1 mes fuera del club.

Oficialmente tenía un mes fuera del club, su tobillo había mejorado muchísimo, y a pesar de que seguía en tratamiento, podía caminar con normalidad, aún con un vendaje puesto.

Su recuperación había sido excelente, tanto, que aprovechaba todo el tiempo libre que tenía y el espacio de su casa para hacer ejercicios para no perder la condición que tenía en el club como bailarín.

Después de todo, eso sí le gustaba.

Estaba agitado luego de terminar los ejercicios, pasó una toalla por su cara, quedándose sentado en el suelo.

Su teléfono sonó, un tono diferente al que le tenía a los otros pocos contactos para no asustarse cada que el teléfono sonaba. Se levantó del suelo, caminando a su teléfono, contestó la llamada colocando el altavoz.

—¡Buenos días!

—Que alegre suenas —murmuró secando el sudor de su cuello, caminó con el teléfono en manos hacia su baño, dejándolo en la encimera a un lado del lavabo.

—Lo estoy...

—Ujum...

—¿Qué estabas haciendo?

—Ejercicio...

—¿No te dolió nada? Sé que ya estás más recuperado y ya estás como si nada, ¿Pero no sientes dolor?

—Estoy bien, baboso, no me duele nada —aseguró quitándose la playera, también los pantalones para meterse a duchar.

—Quería verte hoy...

—¿Para qué?

—Podemos estar aquí en mi apartamento y luego ir a comer algo...

—Jum... —soltó un sonido sabiendo que significaba ir al apartamento.

A ver películas claro que no era.

—Puedes decir que no —recordó TaeHyun arrojado en el sillón de su casa.

—¿A qué hora?

—La hora que quieras, ojitos...

—Dame dos horas, e iré.

—Yo paso por ti —ofreció el alfa colgando con una pequeña sonrisa.

TaeHyun dejó su teléfono de lado, levantándose del sillón.

—No me he ido, ¿Y ya estás invitando a alguien más? Que nivel de descaro —se burló Cecilia saliendo con una toalla envuelta en su cuerpo, recién salida de una ducha, TaeHyun la observó.

—Es mi amigo —señaló levantándose, Cecilia rió volviendo a la habitación para terminar de secar su cuerpo y cambiarse la ropa para irse, ya había cobrado su favor de la última vez.

—Yo también soy tu amiga y me acabas de acomodar la matriz —señaló ella de vuelta colocándose su brasier frente al alfa que sólo la observó fijamente, apoyado del marco de la puerta.

—Como sea, ya cobraste tu favor, no creo llamarte en un tiempo —habló, Cecilia alzó los hombros, terminando de vestirse, secando su cabello con la toalla.

—Ya encontraste un juguete nuevo —canturreó con una sonrisa, TaeHyun chasqueó la lengua con el ceño fruncido.

—No es un juguete, Cecilia —negó a la defensiva, la mujer carcajeó.

—No te enojes por algo tan simple, bonito... —negó dejando la toalla en su lugar, ya estaba lista para irse. Tomó su teléfono y lo metió en su bolsillo— Creo que me tengo que olvidar de ti por un tiempo... Ya que estás loquito por ese juguete por lo que veo —señaló riendo cuando el otro frunció aún más el ceño, sin gustarle la manera en la que la mujer estaba hablando.

Aunque ahora que se fijaba, Cecilia siempre había hablado así.

Sólo era en ese momento que le estaba molestando.

—Dime, ¿Es el de las botas de la otra noche? —preguntó colocándose sus zapatos en el sillón de la sala.

—No es tu problema.

—Si, es él... Ah, eran hermosas, solo una perra de verdad se atreve a usar esas botas... Y perra en el buen sentido —señaló levantándose con sus zapatos, tomó su cartera del recibidor, mirando al alfa que estaba de brazos cruzados— Disfrútalo —deseó abriendo la puerta.

—Adiós...

—Extrañaré tus dedos, nos vemos~ —canturreó cerrando la puerta a sus espaldas, TaeHyun rodó los ojos arrojándose al sillón.

De todos sus amantes, Cecilia era la más intensa.

Aún así, le gustaba la mujer. Físicamente hablando.

Miró la hora, debía quitar las sábanas y colocar otras, así como quitar el aroma a sexo, ducharse y cambiarse para buscar al bailarín.

En todo ese tiempo, luego de su trato, se cuestionó si estaba bien o no hacer eso, y llegó a la conclusión de que así como tenía varios amantes, no veía lo malo de tener un amante más en la lista, es decir, BeomGyu.

Los dos estaban de acuerdo, él aparte de sus buenas intenciones enserio tenía las ganas acumuladas desde un principio y a pesar de que había estado teniendo relaciones con sus amantes, seguía acumulando esas ganas.

Porque ninguno de sus amantes era él.

—Uhm, quedó bien —murmuró mirando la cama, todo de color blanco.

Se encargó de sí mismo, dándose una ducha fría, lavando su cabello.

Pensó en su agencia, en el trabajo que le esperaba cuando volviera de vacaciones.

Ya habían encontrado a varios sospechosos, y entre ellos, estaba Choi SooBin, gracias a qué Huening Kai aportó a su inclusión en el caso, aún estaban recolectando pruebas, buscando evidencias y el equipo de información estaba al tanto de las búsquedas y publicaciones de vídeos nuevos.

La etiqueta principal de cada vídeo era Hurtcore.

Una etiqueta utilizada en la pornografía, siendo este el fetiche para las personas que se excitan con el dolor, o incluso con torturar a otra persona contra su voluntad. Todo esto, sin tomar en cuenta las edades de las personas.

Podrían ir desde bebés, hasta adultos mayores.

Aún así, no se habían topado con alguno de bebés, solamente habían registros de niños y adultos jóvenes.

Lo inusual, era que las direcciones de cada vídeo eran diferentes, los de niños tenían una dirección diferente a los de adultos, los de masoquismo tenían otra dirección diferente, lo que llevó a la conclusión de que habían jefes diferentes por sector.

Él debe estar en el masoquismo. Pensó en Choi SooBin y guiándose por las marcas que había visto en BeomGyu esa noche, supuso que era quien se dedicaba al contenido de masoquismo.

Y no estaba para nada equivocado.

Aún así, la agencia estaba poniendo todo su esfuerzo en primeramente encontrar el paradero de los niños.

Pero parecía cada vez más complicado, eran tipos que sabían esconderse, pruebas que no encontraban, siempre caían en un espacio que no los dejaba avanzar.

Era complicado, pero no imposible.

Todos los equipos estaban dedicados a ese caso, manteniendo la confidencialidad de las personas y respetando a las víctimas, puesto que de una forma u otra tenían que ver los vídeos publicados para investigar e identificar a las personas.

La cantidad de páginas y plataformas que había en internet que se prestaban para ese tipo de contenido era infinita, cosa que también les hacía difícil el proceso.

Él solo esperaba con ansia llegar de vacaciones y ayudar en todo lo que pudiera para resolver ese caso, y encarcelar a los autores.

Sobretodo, a Choi SooBin.

No quería darle muchas vueltas a ese asunto y pensar de más, pero era obvio que algún día él tendría que decirle su verdadera profesión a BeomGyu, él era una de las víctimas, cercano a SooBin y que tarde o temprano debía confesar lo que sabía en plan de víctima para colaborar con la autoridad.

Aún así, no quería pensar cuando ese día llegara.

Por eso, despejó su mente de ese tema, sonriéndole al omega cuando lo observó subir a su auto, de copiloto.

BeomGyu le devolvió la sonrisa, cerrando la puerta.

La tensión empezó a hacerse presente.

—Tu no tienes problemas, ¿No? De hacerlo hoy...

—No tengo ninguno —negó, BeomGyu suspiró sintiéndose algo nervioso por la situación, aún así, se había mentalizado esas dos horas para lo que iba a suceder.

Lo hizo por dos años, lo había hecho hace un mes, en contra de su consentimiento pero lo había hecho, así que, solamente debía darle lo que quería.

—Te voy a explicar algo... Si no te gusta la idea, está bien y podemos dejarlo —mencionó TaeHyun, BeomGyu lo observó conducir, esperando a que hablara.

—No me vas a sacar sangre —negó ante el silencio del alfa que se tensó con el ceño fruncido.

—¿Qué clase de sádico crees que soy? No te iba a decir eso...

—Bueno, te quedaste callado y pensé que era algo alocado —alzó los hombros, mirando el camino, no era tan lejos después de todo.

Aunque bueno, TaeHyun no conducía a una velocidad normal, siempre iba un poco más rápido.

—Mi manera de tener sexo, es hasta el cansancio —explicó relamiendo sus labios para aliviar la tensión, BeomGyu asintió.

—No esperaba menos de un ninfómano como tú...

—¡No soy ninfómano! —negó en un quejido, BeomGyu soltó una risa, abriendo la puerta cuando el auto se estacionó, tomando su mochila para subir junto al alfa.

En su mochila, había llevado lo necesario, un cambio de ropa interior, sus cosas personales para una ducha, sus cigarrillos y encendedor, además de su identificación y llaves.

Era lo único que necesitaba.

Entró con confianza, pensando en que visitaría muchas veces ese penthouse tan lujoso, se quitó los zapatos, dejando la mochila en el sillón.

—¿Quieres agua? —preguntó el alfa recibiendo un asentimiento del omega que observó de lejos un cuadro, era una pintura blanca y negra, tenía salpicaduras, era rara, pero solamente negro y blanco, nada de color.

Y claro, todo el penthouse era totalmente minimalista.

—Si, quiero agua...—asintió de nuevo, distraído y desviando la mirada a otro lado, mirando lo demás, las leves decoraciones y los pequeños detalles.

—¿Te gusta la decoración? —preguntó TaeHyun acercándose a él, entregándole una botella sellada de agua, BeomGyu la abrió asintiendo.

—Es sencillo, pero bonito —sinceró, bebiendo un sorbo, luego un trago, sin tomar mucho, decidido a llevarse la botella con él a la habitación.

TaeHyun se acercó a él un paso, dejando su barbilla en su hombro, pasó su nariz por su cuello, oliendo la fresa, suspiró con gusto.

—¿Quieres ver la decoración de la habitación? —preguntó, usando un tono bajo, BeomGyu cerró la botella, una sonrisa leve en sus comisuras.

Ellos iban a algo, no iban a perder tiempo ni a dar largas.

—Llevame a ver la decoración —asintió dándose la vuelta, pasó sus brazos por los hombros ajenos, el alfa lo tomó de los muslos, alzando al omega con facilidad.

—Si me dices un no, me detendré —aseguró caminando a la habitación, mirándolo a los ojos, BeomGyu rió acunando su mejilla con su mano libre, se inclinó y mordisqueó el lóbulo ajeno antes de susurrar:

—No creo querer que te detengas, Kang...

Oficialmente, en el siguiente episodio vendrá el smut... ¿Que opinan?

Adiosss!

The_Dark_Diamond04