28. El Lamento del Rey
Tras el desastre que había provocado en la feria, Ruggie regresó finalmente a su dormitorio y se reunió con Leona en el estadio de Magift, donde lo esperaban también el resto de estudiantes de Savanaclaw.
─Huff... Huff... Leona, ¡lo he conseguido! ¿Viste la transmisión? ─dijo entre agotados jadeos con orgullo.
─Sí, bien hecho, Ruggie ─lo felicitó Leona, satisfecho─. Adiós, Malleus. Este año el trono será mío.
Ruggie rio suavemente y alzó un puño por encima de su cabeza.
─¡Je, je! ¡Larga vida al rey! ¡Shi, shi, shi, shi! ─exclamó victorioso.
─¡Larga vida al rey! ─repitieron los demás estudiantes mientras celebraban entre gestos de victoria y vitoreos─. ¡¡Hurra!!
Leona no hacía más que mantenerse recto, sonreír con superioridad y mirar a sus estudiantes celebrando por él...
...pero el momento de celebración de detuvo en el segundo que un nuevo grupo de gente se acercó a ellos.
─Hemos oído suficiente ─dijo tranquilamente la voz de Riddle, seguido por Ace, Deuce, Yuu, Grim y el propio Jack, todos dirigiéndoles con el ceño fruncido llenos de molestia y decepción.
Todos los estudiantes de Savanaclaw se sobresaltaron, algunos de ellos intercambiaron murmullos confundidos, pero Leona y Ruggie se recompusieron rápidamente.
─Mira esto, pero si es el grupo completo de Heartslabyul, y por si fuera poco, con uno de nuestros novatos de primero ─dijo Leona con apatía antes de mirar a Jack con decepción─. ¿Acaso te transferiste a Heartslabyul?
Jack le devolvió la mirada con una adición de furia, demostrando que no sentía ni un poco de arrepentimiento por estar en un bando distinto.
─Simplemente no soporto estar de tu lado en este momento ─bramó, ganándose incluso una mirada llena de rabia contenida por parte de Ruggie.
─¡Maldito traidor! ─gruñó Leona mientras apretaba su báculo de madera con fuerza.
Antes de que pudiera decir algo más, Riddle dio dos pasos hacia delante mientras apoyaba su cetro contra el suelo de forma autoritaria.
─Vuestras acciones han mancillado una de nuestras tradiciones ─dijo con una serena severidad─, como líder de dormitorio de Heartslabyul, que evalúa el rigor, no puedo hacer la vista gorda ante algo así.
Leona suspiró y se llevó una mano a la cabeza, acción que acostumbraba hacer cuando se hartaba de algo.
─Eh, mocosos, ¿podríais reservar vuestro juego de "héroe justiciero" para vuestras fantasías? ─preguntó.
Ruggie miró a su alrededor como si quisiera confirmar algo y sacó su pluma mágica.
─Os habéis atrevido a traspasar nuestro territorio con un grupo de gente tan pequeño, ¡debéis estar mal de la cabeza!
Varios estudiantes de Savanaclaw comprendieron rápidamente la intención de Ruggie y uno corpulento se acercó a Leona.
─Leona, ¿deberíamos echarlos de aquí? ─le preguntó expectante.
El líder de dormitorio sonrió levemente.
─Hmpf. Divertíos un poco ─les ofreció.
Los atacantes se acercaron a ellos de forma amenazante, lo que le devolvió a Yuu aquel horrible recuerdo de su primera visita al dormitorio, pero antes de que pudieran siquiera realizar un ataque, Riddle alzó su cetro rápidamente.
─¡Off With Your Head!
Y en un abrir y cerrar de ojos, sus famosos collares que bloqueaban la magia se cerraron alrededor de los cuellos de los estuciantes atacantes, quienes se estremecieron por la cortante sensación.
─...Es fuerte... ─gruñó uno de ellos.
─Ese líder de dormitorio está loco... ─lloriqueó otro.
Riddle les echó una rápida mirada inexpresiva.
─Hmph. No valéis ni la pena para ser mencionados. Ace, Deuce, ¿podéis encargaros del resto?
─Perfectamente ─dijo Ace alegremente.
─¡Por supuesto! ─dijo Deuce con decisión antes de sacar su pluma mágica, preparado para la batalla.
Por su parte, Leona miró con una mezcla de decepción y desconcierto y chasqueó la lengua.
─Tch. Estos tipos no tienen oportunidad contra Riddle ─farfulló.
Sin embargo, Ruggie, lejos de sentirse amenazado o preocupado por una inminente derrota, se rio.
─¡Shi, shi, shi! Pero si incluso nos derrotáis aquí, ¡es demasiado tarde para Diasomnia! ─exclamó, pensando de nuevo en el equipo sepultado bajo la fuerza de la estampida.
─¿Oh? Pero qué cosa más interesante acabas de decir.
Aquella nueva voz resultó ser la de Lilia, quien acababa de entrar en el campo con un nuevo grupo de gente conformado por Cater y otros dos estudiantes de Diasomnia, todos vestidos con sus respectivos uniformes de dormitorio.
─¿Quién dice que es demasiado tarde? ─preguntó el estudiante alto de pelo verde con molestia, nombrado por Yuu como Cara de Querer Matarte Nº 2.
─Tal y como podéis ver, no hay un solo herido entre los estudiantes de Diasomnia ─dijo serenamente el chico de pelo plateado, o Cara de Querer Matarte Nº 1, antes de señalar al grupo de Heartslabyul con la mano─. Y todo gracias a ellos.
La expresión confiada de Ruggie se tornó en una de profunda conmoción.
─¿¡Qué!? Pero ¿¡cómo!? ─preguntó confundido─. ¡Si os vi ser aplastados por la estampida...!
─¡Error! ─exclamó Cater con un aire malicioso─. Esos eran un montón de clones de mí mismo, creados con mi Magia Única, "Split Card". Todos estaban vestidos para que se parecieran a ellos.
Un nuevo murmullo lleno de confusión se elevó entre los estudiantes de Savanaclaw, incluso Leona se sobresaltó por escuchar aquello.
─¿Cómo has dicho? ─preguntó con una mirada gélida.
─Siempre quise probarme el uniforme de Diasomnia ─añadió Cater alegremente─, ¡tuve mucha suerte! Tengo que subirlo a Magicam más tarde.
─Vaya, podrías habérmelo dicho antes ─le dijo Lilia alegremente─, así te habría prestado el mío.
Cater sonrió nervioso.
─Hm... Creo que tu uniforme me quedaría muy apretado, Lilia... ─respondió, después de todo Lilia era más bajo y menos ancho de hombros que él.
─Eh, ¿qué clase de farsa es esta? ─demandó saber Leona, recordándoles que debían dejar aquella conversación para más tarde.
─Riddle nos lo contó todo ─respondió Lilia con calma─. Así que formamos una pequeña actuación para vosotros.
─¿E... Entonces Malleus está...? ─tartamudeó Ruggie.
─¡Por supuesto, él se encuentra en buena saludo! ─exclamó severo el joven alto─. ¡Y guió al consternado público al coliseo de forma segura sin magia! ¡Dad las gracias!
─¿¡Eso está permitido!? ─preguntó Ruggie, todavía intentando procesar aquella nueva información.
Tras escuhar aquello, Leona dejó de fruncir el ceño, fijó la mirada en el suelo por unos largos segundos en silencio y suspiró.
─Ah, como sea... ─murmuró secamente.
Aquel repentino cambio de comportamiento llamó la atención de todos los presentes.
─¿Qué? ─le preguntó Ruggie, confundido.
─Ya se acabó. Se acabó ─se limitó a decir Leona mientras cerraba los ojos en un sentimiento de derrota.
─Espera, Leona. ¿De qué estás hablando? ─volvió a preguntar Ruggie, comenzando a preocuparse.
Leona lo miró sin expresión alguna.
─Idiota. Es imposible que ganemos si Malleus va a jugar en plena forma ─respondió como si no se tratara de algo obvio─. No tiene sentido participar en un juego así ─dejó de apoyar el báculo en el suelo y lo bajó antes de pronunciar algo completamente inesperado─: Me retiro.
─¿¡Qué!? ─exclamó Ruggie, genuinamente horrorizado.
Exclamaciones preocupadas se levantaron entre los estudiantes de Savanaclaw; Yuu, Grim y los chicos de Heartslabyul intercambiaron entre ellos una mirada confundida, los de Diasomnia se mantuvieron alerta, y Jack tuvo una reacción similar a la de Ruggie.
El ambiente general había cambiado completamente de ser hostil a pesadumbrante. Incluso Ruggie sentía un peso en el corazón y estaba comenzando a aungustiarse.
─Pero dejando de lado a Malleus, ya nos hemos deshecho de los mejores estudiantes de otros dormitorios ─le recordó Ruggie en un hilo de voz, esperando quitarle la idea de la cabeza─. Pero si no vas a jugar, dudo mucho que podamos llegar al top 3 sin ti... ─lo miró a los ojos─. ¿Qué será de nuestros sueños?
Ninguna de esas palabras parecieron alcanzar a Leona, quien simplemente lo miró con frialdad.
─No importan las veces que nos vea el mundo, solo somos un puñado de estudiantes correteando por ahí. Y admito que me sorprendió que todos continuarais con eso de vuestros sueños.
Ruggie apretó los puños, negándose a escucharlo.
─¿Por qué...? ¿No dijimos que íbamos a poner el mundo patas arriba?
─Tus quejas son un fastidio... ─dijo Leona con irritación─. Entonces déjame darte una dosis de realidad: ¡tú no eres más que una hiena sin valor de los barrios bajos y yo el despreciado segundo príncipe que jamás llegará a ser rey! ¡No importa lo que hagamos, eso no cambiará nunca!
Yuu dio un respingo horrorizado ante aquel horrible comentario. Los demás no supieron como reaccionar, pero nadie permaneció indiferente.
Lo que dijo Leona fue la gota que colmó el vaso para Ruggie, no se podía creer que el hombre al que había servido y admirado desde su primer año escolar en el Night Raven College le estuviera dando la espalda tanto a él como al resto de su dormitorio. Unas lágrimas furiosas no tardaron en asomarse por sus ojos.
─No... ¡NO ME J*DAS! ─gritó a pleno pulmón─. ¿¡Qué demonios estás diciendo!? ¿¡Quieres rendirte ahora después de llegar tan lejos!?
─¡No nos haga eso, Leona! ─imploró uno de los estudiantes con el collar de Riddle.
─¡Vamos a hacerte jugar, quieras o no! ─exclamó otro con desesperación.
Un eco de comentarios similares se levantó entre los demás estudiantes de Savanaclaw.
A pesar de las cosas horribles que habían hecho, Yuu no pudo evitar sentir lástima por ellos, sobre todo por Ruggie, después de todo habían confiado en un poderoso líder que ahora estaba tirando por la borda todos los esfuerzos que habían hecho con él.
Sin embargo, Leona estaba lejos de sentir esa misma empatía y, de hecho, apretó la mandíbula con fastidio.
─Ah... ¡sois tan irritantes! ¡Callaos, imbéciles!
Volvió a levantar su báculo, comenzó a reunir una gran cantidad de magia en su gema y golpeó la mano libre contra el suelo. En ese mismo momento, Yuu escuchó después de mucho tiempo una abundante lluvia de tinta. Tuvo un horrible presentimiento y se asustó, pero no tuvo tiempo de pensar más en eso porque en el aire se originó un gran número de enormes nubes de arena alrededor de todas las personas allí.
Todos comenzaron a toser y tener problemas para respirar o abrir los ojos, incluidos Ruggie y el resto de Savanaclaw, quienes comenzaron a gritar con incomodidad.
─¿¡Qué narices es esto!? Tengo la nariz seca...¡y me duelen los ojos! ─exclamó Grim, nervioso, mientras intentaba sacudir con las patas el polvo de su alrededor.
Jack se fijó mejor en el comportamiento de Leona y fue el primero en comprender lo que estaba haciendo.
─¿¡Todo lo que Leona toca se convierte en arena!? ─preguntó en voz alta.
─Esta es mi Magia Única... "King's Roar" ─explicó Leona─. Qué irónico que un príncipe de la sabana que odia las sequías más que nada en el mundo nazca así, ¿verdad? ─se acercó a Ruggie de forma amenazante─. ¡Con una magia que seca todo y lo transforma en arena!
Agarró a Ruggie por el cuello sin cuidado alguno, haciendo que este cerrara adolorido los ojos, tosiera y se agarrara del brazo de Leona en un intento de apartarse de él.
─Leo... na... ¡No puedo res...! ─fue lo único que pudo decir, puesto que sentía una desagradable sequedad tanto en la lengua como en la garganta. Tampoco tardó en sentir un horrible dolor por todo el cuerpo.
De hecho, los demás se horrorizaron al fijarse que el brazo de Ruggie estaba comenzando a desprender arena y dejar cavidades a su paso.
─¡El brazo de Ruggie se está agrietando! ─gritó Deuce.
─¿¡Acaso puede hacer eso en gente también!? ─preguntó Ace, incrédulo.
Riddle no se demoró en dar dos rápidos pasos hacia delante al darse cuenta de las intenciones aparentemente asesinas de Leona.
─¡Leona, detente ahora mismo! ─exclamó angustiado antes de alzar su cetro─. ¡¡¡Off With Your Head!!!
Pero antes de que el destello de magia alcanzara el cuello de Leona, este hizo un rápido movimiento con el báculo que lo hizo desviarse hacia otro lado.
─¿¡Ffgna!? ¡¡El collar de Riddle ha sido rechazado!! ─comentó Grim, confundido.
─¡¿Pero cómo?! ─exclamó Yuu mientras Riddle observaba extrañado su cetro.
─Tienes talento, pero no subestimes a tus mayores ─Leona le dijo a Riddle antes de sonreír cínico─. Desafortunadamente para ti, tengo buenas notas en magia defensiva.
Riddle chasqueó la lengua con frustración mientras se cubría la boca con el brazo para mantener la respiración.
Leona regresó su atención hacia Ruggie, cuyas heridas estaban empeorando gradualmente. Pero a diferencia de los demás, Leona se divertía viéndolo en ese estado y se rio de forma macabra.
─¡Ja, ja, ja! ¿Qué tal te sientes, Ruggie? ─le preguntó con un tono de mofa─. Apuesto que duele. ¿Acaso tienes la boca tan seca que no puedes usar esa lengua afilada tuya?
Ruggie no pudo responder nada más que unos gemidos de asfixia y dolor al sentir más grietas formarse en su cuerpo y por su ropa. No podían fijarse desde su posición, pero la gema amarilla de Leona se estaba volviendo cada vez más y más oscura entre las fauces de madera del león...
A este punto todos supieron que Leona no tenía intención de parar y Ruggie estaba en serio peligro mortal, hasta el punto de pedir ayuda con la mirada.
─¡Esto es malo, Ruggie está en problemas! ─exclamó Jack con seriedad.
─¡Hay que detenerlo, tenemos que hacer algo! ─dijo Yuu, preocupado, mientras trataba de pensar en alguna idea para salvar a Ruggie. Le daba igual si Leona era mucho más alto y fuerte que él, estaba considerando seriamente en lanzarse a él incluso si recibía un puñetazo en el intento.
Dio unos pasos hacia delante, pero Riddle lo detuvo extendiendo un brazo delante de él.
─Espera, puede ser peligroso. Déjame intentar hacerlo entrar en razón una vez más ─le dijo antes de dirigirse a Leona─. Si tienes tanto poder, ¿¡por qué haces cosas como esta!? ─le demandó saber.
─¿Por qué? ─repitió Leona con indiferencia─. ¿Acaso saber la razón cambiará las cosas? ¿Piensas regañarme para después consolarme? En este mundo hay muchas veces en que el talento y el esfuerzo no hacen ninguna diferencia ─apretó con fuerza el cuello de Ruggie─. Justo como ahora mismo Ruggie no puede hacer nada. Tán patético... Verdaderamente lamentable.
Ruggie intentó decir algo, pero las grietas de los brazos empeoraron, asimismo comenzaron a aparecer otras en su cuello y en el rostro. Estaba más que claro que Leona no pensaba detenerse hasta deshacerse por completo de él.
─¡Se ha vuelto loco! ─llegó a exclamar Yuu.
Jack perdió la poca paciencia que le quedaba.
─¡¡PARA!! ─gritó antes de sacar furioso su pluma mágica─. ¡UNLEASH BEAST!
Un aullido de lobo resonó cerca de él y un brillo cegador envolvió por completo su cuerpo. Cuando esta se disipó, todos se sobresaltaron al ver en lugar de Jack un gran lobo blanco de ojos ámbar.
─¿¡Eso es...!? ─exclamó Riddle, siendo él el primero en reaccionar.
─¡Se... Se ha transformado! ─tartamudeó Yuu, casi sin creer lo que estaban viendo sus ojos.
En su forma de lobo, Jack se acercó a Leona gruñiendo de forma amenazante antes de abalanzarse sobre él con una gran fuerza.
Leona apenas tuvo tiempo para reaccionar.
─¿¡Pero qué...!? ¡Agh! ─pudo exclamar antes de ser derribado al suelo, soltar su báculo y liberar a Ruggie en el proceso, quien también cayó al suelo.
Riddle no vaciló en aprovechar la oportunidad.
─¡Leona ha bajado la guardia! ¡Off With Your Head!
Un destello se acercó a Leona y el collar metálico con forma de corazón se cerró alrededor de su cuello con éxito, causándole una fuerte incomodidad. Las nubes de polvo desaparecieron de inmediato, las grietas en el cuerpo de Ruggie se cerraron y este tosió al dejar de sentir la asfixia en el interior de su garganta. El primer movimiento instintivo de Yuu fue correr hacia él para socorrerlo.
─Eh, ¿te puedes poner de pie? ─le preguntó mientras le ponía una mano en el hombro─. ¡Ven conmigo!
Ruggie abrió un ojo con esfuerzo y sorpresa, no se esperaba que el chico que no podía usar magia fuera el primero en lanzarse a ayudarlo. Quiso preguntarle por qué lo estaba haciendo, pero lo único que salió de su boca fue una débil tos.
─¡Bien hecho, Riddle! ¡Has detenido la magia de Leona! ─celebró Cater.
─¡Y ha soltado a Ruggie! ¡Traedlo aquí! ─exclamó Deuce.
Nada más escucharlo, el chico de pelo plateado hizo un gesto con el brazo.
─Sebek, saquémos a los heridos de aquí ─le dijo al estudiante de pelo verde, ahora conocido como Sebek.
─¡No creas que puedes darme órdenes, Silver! ─exclamó Sebek, molesto.
Silver corrió hacia Yuu, aún junto a Ruggie.
─Déjame ayudar ─indicó y colocó uno de los brazos del chico-hiena por encima de sus hombros─. Sujétale el otro brazo, llévemoslo con Riddle y los demás, ¿puedes hacerlo? ─indicó a Yuu, quien asintió e hizo lo instruido con un poco de esfuerzo. Al regresar con el grupo dejaron que se sentara para que pudiera recuperarse por lo menos un poco.
Jack regresó a su forma original, Silver se reunió con Sebek para guiar a los miembros de Savanaclaw heridos o con collares a la salida del campo. Los ojos de Leona se abrieron como platos al comprender rápidamente su situación e intentó quitarse el collar del cuello.
─¡J*der! ¿¡Un collar en un león como yo!? ─exclamó con una combinación de incredulidad e indignación─. ¡Jack! ¿¡Dónde c*ño te has pillado una poción de transformación prohibida!?
Yuu comprendió a que se refería, en clases de Alquimia habían aprendido que las pociones de transformación que cambiaban completamente el cuerpo estaban completamente prohibidas por ley, ya que con ellas se facilitaba realizar crímenes, sobre todo aquellos relacionados con suplantación de identidad o difamación. Solo eran legales si la transformación del cuerpo era parcial o el rostro de la persona que tomaba una seguía siendo reconocible. También aprendió que en algunos casos se necesitaba documentación para indicar que podían usarse.
─¡"Unleash Beast"! ¡Es mi Magia Única, me permite transformarme en lobo! ─gruñó Jack, aún furioso.
Leona resopló en respuesta.
─¿Así que puedes usar magia para transformarte en un perro de verdad? ¡Eso sí que es único!
La mirada iracunda de Jack se tiñó con el semblante de alguien que se sentía traicionado.
─Leona... ¡Yo... Yo! ¡Quería entrar en esta escuela porque te admiraba! ¿¡Dónde ha ido ese Leona que tanto apreciaba!? ─gritó con un evidente tono herido.
El dolor de sus palabras tampoco pareció llegar al duro corazón de Leona, quien lo miró enfadado.
─¡Deja de proyectar tus sueños en mí...! ¡Qué irritante...! ─farfulló harto.
Yuu frunció el ceño con lástima.
─Supongo que por esto dicen que nunca conozcas a tus héroes... ─susurró.
Riddle se acercó con paso solemne hacia Leona y cerró los ojos.
─Puede que no tenga derecho a decir nada, pero soy incapaz de verte a los ojos ─dijo, recordando la rabieta que había tenido hacía menos de dos semanas en Heartlabyul y visualizando ese mismo comportamiento en Leona─. ¡Retírate a tu habitación y cálmate ahí!
Negándose a obedecer, Leona le dedicó una mirada llena de odio que dirigió a los demás y se puso de pie.
─¿...Y qué podríais saber vosotros? No paráis de parlotear una y otra vez como mi hermano ─murmuró.
Para sorpresa de todos, Lilia también se acercó a Leona y lo miró de cabeza a los pies sin expresión alguna.
─Hmph. Hombres como tú son más merecedores de un collar como ese que de una corona. Escuchar a un león de la realeza de la sabana hablar de esta forma es espantoso ─dijo serenamente.
─¿¡Qué!? ─bramó Leona, furioso e indignado. ¡Cómo si no le hubieran dicho suficiente aquel día!
Días atrás, Yuu también había aprendido durante las reuniones en Heartslabyul que Leona no era el único príncipe en el Night Raven College. Malleus Draconia era el próximo heredero al trono de su propio reino, el Valle de las Espinas, y Lilia era una figura muy similar a su mano derecha, por lo que este tenía experiencia con todo aquello relacionado con asuntos de la realeza.
Lilia esbozó una sonrisa malévola que Yuu no se habría imaginado en él hasta aquel momento y miró a Leona con burla.
─Parece que te lamentas por de que no puedes ser rey por falta de habilidad o por orden de nacimiento... ─continuó─. Pero vives perezosamente si no eres recompensado, si las cosas no van de acuerdo a tus expectativas te vuelves mezquino y echas la culpa a tus retenedores. El hecho de que pienses convertirte en rey con esa mentalidad... ─negó la cabeza, como si quisiera corregirse, y cruzó los brazos─. El hecho de que quieras competir contra nuestro lord Malleus, me hace reír. Incluso si fueras capaz de derrotarlo, si sigues teniendo ese rencor podrido en tu corazón... ¡jamás llegarás a ser rey!
Yuu fue preocupándose a medida que Lilia decía aquellas duras palabras, incluso se trataba de la verdad y Leona se merecía escucharla, no parecía ser lo más prudente ser hostil hacia una persona emocionalmente desequilibrada.
─Espera... ─susurró, temiéndose un nuevo ataque de ira.
Sus miedos se confirmaron cuando Leona, tras procesar aquel duro sermón, se limitó a reír por lo bajo y esbozar una sonrisa espeluznante que no transmitía nada bueno.
─Ja. Ja, ja... Tienes toda la razón... Es justo lo que has dicho... ¡Ja, ja, ja, ja! ─volvió a fruncir el ceño con ira─. Jamás seré el rey... ¡No importa lo mucho que me esfuerce...!
La tierra tembló y una espesa nube de polvo oscura se levantó por todo el lugar como si de niebla se tratara.
─¿¡Qué está pasando!? ¡Se me está poniendo el pelaje de punta! ─exclamó Grim, nervioso, mientras se escondía detrás de las piernas de Yuu.
Riddle se estremeció y apuntó su cetro en dirección a Leona con dificultad.
─La magia de Leona se está incrementando demasiado rápido ─gruñó con incomodidad─. ¡¡¡No puedo mantener el sello...!!!
─No, esto no es ningún tipo de magia ─murmuró Lilia─. Esta acumulación de energía malvada y negativa... ─abrió los ojos con horror al darse cuenta de lo que se trataba en realidad─. ¡No puede ser!
Se dio cuenta demasiado tarde de que su sermón había sido la gota que colmaba el vaso para Leona, aunque era probable que Leona llegara a aquella situación en aquel estado en el que se encontraba.
Yuu y los demás también se dieron cuenta, aquella niebla era similar a la de Riddle antes de caer en Overblot y a la de Yukiko cuando ella estuvo a punto.
─¡Que todo el mundo se eche atrás! ─gritó Cater.
Todos lo escucharon y se alejaron a una distancia más que segura de él. El collar que le sellaba la magia acabó por desaparecer de golpe y el cielo azul se oscureció repentinamente.
─¡¡Ha... Ha enviado el collar de Riddle lejos!! ─exclamó Cater, tan horrorizado como los demás.
Leona apretó los puños con fuerza y fijó su sombría mirada en el suelo.
─He sido despreciado desde que nací. No tenía un lugar al que pertenecer ni un futuro por delante. Eso no cambiará, aunque me esfuerce por intentarlo. Esta agonía, esta desesperación... ─miró al grupo con los ojos llenos de lágrimas, antes de ser envuelto en un torbellino de arena oscura─. ¿¡CÓMO PODRÍAIS ENTENDER ESOOOOOOOO!?
Un rugido de león tronó por el lugar y Yuu se llevó las manos a la cabeza rápidamente al sentir un horrible e incómodo zumbido resonar ahí. Cerró los ojos y visualizó la gema mágica de Leona, amarilla como la arena del desierto, tornarse completamente negra como el carbón...
Volvió a abrirlos repentinamente al escuchar un segundo rugido de león, esta vez procedente de Leona, cuyo aspecto había cambiado completamente. Parte de su pelo estaba echado hacia atrás, revelando su frente y unas marcas que cruzaban con su ojo izquierdo y la cicatriz ahí, emanando de ellos una llama naranja. Su ropa consistía en una prenda de pelaje negro que le rodeaba el torso y los hombros, adornada con una placa dorada con afilados colmillos metálicos; un corsé le cubría el abdomen y las caderas, en la parte inferior estaba vestido con una larga falda negra abierta por delante, revelando sus piernas con pantalones del mismo color. Una abundante cantidad tinta negra le cubría los brazos y las piernas, adornados con brazaletes y tobilleras doradas. Las uñas de sus pies eran completamente negras y estaban terriblemente afiladas.
Estaba levitando en el aire a unos centímetros del suelo, el aire del estadio se llenó de arena en suspensión y grandes rocas se elevaban en el aire. Una enorme sombra cuadrúpeda se materializó detrás de él en forma de un león gigante, con piel remendada, una espesa melena oscura y un frasco de cristal lleno de tinta sustituyendo su rostro.
─¿¡Qué es eso...!? ─gritó Jack, horrorizado al ver a su líder de dormitorio en aquel estado─. ¡Una sombra gigante ha aparecido detrás de él.
─Eso... ¡es una encarnación del blot! ─exclamó Deuce, no menos asustado.
─Eso quiere decir... ¿¡que ha entrado en un "modo berserker malvado" como Riddle!? ─preguntó Grim.
─¡¡¡Otra vez no!!! ─exclamó Yuu.
Riddle no pudo creer lo que estaba pasando ante sus ojos, ¿aquella mostruosidad era por lo que él había pasado hacía menos de dos semanas en su dormitorio? No tenía tiempo de quedarse pensando en eso, tenía que actuar y rápido. Gruñó con frustración por no haber podido hacer suficiente para detenerlo y miró a los estudiantes de Savanaclaw que aún seguían ahí.
─Gr... ¡Que los que puedan mantenerse en pie se retiren y busquen refugio! ─exclamó con voz firme─. ¡Ace, Deuce, llevad a los heridos a un lugar seguro! Lilia, ¡avise a los profesores, por favor!
─¡Sí, señor! ─asintieron Ace y Deuce con determinación antes de asistir a los estudiantes.
─Entendido. Aguantad hasta que regrese ─dijo Lilia con seriedad antes de desaparecer de ahí en un abrir y cerrar de ojos en busca de ayuda.
Leona rugió una vez más y su sombra monstruosa se agitó al ver tanto movimiento de gente a su alrededor.
─Ugh. ¿Por qué tenemos que enfrentarnos siempre a algo terrorífico? ─se quejó Cater, angustiado─. ¡No estoy hecho para este tipo de cosas!
─No me importará si tienes miedo y quieres huir ─le dijo Riddle mientras preparaba su cetro para la nueva batalla.
Pero tras pensarlo por un segundo, Cater negó con la cabeza y sacó su pluma mágica.
─Trey me decapitaría si te dejo aquí solo. Cuenta conmigo, líder de dormitorio ─le dijo mientras guiñaba un ojo.
─Aún no entiendo lo que está pasando, pero solo tenemos que hacerlo entrar en razón, ¿verdad? ─preguntó Jack, listo para luchar.
─¡Sí, exacto! ─exclamó Yuu─. ¿Ves ese frasco de cristal en el monstruo? Tenemos que atacar ahí y romperlo por completo, ¡así salvaremos a Leona!
No era fan de Leona y aún le tenía miedo, pero Yuu no iba a echarse atrás para salvar a alguien de algo tan peligroso, incluso si se trataba de alguien como él.
Ruggie hizo un esfuerzo por levantarse y dejó de sujetar su brazo herido.
─Yo... Yo también ayudaré ─dijo con determinación antes de toser, aún debilitado─. No puedo quedarme quieto después de todo lo que ha dicho...
Yuu no estaba del todo seguro, él pensaba que Ruggie debía de buscar refugio con los demás, pero necesitaban toda la ayuda posible y Ruggie no parecía estar dispuesto a echarse atrás.
─¿Una simple hiena se atreve a desafiarme? ─preguntó un encolerizado Leona con una voz que parecía sonar doble antes de reírse malévolamente─. ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Menuda estupidez! ¡Ninguno de vosotros volverá a ver la luz de un nuevo día!
Grim pareció acordarse de algo y dio unas palmadas en las piernas de Yuu.
─Yuu, si lo derrotamos, ¡podremos participar en el torneo de Magical Shift! ─dijo con un malicioso entusiasmo antes de fruncir el ceño─. ¡Empecemos con esto!
Yuu tragó saliva e inspiró profundamente para calmarse y prepararse para la batalla.
─¡Vamos, chicos! ¡Preparémonos! ─exclamó con determinación.
Acababa de comenzar una nueva batalla por todas y cada una de las vidas en aquel estadio.
[Publicado el 19/7/2022]
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