7 meses después.

Príncipe estaba meneando la cola, sin ladrar, sintiendo caricias en sus orejas, pero estaba más concentrado en lo que tenía en frente.

—No puedes ladrar, Príncipe —indicó BeomGyu con una pequeña sonrisa, sintió un barbilla en su hombro, un abrazo cálido en su cintura, el aroma a canela fusionado con la fresa como siempre, su aroma favorito.

—Si Príncipe ladra dormirá afuera —amenazó TaeHyun con una risa, el perro solamente soltó un bufido en respuesta, BeomGyu sonrió.

Una familia a finales de año, con frío, la nieve cayendo afuera, y varias caras decoradas en la temática navideña.

El calefactor estaba encendido pero el frío había aumentado, afectando a uno de los integrantes de la familia.

—Oh, no puede ser... —murmuró el omega estirando sus manos, tomando en sus brazos a su bebé de tres meses de nacido que lloraba por el frío, por no encontrar una posición cómoda para dormir. Sonrió con ternura besando su mejilla antes de dejarlo en su hombro para arrullarlo, sintiendo su pequeño cuerpo encogerse, los pequeños quejidos que soltaba mientras lo mecía de lado a lado.

—¿No puedes dormir, mi bebé?

—No perturbes su paz —señaló BeomGyu con una risa, TaeHyun se inclinó a ver al bebé de cerca, acomodó con cuidado el gorrito que tenía, sonriendo cuando a cambio recibió la mirada del bebé.

Mostrando unos ojos azules parecidos a los de BeomGyu.

—Que lindo mi ojitos bonitos...

—¿Yo?

—No, es con HyunWoo —negó haciendo al omega rodar los ojos con una risa.

—Creo que ya me destituyeron de ese apodo —murmuró mirando a TaeHyun unos segundos, el alfa hizo ademán de tomar al bebé— ¿Qué haces?

—Yo lo duermo...

—Pero está bien conmigo...

—¡Me está haciendo ojitos! Quiere que lo cargue —afirmó tomando al bebé que estaba tranquilo, el niño simplemente se mantenía sereno al estar en brazos de alguno de los dos, y escuchar a ambos también lo mantenía tranquilo.

—Mentiroso.

—¡Dámelo! —se quejó el alfa haciendo una mueca— Ya tu lo tuviste nueve meses...

—Tu papá es un dramático, no le hagas caso en nada y si necesitas ayuda, llora —le explicó a su bebé en un susurro antes de dejarlo en brazos del alfa que de inmediato le besó las mejillas con amor, soltando chillidos de emoción mientras tomaba asiento en el sillón.

BeomGyu rió tomando su teléfono para revisarlo superficialmente, viendo de reojo como Príncipe iba con TaeHyun, oliendo cerca del bebé.

Desde la llegada de HyunWoo, Príncipe siempre estaba rondando por dónde estaba en el bebé, y apenas el niño hacía ademán de llorar empezaba ladrar y avisar a los otros dos cuando no estaban cerca.

—Perturbas su paz todo el tiempo, por eso no te lo doy —señaló con una risa, TaeHyun mordisqueó una de las mejillas del bebé que soltaba algunos quejidos, pero no le molestaba.

—A él le gusta —explicó TaeHyun acariciando con una mano a Príncipe que olió uno de los pies del bebé.

Por mucho miedo que la pareja tuviera sobre el nacimiento de su bebé, HyunWoo había nacido sin complicaciones y siendo un bebé muy sano, con todos los valores en su lugar.

TaeHyun había recibido ciertos jalones de cabello en el proceso, pero todo estaba bien.

La decisión del nombre había quedado en manos de TaeHyun, y por mucho que le insistiera a su esposo que podría participar y opinar, BeomGyu se negó y prometió aceptar cualquier nombre que quisiera el alfa.

BeomGyu no se sentía tan bueno para poner nombres, además, ya había elegido el nombre de Príncipe, era el turno de TaeHyun.

Así que luego de mucha búsqueda, mucho pensar y pensar, TaeHyun había encontrado un nombre que le parecía perfecto.

Choi HyunWoo.

Al principio pensaba en algo que rimara con alguno de los dos, o una fusión de sus nombres, pero el significado de ese nombre en específico le había hecho tomar la elección.

HyunWoo podía ser interpretado en coreano de varias maneras, pero había una en específico que había impulsado a su elección.

Esperanza.

HyunWoo significaba esperanza, y no le importaban las variaciones que dijeran los demás o el cómo lo interpretarían las personas.

Para ambos, el significado era esperanza.

—Voy a dormir a mi criatura, silencio —ordenó TaeHyun cuando el omega empezó a ver videos, BeomGyu soltó una carcajada antes de ir con el alfa, tomó asiento a su lado, mirando al bebé acostado en los brazos del alfa.

—Tu criatura tiene el sueño tan pesado como tú, es más probable que se despierte por hambre que por ruido...

—Deberías tomar su ejemplo —comentó dándole pequeñas y suaves palmadas en la espalda, el bebé se acomodó como quería, cerrando poco a poco los ojos, ambos lo observaron mientras seguían hablando, Príncipe recostado a sus pies, también adormecido— Ahora tu sueño es demasiado sensible...

—No es mi culpa que alguien arroje las puertas todo el tiempo.

—No las arrojo, sólo las cierro...

—Hace mucho ruido —se quejó sintiendo comezón en la nariz, TaeHyun rió mirando al niño ya dormido, muy a gusto.

Tenía la opción de dejarlo acostado en una especie de silla mecedora, pero prefería tenerlo en brazos.

Un ratito más.

El omega soltó un estornudo, TaeHyun lo observó.

—Salud... —murmuró mirándolo fijamente, el omega volvió a estornudar— Salud... —rió mirando al omega dejar una mano en su entrepierna— ¿Por qué haces eso?

—Por culpa de tu criatura —contestó antes de estornudar de nuevo, como consecuencia del parto, a la mayoría de los omegas se les dificultaba retomar su capacidad de aguantar líquidos.

Incluso en el embarazo, BeomGyu recordaba estornudar y tener que cambiarse los pantalones con toda la vergüenza del mundo, sin poder creer que se podría hacer pipí encima con sólo estornudar.

Con el tiempo iba a volver a ser como antes, pero mientras eso pasaba, TaeHyun se reiría de como estornudaba.

—Ya... Deberías dejarlo en su cuna —murmuró el omega besando la mejilla del alfa que abrazó al bebé.

—No, un rato más... Se despertó porque tenía frío, si lo dejo en su cuna va a despertar... —explicó quedándose con el bebé todo el rato, amando la sensación de poder cargar a su hijo, de tener una familia a la que amar y cuidar.

La sensación de llegar del trabajo y ver a su esposo, esa sensación de ver a su esposo deseándole suerte en su trabajo, un cachorro gruñón que todas las mañanas sacaba a pasear, un bebé muy tierno y tranquilo al que abrazar y cuidar.

Y un esposo al que amar toda su vida.

—Yo... Creo que tengo una misión, será corta —comentó cuando se decidió a dejar a HyunWoo en la cuna, en su habitación llena de peluches, pintada de blanco pero con decoraciones de ositos, peluches, juguetes, una infinidad de cosas.

—¿Es en el país? —preguntó el omega tornando una mueca de preocupación, TaeHyun asintió pasando su mano por su cabello.

—Lo es... Es en Daegu...

—Está bien —murmuró el omega bajando la mirada a la cicatriz del cuello del alfa.

TaeHyun suspiró, siguiendo a su esposo hasta la habitación de ambos, dejando las puertas abiertas.

—Será la última misión, ¿Bien?

—¿Ah? ¿La última? ¿Pasó algo en el trabajo? —preguntó tomando asiento en la cama matrimonial, el alfa también lo hizo frente a él.

—No ha pasado nada... Sólo...

—¿Si?

—Voy a pedir el retiro de la tropa de misiones... —explicó, el omega alzó las cejas con asombro.

—Pero... ¿Por qué? E-es... ¿Algo pasó o-...

—Si, algo pasó...

—¿Qué ocurre?

—Nació mi hijo, mi familia está mejor que nunca, somos... Somos la familia que soñamos y-... No puedo pretender que no me pasará algo en futuras misiones —sinceró entrelazando sus manos con las del omega que lo escuchó atento, con asombro— He salido ileso, he estado herido, he... He estado al borde de la muerte antes y no quiero dejarlos sólos si en alguna de esas misiones se hace realidad... No quiero que una misión me quite la oportunidad de ver a HyunWoo crecer, no quiero que una misión me quite el matrimonio que tengo contigo, no quiero perder a mi familia... No quiero dejar de estar con ustedes por mucho tiempo, así que arriesgar mi vida no es lo mejor...

—Amas tu trabajo... —murmuró con un nudo en la garganta, TaeHyun asintió.

—Lo amo, es verdad, pero amo más a mi familia... No me perdonaría dejarlos sólos, tampoco me perdonaría hacerte pasar por eso... Seguiré como agente, pero no haré misiones...

—Estás... Bajando tu cargo...

—Algo así... Me darán honores por mi retiro de todas maneras...

—Te costó mucho llegar ahí... —susurró con un nudo en la garganta aún más grande.

—También nos costó tener esta familia tan hermosa... —asintió abrazando al omega cuando este se inclinó a él, sintiendo pequeñas lágrimas caer en silencio, TaeHyun le acarició el cabello— No quiero que pienses que es tu culpa, ¿Bien? Yo decidí hacerlo, tu jamás me obligaste a nada. Y te agradezco por apoyarme en todo momento... Sé que te alivia esta decisión...

—Pero tú-...

—A mi también me alivia poder saber que estaré muchos años al lado de mi familia, sin preocuparlos por mi salud... Ya tuve muchas misiones, ¿No crees, ojitos? —preguntó con una pequeña sonrisa, el omega sorbió su nariz, aún llorando— Ahora tengo que cuidar a un par de ojitos lindos que me regaló la vida... Ahora tengo que disfrutar de mi familia...

—Eres... Eres un baboso... —susurró antes de abrazarlo con más fuerza, TaeHyun rió aceptando el abrazo, besó su hombro por encima de la tela.

—Lo sé, soy tu baboso, lo seré toda la vida —asintió recibiendo un pellizco en el costado, se quejó con dramatismo, acostándose en la cama, el omega pasó sus manos por sus ojos— Hombre herido, hombre muy herido —dramatizó recibiendo otro manotazo del omega— ¡Hombre doblemente herido!

—Baboso, tarado, imbécil, eres un tonto-...

—Y tú, eres el amor de mi vida —lo cortó jalando la muñeca del omega para dejarlo sobre él, el omega sintió calor en su cara, sus mejillas se sonrojaron.

—Lo sé —contestó pretencioso, TaeHyun carcajeó. Besando sus comisuras para llamar su atención— Gracias... Por amar a nuestra familia... Por amarme... Por respetarme...

—Al parecer no soy tan baboso.

—Un poco —asintió acunando sus mejillas para besarlo, sin tener que decir más, sin poder expresar con palabras lo mucho que sentían— Sabes...

—¿Si?

—A Woonie se le acabaron las... Toallas húmedas.

—Que raro, yo compré hace unos días —comentó arqueando una ceja.

—Pues ya se acabó... Usa muchos...

—Las puedo ir a comprar mañana en la mañana.

—Yo las compro —asintió, TaeHyun sonrió de medio lado, sabiendo por dónde iban las cosas.

—¿Cuánto necesitas?

—Cien dólares en efectivo —contestó con una sonrisa, el alfa carcajeó— ¡Son caras, enserio!

—Ten —aceptó, sabiendo que había un cajón lleno de toallas húmedas, solamente era BeomGyu buscando una excusa para que le diera dinero.

Porque a pesar de todo, al omega le seguía avergonzando un poco pedir dinero directamente.

Abrió su billetera en el buró a un lado de la cama, la abrió y sacó tres billetes de cien.

—¿Con esto es suficiente para las toallas, ojitos? —preguntó con sarcasmo, BeomGyu miró los billetes.

—Y no hay pañales...

—Ten —habló mientras le daba tres billetes más, BeomGyu abrió de más los ojos asombrado— ¿Es suficiente?

—¿Quiere que le baile? —preguntó con un tono coqueto, el alfa rió dejando la billetera de lado, BeomGyu miró los billetes.

—¿Está bien esa cantidad?

—Para un baile, si... Le daré dos bailes, por ser un vip —señaló guardando el dinero en su lado de la cama, en su propio buró. TaeHyun lo abrazó con una pequeña sonrisa.

—¿Ya me convertí en vip?

—Si, pero debes mantener el puesto.

—¿Cómo lo mantengo?

—Seguir con esas propinas tan generosas —contestó rozando sus narices, el alfa sonrió.

—Bien... Pero me guardaré el baile para después...

—¿Y qué quiere ahora?

—¿No tiene otros servicios? —preguntó cada vez en un tono más coqueto, el omega pasó sus manos por el abdomen de su esposo, sonriendo de medio lado, conservando la coquetería que al alfa le cautivaba.

—Para usted si...

—Quiero cambiar el baile por uno de esos...

—Es una buena elección —afirmó con una risa besando la mejilla del alfa, bajó por su mentón, luego por su cuello. El alfa llevó sus manos a la espalda baja del omega, ambos empezando un momento caluroso entre ambos, conservando la química que tenían en ese ámbito.

Hasta que escucharon un lloriqueo seguido de los ladridos de Príncipe.

—Mi bebé despertó, cancele el servicio —rió el omega levantándose de inmediato, acomodando su ropa, el alfa rió quedándose acostado unos segundos.

—Pero ya pagué —señaló, el omega salió de la habitación.

—No hago reembolso, querido —negó antes de guiñarle un ojo, caminando hasta la habitación de su hijo para saber qué había ocurrido.

TaeHyun rió, negando un poco con la cabeza.

Él sabía que había tomado la decisión correcta, por mucho que extrañaría ir a misiones, seguiría trabajando y estaría con su familia.

Era un balance perfecto.

Sabía que no se había equivocado en nada, y no se arrepentía de nada en los últimos años.

No cuando veía a su esposo entrar a la habitación con su hijo en brazos.

—Alguien quiere dormir aquí hoy —avisó BeomGyu acostando al bebé despierto en la cama, en medio de ambos, TaeHyun observó a su hijo, recostando su cabeza cerca de la cara del bebé que tenía los ojos llorosos.

—Ya, no llores más, o se te va a quitar ese color de ojos tan hermoso, mi niño —lo arrulló besando su mejilla, sonrió cuando el pequeño se hizo bolita apenas BeomGyu lo apoyó en su pecho.

Él no se arrepentía de nada.

No se arrepentía de ser el baboso de Choi BeomGyu.

Me da nostalgia que ya vaya a terminar :(

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The_Dark_Diamond04