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Todos estaban preocupados, nadie le quitaba la mirada de encima al omega que no dejó de hacer ninguno de los ejercicios que les asignaron, teniendo más penitencias que los demás, y teniendo más repeticiones.

Mientras los alfas hacían veinte, Kai hacia treinta, mientras los demás hacían dos veces, Kai lo hacía tres.

En cualquiera de los ejercicios y circuitos el capitán se aseguró de que fuera forzado y cansado, lo llevó al límite para que el omega le dijera que no podía o por lo menos pidiera una reducción de repeticiones.

Pero jamás lo hizo.

—¡Vamos, aguanten! —gritó el capitán, todos estaban sudados, algunos con muecas de esfuerzo, todos con las espaldas pegadas a una pared, en posición de sentadilla, todos con una mancuerna en el regazo, no debían acomodarse, tampoco debían quitarse de la posición o volverían el conteo a tres minutos.

Algunos insultaba al aire, otros temblaban, algunos estaban concentrados, esperando que los tres minutos en esa posición pasaran.

El capitán se había encargado de usar mancuernas adecuadas, es decir, con pesos distintos para todos, adaptados a sus propios pesos, TaeHyun relamió sus labios viendo a lo lejos a su novio que sólo le alzó el pulgar con una sonrisa, dándole ánimo silencioso.

—¡Maldita sea, no se agachen! —gritó uno adolorido, ya les habían reiniciado el conteo una vez.

El capitán observó al omega, estaba erguido, en la posición, aguantando el peso en silencio, concentrado, evitando que las piernas le temblaran a su lado estaba ChangBin.

—¿Es tu pareja? —preguntó el capitán deteniéndose frente a los dos, ChangBin asintió— Las parejas son un equipo... —empezó a hablar, todos lo observaron— Son una unión, se apoyan en todo... ¿Están casados? —preguntó cruzando los brazos, ambos negaron con la cabeza, no querían perder fuerza hablando.

Los demás lo observaron y escucharon la conversación, sintiendo los músculos quemar.

—En un matrimonio son más unidos... Y cargan los problemas del otro... —habló inclinándose a Kai que alzó la mirada, el cabello pegado a la frente de lo sudado que estaba, enrojecido, cansado— ¿Estás dispuesto a cargar el peso de tu pareja?

—Puedo hacerlo, yo puedo hacerlo —habló ChangBin mirando al capitán que le devolvió la mirada— Puede ponerme la mancuerna de él y también puede ponerlo a él, lo puedo aguantar, se lo aseguro, capitán —asintió a pesar de que las piernas ya le estaban quemando de tanto esfuerzo y ejercicio.

Pero si le ponían su peso a Kai, sería lo peor.

Todos tenían un peso más de lo que estaban acostumbrados, Kai tenía un peso proporcional a su cuerpo y lo que podía resistir, pero en comparación a ChangBin, el alfa era más musculoso, más fornido y aguantaba más peso.

Así que la mancuerna de ChangBin era el doble de lo que cargaba Kai.

—Es una buena propuesta... Pero la pregunta se la hice a él —señaló el capitán, deteniendo el cronómetro con la mano arriba, quedaba un minuto. Todos empezaron a desesperarse, tomando aire y concentrándose para aguantar— Detuve el tiempo mientras el omega responde...

—Me llamo Kai —espetó entre dientes, mirándolo con odio.

—Eso no te quita lo omega —negó despectivamente— ¿Estás dispuesto a cargar el peso de tu pareja? ¿O no puedes? —preguntó mirando a los demás aguantar en silencio, sin reproches.

—¡Si! —afirmó, el capitán sonrió de medio lado, señaló a ChangBin.

—Pon el peso —ordenó, tomó el silbato en su pecho y lo sopló— ¡Todos, arriba! ¡Si él puede aguantar  tres minutos con esos dos pesos, terminamos el entrenamiento! ¡Si no, se extiende una hora! —ordenó, todos bajaron su posición, dejando las mancuernas en el suelo.

ChangBin observó a su novio, Kai sólo lo ignoró, apretando los ojos cuando le dejó el peso sobre el regazo.

Estaba cargando el triple ahora. Por tres minutos, sin descanso.

Así que llevaría unos seis minutos o más en esa posición.

—Empezó el tiempo —avisó el capitán mirando al omega que se concentró, tratando de ignorar el dolor, no podía ceder o el entrenamiento duraría una hora más, además, eso sería darle la victoria a ese alfa.

Y no lo iba a hacer.

Su espalda estaba sudada, las piernas le temblaron considerablemente, sentía que le iba dar un calambre en una pierna pero lo ignoró.

Todo fue calma, hasta que pasó el primer minuto.

Empezó a sentir ardor en el abdomen, en las piernas, empezó a sudar, a desesperarse cuando no podía controlar el temblor de sus piernas. Le dolía, era un dolor sofocante y agobiante, siquiera escuchaba lo que decían los demás.

—Si tocas las mancuernas aumento un minuto —advirtió el capitán cuando observó que el omega no tenía un paradero fijo con las manos, terminó dejándolas en su frente, tragó grueso, empezando a quejarse de dolor.

En ese momento, su ropa se mojó de algo más, de su nariz a su ropa.

—¡Ya, detengan el cronómetro!

—No —negó el capitán sin quitarle la mirada al omega.

—¡Le está sangrando la nariz! —gritó TaeHyun mirando a su amigo alzar la mirada, la nariz le estaba sangrando, pero solamente pasó su dorso y siguió en su posición.

—Kai —llamó el capitán, el omega lo observó, aún quedaba un minuto y cincuenta— ¿Quiere detenerse? —preguntó mirando como el omega empezaba a llorar del dolor, lágrimas involuntarias que rodaban una tras otra, la sangre llegó a sus labios y corrió por su mentón, cayendo sobre las mancuernas en su regazo.

Todos se quedaron en silencio, tensos y esperando la respuesta del omega, deseando que fuera un afirmación.

—No —negó fuerte y claro, a pesar de que era evidente el agotamiento, el dolor que sentía, estaba al borde de un colapso y aún le seguía negando al alfa.

—¡Podemos hacer una hora más de ejercicio, levántate! —insistió ChangBin desde lejos, sabiendo que perjudicaría al omega si se acercaba, además, si se acercaba Kai estaría renuente y era capaz de volver a hacer el ejercicio, lo que lo agotaría más.

Kai le desvió la mirada, observando a otro lado apretando la mandíbula.

—¡Una hora más no es nada, carajo, ya, te estás exigiendo demasiado! —insistió TaeHyun, preocupado por su amigo que apretó los ojos sintiendo las piernas temblar, las manos igual le temblaron, tosió sintiendo que se ahogaba con su propia sangre.

—Puedes detenerte, ellos pueden hacer una hora más —habló el capitán con burla.

—No —negó de nuevo, sintiendo los últimos segundos ganas de vomitar, como era cada vez más sofocante, soltó un lloriqueo involuntariamente, tratando de sacar el dolor de alguna manera.

En ese momento, escuchó el pitido del cronómetro, todos los alfas suspiraron.

El capitán fue quien quitó las mancuernas del regazo ajeno, dió dos pasos hacia atrás mirando al omega que se levantó y caminó hacia él, tambaleando y aún con la nariz sangrando.

Estuvieron cara a cara, cerca.

Y lo primero que hizo Kai fue escupirle en la cara, saliva mezclada con su sangre, justo en la mejilla.

—Yo no estoy en este equipo por cara bonita, capitán y espero que se haya dado cuenta...

—Estás al borde del colapso —señaló, Kai pasó su dorso bajo su nariz.

—Tal vez lo esté, pero que le quede en la cabeza que yo pude hacer todo como un alfa, porque yo no soy débil, por algo estoy en este equipo, y si le ofende que yo esté aquí, haga el intento de quitarme el puesto, aunque usted no me llega ni a los talones —sentenció, mirándolo con odio.

El capitán dió un leve asentimiento.

Kai tomó una honda respiración.

Veía puntos de colores, sentía las piernas temblar, todos sus músculos temblaban, sentía que no podía mantenerse en pié, sentía que el aire le faltaba, veía borroso.

—Bien, agente Kai... Felicidades —fue lo único que dijo el alfa antes de darse la vuelta e ir avanzando, escuchando a los segundos como el otro se caía al suelo, desmayado, sonrió antes de ir a las gradas para beber agua.

—¡Kai! —el primero en llegar al omega fue ChangBin, lo tomó en brazos para llevarlo a dónde estaban los primeros auxilios que de inmediato empezaron a atender al omega, era una habitación pequeña de emergencia pero con todo lo básico.

Se había esforzado demasiado, más de lo que su cuerpo resistía.

—¿Qué carajos le pasa a ese hijo de puta? —espetó BeomGyu fuerte y claro cuando TaeHyun llegó con él, recibiendo el agua que le dió su novio.

—No lo sé... —murmuró TaeHyun con tono de molestia, el capitán estaba a unos metros, lo suficiente para escuchar, y más por el tono del omega.

—Capaz y él no puede hacer nada de eso, lo único que sabe es hablar y hablar —preguntó, el capitán se acercó a ellos con unos pasos luego de limpiar lo escupido en su mejilla, BeomGyu lo observó despectivamente sin algún tipo de miedo o respeto.

No se lo merecía.

—¿Tiene algún problema, señorito? —preguntó arqueando una ceja, TaeHyun rodó los ojos.

—¿No se nota? Si quiere venir a ser prepotente conmigo no le va a servir —negó, molesto por su amigo y por varios tratos que vió con otros alfas, el tipo les colocó penitencias innecesarias, y les gritaba sin razón.

—¿Y usted es agente o... —dejó las palabras al aire, esperando que el otro respondiera.

—Es mi pareja.

—Ya veo, no sabes nada de esto, así que no deberías hablar —señaló, BeomGyu cruzó los brazos.

—Y usted se nota que es un ignorante que lo único que sabe es gritar, parece que tiene el culo conectado con la boca porque le sale pura mierda cuando habla, así que tampoco debería hacerlo —espetó, en las gradas alguien se aguantó una risa, BeomGyu arqueó una ceja— Le apuesto lo que sea que usted no aguantaría ni la mitad de lo que aguantó ese omega.

—¿Tú qué sabes?

—Más que tú si, parece que no tiene condición física, siquiera pudo decir los ejemplos de los ejercicios —afirmó bajando el escalón, el militar era más grande que él, TaeHyun solamente rodeó con un brazo la cintura del otro, aún tomando agua.

Él dejaba a su novio pelear, pero atento a algún movimiento brusco para reaccionar.

El capitán era muchísimo más alto que BeomGyu, fornido, pero no entrenado, de todas maneras era alguien más grande que BeomGyu.

Así que tenía que estar atento a su pequeña pulga peleona.

—Además, se nota que le duele muchísimo que él haya aguantado todo lo que le exigió, le rompió el ego —se burló con una pequeña sonrisa, el capitán sacó el pecho, molesto.

—Estoy harto de los omegas impertinentes, no tengo porqué escuchar a una perra sin correa y-... —se quedó callado cuando recibió un fuerte puñetazo en la nariz, su cabeza se fue hacia atrás, tambaleó incluso, todo quedó en silencio, TaeHyun siguió tomando agua en paz.

—Y tampoco tengo bozal, maldito desgraciado cabrón hijo de puta... Malnacido imbécil —insultó antes de impulsarse para seguir golpeando al alfa, pero TaeHyun sólo lo tomó de la cintura, lo alzó en el aire y lo dejó a un lado— ¡Déjame! —se quejó cuando TaeHyun lo volvió a alzar en el aire para dejarlo a un lado— ¡Puedes agarrar tu puta placa de capitán y metértela en-...

—Ya, BeomGyu —cortó TaeHyun con un suspiro— Es suficiente, mira tu tamaño y mira el de él, no más problemas por hoy... —le murmuró pasando su mano por el cabello del omega que mantenía el ceño fruncido, BeomGyu chasqueó la lengua cruzando los brazos.

—Agente —la voz del capitán resonó a su espalda, TaeHyun volteó a verlo.

—El reporte por incumplimiento de normas de la agencia, abuso verbal, sobre exigencia por encima del aguante biológico y abuso excesivo del poder estará a primera hora de la mañana en la oficina de los superiores, firmada por todo el equipo, así que ni se le ocurra abrir la boca ni meterse con mi esposo, porque la puta placa de capitán se la voy a hacer tragar... —amenazó señalando su cara con un dedo, BeomGyu suspiró.

—Es mejor que se la meta en el-...

—Perra la madre tuya, cabrón, más te vale no volverte aparecer aquí —murmuró entre dientes antes de darse la vuelta, volviendo con su novio que sólo miró como se iba el capitán.

BeomGyu chasqueó la lengua mirando su mano con la que le había dado el golpe al alfa, le dolía un poquito.

—¿No hay nada dulce? —preguntó ChangBin en general, BeomGyu alzó la mano.

—¡Yo tengo chocolate! —contestó sacando de la mochila dónde llevaban sus cosas una barra de chocolate antes de ir con Kai que ya estaba consciente de nuevo pero con la presión arterial muy baja, sentado sobre una camilla— Ten —ofreció cortando un trozo, lo dejó en la boca de su amigo que suspiró, comiendo mientras cerraba los ojos.

El sangrado de su nariz ya había terminado, aún estaba débil y con dolor, pero no sé arrepentía de nada.

—¡Prepárense para la competencia! ¡Tenemos una hora! —avisó alguien por un altavoz, ChangBin se paró frente a Kai que sólo le desvió la mirada cuando notó el ceño fruncido del alfa.

—¿Otro? —preguntó el omega dándole otro trozo de chocolate, Kai lo aceptó, sintiendo que alguien de primeros auxilios le daba aire con un abanico.

—Hey, ven —llamó ChangBin a uno de sus compañeros que pasaba por la entrada de enfermería— Si vas arriba saca a Kai de la lista de tiro, por favor, o dile a cualquiera que suba.

—Claro.

—No, yo-...

—Sácalo.

—¡Que no, yo voy a-...

—Quedarás para el siguiente año.

—¿¡Por qué te haces eso!?

—¡Porque soy tu pareja! —le contestó en el mismo nivel de grito, Kai alzó las cejas, el ambiente se quedó tenso, un momento de silencio entre todos.

La nariz le volvió a sangrar al omega, arrojó la cabeza hacia adelante como le indicaron, BeomGyu le quitó el abanico a la mujer de primeros auxilios.

Kai suspiró sosteniendo el pañuelo en su nariz, en unos minutos se sentía un poco más estable.

—Ten, quedate esto por ahora  —ofreció BeomGyu con un murmullo el chocolate antes de ir con TaeHyun para pedirle un favor.

ChangBin tomó una botella de agua que le ofreció la mujer y la abrió por el omega. La mujer salió en silencio, cerrando la puerta a sus espaldas, pidiendo que avisaran si había algo mal.

Era mejor darles su espacio.

—¿Por qué me sacaste de la competencia?

—¿Vas a seguir esforzándote?

—Pero es que yo-...

—No, tu nada, Kai, te exigiste hasta el desmayo por orgullo...

—¿Y qué? ¿Querías que diera mi brazo a torcer?

—¡Hay límites, carajo! —alzó un poco la voz, con la preocupación y un poco de molestia— ¡Hay límites en las cosas, y tú mismo conoces los límites de tu cuerpo! ¡No es cuestión de dar tu brazo a torcer ni de quién es más fuerte que quien! ¡Yo mismo me detuve cuando sentí dolor o-...

—¡Tu eres alfa, ChangBin! ¿¡Acaso no lo entiendes!? —le gritó con el ceño fruncido— ¡Ustedes pueden detenerse hacer lo que sea y cuando sea, pero yo soy omega! ¡Yo no voy a dejar que me sigan tachando como el puto débil una y otra vez! ¡Es diferente a ustedes, tienes que entender eso!

—¿Y tú entiendes mi punto? ¡Por orgullo mira como estás! Si, le demostraste que podías y que eres fuerte, ¿A costa de qué, Kai? ¿De tu salud? —regañó con el ceño fruncido, el omega bebió de la botella de agua.

—No me arrepiento de nada, ChangBin —negó con la cabeza, el alfa suspiró cerrando los ojos un momento— Puedo competir.

—No. No vas a competir —negó, Kai lo observó con el ceño fruncido.

—¿¡Me estás prohibiendo algo, Seo  ChangBin!? —preguntó alzando un poco la voz también. Los que estaban afuera escucharon el grito, se alejaron un poco de la puerta.

—Lo estoy haciendo. Y lo hago por tu salud, porque si tú no te preocupas por tu cuerpo alguien tiene que hacerlo, si te vas a molestar conmigo, hazlo, pero no vas a competir, te desmayaste, sangraste por la nariz dos veces y tienes la presión arterial baja, tienes fatiga y temblores musculares, así no tengas que hacer ejercicio y sea sólo tiro, no estás en condiciones —negó tomando una botella de agua más grande, cerrada, se la dió al omega que la sostuvo, sintiendo que pesaba más de lo normal— No puedes ni con una botella de agua y quieres sujetar un arma...

—ChangBin-...

—Me estoy preocupando por ti y estoy cuidando lo que tú no cuidas —le habló fuerte y claro, sin dudas ni temblor en la voz, manteniendo el ceño fruncido.

Kai abrió la boca, la volvió a cerrar, se quedó un poco atónito.

Era la primera vez que recibía ese tipo de regaño.

—¿Estás... Molesto?

—¡Carajo, claro que estoy molesto, Kai! —gritó haciendo al omega dar un salto en su lugar, ChangBin cerró los ojos con un suspiro— Lo siento, no debí gritarte, lamento si te asusté...—murmuró quedándose frente al omega— Estoy preocupado, estoy molesto, Kai, por una vez en tu vida déjate cuidar y deja que los demás nos preocupemos por ti...

—Yo-...

—Dejame hablar —pidió mirándolo a los ojos, el omega sintió sus ojos cristalizados, el alfa estaba serio, estaba hablando en un tono firme y claro.

No era la primera vez que alguien le hablaba así, o que veía a alguien molesto o tenía a alguien gritándole.

Pero ahora era ChangBin.

¿Por qué eso lo ponía tan sensible?

—Sabes que todo el equipo tuvo todas las intenciones de intervenir el entrenamiento, pero tú seguías insistiendo en decir que no, ¿Cómo carajos podíamos ayudarte si dabas tu consentimiento para todo? —preguntó mirando que el omega empezó a llorar en silencio— Tu sabes que si tu das el consentimiento para ejercicios forzados nosotros no podemos hacer nada más que ver, ese hijo de puta se excedió con los ejercicios pero si tú seguías dando el consentimiento no podíamos meternos...

—No quería que lo hicieran...

—Tu sabes que te podías lesionar, con las pesas podía ser algo peor, podías tener un desgarre, ¿Acaso no te importa tu cuerpo, Kai? A ese imbécil no lo vas a ver más nunca en tu vida, no tenías ni tienes que demostrarle a nadie si eres o no eres capaz de hacer algo, porque mientras tú lo sepas es suficiente, te pudiste hacer daño, ¿Acaso eso no te importa? ¡Claro! Sigue de orgulloso y vas a terminar con una lesión, ¿Eso es lo que estás buscando? ¿Lesionarte?...

—Ya, ChangBin... —murmuró con la voz temblorosa, el alfa lo observó fijamente, suspiró pasando una mano por la mejilla del omega limpiando las lágrimas que cayeron, lo abrazó en silencio, escuchando al otro sorber su nariz.

Kai pasó una mano por sus ojos, sintiendo su primer regaño más de lo que debería.

Nunca nadie lo había regañado de esa forma.

—Cuida tu cuerpo, cuídate a ti mismo, si no puedes cargar un peso no lo cargues y ya, tienes mi respeto, tienes el respeto de todos en esta agencia, no tienes porqué luchar en conseguir algo que ya tienes... Así que te pido, que ésta sea la última vez que te sometas a algo así —pidió recibiendo un asentimiento, Kai asintió en silencio, Chang se separó para revisar la nariz del omega, le pasó un pañuelo por la frente— Si ese cabrón no se ha ido... Tengo cosas que hablar con él —murmuró dejando un beso en su frente, Kai sólo lo observó, aún sintiéndose regañado.

Por otro lado, BeomGyu observó a su novio hablar con otros alfas, serio.

Le palmeó con cuidado el brazo, llamando su atención.

—Dime, bonito...

—Tu... ¿Me prestas tu tarjeta?

—Si, claro.

—No voy a comprar mucho, yo sólo voy a tomar un poco para comprarle algo de fruta a Kai...

—Claro, también puedes comprar algo para ti...

—Y te lo voy a devolver, ¿Si? Sólo que no traje mi tarjeta y... Uh... Me da vergüenza pero si, préstame dinero...

—Bonito —rió pasando su mano por el cabello del omega que lo observó— Desde un principio te dije que si, además, mi dinero es tu dinero...

—Te lo voy a pagar —prometió besando su mejilla antes de irse, TaeHyun rió.

¿Cuándo sería el día que BeomGyu entendería que también era su dinero?

Tal vez cuando tenga un anillo en el dedo.












































¿opiniones?

Actualizaciones rápidas mi gente jajajaja me encanta cuando comentan

The_Dark_Diamond04

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