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29

—Abre la boca —ordenó el alfa frente a él, solamente podía etiquetarlo como un alfa por el porte y aroma, no conocía su nombre, siquiera sabía si era coreano o no, lo veía distorsionado por la venda que había en sus ojos, apenas y se transparentaba.

Negó con la cabeza sintiendo a otra persona tomarle las muñecas en su espalda, estaba desnudo, la única prenda que tenía eran medias a medio muslo, recordaba que eran rojas.

—¡Que abras la boca! —ordenó de nuevo tomándolo del mentón, BeomGyu negó soltando un lloriqueo.

—Ten —escuchó la voz de su jefe, el sonido de algo metálico— Solo ponle eso y vuelve a intentarlo —solucionó antes de encender un cigarrillo, quedándose sentado tras la cámara que esperaba para grabar.

El omega se vio forzado a abrir la boca, un aro de metal en su boca que se enganchaba en la parte de atrás de su nuca con una correa de cuero, se tensó sintiendo un pinchazo en su antebrazo, se removió con fuerza, intentando cerrar la boca.

Poco a poco, empezó a sentirse relajado y excitado, empezó a sentir los agarres de sus manos soltarse, se apoyó en el suelo, quedando en sus cuatro puntos.

Soltó un jadeo sintiendo una mano en su mentón.

—Empiecen a grabar —ordenó el jefe soplando el humo hacia arriba, mirando una de las tantas filmaciones que publicaría en páginas de internet en dónde el público debía pagar para ver. Además de venderlo a precios altos a los pervertidos adinerados.

Y claro, a cada actor se le tenía que dar un pago por la actuación, ¿Cierto?

—¡Más duro! —gimió el omega cuando le quitaron el aro de la boca, de su lengua se deslizaba algo de semen mezclado con saliva, uno de los tipos lo embistió con más rudeza— ¡Ah, si! —volvió a gemir, sin saber qué decía o hacia, totalmente drogado.

Su paga, era recibir un placer que no pedía y que luego no recordaba.

Y los otros, un par de billetes verdes y problema solucionado.

Así se manejaban las cosas, y no había lugar a quejas.




















































—Bombón, ¿Qué tal si me llevas a una habitación? —preguntó un tipo alto, con anillos relucientes y un porte elegante, BeomGyu le sonrió mientras limpiaba la barra, dejándole una copa de vino en frente.

—¿Qué tipo de servicios quieres, corazón? —preguntó apoyando los codos en la barra, pestañeando un poco más lento, mirando fijamente al hombre que sonrió, acercándose a él.

—¿Qué ofreces?

—Bueno, puedo bailarte encima —ofreció quitando un inexistente polvo del hombro del tipo que sonrió.

—¿Y otra cosa?

—¿Qué otra cosa? —preguntó ladeando la cabeza, fingiendo inocencia.

—Bueno... Se ve que sabes hacer más que bailar... —murmuró dándole una mirada sugestiva, BeomGyu rió falsamente.

—No sé de dónde sacas eso...

—Te ví en un vídeo —contestó dejando al omega sin respuestas, se sintió incómodo, tragó grueso.

Más de un cliente lo había reconocido por los ciertos vídeos de los que no estaba orgulloso, y de los que no quería saber nada.

—Ah, eso fue hace mucho tiempo —hizo de menos saliendo de la barra— Ahora solo bailo, ¿Lo tomas o lo dejas, corazón? —preguntó dejando sus manos en sus caderas, le dió una sonrisa mirando al alfa levantándose, señalando a una mesa.

—Somos tres —avisó señalando a los otros dos en una mesa, bebiendo cerveza.

Ni loco me voy a encerrar con tres. Pensó acercándose al alfa para dejar una mano en su pecho, le dió una mirada coqueta.

—La cantidad no importa —negó dejando al otro tomarlo del mentón.

Miró por encima del hombro de ese alfa, había otro alfa que él conocía muy bien.

Le había gritado en su auto la noche anterior.

TaeHyun.

—Sígueme —pidió mirando al cliente que lo sujetó de la cintura, los otros dos lo siguieron.

BeomGyu volteó por encima de su hombro, solo dándole una mirada a TaeHyun antes de seguir con los tres alfas.

—Una cerveza —pidió TaeHyun en la barra con el ceño fruncido, recibiendo la botella con molestia.

¿Ahora qué hacía?

Soltó un bufido, levantándose para caminar por ahí, mirando a los demás trabajadores y a los demás clientes, se quedó parado en la entrada del pasillo donde estaban las habitaciones de los bailes, bebiendo su cerveza con lentidud y negando cada que alguno de los empleados iba a insinuarse o a ofrecer algo.

Por otro lado, BeomGyu dejó pasar a los alfas, pero en lugar de cerrar la puerta, la dejó libre, si estaba en peligro, sólo con empujar saldría.

Les sirvió los tragos a los tres, les sonrió y bailó para cada uno en particular, incluso bailó en el pole y recibió todo el dinero que le dejaron dentro de la ropa.

—Siéntate —pidió el más alto de todos, haciendo un espacio para el omega que negó con la cabeza.

—No, gracias —rió mirando las botellas de los tres, ninguna necesitaba ser cambiada.

—Oh, vamos —animó un segundo tomándolo de la muñeca con fuerza para jalarlo, y dejarlo sentado en el regazo del tercero que lo tomó de la cintura también con fuerza.

Frunció el ceño, sintiendo a los tres encimarse.

—¡Basta, les dije que no doy ese servicio! —gritó, uno lo agarró del cuello, obligando a besarlo, metiendo su lengua en su boca. Los demás empezaron a tocarlo.

BeomGyu le mordió la lengua, haciéndolo alejarse, pateó su abdomen y estiró su brazo a una de las botellas, la partió contra la mesa.

—¡SUÉLTAME! —exigió empujando al que lo tenía agarrado de la cintura, se levantó apuntando a los tres con la botella partida a la mitad, uno se desinteresó de inmediato, chasqueando la lengua, pero los otros dos lo observaron con el ceño fruncido, indignado— Les dije que solo doy bailes...

—Cien dólares por cada mamada que nos des, ¿Te parece, lindura? —preguntó uno con una risa, BeomGyu soltó una risa sarcástica.

—Jódete —fue lo único que dijo, alzando su dedo medio de su mano libre.

—Lo tiene que hacer a las malas —señaló abriendo su saco, sacando de ahí un cuchillo pequeño.

BeomGyu retrocedió con miedo, empezando a hiperventilar.

—¡Ven acá! —llamó uno mirando al omega salir corriendo fuera de la habitación, BeomGyu miró hacia atrás, los tipos lo seguían, corrió con la botella en la mano el largo pasillo que se le hizo eterno.

Uno de ellos lo tomó del cabello, jalando hacia atrás, BeomGyu le reventó lo que le quedaba de botella en la cabeza, soltando un jadeo asustado cuando observó el filo cerca de su cara. Se quedó estático.

—Tu jefe dijo otras cosas de ti, que decepción —bufó mirándolo fijamente.

—¿M-mi jefe...? —preguntó dando un salto en su lugar al escuchar un estruendo que lamentablemente reconocía a la perfección.

Un disparo.

Se agachó dejando sus manos en sus oídos, mirando a los tipos retroceder, el cuchillo cayendo frente a él.

No lo toquen.

¿¡Qué mierda pasa aquí!? —preguntó la voz furiosa del jefe, mirando la escena, BeomGyu se tensó en su lugar.

—¡Ésta puta nos golpeó y siquiera hace lo que prometiste! ¡Eres un chasco! ¡Los vídeos son mejores! —insultó uno de los tipos de brazos cruzados, dándole un empujón en el brazo a SooBin que observó al bailarín arrodillado en el suelo, con las manos en las orejas, a unos pocos metros Kang TaeHyun apuntaba aún con su arma, mirándolos con el ceño fruncido.

—Hijo de puta... —bufó caminando directamente hacia TaeHyun, pero un agarre en su pantalón lo detuvo.

BeomGyu se aferró al pantalón del jefe para impedirle caminar, SooBin lo tomó del brazo para levantarlo, maltratando en el camino.

—Tu y yo tenemos que hablar —avisó entre dientes, aún sujetándolo con fuerza, BeomGyu volvió a dar un salto en su lugar cuando escuchó otro disparo.

TaeHyun ladeó la cabeza, mirando a SooBin.

—Suéltalo —pidió, SooBin chistó, apretando aún más el brazo del omega que se quejó, tratando de quitar el agarre, pero el alfa apretaba más.

—Tu no eres nadie aquí —negó, mirando de reojo como los dos tipos se iban con bufidos de decepción, enojados y sin nada de diversión esa noche.

—Lo quiero —pidió sin bajar el arma, SooBin arqueó una ceja con altanería.

—Cómpralo —ofreció, agitando el brazo del omega que se quejó, haciendo una mueca de dolor— Los tres deberíamos conversar, ¿No creen? —preguntó empujando al omega hacia TaeHyun, BeomGyu chocó con el pecho del alfa, alzó la cabeza para ver a SooBin.

—¿Para qué? —preguntó con el ceño fruncido, SooBin alzó los hombros dándose la vuelta.

—Hay que aclarar las cosas... Pero me tienen que dar unos minutos, tengo que arreglar el desastre que hizo cierta puta con aires de superioridad —comentó haciendo un gesto con la mano, caminando por el pasillo a pasos furiosos.

BeomGyu tragó grueso, mirando la botella rota en el suelo, además del cuchillo que usaron para amenazarlo.

—Vete de aquí, no te voy a atender hoy —habló sin ver a TaeHyun directamente, solamente observando de reojo como guardaba el arma en su pantalón. Se separó un poco de él, cruzando los brazos.

¿Siempre tuvo un arma? ¿Por qué la tiene? ¿Es mafioso, policía? ¿Qué hace con un arma?

—¿Cómo te sientes? ¿Te hicieron algo o...?

—¡Que te vayas! —contestó volteando a mirarlo, con mucho coraje y miedo de la situación.

Sabía que nada iba a terminar bien en la oficina de SooBin, y con el reciente suceso tampoco se sentía bien.

—No, voy a esperar por ti y voy a hablar con ese-...

—¿Crees que vas a cambiar algo? ¡Quítate ese maldito complejo de salvador! —le gritó en medio del pasillo, llamando la atención de los demás que pasaban o estaban lejos, BeomGyu se dió la vuelta para irse, TaeHyun lo siguió— ¡No me sigas, te dije que te fueras!

—¿¡Cómo quieres que me vaya!? —preguntó sintiendo al omega jalarlo de la ropa a una habitación, ésta era diferente, tenía una cama solamente, claramente para servicios sexuales.

—¿¡Crees que vas a solucionar algo!? ¿¡Tú crees que hablando con él vas a hacer algo!? ¡Te lo digo, vete de ésta porquería, TaeHyun porque no te necesito, no necesito que me cuides, no necesito que hagas esto por mi!

—¿Vas a dejar que te golpee como si nada? —preguntó cruzando los brazos, el omega lo observó en silencio— No es complejo de salvador, es darte tú lugar, es darte a respetar, porque tu-...

—¡Ja! ¿Mi lugar? ¿Darme a respetar? Hace años perdí el respeto de muchas personas, nadie me respeta, nadie respeta a alguien como yo, y mucho menos lo va a-...

—¿Tu crees que eres un objeto? —preguntó cortando sus palabras— ¿Tu crees que no vales nada? Y no, no me digas que te sabes cuidar sólo, y tampoco que no me necesitas, ¿Qué te hubieran hecho si yo no estaba ahí?

—¡Nada que no haya pasado ya! ¡Carajo, solo vete! ¡Vete y deja de meterte en mí vida! —pidió a gritos, TaeHyun negó.

—Voy a hablar con ese cabrón. Me interesa una mierda lo que me digas —negó dejando de verlo, observando el alrededor de la habitación, definitivamente la temática afelpada y neón de la habitación gritaba fetiches y sexo por todos lados.

—¿Acaso estás obsesionado conmigo? —preguntó en voz baja, TaeHyun lo observó de nuevo, negando con la cabeza.

—No lo estoy...

—¿Entonces porqué haces tanto por mí? —preguntó totalmente desconfiado, con ansiedad, miedo y muchísima rabia por toda la situación.

—Te he agarrado aprecio, ¿Bien? Ya hemos hablado... Tal vez no hemos tenido tantas charlas como quisiera... Pero me caes bien, y tú-...

—Lo último que quiero oír es un discurso barato de amistad y de aprecio, TaeHyun —cortó abrazándose a sí mismo, confundido por la situación.

—No mereces nada de esto, y te estoy ayudando a salir de aquí porque se nota que no te gusta, simplemente es una ayuda sin nada a cambio —explicó, el omega se quedó en silencio, sin creerle una sola palabra.

Nadie da algo sin querer algo a cambio, por mínimo que sea.

—¿Por qué tienes un arma? —preguntó luego del pesado silencio, TaeHyun cruzó los brazos.

—No puedo responderte eso —negó con un tono de lamento, sin poder decirle la verdad y tampoco con ánimos de mentirle con algún cuento inventado.

BeomGyu soltó una risa acercándose unos pasos a él.

—¿Entonces por qué debería confiar en un hombre así? Quieres que confíe en ti, y me evitas las preguntas, ¿Pero yo sí tengo que responder todo cuando tú lo haces? —preguntó acorralando al alfa en la puerta, TaeHyun frunció el ceño.

—Es lo único que no puedo decirte, ¿Bien?

—¡Que casualidad! Pero bueno, no me importa... Vete si no me vas a hacer nada —pidió, TaeHyun frunció el ceño, harto de que su credibilidad fuera juzgada siempre por el omega, y además, que BeomGyu se viera tan cerrado ante la situación.

—¿Qué quieres que te haga, BeomGyu? —preguntó en voz baja, mirando al omega frente a él. Se creó una tensión entre ellos.

Una conversación con SooBin no arreglaría las cosas, TaeHyun lo sabía, pero por lo menos podría tener más acercamiento ante la situación del omega y el como poder sacarlo de allí, ayudarlo y protegerlo.

Pero estaba harto de que sus palabras fueran tomadas como juego o mentira por BeomGyu, y que lo tachará y encasillara como uno de los tantos clientes de una noche.

Él quería ser más que un cliente, y quería demostrarlo.

—Lo que tú quieras... —contestó el omega cambiando de actitud, rodeando los hombros del alfa mientras acariciaba su nuca, juntó sus pechos, sus narices rozaron, TaeHyun dejó una mano en la espalda del bailarín, ladeando la cabeza.

Quiero hacerte muchas cosas, ojitos lindos... Y una de ellas, es hacerte creer en mí...


















Nos vemos :)

Qué creen que pase con SooBin? Tienen teorías de algo? Los leo!

The_Dark_Diamond04

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