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Ambos habían recuperado sus horas de sueño, sus cuerpos ya estaban descansados, estaban recuperados de todo el estrés y dolor físico, BeomGyu puede que tuviera una que otra pesadilla que lo hiciera despertar de sopetón en la noche, pero se había mentalizado que pasaría con el tiempo.

Estaba completamente negado a ir al psicólogo y TaeHyun se lo respetaba a pesar de que insinuaba una que otra vez el servicio gratuito.

—Despierta... Mi bonito —llamó el alfa besando la mejilla del omega dormido, BeomGyu abrazando una almohada, soltó un suspiro abriendo los ojos poco a poco— Buenos días, ¿Cómo están los ojitos más lindos del país? —preguntó, desde la mañana muy meloso, el omega rió recibiendo otro beso en su mejilla, se levantó mirando que el alfa estaba listo para salir.

—¿Qué hora es? —preguntó tomando asiento en la cama pasando sus manos por sus ojos.

—Las diez, ya saqué a Príncipe —avisó señalando al cachorro que estaba oliendo la habitación, meneando la colita.

BeomGyu bostezó una vez más y se levantó para hacer su aseo diario, así como su rutina de piel con los productos que le había dado su novio.

Se duchó, se arregló y desayunó.

Ese día habían decidido ir a visitar a Kai, lo tenían muy en cuenta y presente, y preferían ir en persona debido a que el omega no contestaba los mensajes.

TaeHyun se sentía mal con esa situación, veía a su compañero y amigo y no era el mismo, esa actitud divertida, la actitud que tenía al contestar y al hablar, no había nada de eso ahora y le dolía tanto saber las razones explícitas. Se sentía culpable de no haber llegado antes.

Por otro lado, BeomGyu no podía decir en voz alta que se sentía identificado con Kai y por eso su insistencia en acompañarlo, él comprendía en carne propia lo que sentía el omega y entendía completamente sus actitudes.

Y de hecho, lo admiraba muchísimo puesto que Kai estaba llevando la situación de una manera completamente diferente a la suya.

Era la misma situación, pero diferentes maneras de sobrellevarlo.

—Oh, buenos días... —saludó el omega entrando a la habitación, a un lado de TaeHyun que se llevó la sorpresa de ver a ChangBin ahí.

—¿Llegaste hace rato? —le preguntó saludando con un choque de manos, seguido de un abrazo corto.

—Ah... Me quedé toda la noche —contestó el alfa algo avergonzado, tomó la bandeja de comida vacía del omega y salió en silencio, evitando las posibles preguntas que TaeHyun le iba a lanzar, además de dándoles espacio para la visita.

—Hola... —saludó BeomGyu con una sonrisa mirándolo a los ojos, Kai lo saludó de vuelta, mirando también a TaeHyun.

—Pensé que ya me habían olvidado —comentó el omega acomodando la manta que lo cubría, sonrió apenas cuando TaeHyun negó una y otra vez.

Kai se sentía agradecido por esa visita, por ChangBin, por BeomGyu y TaeHyun.

De alguna manera, le ayudaban a sobrellevar la situación.

—Yo volveré al equipo —comentó luego de un rato, TaeHyun hizo una mueca de sorpresa.

—¿Qué? Kai, tienes derecho a reposo, ¿O no te lo dieron? Puedes pedirlo, hay-...

—Yo no quiero el reposo... El equipo seguirá involucrado en este caso, vendrán los juicios y las sentencias de ambos, no puedo darme el lujo de reposar... Es complicado, pero es mejor que vuelva al equipo —asintió sin querer dar más explicaciones, con que lo supiera ChangBin era suficiente, y en su momento, TaeHyun sabría.

—Bien, te veré en el equipo entonces —asintió, sin juzgar ni cuestionar más al omega que miró a BeomGyu, empezando a hablar con él cosas banales.

—Por cierto, ¿No trajiste cigarros? —preguntó con una pequeña sonrisa, BeomGyu rió negando con la cabeza.

—Se me quedaron en casa...

—No deberías fumar —negó TaeHyun con los brazos cruzados, Kai lo observó.

Esa visita lo estaba animando mucho.

—¿Es ilegal acaso?

—No, sólo que eso hace daño, y los pulmones...

—Bla bla, los pulmones esto, los pulmones lo otro, ¡Tú tomas licor como un demente y nadie te dice nada! Tus riñones están peores que mis pulmones —señaló, TaeHyun soltó una risa.

Ahí está Kai.

—¡Bien! La próxima vez que venga te traeré una caja completa —prometió estirando una mano a Kai para sellar el trato, el omega rió estirando la mano también.

—No te dejo pasar si no vienes con esos cigarros —señaló, TaeHyun rió con un asentimiento.

—Y... Ese agente... —empezó BeomGyu sonriendo hacia Kai que alzó los hombros.

—Es ChangBin, viene a comer conmigo todos los días y... Ayer se quedó toda la noche... —contó lo básico, BeomGyu le alzó las cejas de manera sugestiva— Es mi compañero... Bueno, creo que amigo ahora...

—TaeHyun era mi amigo también —señaló, Kai chasqueó la lengua, BeomGyu rió.

En ese momento, tocaron la puerta con suavidad, Kai miró en esa dirección, permitiendo que pasaran.

TaeHyun se acercó y abrió la puerta, mirando al omega del otro lado de la puerta.

—Oh... —fue lo único que dijo YeonJun mirando a quienes estaban en la habitación, TaeHyun sólo lo observó con seriedad y fijamente.

—Pasa —concedió Kai, extrañado pero sin negarle la visita a YeonJun que pasó directo hacia él, sin ver a TaeHyun.

BeomGyu observó a YeonJun.

—Hola —saludó el omega, BeomGyu le dió una pequeña sonrisa.

TaeHyun se quedó en la puerta, de brazos cruzados, mirando.

Kai, un agente de inteligencia nacional.

YeonJun, un criminal, pareja de un criminal.

Específicamente el criminal que le hizo la vida añicos a BeomGyu.

BeomGyu, que muchas veces en su vida vió a YeonJun a un lado de SooBin, que lo escuchó burlarse de su situación, que apoyaba lo que pasaba con ellos en el club.

Eran tres personalidades, papeles y vidas que no encajaban en nada.

Pero ahí estaban los tres, que habían vivido una semana y tres días juntos y bajo una situación de peligro.

Habían terminado unidos de una forma u otra dentro de ese lugar, colaborando unos a los otros.

—Solo quería saber cómo estabas... —murmuró, Kai asintió.

—Estoy bien, gracias... Gracias por todo —agradeció, recordando las ayudas que recibió de ambos omegas, el baño que se sacrificaron en conseguir, el agua que YeonJun le dió a pesar de tener sed también, muchísimas cosas.

Eso no quitaba lo malo que había sido, ni los crímenes que había cometido, pero había que ser agradecido.

—¿Tú también? Ya estás en casa, ¿No? —preguntó hacia BeomGyu que asintió, cruzando los brazos.

—Estoy bien... —murmuró, sintiendo extraña esa interacción, YeonJun asintió, retrocediendo un poco, sintiéndose incómodo.

Le había tomado mucho ir hacia allá, se suponía que iba a ver sólo a Kai pero encontrarse a BeomGyu lo hizo más incómodo.

Tal vez él no le había hecho nada directamente, pero indirectamente se hizo la vista gorda con la situación que pasaba en el club, no le prestaba atención a como lo trataba SooBin, no le importaba nada de eso, y muchas veces se llegó a burlar de él o hacerlo de menos.

—¿Cómo está tu bebé? —preguntó BeomGyu en el silencio de la habitación, ambos agentes alzaron las cejas, YeonJun se les unió, impresionado por la pregunta.

—Uh... Está-... Está bien —contestó llevando su mano a su abdomen inconscientemente, BeomGyu asintió.

—Eso es bueno —afirmó mirándolo irse, TaeHyun abriendo y cerrando la puerta, pensando en esa situación e interacción.

Dándole tantas vueltas al asunto que no se lo pudo sacar de la cabeza hasta que se fueron una hora y media después, estando en el auto, seguía pensando en eso.

—¿Por qué eres tan bueno con YeonJun? —preguntó, soltando la pregunta que tenía atorada desde hace horas, ya iban en camino a casa, BeomGyu suspiró mirando el camino.

—¿Por qué no debería serlo? —preguntó de vuelta, TaeHyun alzó los hombros.

—Por tu vida entera, yo sé que los mayores culpables son SooBin y Mark, pero YeonJun, él estaba ahí... Él lo apoyaba indirectamente, es un criminal también y... Carajo no lo sé...

—No tengo nada contra YeonJun —negó, alzando los hombros luego— Me daba las drogas en su momento, es un criminal... Es... Bueno, no tiene caso decir todo lo que hizo... La cosa es... Que no le tengo odio, no le tengo rencor, él me da igual... Me da hasta un poco de lástima...

—¿Lástima?

—Está sólo, embarazado... No es lo mejor —negó con la cabeza, lamentablemente sabiendo lo que se sentía estar sólo y en ese estado, suspiró volteando a ver a su novio que conducía con el ceño fruncido, escuchándolo— Igual, él ya tiene su castigo...

—¿Su castigo?

—Si...

—¿Cuál es?

—Amar a SooBin —contestó, dando un asentimiento luego, TaeHyun suspiró.

—¿Eso quiere decir que tampoco odias a SooBin?

—A él si lo odio, mucho —afirmó, mirando por la ventana, alzó una mano y presionó el botón para bajar la ventana, sintiendo el viento entrar— Me hizo demasiadas cosas como para no odiarlo, me dejó muchas heridas... Pero ya obtendrá su merecido...

—Irá preso, no lo suficiente, pero lo estará.

—Además, no debería pensar en quien odio —negó con una risa luego, TaeHyun asintió— Mejor pienso en ti —murmuró, volteó a ver a su novio que iba con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿A mí no me odias?

—Un poquito nada más —bromeó, entrelazando su mano con la ajena, TaeHyun se inclinó y besó su dorso, sintiendo calma, el aroma a fresas en el auto junto al de canela, no había aroma más delicioso que ese para él.

—¿Qué vas a usar mañana? —preguntó conduciendo a su velocidad de costumbre, el omega sonrió con malicia.

—Ah, creo que una minifalda —contestó, el alfa sólo refunfuñó sacándole una carcajada— ¿Tienes algo con que me vista así?

—Me gusta mucho —admitió, suspirando luego— Pero para mí nada más...

—Pero voy en minifalda —sentenció, el alfa volvió a refunfuñar, BeomGyu rió inclinándose a besar su mejilla.

No se había preocupado por lo que se pondría para el cumpleaños de Cecilia, pero le gustaba fastidiar a TaeHyun.

Se merecían esa salida, se merecían totalmente esa diversión.

Merecían ese descanso.














































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The_Dark_Diamond04

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