29. Batalla Contra el Rey
Si Leona solía dar miedo, ahora era terrorífico... De la misma forma que con el Overblot de Riddle, uno no sabría decir con exactitud si era Leona el que controlaba al monstruo gigante detrás de él o viceversa. Si Leona levantaba un brazo, el monstruo también. Si el monstruo se giraba a un lado, Leona lo imitaba.
Leona levantó el brazo derecho y el monstruo gigante alzó su garra derecha, entonces rugió con fuerza.
—¡Si no puedo cambiar el mundo, lo reduciré todo en arena! Todo es inútil... ¡TODO! —gritó.
A pesar de que iba a tomarse un tiempo para perdonar a Leona por el daño que le había hecho, Ruggie no pudo evitar fruncir el ceño con un pequeño brillo de tristeza en los ojos.
—¿Te has sentido así todo este tiempo...? —preguntó en voz alta—. Nunca dijiste nada...
Fijándose en esto, Jack se acercó a él y apretó su pluma mágica.
—Ruggie. ¡No te detengas y traigámoslo de vuelta a sus sentidos! —le dijo con afán luchador.
En ese mismo momento sintieron la tierra temblar nuevamente y unas grandes grietas se abrieron en el suelo. Parte del terreno se levantó, formando rocas de distintos tamaños de forma tortuosa e irregular, haciéndose difícil de traspasar.
—Es ridículo pensar que un traidor, una simple hiena y un puñado de herbívoros pueden detenerme —se mofó Leona—. ¡Seréis los primeros en ser unas míseras montañas de arena!
Grim se subió a uno de los levantamientos de tierra para mantener una buena visión sobre el enemigo que tenían delante.
—¿Alguna buena idea en mente, Yuu? —preguntó, esperando alguna buena estrategia como las veces anteriores.
—Nada grandioso aún, pero ese cristal es más pequeño que los de antes, no me extrañaría si va a ser más difícil de acertar los golpes —señaló Yuu. También tenían la desventaja de no tener lugares cercanos el los que pudieran ponerse a cubierto de los ataques, el espacio abierto era extenso, había poco terreno levantado lo suficientemente grande para cubrir a dos personas por completo y los muros más cercanos eran las gradas del estadio y estaban demasiado alejados como para correr sin ser detenidos a tiempo.
—Lo bueno de eso es que contiene menos tinta, por lo que el tiempo de batalla podría ser más corto —aportó Riddle—. Cater, usa tu Magia Única si encuentras la oportunidad.
—Entendido —asintió Cater y le hizo un gesto a Yuu para que se acercara y susurrarle algo en el oído.
—Me parece bien —dijo Yuu antes de unirse a Grim, quien había dado su primera escupida de fuego antes de fallar y acertar solamente a una de sus garras.
Leona frunció el ceño con molestia, pero sacudió la mano sin más y la parte calcinada de la zarpa se regeneró con aquella viscosa sustancia negra que no paraba de producir en pocos segundos.
—¡Oh, tiemblo de miedo! —dijo burlonamente.
—¡Maldita sea! —exclamó Grim con frustración.
—Espero que no se mueva demasiado, tiene pinta de ser rápido con esas cuatro patas —dijo Ace antes de lanzar un ataque de hielo que estuvo a unos pocos centímetros de golpear el cristal, pero fue lo suficientemente fuerte como para que Leona sintiera un fuerte dolor en la cabeza.
Tras escuchar a Ace, a Ruggie se le ocurrió una idea.
—¿Que no se mueva demasiado? —repitió—. De eso me encargo yo. ¡Laugh With Me! —un pequeño destello de luz brilló en su pluma mágica, miró a Leona y cruzó los brazos sin moverse de su sitio. Con ello lo forzó a imitar el movimiento y Leona sintió una fuerza controlarlo. El monstruo fue igualmente incapaz de moverse.
—¿¡Qué te crees que haces, estúpida hiena!? —gruñó Leona mientras luchaba internamente por liberarse de aquella fuerza.
—¡Daos prisa, me está costando controlarlo! —avisó Ruggie mientras hacía un esfuerzo por resistir la fuerza de su líder de dormitorio. No ayudaba el hecho de que seguía agotado por el ataque de la Magia Única que había sufrido minutos antes.
Ace no perdió el tiempo y repitió el mismo ataque, con la diferencia de que acertó de lleno. Jack decidió hacer lo mismo. Leona gruñó furioso, pero las grietas del sucio cristal apenas se extendieron.
—Es muy grueso —dijo Jack con frustración.
—¡Ugh! —exclamó Ruggie antes de tambalear, demostrando que había perdido el agarre de su Magia Única cuando Leona se dio cuenta que podía volver a mover los brazos y sonrió malévolamente.
—¡No te dejaré hacer nada! ¡Off With Your Head! —exclamó Riddle antes de apuntar un collar hacia el cuello de Leona solo para que él lo desviara como si nada con una de las garras del león.
—¿Eres un cerebrito y aún no has entendido que eso no funciona en mí? —Leona se rio a carcajadas—. ¡Realmente estoy rodeado de idiotas!
Dijo todo aquello antes de cargar una de sus garras con magia de planta y golpear contra él, pero Deuce actuó rápido y se abalanzó sobre él para agarrarlo y apartarlo de un solo salto antes de que aterrizara el ataque. En ese mismo momento, Cater le hizo un gesto a Yuu, quien acompañado por Grim corrió a su lado.
—Siento la brusquedad, pero ¿se encuentra bien, líder de dormitorio? —le preguntó rápidamente Deuce mientras lo ayudaba a ponerse de pie.
—No pienses en eso, me has ayudado —dijo Riddle antes de apretar su cetro con frustración, era cierto que por un momento se sintió como un imbécil por intentar usar su ataque más fuerte—. Sabía que no iba a funcionar, pero tenía que intentarlo... —murmuró.
—¡No es momento de para eso! —exclamó Ace tras abrir un agujero en el pecho del monstruo con su magia de viento—. Y en momentos como este debemos usar todo lo que tenemos, ¿ves eso?
Señaló el agujero que había hecho rellenarse una vez más con la tinta que emanaba.
—¡Eh, monstruo! ¡Por aquí! —exclamó Grim desde otro lado.
Leona se giró nuevamente y lo miró sobre los hombros de Yuu, Cater aprovechó un segundo para lanzarle magia de fuego que acertó en uno de los costados del león gigante. Como respuesta, Leona se llevó una mano al abdomen.
—¡Maldito! —exclamó antes de mirar las rocas flotantes, señalar las más cercanas con el brazo y, demostrando que podía controlar su movimiento, las lanzó directamente hacia el trío.
Yuu se apartó corriendo rápidamente, pero Cater se quedó en su sitio, sonrió con travesura y se desvaneció rápidamente en el aire en pequeñas chispas de luz.
Leona se echó hacia atrás, confundido por lo que acababa de presenciar, y el monstruo lo imitó retrocediendo un paso.
—¿Pero qué...? —preguntó en voz alta antes de mirar a su alrededor e ignorar un ardor que se le había originado en el pecho.
—¡Aquí! —exclamó Cater desde otro lado. Fue localizado y recibió un zarpazo cargado con magia de fuego, pero Cater volvió a desvanecerse un segundo antes de recibir daño.
Antes de que Leona pudiera preguntar qué narices estaba pasando, el ardor en su pecho se volvió mucho menos tolerable y gritó de dolor. Pudo encontrar la causa de aquel daño al interceptar a Cater y Riddle, apuntando ataques de magia a la cara de cristal, y a Yuu alzando a Grim en brazos para facilitarle el disparo de sus escupidas de fuego en el mismo punto. Unas diminutas motas de cristal se habían formado por el contacto entre el fuego y la arena flotando en el aire y habían caído al suelo.
—¡Pero cómo es esto posible! ¡¿Cómo has podido desaparecer así sin más?! —demandó saber Leona al ver a Cater ahí sin haberlo visto moverse.
—Esos eran mis clones hechos con Split Card —se explicó rápidamente antes de lanzar rápido un ataque de planta que fue evitado por Leona, pero eso no le hizo perder el orgullo que estaba sintiendo con aquella distracción—. ¡Parece ser que mis "yos" y yo nos estamos luciendo hoy mejor que nunca!
Aquella idea de despiste había sido lo que le había susurrado a Yuu anteriormente, pidiéndole su ayuda para hacer más exitoso el resultado, Grim se unió a la idea para reforzar el ataque que harían mientras los clones lo confundían. Después, Riddle se había unido a ellos para combinar entre los tres sus habilidades de fuego. El calor fue capaz de hervir el negro líquido de su interior y causar más grietas en el cristal, pudiendo vaciar por ellas una pequeña parte. Perder parte del origen de su fuerza maligna había sido la causa de aquel dolor interno para Leona.
—¡Maldito tramposo! —exclamó Leona con furia antes de dirigir más rocas a velocidad vertiginosa hacia Cater, ahora con la certeza de estar apuntando al verdadero, pero Riddle se pegó rápidamente hacia él y creó con su magia una barrera protectora que bloqueó las duras rocas. Yuu hizo un gesto victorioso al ver esto.
—¡Ven aquí, caldero! —se pudo escuchar a Deuce antes de un enorme caldero golpeara con fuerza uno de los lados del cristal, aumentando exitosamente las grietas
Leona gruñó furioso, pero entonces se fijó en Yuu, y lanzó un repentino zarpazo entre él, Cater y Riddle, obligando a ambos grupos separarse y apartarse rápidamente.
—Si así son las cosas, comenzaré por el más débil —murmuró.
Al asegurarse de que no había nadie lo suficientemente cerca para ayudarlo, Leona golpeó ambos puños con fuerza en el suelo. Gran parte del terreno del estadio se levantó también en grandes columnas de tierra que separaron el y se abrió una gruesa grieta que en pocos segundos se dirigió a Yuu a velocidad vertiginosa.
—¡Yuu, Grim, cuidado! —exclamó Cater. Intentó ayudarlos, pero Leona levantó una nueva columna, bloqueándole el camino, y tuvo que frenar para evitar chocarse.
Yuu pudo soltar a Grim para ponerlo a salvo, pero fue incapaz de huir antes de que la grieta llegara a sus pies. Perdió el equilibrió y cayó al suelo, pero la grieta se detuvo antes de alcanzarlo y apenas fue capaz de reaccionar cuando Leona corrió hacia él en un placaje antes de abalanzarse sobre él y empujarlo al suelo, como si un león se abalanzara sobre una gacela.
—¡Ah! —gritó Yuu con dolor por el impacto.
—¡¡Yuu!! —exclamaron Grim, Riddle, Cater, Deuce y Ace antes de ser bloqueados violentamente con las garras del león gigante, impidiéndoles el paso.
—¡Suéltalo, gato gigante! —demandó Grim con una mezcla de furia y miedo por su humano.
Leona acercó la cara a pocos centímetros de Yuu, de forma que este necesitó desviar la suya a un lado. Intentó levantarse, pero las fuertes manos de Leona lo paralizaron contra el suelo y apenas podía mover las piernas. Sentía que aquella mirada de ojos verdes, acompañada por la flameante llama de su ojo, lo penetraba como si de una flecha se tratara.
—¿Qué vas a hacer ahora, pequeño hervívoro? —le preguntó con mofa—. ¿Vas a chillar, resistirte y lloriquear como la buena presa que eres? ¿Pedir ayuda en vano? —le apretó las muñecas con fuerza—. Prometo que no sentirás nada...
—Oh no —dijo Ruggie de forma involuntaria al ver que aquel chico de primero iba a sufrir lo mismo por lo que él había vivido y disparó hacia un ataque de planta que le alcanzó las piernas que fue suficiente para ralentizar el efecto de King's Roar.
—¡Prefecto! —exclamó Jack con preocupación. Ahora más que nunca quería transformarse en lobo para ayudarlo, pero temía hacer daño a Yuu en el proceso de abalanzarse sobre Leona, así que no tuvo más remedio que lanzarle un ataque de hielo que le alcanzó la espalda, logrando que redujera así la fuerza de su agarre.
Yuu trató de aprovechar esto y liberarse por medio de patadas y sacudidas, pero Leona volvió a agarrarlo, pero con menos intensidad.
—¡Ni hablar, no te me vas a escapar! —gruñó.
Antes de que Yuu pudiera sentir la tela de su ropa deshacerse en pequeñas moléculas de arena, Grim aprovechó su pequeño tamaño para saltar sobre el tortuoso terreno y evitar el monstruo con toda la velocidad que le proporcionaban sus cuatro patas hacia Leona.
—¡Grim, espera! —exclamó Deuce en un intento de detenerlo.
—¡He dicho que sueltes a mi secuaz, malvado monstruo! ¡Funyaa! —exclamó antes de liberar una bocanada de fuego hacia él.
Leona alzó la cabeza para mirarlo, de forma que no solo se reducía el riesgo de alcanzar a Yuu también, sino que fue posible para Grim poder acertar de lleno en uno de sus hombros. El ardor fue suficiente para hacerlo rugir de dolor.
—¡Qué tal esa! —exclamó Grim con orgullo antes de fijarse en la mirada iracunda de Leona y tragar saliva, ahora preocupado—. Oh oh...
Leona le propinó un golpe en el estómago que lo tumbó dolorosamente en el suelo.
—¡Agh!
—¡Grim! —gritó Yuu con un respingo antes de imitar la mirada de Leona y apretar con todas sus fuerzas el brazo que aún lo retenía en el suelo—. ¿¡Cómo te atreves!? —exclamó furioso antes de propinarle con la mano libre una bofetada tan fuerte que incluso él sintió dolor en la palma.
Todos en el sitio dieron un respingo y miraron la escena con estupefacción, era la segunda vez desde el incidente de la investigación que la mayoría ahí observaba a Yuu golpear a alguien físicamente, para Riddle era la primera. Leona también pareció sorprenderse y se llevó una mano a la parte golpeada, no se esperaba que la presa más débil se atreviera a mostrar agallas contra él.
Jack no pudo evitar preguntarse cómo era posible que el prefecto se negara rotundamente en pelear contra él para sacar información, pero capaz de confrontar a alguien que lo superaba de lejos en fuerza y al que no ocultaba en temer. La única razón que se le ocurrió fue que ver a gente que le importaba salir herida le daba el ánimo suficiente para poner las manos encima a alguien.
—Tenías razón, Leona, ese pequeñajo tiene sus garras —pensó Ruggie rápidamente antes de aprovechar la falta de atención de Leona para volver a apretar su pluma mágica.—¡Laugh With Me! —exclamó antes de alzar ambos brazos.
Como consecuencia, Leona levantó los suyos, otorgando a Yuu la posibilidad de apartarse de él y correr hacia Ruggie y Jack. Grim se levantó y lo siguió.
—¡¿Te encuentras bien?! —le preguntó.
—Ahora sí, ¿qué hay de ti? —preguntó Yuu. Tomó nota de recordar dar las gracias a los tres por aquella importante ayuda. Pudo ver al grupo de Heartslabyul atacar con ahínco al cristal, Deuce lanzó uno de sus famosos calderos gigantes, pero fue desviado con un solo zarpazo.
—Ponte detrás de mí —insistió Jack antes de dirigirse a Leona, que había vuelto a levitar en el aire y los estaba mirando con furia—. Grr... ¡Eres así de fuerte y decidiste rendirte de todas formas! —exclamó, aún decepcionado por las acciones del líder que aún admiraba.
—¡Callaos! ¡Este tipo ese también...! ¡CONVERTÍOS EN ARENA! —respondió Leona a gritos.
Nada más decir aquello, alzó un brazo, acumuló una fuerte cantidad de magia y las rocas flotantes de los alrededores se movieron de forma rápida y violenta. Todos esperaron que las rocas fueran a ser lanzadas hacia ellos, Riddle ordenó a Ace y Deuce que se colocaran detrás de Cater y él mientras creaban un escudo de protección y el grupo de Savanaclaw se ocultaba detrás de una columna.
Pero vieron sus suposiciones como equivocadas después de que, en lugar de lanzarlas, Leona apretó el puño y las rocas se desintegraron inmediatamente en nubes de arena que se combinaron con en una espesa neblina en la que era complicado respirar. Se había dejado aún más en claro su intención de convertir todo en arena...
—¡No veo nada! ¿Dónde está Leona? —exclamó Ruggie mientras intentaba mirar a su alrededor.
—¡No nos separemos, Grim! —dijo Yuu mientras lo agarraba en brazos y apoyaba la espalda en la columna para ocultarse—. Es fácil perderse así.
—Tienes razón —concordó Ruggie mientras se cubría la boca y la nariz con el brazo para intentar respirar—. Jack, no te separes tú tampoco. Leona debe de haber hecho esto para atacar cuando menos lo esperemos, estad alerta. Haced la menor cantidad de ruido posible para que no nos escuche.
—Entendido —respondió Jack mientras sus orejas se alzaban para poder detectar por lo menos un sonido procedente de Leona o de su monstruo.
Entonces Ruggie pareció acordarse de algo se agachó cerca del grupo para susurrar.
—Debería haberlo preguntado antes, pero tuvisteis una batalla similar a esta en Heartslabyul, ¿verdad? ¿Cómo pudisteis ganar?
—Ace distrajo a Riddle para terminar de romper el cristal de la cabeza —respondió Grim en voz baja.
—Pero cuando quedaba poco para romperse, aún nos quedan unos cuantos golpes —añadió Yuu—. Es fácil acertar cuando la persona que ha caído está angustiada o estresada.
—Claro, porque no se concentra en atacar con certeza —comentó Jack antes de echar un vistazo a las rocas alrededor—. Creo que se me ocurre una idea para aprovechar el terreno.
Mientras tanto, el grupo de Heartslabyul también se mantenía alerta y también se refugió detrás de una columna.
—¡Ah, esta arena es infinita! —se quejó Ace, que no podía usar su magia de viento para despejar la arena, puesto que delataría su posición antes de idear un buen plan.
—Si por lo menos tuviéramos la Magia Única de Trey para que él pudiera cambiarla por otra cosa... —Cater no pudo evitar desear.
—Prestad atención. Leona puede atacar en cualquier momento —les recordó Riddle—. Cater, ¿podrías crear más copias de ti mismo para confundirlo?
—Buena idea, así Leona se distraerá en su propia trampa. Split Card —dijo antes de originar cuatro clones que se dispersaron en la distancia.
Miraron a su alrededor, esperando escuchar algo como las fuertes garras del monstruo correr hacia ellos o los rugidos de Leona, pero no se oía más que silencio... Hasta que la tierra tembló nuevamente y notaron lo que parecían ser unos fuertes levantamientos de tierra.
—¡¡Maldición, otro farsante!! —se escuchó gritar a Leona, no demasiado lejos de ahí—. ¡Mostrad vuestras caras si pensáis pelear, cobardes!
—Parece que ha picado con uno de los clones... —murmuró Ace, apuntando hacia el origen del sonido.
—Debe de estar cerca, cuidado —avisó Riddle.
Desde su posición, Leona se preparó para crear una nueva zanja mientras el monstruo se acercaba de manera acechante, esperando con eso pillar a sus desprevenidos enemigos en una vil trampa. Pero ambos se detuvieron inmediatamente al escuchar unos pasos correr hacia ellos. El ruido era lo suficientemente alto como para que el grupo de Heartslabyul los notara de igual forma.
—¡Ahí! —se escuchó la chillona voz de Grim antes del resonar de dos cristales chocar entre ellos seguido de un adolorido rugido.
La arena desapareció en pocos segundos y finalmente se observó el origen del ruido anterior: en lo alto de una roca cercana, Grim, Yuu y Ruggie estaban montando sobre el lomo de un transformado Jack.
La idea de Jack había consistido en escalar el irregular terreno hasta la cima de una alta roca para tener una visión mejor del terreno y localizar a Leona. Interceptaron la cabeza del león gigante entre las numerosas partículas de arena y Ruggie apuntó con magia de hielo hacia el cristal, logrando con ello la desaparición de la arena en suspensión.
—¡Chicos! —exclamó Cater al verlos.
—¡Yuju! ¡Aire fresco! —exclamó Grim, aliviado de poder respirar con facilidad nuevamente.
—No celebres aún —dijo Ruggie mientras veía que aún quedaba tinta en el frasco.
Leona se enfureció tanto que con un gesto del brazo hizo que la roca en la que estaban se resquebrajara en pedazos. Jack se dio cuenta, se apresuró en bajar antes de sufrir una caída mucho peor. Grim se agarró a la chaqueta de Yuu lo más fuerte que podían sus patas y los dos jóvenes hacían un esfuerzo por no caerse ellos también.
—¿Estáis bien? —preguntó Riddle cuando Jack se reunió con el grupo.
—Todo bien, hemos podido romper el cristal un poco más —dijo Yuu tras bajarse de Jack, quien regresó rápidamente a su aspecto original—. Tenemos un nuevo plan para acabar con él.
—Yo os cubriré mientras tanto —se ofreció Deuce.
—Voy contigo, ya nos diréis todo. Daos prisa —dijo Ace antes de seguirlo.
—Esperad, no vayáis solos —dijo Cater mientras iba tras ellos y creaba otros dos clones.
—¡Mantenedlo ocupado y aguantad, ya os acompañaré! —avisó Riddle mientras se reunía con el grupo de Savanaclaw.
—Ellos nos acaban de mencionar que la última vez distrajisteis a Riddle para dar los golpes finales —dijo Jack—. ¿A alguien se le ocurre algo?
—Cater podría crear más copias de sí mismo, pero por experiencia sé que eso hará que Leona se mueva mucho más —dijo Riddle mientras observaba a sus estudiantes en la pelea, sopesando si debería acompañarlos en cuanto antes.
—Yo puedo hacer que se quede quieto —dijo Ruggie.
—¡Dejadme a mí darle el sermón para debilitarlo! Tengo varias cosas que decirle, ¿sabéis? —insistió Grim.
—Yo también, así que voy contigo para desviar su atención hacia nosotros—se ofreció Yuu.
El líder de dormitorio y los jóvenes de Savanaclaw lo miraron como si hubiera dicho una locura y se inquietaron.
—¿¡Estás loco!? —exclamó Ruggie—. ¿¡Acaso has olvidado que hace nada ha intentado hacerte papilla!?
—Está claro que te atacará. ¡No puedes defenderte sin magia! —añadió Jack.
—No, pero Cater está ocupado y vosotros sois los únicos que pueden usar magia. Y Grim va a estar conmigo...
—¡Ven aquí, caldero! —Deuce gritó y un enorme caldero acertó finalmente en el cristal del monstruoso rostro. Leona rugió, se llevó las manos a la cabeza y comenzó a jadear pesadamente.
—Además, gracias a Deuce parece que ahora está débil —observó Yuu, tratando de ser convincente.
Jack gruñó exasperado ante su insistencia.
—Si insistes tanto en cometer ese riesgo, lo harás conmigo —le dijo.
—Y conmigo —insistió Ruggie—. Será mejor que lo deje inmóvil para que no te coma vivo.
—Y yo os acompañaré en la distracción —decidió Riddle con severidad—. No voy a permitir que os expongáis al peligro así sin más.
Yuu asintió y agarró Grim en sus brazos.
—No vamos a decir que no a eso. Esto es lo que tengo pensado...
—¡Ven aquí, caldero! —repitió Deuce, pero el monstruo lo desvió de un zarpazo y lo lanzó hacia Ace, quien lo pudo evitar por muy poco.
Desgraciadamente, perdió el agarre de su pluma mágica y esta cayó en una de las zanjas que se habían abierto en el suelo.
—¡¡No!! —exclamó aterrado mientras trataba de recuperarla.
Leona lo vio y se dio cuenta de que estaba desarmado.
—¡Sí! —exclamó con malicia—. Aquí viene el primer montón de arena seca... —dijo de forma amenazante antes de sentir un pequeño golpe duro en la cabeza—. ¡Au!
En lugar de un ataque de magia como los que había recibido hasta entonces, se dio cuenta de que la causa era una piedra de pequeño tamaño que cayó a sus pies. Revisó el origen de la trayectoria y vio a Yuu con Grim sobre sus hombros y a Riddle situado unos pasos atrás con su cetro preparado.
—¡Buena lanzada, Yuu! —lo felicitó Grim.
—Gracias —dijo Yuu rápidamente antes de mirar a Leona con valor—. Antes querías ir a por el más débil, ¿verdad? ¡Pues aquí me tienes!
Leona hizo un movimiento exhausto con el brazo para que e monstruo le diera un zarpazo, pero Riddle se adelantó, apretó a Yuu contra su cuerpo y creó un campo de fuerza que bloqueó el ataque. Yuu se sentía seguro al lado de Grim y Riddle, pero no pudo evitar cerrar los ojos con fuerza por el impacto.
—¡No te interpongas, pequeñajo! —gruñó Leona, frustrado—. ¡Dejad de ser cobardes y luchad como es debido!
—¡Mira quién habla! —replicó Grim con molestia.
Las pupilas de Leona se contrajeron rabiosas al oír eso.
—¡¿HAH?! ¡¿Qué insinuas con eso?!
—¡Lo que oyes! —exclamó Yuu—. Tú nos llamas cobardes, pero ¿no crees que atacar al más indefenso es lo más cobarde del mundo? ¿Aprovecharte de tu fuerza y tamaño para atacar y provocar miedo por diversión?
Leona se paralizó de solo escuchar aquello. ¿El hervívoro sin magia lo estaba confrontando? ¿¡Primero la bofetada y ahora se atrevía a herir su orgullo!?
—¡Laugh With Me! —Ruggie aprovechó el nuevo momento para apretar su pluma mágica y tumbarse de cara en el suelo, manteniendo la cabeza levantada para prestar atención a la escena.
Leona fue obligado a hacer lo mismo y se quedó mirando al prefecto. El león se tumbó igualmente y su cara quedó perfectamente en la mira para los ataques del resto del grupo.
—¡Aún no he acabado! —continuó Yuu y levantó una mano para enumerar todas las cosas que se le ocurrían sobre lo que había visto hasta entonces de él—. ¡Eres un bruto, un bravucón, un vago! ¡Promueves a otros como tú para atacar a inocentes y causar problemas! —jadeó un poco para recuperar la respiración—. ¡Prefieres usar esa fuerza para hacer daño en lugar de grandes cosas, como participar en un torneo que tienes muchas ganas de ganar! ¿Dices que dejemos de ser cobardes? ¡El único cobarde que veo aquí eres tú!
No se sentía orgulloso de decir aquellas cosas tan duras, pero un ligero peso en su corazón se alivió ligeramente después de transmitir lo que sentía.
Riddle se mantenía alerta en caso de que la Magia Única de Ruggie perdiera su efecto, pero no pudo evitar mirar a Yuu con pasmo. Era consciente de que Yuu era capaz de mostrar un fuerte carácter, sobre todo cuando se enfadaba o perdía la infinita paciencia que tenía, había sido testigo de ello. Pero no estaba para nada acostumbrado a ver al tranquilo prefecto explotar de aquella forma, y eso que solo estaba diciendo todo aquello para crear una distracción.
—No te has cortado ni un pelo... —comentó Grim, nervioso por verlo actuar así.
—Tenía varias cosas que decir sobre él —respondió Yuu mientras jadeaba tras anuncias todo aquel discurso.
—¡Estamos a punto de romperlo! —exclamó Ace—. ¡No le falta nada!
—¡Solo un poquito más! —pidió Deuce.
Si bien Leona había sido debilitado de forma tanto física por su debilitamiento como emocional por lo que acababa de recibir, como si el sermón de Lilia no hubiera sido suficiente, el corazón de Leona se llenó de ira y luchó con todas las fuerzas que le quedaban para liberarse.
Ruggie intentó resistirlo, pero no pudo evitar echarse atrás y Jack lo agarró a tiempo antes de caer al suelo.
—¡Date prisa, es tu turno! —le recordó Ruggie.
Jack asintió y corrió hacia Leona. Teniendo en mente que Ruggie no podría resistir el poder de Leona por mucho tiempo, el plan tenía una segunda parte en la que Jack tenía un papel importante. Justo entonces, Ruggie perdió el control.
—¡ESTÁS MUERTOOOOO! —gritó Leona antes de abalanzarse contra Yuu, pretendiendo agarrarlo del cuello.
—¡UNLEASH BEAST! —exclamó Jack antes de que un aullido resonara por el sitio y una luz envolviera su cuerpo para transformarlo una vez más en el lobo blanco.
Embistió con todas sus fuerzas contra Leona, quedó encima de él y el monstruo se tumbó hacia un lado.
—¡Yuu, ven aquí!
Riddle agarró a Yuu del brazo para alejarse de Leona y Ruggie los acompañó. Observaron a Leona luchar para quitarse al rugiente Jack de encima, quien resistió lo mejor que pudo hasta que fue apartado de un golpe.
Antes de que Leona levitara siquiera de regreso a su posición, Ruggie apuntó su pluma mágica hacia él.
—¡Laugh With Me! —dijo antes de fingir un traspiés y caer al suelo.
Mientras Leona volvía a ser confinado a la dura superficie rocosa, Jack saltó en sus cuatro patas hacia el rostro del monstruo de Overblot, regresó a su forma original... Y un único rayo de magia de planta creado con su pluma mágica fue el golpe final para que el grueso cristal del frasco se rompiera y liberara el líquido negro que aún quedaba retenido en su interior...
—¡Se ha roto! —exclamó Cater mientras alzaba los brazos en un gesto victorioso.
Ruggie anuló el efecto de su Magia Única y miró boquiabierto el resultado del golpe final de su compañero de curso inferior.
—Lo ha logrado —murmuró, aún sin creer lo que veían sus ojos.
Todos tornaron su atención al líder de dormitorio, que había cerrado los ojos con cansancio.
—Yo... seré... el rey —murmuró mientras dejaba de levitar.
Cayó lentamente al suelo y regresó gradualmente a su forma original. Las rocas flotantes desaparecieron, los levantamientos regresaron a su lugar y terreno del estadio recuperó su forma lisa y extensa. Lo que quedaba del monstruo de tinta se desvaneció en el aire en forma de una nube negra y el cielo recuperó su color azul.
—¿Se ha acabado? —preguntó Riddle, dudoso de bajar la guardia.
—¡Líder de dormitorio! —exclamó Jack con preocupación, agarró a Leona antes de que terminara de caer al suelo y lo tumbó con cuidado.
El resto del grupo seguía agotado por la batalla, pero todos se acercaron y Yuu se agachó junto a Leona, seguido por Grim. Jack sacudió suavemente a Leona por el hombro, esperando algún tipo de reacción.
—¡Leona! ¡Líder de dormitorio Leona! —lo llamó.
—Se ha quedado inconsciente, igual que Riddle antes —comentó Grim.
—Me alegro que por lo menos se haya acabado... —jadeó Ruggie—. ¿Se va a poner bien?
—No debería tardar en despertarse —respondió Cater—. Solo hay que esperar un poco.
—El director y los profesores deberían estar por venir aquí —comentó Riddle—. Creo que no es necesario decir esto, pero cuando se despierte, le haremos confesar el plan de los accidentes.
Ruggie suspiró derrotado y gachó las orejas.
—Supongo que no ya no hay más remedio, ¿eh? —dijo, imaginándose cuáles serían las posibles consecuencias.
—Por lo menos el torneo podrá llevarse a cabo sin más gente herida —dijo Deuce antes de darse cuenta de que Yuu había permanecido estático desde que se arrodilló junto a Leona—. ¿Eh? Prefecto, ¿te encuentras bien?
Todos centraron su atención en él al ver que no respondía, se fijaron en que mantenía la mirada fijada en Leona con los ojos muy abiertos...
—¿Yuu? —preguntó Ace. Al ver que seguía sin responder, chasqueó los dedos justo al lado de sus oídos en un intento de devolverlo a la realidad—. ¡Yuu! ¡Planeta. A Yuu! ¡Estás dando mal rollo!
Nada. Los únicos movimientos que hacía eran respirar y parpadear poco.
—¿Y a este qué le pasa? —preguntó Jack, comenzando a ponerse nervioso—. ¿Cómo puede estar así de quieto después de todo lo que acaba de pasar?
—¿Será que la batalla lo habrá dejado paralizado? —preguntó Ruggie—. Si es eso, no le culpo. Leona no dudó en ponerle las manos encima. ¿Deberíamos llevarlo a la enfermería?
Grim le dio unos suaves golpes en el estómago, solo para no recibir respuesta.
—¡Está pasando otra vez! —exclamó—. Espero que por lo menos no se ponga a caminar como un zombi, ¿sabéis?
—¿Otra vez? —preguntó Riddle—. ¿A qué os referís?
—Actuó de esa misma forma justo después de que regresaras a tus sentidos tras tu Overblot —explicó Cater.
—Pero solo fue por un rato, debería volver a la normalidad dentro de unos minutos —añadió Deuce.
—¿Justo después de mi...? ¡Oh! —los grandes ojos de Riddle se abrieron sorprendidos al hacerse una ligera idea de qué le podría estar pasando al prefecto...
[Publicado el 26/8/2022]
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