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2 meses después.
























Ese día se cumplían exactamente dos meses desde todo el problema del secuestro, el rescate, el juicio de ambos criminales y arresto.

Y también se cumplían dos meses desde que BeomGyu empezó el tratamiento hormonal.

—¿¡No estás entendiendo lo grave del asunto!?

—No tienes porqué gritar, ojitos...

—¡Claro que tengo que gritar, no entiendes cuando te hablo normal! ¿¡Sabes qué!? ¡Me voy a mi casa!

—Estás en tu casa, dulzura.

—¡Entonces vete tú a la tuya! —reclamó señalando a la puerta, TaeHyun suspiró quedándose sentado en la cama del omega.

Esa tarde habían ido a buscar ropa, el omega necesitaba, además tenía meses sin visitar su casa, ya había limpiado un poco el polvo, y estaba buscando ropa y cosas necesarias para seguir en la casa del alfa.

TaeHyun había insistido en que podía deshacerse de esa vivienda y dejar de pagar el alquiler, pero BeomGyu estaba negado a hacerlo.

Ahora, el asunto que tenía a BeomGyu gritando, enojado y aún más que su novio no lo entendiera, era la ropa.

—Te lo voy a explicar, una vez más y si no entiendes te vas al sillón —señaló, TaeHyun asintió quedándose sentado en la cama, esperando con paciencia.

El tema de las hormonas había sido manejable para ambos, el tratamiento estaba avanzando cómo era debido, y TaeHyun no se había visto afectado por las reacciones ajenas.

Había veces que BeomGyu le peleaba cosas, y al rato iba llorando con él porque se sentía mal por haberle gritado, al inicio eso sucedía casi todo los días, pero se iba a regulando con el pasar del tiempo.

Esa era la primera vez en dos semanas que el omega le gritaba, estaban avanzando.

—Mira esto, ¿Cómo pretendo llevarme esto?

—Te ves bonito —halagó, mirando al omega que había cambiado su ropa por un top.

—¿¡Ah sí!? ¿¡En dónde está mi abdomen!? ¿¡Ah!?

—Ahí —señaló el abdomen del omega que sólo se jaló el cabello soltando un chillido exasperado.

—¡No entiendes! —negó empezando a buscar en su armario prendas, TaeHyun negó lentamente con la cabeza.

—Te dijeron que ibas a subir de peso, está bien eso... Antes estabas por debajo de tu peso ideal, es normal que subas de peso, además, te ves sexy —señaló, BeomGyu volteó a verlo en silencio unos segundos— ¿Qué?

—¡Vete para el sillón! —ordenó con el ceño fruncido, TaeHyun suspiró caminando al sillón, dejando al omega sólo en la habitación.

BeomGyu no había dejado de hacer ejercicio, y de hecho, había conseguido un lugar donde podía seguir entrenando pole dance, lo hacía los fines de semana, estaba en forma.

Pero, tenía los muslos más grandes, los brazos también, incluso el abdomen dejó de estar marcado, ya no veía sus abdominales, y al sentarse podía ver su abdomen sobresaliendo un poco.

Para él, una persona que siempre estuvo delgada toda su vida, excepto en el embarazo, era algo grave.

La ropa le ajustaba más, y eso le estresaba, le gustaba su silueta delgada de antes después de todo.

Pero ya estaba trabajando en ello, haciendo ejercicio, haciendo pole dance, y cardio constante.

Y claro, cuando hablamos de cardio, hablamos de sexo.

Los resultados se verían con el tiempo, él lo sabía, pero igual le desesperaba mucho que no fuera tan rápido.

—¿Ya? —preguntó TaeHyun mirando al otro salir, BeomGyu caminó a él de brazos cruzados.

—No. Necesito ayuda —pidió, el alfa caminó tras él con una pequeña sonrisa.

No sólo los muslos le crecieron. Pensó mirando más abajo de la espalda, cada que tenía oportunidad lo hacía.

—Eso no puedo bajarlo, es mi ropa de entrenar —explicó señalando una repisa más alta que él, TaeHyun alzó los brazos y la bajó, dejándola frente al omega que empezó a sacar cosas— Oh, por cierto... Mañana voy a salir después del trabajo —comentó metiendo lo que sacaba en una maleta, TaeHyun alzó las cejas.

—¿Enserio? ¿A dónde vas?

—Voy a casa de Kai —contestó, TaeHyun sonrió un poco.

Con el pasar de los meses, BeomGyu y Kai habían empezado a hablar más por teléfono, incluso BeomGyu visitaba al omega aveces, se habían hecho cercanos.

Eso le hacía feliz a TaeHyun, después de todo el mismo BeomGyu le había dicho que no tenía amigos.

—¿Después del trabajo?

—Si, saldré un poco más temprano ahora, me rotaron el horario —explicó, empezando a hablar con normalidad con el alfa como si no le hubiera gritado hace minutos.

BeomGyu hace un mes había vuelto al trabajo, se lo había tomado con calma.

Estaba trabajando, haciendo ejercicio, entrenando pole de nuevo, TaeHyun trabajando en su horario normal, estaban estables y cada día avanzaban más como pareja.

—Él... Aceptó la ayuda psicológica —comentó TaeHyun deteniendo los movimientos del omega que volteó a verlo— Hace dos meses está de reposo y aceptó la ayuda...

—Pues bien por él —murmuró, TaeHyun suspiró.

—¿Cuándo aceptarás tú la ayuda?

—Tyun, ya te he dicho lo que pienso del psicólogo... —habló siguiendo con su tarea, cerrando la maleta, miró al alfa— Y ahora con este tratamiento y-yo-...

—El tratamiento no tiene nada que ver, tu y yo lo sabemos... Escucha, no lo digo para pelear o para molestarte, pero enserio, enserio lo necesitas yo sé que estamos bien, estamos viviendo bien y ahora tienes una vida más tranquila pero-...

—Exactamente, tengo una vida tranquila, ¿Por qué debería arruinarla en un psicólogo? —pensó, TaeHyun cruzó los brazos.

—Entonces, ¿Prefieres seguir soñando con Mark? —soltó dejando al omega perplejo, TaeHyun lo observó a los ojos.

La noche anterior, BeomGyu se había dormido primero, TaeHyun se quedó con él al ser su día libre, usando su teléfono por horas.

Hasta que el omega empezó a hablar dormido, quejándose entre sueños, pareciendo tener una pesadilla, y empezando a mencionar el nombre de Mark.

—Un psicólogo no resolverá lo que sueñes, pero carajo... Por lo menos te sentirás mejor...

—No sabía que hablaba dormido... —murmuró, TaeHyun asintió tomando la maleta.

—Necesitas resolver lo que pasó antes de que yo llegase a tu vida, todo irá mejor así —aseguró llevándose la maleta hacia afuera, BeomGyu suspiro abrazándose a sí mismo.

Sabía que TaeHyun tenía razón, además, ¿Cómo pretendía vivir tranquilo si tenía un pasado que lo atormentaba?

No era nuevo que tenía traumas, él lo sabía, y no podía ignorarlos toda la vida.

—Uhm... En dos semanas me dan vacaciones... —comentó saliendo de la habitación, TaeHyun dejó de ver su teléfono para verlo— Consideraré ir...

—Está bien, no te estoy obligando, ¿Bien? Pero me preocupo —habló inclinándose, dejando un beso en su frente, BeomGyu asintió, escuchó el teléfono del alfa que sólo lo presionó para callar la llamada.

—Contesta —animó tomando las llaves del apartamento, TaeHyun negó.

—No es importante —negó guardando  su teléfono, BeomGyu sólo le dió una mirada antes de salir.

Hace días que pasaba lo mismo, llamaban al alfa, no contestaba y silenciaba la llamada, luego decía que no era importante, pero a las horas estaba escribiendo como un demente, recibiendo mensajes constantes y a altas horas de la noche, además de apagar el teléfono o dejarlo de lado cuando él estaba cerca.

No quería desconfiar, tampoco sentirse inseguro, pero el alfa no ayudaba.

¿Y si era un amante? ¿Y si ya se había aburrido de él y quería algo más?

Había veces que los amantes de TaeHyun lo llamaban, pero contestaba el teléfono.

¿Qué era tan secreto que no podía atender el teléfono frente a él? Además de evitar que estuviera tan cerca de su teléfono encendido.

—Tyun... —llamó en la tarde, a la hora del almuerzo, TaeHyun alzó la mirada del teléfono, apagando de inmediato la pantalla cuando el omega se acercó— La... La comida está lista, sólo falta servirla pero voy al baño un momento...

—Oh, yo la sirvo, ve al baño —propuso dejando el teléfono en el posabrazos del sillón, se levantó para ir a la cocina, BeomGyu lo observó, luego observó el teléfono.

Mordió su labio inferior mirando al aparato iluminarse con el aviso de un mensaje nuevo, observó de nuevo a la cocina, estaba lejos y el alfa estaba de espaldas, por eso, tomó el teléfono con rapidez antes de caminar al baño.

Se detuvo antes de entrar, pensando en lo que estaba haciendo.

No debería revisarle el teléfono, TaeHyun no lo hacía con el suyo.

Pero él no le escondía nada a TaeHyun.

Encendió la pantalla, mirando que el fondo era una foto de ellos dos con Príncipe, una de las tantas veces que habían ido al parque, arriba de esa foto se mostraron las notificaciones, tenía dos mensajes diferentes de dos remitentes.

🩵

Mándame una foto.

Hyung.

Déjalo y ven, la familia te necesita, Kang.

—¿Ojitos? —dió un salto en su lugar volteando a ver al alfa.

—Y-ya voy... —balbuceó retrocediendo un paso, el alfa frunció el ceño mirando que en las manos del omega estaba su teléfono, era obvio, ambos tenían al mismo modelo pero la diferencia era la carcasa.

Mientras que TaeHyun tenía una carcasa por complejo negra, BeomGyu tenía una colorida con una foto de Príncipe.

—¿Qué haces con mi teléfono? —preguntó acercándose al omega que retrocedió aún más.

—Yo... A-ah...

—BeomGyu, ¿Qué haces con mi teléfono? —preguntó con seriedad y un tono molesto que no pudo disimular, tomando el teléfono pero el omega hizo fuerza, manteniendo el teléfono con él.

—¿B-beom-... BeomGyu?

—¿Por qué tomaste mi teléfono? —preguntó con un tono aún más molesto, forcejeando con el omega para tener el teléfono, BeomGyu sujetó el aparato con ambas manos.

—¿A quién le vas a mandar fotos de qué? ¿Cómo que tu familia te necesita? —preguntó con el ceño fruncido igual, TaeHyun chasqueó la lengua haciendo uso de toda su fuerza para arrancarle el teléfono al omega, se lo arrebató con fuerza, tanta que el omega se tambaleó al poner resistencia.

—¿Por qué tienes que leer mis mensajes? N-no es... No es nada...

—¿Por qué tartamudeas entonces? ¿Quiénes son esos dos? —preguntó, TaeHyun sólo metió el teléfono en su bolsillo delantero.

—No es nada malo, es algo sin importancia.

—¿Ah sí? ¿Y por qué te pones nervioso? ¿Ah? ¡TaeHyun, te estoy hablando! —le gritó cuando el alfa retrocedió a la sala, caminando con un suspiro— ¡Tae-...

—¿¡Para qué carajos me revisaste el teléfono, BeomGyu!? —le preguntó a gritos, haciendo al omega dar un salto en su lugar por lo sorpresivo que había sido— ¿¡Acaso yo reviso tu teléfono!? ¿¡Ah!? ¡A ti también te llegan mensajes y te llaman pero no estoy revisando! ¡Siquiera me sé la puta clave!

—E-es... El día que nos hicimos novios... —balbuceó mirando al alfa, apretando las manos cuando TaeHyun se acercó a él.

No me va a hacer nada.

—No me gusta que me revises el teléfono, BeomGyu, es privado, ¿Bien? Yo respeto tu privacidad en tú teléfono, así que respeta la mía, no tengo nada, si te digo que no hay nada, confía en mi...

—¿¡Y cómo quieres que confíe en tí!? ¡No atiendes llamadas desde hace días, dejas el teléfono con la pantalla abajo, escribes y te llegan mensajes en la madrugada! ¿¡Y me dices que no es nada!? ¿¡Quién te está diciendo que la familia te necesita!? ¿¡Quién te está pidiendo fotos!? ¿¡Quién carajo te está diciendo que me dejes y vayas!? —preguntó a los gritos, dolido, molesto por la situación, TaeHyun frunció el ceño, igual de molesto, también nervioso.

—¡Es mi puto problema si contesto o no las llamadas, BeomGyu! ¡Te estoy diciendo que no es nada, carajo! ¡Déjalo así!

—¡No lo voy a dejar así! —negó estirando la mano al aparato, TaeHyun se hizo hacia atrás, el omega se tambaleó. Príncipe apareció corriendo, gruñendo hacia el alfa, quedándose sentado frente a los pies de BeomGyu, cubriendo hasta más arriba de las rodillas del omega por lo grande que estaba actualmente— ¡TaeHyun tu-...

—¿¡Acaso tienes las putas hormonas al tope, BeomGyu!? ¡Que espectáculo por unos mensajes!

—¡El espectáculo lo tienes tú!

—¿¡Y quién empezó a gritar como un demente!? ¿¡Ah!? ¡Y a tomar cosas ajenas! —acusó, BeomGyu dió un paso adelante con Príncipe, dejó la mano en el aparato, TaeHyun le sujetó la muñeca para que no moviera más.

Sus miradas se encontraron, ambos molestos, los ceños fruncidos.

—No me revises el teléfono —negó con voz baja, de advertencia.

—¿Qué me estás escondiendo? —preguntó con todo el dolor del mundo, sintiendo su desconfianza aumentar, algo le decía que había algo y la reacción del alfa se lo confirmaba.

—No es... No es tu problema, BeomGyu.

—¿No es mi problema? ¿¡NO ES MI PROBLEMA SI ME ESTAS ENGAÑANDO O NO!? ¡Me estás escondiendo algo, maldita sea!

—¡Confía en mi! —insistió el alfa recibiendo el ladrido del perro. Soltó al omega cuando Príncipe empezó a ladrar y gruñir, haciéndolo retroceder.

—¡No voy a confiar en ti! ¿Sabes qué? Bien, no es nada, sólo es una mala interpretación mía, sólo son mis putas hormonas, entonces déjame ver —pidió estirando la mano al teléfono, TaeHyun frunció aún más el ceño.

—¿Qué?

—¡Lo que oíste, maldita sea, déjame ver el puto teléfono! Si no tienes nada malo, no te preocuparía dejarme ver —habló muy seguro, mostrando su mano al alfa que negó con la cabeza.

—No quiero.

—El que nada debe nada teme, TaeHyun, la única mierda que te he pedido todo este tiempo es decencia humana, es respeto, yo te respeto como no tienes una idea y me sales con esto...

—No te estoy engañando, es lo único que debes saber.

—¿Cómo puedo estar seguro de eso? —preguntó sintiendo sus ojos cristalizados, bajó la mano con lentidud, resignando a qué no vería el aparato y tampoco recibiría una explicación.

—Ya deja de pelear, es-...

—Claro que voy a dejar de pelear, me voy para que puedas atender tus llamadas en paz —decidió, entrando a la habitación, tomó su teléfono y los primeros zapatos que vió, TaeHyun chasqueó la lengua.

—BeomGyu, es-...

—¡No quiero oír nada, TaeHyun, agarra tus mensajes y responde, me voy! Vamos, Príncipe —le chasqueó los dedos al perro que ladró caminando tras él, TaeHyun lo persiguió.

—¡Sólo es mi hermano! ¿Bien?

—Ya no me interesa, TaeHyun, ¿Ahora que ves que me voy a ir si quieres explicarme todo? Jodete, puedes meterte el teléfono y los mensajes por dónde no te entra el sol —habló manteniendo la cara seria, tomó el arnés de Príncipe y lo dejó en el suelo, el cachorro colaborando para colocarse el arnés.

—Ya, deja el puto berrinche por unos mensajes, te estoy diciendo que es nada y punto, estás haciendo un maldito problema por nada... ¡Te estoy hablando! —reclamó, tomando la muñeca del omega antes de que abriera la puerta, BeomGyu volteó a verlo rápidamente, asustado por el agarre que no era tan fuerte pero traía consigo malas experiencias y sensaciones.

—Sueltame antes de que te reviente la cara, TaeHyun —pidió firme, haciendo al alfa soltarlo de inmediato.

—Quedate, enserio no te estoy engañando yo-... ¡Mira la conversación! —desbloqueó el teléfono para mostrarlo, pero el omega salió del apartamento, ignorando el chat que le mostraba el alfa.

—¿Ahora sí las vas a mostrar? Ya no me importa, quédate con tus mensajes —negó antes de cerrar la puerta con fuerza, TaeHyun chasqueó la lengua dándole un golpe, BeomGyu rodó los ojos bajando la escalera con Príncipe, directo a su casa.

—Maldita sea —gruñó molesto tomando los zapatos del recibidor para ponérselos e ir tras el omega, una llamada entró a su teléfono, bufó tomando el dichoso teléfono y contestó ajustándose las agujetas— ¡Carajo! ¿¡Qué!?

—¿Tan importante es tu otra vida que no das la cara con tus padres? Irresponsable.

Papá, estoy ocupado, enserio neces-...

¡Las empresas van en picada, carajo, nada es más importante! ¡Ven a la mansión antes de que te mande a buscar, no pareces un Kang! ¡Ven ahora mismo!

¿Las... Empresas? —frunció el ceño levantándose, abrió la puerta.

Tenemos dos meses en crisis y a ti ni te importa, siquiera tu hermano logró convencerte, deja de hacer lo que sea que estés haciendo y ven por las buenas.

Iré...

Ahora mismo, TaeHyun —ordenó con voz firme antes de colgar, TaeHyun chasqueó la lengua saliendo con un portazo, dejando en la mesa de la cocina los dos platos de ambos.

La comida caliente y con el sabor que le gustaba, la comida que no se cansaba de comer, que lo hacía sentir en casa.

Ninguno de los dos almorzó ese día, la comida se enfrió ahí en la mesa.

Nadie tocó esa comida.

Así como no tocaron más el tema del teléfono.











































Pronto veremos a los demás personajes :D

The_Dark_Diamond04

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