7
Ese mismo día, en la noche.
—Suzy... Suzy... Carajo... —BeomGyu bufó mirando a su compañera de camerino con la cabeza acostada sobre la mesa, dormida.
—Uhm... —la mujer se quejó cuando el otro la tomó de la cabeza y la alzó, notando que tenía algo de restos blancos en la nariz.
—Suzy, maldita sea, ¿Quién te dió esto? —preguntó limpiando la nariz de la mujer, inevitablemente preocupándose.
Suzy era de las pocas del club que no había ingerido drogas y que no necesitaba ni una gota de alcohol para sobrevivir toda la noche de servicio. Y la mujer siempre negaba cuando le ofrecían, pues caer en una adicción no le ayudaría ni un poco en su trabajo, y tampoco sería algo bueno para su hijo.
Suficiente era para el pequeño tener una madre que bailaba de noche.
—M-me... Ofrecieron... —murmuró la respuesta antes de reírse, cayendo otra vez sobre la mesa, BeomGyu suspiró sin poder hacer nada.
Tarde o temprano en ese mundo todos terminaban probando drogas o alcohol hasta volverse adictos, la mayoría seguía ese patrón, pero algunos lograban salir de ahí como BeomGyu, otros lo hacían esporádicamente, y otros como Suzy que se negaban rotundamente pero al final, caían en algún momento.
Para estar en ese mundo había que tener una voluntad muy fuerte para no caer, y al parecer, Suzy había sedido.
—Carajo... Ven, toma agua —llamó, ayudando a su compañera, dándole de una botella de agua, la mujer bebió obediente, en medio de risas y bajo el efecto de la droga.
En ese momento, alguien tocó la puerta.
—Pase —concedió volteando, mirando al jefe entrar, SooBin arqueó una ceja mirando la situación.
—¿Está drogada? —preguntó extrañado, conociendo bien a esa trabajora.
—Ujum —contestó el otro dejando el agua de lado, limpiando su nariz de nuevo.
—Alguien te busca, está en la habitación seis y ya pagó una hora entera —avisó, BeomGyu frunció el ceño.
Nos vemos en la noche, ojitos lindos. Recordó al alfa con aroma a canela, rodó los ojos dejando a Suzy en el camerino, saliendo con el jefe y colocando seguro por fuera.
Así nadie entraba y ella no podría salir a buscar más droga. Así cuando terminara su servicio podría ir con ella y ver cómo estaba.
—Así que... Tienes un admirador —señaló SooBin caminando a su lado, BeomGyu cruzó los brazos.
—Un acosador más bien —chistó abriendo la puerta para pasar, cerrando tras sus espaldas, dejando a SooBin sólo en el pasillo.
Miró la habitación, el alfa ya lo esperaba sentado en el sillón para tres personas, él estaba en el centro.
—Bienvenido —refunfuñó caminando para aparecer frente a él, TaeHyun sonrió estirando una mano hacia él.
BeomGyu dudó, pero dejó su mano sobre la del alfa, mirando como besaba su dorso.
—Buenas noches, ojitos lindos —saludó, el trabajador le quitó la mano de un manotazo, alejándose de él.
—¿Cerveza? —preguntó caminando al mini bar, TaeHyun asintió mirándolo tomar una botella para quitarle la chapa, dejándola a un lado para ir a entregársela.
—¿Trabajar aquí no es suficiente? También trabajas en un restaurante —habló dándole el primer trago a la cerveza, BeomGyu se paró frente a él, con las manos en la cadera, arqueó una ceja.
—No es problema tuyo.
—Que malhablado —burló mirando sus piernas expuestas, antes de volver a verlo a la cara— Ese restaurante es de mí familia, ¿Sabes eso? —preguntó, BeomGyu no aguantó la sorpresa, alzó las cejas y recordó vagamente como en el entrenamiento inicial los primeros días le mencionaron algo sobre la familia Kang.
Así que la misma familia que se había emborrachado en la despedida de soltero de uno de sus integrantes, eran dueños del restaurante donde trabajaba.
—¿Me estás amenazando con eso? —preguntó luego, TaeHyun rió, alzando un poco el mentón.
—Puedo despedirte si quiero.
—Hazlo, en una noche puedo hacer el mísero sueldo que dan —espetó sin pensarlo, se sintió algo avergonzado pero lo disimuló. Tal vez no tuvo que haber dicho eso, pero lo echo, echo está.
TaeHyun se quedó con una expresión neutra, poco a poco formando una sonrisa de diversión, sin tomarle importancia al insulto del sueldo de la franquicia de su familia.
Después de todo, no era sorpresa que el sueldo era poco.
—¿Por eso estás aquí? ¿Por el mísero sueldo que damos?
—No es tu problema —negó, TaeHyun se levantó del sillón, BeomGyu dió un paso hacia atrás— Si no quieres un baile, y solo vienes a joderme la vida, puedes irte y no pagar nada, hay mejores clientes que tú.
—¿Mejor cliente que yo? No creo —negó con una risa quitándose el saco que llevaba, dejándolo a un lado, solamente quedando con una camisa a botones negra.
BeomGyu retrocedió otro paso cuando el alfa avanzó con la botella en la mano.
—Hay algo que no entiendo...
—¿Tan pequeño tienes el cerebro? —preguntó BeomGyu sin pensarlo, estresado, harto de las actitudes tan prepotentes del alfa que caminó hacia él, hasta acorralarlo en una pared, sin tocarlo.
Su espalda tocó la pared, TaeHyun quedó a centímetros de él. Tuvo que alzar un poco la cabeza para verlo correctamente, unos diez centímetros más alto que él.
—Prefiero tener el cerebro pequeño que otra cosa... —murmuró con coquetería, BeomGyu bufó hastiado.
—¿Por qué mejor no-...
—¿Eres o no eres un prostituto? —preguntó sin dejarlo hablar, BeomGyu frunció el ceño, dándole un empujón por el pecho, aunque el alfa no se movió mucho— En la despedida de soltero, nos besamos, te toqué, incluso íbamos a una habitación porque el dueño avisó que todos los empleados daban todo tipo de servicio, ahora vengo y me amenazas con una botella y no quieres que te toque —habló, BeomGyu le mantuvo la mirada, la confusión era válida pues esa noche él tenía la orden de dar servicios sexuales y TaeHyun casi utiliza ese servicio.
—Fue sólo por esa noche —explicó, el alfa dejó una mano a un lado de su cabeza— Sólo hago servicios de baile, no tengo sexo con los clientes.
—¿Cuánto te iban a pagar por esa noche?
—¿Qué te importa?
—Claro que me importa, bonito —asintió dejando de apoyarse de la pared, sujetándolo del mentón para atraerlo hacia él, sus labios se rozaron— Quisiera terminar lo que comencé... —murmuró antes de besarlo, BeomGyu se dejó hacer, abrió los labios, cuando sintió la lengua del alfa adentrarse, la mordió con fuerza.
TaeHyun se separó con rapidez, dejando una mano en su boca.
—¡Carajo!
—Te dije que no doy esos servicios, imbécil, y ya te expliqué que fue por esa noche, si no lo aprovechaste, no es mi puto problema —espetó, mirando al alfa quejarse de dolor por su lengua. TaeHyun lo observó con el ceño fruncido, se quedó en silencio unos segundos.
—Si lo hiciste una noche, lo puedes hacer una noche más —supuso, BeomGyu apretó los dientes, sabiendo que él tenía todas las de perder en esa situación.
Él tenía dinero, muchísimo dinero y podía conseguir lo que quisiera.
Él solo era un empleado con un jefe que lo entregaría por cualquier suma.
—¿Eso es lo único que quieres? —preguntó mirándolo a los ojos, TaeHyun seguía en silencio, pensando.
¿Lo estaba obligando? ¿Estaba obligando al muchacho a hacer algo que no quería? No estaba razonando ahorita, estaba molesto, le había enojado que le hubiera mordido la lengua.
—Hay alrededor de veinte trabajadores sexuales en este club, siéntete libre de elegir a uno.
—Eso es algo que sé, pero no me atrae ningún trabajador... —negó dejando la botella en manos del otro antes de irse, dando un portazo y dejando el saco en el sillón.
BeomGyu se quedó sólo en la habitación, con la cerveza en manos, empezó a sentir algo de ansiedad.
¿A dónde se había ido? ¿Se había molestado?
—Carajo —bufó tomando el saco del alfa para salir de ahí, cerró la puerta mirando hacia los lados, ubicó a SooBin en la derecha, frente a él, el alfa de hace minutos.
Mierda. Pensó avanzando hasta ellos, odiando por completo la situación.
—SooBi-...
—Pagó un servicio sexual, contigo, en la habitación diez del piso dos —avisó SooBin con seriedad, mirando al trabajador, BeomGyu frunció el ceño, negando un poco con la cabeza.
—Yo no... Yo no doy ese servicio...
—Pagó el triple —señaló SooBin, TaeHyun sólo lo observaba fijamente, con prepotencia y altanería.
—Y-yo no...
—BeomGyu —cortó el alfa con el ceño fruncido, TaeHyun arqueó una ceja.
BeomGyu. Pensó mirando al otro resignarse para ir con él, guíandolo a la habitación que les habían asignado.
BeomGyu cerró la puerta a sus espaldas, quedándose de pié frente al alfa, apretó los puños con impotencia, aún más cuando el alfa besó su mejilla.
—Te llamas BeomGyu —murmuró el otro, sintiéndose ganador. Luego de que lo había amenazado con una botella, insultado y mordido la lengua, el omega estaba en sumo silencio.
Pero... ¿Estaba bien lo que estaba haciendo?
—Disculpa... —murmuró el trabajador apretando aún más los puños, sus nudillos se volvieron blancos de la fuerza.
TaeHyun soltó una risa burlona, besando su cuello con gusto, el aroma a fresas allí era un poco más intenso, pero sólo un poco.
—Ahora eres dócil... Qué ironía...
Se detuvo cuando sintió algo húmedo caer en su cuello.
Se separó con el ceño fruncido, mirando al trabajador.
Estaba llorando en silencio.
—¿Por qué estás...?
—¿¡QUÉ CARAJOS TE IMPORTA!? —le preguntó pasando una mano por sus ojos con brusquedad, aún así seguía llorando de la impotencia y la rabia que le daba toda la situación.
Siempre terminaba igual, se hacía el duro, el intocable y se defendía de los toques, pero al final del día si alguien con más dinero pagaba cantidades absurdamente grandes por tener sexo con él, debía hacerlo.
—¿¡No querías sexo!? ¡Ya pagaste, termina de hacer lo que vayas a hacer y lárgate! —le gritó empujándolo por el pecho varias veces hasta llevarlo a la cama, TaeHyun cayó sentado, con una expresión confundida.
Solo ahí, se estaba dando cuenta de lo que había hecho, solo por orgullo y molestia.
BeomGyu sorbió su nariz, mirando el buró a un lado de la cama, de ahí tomó una pastilla rosada.
—¿Qué es eso? No, no te lo tomes —negó TaeHyun casi de inmediato, levantándose para quitarle la pastilla al otro.
—¿Cómo quieres que tenga sexo con un tipo tan asqueroso como tú si no estoy drogado? —preguntó BeomGyu volteando a verlo con los ojos cristalinos.
Mierda, la cagué. Fue lo que pensó TaeHyun retrocediendo un par de pasos. Arrepentido.
—Yo ya no quiero sexo... Yo... Eh..
Lo siento —pidió, BeomGyu soltó una suave risa, incrédulo.
—Quitate la ropa, no tengo toda la noche —soltó resignado, quitándose la parte de arriba de su ropa, resignado, TaeHyun negó con la cabeza rápidamente.
Había actuado por medio de la molestia y había arruinado todo.
—Te dije que no.
—¿¡Entonces qué quieres!? ¡Pediste un servicio sexual, me humillas, me pides bailar! ¡Y ahora no quieres! ¡No tengo y no quiero perder tiempo con un tipo como tú! ¡Decide lo que quieres y no me molestes!
—¿¡Y cómo quieres que tenga sexo contigo si estás llorando!? ¡Tú no quieres!
—Parece que eso no te importó antes —señaló dejando al alfa en silencio, sorbió su nariz, BeomGyu tomó un respiro— Si no quieres nada, me voy...
—Lo siento... —pidió, tomando la muñeca del otro antes de que se fuera, BeomGyu lo manoteó.
—Eso no arregla nada ni te hace bueno, con que no aparezcas más por mí, es suficiente —fue lo único que dijo antes de salir, sin importar si el dinero se lo darían o no, si el cliente estaba feliz o no. Solo quería ir a casa ya, con su peluche.
Pero para su sorpresa, al día siguiente SooBin le avisó que el alfa no había retirado nada de dinero, a pesar de que no recibió los servicios completos.
Así había sido las primeras veces que se encontraron, los primeros momentos y a pesar de que BeomGyu le había dicho que no volviera, él lo hizo.
Por dos semanas enteras.
:D
Si hay algún error, avísenme plisss, ya está corregido pero la maravillosa app (nótese el sarcasmo) no me está guardando algunas partes de la edición
The_Dark_Diamond04
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