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ChangBin soltó un suspiro, mirando a su pareja, arropado y dormido plácidamente luego de haber tomado un supresor.

Había llamado al especialista y le había explicado todo el tema que estaba ocurriendo, sacándolo del gran pozo de la duda en el que estaba hace horas.

Se supone que el orden típico para una unión entre alfa y omega para formar una familia empezaba con una marca y luego el bebé, no al revés.

Cuándo el omega está en cinta, es de suma importancia que esté marcado.

En el sentido del bebé, cuando el bebé va creciendo y pasando los nueve meses, es recomendable que ya tenga una conexión con el padre alfa, el hecho de poder sentir al alfa por medio de la marca del omega era importante para el bebé y estaba comprobado que las conexiones que se hacían al nacer con el padre alfa eran distintas a una pareja con lazo a una sin él.

El bebé al nacer reconoce a su padre de alguna forma u otra, gracias a ese lazo. Así los bebés podían formar sus lazos con ambos padres.

Por otro lado, en la parte del omega, cuando un omega está en cinta, naturalmente necesita sentirse reclamado por el alfa, por eso primero reciben la marca y luego el cachorro.

Pero cuando los factores se alteran, el omega empieza a sentir un frenesí imparable por la necesidad de sentirse más reclamados por su alfa, más allá de un cachorro.

El estar embarazados y sin una marca, era una ausencia total para el omega y por eso, existía ese frenesí que incita a sus respectivos alfas a marcarlos.

Era totalmente normal, y estaba fuera de riesgo de alguna forma para el bebé, ya ChangBin lo entendía y estaba muy consiente.

Él no tenía problemas en marcar a su pareja, pero jamás se perdonaría hacer algo bajo un momento en dónde el omega no tuviera sus pensamientos claros, jamás lo haría y menos se lo perdonaría.

Quería estar lo suficientemente seguro.

Por eso, luego de un consejo del especialista sobre el supresor que le debía dar a su pareja, estaba a su lado, esperando a que despertara.

Ellos como pareja no habían hablado de la marca como tal, una que otra insinuación, pero no una conversación sería que diera indicios de una afirmación o negación del omega.

Para ese momento el dejaba todo en manos del omega, él estaba dispuesto pero todo dependía de Kai.

—Tengo sed... —murmuró el omega tomando asiento en su lugar, medio dormido, relamió sus labios tomando el vaso de agua que el alfa le extendió en silencio, Kai rascó su cabeza, bebió agua, se quedó mirándolo por un rato— Pensé que no estarías aquí...

—¿Ah?

—Claro, como no quieres marcarme... Pensé que te irías —murmuró frunciendo el ceño, ChangBin relamió sus labios.

Está sensible, mucho más sensible de lo normal. Hay que tener paciencia.

Nunca dije que no quería, mi vida...

—¿Entonces por qué no lo hiciste? —preguntó volteando a verlo con el ceño fruncido, ChangBin suspiró tomando asiento frente al omega que quitó su mano cuando el alfa quiso tomarla, lo observó con el ceño fruncido.

—Yo no dudo de querer marcarte, Kai...

—¿Y por qué-...

—Mi mayor miedo era marcarte en ese momento de frenesí, tal vez lo decías sin pensar y no me perdonaría jamás aprovecharme de eso y lo sabes... Nunca tuvimos una conversación formal de esto y hacerlo de un momento a otro me preocupa, no has pensado las cosas y-...

—ChangBin —lo cortó dejando el agua de lado, se acercó al alfa que se tensó mirándolo fijamente— Estoy esperando un hijo tuyo... Vamos a vivir juntos... Vamos a tener una familia, ¿Y crees que me voy a arrepentir de que me marques?

—Sólo quiero que estés seguro, no quiero qué-...

—ChangBin, yo te amo —soltó mirándolo a los ojos, sintiendo sus mejillas enrojecidas cuando el alfa lo observó directamente a los ojos, relamió sus labios unos segundos para seguir hablando, a pesar del supresor seguía sintiendo calor en el cuerpo, pero era controlable— Yo... Sé que soy algo odioso algunas veces... Pero te amo mucho... Y no sabes... —se quedó en silencio unos segundos, tragando grueso— No sabes lo feliz que estoy al ser yo quien te va a dar un hijo, y-yo... Tal vez no te lo diga todos los días, pero te amo y no sabes lo feliz que estoy de estar a tu lado y poder darte una familia... Y estoy seguro de querer tu marca... Eres el hombre que amo y nunca en mi vida he estado tan seguro como ahora, quiero tu marca, quiero sentirme más unido a ti y... —se quedó en silencio, sintiendo una necesidad desbordante de llorar, pasó sus manos por sus ojos, sorbió su nariz.

ChangBin relamió sus labios, se acercó de a poco para abrazar a su pareja, sintiendo sus ojos cristalizarse poco a poco, acarició la espalda del omega, sintiéndose más tranquilo por las palabras del omega.

El omega pasó sus manos bruscamente por su cara, dejando de llorar.

—Sueltame —murmuró apoyando la mejilla en el hombro del alfa que sonrió.

—¿Te suelto?

—Si, estoy enojado contigo...

—Lo lamento mucho por hacerte sentir así... Pero es todo lo contrario, ¿Bien? Siento lo mismo que tú, Kai, te amo... Te amo y jamás dudaría en unirme cada vez más a ti... Solo quería asegurarme...

—Más nunca, ChangBin, más nunca se te ocurra dudar de mi amor por ti —pidió pellizcando el costado del alfa que hizo una mueca de dolor, se quejó— Porque te voy a-...

—No me amenaces en un momento tan lindo, mi vida... —pidió, suspirando cuando el omega lo soltó, separándose del abrazo, lo observó, carraspeó un poco teniendo presente lo que habían estado haciendo antes de todo el alboroto de la marca, no recordaba haber sido tan explícito antes de eso y tampoco recordaba que hubieran tenido relaciones sexuales tal... Intensas.

Relamió sus labios recordando más a detalle, como se había sentido, las poses, la intensidad.

—¿Te sientes bien? —preguntó el alfa acariciando su cabello con cuidado.

—Tu... ¿Puedes volver a anudar? —preguntó en voz baja. El alfa sonrió con picardía, asintiendo antes de besar su mejilla.

—¿Pero sabes que no puedo volver a hacer? —preguntó, el otro ladeó la cabeza, mirando los labios de su pareja, sintiendo el calor empezar a extenderse por su cuerpo.

—¿Qué?

—Usar mis dedos... —contestó, en realidad si los sentía algo a acalambrados, pero podía seguir, solo era una mera excusa.

—Oh, yo... U-uh, puedo hacerlo yo —asintió el omega metiendo una mano bajo la sábana, nuevamente necesitaba una mínima preparación, el alfa negó rápidamente con la cabeza sujetando su muñeca.

—Yo lo haré —afirmó, mirándolo a los ojos.

El omega se quedó un momento en silencio, tratando de buscar una manera de que eso fuera posible.

—¿Usarás la otra mano? —preguntó dejándose recostar por el alfa, se acomodó dejando la manta de lado, nuevamente desnudo.

—Mejor que eso...  —contestó alzando las piernas del omega hasta sus hombros, se acomodó, el omega empezó a negar nervioso.

—¡No, escucha, e-es raro-...

—No te voy a obligar a hacerlo, pero te pido diez segundos.

—¿Diez... segundos? —preguntó volviendo a ver al alfa en medio de sus piernas, el otro asintió.

—Si en diez segundos te sigue son agradar, no lo hago más nunca.

—Uh... —dudó un poco, relamió sus labios.

Bueno, besa bien...

Solo diez segundos... Los voy a contar —aceptó dándole una mirada al alfa de advertencia que asintió.

—Empieza cuando quieras...

—Uno... —empezó a contar, quedándose acostado, mirando el techo, nervioso y apretando los ojos cuando sintió la respiración del alfa cerca de su entrada— Dos... Uhm... —soltó un jadeo involuntario cuando sintió un suave beso— Tres... —dió un salto en su lugar cuando sintió la lengua del alfa, se alzó en sus codos, mirando al alfa entre sus piernas, empezando a hacer el trabajo como sabía— Cu-... Cuat-... Cuatro... ¡Uhm, cinco! —soltó un gemido involuntario cuando la lengua del alfa se adentró, sintió escalofríos, sus piernas se tensaron, empezó a sentir como su exitación subía más y más.

Arrojó la cabeza hacia atrás con un gran jadeo, trato de tomar aire, pero la lengua del alfa empezó a moverse diferente.

—¡Cinco!... —gimió tomando con una mano el cabello del alfa que sonrió de medio lado, sintiendo las piernas del omega apretar cada vez. Sentía su barbilla húmeda de lubricante y saliva pero no sé detendría. Empezó a succionar— ¡Uhm, ah! ¡Se-se... ¡Seis, siete! —jadeó el omega arqueando la espalda, apretó más el cabello de su pareja, acercándolo más a él, sintió las mejillas sonrojadas, pero no pudo evitar empezar a agitarse más de lo debido con ese oral.

Nunca se había hecho la idea y tampoco estaba interesado en una boca en esa zona, pero tal vez podía cambiar la opinión.

Se recostó por completo, olvidando que estaba contando, siquiera sabía por cual número iba, dejó una mano en su cara, sintiendo un placer demasiado diferente, eran nuevas sensaciones.

Se avergonzó escuchando el chasqueo húmedo, el alfa volvió a adentrar su lengua, apretando sus glúteos mientras succionaba.

Escuchó como el omega empezaba a desesperarse, un gemido tras otro, con desespero y con poco aire. Estaba a punto de tener un orgasmo.

Por eso, se detuvo, se separó de él con una sonrisa de maldad.

—Ya pasaron los diez segundos... —avisó alzando las manos a cada lado de su cabeza, sin vergüenza de tener los labios y el mentón húmedos.

El omega jadeó, sintiéndose incompleto, estaba a nada de tener un orgasmo y el alfa se había detenido.

—¡Sigue! —pidió jalando la mano del alfa que lo miró a los ojos, con una sonrisa triunfante.

—¿Seguro?

—¡Si, seguro! ¡Necesito-... ¡Necesito venirme, es muy enserio!

—Uhm, no lo sé... —jugueteó el alfa acostándose a su lado, dejando sus manos tras su cabeza— Ya me duele el cuello de estar en esa posición...

—Y-yo... ¡Es rápido, te lo aseguro! —prometió con desespero, lloriqueó dejando una mano en su miembro, empezó a masturbarse, el alfa lo vió de reojo.

—Te puedes sentar... —murmuró cerrando los ojos, el otro alzó las cejas, volteando a verlo.

—¿Ah?

—Sabes que sufro de terribles dolores en el cuello... Si yo me quedo aquí acostado, no me dolerá, pero puedo seguir con mi trabajo —explicó, el omega relamió sus labios, mirando a su pareja.

¿Sabes qué? Ya no me importa, este hombre me ha visto hasta el alma más de una vez. Al carajo.

—¿Q-qué ha... ¡Hey, auch! —se quejó el alfa apretando los ojos al sentir la mano del omega apretar su miembro mientras se acomodaba en su lugar, con las mejillas sonrojadas, pero con toda la seguridad y necesidad de hacerlo.

—Cállate y chupa —ordenó antes de sentir las manos del alfa en su cadera, controlando el peso que ponía el omega en su cara, el alfa sonrió con gusto, sintiendo el triunfo en carne propia.

Había conseguido que su pareja se sentara en su cara. Cómo soñó desde que lo veía en la oficina a escondidas.

El otro gimió volviendo a sentir la lengua del otro hacer su trabajo, se sostuvo del abdomen ajeno, tratando de no poner todo el peso.

—Si yo... T-te aplasto... O-o... Peso mucho...

—Uhm, para eso hago ejercicio, mi vida hermosa —contestó antes de esforzarse en su trabajo, haciendo al omega descubrir una de las mejores sensaciones.

Sin saber qué se volvería su favorita con el tiempo.

Escuchó como retomó sus gemidos desesperados, como arqueaba la espalda y encajaba sus uñas en su abdomen, rasguñando. Escuchó un lloriqueo, seguido de un gemido de gusto, luego una gran exhalación, sintió el cuerpo del omega tensarse lo más que podía antes de aflojarse, quedando laxo.

El otro respiró agitado mirando hacia abajo, el abdomen del alfa manchado.

—Lo siento... —murmuró tratando de regular su respiración, se movió de su lugar, volteando a ver al alfa que sólo relamió sus labios, dándole una sonrisa de triunfo— ¿Estás... Bien?

—Mejor que nunca —asintió haciendo al omega avergonzarse hasta más no poder, carraspeó haciendo ademán de levantarse pero el alfa lo jaló hacia él para cambiar la posición, dejándolo bajo su cuerpo— Aún hay trabajo que hacer...

—Uhm... ¿Qué vas a hacer? —preguntó fingiendo un ceño fruncido, esquivó un beso del alfa, avergonzado, recibió uno en la mejilla, el alfa olió su cuello.

—Bueno... Hacerte mío una vez más, de todas las maneras que se puedan... Para enlazarme contigo... —murmuró, el omega sonrió inevitablemente aún sintiendo la nariz del alfa en su cuello.

—Te amo... —murmuró abrazando los hombros del alfa— Gracias por... Amarme a pesar de... Todo —murmuró besando el hombro del alfa que le devolvió el abrazo.

—Gracias a ti por dejarme amarte de todas las formas que existen...

—¿Me amas de todas las maneras que existen?

—Y jamás dejaré de hacerlo...
























































Nos vemos!

The_Dark_Diamond04

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