Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

95

3 días desaparecidos.









































Tres días dónde sólo les habían dado galletas y solamente habían salido al baño, no les habían hecho nada pero eso no quitaba que no estuvieran bajo alerta.

En ese tercer día, algo cambió en la rutina.

—¡Suéltame! ¡SUÉLTAME, MALDITA SEA! —gritó YeonJun pataleando una y otra vez cuando quisieron llevárselo a la fuerza, el omega tratando de aferrarse a cualquier cosa, con miedo.

—¡Déjenlo, déjenlo! —gritó Kai empujando a uno, recibió un empujón más fuerte que lo hizo caer.

—¿Te vas a ofrecer tú? —preguntó una voz aparte, Kai alzó la mirada, Oh estaba ahí, con su disparo en el hombro tratado como era debido— Traiganlo a él —ordenó haciendo qué los hombres fueran con Kai que no se resistió tanto.

—¿¡Qué le van a hacer!? ¡E-escucha un momento! —BeomGyu se levantó de su lugar, recibió un empujón que lo hizo tambalear.

No pudieron hacer nada, Kai salió de la habitación y quedaron ambos encerrados de nuevo.

BeomGyu suspiró pasando sus manos por su cabello, le ponía aún más ansioso que no hicieran nada.

—Tres días y no nos han encontrado, genial... —murmuró YeonJun deslizándose por la pared, BeomGyu lo observó.

—Estamos en la nada... Hay cajas de alimentos, no creo que haya civilización alrededor...

—Tu puedes sacarnos de aquí, o por lo menos conseguir más información que nosotros —señaló de repente, BeomGyu frunció el ceño.

—¿Qué?

—Haz lo tuyo, da un par de sentones, chupa un poco y tendrás más acceso a donde sea que te lleven, puedes robarles un arma también...

—¿Por qué si sabes muy bien qué hacer no lo haces tú? —preguntó, YeonJun se levantó observándolo de arriba abajo, el vestuario blanco cada vez más sucio del polvo del suelo.

—Tu eres la puta aquí.

—No voy a pelear contigo ahora —negó dándole la espalda, suspiró recogiendo una botella de agua que le habían dado a cada uno, la suya estaba nueva como la de YeonJun, la abrió bebiendo solo un poco, sin saber cuándo podrían tener más.

—Todos queremos salir de aquí, nos estamos quedando sin opciones, y no... No hay más que hacer —negó, sonando desesperado y dejando un poco de lado su actitud prepotente— Necesitamos salir de aquí o por lo menos encontrar la manera de mostrar nuestra ubicación a alguien-...

—A SooBin —cortó volteando a verlo, YeonJun lo observó fijamente, serio— Yo sé que estar con la inteligencia nacional no es bueno para ti, no te conviene para nada... Así que SooBin es tu única esperanza, y no te juzgo —negó acercándose a él, las botas de tacón resonando en el suelo, ambos omegas juntos, mirándose fijamente, BeomGyu más alto por el tacón— Pero no quieras sacrificarnos a nosotros para salir de aquí.

—¿Qué hablas? —preguntó frunciendo el ceño, BeomGyu cruzó los brazos, sus ojos claros pasando por la cara de YeonJun, el aroma a limón era dulce, suave a pesar de la situación.

El aroma delataba su embarazo hasta más no poder.

—¿Si viene SooBin nos va a rescatar a los tres, YeonJun? No creo —negó con la cabeza muy consiente de las cosas, YeonJun relamió sus labios— Viene por tí solamente, y es muy capaz de dejarnos aquí porque lo único que le interesa eres tú, lo dijo en la llamada entonces no pretendas sacrificarnos a nosotros por tu salida, porque tú no eres más que nosotros y nosotros no somos más que tú.

—¿Entonces qué hago? ¿Me quedo esperando en los agentes nacionales? Todos queremos escapar, imbécil.

—Eso lo sé, pero ahora estamos los tres juntos, sean cuáles sean los bandos estamos los tres en esto, y solamente te estoy pidiendo que no sacrifiques el cuerpo o la vida de alguien por tu integridad —finalizó, manteniendo contacto visual con el omega unos segundos.

BeomGyu estaba muy consiente de lo que podría pasar si SooBin llegaba primero que la inteligencia nacional, conocía al alfa y dudaba mucho que YeonJun le pidiera llevárselos a ellos dos.

Ambos dieron un salto en su lugar cuando escucharon un grito de dolor, lejos de ellos, se acercaron a la puerta, colocando las orejas allí para oír.

Eran gritos de dolor, seguido de golpes, quejidos y risas de burla.

¿Qué le estaban haciendo?

Inevitablemente empezaron a sentir nervios de la situación, contando el tiempo y sintiendo escalofríos al ver que a pesar de los minutos que pasaban, no dejaban de escucharse los gritos o quejidos de dolor, provenientes de Kai.

No tenían más opción que esperar a que volviera, solo les quedaba escuchar y sentir miedo y nerviosismo.

Por otro lado, Kai había perdido la cuenta de cuántos golpes había recibido con un bate de metal.

—¿No eres muy valiente disparando? ¿Ah? —preguntó Oh impulsando de nuevo el bate de metal, golpeando las costillas del omega que estaba hecho bolita en el suelo, el agente dejó el bate de lado se agachó tomándolo del cabello con su brazo sano, haciéndolo verlo, le sangraba la nariz, estaba agitado, incluso tenía una herida en la ceja que no dejaba de sangrar, Kai lo observó, con el cuerpo adolorido.

No dudó en escupirle directo a la cara, Oh lo impulsó contra el suelo, golpeando su cara.

—Sigues haciéndote el valiente... Eso no vale de nada aquí, Huening —negó volviendo a alzar la cara del omega que tenía las manos atadas a la espalda.

Sus piernas estaban libres, pero había recibido tantos golpes en las rodillas y los tobillos que moverlas implicaba mucho dolor. No tenía fracturas, pero el dolor era insoportable.

—Te lo dije claramente, si te atrapaba ibas a sufrir muchísimo —aseguró, tomándolo ahora del cuello, pasando su pulgar por la manzana de Adán del otro. Kai se resistió pero recibió un puñetazo que lo mareó, tenía una ceja rasgada, sangrando y nublado su vista, la cara ensangrentada totalmente.

No sabía cuando tiempo había pasado, estaba adolorido.

—¡DÉJAME, MALDITO! ¡DÉJAME! —gritó con todas sus fuerzas cuando se vió acostado en el suelo, Oh tomó asiento en su regazo, inmovilizado total, estaba acostado sobre sus propios brazos después de todo.

Aún así, no se rindió fácil, se movió a todos lados, recibiendo una fuerte mordida en el cuello, luego una segunda, seguido de lamidas.

—Inyectalo —ordenó Oh, uno de sus hombres obedeció, inyectando algo en el cuello del omega que empezó a hiperventilar, asustado, temiendo por su integridad.

Empezó a ver puntos de colores, sus manos y pies se adormecieron, por mucho que quería luchar no podía, miró a Oh con desespero, su pecho dolía.

Tenía miedo.

—Estos son los problemas de tener un trabajo como este, lo sabemos —afirmó el agente mirándolo con autosuficiencia, Kai dejó de sentir su cuerpo, apenas y sentía hormigueo— Siendo alfa la muerte y la tortura es lo común... Pero siendo omega... —dejó las palabras en el aire, inclinándose pasando su lengua sobre los labios del omega que sintió sus ojos cristalizarse, recibió un beso del agente Oh— Las posibilidades son infinitas... —susurró, Kai desvió la cara, mirando que había una cámara ahí, tragó grueso.

No sentía el peso del alfa sobre él, tampoco sentía si tocaba su piel.

¿Debería agradecer?

—Quitenle la ropa —ordenó Oh levantándose, relamiéndose los labios, había besado al omega y tenía un poco de sangre.

El proceso de quitar la ropa fue en silencio, Kai no sentía nada, ni el más mínimo roce, tragó grueso y mordió su labio inferior cuando quedó completamente desnudo.

Empezó a lagrimear inevitablemente,  mirando a Oh qué volvió a estar cerca de él.

—Ahora estás tan callado, que irónico, si eres el omega que no se queda callado —se burló, dando otra orden a más hombres.

¿Qué tan escondidos estamos que no han dado con nosotros? Se preguntó el omega en medio de un lloriqueo, desviando la mirada cuando Oh se acercó a él, cerrando los ojos cuando recibió una bofetada.

Su silencio y el silencio de la casa preocupó aún más a los otros dos omegas que estaban ansiosos, esperando la llegada del agente, esperando que fuera en un buen estado por lo menos.

Cada quien tenía su vida, cada quien tenía un estilo, eran diferentes y lo único que compartían era el rango de omegas.

Ahora compartían un secuestro, y sea como sea sólo se tenían unos a los otros.

—¿¡Qué le hicieron!? —gritó YeonJun levantándose cuando abrieron la puerta una hora después, uno de los tipos llevaba a Kai de forma nupcial, con la ropa mal puesta, inconsciente.

El tipo sólo le siseó para que se callara, dejando al omega en el suelo antes de irse.

—Kai, Kai... —llamó BeomGyu acercándose al omega en el suelo, miró que estaba ensangrentado, completamente en la cara, tenía golpes por todos lados, veía enrojecimiento que pronto se pasaría a moretones.

—¿Está respirando? —preguntó YeonJun agachado del otro lado, los dos viendo al omega, BeomGyu dejó su índice en la nariz ajena, sintiendo el poco aire que salía mientras que YeonJun miraba su pecho subir y bajar con lentitud.

El primero en reaccionar fue YeonJun, tomando la botella de agua más cercana para lavarle la cara.

—¡E-espera! Esa es tu botella —recordó BeomGyu mirando la botella que pertenecía a Kai, casi vacía, YeonJun sólo alzó los hombros acostando la cabeza del agente en su regazo para empezar a lavarle la cara con cuidado, quitando los residuos de sangre y notando que había una herida en su ceja.

Limpió su cuello igualmente, la sangre había caído allí, frunció el ceño notando la marca de dos mordidas.

—Deberías... Revisarlo —murmuró mirando a BeomGyu que hizo una expresión de impresión, mirando su cuello, tragó grueso alzando con cuidado la parte superior del omega, mirando que tenía moretones pero no marcas de mordidas o chupetones.

—No le voy a quitar el pantalón... Es... No creo que le hayan hecho algo —negó mirando a YeonJun que se gastó toda su botella de agua en limpiar la sangre del omega, la cerró y la dejó a un lado, tomó la cabeza del omega y la dejó de nuevo acostada en el suelo, mirándolo unos segundos antes de irse a su lugar, abrazando sus piernas.

—Cuando despierte nos dirá... —murmuró sintiendo miedo, sintiendo hasta un golpe de realidad de lo que podría pasarles, incluso algo de preocupación por el estado del agente.

—Tu... ¿Qué harás? —preguntó BeomGyu quedándose a un lado de Kai, mirándolo cada cierto tiempo.

—¿De qué?

—Con tu... Con tu bebé —explicó, YeonJun relamió sus labios quedándose en silencio.

Si él llegaba a ser golpeado hasta el aborto, la muerte era lo que le quedaba, no tenían esperanzas de que los llevaran a un hospital por eso.

—Evitaré buscarme los golpes... O-o... No lo sé —negó sin mirarlo, BeomGyu suspiró mirando a Kai.

¿Qué estaba haciendo TaeHyun? ¿Qué estaba haciendo la agencia?

¿Qué estaba haciendo SooBin?













































Nos vemos en unas horas!

The_Dark_Diamond04

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro