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Cinco meses después.







































Era viernes, inicio del fin de semana, venían los días libres de Kang TaeHyun.

—¡Ya llegué! —avisó abriendo la puerta del penthouse, de inmediato Príncipe en su versión más grande, pareciendo un adulto a pesar de que tenía apenas un año empezó a ladrar, recibiendo al alfa con emoción.

Príncipe ladró, siendo un ladrido que no tenía comparación con los ladridos chillones que soltaba de bebé. Se alzó en sus dos patas, llegando al pecho de Kang que lo acarició con una sonrisa, recibiendo lamidas.

Príncipe actualmente les llegaba a la cadera, estaba grande, pesado y muy sano, con un pelaje brillante y sedoso que BeomGyu cepillaba todos los días.

Con los meses, su habla había vuelto con terapia y mucha paciencia, la manera de tragar los alimentos ya no era difícil, había vuelto a la normalidad, al inicio su voz era más grave pero con el pasar de los meses, parecía tener el mismo tono de voz, aunque BeomGyu insistía que era un poco más grave.

En todo ese proceso había estado acompañado de su novio que no dejó de asistir a ninguna de sus terapias para retomar el habla, y además había sido cuidadoso con la cicatriz, todas las noches aplicando cremas especiales y obligándolo a usar protector solar.

En consecuencia, su cicatriz se veía más clara, no era algo invisible, se notaba la línea de lado a lado en el cuello, una cicatriz que puede que aclarara un poco más pero estaría con él toda su vida.

—Bienvenido~ —canturreó el omega saliendo de la cocina, con una pequeña sonrisa, TaeHyun se quitó los zapatos, se inclinó a besar a su novio, BeomGyu notando que de nuevo tenía un suéter que cubría su cuello.

Para TaeHyun era inevitable usar ese tipo de cuellos, que cubrieran su cicatriz, y además, protegieran su garganta del frío de la oficina.

En esos meses, BeomGyu terminó aceptando la idea de mudarse al penthouse del alfa, solamente teniendo su apartamento para dejar cosas que no necesitara, y claro, ya no estaba pagando alquiler, ya que cierto alfa compró el apartamento para quitarle el estrés de pagar un alquiler.

Tenía meses viviendo ahí, asistiendo al psicólogo ciertos días de la semana.

Y TaeHyun lo acompañaba a cada de esas citas, esperando con paciencia en el auto o en la sala de espera, quedándose en silencio cuando el omega salía con atisbos de llanto, o hablando cuando salía relajado y feliz. Era algo incierto, pero él lo apoyaría en cada una de las situaciones y emociones.

Sus hormonas en ese tiempo se haban regulado, no había cambios de humor, y su peso había dejado de aumentar, a perspectiva de TaeHyun y de muchos, BeomGyu se veía muchísimo más sano.

Antes estaba más delgado, ojeroso por su horario de trabajo, parecía cansando todo el tiempo, su apariencia delataba lo mucho que estaba luchando con él mismo.

Ahora estaba en su peso ideal, ejercitado como le gustaba, con un brillo característico en la cara, sin ojeras, se veía muchísimo más sano.

El mismo BeomGyu se sentía más sano, se sentía mejor consigo mismo, se sentía muchísimo mejor a muchos niveles.

Algo que no había cambiado esos meses, eran los cigarros que aveces fumaba, en menos cantidad pero lo hacía.

—¿Qué estabas haciendo?

—Estaba haciendo la cena... —contestó, mientras hablaba, TaeHyun besaba una y otra vez su mejilla, hundiendo su mejilla— Sé que me dijiste que te esperara pero tengo hambre...

—Uhm, tienes la cara caliente —señaló tocando la frente del omega que sólo lo observó.

—Si, yo... No me siento muy bien —admitió chasqueando sus dedos a Príncipe— ¡A comer, bonito! —lo llamó recibiendo un ladrido, Príncipe ya genia una buena porción de su comida en su plato, la comida para perro preparada por el omega, junto a proteína en aceite, su veterinario había ordenado esa receta.

TaeHyun ladeó la cabeza, caminando hasta el calendario de la cocina, miró con atención la hoja.

—Pero es en tres días...

—Si, pero a veces se adelanta... Es normal que se adelante, o que haya síntomas días antes —murmuró tomando asiento en la mesa, sintiendo pesadez en el cuerpo, así como algo de fiebre, empezó a comer con su novio, juntando sus pies por debajo de la mesa.

Los hábitos domésticos no habían tardado en formarse, desde un principio tenían un trato tan hogareño que vivir juntos no había presentado problemas de ningún tipo.

TaeHyun no había sabido más nada de su familia luego de su recuperación, y no le interesaba, su hermano ya no le hablaba por su supuesta traición pero en realidad no era algo a lo que le diera importancia, frente a él tenía a su familia, a su persona especial.

Y si tenía que cambiarlo para recuperar el habla de personas que viven de las apariencias, no lo haría, ni loco.

—Yo lavaré los platos —comentó levantándose para recoger, BeomGyu le sonrió, mirándolo fijamente.

—Quiero ver eso —rió cruzando sus brazos sobre la mesa para recostar su cabeza, observó a su novio limpiar los platos con paciencia y con un suspiro de por medio, rió.

No era para nada secreto que odiaba lavar los platos, pero TaeHyun sabía que si BeomGyu cocinaba, él tenía esa responsabilidad, además, BeomGyu lo había regañado más de una vez por dejar los platos sucios de un día para otro.

BeomGyu cerró los ojos cuando el alfa empezó a secar los platos, sentía frío, sentía el cuerpo pesado y tenía el vientre algo hinchado, con dolores leves.

Su tratamiento había concluido con éxito, tenía nuevos anticonceptivos que no le harían daño, y por suposiciones del médico, ese mes debería llegar su celo.

Y tenía toda la razón.

—¿Quieres una compresa caliente? —le preguntó con un tono de voz suave, inclinándose a besar su hombro.

En remplazo de la botella que usó hace meses atrás, TaeHyun se tomó la tarea de comprar compresas calientes, especiales y de gel, había aprendido cómo calentarlas y manipular solamente por el omega.

—Si... —murmuró acariciando a Príncipe cuando se acercó a él, captando que se sentía mal.

Príncipe seguía siendo igual de juguetón, igual de cariñoso y protector con él, pero su característico rechazo por TaeHyun había quedado en el pasado. Incluso dormía en el sillón con el alfa algunas veces.

BeomGyu tenía evidencia en su teléfono.

—¿Quieres oír un chisme de la oficina ? —preguntó TaeHyun empezando a calentar la compresa, BeomGyu rió.

—Si, siempre me traes buenos chismes de allá —contestó empezando a escuchar, TaeHyun abrió una lata de gaseosa, empezó a beber mientras la compresa se calentaba, BeomGyu lo observó.

—¿Recuerdas que te conté que la señora de servicio tenía un hijo trabajando en oficina?

—Si, un omega de sistemas, ¿No?

—Ujum, ese mismo omega... ChangBin me dijo que tenía algo con alguien de nuestro equipo... Y lo confirmamos porque casualmente vimos por cámaras que se estaban besando en las escaleras de emergencia —señaló bebiendo la gaseosa, BeomGyu alzó las cejas.

—¿Vieron las cámaras intencionalmente?

—Bueno, fue casual...

—Tu trabajo no es ver cámaras...

—Los del piso tres nos mostraron, ¿Bien? Escucha, ojitos... ¡Entonces, resulta! —alzó la voz, BeomGyu rió— Que el alfa de mi equipo está casado con alguien del piso dos, una omega de registros...

—Es un roba maridos... —murmuró con una risa, TaeHyun asintió, pero dejó la lata a un lado para decirle la mejor parte con emoción.

—¿Y sabes de qué me enteré? ¡Es buenísimo, no te rías! —pidió cuando el omega soltó una carcajada.

—A ver, dime...

—Son hermanos.

—No, debes estar confundido —negó alzándose con impresión, TaeHyun negó con la cabeza.

—Es verdad, son hermanos por parte de papá, la esposa y el amante son familia... —señaló, BeomGyu hizo una expresión de sorpresa.

—No puede ser.

—Si, es una locura, y ese chisme está corriendo por la oficina, y cuando llegue a oídos de la esposa... Va a ser un drama... —rió tomando de nuevo la lata, revisó la compresa, apagó el fuego y la sacó con unas pinzas, tomó un pañuelo y la envolvió en ella.

BeomGyu negó un poco con la cabeza, día tras día, él empezó a saberse todos y cada uno de los rumores y chismes de la oficina gracias a TaeHyun, unos más buenos que otros, otros más extensos.

Y también escuchaba lo que hablaban cuando se juntaban con ChangBin y Kai.

—Ten, no está tan caliente... ¿O quieres acostarte? —preguntó mirándolo, BeomGyu decidió la segunda opción, fue a la habitación de ambos, acostándose en el centro, TaeHyun rió haciendo el trabajo, dejando la compresa con cuidado en el vientre ajeno— ¿Ahí?

—Si... Gracias —murmuró recibiendo un beso en la punta de su nariz, observó al alfa empezar a moverse para cambiarse, BeomGyu sólo lo observó, escuchando la continuación de otro chisme de la oficina.

Con el pasar de los meses, Kai se había reintegrado apenas hace un mes al trabajo, con una semana de descanso entera, una semana si y una no, por petición de la psicóloga.

Se estaba integrando apenas, había perdido algo de práctica y agilidad.

Pero Kai tenía que lo ayudara.












[...]

























Aparte de oficinas, comedor y salas de interrogatorios, la agencia también tenía espacios para que los agentes cumplieran sus entrenamientos e hicieran ejercicio.

Algunos preferían entrenar fuera, o en otras áreas, como el tiro con armas largas, puntería, también rappel, pero el área preferida de Kai siempre sería la pelea cuerpo a cuerpo.

Estaba en la esquina de un cuadrilátero, se impulsó y tacleó con toda su fuerza, rodó con su contrincante por el suelo, quedó debajo.

Pero no por mucho tiempo, usó la fuerza de sus piernas para empujarlo, el otro trató de hacerle una llave, Kai se zafó con fuerza, se quejó cuando el otro lo abrazó por la espalda, inmovilizando sus brazos, se quejó separando más las piernas y tomando impulso para pasar el cuerpo del otro por encima, haciendo qué cayera al suelo, aprovechó el letargo y le practicó una llave, estirando el brazo enemigo a un lado y usando sus piernas para ahorcar al otro con sus piernas.

Apretó con todas sus fuerzas, escuchó que el otro golpeó el piso dos veces, rindiéndose.

—Te gané, otra vez —señaló Kai, separándose del alfa, ChangBin volteó a verlo, ambos estaban agitados, sudados.

—Te dejé ganar, otra vez —señaló con una sonrisa, se acercó al omega que se estiró a él, dejando un beso en sus comisuras antes de levantarse.

—Así no entrenábamos antes... Antes no evitabas golpearme... —recordó, ChangBin lo observó con una pequeña sonrisa.

—Bueno, ahora es diferente...

—Ajá, ahora eres más delicado... Mira esos brazos, ¡Úsalos! —señaló, ChangBin rió.

—Si los uso, pero no contigo, no logro pegarte un puñetazo... Está en contra de mis principios pegarle a mi novio —señaló, Kai sonrió volteándose para seguir bebiendo agua.

Exactamente hace tres meses habían hecho oficial su relación, en medio de una cita, ChangBin se animó a hacer la petición, llevando consigo un collar plateado, con una media luna de dije y recibiendo un si casi de inmediato.

—Ah, contra los míos no, voy a boxear —volteó Kai queriendo seguir con el entrenamiento, ChangBin se levantó.

—¿Boxeo? Meh... Aburrido —mencionó abrazando al omega, dejando sus manos en la espalda, con cuidado y respeto.

Eran novios, habían pasado muchísimo tiempo juntos, pero el contacto seguía igual de respetuoso, uno que otro momento subido de tono pero no había más que besos y las manos en lugares apenas y cerca de zonas privadas. A ChangBin no le molestaba en lo más mínimo.

El omega rió dejando sus manos en los hombros del otro.

—¿Qué no es aburrido?

—Máquinas —señaló con el mentón las máquinas para hacer ejercicio, Kai negó con una mueca.

—Boxeo...

—Bien —aceptó recibiendo un apretón en la mejilla antes de ir a buscar los implementos para boxear.

Por ahora, Kai estaba retomando entrenamiento, pero solamente con ChangBin y TaeHyun, no entrenaba con más nadie, requería contacto y la pelea cuerpo a cuerpo había muchas veces que para hacer las llaves eran posiciones en las que no se sentiría tan cómodo o seguro.

Las primeras veces le terminaba gritando a ChangBin que lo soltara cuando lo inmovilizaba con las manos hacia atrás, poco a poco había dejado de asustarse tanto con el movimiento y en su lugar reaccionaba para zafarse.

Todo era cuestión de progreso.

—A ver, dame un golpe —pidió ChangBin dejando sus manos tras su cabeza, pidiendo que el golpe fuera en el abdomen, Kai se colocó los guantes antes de golpear— No está mal...

—¿Cómo que no está mal? ¿Si duele o no?

—Uhm, no tanto, bonito —negó apretando los ojos cuando el omega golpeó de nuevo con el ceño fruncido, tosió.

—¿Ahora sí? Tarado, te había dado con cuidado —soltó rodando los ojos, ChangBin soltó una risa.

—Pero no te pongas así —animó abrazándolo por los hombros. Kai relamió sus labios.

—Es que eres tarado...

—Tu me haces tarado —contestó besando su mejilla antes de voltearse, empezando a boxear como era debido con el omega, esquivando y lanzando los golpes pero asegurándose de que ninguno le llegara, y si pasaba, lo hacía con una fuerza reducida.

—¡ChangBin! —se quejó Kai cruzando los brazos— ¡Estás siendo suave!

—¿Qué? ¿Te gusta duro? —preguntó en doble sentido, Kai chasqueó la lengua.

Desde hace meses no tenía problemas con el doble sentido.

—Si, y si tú no me das duro, me voy con otro —señaló colocándose en posición para boxear, sonriendo cuando el otro chasqueó la lengua, ChangBin volvió a boxear, usando un poco más de fuerza pero sin golpearlo igualmente.

Aún así, en boxeo ChangBin le ganó.

—¡Claro! ¡Tienes los brazos gigantes! —se quejó, ChangBin carcajeó.

—Aprende a perder, bonito.

—¡Hiciste trampa!

—No hice.

—Ya no quiero boxear —decidió apoyándose en el borde del ring, ChangBin rió dejando una mano en su espalda, volteó a verlo, ofreciendo una botella de agua, Kai la iba a tomar  pero el alfa la quitó, haciendo sus labios un pico.

Kai rodó los ojos antes de dejar un pequeño beso sobre los labios ajenos, luego de eso recibió el agua.

Nunca pensó entrenar de esa manera, pero le gustaba.

No lo cambiaba por otro tipo de entrenamiento.






































5 meses después... Jejejeje tremendo salto en el tiempo

The_Dark_Diamond04

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