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BeomGyu al terminar de firmar y dar su confesión fue llevado a casa por otros agentes, a las dos de la madrugada.
Suspiró tomando asiento en el sillón, pensando en Príncipe, el cachorro dormido plácidamente en su camita en el penthouse vacío.
El omega sacó una cajetilla de cigarros, empezó a fumar, suspirando al botar el humo.
Las cosas habían sido tensas, también habían sido incómodas y vergonzosas.
Tal vez TaeHyun ya tenía una idea de lo que había sido, y tenía en su mente la versión que le había contado tiempo atrás.
Pero escuchar más a profundidad, con detalles, con números exactos de clientes, era otro nivel.
Escuchó que tocaron la puerta una hora después, iba por su tercer cigarro.
-Soy yo, corazón -habló el alfa del otro lado, llevando su saco en su mano, suspirando cuando el omega abrió, cabizbajo.
-Pensé que... Irías a tu casa -murmuró, el alfa olió el aire, haciendo una mueca.
Obviamente no se había fumado un solo cigarro.
-Vengo a buscarte -contestó tomando asiento en el sillón, BeomGyu jugueteó con el cigarro en sus dedos- Hoy fue... Muy tenso -confesó el alfa, riendo un poco para alivianar el ambiente, pero BeomGyu sólo asintió un poco.
-Yo... Me sentía agobiado, vomité por eso, no pienses... No pienses que es otra cosa -pidió sin verlo aún a los ojos, fumando más rápido de lo normal, TaeHyun asintió.
-Lo entiendo... No es fácil, ¿Cierto? Tener que... Decir todo eso...
-¿Ya no te gusto? -preguntó de repente, TaeHyun lo observó con impacto, frunciendo el ceño extrañado.
-¿Por qué... ¿Por qué preguntas eso? -preguntó de vuelta, BeomGyu alzó los hombros.
-Ahora sabes mucho más... De lo que te conté... Con detalles... Cifras...
-Te refieres a la cantidad de clientes, ¿No? -preguntó, BeomGyu asintió.
Saber que tu novio estuvo mensualmente con veinticinco a treinta personas era algo duro de digerir para muchos, contando también que los constantes eran mayormente treinta, pero había uno que otro casual que también sumaba.
No era fácil digerir la información y tampoco era malo el hecho de no poder procesarla tan rápido que los demás.
Y si, TaeHyun admitía que no le agradaba mucho ese hecho, pero era algo que debía aceptar si quería una relación con BeomGyu, era su pasado.
-Puede que... Te de asco... -murmuró el omega, mirando al otro acercarse, TaeHyun suspiró pasando su mano por su cabello con delicadeza.
-Jamás me daría asco ni una sola parte de ti... -admitió pasando sus dedos hacia su mentón, haciéndolo alzar su mirada- Esa fue tu vida, fue tu pasado y no podemos fingir que no existió... Yo... Admito que no es fácil de digerir, pero lo último que haría en mi vida es juzgarte o alejarme por eso... Las cosas van de maravilla en tu vida ahora, todos los días creces más como persona, estás haciendo una nueva vida, y yo estoy orgulloso y honrado de ser parte de ella... -habló con seguridad y firmeza, dejándose llevar por lo que sentía.
Haciendo lo que tuvo que haber hecho desde un inicio, seguir a su corazón.
-¿Y los vídeos? -preguntó en un susurro, sintiendo que por primera vez en su vida estaba siendo valorado como merecía.
-Yo me aseguraré de eliminarlos por completo de internet... Así tenga que pasar noches enteras haciéndolo, simplemente los eliminaré... Pero, ojitos, eso no me afecta a mí... No voy a dejar de quererte por esto ni por nada de lo que haya sido tu pasado... -prometió dándole una caricia en la mejilla, el omega parpadeó varias veces, tragando grueso.
TaeHyun se inclinó besando castamente sus labios, el omega lo tomó de las muñecas, acariciando su dorso.
-Quiero que quieras mi cuerpo como si nunca antes lo hayan tocado... -murmuró, mirándolo a los ojos, el alfa lo abrazó con cuidado de la cintura, besando su cien.
Suspiró, mirando al omega, negó con la cabeza.
-Yo no puedo quererte -negó, mirando en segundos como los ojos del otro se cristalizaban, como su expresión cambiaba a una de tristeza- Ya yo... Ya yo no puedo decir que te quiero...
-¿P-por qué? E-entonces tú-...
-Te amo -soltó, mirándolo aún a los ojos, acariciando su mejilla cuando una lágrima traicionera se deslizó por ahí- Te amo, ojitos bonitos -repitió sintiéndose satisfecho al poder decirlo por primera vez, sin miedo, sin preocupaciones, sin el constante pensamiento de que iba muy rápido.
-¿M-me amas? -preguntó, el alfa sonrió con un asentimiento, se inclinó para besar sus labios con suavidad sin importar que no recibiera respuesta.
-Te amo... Te amo y quiero amarte todo lo que la vida me permita... -susurró, el omega lo abrazó por los hombros, apretando los ojos al sentir el aroma a canela rodearlo, sorbió su nariz, un escalofrío lo recorrió la primera vez que lo escuchó.
Amor.
Ya no era aprecio, no era cariño o atracción, era amor.
-¿Y-y... Y si yo te quiero? -preguntó el omega, aún no estaba listo para decir te amo por sus miedos y sus inseguridades.
En el pasado, amó con todo su corazón, dijo te amo muchísimas veces aún y cuando tenía heridas en su cuerpo.
Y su miedo a repetir esas escenas vivían frescas en su memoria.
-Entonces yo amaré por los dos... -contestó el alfa besando su barbilla, el omega soltó un par de lágrimas- Ámame a tu ritmo, ámame cuando te sientas listo... Pero mientras eso pase... Déjame amar por los dos... -pidió dejando nariz en el cuello ajeno, el aroma a fresas volviéndose extremadamente dulce, el omega lo abrazó con más firmeza.
-Ámame... Ámame mucho y no me lastimes... -pidió, aferrado a la ropa ajena, TaeHyun asintió, el aroma a canela rodeando al omega.
El alfa lo sujetó de la cadera, lo alzó haciéndolo enroscar sus piernas en sus caderas, lo sujetó de los muslos, caminando a la habitación del omega.
-Lastimarte es lo que menos haría en ésta vida -susurró antes de besarlo de nuevo, el omega suspiró de vuelta, cerrando los ojos al besarlo.
¿Cuántas veces TaeHyun se había enamorado?
Una sola vez, y era esa.
Y estaba dejando todo de si mismo en esa relación, estaba aprendiendo a aceptar cosas del pasado, estaba aprendiendo a amar, estaba aprendiendo sobre fidelidad y respeto.
Estaba aprendiendo junto a BeomGyu, estaban creciendo tanto como pareja y personas.
-Sube los brazos -pidió el otro en un susurro, quitando la ropa superior de su novio, besándolo de nuevo cuando estuvo desnudo.
-¿N-no estás cansado? -preguntó jadeando al recibir besos suaves en el cuello, el alfa negó con la cabeza.
-Para ti nunca estoy cansado... -susurró desabrochando su camisa, el otro mordió su labio inferior.
Sus encuentros sexuales no eran escasos, jamás lo habían sido.
Pero esa noche había una diferencia que el omega no terminaba de entender.
Lo tocaba con cuidado, lo acariciaba con paciencia, lo besaba con devoción y lo miraba con adoración.
¿Qué clase de sexo era ese y por qué le estaba avergonzando tanto?
-Y-yo... Puedes meterlo -habló, el alfa rió mirando las mejillas sonrojadas del otro, así como veía con confusión el cómo le acariciaba los muslos con tanta delicadeza.
-No estamos sólo metiendo y sacando, mi bonito... -explicó, el omega lo observó, agitado y sonrojado- No quiero sólo... Tener sexo...
-¿Entonces qué... Qué vamos a hacer? -preguntó mirando al otro inclinándose para besar su ombligo, mordió su labio inferior.
Todo estaba siendo lento, estaba siento detallado, y extrañamente eso lo mantenía aún más excitado.
-¿Sabías que tienes un lunar aquí? -preguntó, dejando su pulgar en la parte interna de la pelvis, casi tocando su miembro, el omega negó con la cabeza, relamiendo sus labios. El alfa se inclinó, pasando su lengua y besando luego, ganándose un gemido- ¿Sabes que tienes un lunar en la nuca? -preguntó, recibiendo una negación, el alfa le sonrió, jalando sus tobillos para llevarlo un poco más abajo, pidiéndole colocarse en sus cuatro puntos, lo sujetó de la cadera, dejando su pulgar en su entrada que estaba más húmeda que muchas otras veces, lubricando constantemente.
El omega respiró agitado, sintiendo un beso en la zona del lunar, luego una leve mordida que lo hizo jadear.
-En tu espalda tienes algunos lunares... Están esparcidos por todos lados... Son pequeños... -habló el alfa, besando su hombro- Yo soy el único que los ve, soy el único que sabe en dónde están... Soy el único que los puede besar... Y eso me hace el único hombre en este mundo que te ama de ésta manera... -susurró, adentrando por completo su dedo, el otro gimió, aferrándose a sus sábanas.
No estaban teniendo sexo como siempre. No estaban buscando sólo placer.
Estaban amándose, estaban viendo cosas que otros no, estaban detallando cosas que nadie había hecho antes.
Y eso era otro nivel de intimidad que no muchos lograban tener.
Esa noche no fue solamente tener sexo por placer, esa noche fue distinta, esa noche se sintió más amado.
Esa noche sintió lo que por mucho tiempo anheló.
Un amor puro e intenso.
-P-perdón, por no... Amarte aún... -murmuró cuando las embestidas iniciaron, con un preservativo que milagrosamente el omega tenía en su cajón. Se aferró a los hombros ajenos, el calor de sus cuerpos se funcionaba, sus respiraciones también.
Las sensaciones y los sentimientos estaban a flor de piel.
-Algún día me amarás... -contestó el otro, sujetando sus rodillas traseras, relamiendo sus labios- Y yo seré el alfa más feliz de este mundo cuando me lo digas...
-¿S-si? -preguntó arrojando su cabeza hacia atrás, el otro besó su cuello, repartiendo besos por toda la piel.
-Tener a alguien como tú a mi lado ya es una felicidad... -susurró, mordiendo su labio inferior, igual de excitado que el otro.
Así como a TaeHyun le había tomado tiempo aceptar lo que sentía y darse cuenta de que estaba enamorado, a BeomGyu le tomaría tiempo decir un te amo.
Y TaeHyun lo entendía, entendía sus temores y sentimientos.
Con el simple hecho de verlo bajo él, sólo viendolo a él, gimiendo por él,verlo al despertar y convivir a su lado, se daba por realizado.
Su miedo a las relaciones se había olvidado por completo al tener tantas sensaciones hermosas en un plazo de un mes, era algo hermoso que no sabía cómo se había privado de sentir.
Estaba amando con todo su ser, y sabía que no estaba mal.
No cuando lo veía a él.
Nada estaba mal cuando se trataba de ese omega de ojitos bonitos.
Bye!
The_Dark_Diamond04
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