Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2

Un sábado en la noche, un día en dónde el club tenía más ganancias y movimientos, dónde más clientes había.

Ese día, BeomGyu recibió un fajo de billetes de la más alta denominación, el jefe golpeó el fajo sobre su escritorio.

—Tu pago —bufó el jefe, BeomGyu tomó el fajo, pasando su dedo por los billetes, contando superficialmente para sacar un aproximado— Sólo por hoy.

—¿Qué hay de especial hoy? —preguntó arqueando una ceja, sin quitarle la mirada al fajo de billetes, contando mentalmente. El jefe suspiró arrojándose a su silla de cuero, encendiendo un cigarrillo, BeomGyu cambió su peso de pierna a la derecha.

—Una despedida de soltero, son de una familia rica y no les voy a ofrecer a los más usados.

—Entonces no entro en la ecuación —alzó los hombros arrojando el fajo de vuelta al escritorio para darse la vuelta, el jefe rió, soplando el humo hacia arriba.

—Eres la atracción principal, ojitos.

—Ujum, ¿A quién me tengo que coger? —preguntó frunciendo el ceño, la situación no era muy alegre para él, no le emocionaba ni un poco.

Pero no podía negarse.

Menos cuando ese fajo de billetes tenía un aproximado del doble de lo que lograba hacer en un mes.

—A cualquiera de esa familia, uno, dos, tres... Los que quieras, darás dos espectáculos y realizarás servicio de barra hasta que alguien te escoja, eso es todo, llegarán a las doce —informó arrojando las cenizas del cigarro al suelo, BeomGyu tomó el fajo de billetes con brusquedad— Tu turno acaba a las cinco.

—Carajo, ¿Me quedo limpiando también? Mi turno hoy es hasta las tres.

—Dos horas más, dos horas menos, te estoy pagando, BeomGyu —señaló el alfa con el ceño fruncido— No te estoy pidiendo un maldito favor, soy tu jefe y si crees que tienes la potestad de quejarte, recuerda que eres uno más de aquí, no tienes tantos privilegios —bramó con molestia, el omega se dió la media vuelta, arrojando la puerta a sus espaldas, encaminando sus pasos a los camerinos para poder cambiar su atuendo y mentalizarse hasta las doce que empezaría todo.

Por otro lado, el jefe Choi tomó su teléfono, mirando la hora y luego los mensajes, fumó con su mano izquierda, usando la derecha para abrir los mensajes y responder, solamente escribiendo con su dedo pulgar.

Otro teléfono vibró en sus bolsillos, arrojó el que tenía en la mano al escritorio y sacó el otro de su saco.

—Buenas noches, hermoso...

¿Qué harás hoy en la noche?

Supervisar una despedida de soltero, hasta las cinco —contestó apagando el cigarro y arrojándolo en el mismo cenicero, se meció en su silla, sonriendo de medio lado mientras escuchaba la voz del otro lado— Puedes venir y disfrutamos aquí... Soy el jefe, si no recuerdas.

El jefe es tu papá, SooBin, no quieras pasarte de listo conmigo —bufó el otro, el alfa sonrió.

—Soy el dueño, mi papá está fuera del país y lo sabes...

Llegaré pronto, más te vale no estar con ninguna perra...

Claro que no, precioso —y sin más, colgó el teléfono, guardando el aparato en su bolsillo para seguir escribiendo el mensaje en el otro aparato.

Esa noche, una familia había pagado hasta el último centavo que se les pidió por alquilar todo el local, todos los servicios, los empleados que ofrecían, todos lo que había, por 6 horas.

No eran una familia tan prestigiosa como las que habían ido antes o las que conocía, pero, eran personas de dinero, muchísimo.

Y se trataba de la familia Kang. Una familia con una línea de restaurantes, empresarios con proyectos jugosos y muchísimos años de trabajo que ahora estaban heredando los más jóvenes de la familia, empresas de tecnología, la línea de restaurantes, junto a empresas de automotriz, todo eso, heredado a la generación más joven.

En la familia Kang todos tienen dinero y prestigio, así había sido por años y así debe seguir siendo para pasar su legado a las siguientes generaciones.

—Faltan treinta... —avisó una voz suave y femenina a las espaldas de BeomGyu, el omega volteó a ver a su compañera de camerino, su nombre es Suzy, una muchacha joven y sonriente, con un par de ojeras pero que no quitaban la belleza de su rostro.

Belleza que atraía muchos clientes.

—Lo sé... ¿Vas a hacer el número conmigo? —preguntó el omega levantándose, tomó un pequeño perfume, lo roció en su cuello, eran feromonas que atraían alfas, lo usaba cada que trabajaba por su falta de aroma.

—No creo que al jefe le guste —negó la mujer calzando unos tacones altos y puntiagudos, de color rojo que combinaban perfectamente con su atuendo.

BeomGyu suspiró saliendo del camerino, descalzo y con un atuendo parecido al de la mujer, revelador y completamente ajustado al cuerpo.

Sintió un pequeño escalofrío por las corrientes de aire, el climatizador del local no ayudaba mucho.

Y tampoco la idea de que posiblemente ese día tuviera que acostarse con alguien.

Esperaba que la familia invitada tuviera problemas con las copas y se emborracharan rápido, para así poder evitar ir más allá, podría incluso sacarles dinero cómo estaba acostumbrado.

Pero si no, debía volver a lo que no hacía desde hace un año atrás, acostarse con alfas, betas y uno que otro omega.

Ese día quería volver a casa sintiéndose mínimanente bien.

—Son las doce —avisó Suzy a su lado, empezando un estiramiento, BeomGyu la secundó con un suspiro, pensando en lo que pasaría esa noche.

Sólo debía seguir la corriente, sonreír, y dejarse llevar le gustara o no.

—Ah, que hombres tan divinos tiene ésta familia —murmuró uno de los estripers, mordiendo su labio mirando de lejos a los invitados llegar, hombres y mujeres, arreglados y demostrando que tenían dinero con sus atuendos y actitudes.

BeomGyu sólo miró al trabajador antes de seguir en su calentamiento.

—Esa mujer me la tengo que llevar a cualquier superficie plana... Ah, si resulta ser una alfa estoy bendecido ésta noche —suspiró otro omega, mirando a la familia.

En ese lugar, habían trabajadores de todo tipo.

Los que amaban esa vida, adictos al sexo, a las drogas y el alcohol, que amaban dar su cuerpo por propina.

—¿Abrir las piernas y recibir dinero? ¡Es un premio doble! Te dan una cogida y te pagan, es delicioso —más de una vez había escuchado esa palabras o contextos parecidos en algunos de los trabajadores.

Pero también había escuchado historias tristes, historias de personas que de una u otra forma no tuvieron la opción de meterse a ese mundo para poder sobrevivir y salir adelante.

Un ejemplo es Suzy, a quien podía considerar una buena compañera, y  quien hacía lo que hacía por tener  pocas opciones de trabajo por no tener siquiera la escuela básica terminada, venía de problemas familiares, padres maltratadores, y una violación que no había dado más que un hijo qué ahora amaba y sacaba adelante con el dinero que ganaba al vender su cuerpo y dar espectáculos nocturnos.

Y así, había muchas historias, incluída la suya.

Había variedad de personas en ese lugar, historias y muchas vidas.

Otros se podían dar el lujo de salir del club, pagarse estudios, incluso buscar otro trabajo, pero no lo hacían por una simple razón.

Una vez que entras a ese mundo, es difícil salir.

Para no decir imposible.

Había alcohol, drogas de todo tipo, había "diversión", de una forma u otro te vuelves adicto, sea al alcohol, a las drogas...

O al dinero.

Había que ser sinceros, todos allí sabían que si salían a otro trabajo, sea restaurante, tiendas de zapatos, supermercados, no ganarían ni la cuarta parte de lo que ganaban allí.

Y BeomGyu lo podía afirmar, tenía un trabajo de medio tiempo en un restaurante y su sueldo allí era menos de lo que podía hacer en una noche.

Era un mundo perverso, oscuro, con mucho dinero y adicciones de todo tipo.

E irónicamente, ellos estaban a punto de atender a una familia que no tenía ni la más mínima necesidad de estar en un club como ese, todos con carreras universitarias, posibilidades de trabajos inmensas, siendo dueños y herederos de mucho dinero y empresas, que no debían preocuparse por el dinero del mes, no debían preocuparse por pagar un alquiler por tener terrenos propios.

Son personas de dinero, en un club nocturno.

—Sean bienvenidos, familia Kang —deseó Suzy presentándose a la familia, así como todos cuando les ordenaron salir a presentarse.

—Buenas noches, lindo —saludó uno de los jóvenes trajeados, BeomGyu sonrió estirando su mano el hombre que la tomó de inmediato para besar su dorso.

—Buenas noches —contestó con el tono de voz que usaba siempre en su turno, seductora y con un toque juguetón.

—Que ojos tan preciosos —halagó otro tomando su mano, para besar su palma, BeomGyu se inclinó un poco más a él con una risa.

—Puedo dejarlos fijos en tí toda la noche, si así lo deseas —rió caminando a saludar a la familia desconocida, que a pesar de estar saludando a todos los empleados no decían sus nombres.

—Y bien, ¿Quién es el afortunado que se va a casar? —preguntó otro de los empleados, ya sentado en el regazo de un hombre algo mayor, toda la familia rió, señalando a uno de los hombres que más alejado estaba.

BeomGyu volteó allí, sonriendo al festejado.

A su lado, había un alfa más joven y con cierto parecido a él.

Se acercó con un caminar seguro y con el típico contoneo, sonrió tomando asiento en la mesa frente a ambos alfas.

—¿Qué les puedo traer de tomar? ¿O de comer tal vez? —preguntó ladeando la cabeza apoyando uno de sus pies en la rodilla del festejado que rió, dejando una caricia en su tobillo.

El que estaba al lado suyo no le quitaba la vista de encima, BeomGyu lo observó con una sonrisa.

—¿Aquí venden comida? —preguntó ese mismo alfa, mirándolo a los ojos, unas facciones marcadas, el cabello bien peinado, un perfil elegante.

BeomGyu se bajó de la mesa para caminar a él, se inclinó hasta acercar sus caras, dejando una caricia con sus dedos en el cuello ajeno.

—Tiene la comida enfrente de usted, señor Kang —contestó antes de darse la vuelta para presentar su espectáculo.

El alfa se acomodó en su asiento luego de esa cercanía, quedándose en silencio y frunciendo el ceño cuando recibió un codazo en su brazo.

—¿Te gustó? ¿Ya elegiste que te irás con él más tarde? —preguntó su hermano mayor soltando una risa.

—No es un juguete qué elegir, sé prudente —regañó acomodándose en su asiento, el mayor rió.

—¿Prudencia? Se refirió a sí mismo como comida, él sabe a lo que vinimos... O bueno, vinieron —señaló, el más joven suspiró con fastidio— Carajo, TaeHyun, tienes que divertirte.

—¿Divertirme? ¿Y qué toda la familia se entere a quién me cojo en una noche? No, gracias, es perturbador venir a este tipo de lugares en familia —opinó mirando hacia el escenario que tenía una barra de pole en el centro.

—Eres demasiado aburrido y complicado... Además, va a llegar un momento que nadie prestará atención a esas cosas, estarán tan metidos en el alcohol que no sabrán si te vas con el ojiazul, pero esperaré a que tengas alcohol en el sistema a ver si sigues pensando así —finalizó su hermano prestando atención cuando el espectáculo empezó, cuando las luces bajaron y empezó una canción lenta, con ritmos suaves, el mayor rió cuando observó que el protagonista era el mismo muchacho de ojos azules.

TaeHyun recostó su barbilla de su puño, mirando el espectáculo, un cuerpo delgado moviéndose con lentidud, escalando el pole para hacer diferentes figuras que rozaban con el morbo por el contexto del lugar, movimientos seductores que iban acordes a la música, unas expresiones de seducción que encajaban perfectamente con esas fracciones delicadas.

El bailarín lo hipnotizó esa vez.

Y BeomGyu se dió cuenta de ello.

Este es mío. Pensó, sabiendo que mínimo debía sacar algo bueno de esa situación, más dinero por lo menos, y normalmente cada empleado debía elegir a su propio cliente y no dejárselo robar por ningún otro.

Así que aprovechó su posición en el suelo y abrió sus piernas con lentidud, mirando fijamente a ese alfa desconocido que no le quitaba la mirada de encima.

Sin vergüenza, lanzó un beso en su dirección, seguido de un guiño que hizo a toda la familia empezar a aplaudir y a mofarse de ese integrante.

TaeHyun sólo rió, mirando al bailarín caminar alrededor de la barra, dándole una mirada seductora, una mirada profunda combinada con una media sonrisa.

Tiene unos ojos hermosos...








































Otro cap, porque los hice esperar mucho :(

Recuerden que cambiarán cosas... (Muchas cosas)

Nos vemos!

The_Dark_Diamond04

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro