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17

Dos días después.

Día de la fiesta en el club.
































En esos días que habían pasado, TaeHyun no había aparecido por el club, y no sabía si en el restaurante porque había tenido dos días libres.

Y le molestaba preguntarse porqué no había aparecido.

—Baboso... —insultó entre dientes lavando sus manos del baño de hombres, se acomodó la ropa antes de salir a una parte donde hombres y mujeres podían lavar sus manos, verse en los espejos y hacer un aseo básico, en los lavabos.

—Oh, hola —saludó Solar animada entrando con un pequeño bolso, BeomGyu la observó, sonriendo a modo de saludo.

Extrañamente, el rumor de que estaba metido en la enfermería del restaurante con el heredero de la franquicia, abrazado, no se había corrido por el restaurante.

Nadie sabía, nadie había dicho nada sobre ello.

La única que había visto era Solar y era la única que podía regar el rumor.

Pero no lo hizo.

BeomGyu tomó algo de jabón líquido para lavar sus manos, un lavado que tardaba unos minutos y que les exigían luego de salir del baño.

La mujer abrió su pequeño bolso, sacando algo de maquillaje que iba a retocar, estaban en hora de almuerzo después de todo.

—¿Cómo siguen tus manos? —preguntó la mujer concentrada mientras retocaba sus pestañas, bien cerca al espejo, BeomGyu la observó de reojo.

—Ya no duele por lo menos...

—Que bueno. Por cierto, el señor Kang...

—¿Señor Kang? —preguntó con el ceño fruncido, Solar asintió cerrando el producto para tomar algo de rubor, aplicando con agilidad en sus pómulos de una manera específica.

—Ajá, el heredero...

—Ah...

El baboso. Pensó, lavando el jabón en sus manos.

—Debes crees que me estoy acostando con él —soltó tomando papel para secar sus manos, mirando a la mujer que negó con la cabeza.

—No es eso, y si así fuera, no es mi problema y no te juzgaría por eso —alzó los hombros terminando su maquillaje, volteó a ver a BeomGyu que ya la observaba.

—Solo quería decirte que luego de que te fuiste, me preguntó por tus días de trabajo...

—¿Se los dijiste? —preguntó frunciendo el ceño. La mujer negó con la cabeza.

—Pero quería avisarte y estuvieras al tanto.

—Uhm, gracias —agradeció retrocediendo para irse, Solar le dió una sonrisa amistosa.

—¿Qué te parece si almorzamos juntos mañana? —preguntó. BeomGyu la observó extrañado.

—¿Para qué?

—Bueno, mañana nos toca comer a la misma hora, y siempre comes solo —explicó, recibiendo luego de unos segundos un asentimiento dudoso del omega que salió del baño directo a la sala de descanso, en dónde estaban los casilleros con sus cosas.

Sacó su teléfono y su cajetilla de cigarrillos con el encendedor.

Luego volvería a lavarse las manos.

¿Qué hacía TaeHyun averiguando sus días de trabajo? ¿Para qué?

Salió a la parte trasera del local, con el ceño fruncido.

Encendió un cigarrillo y lo dejó en sus labios antes de buscar un contacto en su teléfono.

Cliente baboso.

Así lo tenía registrado para diferenciarlo.

Marcó la llamada, esperando a que el otro contestara.

Hola, ojitos bonitos...

—¿Tu pasatiempo es ser acosador? ¿Ah, imbécil? —preguntó molesto, y sintiéndose preocupado.

Las cosas se estaban poniendo más tensas, su relación se estaba haciendo cada vez más cercana y eso no le gustaba.

No quería otro suceso extremo en su vida o cualquier mal momento.

Amaneciste bravo —bromeó el otro caminando por su apartamento con un vaso de gaseosa en la mano, escuchando los insultos del otro en altavoz.

—Es increíble que un ser como tú puede ser tan fastidioso en la vida, ¿Qué carajos hacías pidiendo mis horarios de trabajo? —preguntó caminando de un lado a otro con el ceño fruncido.

Bueno, sabía que tú no me los dirías...

—¡Porque no te interesa! ¡No te interesa en lo más mínimo a qué hora y que día trabajo!

Claro que si, así sé cuándo puedo ir a verte.

—¡Ja! ¿Crees que soy una estatua que puedes ver cuándo se te antoje? —preguntó, sintiendo que eso no estaba bien, que no debía involucrarse más con ese alfa.

Pero, ¿Cómo hacía si ese alfa lo perseguía a todos lados?

Eres una estatua muy bonita...

—Eres un baboso, degenerado, acosador, intenso y-...

—¿Vas a bailar en la fiesta de hoy? —preguntó el alfa con una sonrisa dejando el teléfono en la encimera de su cocina, bebiendo tranquilamente de su gaseosa.

Ya se estaba acostumbrando a los insultos.

—¿Fiesta...? —preguntó recordando que ese día era la fiesta de la alfa que había ido hace días atrás, aunque por lo que sabía, solamente eran allegados  e invitados específicos.

¿Cómo TaeHyun iba a ir a esa fiesta?

Bueno, tengo una prima-...

—¿Cuántas primas imaginarias tienes? Mentiroso —acusó frunciendo el ceño al sentir un pequeño, pero muy pequeño sentimiento de emoción de parte de su lobo.

Si me dejaras hablar, entenderías que no es imaginaria —rió el alfa del otro lado— Mi prima conoce a la anfitriona y le dieron dos entradas, y como no tengo nada que hacer ésta noche...

—Nunca tienes nada que hacer, busca algún entretenimiento para que dejes de joderme —soltó soplando el humo a un lado, TaeHyun sonrió.

Me divierto contigo...

—No soy juego de mesa —fue lo único que dijo antes de colgar, dejando al alfa hablando sólo.

TaeHyun suspiró mirando la llamada colgada, sonrió luego terminando de beber su gaseosa.

¿Qué pasaba realmente? Esa era su verdadera pregunta.

Por su parte, se estaba dejando llevar por la situación, seguía buscando al omega para averiguar hasta qué punto podían llegar.

Su tensión sexual no había disminuido en lo más mínimo, aún así, se controlaba.

Pero, sabía que no continuaba las cosas solo por el simple hecho de tener sexo.

Revisó sus contactos aburrido, mirando que habían varios sin nombre, solamente con corazones, algunos corazones rojos y otros azules, eran unos diez aproximadamente.

Azul para hombre y rojo para mujer.

Marcó cualquiera al azar, escuchando  los pitidos de espera.

¿Hola, Kang? —preguntó la voz del otro lado, TaeHyun sonrió escuchando la voz.

—Hola, Liliana —saludó terminando la gaseosa, dejó el teléfono en altavoz en la encimera mientras lavaba el vaso—¿Estás libre hoy? —preguntó mirando otra llamada en curso, con otro contacto.

Si, en una hora termino mis pendientes... ¿Qué necesitas?

—No lo sé, que me acompañes a tomar algo... O a comer, lo que tú quieras hacer —habló, escuchando a la mujer del otro lado reír.

Y luego, a tu apartamento —supuso la mujer, TaeHyun tomó el teléfono para caminar a su habitación. El aroma a canela regado por toda la casa.

—Tu misma lo sabes... —contestó con un tono coqueto.

Era un mujeriego, claro está.

Salía con personas, almorzaban, les compraba uno que otro detalle, y luego pasaba lo obvio en su lujoso apartamento.

No era alguien de relaciones serias, y toda su familia lo sabía, así que exigirle un matrimonio e hijos a ese Kang, era imposible, un no rotundo.

—Uhm, pasaré por ti en una hora, preciosa —fue lo único que dijo antes de colgar la llamada, empezando su aseo personal y a arreglarse para su encuentro casual.

Esos aproximados diez contactos ya tenían tiempo en su teléfono, incluso aveces recibía las llamadas de imprevisto.

Eran simples personas que querían divertirse un poco, compartir placer e irse, no entablaban más conversaciones fuera de sus encuentros, y no era necesario porque todos estaban ahí por y para una razón.

Simplemente, sexo.

TaeHyun se miró a su mismo en su espejo, el cabello mojado cayendo por su frente. Sonrió a gusto con su aspecto.

Pasó el resto de la tarde con Liliana, una extranjera de ojos azules y cabello amarillo corto.

Ojos azules. Pensó mirando a la mujer  hablarle.

Recordó al bailarín del club, BeomGyu.

Los de él son más claros. Opinó su lobo, comparando los ojos de la mujer con los del bailarín.

Y ambos, llegaron a la conclusión de que los del bailarín eran más hermosos.









































Ese mismo día. En la noche.














Todos los hombres que había conocido a lo largo de su vida, se presentaban amables, comprensivos y respetuosos. Para que al final, terminaran obligándolo a hacer cosas que no quería, o simplemente mostrarse agresivos cuando no obtenían lo que querían.

No había tenido una buena experiencia con ninguno de los hombres que había conocido en su vida, y ahora que podía considerar que su vida estaba "bien" no iba a dejar que un hombre se le siguiera acercando con esas intenciones.

Mucho le había costado salir del pozo para volver a caer.

TaeHyun tenía cosas y actitudes diferentes a los hombres que conoció y no iba a negarlo, pero la simple idea y conocimiento de que TaeHyun solamente quisiera sexo, sólo le recordaba sus verdaderas intenciones.

Era un lobo vestido de cordero.

Tal vez esté interesado...

Interesado... ¿Interesado en qué? Solo quiere sexo.

Hay algo más...

Que nos pueda oler no lo hace especial.

—¿Estás listo? —preguntó Suzy  acomodando su cabello, BeomGyu dejó de hablar con su lobo, mirando a la mujer mientras asintió con la cabeza.

Observó su vestimenta, shorts blancos ajustados, bajo ellos ligas del mismo color ajustadas por completo a sus muslos, sus pies descalzos como siempre, en uno de sus tobillos una tobillera blanca. Arriba tenía un top de mangas largas, igualmente blanco.

Ambos salieron del camerino justo a tiempo, incluso les sobraba.

Caminaron a la par y en silencio, sólo el sonido de los altos tacones de Suzy en el pasillo.

Al llegar a la zona de dónde ellos saldrían, se empezaron a escuchar  risas, aplausos y voces, lo común.

En ese momento, apareció uno de los  DJ's nuevos que había, acomodando sus audífonos mientras tenía un porro en la boca.

Los observó con una pequeña sonrisa, quitando el porro de sus labios.

—En tres minutos empiezo la mezcla, chicos, ustedes sabrán cuando salir —indicó sin quitarle la mirada a BeomGyu que arqueó una ceja, el muchacho le sonrió acercándose a él para tocar su mentón— ¿También eres nuevo? —preguntó con coquetería, BeomGyu suspiró.

No era sorpresa que entre los empleados también podría hacer cierta atracción, y podían recibir servicios de otros compañeros, pagando de la misma forma que el público.

—Nueva será la cicatriz que te voy a dejar en la cara si no dejas de tocarme —amenazó con voz calmada, aún así, la mirada era molesta, severa. El muchacho lo soltó con una risa.

—Ah, no me gustan agresivos —afirmó, BeomGyu cruzó los brazos alzando un poco el mentón.

—Entonces anda a hacer tu trabajo —ordenó mirando al otro irse tarareando con calma. El omega suspiró.

Esa noche sería larga.

Se encargó de hacer un estiramiento, además de revisar que si vestuario estuviera bien acomodado, su abdomen plano y algo marcado, acomodó sus shorts que quedaban por debajo del ombligo.

¿Tienes hijos? Recordó la pregunta de TaeHyun hace días atrás, chasqueó la lengua odiando la curiosidad que tenía ese tipo. Aunque, no pudo seguir  dándole muchas vueltas al asunto ni seguir insultado al alfa, pues una canción de tono bajo empezó a retumbar del otro lado de la puerta.

Esa era la señal de ellos.

Suzy pasó primero, caminando mientras movía las caderas, saludando con sonrisas y pasando sus manos por los mentones de varios hombres que silbaron al verla, lanzando piropos al aire que preferían ignorar. En

BeomGyu pasó luego, caminando al ritmo de la música, también sonriendo y entrando en su papel de esa noche, soltó una risa fingida cuando uno de los invitados besó el dorso de su mano, siguió avanzando, sonriendo a los piropos más asquerosos y morbosos que podían pasar por la mente de una persona.

Sintió algo de alivió cuando estuvo en la tarima del pole, BeomGyu fue el primero en subir causando aplausos de las personas, Suzy aún estaba en el público y era algo que habían planificado en el ensayo.

No fue tan alto, se sujetó con las piernas mientras su torso fue hacia atrás y de inmediato cayó de pie en la tarima, en un movimiento seguido y sensual se arrodilló y sonrió hacia el público, buscando a Suzy, la mujer ya estaba a punto de llegar con él.

Tomó un respiro, arrojó su cabeza hacía atrás mientras su mano derecha subía por su torso hasta llegar a su cuello.

—¡Precioso! —escuchó una voz masculina por encima de la música, abrió los ojos y se levantó, Suzy ya había llegado con él, ahora sí podían dar inicio a la rutina que habían ensayado.

BeomGyu estaba arriba, casi en lo más alto del pole, Suzy y él sincronizados en todas las figuras, la mujer cada cierto tiempo bajando a la tarima para darle más comodidad al omega que permanecía en las alturas creando figuras, sonrió deslizándose un poco hacia abajo, tomó un respiro mientras veía a Suzy acercarse a él, ya estaban a nada de acabar el dúo de apertura.

BeomGyu se acomodó en la barra boca abajo, su pierna izquierda se enganchó en el pole y la derecha un poco más abajo, Suzy lo observó buscando seguridad en su mirada, BeomGyu le sonrió pasando sus manos por la cintura de la mujer que con confianza se suspendió en el aire, solamente sujeta por la fuerza BeomGyu.

La cabeza de Suzy quedó hacia atrás, su espalda arqueada y el pole entre sus piernas, una doblaba hacia ella y otra extendida perfectamente. Una figura hermosa y que se llevó aplausos de todos.

Todos gritaron, grabaron, tomaron fotos y aplaudieron con fuerza a los bailarines, aún así, el show no había acabado.

BeomGyu aguantó un jadeo de esfuerzo mientras dejaba al pole girar para poder bajar, lo tacones de Suzy tocaron el suelo y solo ahí pudo soltar a la mujer, bajar y tomar un respiro.

Bajaron de la tarima con sonrisas falsa, hace rato habían ubicado en dónde estaba la anfitriona de la fiesta, estaba a un lado de una muchacha joven y un poco más pequeña que ella.

Atrás de ellas dos, estaba el acompañante de esa chica.

Kang TaeHyun.

Aún así, BeomGyu no se había dado cuenta de ello.

Ambos caminaron a la alfa que alzó las cejas, sonriendo con coquetería cuando tuvo a los dos bailarines frente a ella.

BeomGyu sintió la mano de la alfa en su cintura, Suzy también lo sintió. La mujer los abrazó por la cintura a ambos.

Y para cerrar con broche de oro, ambos bailarines besaron la mejilla de la alfa, uno de cada lado.

—No me arrepiento de contratarlos a ustedes dos —afirmó la alfa pegando más a los bailarines a su cuerpo, BeomGyu dejó la barbilla apoyada en el hombro de la mujer, alzó la mirada para ver al público de atrás.

Estaba Kang TaeHyun, más cerca de los normal, inclinado hacia el frente, aprovechando la situación.

—Bailaste hermoso, ojitos lindos —halagó como saludo, ladeando la cabeza con una sonrisa, sus narices se rozaron aún más.

Sin controlar su expresión, alzó las cejas de la sorpresa, además de que no esperaba tal cercanía.

Pero luego, frunció el ceño.

—Baboso... —fue lo único que le dijo antes de separarse de la alfa, siguiendo con su trabajo.

Una fiesta que marcaría un antes y un después de todas las maneras posibles.
















































¿Cuántas veces se usó la palabra 'baboso' en este cap? JAJJAJAJAJ

NOS VEMOSSSS!!!!

No pensé llegar tan rápido a la parte de la fiesta, pero bueno, aquí estamos y espero la disfruten mucho...

Aunque bueno... :D

The_Dark_Diamond04

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