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1 semana después.

















La noticia de que el problema con sus padres estaba resuelto era algo que TaeHyun se estaba guardando para sí mismo, no le había dicho nada a BeomGyu aún, apenas y había hablado con el omega.

—¿Quieres agua? —ofreció mirando al omega que estaba frente a él, el invitado negó con la cabeza.

—No, gracias —agradeció con una sonrisa.

Ese omega era uno de sus tantos amantes del pasado, aún no había borrado los números de ninguno, los conocía, eran hasta amigos, y lo único que no había hecho era cambiarles los emojis de corazón, pero eso lo haría cuando tuviera tiempo.

El omega en cuestión había estado de visita constantemente, aprovechando el hecho de que BeomGyu no estaba en el penthouse.

—¿Tu crees que esté bien?

—Es lo mejor que puedes hacer, además, me beneficia —carcajeó el otro, TaeHyun rodó los ojos caminando hacia el omega— Ven, vamos a la habitación —pidió jalando el brazo del alfa que sonrió de medio lado, dejándose llevar por el omega.

—Que... Hermoso —sinceró parado en la puerta de la habitación, el omega ya había entrado.

—Lo sé... Acércate y verás mejor —ofreció, TaeHyun entró con confianza, seguro de lo que hacía.

No se arrepentía de nada de lo que estaba haciendo, valía totalmente la pena y a pesar de que había sido un disgusto que los había alejado, lo había ayudado a cumplir lo que quería.

—Sólo faltaría terminar aquí la instalación del pole, pero esto está listo —comentó el omega señalando toda la habitación, mostrando el trabajo que había hecho.

Ese omega, se llamaba Byun BaekHyun, uno de sus tantos amantes, arquitecto y con muchísima inspiración para transformar habitaciones a lo que pidiera el cliente.

Y casualmente su cliente era Kang TaeHyun, su ex amante.

—Esto se termina en unos minutos —prometió un alfa que estaba terminando de instalar el pole en medio de la habitación.

TaeHyun asintió, observando todo.

La habitación de huéspedes que nunca se usaba, la había mandado a ajustar para ser un salón de prácticas individual de pole dance, con espejo, el pole en el centro, una bocina, luces led en las esquinas y paredes insonorizadas, había cambiado el piso de la habitación a uno de madera, que según BaekHyun era el mejor para ese tipo de ajustes.

Tenían unos cuatro casi cinco meses de relación y los regalos habían escaseado, y como todo un Kang quería hacerlo a lo grande.

BeomGyu podría entrenar a cualquier hora, en cualquier momento, con todas las comodidades.

—Oh, el climatizador —señaló BaekHyun el aire acondicionado en un esquina— Funciona correctamente, todo está listo.

—Fue rápido... Ah, ¿Cuánto te debo? —preguntó cruzando los brazos. BaekHyun hizo un gesto con la mano.

—Por ser tu, y darme tan buenos orgasmos antes, serían cinco millones de dólares, normalmente cobro este tipo de trabajos el doble.

—Bien, ya te los doy —aceptó sin problemas por el precio, mirando como el alfa terminaba de instalar el pole, con seguridad y verificando que estaba correctamente instalado.

TaeHyun sonrió, pagando y dándole propina al alfa, emocionado.

A BeomGyu le gustará mucho, estoy seguro. Pensó mirando la habitación lista, cerró la puerta con emoción, sin poder esperar a que el omega lo viera todo.

Suspiró arrojándose al sillón, ambos aún tenían una conversación pendiente que no dejaría pasar por alto, pero las circunstancias lo habían hecho aplazarse.

Empezó a cambiar los nombres de los contactos rápidamente, identificando a la persona por el número, aún no los olvidaba.

Relamió sus labios llamando a una floristería.

—Hola, si... Quisiera un ramo... Es... Temático, si de una película... Son azules, un momento... —el alfa colocó el altavoz, buscando rápidamente en sus notas lo que necesitaba el ramo del omega—... Unas treinta, si... ¿Cuánto es?... Uhm, ya le hago el pago —aceptó antes de colgar, hizo el pago casi de inmediato, levantándose para darse una ducha, arreglarse e ir directo al apartamento del omega.

A volver todo a la normalidad.















[...]
















—¡Cómo hayas roto algo, Príncipe, te voy a castigar! —gritó BeomGyu desde la habitación, saliendo con un paño en la cintura de una ducha, había escuchado un golpe en la cocina, como algo caerse y el lloriqueo de Príncipe que estaba acostado a un lado del sartén que había arrojado al suelo sin querer, lloriqueando y moviendo sus orejitas cuando el omega entró a la cocina— Te pudiste lastimar, ¿Y si tenía algo caliente? Agradece que está vacía, perrito tonto —le dijo mientras lo acariciaba, chasqueando los dedos, Príncipe se levantó y lamió su mentón, BeomGyu rió.

Príncipe ladró cuando escuchó el timbre, y ladró aún más cuando reconoció el toque característico de TaeHyun.

El perro soltó ladridos una y otra vez, rasguñando la puerta con sus patas, BeomGyu sonrió abriendo la puerta al alfa, avergonzado cuando observó lo arreglado que estaba y con un ramo de rosas.

Y él en toalla.

—Volví, ojitos —habló el alfa dándole una gran sonrisa que el omega secundó, Príncipe ladró una y otra vez, parándose en sus patas traseras para llamar la atención de TaeHyun que rió acariciando al perro— Hola, Príncipe~... Mi perrito mordelon, ¿Te gusta morder gente mala? Si —asintió jugueteando con el perro, BeomGyu sujetó el ramo de rosas cuando se lo entregó con una sonrisa.

—Es... Hermoso, me gusta mucho —asintió detallando las flores, hizo un sonido de impresión— Es... Es como el de la película que vimos la otra noche...

—Si, me dijiste que es tu favorita... Y me pareció... Romántica de cierta manera... Son rosas de amor eterno... y lirios para la pureza... —señaló, recordando la película, BeomGyu observó con mucha atención.

Sintió ganas de llorar, mirando que una de las rosas tenía sobre ella una nota.

La observó, el alfa empezó a hablar lo que decía la nota, sintiéndose nervioso por equivocarse.

Con... Con esta mano, yo sostendré tus anhelos... Tu copa nunca estará vacía... Porque yo seré tu vino... Con esta vela alumbraré tu camino en la oscuridad.... Y con este anillo... —de su bolsillo, sacó un anillo, dorado, fino.

Un anillo de promesa, un anillo que representaba el juramento de TaeHyun hacia el omega de nunca volver a lastimarlo o hacerlo pasar por una situación igual.

Además, se supone que habían terminado su relación.

Le estaba pidiendo volver, y de la mejor manera.

Te pido... Que seas mío —pidió tomando la mano izquierda del omega que sintió sus ojos cristalizados, le colocó el anillo en el dedo anular con cuidado.

BeomGyu tragó grueso, pero fue en vano, soltó una pequeña lágrima.

—Él debió elegir a Emily —opinó TaeHyun, acercándose un paso hacia el omega que lo observó, derramando lágrimas de emoción— Pero tú crees que está bien que eligiera a Victoria... ¿Pero sabes qué es lo importante, ojitos?

—¿Qué? —preguntó con un hilo de voz. Sintió las manos del alfa acunar sus mejillas con delicadeza.

Que yo te elegí a ti... —susurró antes de besarlo después de mucho tiempo, el omega lo abrazó por los hombros, lloriqueando.

Casi tres semanas separados, después de una vida tan cotidiana, después de sus costumbres y la incertidumbre de si volverían o no, había sido suficiente para ellos para darse cuenta de la intensa conexión que tenían.

—Y-yo...

—Te amo, te amo mucho, ojitos —susurró el alfa sobre sus labios, el otro lloriqueó.

—Sabía que ibas a venir... Te extrañé mucho, demasiado...—susurró sintiendo el aroma a canela envolverlo como antes, el aroma a fresas se hizo más intenso, lloriqueó de la emoción, besando una y otra vez al alfa que rió, feliz.

—Te tengo una sorpresa en casa, arréglate para ir —pidió peinando el cabello mojado del omega con una mano, BeomGyu asintió, besando sus labios una vez más antes de irse rápidamente.

TaeHyun sonrió, agachándose a acariciar a Príncipe.

—¿Tu me extrañaste? Yo te extrañé mucho a ti, mi niño, si si, sacudete como siempre —miró a Príncipe sacudirse por su toque como siempre pero quedándose a su lado, escuchó un lloriqueo de la habitación, se levantó de inmediato.

El omega estaba a medio vestir, le faltaban los pantalones y zapatos. Príncipe le ladró a BeomGyu que secó sus lágrimas, emocionado, las hormonas sin regular ayudando a lo intenso de su llanto.

—E-es demasiado hermoso... Y-y... —y siguió llorando, abrazando la cintura del alfa que rió, devolviendo el abrazo con cariño.

Tenía semanas llorando demasiado, por extrañar al alfa, por la incertidumbre de si volvía o no, simplemente llorar por como se sentía y ese día no era la excepción con ese hermoso ramo de flores temático y su anillo de promesa.

Se alistó para ir al penthouse, con Príncipe incluído y obedeciendo a todo, acostumbrado a ir en el auto.

—¿Tu... Estás bien? Tu familia-...

—Ah, están molestos... —confesó empezando a conducir, BeomGyu observó su ramo de flores— Hice un contrato con un abogado... Y con la señorita Kim...

—La que iba a ser tu esposa...

—Ajá, fue un poquito dura de convencer, pero llegamos a un acuerdo y tenemos compartimiento de bienes familiares... No tengo que casarme y mi madre está... Ella está loca...

—Lo noté —asintió, TaeHyun lo vió unos segundos.

—¿Qué le dijiste?

—Ya sabes... Cosas no tan bonitas —murmuró, él no se arrepentía de haberse enfrentado a la mujer, estaba satisfecho con lo que le había dicho.

Pero decirle al pié de la letra a TaeHyun le daba vergüenza, después de todo era su madre.

—Ella me dijo que le habías dicho bruja, vieja maldita, zorra, que la amenazaste con acostarte con mi papá, que la amenazaste con Príncipe y le dijiste que le ibas a enseñar lo que aprendiste en los bares...

—Algo así —asintió aún mirando sus flores, TaeHyun soltó una carcajada.

—Tenía que ver eso, te vuelves una fiera cuando estás molesto y dices groserías por montón...

—No, no tenías que ver...

—Si, tenía que ver a mi ojitos en acción —se burló, el omega chasqueó la lengua mirando que ya iban a llegar.

BeomGyu en su mente esperaba regalos, más cosas, el alfa siempre le daba bolsas o cajas de regalo, pero le pareció extraño que no hubiera nada al entrar.

Príncipe de inmediato corrió a buscar su pelota favorita empezando a jugar, sin preocuparse por lo que pasaba.

—Huele a omega —soltó de inmediato, percibiendo las feromonas aún en el aire, volteó a ver a TaeHyun que alzó los brazos.

—Si, vino un omega hoy —afirmó, BeomGyu relamió sus labios, volviendo a caminar, ignorando el hecho del omega.

Tenían una conversación pendiente, ambos los sabían.

—Mira, eh... Sé que todos mis regalos te han encantado y has llorado con la mayoría, y estoy seguro de que esto te va a encantar... Pero si quieres cambiar algo puedes hacerlo, ¿Si?

—No creo que quiera cambiar algo —rió con nervios, la emoción de saber que había detrás de la puerta, se supone que era la habitación de huéspedes pero TaeHyun se había puesto repentinamente nervioso también.

TaeHyun le quitó el ramo y se hizo a un lado, dejando que el omega abriera la puerta, esperando que le gustara.

BeomGyu abrió la puerta con cautela, apretó los ojos.

—Ojitos, ve la habitación.

—E-es que siento que voy a llorar...

—Voy a contar hasta tres... Uno... Dos... Tres... —terminó de contar, BeomGyu abrió los ojos detallando la habitación frente a él.

De inmediato soltó un sonido de impresión, TaeHyun sonrió mirando como el omega entraba con rapidez, su cara reflejando la emoción que sentía.

—¡No puede ser, no puede ser! ¿¡Cómo hiciste esto!? —preguntó emocionado, mirando el espejo, mirando todo con emoción, con alegría, sonrió en grande mirando el pole en el medio de la habitación, lo sostuvo con ambas manos.

—Bueno, con un poco de ayuda... —rió entrando, el omega empezó a llorar de la emoción, mirando las luces led, la bocina en una esquina, todo estaba hermoso.

¿Cómo no amar a ese hombre?

—¡Está hermoso, por la luna! ¡E-es... —soltó un lloriqueo acercándose a tomar las mejillas del alfa que se dejó hacer, aliviado por la reacción del omega que lo besó una y otra vez.

—Me alegra mucho que te haya gustado, mi ojitos...

Te amo, TaeHyun —soltó el omega mirándolo a los ojos, acariciando sus pómulos, el alfa hizo una expresión de impresión, escuchando por primera vez un te amo del omega.

Era sincero, era lo mejor que podía oír después de tanto.

—Tu cara... TaeHyun te-... ¡No puede ser, te sonrojaste! —señaló sintiendo las mejillas del alfa calientes, quitó las manos mirando el leve sonrojo, el alfa lo abrazó por la cintura, besándolo sin avisar, el omega sonrió antes de contestarle, abrazando sus hombros.

El alfa rió, besando sus mejillas con emoción, satisfecho, feliz y sobre todo...

Enamorado.

—Esto es... Wow —habló el omega tomando el pole con ambas manos, subió un poco, apretando las piernas, al tener ropa era más difícil, pero se sujetó con fuerza, le sonrió al alfa.

—Cuando quieras... Tendrás esto aquí... Y si necesitas algo, no lo sé, modificar algo, puedes decirme —ofreció mirando al omega girar en el pole, BeomGyu rió quedando de cabeza, a la altura de la cara de TaeHyun.

—¿No quieres un espectáculo privado?

—¿Me vas a ofrecer cerveza también?

—Claro, señor, también hay vino y más bebidas, con gusto se las puedo traer  —contestó con voz seria, riendo, jugueteando con el alfa que arqueó una ceja.

—¿Cuánto debería pagar por todo el servicio?

—Uhm, ¿Un servicio completo? Es costoso —dramatizó aún de cabeza, cruzando los brazos, sosteniéndose con las piernas.

—Nada es costoso para un hombre como yo...

—¿Enserio? Entonces le cobraré el triple de todo.

—Con tal de verte, el precio no importa —negó acercándose a él a besarlo, aún el omega de cabeza, rió recibiendo el beso.

Una reconciliación dulce, amorosa, era lo que merecían después de tanto, y a pesar de que tenían una conversación pendiente estaban disfrutando el momento.

Porque se lo merecían, porque se necesitaban.

Porque se amaban.































Cosa que nadie me preguntó: Corpse bride es mi película favorita y no dudé en poner ciertas referencias, en este y otro cap :D

Espero les haya gustado este cap, creo que... Queda poco tal vez

Vieron que están juntos? Era una bromita pa yutu :D

The_Dark_Diamond04

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