámonos de aquí! ─exclamó para que Ace y Deuce lo escucharan─. ¡Rápido! ¡Rápido!
Todos se fueron bajo la atenta mirada de la enorme criatura sin rostro.
No fue complicado encontrar la salida y huyeron a la zona de la cabaña.
─¿Nos hemos alejado lo suficiente? ─preguntó Grim tras calmar su respiración.
Ace se quejó por el dolor de su batalla.
─¿Qué narices era eso? ¡Nadie nos dijo nada sobre esa cosa! ─dijo con frustración.
─No parecía ser un fantasma como los de antes ─dijo Deuce con más tranquilidad.
Yuu intentó decir algo, pero fue interrumpido por Ace:
─Será mejor que nos rindamos y nos vayamos a casa, prefiero ser expulsado antes que enfrentarme a esa cosa ─dijo como si la situación le hubiera dejado de importar.
─¡¿Qué?! ¡¿Estás loco?! ¡Prefiero morir antes de que me expulsen! ─se negó Deuce con enfado─ Tenemos la oportunidad de conseguir un cristal, ¿¡y tú quieres irte!?
─¡Ja! ¡Hablas mucho para ser alguien peor en magia que yo! ─se jactó Ace antes de fruncir el ceño─. ¡Hazlo solo si tú quieres! Y no tengo más que hablar.
Las pupilas de Deuce se dilataron por la ira, apretó su mano derecha en un puño y la golpeó contra la palma izquierda.
─¡Oh, claro! ─exclamó amenazante con una voz grave, sobresaltando a Yuu y a Grim─. ¡Entonces quédate aquí como un cobarde!
Por otra parte, Ace, lejos de inmutarse, sonrió de forma burlona:
─¿Ah? ¿Cobarde? ¿De quién estás hablando ahora?
─Eh... Deuce, ¿acaso tu personalidad ha cambiado de repente? ─comentó Grim, preocupado, interrumpiendo la pelea.
El joven se dio cuenta de lo que acababa de hacer y relajó su semblante inmediatamente.
─¡Oh! ─carraspeó─. Perdón... He perdido la compostura.
─¿Qué hacemos? ─preguntó Yuu finalmente─. ¿Acaso la magia no sirve?
─Tal y como dijo el director antes, la magia no es tan poderosa ─le explicó Deuce─. Si no eres capaz de imaginarla, no se materializará. Magia poderosa o a gran escala requiere de mucho entrenamiento.
─Por eso tenemos escuelas de magia ─añadió Ace─. Tienes que practicar mucho para que surja la magia nada más pensar en ella. Por eso pierdes el control si pierdes la calma.
─Ya entiendo, por eso Grim puede usar solamente magia de fuego. Y ahora que lo mencionáis, habéis estado lanzando ataques al tuntún.
─Las cosas en las que eres bueno te salen solas ─asintió Ace.
─De todas formas, voy a volver ahí dentro ─dijo Deuce─. Trataré de pensar en algo para derrotar a esa cosa y volveré con un cristal.
─¿De verdad? ─preguntó Ace con burla─. ¿Tú? ¿El idiota que se cargó la lámpara de araña? No pudiste darle a ese monstruo ni una sola vez antes, ¿y ahora dices que "tratarás de pensar en algo"? ─entonces se puso serio─. Solo vas a acabar igual.
─¿¡Cómo has dicho!? ¡Serás...!
─Ahí van otra vez... ─comentó Grim con incredulidad.
Sin decir nada, Yuu dejó a Grim en el suelo.
─Oye, Yuu. ¿Qué pasa?
Yuu no respondió. Ya se había hartado de todo, de que todo saliera mal, de las tonterías de Ace y, sobre todo, de no haber podido hacer prácticamente nada en la situación aparte de correr y quedarse siempre en segundo plano.
─¡¡Parad de una maldita vez!! ¡¡Lo dos!!
Ace y Deuce detuvieron su pelea con el sobresalto provocado por su repentino grito.
─¡Uah! ¿Por qué gritas así de repente? ─preguntó Grim con preocupación. Era la primera vez que lo veía gritar así de enfadado.
Yuu calmó su tono de voz, pero se mantuvo firme y miró a ambos jóvenes con severidad:
─¡Ninguno de vosotros dos pudo hacer nada ahí dentro! ¡Y quedarse aquí a pelear no nos llevará a ninguna parte!
Grim se estremeció con la dureza de sus palabras, que no decían más que la verdad.
Deuce suspiró.
─Pe... Pero... ¿Qué podemos hacer exactamente? ─preguntó al no tener más ideas.
Yuu miró a sus tres compañeros.
─Tenemos que pensar juntos en algún plan y crear una estrategia para enfrentarnos a ese monstruo ─dijo con decisión.
─¿Trabajar juntos? ─preguntó Ace con incredulidad─. ¡Ja! ¡Qué frío eres! Eres capaz de decir algo así de raro con una cara seria. ¡Ni siquiera yo me atrevería a hacerlo!
─Por fin estamos de acuerdo en algo ─dijo Deuce cruzando los brazos─. Me niego a trabajar con este idiota ─respondió a Yuu mientras señalaba a Ace con la mirada.
─¿En serio? ─preguntó Yuu, sin poder creérselo─. ¿Preferís ser expulsados antes de trabajar en equipo?
─La verdad, me parecería realmente patético ser expulsado el primer día de clase... ─comentó Grim, desviando la mirada.
Eso hizo cambiar de idea a ambos de forma casi inmediata.
─Pues... ─murmuró Ace.
Deuce, por su parte no dijo nada.
Yuu tampoco estaba dispuesto a arriesgar ser echado del único lugar en el que podía quedarse en un mundo que no conocía de nada.
Pero no le pareció el momento de decirlo en voz alta.
─Se me ha ocurrido una idea, pero voy a necesitar la colaboración de todos.
Grim se veía mucho más entusiasmado en escuchar el plan que los dos jóvenes.
─¡Agh! ¡Vale, vale, de acuerdo! ─se rindió Ace─. Solo tenemos que hacerlo, ¿no? ─entonces sonrió y lo miró expectante─. Vale, ¿cuál es tu plan?
Los tres se acercaron para escuchar a Yuu. Tras explicar la idea en mente, todos regresaron a la entrada de la mina.
─Oye, Yuu... ¿De verdad crees que tu plan funcionará? ─preguntó Grim con incomodidad─. Tengo mied-... No, solo estoy nervioso.
─No hay de qué preocuparse ─respondió Yuu─. Estoy seguro de que funcionará. Y si no, tendremos que aceptar nuestro destino.
Sintió la mano de Ace sobre su hombro.
─¡Ja, ja! Te ves tenso. Solo déjate llevar ─le dijo Ace de forma amigable─. Venga, ¡empecemos con esto!
Yuu respiró con más calma y sonrió tras ver a Ace correr para colocarse en su puesto junto a Deuce.
─Tal vez no sea tan idiota como pensábamos ─murmuró─. Puede ser que yo también haya hecho mal en juzgarlo.
─Eso dices ahora, ¡pero seguro que es mucho más idiota de lo que es!
─Grim, no seas malo. Venga, comencemos.
Se acercaron a la entrada del túnel.
─¡Eh, monstruo! ¡P-por aquí! ─gritó Grim, disimulando el temblor de su voz.
El monstruo sin rostro se asomó en la oscuridad del túnel y gruñó furioso al ver que los intrusos habían regresado.
─¡¡¡MARCHAOS!!! ─gritó.
─¡Ah! ¡Aquí viene! ─exclamó Grim.
─¡Por aquí, monstruo! ─gritó Yuu─. ¡Ven y sal a por nosotros!
Aquella era la primera parte del plan: atraer la atención de la bestia y sacarlo del interior de la mina.
El monstruo se sobresaltó por las insistentes llamadas y comenzó a acercarse a la salida.
─Ladrones... ─gruñó─. No daré... Mías... ¡Mías!
Golpeó la punta de su pico contra el suelo con furia.
─¡Ese golpe nos dejará fritos de una si nos alcanza! ─reaccionó Grim.
─¡Sigamos corriendo! ─le recordó Yuu─. ¡Debemos alejarlo de la mina lo mejor posible!
Se detuvieron y esperaron por la distancia perfecta.
─¡Ya está bien alejado! ─exclamó Grim con determinación mientras se subía a los hombros de Yuu.
─¡Ya! ─exclamó Yuu.
La segunda parte del plan consistía en el ataque sorpresa.
Ace salió de su escondite.
─¿Qué tal esto? ¡Gran Vendaval!
Con su pluma mágica liberó una gran fuerza de viento hacia el monstruo.
─¡Y el gran Especial de Fuego del Gran Grim! ─exclamó el pequeño monstruo mientras saltaba desde los hombros de Yuu con todas sus fuerzas para soltar una gran bocanada de fuego como la de aquella mañana.
Yuu se preguntó si los nombres de los ataques eran necesarios. Grim y Ace combinaron sus ataques para envolver al monstruo en un enorme e inesperado tornado de fuego.
─¡Mira eso! ─exclamó Ace─. ¡He podido transformar las pequeñas llamas de Grim en un infierno!
─¡No son pequeñas! ¡Ah, todo lo que dices me pone de los nervios!
─¡Deuce, te toca! ¡Es la oportunidad perfecta! ─lo llamó Yuu─. Vamos, ¡puedes hacerlo!
Deuce se colocó junto a Yuu y apuntó su pluma hacia el monstruo atrapado en el fuego.
─Cálmate ─se dijo a sí mismo─. Apunta... Y piensa en lo más pesado que se te ocurra... ¡Ven aquí, caldero!
Un enorme calderó apareció y cayó encima de la cabeza del monstruo, desconcertándolo en el momento.
─¡Le ha dado! ─exclamó Grim triunfante─. ¡Bien hecho, chicos! ─Yuu iba a sentirse orgulloso de Grim hasta que lo vio esbozar otra sonrisa maliciosa─. ¡Mira, Yuu! ¡El monstruo está aplastado como una tortita como Ace antes!
─¡No tenías por qué recordarlo! ─exclamó Ace─. ¡Hoy no es mi día!
─¡Ya dijiste eso antes! ─le recordó Yuu.
La tercera parte era entrar en el túnel y recoger el cristal mágico.
─¡Busquemos el cristal mientras no pueda moverse! ─apremió Deuce.
El monstruo se horrorizó al darse cuenta de que los intrusos corrían nuevamente hacia la entrada e intentó moverse.
─¡QUIEEEEETOOOOOOOOOSSSSSSSS! ─siseó.
Tras haber recorrido los pasillos de la mina con anterioridad, no fue difícil reconocer un atajo hacia las gemas y las encontraron rápidamente.
─¡Mirad! ¡Este cristal es perfecto! ─señaló Deuce a uno de gran tamaño que no parecía difícil de sacar. Lo recogieron y Yuu se encargó de llevarlo.
Los cuatro regresaron a la entrada y vieron al monstruo moverse violentamente para liberarse.
─¡¡¡Soltaaaadlooooo!!!
─¡Maldita sea! ¡Casi está libre! ─exclamó Deuce.
─¡Eh, Deuce! Lánzale más cosas encima ─le indicó Grim.
Apuntando hacia el monstruo con su pluma, Deuce trató de pensar rápidamente en algo pesado y comenzó a invocar más calderos. Al monstruo se le hizo imposible evitar todos a medida que caían sobre él.
─¡¿No puedes lanzarle algo más que calderos?! ─preguntó Ace con desesperación.
─¡Tú cállate! ¡Estoy a mi límite!
─¡Tenemos el cristal mágico! ¡Larguémonos de aquí! ─apremió Grim.
─¡Míooooooooo! ─gruñó la criatura al verlos correr.
La furia lo hizo desprenderse de todos los calderos que tenía amontonados sobre él y los siguió.
─¡¿En serio?! ─preguntó Ace─. ¡Y ahora viene a por nosotros!
El monstruo estaba decidido, pero se veía cansado: se tambaleó por un momento y sus gritos se limitaron en simples gruñidos.
─¡A este paso nos alcanzará! ─exclamó Deuce blandiendo su pluma mágica.
─¡Pero está débil! ─indicó Yuu─. ¡Tal vez podamos enfrentarnos a él y derrotarlo esta vez!
Ace quería acabar con aquel lío de una vez y volvió a sacar su pluma mágica.
─¡Agh, ya he tenido suficiente! ¡Acabemos con él! ─miró a Deuce─. ¡No me decepciones, señor Serio!
─¡Lo mismo digo, Ace!
─¡Voy a enseñar mi verdadero poder! ─exclamó Grim.
─¡Dadle sobre todo a la cabeza, al cristal! ¡Parece ser su punto débil! ─señaló Yuu─. La grieta es más grande y está goteando incluso más que antes.
─¡Entendido! ─respondieron los tres.
─¡Y cuidado con su pico! ¡Vigilad los ataques!
─¡Y tú no sueltes el cristal por nada del mundo! ¡Querrá ir a por ti! ─le recordó Deuce.
Yuu se mantuvo a una distancia para asegurarse de que el monstruo no se fijara demasiado en él.
Esta vez el monstruo atacó con los elementos mágicos de planta y oscuridad, pero con su lentitud fue mucho más fácil evadirlos. La intuición de Yuu había sido cierta, puesto que se volvía cada vez más débil a medida que iba perdiendo tinta, pero también se iba volviendo cada vez más violento.
Al final de la batalla, Ace se tropezó al intentar evitar un ataque de pico que había golpeado justo a su lado. La criatura trató de aprovechar el momento para volver a levantar el pico gigante por encima de su cabeza y asestarlo de un golpe...
...Pero sintió como si algo le golpeara el hombro y se giró para averiguar la causa.
Yuu estaba ahí, mirándolo desafiante. Sabía que no iba a lograr hacerle daño alguno con lanzarle una simple piedra, pero había servido para darle tiempo a Ace para levantarse y reincorporarse.
El monstruo se fijó en el gran cristal que sostenía en sus manos y recordó el motivo de su batalla.
─¡¡¡Cristaaaaal!!! ¡MÍOOOO!
No se acercó mucho a Yuu porque Ace le asestó el ataque final y rompió por completo el cristal de la cabeza, liberando todo el líquido negro que quedaba.
Finalmente, el monstruo se desvaneció en el aire, dejando a su paso una nube negra que se disipó por completo.
Ace, Deuce y Grim jadearon por el esfuerzo. Yuu cayó de rodillas en el suelo por la tensión que acababa de vivir.
─¡Qué miedo! ─exclamó al pensar en el monstruo acercándose a él.
─¿Hemos... ganado? ─preguntó Ace.
Miraron a su alrededor, el monstruo no parecía dar señales de volver.
─¡Hemos ganado! ─exclamó Grim─. ¡De verdad que lo hemos logrado!
─¡Genial! ─gritó Deuce triunfante.
─¡Yuju! ─gritó Yuu.
─¡Choquemos esos cinco! ─propuso Grim─. ¡Por nuestra victoria!
Los cuatro chocaron juntos las manos y la pata alegremente de un solo golpe.
Yuu miró a sus tres compañeros.
─Veo que ahora os lleváis mejor ─comentó─. ¡Parece ser verdad que la unión hace la fuerza!
Tras escucharlo, los tres dieron un par de pasos atrás.
─¿Eh? ¡Claro que no! ─Ace insistió con vergüenza y frunció el ceño─. ¡No se trata de eso en absoluto!
─E-exacto, así que no digas cosas raras ─lo siguió Deuce.
Yuu continuó sonriendo y negó la cabeza con una ceja arqueada.
─¡S-solo ganamos por mi gran ingenio! ─insistió Grim, pero al escucharlo Ace y Deuce acabaron por sonreír de la misma forma que Yuu─. ¡No fue porque hemos trabajado juntos, ni nada de eso!
─Supongo que no sirve de nada decir excusas ─comentó Ace─. Odio admitirlo, pero realmente ganamos gracias a tu plan.
─Sí, pudimos obtener el cristal mágico gracias a tu estrategia ─continuó Deuce─. Así evitaremos ser expulsados, menos mal...
─Y yo no correré el riesgo de que me echen ─añadió Yuu.
─¿Te refieres a tu trabajo en la escuela? ─le preguntó Ace, esta vez con seriedad, sin ningún signo de burla.
Yuu suspiró.
─No solo eso, lo que más temía era de que me echaran del dormitorio que el señor Crowley me otorgó, es literalmente el único sitio en el que me puedo quedar.
─¿Eh? ¿Qué quieres decir? ─le preguntó Deuce.
─Oh, cierto. Vosotros no lo sabéis ─señaló Grim.
─¿El qué? ─preguntaron ambos.
─¿Recordáis lo que dijo el Espejo de la Oscuridad ayer en la ceremonia de entrada antes del caos de Grim? ¿Eso de que no tengo magia?
Ambos asintieron.
─La razón de que no puedo usar magia es porque provengo de un mundo distinto en el que no existe la magia.
─¿Eh? ─volvieron a preguntar a la vez.
─Sí, no soy de por aquí.
─¡Oye, oye, oye, oye! ¡Espera! ¿Entonces eres de otro planeta o algo así? ─preguntó Deuce, confundido.
─El señor Crowley dijo eso como posibilidad, pero no soy un alienígena, o por lo menos eso creo. Pero en mi mundo no existen la magia ni las criaturas mágicas fuera de las leyendas o de la ficción. Hay personas que dicen tener poderes especiales, pero a la mayoría no debe tomarse muy en serio, pueden ser estafadores...
─¿No tenéis ni magia ni monstruos? Me cuesta imaginarme un mundo así ─comentó Ace.
─Ahora que lo recuerdo, parecías preocupado cuando el director te llevó a la ceremonia ─comentó Deuce─, como si no supieras qué estaba pasando.
─Sí, estaba bastante confundido en aquel momento. Creía que estaba soñando, pero no fue así.
─Entonces... ¿por qué fuiste traído por el Espejo de la Oscuridad? ─preguntó Ace.
─Ni idea, seguramente por error. El caso es que el Espejo es incapaz de trasladar personas a otros mundos, por lo que literalmente estoy atrapado en... ¿Twisted Wonderland, se llama este? El señor Crowley dijo que iba a buscar alguna forma de llevarme de vuelta.
Deuce pensó un poco en la situación.
─Entonces, ¿tú familia se ha quedado en tu mundo? ¿Saben ellos que estás aquí?
─A lo primero, al parecer sí. A lo segundo, lo más probable es que no.
─¿Y tus cosas? ─preguntó Ace─. Nosotros teníamos nuestro equipaje en nuestra habitación del dormitorio, ¿tú no?
─No digo esto para lamentarme, pero es la verdad cuando digo que llegué con las manos vacías: ni dinero, ni móvil, ni nada. Ni siquiera recuerdo haberme puesto antes la túnica ceremonial de ayer y lo que llevo puesto ahora lo encontré en el dormitorio Ramshackle. Por eso el señor Crowley me ofreció refugio y ayuda a cambio de trabajar en el Night Raven College. Y de paso me hizo responsable de Grim cuando le pedí dejarle que se quedara conmigo.
Ace recordó aquella mañana y palideció.
─Entonces cuando me burlé de vosotros esta mañana... ─Yuu lo miró─. Tío, de verdad que no sabía nada de eso. Yo... Jo, lo siento de veras...
─Ahora lo sabes ─sonrió─. Y no te preocupes, yo también debo pedirte perdón, hice mal en pensar que eras un auténtico idiota.
─Yo no cantaría victoria tan rápido ─comentó Grim─. ¿Quién sabe qué hará o dirá después?
─¡Serás...!
Yuu se rió.
─Venga, no os peleéis. Hemos trabajado juntos para obtener el cristal, ¿recordáis? Bien está lo que bien acaba y nadie ha salido herido, eso es lo que importa.
─Dices eso, pero ¿qué tal están tus brazos? ─preguntó Deuce─. No dije nada antes, pero no te habrás hecho más daño después de esto, ¿verdad?
Yuu se levantó las mangas de la camiseta y reveló nuevamente las vendas.
─Me dejó de doler hace horas, así que no pasa nada, solo fue un accidente ─enfatizó tras ver la expresión nuevamente preocupada de Ace.
─¡Vale, vale! ─dijo Ace─. Todos estamos aliviados. Pero yo ya estoy agotado, ¡vámonos!
─Me muero de hambre tras usar toda esa magia ─se quejó Grim, entonces olisqueó algo en el aire─. ¿Eh? ¿Qué es esto?
Todos divisaron una especie de roca negra en el lugar en el que desapareció el monstruo.
─Creo que es lo que queda de ese monstruo ─dijo Deuce─. ¿Tal vez sea un cristal mágico? Pero nunca había visto uno negro como el carbón.
Grim se acercó a la piedra y la olisqueó.
─¡Esta cosa huele bastante bien! ─exclamó con entusiasmo.
─¡Imposible! ─exclamó Ace, asqueado de solo pensar que una roca de mal aspecto podía ser comestible.
Pero Grim agarró la piedra con las patas delanteras y se sentó.
─¡Esto debe ser algún caramelo que el monstruo debía de estar escondiendo! ¡Oh, no me puedo resistir! ¡Qué aproveche!
Y se comió la roca de un solo bocado.
Yuu fue el primero en alarmarse.
─¡Uah! ─se agachó a su altura y dejó el cristal en el suelo para darle palmadas desesperadas en la espalda─. ¡Escúpelo, escúpelo! ─exclamó en un intento de urgirlo, pero Grim acabó por tragárselo igualmente y se levantó derrotado─. Se lo ha comido...
Grim abrió los ojos como platos como si hubiera sentido algo y tragó sáliva. Los tres jóvenes humanos se preocuparon todavía más.
─¡Eh! ¿¡Te encuentras bien!? ─preguntó Deuce.
─Eso te pasa por comer cosas del suelo... ─comentó Ace.
Para su sorpresa, Grim parecía estar bien e incluso emocionado:
─Qué... qué... ¡Qué ricoooooooo!
─¿¡Qué!? ─preguntaron los tres chicos con incredulidad.
─No solo es muy espeso, sino también es rico en sabor con una dulzura aromática que florece en mi boca... ─dijo rápidamente con entusiasmo─. ¡Es como tener en la boca un campo lleno de flores!
Yuu quedó perplejo por la descripción gourmet del sabor de una roca que parecía carbón.
─¡¡Puaj!! ─exclamó Ace de solo imaginarse tener que comerse algo así─. Los monstruos si que tienen un gusto distinto al nuestro.
─Supongo ─comentó Deuce─. Sin embargo, la mayoría de las personas jamás se meterían algo extraño en la boca así sin pensar...
─¿Te encuentras bien, Grim? ─preguntó Yuu.
Grim se rió alegremente en respuesta:
─¡Está buenísimo, de muerte! No te preocupes, mi estómago no es débil como el vuestro.
─No me lamentes nada si después te pones enfermo ─le espetó Ace.
─Cambiando de tema ─dijo Deuce recogiendo el cristal del suelo─. ¡Llevemos este cristal al director!
─¡Por supuesto, aún queda tiempo! ─exclamó Yuu mientras recogía a Grim nuevamente en brazos─. Pero... ¿cómo volveremos a la escuela desde aquí? Fue el espejo quien nos trajo...
─Si mal no recuerdo, debemos regresar al punto donde llegamos y pensar en regresar ─respondió Deuce.
─¡Mira, qué práctico! ─comentó Yuu con alivio.
Caminaron de vuelta al lugar donde aparecieron al llegar allí.
─Eh, ¿Yuu? ─lo llamó Ace─. Antes de que se me olvide, quería darte las gracias.
─¿Eh? ¿Por qué?
─Por salvarme antes con el monstruo. Eso sí, lo que hiciste fue muy temerario, no tienes magia para defenderte y te podría haber hecho daño. Pero eso me ayudó y pude dar el golpe final para derrotarlo, así que... muchas gracias.
Grim miró alegremente a Yuu, quién desvió la mirada.
─Bueno... tampoco iba a quedarme ahí quieto y dejar que te hiciera daño... Pero me alegro de que estés bien.
Los cuatro intercambiaron una mirada antes de ser desplazados de vuelta al Night Raven College.
Justo un momento antes de desaparecer del lugar, a Yuu le pareció escuchar una leve voz que los felicitaba por su victoria, pero pensó que solo fue su imaginación...
[Publicado el 23/6/2021]
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