22. El Ladrón Escurridizo
Cuando el resplandor se disipó, la chica sombra había dejado de ser una oscura silueta para convertirse en una chica de aspecto completamente humano. Tal y como Yuu había supuesto, ella llevaba puesta la misma ropa que él: camiseta blanca de algodón, pantalones marrones del mismo material y sandalias.
Parecía ser de la misma edad que él, tenía piel clara, pelo negro azabache liso, largo hasta la mitad de la espalda, y sobre la frente tenía un adorable flequillo dividido por la mitad. Las mangas cortas de la camiseta realzaban las líneas de sus tonificados brazos.
Ella abrió los ojos lentamente, revelando ser del mismo tono azul que los de él. Ya de por sí, la chica era muy parecida a Yuu. Al fijarse en él, se sobresaltó y lo miró con una mezcla de sorpresa y confusión.
Por su parte, Yuu dio un pequeño respingo al reconocerla.
─¿Yuki? ─preguntó antes de volver a acercarse a ella.
La chica no se movió ni respondió. Yuu caminó hasta detenerse a un paso de distancia de ella, haciendo más notoria la diferencia de altura entre ambos, ella era algo más baja que él.
─Yuki, eres tú ¿verdad? ─volvió a preguntar Yuu con un pequeño temblor en la voz.
Por primera vez en semanas deseó más que nada que aquello que estaba viendo no se tratara de un sueño, acercó la mano hacia la chica en un intento de comprobar si era de verdad o no.
Para su sorpresa, la chica se adelantó y agarró decididamente con ambas manos la de él.
─¿Yuu, qué te ocurre? ─preguntó con preocupación─. Pareces nervioso.
Escuchar su voz y sentir su calidez provocó que unas pequeñas lágrimas cayeran de los ojos del joven y que se lanzara a ella para envolverla en un abrazo.
─¡Yukiko! ─exclamó con emoción.
La chica luchó por recuperar el equilibrio tras aquel repentino placaje.
─¡Eh! Oye, tranquilo ─exclamó ella antes de escuchar unos sollozos procedentes de él─. Espera, ¿estás llorando? ¿Por qué?, ¿qué pasa? ─Se apartó de él sin soltarlo y le sujetó con suavidad un hombro.
Yuu se secó las lágrimas rápidamente.
─Perdón, es que... ─murmuró con voz rota─. Te he echado tanto de menos... ¡Tenía miedo de no volver a verte...!
─¿Echado de menos? ─repitió la chica, extrañada.
El joven tragó saliva e inspiró profundamente para intentar calmarse y hablar con más claridad.
─Sí... A ti, a mamá, a tía Yoshiko... ¿Qué ha pasado? ¿Habéis estado muy preocupadas?
─Espera, espera, ¿por qué nos echarías de menos? ¿Ha ocurrido algo?
Ahora el joven la miró confundido y negó la cabeza, extrañado.
─¿Qué quieres decir? ¿No he desaparecido en casa? ¿Nadie me está buscando?
─¿Desaparecido? ¿De qué estás hablando? La última vez que te vi fue anoche cuando nos fuimos a dormir, ¿recuerdas? ─preguntó la chica, tratando de encontrar sentido al asunto─. ¿Pero qué lugar es este? ¿Y qué eran todos esos animales? ¿Acaso estoy soñando?
De hecho, el último recuerdo que Yuu tenía antes de despertar en Twisted Wonderland era haberse ido a dormir, tal y como se lo había dicho a Crowley.
─Seguro que esos animales eran un sueño, pero tú no lo pareces ─le dijo─. Pero si no me habéis visto desaparecido, entonces...
Antes de pensar en algo más, la chica se estremeció y comenzó a toser.
─¿Yuki? ─preguntó Yuu.
─Yo... ─murmuró ella antes de toser con más fuerza todavía y perder el equilibrio lo suficiente como para caer de rodillas.
─¡Yuki! ¿Qué pasa? ─exclamó el chico con preocupación mientras se agachaba junto a ella y la rodeaba con sus brazos.
─No me encuentro bien... ─respondió ella en un murmullo.
Antes de que pudieran decir algo más, la oscuridad comenzó a envolverlos.
─¡No, espera! ─exclamó Yuu en dirección a aquel espacio vacío─. ¡Necesito más tiempo!
Tenía muchas preguntas que hacer, muchas cosas de las que hablar, mucho tiempo perdido que recuperar...
Sabiendo que no iban a estar juntos por mucho tiempo más, la chica se estrechó temerosa contra él.
─¡No me sueltes, por favor! ─le pidió antes de volver a toser intensamente.
─No lo haré, estoy aquí... ─dijo Yuu con una mezcla de miedo y decisión antes de perderla de vista y quedarse solo en la oscuridad.
─¡Yuu! ¡Yuu, despierta! ─exclamó la chillona voz de Grim─. ¡Despierta!
Sintiendo un dolor de cabeza y unas sacudidas en el estómago, Yuu abrió los ojos repentinamente.
─¿G-Grim? ─murmuró abatido mientras lo veía dando saltos sobre él.
El monstruo se detuvo.
─¡Oh, por fin despiertas! ─suspiró con alivio─. Parecía que tenías una pesadilla, estabas nervioso y no parabas de decir en sueños cosas como "Yuki" o algo como "nieve". ¡Me asusté mucho y tuve que despertarte, sabes!
Yuu se incorporó lentamente y se frotó los ojos. Había tenido un mal sueño después de otro, aunque aún no estaba seguro si el encuentro con Yukiko había sido real o no.
─Siento haberte preocupado tanto, gracias por despertarme ─murmuró.
─¡Es mi deber ocuparme de mi secuaz, sabes! ─dijo Grim con orgullo─. Pero ¿qué había en tu pesadilla para que te inquietaras tanto? ¿Acaso soñaste que estabas en una tormenta de nieve o algo así?
─No, había un gran montón de animales en una cueva. Pero ahora prefiero no pensar mucho en eso, la verdad... ─confesó.
─Ya veo... Pues una buena manera de quitarse las cosas de la cabeza es comiendo ─dijo Grim para animarlo─. Ya es hora del desayuno, ¡démonos prisa!
─Ya voy... ─bostezó Yuu antes de levantarse.
Tras vestirse y desayunar un poco, se sintió un poco más calmado, pero no pudo evitar tratar de procesar que la chica sombra había resultado ser ni más ni menos que Yukiko después de todo aquel tiempo... y que no parecía encontrarse bien de salud. Al final no supo preferir pensar si aquello había sido un simple sueño o no.
Finalmente salieron del dormitorio para reunirse con Riddle y los demás en la calle principal. Yuu había decidido no llevarse la cámara fantasma aquella vez, no tenía muchas ganas de hacerlo después de lo que había ocurrido la tarde interior y se sentía seguro con un líder de dormitorio responsable y temido por otros estudiantes.
─Por cierto, ¿fuiste a algún sitio anoche? ─le preguntó Grim mientras caminaba en el suelo─. Me desperté para ir al baño y vi que no estabas en la cama.
─Oh, es verdad, anoche... ─Yuu se acordó rápidamente del agradable encuentro que tuvo con el misterioso estudiante de Diasomnia. Le habló de él y lo describió.
─¡Buah! Un tipo raro con cuernos en la cabeza ─resumió Grim con asombro─. ¿Cómo se llamaba?
─No me quiso decir su nombre, pero me dijo que podía llamarlo como quisiera ─respondió Yuu─. Aún no sé cómo.
Grim cruzó las patas mientras pensaba en algún posible apodo.
─Hmm, entonces... ¿Qué te parece "Tsunotaro"?
Yuu parpadeó sorprendido al reconocer el significado de aquel nombre.
─¿Chico con cuernos? No sé... tal vez se enfade con ese nombre ─opinó.
─¡No debería enfadarse si él mismo te dijo que lo llamaras como quisieras! ─insistió Grim.
─Buen punto... ─respondió Yuu, reconsiderando la idea─. Entonces probaré con ese nombre, a ver qué tal.
Grim sonrió.
─Si Tsunotaro es un estudiante de aquí, seguramente nos toparemos con él algún día. Tienes que presentármelo, ¡nunca antes había visto un humano con cuernos! ─dijo con interés.
Mientras hablaban, pudieron ver a Cater y Riddle esperándolos en la distancia.
─Buenos días, Yuu ─lo saludó Cater alegremente.
Riddle se fijó mejor en él y se acercó.
─Hm. Tienes la corbata un poco torcida ─le dijo─. El cumplimiento de las normas comienza con tu ropa.
Yuu se sorprendió al mirar mejor su uniforme y darse cuenta de que tenía razón. El sueño lo había dejado lo suficientemente intranquilo como para distraerse mientras se vestía.
─Vaya, no me había dado cuenta. Disculpa, ahora mismo me la arreglo...
Comenzó a deshacérsela, pero Riddle acercó las manos al cuello de su camisa para arreglársela en su lugar.
─Como prefecto tienes que prestar atención a estos detalles o tus residentes no querrán hacerte caso. Aunque supongo que no es un gran problema para ti por ser el único ─terminó de anudarle la corbata y sonrió satisfecho─. Listo, ya estás.
─Gracias... ─le dijo Yuu con un leve rubor en las mejillas.
Grim miró a ambos lados.
─¿Ace y Deuce no han venido con vosotros? ─preguntó.
─De acuerdo con la Ley de la Reina de Corazones nº 249, ahora mismo deberían estar alimentado a los flamencos vestidos de rosa ─informó Riddle antes de bajar la voz─. Por cierto, anoche hubo otro accidente.
─¿¡Ffgna!? ¿De verdad? ─preguntó Grim, espantado.
─Según el retrato que presenció el momento, la víctima era un estudiante de segundo año del dormitorio Scarabia, Jamil Viper ─añadió Cater─. Al parecer ocurrió en la cocina.
Yuu tragó saliva al pensar en la gran cantidad de retratos con vida propia repartidos por toda la escuela.
─Los retratos sí que son como cámaras de seguridad... ─comentó mientras colocaba a Grim sobre sus hombros.
─Todavía es la hora del desayuno, así que a lo mejor sigue en la cafetería ─supuso Riddle─. Vamos a ver.
Se dirigieron a la cafetería, donde había menos estudiantes que de costumbre.
─Pueees... Jamil tiene piel oscura y pelo largo y negro... ─dijo Cater mientras miraba alrededor─. ¡Oh, ahí está!
Jamil estaba sentado en una mesa alejada de la entrada junto a otro chico que Yuu reconoció como el líder de dormitorio con el turbante en la cabeza que le había dado las gracias por ayudarlo en la ceremonia de entrada. Ya de por sí los había visto varias veces de lejos en la cafetería, solían estar juntos.
Se acercaron a ellos, se fijaron que Jamil tenía la mano izquierda vendada.
─Oye, eres el chico que se hizo daño ayer en la cocina. Háblanos de lo que pasó ─dijo Grim, demostrando que no había aprendido absolutamente nada del día anterior.
─¡Grim! ─le reprendió Yuu.
─¿Eh? ¿Qué queréis vosotros así de repente? ─preguntó Jamil con serenidad, aparentemente no le había molestado la falta de tacto de Grim.
El otro chico se sobresaltó al reconocer a Grim sobre los hombros de Yuu.
─¡Ah! ¡Este es el mapache que me prendió el trasero en llamas durante la ceremonia! ─exclamó preocupado.
Yuu agarró a Grim en brazos para demostrar que no volvería a echarle fuego.
─Grim, te vendría bien aprender cómo hablarle a la gente ─lo regañó Riddle con calma antes de dirigirse a los estudiantes de Scarabia─. Discúlpenos por molestarles mientras comen.
El joven pareció calmarse.
─El líder de dormitorio de Heartslabyul y el mapache violento de la ceremonia. ¡Ah, ja, ja! Qué dúo tan interesante.
─¡Yo no soy un mapache! ¡Yo soy el gran Grim! ─exclamó ofendido─. Y este de aquí es Yuu, mi secuaz.
El joven se fijó en Yuu.
─¡Oh, tú fuiste quien me ayudó a apagar el fuego! Yo soy Kalim, el líder de dormitorio de Scarabia ─señaló a su compañero─. Este es Jamil, el vice-líder de dormitorio. Un placer conoceros.
─Oh, ooh... A este le falta un tornillo ─murmuró Grim atónito al ver su repentina amabilidad.
─¿Y bien? ¿Por qué queréis que os hable de mi herida? ─preguntó Jamil mientras levantaba la mano vendada.
─Estamos investigando la seguridad de la cocina ─explicó Yuu.
─¿Hmm...? Bueno, no me importa hablar de ello ─dijo Jamil─. Anoche estaba en la cocina preparando agemanju con cordero para Kalim.
─¡El agemanju de Jamil es el mejor! ─interrumpió Kalim con alegría─. ¡Vosotros también deberíais venir probarlo algún día!
─Kalim, no te desvíes del tema ─le dijo Jamil.
─Ah, perdón, perdón.
─Mientras cortaba los ingredientes, se me resbaló la mano por alguna razón y me corté ─continuó Jamil.
─Jamil ya es de por sí muy bueno con el cuchillo, incluso el cocinero jefe estaba confundido ─comentó Kalim─. ¿No estarías cansado por el entrenamiento de Magift?
─No, no tanto como para que se me resbalara la mano ─aseguró Jamil─. Sin embargo, mientras cocinaba sentí perder la consciencia por un momento.
─¿Te mareaste? ─le preguntó Yuu.
─La mayoría pensaría eso pero... Ya había sentido algo así antes ─negó Jamil─. Supongo que fue la Magia Única de alguien.
Los investigadores dieron un respingo de sorpresa por aquella nueva información.
─Oh, claro. Después de todo tu Magia Única es... ─saltó Kalim alegremente antes de que Jamil le tapara la boca rápidamente─. ¡Hhmmmpfff!
Al asegurarse de que no iba a revelar nada, lo soltó.
─¡Hah...! ¿Por qué me tapaste la boca? ─preguntó Kalim con molestia tras recuperar la respiración.
─¡Porque ahora no estamos hablando de mí! ─insistió Jamil con irritación antes de recomponerse─. De todas maneras, creo que alguien usó magia para controlar los movimientos de otros estudiantes.
─Ya veo, es por eso que todo el mundo pensaba que solo se trataban de descuidos ─dijo Cater.
─Y como fue por solo un momento, los heridos podrían haber confundido haber sido manipulados con haberse distraído simplemente ─añadió Riddle─. Incluso cuando me caí por las escaleras, no sentí como si alguien me hubiese controlado.
─Pero encontrar ese tipo de magia debe de ser muy difícil ─dijo Cater, imaginándose lo agotador que parecía ser─. ¿Qué deberíamos hacer?
Grim se llevó una pata al mentón.
─Magia para controlar gente... ¡Ah! Si yo tuviera ese tipo de magia, ¡podría quitarle sándwiches a la gente sin que sospechen de mí! ─dijo convencido, cosa que hizo a Yuu negar con la cabeza.
─Robar... ¿No podrías pensar en algo más honrado? ─le preguntó Riddle con incredulidad.
Grim no le hizo caso.
─Entonces podría comerme todos los sándwiches de carne picada deluxe... ─se detuvo al pensar que la imaginaria escena resultaba extrañamente familiar─. ¿Eh?
A Yuu también le llegó la idea a la cabeza rápidamente.
─Eso me recuerda, hace poco en la cafetería...
Grim recordó como aquel chico de Savanaclaw le había intercambiado el sándwich de carne picada por aquel pequeño bollo de frijoles y, a pesar de querer negarse, había sentido que su cuerpo se movía solo...
Con la información que acaban de obtener, todo encajaba perfectamente.
─¡Aaaaahhhhhhhh! ─gritó Grim con fuerza, sobresaltando a todos los demás.
─¿¡Qué pasa!? ─exclamó Kalim.
─¡Ya lo sé! ─exclamó Grim─. ¡Ya sé quien tiene esa Magia Única!
─¿Cómo has dicho? ─preguntó Riddle con interés.
Grim miró a Yuu como si le preguntara con la mirada si él también había considerado la posibilidad.
─¡El culpable es Ruggie Bucchi! ─afirmó Yuu.
─¿Ruggie? ¿De Savanaclaw? ─preguntó Cater, atónito.
─Vamos a pillarlo e interrogarlo ─apremió Riddle.
Cater sacó su móvil para revisar la información que tenía sobre él.
─Esto... Ruggie Bucchi está en la clase 2-B.
─¡Muchas gracias por vuestra ayuda! ─agradeció Riddle amablemente a los dos estudiantes de Scarabia.
─De nada. No entiendo muy bien lo que está pasando, ¡pero suerte! ─les deseó Kalim.
Se apresuraron en ir a la clase 2-B. Grim se bajó de los brazos de Yuu, preparándose para desatar su furia.
─¡Decidmeeeee! ¿¡Dónde está Ruggie Bucchi!?
Sentado en su pupitre a la espera del comienzo de su clase, Ruggie se irguió al escuchar su nombre.
─Aquí ─se fijó en ellos y los reconoció─. Ugh, vosotros otra vez. No importa cuántas veces me lo pidáis, no os puedo devolver el sándwich.
Haciendo caso omiso de su comentario, Riddle y Cater se acercaron a él.
─Ruggie Bucchi ─lo llamó Riddle con un tono de voz autoritario─. Tenemos varias preguntas que hacerte respecto a los accidentes que han estado ocurriendo por el campus.
El chico-hiena no pareció gustarle oír eso, pero mantuvo la calma.
─Oh, oh... Eso no suena bien ─dijo para negarse.
Cater mantuvo su tranquila sonrisa, pero entrecerró los ojos de manera siniestra.
─Venga, ¿podrías salir fuera con nosotros? ─le preguntó con un tono de voz bajo.
Viendo que no tenía otra opción, Ruggie se puso de pie.
─¡Vale, lo pillo! Lo haré, así que parad de dar esa sensación amenazante -les pidió.
Tras salir de la clase y caminar un poco por el pasillo, Riddle hizo gestos a Yuu y Cater para que se acercaran a él.
─De acuerdo ─les susurró─, no sabemos los detalles, pero no podemos dejar que use su Magia Única en nosotros. Voy a usar "Off With Your Head"...
─¿De verdad~? ¿Vas a estar bien si usas una magia tan fuerte sin tu pluma mágica, Riddle? ─preguntó Ruggie inocentemente mientras esbozaba una sonrisa traviesa.
Tras oírlo, Riddle se llevó de forma involuntaria una mano al pecho, donde suponía que su pluma mágica estaba guardada en el bolsillo.
─¿Eh? ¿¡Qué!? ─preguntó desconcertado─ ¡Mi pluma mágica no está!
─¡Eh, Cater! ¡La tuya tampoco está! ─señaló Grim con su pata.
─¡Imposible! ¿¡En serio!? ─exclamó él al echar un vistazo a su bolsillo.
─¡Shi, shi, shi, shi! Se nota que crecisteis con una vida cómoda, ¿eh? ─rio Ruggie antes de sacar de un bolsillo ambas plumas mágicas─. Tenéis los bolsillos tan desprotegidos que no me ha costado nada quitároslos, ha sido demasiado fácil.
Yuu parpadeó rápidamente por la repentina escena, miró confundido a los estudiantes de Heartslabyul y después a Ruggie.
─¿¡Fgna!? ¿¡Cuándo usó su magia para robaros las plumas mágicas!? ─se adelantó Grim a preguntar.
─¡No, qué va! ¡No he necesitado siquiera la magia para algo tan fácil! ─dijo Ruggie con una sonrisa de oreja a oreja antes de volver a metérselas en el bolsillo─. ¡No puedo perder tiempo con vosotros, así que me las piro! ¡Bye, bye!
Y echó a correr por el pasillo.
─¡Eh, vuelve aquí! ─gritó Grim.
Frustrado por no haberse esperado un movimiento como aquel, Riddle gruñó por lo bajo.
─¡Detente! ─exclamó desde su sitio─. ¡Si no paras, perderás la cabeza! ¡Off With...!
─¡Espera, Riddle! ─lo detuvo Cater con preocupación─. ¡Hace poco que te recuperaste del blot, no deberías usar demasiada magia!
Yuu comprendió la situación, había aprendido de las clases de alquimia y de los avisos del director que aunque los hechiceros podían usar magia sin necesidad de una gema mágica, estas eran fundamentales para filtrar la cantidad de blot que se acumulaba en el cuerpo como desecho de la magia y los hechizos realizados. Riddle se acababa de recuperar y no era seguro para él emplear magia sin su gema en aquella condición delicada.
─¡Entonces a por él! ─exclamó antes echar a correr para perseguirlo─. ¡Vuelve aquí, ladrón!
Los demás no dudaron en hacer lo mismo. Al no quedar mucho para el comienzo de la primera clase, no había demasiados estudiantes en los pasillos, pero Ruggie lograba sortear rápidamente a los que se le cruzaban de por medio.
En el camino, se cruzaron con Ace y Deuce, quienes ya habían terminado con su tarea en el dormitorio. Vieron a Ruggie pasar corriendo de largo y divisaron a lo lejos a Grim, Yuu, Cater y a su líder de dormitorio.
─¡Ah, Acey, Deucey! ¡Habéis llegado en un buen momento! ─exclamó Cater.
Ruggie les tomó la delantera y desapareció a la vuelta de una esquina.
─¿Eh? ¿Qué os ha pasado? ¿A qué viene tanta prisa? ─preguntó Ace.
Riddle se detuvo delante de ellos y su cara se tornó completamente roja de furia.
─¡El culpable de los accidentes se ha dado a la fuga con nuestras plumas mágicas! ¡Capturad a Ruggie Bucchi ahora mismo! ─gritó rápidamente antes de alzar aún más la voz─. Sabréis lo que os pasará si no lo hacéis, ¿¡VERDAD!?
Confundidos por la repentina situación y el miedo por la ira de su líder de dormitorio, ambos palidecieron.
─¿¡Eeeh!? ─musitó Deuce con pavor.
─Pero ¡si acabamos de llegar! ─exclamó Ace.
─¡Vamos, chicos! Esta es vuestra oportunidad para convencerlo de que os meta en el equipo ─los animó Yuu antes de volver a echar a correr junto a Grim a su lado.
El dúo intercambió una mirada antes de seguirlo.
Siguieron a Ruggie por donde lo vieron desaparecer; el chico estaba ahí de pie.
─¡Vamos a atraparte! ─chilló Grim furioso, sorprendiéndolo.
─¿De verdad creéis que un puñado de chicos de primero y un mapache son capaces de pillarme? ─les preguntó un presumido Ruggie.
─¡Mmgkgaaaaa! ¡¡No soy un mapache!!
─¡No pienses en eso ahora! ¡A por él! ─exclamó Ace antes de volver a perseguirlo.
La persecución fue ardua y complicada. Además de rápido, Ruggie demostraba ser muy ágil al esquivar los ataques mágicos de Ace, Deuce y Grim hasta el punto de ser capaz de realizar grandes saltos y acrobacias y de voltear incluso la cabeza para mirar atrás sin perder el equilibrio, pero no era capaz de ocultar su espanto cada vez que un ataque estaba a punto de alcanzarlo.
En un momento específico, Ruggie se detuvo a una distancia segura de ellos para mirarlos con mofa.
─Creía que los estudiantes de Heartslabyul eran unos debiluchos que siempre tomaban el té por la tarde, pero vosotros no lo hacéis nada mal ─admitió─. Muy bien, muy bien.
─¡Esta es la única vez en la que puedes presumir! ─le dijo Deuce con seriedad.
─¿No podrías dejarte pillar? ─lo señaló Ace con su pluma mágica, irritado─. No queremos que nuestro líder nos decapite.
─¡Entonces esforzaos más para capturarme! ─exclamó Ruggie antes de echar a correr otra vez.
Volvieron a perseguirlo. No muy lejos de donde se encontraban habían unas escaleras que subían al piso superior, Ruggie las subió rápidamente y llegó a saltarse los escalones de dos en dos, entonces...
─¡¡Eh, eh, aparta, aparta!! ¡¡Argh!!
─¡¡AAH!!
Una persona había aparecido repentinamente delante de él, provocando que Ruggie no pudiera evitar chocarse y tropezarse con ella, cayendo ambos al suelo.
─¡Eh! ¿¡Cuál es tu...!? ¿Eh? ─exclamó Ruggie con una mezcla de enfado y sorpresa antes de ver aquella persona, extrañamente vestida con la túnica ceremonial. Pero se detuvo al fijarse por un segundo en su adorable cara contraída por el dolor tras el impacto y sus confundidos ojos azules. Si aquel chico de Pomefiore que estaba en el club de Magift tenía un aspecto casi andrógino, aquella persona podría tratarse sin duda alguna de una chica...
Un sonoro respingo preocupado sonó cerca de ellos y Ruggie se levantó rápidamente sin terminar de procesar la situación. Reconoció al recién llegado como el hermano menor del líder de dormitorio de Ignihyde, un joven androide de cuerpo blanco, ojos ámbar y una corta cabellera conformada por llamas azules que se había propulsado rápidamente para socorrer a la persona en el suelo y agacharse junto a ella.
─¡Eh, ten más cuidado! ─le recriminó enfadado mientras lo veía echar a correr nuevamente.
─¡Lo siento, pequeño Ortho! ¡Tengo prisa! ─dijo Ruggie mientras se despedía con la mano.
Ortho gruñó furioso antes de ayudar a su compañera a sentarse y esta volvía a cubrirse el rostro con la capucha. Justo en aquel instante los perseguidores se asomaron por las escaleras.
─¿¡Dónde estás, Ruggie Bucchi!? ─exclamó Grim.
─¡Fue por ahí! Creo que se dirige al patio interior ─exclamó Ortho mientras señalaba la dirección donde lo habían visto irse─. ¡Acaba de empujar a este estudiante al suelo!
Ace y Deuce no pudieron evitar echar un vistazo extrañado al estudiante, no recordaban que aquel día se celebrara algo importante que requiriera el uso de la túnica,
Yuu también se sorprendió de ver al niño, no solo era la primera vez que lo veía, sino que no se había imaginado que podrían haber robots o androides como él en la escuela. Por no hablar de lo joven que era, no aparentaba ser menor de diez años ni mayor de doce. Al parecer era cierto que en la escuela permitían a niños saltarse cursos para estudiar allí.
─¡Muchas gracias! ─exclamó sin parar de correr.
La persona encapuchada se sobresaltó al escuchar su voz y trató de levantarse rápidamente, pero lo único que logró fue toser. Al escucharla, Deuce no pudo evitar darse la vuelta y regresar junto a ella.
─Eh, ¿te encuentras bien? ─le preguntó mientras le tendía la mano─. Siento mucho que te haya pasado esto, ¿necesitas ayuda?
La persona se sujetó la capucha para asegurarse de que le ocultaba bien el rostro y alzó una de sus manos para aceptar la de él y levantarse. Lo único que pudo ver Deuce en ella fueron unos largos mechones de pelo negro sobresalir de la capucha y que era más baja en estatura que él.
─¿Necesitas que te acompañe a la enfermería? ─le preguntó el joven.
La persona negó enérgicamente la cabeza, pero al ver que el chico no parecía muy convencido con la respuesta, el niño-robot rodeó a la persona por detrás de la espalda con un brazo.
─¡No se preocupe, señor! Yo ya estoy con ella, me encargaré de que se encuentre bien ─aseguró.
─¡Deuce, qué haces! ─exclamó la voz de Ace desde lejos─. ¡Vamos a perder la cabeza si no vienes!
Deuce dirigió una última mirada a ambos desconocidos antes de volver a correr. No se tomó nada bien el hecho de que un tercero fuese herido en medio de aquella persecución, así que recuperó la distancia perdida y alzó su pluma mágica.
─¿¡Qué tal esta!? ─exclamó mientras invocaba algo.
Un enorme caldero se originó en el aire y cayó justo al lado de Ruggie.
─¡Uah! Esa sí que me ha asustado por un segundo ─admitió sobresaltado─. Pero en fin, viendo lo cansados que estáis, veo que ese fue vuestro último truco ─se rio.
─¿Cómo puede seguir siendo así de alegre después de correr tanto? ─jadeó Ace, exhausto.
Tal y como el estudiante de Ignyhide les había avisado, Ruggie se dirigió al patio interior y volvió a esperar a los agotados perseguidores con una sonrisa ladina.
─¡Shi, shi, shi! ¿Esto es todo lo que podéis hacer vosotros tres? Tampoco es para tanto.
Ace jadeó fuertemente mientras sentía que se le iba a salir el alma.
─¿¡Qué... Qué le pasa a este tío!? ─preguntó atónito─. ¡Es demasiado rápido!
─Hah. ¡No solo es rápido, sino también acrobático! ─añadió Deuce, recordando los saltos de Ruggie.
─Fnaaaaa... ¡No me puedo creer que sea incapaz de atraparlo! ─murmuró Grim con indignación.
─¡Shi, shi, shi! Comparado con los suburbios en los que crecí, esto es pan comido ─comentó Ruggie antes de ponerse serio─. De todas formas, incluso si me pillárais, ¿cómo podríais demostrar que soy el culpable?
Tras recuperar medianamente el aliento, Grim y los tres jóvenes lo miraron de manera desafiante.
─¿Perdona? ─preguntó Deuce.
─No tenéis evidencia que muestre que fui yo quien les hizo daño. ¿Acaso alguien me vio usar magia? ─aclaró Ruggie antes de esbozar una sonrisa burlona─. ¿Tenéis fotos de eso? ¿No verdad? ¡Ni siquiera llevas esa cámara de ayer, chico fotógrafo!
Viendo que tenía razón, los cuatro intercambiaron miradas incómodas.
─Ah... P-Pues... ─tartamudeó Ace sin saber qué decir exactamente.
─¡Eres un cobarde! ─exclamó Yuu con frustración.
─¿Cobarde? Eso es un halago ─susurró Ruggie, sin revelar exactamente si las palabras le habían afectado o no, pero se rio igualmente─. ¡Shi, shi, shi! Venid con pruebas cuando vayáis a por mí. Aunque os deseo suerte, la próxima vez no os lo voy a poner tan fácil.
─Grrr... Esto es muy frustrante ─gruñó Grim.
─Muy bien, entonces nuestro juego del pilla-pilla termina por hoy. Ah, y dejo aquí las plumas mágicas que me llevé ─dijo Ruggie mientras sacaba ambas con una mano y las dejaba en el banco a su lado─. ¡Bye, bye! ─se despidió antes de irse corriendo.
─Bye, bye... ─repitió Yuu en un irritado tono de falsete antes de recoger las plumas mágicas.
─¡J*der! ¡Que le den! ─exclamó Ace, enfadado.
─El líder de dormitorio Rosehearts hará rodar nuestras cabezas ─se lamentó Deuce.
─Pero tiene razón, incluso si lo atrapamos no tenemos pruebas, Riddle debería comprenderlo ─dijo Yuu antes de que una idea le hiciera clic en la cabeza─. Además, acaba de decir "la próxima vez", ¿no? Entonces puede que tenga algo más planeado.
Antes de que sus amigos pudieran decir algo, alguien se acercó por dertás de ellos.
─¿Aún no habéis aprendido la lección? ─preguntó una familiar voz de tono grave.
Al darse la vuelta para verlo reconocieron a Jack, el chico con características de lobo del día anterior que conocieron en Savanaclaw.
─¡Eh! Podrías habernos ayudado a atraparlo en lugar de quedarte mirando ─le dijo Ace con molestia─. Tu dormitorio está lleno de imbéciles como él, ¿sabes?
Jack le hizo caso omiso.
─¿Por qué os esforzáis tanto por otras personas?
Ambos estudiantes de Heartslabyul lo miraron confundidos.
─¿Por otras personas? ─repitió Deuce.
─Entiendo que queráis vengar a las personas que fueron heridas, pero...
─¿Eh? ¿De qué estás hablando? ─lo interrumpió Ace.
Jack parpadeó confundido
─¿Qué?
─¿Quién ha dicho nada de hacer esto por otras personas? ─dijo Ace con malicia.
─Nosotros simplemente queremos ganar puntos por atrapar al culpable ─añadió Deuce.
─Sí, exacto ─confirmó Ace─. Así seremos elegidos para jugar en el torneo de Magical Shift y que el mundo nos vea.
─¡Yo voy a atrapar a ese tipo para aparecer en la gran pantalla! ─dijo Grim con determinación.
─Me siento mal por Trey, pero me voy a quedar con su puesto ─confesó Ace.
─Cómo no... ─suspiró Yuu mientras rodaba los ojos como respuesta ante la dura sinceridad de sus amigos─. Por mi parte, yo no estoy realmente interesado en el torneo, pero estoy haciendo esto porque me lo dijo el director; ya de por sí es necesario detener al culpable, ha hecho daño a muchas personas y podría herir a más.
Tras escucharlos, Jack los miró con seriedad.
─¡Hmpf! No me fío de personas que quieren ayudar ciegamente a otros. Comprendo que tú lo hagas como una tarea asignada... ─dijo antes de mirar a Ace, Deuce y Grim con una sonrisa tranquila─. Pero vosotros tres sois peores de lo que pensaba.
Ellos no se tomaron la observación exactamente con aprecio.
─¿Cómo? Tú sí que eres definitivamente peor que nosotros ─le dijo Ace con molestia─. Por lo que parece, tú ya sabías qué estaba pasando y que ese tipo era el culpable.
─¡Oh! Ahora lo entiendo, por eso dijiste que "dudabas que fueras a ser un objetivo" ─recordó Grim─, porque eres del mismo dormitorio, ¿verdad?
Jack se limitó a mirarlos en silencio por un segundo antes de tomar una decisión.
─Oye, idiotas, pelead conmigo ─les dijo con seriedad.
─¿¡Qué!? ─exclamó Yuu con un chillido que no pretendía ser tan agudo.
─¿Qué? ¿Qué pasa contigo? ─preguntó Ace, desconcertado por el repentino reto.
─Si un hombre va a revelar información, tiene que empezar primero con los puños ─dijo mientras comenzaba a calentar los músculos de los brazos con movimientos lentos─. Si me enseñáis que vais en serio, os contaré todo lo que sé.
─¿¡Qué clase de lógica es esa!? ─preguntó Yuu. A Grim tampoco le gustaba la idea.
─Ugh, odio sudar ─se quejó Ace, con pocas ganas de echarse a pelear con alguien después de aquella persecución.
Por otra parte, Deuce se quitó la chaqueta y se crujió los dedos de la mano.
─No me parece mala idea, así las cosas son más simples ─dijo con una sonrisa malvada.
─¿¡Ffgna!? ¡Deuce ha pasado a su modo de chico malo! ─exclamó Grim con pavor.
─¿¡Por qué siempre tiene que pasar esto!? ─exclamó Yuu antes de asegurar a Grim entre sus brazos─. ¿¡No es más fácil hablar las cosas con calma y madurez!?
Ya se había hartado del uso de la violencia como forma de resolver situaciones en aquella escuela.
─No creo que quieran escucharte ─le dijo Ace mientras veían que se preparaban para la pelea.
[Publicado el 14/2/2022]
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