Al igual que los espejos, Savanaclaw no tenía nada que ver con los dormitorios que habían visto antes.

El edificio principal del dormitorio estaba hecho de roca y rodeado por una zona árida y desértica, hacía calor y había huesos de animal desperdigados por el lugar.

─¡Guau~! Así que esto es el dormitorio Savanaclaw ─comentó Deuce.

Grim se bajó de los brazos de Yuu para mirar alrededor.

─¡Es robusto y parece estar hecho con rocas! ─exclamó impresionado─. ¡Este esqueleto es enorme! ¿De qué animal será?

─Parece ser de un elefante ─dijo Yuu justo antes de sentir un pinchazo en el hombro izquierdo que le transmitió una mala sensación.

─Este sitio tiene una vibra totalmente diferente a la de nuestro dormitorio ─comentó Ace.

─¿Verdad que sí? ─concordó Cater─. Es... ¿Como si fuera duro o tosco? Ya de por sí transmite un ambiente salvaje.

─Bien, tenemos que buscar a ese Jack, ¿verdad? ¿Qué aspecto tiene? ─preguntó Ace.

Cater sacó su teléfono móvil para revisar la descripción que tenía.

─Tiene piel bronceada y pelo plateado ─indicó─. Al parecer, sus características principales son sus orejas de lobo y su cola peluda.

─Cola peluda... ─repitió Grim pensativo mientras buscaba a su alrededor─. Oh, ¿no es ese? ─señaló un punto específico con su pata─. Está corriendo solo por ahí.

Tal y como había dicho, un joven alto y musculoso con orejas de lobo y pelo escalado de color plateado estaba corriendo a unos metros alejado de ellos. Yuu lo reconoció de haberlo visto antes en la cafetería.

─¡Bingo! ¡Grim ha acertado esta! ─exclamó Cater alegremente─. ¡Él cuadra perfectamente con la descripción, es él sin duda alguna!

Grim sonrió satisfecho con su acierto. Por otra parte, Ace y Yuu observaron al joven con estupefacción.

─¡Tenemos a otro igual de grande que esos gemelos de antes! ─exclamó Ace.

─¿De verdad es de primer año? ─preguntó Yuu, perplejo─. ¡Parece mucho más mayor que todos nosotros!

─Bueno, es realmente alto y corpulento. Por eso tantos clubs de deporte intentaron reclutarlo ─dijo Cater.

─Con esa complexión tan fuerte, seguramente es bueno en artes marciales ─supuso Deuce.

Yuu tragó saliva.
─¿De verdad tenemos que hablar con él? ─preguntó nervioso─. Parece ser del tipo que se enfada fácilmente si le molestan.

─¿Estás nervioso, pequeño Yuu? ─le preguntó Cater animadamente antes de colocar una mano sobre su hombro─. Ok, no te preocupes, vas a estar bien. ¡Relax! ─le guinó un ojo─. Si intenta morderte, te protegeré.

Aquellos gestos del alegre y apuesto Cater hicieron a Yuu enrojecer levemente.

─De acuerdo, gracias ─dijo cohibido mientras desviaba la mirada─. Venga, vayamos a hablar con él.

Mientras se acercaban al corredor, Grim adelantó en sus cuatro patas y se colocó delante de él.

─¡Eh, chico de pelo pincho! ─lo llamó.

El joven se detuvo y bajó la mirada para verlo.
─¿Hah? ─preguntó con una expresión seria.

─¡Es posible que unos tipos malos quieran atacarte, así que hemos decidido protegerte! ─le dijo con una sonrisa atrevida─. ¿Qué te parece? ¿Estás contento?

Lejos de comprender lo que acababa de decir, Jack frunció el ceño con cabreo.
─¿Cuál es tu problema? No te interpongas en mi camino para correr ─le dijo con dureza mientras intentaba mantener la calma.

─¡Grim! ─exclamó Yuu mientras Cater y él corrían para detenerlo. Ace suspiró con incredulidad por la típica boca descuidada del monstruo.

─¡Espera, Gri! ¡Esa forma de hablar nos traerá problemas! ─exclamó Cater con preocupación mientras Yuu lo agarraba en brazos y le tapaba la boca con poco cuidado, desconcertándolo─. Díscúlpanos por su comportamiento ─le dijo a Jack con nerviosismo─. ¿Es posible que puedas escucharnos por un momento?

Jack cruzó los brazos con impaciencia.
─¿Y qué queréis vosotros de mí así de repente? ¿Protegerme? ¿De qué estáis hablando? ─preguntó crudamente.

─Últimamente han ocurrido un gran número de accidentes en los que se han involucrado estudiantes que iban a ser seleccionados para participar en el torneo de Magical Shift ─comenzó a explicar Deuce.

─Y estamos buscando al culpable ─añadió Ace.

El joven pareció calmarse un poco.
─¿Qué tiene eso que ver conmigo? ─preguntó.

─En pocas palabras, creemos que podrías ser un posible objetivo, así que nos gustaría hacerte un seguimiento en caso de que te ataquen y así poder pillar al causante en el acto ─respondió Cater─. ¿Qué te parece? ¿Nos ayudarías?

Mirándolos por un momento, Jack pensó en una respuesta.
─Me niego ─respondió finalmente─. Me las arreglaré yo solo, así que no necesito que me protejáis.

─¿Estás seguro? ─le preguntó Yuu antes de respirar profundo para poder mantener la calma y hablar con él─. La situación es mucho más seria de lo que parece y podría ser peligroso estar solo.

En menos de un segundo, Jack levantó malhumorado las orejas mientras le dirigía una mirada feroz.
─Acabo de decir que no lo necesito ─gruñó con severidad, pero relajó su semblante al fijarse en el sobresalto de Yuu─. Además, dudo mucho que vayan a atacarme. Nos vemos.

Y continuó corriendo.

─Ah, y ahí se va ─suspiró Cater.

─Qué tipo tan maleducado, ¿sabéis? ─dijo Grim por lo bajo con el ceño fruncido.

─Por la forma en que le has hablado, cualquiera se molestaría ─respondió Ace.

─¡Argh! ─chilló Grim con frustración─. ¡Tener que elegir una forma de hablar con la gente hace que los humanos sean un fastidio!

─Oye, ¿qué estáis haciendo vosotros aquí? ─preguntó una voz profunda cerca de ellos.

Tres altos y corpulentos estudiantes de Savanaclaw con tez bronceada se acercaron a ellos con aire hostil.

─Son de Heartslabyul ─observó el chico pelirrojo con puntiagudas orejas negras.

─¡Je, je, je! ¡Son los secuaces de ese mocoso pelirrojo! ─rio el estudiante de pelo plateado con orejas de hipopótamo.

─¿De verdad creíais que podíais entrar a nuestro dormitorio e iros como si nada? ─preguntó el primero, de pelo castaño y orejas de hipopótamo.

Los cuatro jóvenes se estremecieron al verlos, incluido Deuce, que había estado tranquilo mientras hablaban con Jack.
─Ugh. Un grupo como este... ─murmuró él.

─¡Ah, ya nos íbamos! ¡Perdón por la intrusión~! ─exclamó Ace con una sonrisa nerviosa para ocultar sus nervios.

El estudiante pelirrojo esbozó una sonrisa maliciosa que no tramaba nada bueno.
─Venga, no seáis así. ¡Venid a pasar el rato con nosotros! ─insistió.

─¡Je, je, je! ─volvió a reír el chico de pelo plateado─. ¡Juguemos al juego del depredador y la presa! Por supuesto, ¡vosotros seréis la presa!

Intentando controlar el temblor de sus manos, Yuu sujetó la cámara fantasma con decisión.
─¡M-Me temo que no va a poder ser! Tenemos que irnos en cuanto antes ─les dijo.

─¡Vaya, vaya! Pero ¡si el pequeñajo tiene suficientes agallas para hablar! ─exclamó el estudiante de pelo castaño─. Creo que lo vamos a pasar especialmente bien contigo.

─Parad de una vez ─dijo una voz grave y autoritaria, pero tranquila, cerca de ellos.

Yuu reconoció a los recién llegados como los chicos de orejas de animal del invernadero con los que se encontraron el día en que fueron a buscar castañas para las tartaletas.

Había sido el joven alto y de pelo largo quién había hablado.

─¡Líder de dormitorio Leona! ─exclamó el estudiante de pelo castaño al verlo.

─¡Estos tipos se han metido en nuestro territorio! ─explicó el pelirrojo con indignación.

─¡Solo vamos a meternos un poco con ellos! ¡Je, je, je! ─exclamó el de pelo plateado.

Al fijarse en ellos, Ruggie los reconoció.
─¿Oh? Sois los chicos que me encontré en la cafetería ─dijo.

Grim también lo reconoció como el chico que le había quitado su preciado sándwich.
─¡Ah, tú! ─exclamó enfadado─. ¡Sándwich de carne picada!

─Oye, oye. No vayas por ahí llamando a la gente por nombres apetitosos ─lo exhortó Ruggie─. Tengo un nombre muy masculino y es Ruggie Bucchi.

Por su parte, Leona se fijó en Yuu, frunció el ceño con agresividad.
─Ah, ahora que te miro mejor, veo que eres el hervívoro que me pisó la cola en el invernadero ─dijo mientras sacudía la cola con efusividad.

Los tres estudiantes se giraron peligrosamente hacia Yuu.

─¿Cómooo? ¿La cola del líder Leona? ─preguntó el estudiante de pelo castaño.

─No vamos a perdonar eso ─añadió el pelirrojo.

─¡Y-Ya pedí disculpas por eso en su momento...! ─recordó Yuu.

─Una simple disculpa no te bastará ─le reclamó el de pelo castaño.

─Ah, ya veo. Ya me preguntaba dónde os había visto antes, fue aquella vez en el invernadero ─comentó Ruggie.

─Leona, Ruggie, enseñémosles quiénes son los que mandan ─propuso el estudiante pelirrojo.

─Dejad de montar este barullo, idiotas ─les dijo Leona con serenidad─. Nos descalificarán del torneo si nos metemos en una pelea violenta. ¿Acaso queréis eso?

─¿Estás diciendo que deberíamos ignorar a estos intrusos? Pero si parecen unas presas deliciosas, sobre todo el pequeñajo de pelo negro.

─Nadie ha dicho nada de ignorarlos ─dijo Leona antes de esbozar una sonrisa maliciosa, eliminando el alivio de los jóvenes de Heartslabyul─. Vamos a resolver este asunto "pacíficamente" con una competición de Magical Shift.

─¿Con Magift? ─inquirió el estudiante castaño con curiosidad.

─Así podemos usar toda la magia que queramos sin romper las normas ─añadió Leona mientras cruzaba los brazos.

─¡Shi, shi, shi, shi! ¡Eres todo un matón, Leona! Estos chicos no tienen pinta de poder aguantar más de un partido ─rio Ruggie malévolamente.

Aquella burla dio en el blanco al orgullo de Ace y Grim, quien gruñó por lo bajo y le pidió a Yuu con gestos de la pata que lo bajara al suelo.
─¡No voy a quedarme quieto tras escuchar eso! ─anunció.

─Ah, al parecer no nos podemos negar ─suspiró Deuce.

─De acuerdo, hagamos esto ─dijo Ace mientras esbozaba una sonrisa maliciosa─. ¡Cater! No olvides observarnos como si fuera nuestra prueba para entrar en el equipo, ¿vale?

─¿Eeh? ¿En serio? No me dais otra opción ─suspiró con incredulidad antes de dirigirse a Yuu─. Pequeño prefecto, tú obsérvanos desde un lugar seguro. Avísanos si el otro equipo intenta hacer algo raro.

Yuu sujetó mejor la cámara fantasma una vez más e inspiró proundamente.
─De acuerdo...

Fueron conducidos a un enorme estadio deportivo que parecía estar hecho para jugar Magical Shift. Los jugadores entraron en el campo de juego mientras Yuu se sentaba en las gradas del público, de forma que pudiera observar lo suficientemente cerca ambos equipos, quienes habían sacado sus plumas mágicas.

El juego comenzó en poco tiempo.

─¡Os voy a enseñar de lo que estoy hecho! ─exclamó Grim con decisión.

─¡Esta es vuestra única oportunidad para que podáis presumir! ¡Shi, shi, shi! ─se rio Ruggie, subestimándolos.

─¡Venga! No será divertido si no mostráis agallas ─dijo Leona con orgullo─. ¡Venid a por vosotros cuando queráis, hervívoros!

Yuu pudo ver por primera vez lo más de cerca a un auténtico partido de Magift. Mientras Cater sobrevolaba el campo sobre una escoba, Deuce, Grim y Ace corrían por el campo mientras atacaban y llevaban el disco con magia. Cada vez que otros estudiantes de Savanaclaw intentaban atacarlos o quitarles el disco con magia, siempre lograban esquivarlos o crear un escudo de protección.

Por un buen rato, los chicos de Heartslabyul y Grim mantuvieron una buena racha.

─¡Genial! ¡Les estamos tomando la delantera! ─exclamó Grim con orgullo y confianza.

Sin embargo, Ace no pudo evitar tener una mala sensación con el juego.

─Estos de Savanaclaw están sonriendo de forma sospechosa... Tengo un mal presentimiento... ─comentó.

─¡Es verdad, Acey! Tienes buena intuición ─respondió Cater, quien también había tenido sus sospechas.

Ruggie se acercó a Leona con una risa maquinadora.
─Son mejores de lo que pensábamos, Leona ─llegó a admitir.

─Sí... Mucho mejores ─susurró Leona─. No por mucho tiempo.

A partir de ese momento, los estudiantes de Savanaclaw se volvieron mucho más violentos en el campo, se abalanzaban contra los de Heartslabyul con más velocidad y la ofensiva era mucho más rápida, incluso Ruggie sorprendió a todos colgando boca abajo de la escoba de un compañero para liberar ataques con su pluma mágica desde el aire.

Desde la distancia, Yuu pudo observar el agotamiento reflejarse en las expresiones de sus amigos mientras que los de Savanaclaw parecían disfrutar de la situación. Dándose cuenta de que aquella era la manera de meterse con ellos sin necesidad de romper las reglas, comenzó a hacer fotografías con la cámara fantasma, en caso de que la situación llegara a peor.

Poco después de eso, Leona llegó a arrebatarles el disco justo cuando estaban cerca de la portería para marcar puntos.

─¡Estábamos tan cerca de marcar! ─gruñó Deuce con frustración.

Leona se detuvo delante de ellos y movió el disco de un lado a otro.
─¿Acaso no estáis viendo que estamos jugando con vosotros? ─preguntó burlonamente antes de lanzar el disco a la protería de un solo disparo. Cabe mencionar la había lanzado desde la zona media del campo, por lo que Yuu, Grim y los chicos de Heartslabyul se quedaron de piedra por la fuerza y puntería de su rival.

─¡¿A qué ha venido ese disparo tan largo?! ¡Eso fue un gran ataque! ─exclamó Ace.

─Venga, jueguemos una más. Je, je, je ─propuso Leona con orgullo y arrogancia por su victoria.

Las únicas respuestas que recibió fueron los jadeos de cansancio y esfuerzo de los jugadores de Heartslabyul, incluso los ojos de Grim lagrimeaban por el cansancio. Temiendo que algo les fuera a pasar, Yuu se bajó de las gradas y corrió en dirección a ellos.

─Esto es una locura... Ni siquiera pudimos marcar una sola vez ─jadeó Ace con frustración.

─Sus formaciones no tienen siquiera partes abiertas ─musitó Deuce.

─Ah... Leona es conocido por ser un jugador formidable... ─jadeó Cater─. Nosotros cinco somos jamas podríamos contra él.

─Oye, ¿qué os pasa? ¿Ya habéis alcanzado vuestro límite? ─preguntó Leona con arrogancia.

─¡Shi, shi, shi, shi! ¡Dónde está ese espíritu temerario? ─rio Ruggie.

─¡Anda, poneos de pie, hervívoros! ¡Juguemos una más! ─demandó Leona.

Justo en aquel momento Yuu había terminado de alcanzarlos
─¡Parad de una vez, por favor! ─exclamó antes de agacharse junto a Deuce para intentar ayudarlo─. Esto es exactamente lo mismo que violencia.

Ruggie alzó una ceja al observar su cámara fantasma colgar a un lado.
─Leona, este nos ha estado haciendo fotos mientras estábamos en el juego, ¿deberíamos hacer algo al respecto? ─preguntó.

─Claro, se trata del currito del director quien tenemos aquí ─observó Leona─. No ha hecho más que hacer fotos a un partido, nada especialmente incriminatorio contra nosotros, pero sería problemático si le habla de nuestras "tácticas de fuerza" hacia nuestros invitados.

Colocándose de pie, Yuu sujetó su cámara de forma protectora y les dirigió una mirada decisiva.
─Ya nos habéis mostrado vuestro punto, así que dejad que nos marchemos en este instante ─les dijo.

Lejos de querer escuharlo, Leona cruzó los brazos con seriedad.
─Debe de tener las fotos guardadas en la chaqueta o los bolsillos ─supuso antes de dirigir una mirada a dos estudiantes corpulentos─. Quitádselas.

Los estudiantes de Heartslabyul dieron un respingo

─¡Yuu! ─exclamó Grim tras dar un respingo mientras veía los dos estudiantes acercar sus enormes manos hacia el preocupado prefecto.

Había intentado huir, pero uno de ellos se colocó delante de él para sujetarlo por los hombros y el otro comenzó a inspeccionar su chaqueta.

─¡Soltadme!

─¡Dejadlo en paz! ─exclamó Deuce mientras trataba de levantarse lo más rápido posible.

─¡He dicho que me soltéis!

De todos los métodos de defensa que conocía y que Yukiko le había recomendado, recordó dos de los más rápidos y eficaces que podía realizar en aquel momento.

No se demoró en pellizcar al que lo examinaba en el brazo, justo por la zona inferior a la axila, y en asestar un fuerte rodillazo en la entrepierna del que lo sujetaba.

El primero se apartó y el segundo se echó atrás por él dolor, Yuu no perdió el momento en apartarse de ellos y regresar con sus amigos.

Leona miró sorprendido la rápida acción de aquel pequeño hervívoro (tal y como él lo llamaba), no se esperaba que tuviera las garras suficientes para contraatacar.

Antes de que uno de aquellos dos estudiantes quisiera volver a abalanzarse al prefecto y a los estudiantes de Heartslabyul, alguien más de Savanaclaw se interpuso delante de ellos con afán protector.

─¿¡Qué estáis haciendo!? ─preguntó Jack entre dientes mientras miraba a sus compañeros de dormitorio con furia.

─¿Eh? Solo nos estamos divirtiendo con estos intrusos ─respondió Leona con indiferencia.

─¿Qué tiene de divertido meterse con novatos? ─bramó Jack, sin cambiar su expresión.

─¿Qué es esto? Mírate, Jack, jugando ser el increíble héroe de la justicia. ¡Shi, shi, shi! ─comentó Ruggie de forma burlona.

─Me refiero a que no soporto quedarme quieto y ver algo como esto ─se justificó Jack.

Leona chasqueó la lengua con incredulidad.
─Ah, pero escúchate ─farfulló, como si no se esperara algo así de él.

─¡Oye, Jack! ¡Qué atrevido eres para ser un mocoso de primero! ─gruñó un estudiante de pelo plateado.

Jack le dirigió una mirada feroz.
─Mira quién habla. ¿Acaso un estudiante de curso superior haría algo como esto?

─¿¡Cómo has dicho!? ¿¡Acaso quieres acabar como ellos!?

Leona clocó un brazo delante de él para detenerlo.
─Ja, realmente tienes agallas, mocoso de primero ─comentó─. Como sea, ya me he aburrido. Ya no tiene sentido pelear contra vosotros ─les dio la espalda para irse─. Vámonos, Ruggie.

─Sí, señor~ ─dijo él antes de seguirlo.

─¡La próxima vez que se os ocurra invadir nuestro territorio, no os lo vamos a poner tan fácil! ─les advirtió el estudiante pelirrojo antes de irse con sus compañeros.

Tras ver que estaban fuera de peligro, Grim y los chicos se acercaron a Jack.

─Gracias... ─murmuró Yuu, sintiendo todavía el miedo en su cuerpo.

─Ah, ja, ja. Te he mostrado una parte poco molona de mí ─rio Cater con incomodidad.

─Te llamabas, Jack, ¿verdad? Nos has salvado ─le agradeció Deuce.

─No es nada, tampoco es como si intentara ayudaros o algo así ─dijo Jack mientras desviaba la mirada.

─Pero podrías no haber hecho nada ─le dijo Yuu─. Fuera cual fuese tu intención, tu acción fue la que nos ayudó a salir de ese enfrentamiento. Así que gracias...

Sin saber qué decir, Jack solo desvió la mirada una vez más como respuesta.

─Ah, qué sucio estoy. Volvamos al dormitorio ─propuso Ace.

─Yo tengo hambre ─se quejó Grim mientras Yuu lo sujetaba en brazos.

─Bueno, Jack, nosotros nos vamos, pero ten cuidado ─se despidió Cater.

─No estáis en condición de preocuparos por mí ─respondió Jack con insistencia─. Daos prisa en volver a casa.

Antes de irse, Yuu lo observó por unos cortos segundos y notó en Jack una mirada apesadumbrada. Supuso que lo hizo por la pelea que acababa de ocurrir.

─Chicos, ¿estáis bien? ─preguntó a sus amigos.

─Yo estoy bien ahora, pero ¿qué hay de ti? ─le preguntó Ace─. Esos tipos también intentaron hacerte daño.

─No sabía que podías dar golpes así ─le dijo Grim─. ¡Me quedé boquiabierto cuando diste ese rodillazo en todo el medio, ja, ja!

Yuu se encogió de hombros.
─Tampoco fue gran cosa, todos los chicos tenemos un punto débil en común ─respondió, haciendo que todos desviaran la mirada de solo imaginarse el dolor─. Lo del pellizco fue algo que aprendí en una página sobre defensa personal en internet. Por cierto, quiero ver si el director está en su despacho para enseñarle las fotos, puede que no enseñen más que un juego, pero servirán para avisarle del comportamiento de estos tipos.

─Deja que te acompañe ─le dijo Deuce─. Te vendrá bien un testigo.

─No, ya habéis hecho mucho por hoy, deberías regresar con los demás.

─Por muy raro que suene esto, Deuce está en lo cierto ─insistió Ace, ganándose una mirada ofendida por parte de Deuce─. Iré con vosotros, tendremos menos problemas con Savanaclaw si avisamos al director de esto.

─Vale, id con él. Yo avisaré a Riddle que llegaréis más tarde ─les informó Cater.

Yuu suspiró y acabó por aceptar la compañía. No quedaba mucho para atardecer para el momento en que se dirigieron a la escuela.

─Adelante ─sonó la voz del director desde el interior de su despacho después de llamara a la puerta. Al abrirla, lo encontraron sentado ante su escritorio, leyendo un papel─. Oh, pero si son los jóvenes Yuu y Grim junto a los jóvenes Trappola y Spade. ¿Qué os trae por aquí? ¿Habéis descubierto al culpable de los accidentes?

─Aún no, pero usted me dijo que le reportara con fotografías en caso de que alumnos rompieran las normas.

Crowley dejó el papel sobre el escritorio y miró al prefecto con atención.
─¿Ha ocurrido algo? Enséñamelas, ¿de qué se trata?

Sacó las fotos que había tomado y los jóvenes hablaron de lo que acababan de vivir en el dormitorio Savanaclaw.

─Entiendo... ─murmuró Crowley mientras echaba un vistazo más a las fotografías─. No es secreto que muchos estudiantes de Savanaclaw tienden a tener un afán territorial cuando ven a otros estudiantes caminar cerca sin aparente motivo, ni mucho menos el hecho de que suelen ser... problemáticos, en el sentido de provocar peleas. ¡Pensar que usarían el Magical Shift como método para meterse con jóvenes alumnos sin necesidad de romper las normas! ¡Hay que ver! ─carraspeó para recuperar la calma─. Muchas gracias por informarme de esto, tendré unas palabras con el joven Kingscholar cuando termine aquí.

─Entendido ─dijeron todos a la vez.

─Bien, antes de que os vayáis, habéis dicho que estudiantes fuertes y corpulentos básicamente se echaron contra vosotros en el campo de juego con todas sus fuerzas. ¿Cómo os encontráis? ¿Sufristeis daños importantes?

Antes de que pudieran responder, alguien llamó apresuradamente a la puerta.

─Eh... ¿Adelante? ─invitó Crowley a la inesperada persona.

Las puertas se abrieron casi de golpe.

─¡Chicos! ─exclamó Riddle alarmado nada más verlos─. ¿Os encontráis bien?

─¡Líder de dormitorio! ─exclamaron Ace y Deuce al mismo tiempo.

─¡Perdón la intrusión! ─se disculpó Riddle mientras se acercaba entre jadeos a los chicos de primero─. Pero Cater me lo ha contado todo, ¿no habéis sufrido daño verdad?

─Eh, no. Estamos bien ─le dijo Ace, algo desconcertado por la inquietud de su líder.

─¡Debería haber estado allí con vosotros, así no os habrían hecho nada!

─¡No diga eso, líder Rosehearts! ─insistió Deuce─. Nadie sabía que se les ocurriría hacernos daño y usted estaba ocupado con otra cosa...

Tras escucharlos, Riddle se fijó en Yuu.
─También me dijo que intentaron hacerte daño para quitarte la evidencia, ¿¡qué te han hecho!?

─Nada, estoy bien... ─aseguró Yuu.

Lejos de estar convencido, Riddle colocó las manos sobre sus hombros.
─¿Lo dices de verdad? Cater dijo que parecías asustado incluso después de irte. ¿Se atrevieron a ponerte las manos encima? ¿Te robaron algo? ¿Te hicieron daño de cualquier tipo? ─preguntó rápidamente─. ¡No tengas miedo de decírmelo! Puedo hacer que rueden las cabezas de los culpables, ¡soy líder de dormitorio!

Yuu suspiró y colocó las manos sobre las de él con una sonrisa tranquilizadora para quitárselas suavemente.
─Tranquilo Riddle, es cierto que aún estoy un poco nervioso por lo que acaba de pasar, pero realmente no llegaron a hacerme nada. Puedes estar seguro.

Riddle terminó de calmarse y suspiró con alivio.
─Menos mal... Pero recuerda, puedes contar conmigo si algo pasa y está en mi mano poder hacer algo.

─Está bien, gracias.

─Eh, Deuce ─le susurró Ace─. ¿No crees tú también que el líder y Yuu parecen llevarse bastante bien?

─Sí, yo también lo he notado ─dijo Deuce─. Parecen casi cercanos desde el incidente de Overblot.

Grim se subió a los hombros de Ace para susurrar él también.
─Poco antes de la fiesta de No-Cumpleaños, Yuu dijo que se lo había encontrado y habían hablado juntos por un rato.

─Oh, amigos preocupándose entre ellos... ─murmuró Crowley, conmovido─. ¡Siempre es algo agradable de ver!

─Esto nos podría servir ─susurró Ace, divertido─. A lo mejor no nos pone en el punto de mira por romper las normas.

─Sabéis que os podemos escuchar, ¿verdad? ─les preguntó Riddle con severidad.

Yuu y el líder de dormitorio los estaban mirando fijamente, siendo Riddle el que más los estremecía.

─Bueno, tal y como he informado, ya me ocuparé de este asunto a partir de aquí, vosotros podéis regresar a vuestros dormitorios, que es tarde ─les dijo Crowley─. Oh, antes de que lo olvide: joven Yuu, si mañana vuelves a recibir una caja misteriosa como la de esta mañana, avísame.

─¿Caja misteriosa? ─repitió Riddle con curiosidad.

─Oh, es algo que ocurrió esta mañana ─explicó Grim─. Cuando salimos por la mañana de Ramshackle, nos encontramos con una caja de regalo que tenía zapatos, calcetines y un aparato para escuchar música.

─Sí, un MP3 ─aclaró Yuu─. No sé quién podría ser el emisor, no lo ponía en ninguna parte.

─¿Un MP3? ¿Quién sigue usando esas cosas? Ahora todo el mundo escucha música en el móvil ─suspiró Ace, incrédulo.

─Supongo que yo por el momento... ─suspiró Yuu a su vez.

─No seáis así de quejicas, aquella música fue otorgada con fines de aprendizaje cultural ─recordó Crowley.

─¿A qué se refiere, director? ─le preguntó Riddle.

─Lo escuché con el joven Yuu y pudimos notar muchas canciones populares e infantiles como "Bajo el Mar", "El Yahoo de Todos" o "En Mi Mundo de Ilusión".

─Oh, ¡esa última nos la enseñaron en la guardería cuando éramos pequeños! ─dijo Deuce al reconocer el título─. Me acuerdo que mi madre me la cantaba a veces para dormir.

─Si se trata de canciones conocidas, ¿no está por lo menos la de "Piece of My World"? ─preguntó Ace─. Digo yo que estará, sigue siendo cultura musical.

─No lo sé, lo revisaré más tarde ─dijo Yuu.

─Me parece extraño que un cartero deje un envío por correo sin avisar, ¿no escuchasteis algo como una llamada a la puerta? ─preguntó Riddle, recibiendo un gesto de negación por parte de Yuu y Grim.

─No ignoro ese detalle, joven Rosehearts ─informó el director─. No tenemos idea de quién podría ser el emisor, por lo que quiero asegurarme que esas cajas extrañas no contengan nada raro o peligroso ─esbozó una sonrisa─. Pero en el mejor de los casos, es posible que alguien como un hada madrina o un ángel guardián solo quiera darte una pequeña ayuda con detalles como ese.

─¿Un guardián? ─repitieron Ace y Deuce al mismo tiempo.

─La caja estaba envuelta en un envoltorio de regalo bastante bonito y el contenido era algo que te servirá de utilidad en su día a día, por no hablar de que era adorable ─añadió Crowley─. De hecho, no me extrañaría si fuese de un admirador secreto.

─¡Director! ─exclamó Yuu, enrojeciendo levemente─. Ya le he dicho que eso es imposible.

─¿Un admirador secreto? ─preguntó Deuce antes de abrir mucho los ojos.

Ace alzó pícaramente una ceja y esbozó una sonrisa maliciosa.
─¿Ya te has echado pareja, Yuu? ─preguntó para fastidiarlo─. ¿Cómo es que no nos has dicho nada? ¿Es alguien de clase?

La cara de Yuu enrojeció aún más.
─¡Vosotros dos también no!

─Oh, no se me había ocurrido que podría ser alguien de la escuela ─dijo Crowley─. ¡Esto podría ser el comienzo de una interesante historia de amor!

─Anda, parad de una vez ─les dijo Riddle─. Dudo mucho que un estudiante del Night Raven College tenga intención de dar algo a alguien de esta manera, mucho menos una selección tan peculiar.

Yuu suspiró aliviadamente y cruzó los brazos.
─¡Por fin alguien con sentido común, gracias!

─Aunque siempre puede haber excepciones ─dijo Riddle, pensativo, mientras se llevaba una mano al mentón─. No sé mucho de estos temas, pero en caso de que el director esté en lo cierto, puede tratarse de alguien que quería regalarte algo con fines útiles para asegurarse de que te va a gustar.

─¿¡Riddle!? ─exclamó Yuu con pasmo y apuro.

Incluso Ace y Grim, quien aún estaba sobre su hombro, se rieron por la repentina y extraña cavilación del líder de dormitorio.
─Hasta el líder de dormitorio piensa algo así ─murmuró Ace.

─¡Eh, no os riáis! ─exclamó Yuu─. Recordad lo que acaba de decir el director. ¿Y si acaba siendo peligroso o si este "admirador" resulta ser un acosador?

Crowley carraspeó y enderezó la espalda para recomponerse.
─Claro, no sabemos si el próximo envío, en caso de que vayan a haber más, pueda tener las mismas intenciones que la primera. Por eso avísame, ¿de acuerdo? ─Yuu asintió─. Bien, podéis retiraros, os deseo una buen descanso hasta mañana.

Se despidieron finalmente y salieron al pasillo.

─Por curiosidad ─le dijo Riddle a Yuu─, ¿está en ese repertorio la Canción del Cocodrilo?

Oír ese título le hizo a Yuu sentir un suave calambre en el hombro izquierdo y, por alguna razón, pensar en una hipnótica música de flauta.

─No lo sé ─dijo mientras se masajeaba el hombro─, aún no he escuchado todas las canciones del MP3. ¿Es una canción conocida?

─Sí, es una canción infantil procedente del famoso País de las Maravillas, gobernado por la Reina de Corazones. Nunca me canso de escuchar esa canción, es una de las que más propongo para la Regla nº 304: "En los días en que un erizo estornuda, todas las cartas-soldado deben reunirse para cantar una canción".

─De todas las reglas que has mencionado, esa es la más rara de todas, ¿sabes? ─farfulló Grim.

─Ya, me acuerdo de esa regla ─suspiró Ace─. El fin de semana tuvimos que reunirnos en la sala del juicio del dormitorio para cantar...

─Oh, ¿vosotros también tenéis una sala de juicio como la de la Reina de Corazones? ─preguntó Yuu, sorprendido.

─Sí, ¿dónde has aprendido eso? ─preguntó Ace.

Yuu se sobresaltó.
─Eh... Lo leí en el libro que pedí de la biblioteca ─mintió, puesto que sabía de aquella sala de juicio por sus sueños, en los que Alicia se había enfrentado a la tiranía de la Reina. Un presentimiento le decía que era mejor no mencionar a la chica, no supo decir por qué.

Su respuesta pareció convincente.

─Se dice que uno de los juicios más célebres de la Reina de Corazones fue hacia una niña ─dijo Ace.

Yuu volvió a mirarlo y se le formó un nudo en la garganta.
─¿Hablas de la niña rubia de vestido azul que jugó croquet con ella? ─no pudo evitar preguntar.

─Veo que has estudiado mucho de su historia ─comentó Riddle─. Sí, al parecer la Reina acusó a la niña de romper una de sus reglas y la sometió a un juicio a petición de su marido, el rey, en lugar de cortarle la cabeza. Resultó que la niña salió inocente y la dejó marchar.

Yuu frunció el ceño, puesto que no recordaba que la historia fuera así.

─Menos mal ─suspiró Ace─. Decapitar de forma literal a alguien inocente a costa de un malentendido por las reglas, me pone los pelos de punta. Yuu, Deuce, ¿por qué me miráis así? ─preguntó al ver que ambos lo estaban fulminando con la mirada.

Yuu hizo un gesto con la cabeza para señalar a Riddle, quien había fijado la mirada en el suelo.

─¡No estaba hablando de ti, líder de dormitorio! ─exclamó Ace de forma apresurada─. Tú ya te disculpaste y... ¡estás haciendo un gran esfuerzo por ser un mejor líder!

─Lo sé, pero el simple hecho de pensar en...

─¡No pienses más en eso! ─insistió Yuu─. Tal y como te dijo Trey, ve poco a poco. Lo estás haciendo bien.

Riddle sonrió tímidamente y asintió.

─Bueno, cambiemos de tema, ¿sabéis? ─exclamó Grim mientras se bajaba al suelo─. ¡Vamos a pensar quién podría ser el admirador misterioso de Yuu!

─¡Grim! ─exclamó Yuu─. He dicho que dejéis esa tontería.

Ace se rio.
─Pero ¿por qué te molesta tanto que te digan eso? ¿Acaso te da vergüenza?

─Admito que un poco, pero el caso es que ese regalo no tenía nada que indicara que le gusto a esa persona. Además, el director estaba de guasa, no creo que ni él se crea que eso pueda ser realmente el caso.

─Supongo que podemos averiguar quién es el emisor si te envían otro paquete más ─supuso Riddle─. Pero recordad que seguimos teniendo el asunto del causante de los accidentes misteriosos, centrémonos ahora en eso ─recordó─. Quedemos mañana por la mañana en la calle principal de la escuela para seguir investigando.

[Publicado el 28/1/2022]