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Maratón 1/?
Al día siguiente.
Tal cómo habían planeado, ambos habían conseguido un cambio de horario sin muchos problemas, así que ahora trabajaban en las tardes.
TaeHyun ya se había ido, nuevamente una semana en el penthouse, y no se molestaba por eso.
Estaba libre ese día, era un día festivo en todo el país y varios lugares no abrían, pensó que por un momento TaeHyun le avisaría que no trabajaría pero al parecer la agencia no prestaba atención a días festivos.
Lo único que le avisó es que ese día iría la señora de limpieza, de cierta hora a cierta hora.
—Ya, Príncipe —calmó a su cachorro que empezó a ladrar a la puerta que estaba siendo desbloqueada.
Se levantó y tomó al cachorro que seguía ladrando, miró a una mujer algo mayor entrar, sonriendo con amabilidad.
—Oh, hola, buenas tardes... Pase —saludó aún sujetando a Príncipe que ladraba con insistencia, la mujer rió quitándose los zapatos.
—Ah, es pequeñito con el ladrido pensé que era más grande —comentó, BeomGyu rió soltando a Príncipe cuando la mujer cerró la puerta, el cachorro empezando a oler sus piernas y recibiendo caricias de inmediato— El señor Kang me habló de ustedes...
—Si, un gusto, soy... Choi BeomGyu —se presentó dándole la mano a la mujer que la tomó, con una sonrisa amable.
—Dime señora Che —pidió dejando su bolso a un lado.
—¿Quiere agua? —preguntó, la mujer negó con un agradecimiento.
—Por la luna pero aquí no se ve nada sucio como antes —comentó caminando por la cocina, mirando todo— Y están organizados los gabinetes —señaló, BeomGyu la siguió, mirando que inspeccionaba todo con curiosidad.
Él llevaba dos semanas en el penthouse y era inevitable no pasar uno que otro pañuelo por la encimera, tal vez barrer un poco así como limpiar el suelo cada que Príncipe hacía sus necesidades fuera del lugar.
—¿Y qué voy a limpiar yo? —preguntó con una risa, BeomGyu alzó los hombros algo tímido— ¿Hay ropa sucia?
—Uhm, no —negó sacándole una carcajada a la mujer.
—Me quitaste el trabajo —señaló a modo de juego, aún así la mujer iba a limpiar puesto que el penthouse estaba limpio superficialmente así que una limpieza profunda no haría mal— Me dijo que eres su novio, que bonito que ya haya conseguido el amor ese muchacho —habló mientras empezaba por la cocina, BeomGyu tomó asiento mirando a la mujer, sonriendo un poco.
—Si, lo soy...
—Y por lo que veo eres muy ordenado y limpio...
—Uhm, si, digamos que si.
—Si, enséñale a ese hombre lo que es el orden y la limpieza, yo le quise enseñar hace años atrás pero me rendí —comentó empezando a entablar conversación con BeomGyu, haciendo más ameno el momento.
Normalmente, la mujer limpiaba con la casa sola, cuando el alfa trabajaba, o aveces se iba a otro lugar y la dejaba sóla las horas necesarias.
Pero ahora estaba con BeomGyu, hablando y hablando, llegando al punto que le estaba contando lo sucio que había encontrado en ese penthouse a lo largo de los años.
—¿Tan desastroso es? —preguntó BeomGyu, en esa semana no había visto un gran desorden del alfa, y cuando se quedaba en su casa no dejaba nada tirado. Admitía que el alfa era algo flojo con la limpieza pero no sé veía tan desorganizado como la mujer decía.
—Si, ah, puede que ahora no lo parezca porque estás tú y quiere darte una buena impresión pero he llegado a encontrar ropa interior sucia bajo la cama, o regada por ahí y simplemente las lavaba porque no iba a oler si estaba sucio o limpio, no me paga tanto —carcajeó, BeomGyu rió a la par, la mujer le resultaba muy agradable— Y una que otras veces ropa interior que no era suya, de mujer o era de otro estilo, o también el lava platos hasta el tope, no había ni un sólo plato limpio... Pero bueno, yo lo dejaba todo limpio y reluciente, antes venía cada dos o tres días, ahora es cada semana... Pero creo que contigo no tendré que venir mucho —rió, BeomGyu asintió mirándola limpiar todo a profundidad, limpiando los gabinetes.
—¿Quiere que la ayude? —preguntó, sintiéndose un poco inservible al ver a la mujer limpiar y él hacer nada.
—No, señorito, gracias...
—¿Señorito? No me diga así —rió mirando a Príncipe observar a la mujer en la entrada de la cocina, con curiosidad pero sin acercarse.
Su teléfono sonó, se levantó a buscarlo, sonriendo de medio lado al ver que era TaeHyun.
Baboso 💓
—¿Hola?
—¿Cómo estás?
—Uhm... Bien, la señora Che llegó hace rato...
—Dejala hacer su trabajo, bonito, ¿O ya le ofreciste ayuda?
—Para nada —mintió riendo después. TaeHyun también rió, almorzando por primera vez algo que no era de la calle o algún restaurante, estaba comiendo el almuerzo que le mandó el omega, hecho y en un taper.
—Tengo una noticia...
—Dime...
—Suspendieron a Oh —contó, el omega hizo un sonido de sorpresa, esperando de todo menos eso— Cuando llegue a casa te cuento mejor...
—¿Ya terminaste de almorzar?
—Lo estoy haciendo, está delicioso, gracias...
—No hay de qué —sonrió, hablando con una pequeña sonrisa y en un tono dulce que hizo a la mujer sonreír, era un cambio de tono notorio.
Aún más cuando soltó una risa antes de colgar, despidiéndose con un par de palabras.
—Oh, hola —saludó la mujer al cachorro que le olió los pies, mirando lo que hacía.
—Se llama Príncipe —presentó el omega volviendo con la mujer.
—Hola Príncipe, pero que lindo eres... Si, si —asintió mirando al pequeño que le meneó la colita con insistencia.
El penthouse era grande, con muchas cosas y pertenencias, así que una limpieza profunda era bastante tiempo.
Aún más si la mujer estaba hablando con el omega.
BeomGyu la miró limpiar la cocina, la sala de estar, la habitación, los dos baños que había, y otra habitación que hacía de oficina para el alfa
La mujer no se dejó ayudar pese a la insistencia del omega, solamente pidiendo su colaboración para mantener al perrito alejado del suelo cuando estuvo mojado.
—Tenga —ofreció BeomGyu a la mujer que le sonrió, amable y enternecida con su hospitalidad. Sujetó la taza de café que le ofreció, quedándose de pié, todavía faltaba la parte final que era una habitación más pequeña que hacía de depósito para cosas que no se utilizaran tanto.
Pero un descanso no vendría mal.
—Eres muy amable —señaló, bebiendo de su café, BeomGyu agradeció mirando a Príncipe acostarse a los pies de la cama, bostezando.
Tiene una cama inmensa y se acuesta en el suelo.
—Todas las personas que he visto con el señor Kang aquí son tan hostiles y ridículos —rodó los ojos, BeomGyu rió— Bueno, hay una muchacha que me cae bien... Es muy buena persona, Cicilia, Cecilia o algo así se llama —señaló, en ese momento, se escuchó el código del penthouse ser puesto, Príncipe se levantó de su lugar de inmediato, saliendo disparado a la puerta, ladrando cuando entró el alfa con una risa.
—Hola, Príncipe... No me extrañaste, ¿Verdad? No, nunca me extrañas —le habló al cachorro que esperó precisamente a qué el alfa se quitara un zapato para tomarlo y llevárselo, corriendo de nuevo a la habitación.
—¡Príncipe, no! —regañó BeomGyu entrando a la habitación para quitarle el zapato de la boca, pero el pequeño lo tomó como un juego, jalando en contra, el omega lo siguió regañando.
—Hola, señora Che —saludó con una sonrisa a la mujer que se la devolvió, bebiendo aún de su café.
—Sólo falta esta parte, por cierto... Ese muchacho ya tenía una parte limpia —acusó, TaeHyun rió escuchando a BeomGyu regañar a Príncipe.
—Es más ordenado que yo, si —admitió, asomándose en la habitación.
—Principe, te estoy diciendo que no, no es un juguete —regañó el omega sentado en el suelo, Príncipe meneó la cola de lado y lado— No es un juego, ¿Sabes cuánto cuestan estos zapatos? Si los dañas, voy a vender todas tus cosas para comprarlos, y no me va a alcanzar todavía, dame... ¡Príncipe, te estoy hablando! —lo regañó de nuevo, el cachorro soltó un lloriqueo, soltando el zapato que BeomGyu dejó de lado.
Príncipe se hizo bolita, lloriqueando una y otra vez, sin mover su colita.
—Ay, mi bebé, lo siento por gritarte, ven acá mi chiquito precioso —lo llamó, cargando al cachorro que seguía lloriqueando, BeomGyu le dió besos, dándole caricias, sintiendo que estaba más pesado— Ya, ya, chiquito —lo calmó, TaeHyun rió.
—Es un manipulador —señaló, mirando que a los segundos Príncipe estaba normal, lamiendo el mentón del omega, meneando su colita, BeomGyu lo observó.
—Por lo menos soltó el zapato —alzó los hombros, acercándose al alfa que besó sus labios a modo de saludo, casi caía la noche.
Príncipe gruñó por la cercanía de TaeHyun.
—Te van a regañar otra vez —acusó TaeHyun, el cachorro le ladró.
—Toma, carga a tu hijo, me voy con la señora Che —ofreció BeomGyu dejando a Príncipe en brazos de TaeHyun, saliendo de la habitación para seguir conversando con la señora Che, además de ofrecerle más café, incluso algo de comida.
TaeHyun recibió un gruñido de Príncipe, pero el cachorro no lo mordió, tampoco se agitaba para ser soltado, el alfa sonrió, acariciando al cachorro.
—Mira a la fiera, tranquilito —se burló, recibiendo una sola lamida en su mentón, seguido de un ladrido— Hay que llevarnos bien porque los dos queremos a BeomGyu, ¿Verdad? —le habló, Príncipe gruñó, moviendo las orejas.
TaeHyun lo dejó en el suelo unos segundos después, negando con la cabeza al ver al cachorro sacudirse.
Cómo cada vez que él lo tocaba.
—Odioso —acusó mirando al cachorro caminar por el lugar.
Ese día, les habían dado la noticia a él y a Kai que el agente Oh había sido suspendido por acusación de robo e incumplimiento al reglamento del caso y la agencia.
Alguien había mostrado videos y fotos del alfa robando el material de la computadora principal en el USB, y le habían suspendido por un mes.
Ellos debían aprovechar ese tiempo, y además, averiguar quién lo había delatado, puesto que así podrían tener más personas dispuestas a sacar a Oh definitivamente del caso.
Pero para eso, debían ir otra vez esa noche.
—¿Qué? ¿Cómo que en la noche? —preguntó BeomGyu alzando la mirada, estaba sentado a un lado del alfa, apoyado en su hombro, TaeHyun suspiró.
—Si... Es como hacer los dos turnos... Por hoy... —explicó besando su cien.
—Deberías dormir un poco entonces.
—No, así estoy bien —negó decidido a pasar el tiempo que le faltaba para irse con el omega, BeomGyu le dejó un beso en la mejilla, pasando sus manos por su cabello.
Si los demás del grupo afirmaban tener sus sospechas contra Oh, y se unían con la información que tenían, podían sacarlo del caso y la agencia mucho rápido, así como a cualquier infiltrado que hubiera.
Así las cosas irían más rápido, podrían tomar los testimonios de las víctimas y darles una mejor protección.
Así BeomGyu estaría seguro, y TaeHyun no estaría tan nervioso.
Podrían resolver eso de una vez por todas, sin tantos problemas.
Aunque bueno... Problemas era lo que sobraba.
Sólo que aún no habían llegado.
Ya me siguen en mi cuenta personal? 0.0
The_Dark_Diamond04
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