69
—Un whisky... —pidió con cansancio el agente Oh, suspirando mientras esperaba su bebida, el club con la música a todo volumen, además de personas bailando— ¿Trabajas aquí, lindo? —preguntó a un omega que bebía de una copa de vino vistiendo un saco de piel, un estilo totalmente elegante y extravagante.
—¿Me ves cara de puta, malnacido? —preguntó el omega arqueando una ceja.
—Entonces vienes por una copa, bonito —señaló metiendo su mano en su bolsillo, acercándose a él.
YeonJun le dió una sonrisa hipócrita dejando el vino en la barra.
—Tocame y sales de aquí hecho pedacitos —señaló dándole una mirada, arqueando una ceja con autosuficiencia y burla cuando sintió un cuerpo más grande que el suyo pararse a sus espaldas, rodeando su cintura, dejando su mano grande en su abdomen.
—Te dije que fueras a mi oficina —reclamó SooBin al agente que sólo rodó los ojos, dejando el whisky, ignorando a YeonJun que sólo tomó de su vino, escuchando todo.
—¿No puedo tomar un whisky? En esa oficina hace calor —señaló mirando al club, SooBin sólo suspiró, dejando su nariz en la cien de YeonJun, el aroma a limón era suave.
—¿Trajiste el USB? —preguntó metiendo su mano bajo la ropa de YeonJun, acariciando directamente su abdomen aún oliendo su cien, deslizándose detrás de su oreja.
—Si, aquí está...
—Si te descubrieron estás muerto, bueno, no es mi problema siempre y cuando no me delates —habló recibiendo el USB con su mano libre, dejándolo en los bolsillos del omega que sólo tarareó la canción, sin inmutarse por la cercanía de su primo.
—Más te vale subirlos en otro lugar más privado —advirtió señalando al alfa que asintió— En unos días celebraré mi cumpleaños, es una lastima que no puedas asistir, ni tú ni tú... Esposo —soltó ladeando la cabeza, SooBin frunció el ceño.
—No so-...
—Mi marido tiene cosas más importantes que hacer —cortó YeonJun bebiendo de su copa, SooBin dejó de tocarle el abdomen, sólo dejando la mano en su cintura.
—Por cierto... Será en el restaurante donde trabaja el bailarín... El de ojos claros —señaló, SooBin ladeó la cabeza con una risa.
—Uhm, más te vale amenazarlo, o te delatará —advirtió SooBin confiado en que BeomGyu no tenía las suficientes agallas de delatarlo, aún menos sabiendo que podía obtener información de inteligencia nacional.
El agente Oh, solamente bebió de su whisky, mirando el ambiente del club.
Disfrutó lo que quedaba de noche con los empleados, relajándose luego de una jornada laboral, obteniendo gratuitamente todo lo que quisiera.
—Yo no soy tu marido —negó SooBin cuando el agente los dejó solos, YeonJun se dió la vuelta con una sonrisa.
—Pues... Estamos a un paso de serlo —rió terminando su copa, SooBin rodó los ojos— ¿Ah? ¿No te importa? Pues me voy con ese hombre de allá, se ve delicioso —bromeó avanzando hasta un alfa en una esquina, pero SooBin lo jaló de la muñeca.
—No dije que no me importara —señaló, dejándolo a su lado, YeonJun sonrió, recostando su cabeza del cuerpo ajeno, mirando el ambiente— No me gusta como ese tipo te mira...
—¿El agente ese? Es un calentón... Pero bueno, lo justifico —volteó a ver al jefe que sólo frunció el ceño— Yo sólo soy... Un omega sólo, sin marca, sin anillo, sin nada en un club... —dramatizó, SooBin chasqueó la lengua.
—Deja el drama, YeonJun, para algo te dí un arma que... ¿Dónde está? —preguntó tanteando los pantalones del omega que alzó los hombros.
—En casa...
—¿Cómo que en casa? Te la di para que la tengas siempre, no de decoración...
—SooBin, carajo, ¿No ves que no me combina con la ropa? —preguntó antes de reír, el alfa se quedó serio, recibiendo un beso en sus comisuras seguido de un abrazo por los hombros.
YeonJun no veía la necesidad de llevar un arma a un lugar en donde SooBin estuviera.
Sabía que con él, irónicamente, estaba seguro.
8:00 AM.
TaeHyun llegó puntualmente a las ocho, con desayuno para ambos y una cara de muerte que fue burla del omega.
—¿Y cómo te fue?
—Bien...
—¿No te peleaste con tu compañero?
—No... Pero es un fastidioso —murmuró, el omega bebiendo el jugo de fresas que le había llevado el alfa, estaba sentado en la cama, con la espalda en la cabecera, el alfa sobre él, acostado en su regazo, entre sus piernas, sin zapatos y sin la camisa, la mano libre el omega rascando su espalda con lentidud— Se mete en dónde no debe...
—¿Lo odias mucho?
—Si... No me gusta como piensa... Tampoco como se expresa...
—Bueno, eso hay que respetarlo, no todos piensan como tú...
—Si, a los demás hay que respetarlos, a él no... —negó con la voz baja, adormecido, frunció el ceño cuando el omega se detuvo— Pero sigue...
—Un momento —pidió dejando el jugo en el buró para seguir con su trabajo, mirando al alfa adormecerse poco a poco, quedándose dormido a los segundos.
Aún así, se quedó en silencio, mirando su espalda y rascando mientras empezaba a repasar lo que tenía que hacer ese día.
Debía limpiar la cocina y sala de estar, totalmente a profundidad, hacer comida para los dos, y tal vez hacer estiramientos.
Pero para empezar necesitaba que cierta persona se quitara de encima.
Acarició el cabello del alfa que se removió, haciéndose a un lado en su sueño, quedando a un lado, más que dormido.
Se encargó de cubrirle las piernas con una manta, hasta el pecho, tomó su teléfono y su jugo, saliendo de la habitación cerrando la puerta.
—Pero mira quién está despertando a ésta hora... Y en un lugar fuera de su camita —habló BeomGyu mirando a Príncipe estirarse con un bostezo, el cachorro se había cambiado de lugar en la noche— El piso frío y tú durmiendo ahí, ¿O tenías calor? —preguntó acariciando al cachorro que sólo estornudó, empezando a seguirlo por la casa— Salud —mencionó terminando el jugo de fresas para empezar con sus tareas del día, todo con un pequeño cachorro siguiéndolo y ladrando al trapeador, tomándolo como su enemigo.
BeomGyu rió, alzando el trapeador al ver al cachorro querer atacarlo.
—No hace nada —le habló, empezando a rodar los muebles y cambiando de lugar momentáneamente la comida del cachorro.
Para limpiar necesitaba que unas patitas no lo siguieran, además no quería lastimarlo con algo o que estuviera expuesto a los químicos que usaba para limpiar.
Por eso, cuando fue medio día e iba a empezar a limpiar con químicos y_ líquido, tomó algunos juguetes y a su cachorro.
—Vas con tu enemigo número uno —le habló al perrito abriendo con cuidado la puerta de la habitación, TaeHyun estaba dormido boca abajo, abrazando una almohada, la habitación olía a canela.
Dejó a su cachorro ahí, dándole un beso en medio de las orejas antes de cerrar la puerta, dedicándose a limpiar en silencio, pasando las horas más rápido de lo normal.
TaeHyun había llegado a las ocho de la mañana, y había dormido todo el rato que BeomGyu estuvo limpiando tanto la cocina como la sala de estar.
Y eso fue hasta las dos de la tarde, dónde el omega ya estaba terminando de colocar las cosas en su lugar, ya el suelo estaba seco, todo limpio, e incluso había limpiado dentro del refrigerador.
Inevitablemente encendió un cigarro, tomando asiento luego de un buen rato, orgulloso de cómo había quedado todo.
Escuchó la puerta de su habitación abrirse, seguido de muchos ladridos y las patitas de Príncipe empezar a correr por todos lados, BeomGyu rió.
—Come Almas le abrió un agujero a su camita —avisó el alfa apoyado en una pared, soltando un bostezo, despeinado, BeomGyu ladeó la cabeza con una risa.
—Si... La escarba mucho en las noches, debo coserla —afirmó calando del cigarro, soplando el humo a un lado, TaeHyun bostezó de nuevo, tomando asiento a su lado, cerró los ojos cuando el omega le peinó el cabello con su mano libre, riendo de lo desordenado que estaba.
—¿Ya limpiaste?
—Si, me faltan las habitaciones, el baño y el cuarto de lavado pero lo dejaré para otro día —afirmó, mirando a Príncipe jugar animado, corriendo todo el espacio de la sala de estar, ya estaba aburrido de estar en la habitación y se notaba.
TaeHyun sólo lo observó, mirándolo fumar.
—Es el primero del día —explicó el omega apagando el cilindro en la mesa. TaeHyun asintió.
—Eso espero...
—No he fumado mucho desde que llegó Príncipe —comentó, soplando el humo que le quedaba— Estornuda mucho así que he estado fumando menos...
—Eso es bueno, me alegro mucho de que esté más regulado... —mencionó inclinándose a besar su barbilla.
El plan que tenían él y Kai de cierta manera necesitaba ayuda, lo intentarían entre ellos dos pero si no resultaba, buscarían ayuda.
Y BeomGyu estaba entre las opciones de ayuda.
Aún así, no le comentó nada al omega hasta que no estuvieran seguros y con el plan bien formado.
—¿Qué te parece si vas a mi apartamento? —preguntó mirando al omega ladeó la cabeza.
—No puedo dejar a Príncipe sólo...
—Bueno, él también puede ir —rió, proponiendo pasar una semana en casa del otro.
Príncipe tendría las mismas comodidades que en casa de BeomGyu, así que no había problemas. Además, el penthouse de TaeHyun era mucho más grande claro está.
BeomGyu aceptó sin problemas, aún más cuando su cachorrito tendría las mismas comodidades.
Si hacían esa rutina, no dejarían de verse, BeomGyu trabajaba en la mañana y tarde, TaeHyun en las noches, aún así tenían horas que podían pasar juntos, y sus días libres coincidían.
Ambos se estaban dejando llevar por lo que sentían y por lo que sus corazones les pedían, sus mismos lobos impulsando esas decisiones.
No estaba mal, no estaban apresurados, no había un manual que seguir para ser novios o algo parecido.
Y si así lo hubiera, no lo utilizarían, ellos estaban haciendo lo que mejor les parecía, lo que mejor se sentía.
—Esto... No influye en tu trabajo, ¿No? —preguntó BeomGyu horas después, besándolo mientras estaba sentado en su regazo, abrazando sus hombros, sintiendo las manos del alfa en su cadera, ambos besándose con fervor, convirtiendo un beso suave en uno que iba aumentando sus temperaturas.
TaeHyun negó, soltando un sonido luego.
—Mientras... No sepan —murmuró volviendo a besarlo, metiendo sus manos bajo su ropa, el otro arqueó la espalda jadeando.
Mientras estuviera en el caso, obviamente no se podía saber nada de su relación pues podía ser cambiado de misión y no era lo que quería.
Así que mientras nadie supiera todo estaba...
—Ay, mierda —murmuró dándose cuenta de algo, BeomGyu lo observó.
—¿Qué? —preguntó limpiando sus labios con su dorso, TaeHyun mordió su labio inferior.
—Creo que... Alguien sí tiene que saber de esto... —habló, recordando a Kai, sí iban a trabajar aparte de la agencia, de una forma u otra debía saber.
Confiaba en el omega, aún así, sentía algo de nervios al decirle...
Suspiró, mirando al omega, BeomGyu sólo masajeó sus hombros.
—Siempre y cuando no te despidan, todo está bien —bromeó soltando una risa luego, TaeHyun besó su mentón, subiendo las manos por el pecho del omega que mordió su labio inferior.
Se preocuparía de decirle a Kai luego, ahorita estaba algo... Ocupado.
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The_Dark_Diamond04
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