Estar hospitalizado no era la mejor cosa del mundo, era aburrido, también algo incómodo por la dura camilla.

Pero agradecía estarlo de cierto modo, le llevaban las tres comidas, la enfermera estaba atenta a que tomara su medicación a las horas.

Sabía que si estuviera en su casa, no lo haría.

BeomGyu se había ido hace dos días, por lo que la única visita que recibía todos los días a la hora del almuerzo era ChangBin.

—¡Buenas tardes! —saludó ChangBin entrando con un taper de almuerzo, Kai lo observó entrar, tomando asiento en la silla de siempre— ¿No te han traído tu almuerzo aún? —preguntó, el omega negó con la cabeza, pasando su mano por su cabello mojado.

—Sabes... No deberías venir todos los días... No es... No es necesario —habló, el alfa hizo un gesto con la mano.

—Debo venir a trabajar de todas maneras.

—No seas mentiroso —regañó mirándolo a los ojos con el ceño fruncido, ChangBin tartamudeó un poco.

—¿Mentiroso? N-no, yo-...

—TaeHyun me llamó y me dijo que le habían dado la semana al equipo completo, no tienes que trabajar —lo cortó, cruzando los brazos, ChangBin chasqueó la lengua.

—Ese chismoso... —bufó mirando a la enfermera entrar con la bandeja, la dejó en la mesa de la camilla, cerca de Kai que agradeció, miró a la mujer irse antes de volver a ver a ChangBin.

—¿Para qué mientes? —preguntó, el alfa suspiró abriendo su almuerzo, había ido esos días a almorzar con él, llevando su almuerzo de casa y con el uniforme de trabajo para que el omega pensara que si estaba trabajando.

Si no fuera por el chismoso de Kang, seguiría así.

—Fue una buena causa, me ibas a enviar a casa si sabías que tengo libre la semana, como justo ahora —justificó empezando a comer cuando el omega tomó el primer bocado, sintiéndose inconscientemente más motivado de comer al estar acompañado.

—Deberías descansar, en lugar de perder tiempo aquí.

—No pierdo tiempo —negó, mirando a Kai extenderle el plato con los pepinos encurtidos, sonrió aceptando el plato, agradeciendo— Sólo déjame hacerlo, ¿Si? No vengo a visitarte por lástima o por algún interés... Sólo no me gustaría que estés todo el tiempo sólo...

—Es un lindo gesto, pero no tienes que mentir —señaló comiendo con lentidud, tomándose su tiempo de masticar.

—Lo siento...

—Aunque no me sorprende —sinceró bebiendo agua, ChangBin lo observó, detallando que las marcas de mordidas y chupetones en su cuello se estaban aclarando poco a poco, también las marcas en sus muñecas y los rasguños en sus brazos.

Sintió un mal sabor de boca por verlo así, recordando cómo lo habían encontrado.

—¿Por qué?

—Porque eres hombre y mienten —señaló, el alfa se indignó, dejando de comer.

—Tu también eres hombre.

—Pero no miento, digamos que son los alfas en general —opinó, con algo de ánimos, ChangBin negó con la cabeza.

—¡No miento!

—Si TaeHyun no me hubiera dicho me seguirías mintiendo, eso da mucho que pensar —asintió, sonriendo un poco cuando ChangBin empezó a negar y justificarse, soltando una risa cuando el alfa se trabó con sus propias palabras.

ChangBin lo observó reírse, se sintió bien consigo mismo, siendo esa la primera vez que Kai se reía desde el rescate.

—Organiza tus mentiras y luego me las dices —pidió dándole una mirada, ChangBin suspiró tomando asiento de nuevo, comió quedándose en silencio con una pequeña sonrisa.

—Oye, ¿Y... Ya tomaste todas las medicinas del día? —preguntó, Kai negó con la cabeza.

—Aún falta la de la noche... Me... Me recetaron una pastilla para dormir, me ha costado conciliar el sueño y-... Bueno, no importa...

—Sigue hablando, te escucho... —animó mirándolo fijamente, Kai suspiró dudando un poco de si seguir hablando o no— ¿Tienes pesadillas o algo así? —preguntó al ver que no hablaba, Kai asintió.

—Si... No había estado descansando estos días...

—¿Y has pensado lo del psicólogo? —preguntó, Kai soltó la cuchara en la bandeja haciendo un ruido seco, ChangBin lo observó.

—No necesito un psicólogo, ChangBin, necesito venganza... —habló seguro, el alfa dejó de comer, suspiró tomando una expresión seria.

Ambos terminaron de comer, ChangBin dejó su taper vacío de lado y Kai alejó la bandeja.

—Sabes... He pensado en lo que dijiste —empezó a hablar el alfa, levantándose para tomar asiento en la camilla, Kai sólo lo observó, no era la primera vez que lo hacía y no le incomodaba o le molestaba.

—¿Qué pensaste?

—Creo que... Ensuciarte las manos de esa manera es...

—Oh, no me digas eso, ChangBin —negó frunciendo el ceño, el alfa relamió sus labios, el aroma a menta del alfa llegó al omega.

Piña y menta, a eso olía la habitación.

—Sólo escucha, eres... Eres una persona maravillosa, eres un profesional, y perder eso por una venganza es-...

—¿Es ridículo? Si vas a decir que es ridículo puedes irte, ChangBin —espetó mirándolo a los ojos, el alfa negó con la cabeza— Me dijiste que me ibas a ayudar, si no quieres y te acobardaste, bien...

—No dije eso —negó con una mueca— Yo sólo... No me gustaría que te ensucies las manos por ese tipo... Ya estará en la cárcel de todas maneras...

—Mira como me dejó —soltó señalando su cuello, ChangBin observó unos segundos, miró sus brazos— Y esto no es nada, tú mismo puedes ver cómo está todo mi cuerpo en las fotos de la evidencia...

—Si las ví...

—¿Tú crees que es justo que sólo esté en la cárcel? Me golpeaba con un maldito bate de metal si caía inconsciente, tu no tienes ni idea, ChangBin, de todo lo que me hizo —murmuró sintiendo sus ojos cristalizarse, hablando por primera vez de la situación en voz alta— Me humilló de muchísimas maneras, me usó tanto como le dió la gana hasta desgarrame y yo sé que tú viste la habitación, todo el equipo la vió... Toda la sangre que había en la cama y el piso era mía, ChangBin, ¿Y crees qué es justo dejarlo sólo en la cárcel?

—Yo-... Lo lamento mucho, y-...

—¿Sabes cómo tratan a los presos? Le dan comida las tres veces al día, duchas, entretenimientos, eventos, les dan... ¡Carajo, los tratan como a unos reyes! ¡Él va a estar preso, pero va a estar cómodo y con el maldito recuerdo de todo lo que me hizo! ¡Cómo si hubiera sido un puto juguete sexual!

—Kai-...

—¡Va a dormir cómodo y sin problemas! ¡Yo no puedo ni cerrar los ojos del miedo! ¡No puedo dormir bien, no puedo vivir como si nada! ¡Él va a comer sus tres comidas calientes como si nada y yo apenas y mantengo algo en el estómago porque me causa náuseas apenas y recordar algo! ¿¡Crees que es justo!? —le gritó con desespero, derramando lágrimas silenciosas, ChangBin tragó grueso, acercándose un poco a él— ¿¡Me tengo que quedar tranquilo!? ¡No creo, ChangBin! ¡Me siento de la mierda, me doy a-asco y-... —soltó un sollozo, cerrando los ojos cuando el alfa se inclinó a él, envolviendo sus brazos en su espalda, dándole un abrazo.

Un abrazo que no sabía que necesitaba.

Soltó un sollozo, aferrándose a la ropa del alfa que hizo una mueca al escucharlo llorar con dolor y de manera incontrolable abrazado a él, ChangBin no dijo ni una palabra, solamente lo abrazó con cuidado, sin saber las heridas que pudiera lastimar.

El omega sollozó apretando la ropa del alfa hasta que sus nudillos fueron blancos, hipeó una y otra vez, aferrándose a la única persona que lo había visto llorar luego del rescate.

—Si piensas... Enfrentarte a él, si piensas ir a dónde esté y hacer lo que sea... No puedes estar en este estado —murmuró, atreviéndose a alzar su mano derecha, acariciando el cabello ajeno, aún húmedo.

El cabello de Kai siempre estaba húmedo ahora, gracias a las cinco duchas diarias que tomaba.

No se sentía lo suficientemente limpio, se sentía aún lleno de fluidos cuando no era así, se sentía pegostoso cuando no era así, y cuando los escalofríos lo recorrían al recordar cómo había sido tocado, luego del vómito, tomaba una larga ducha.

—¿¡Y-y qué quieres que haga!? N-no tengo a nadie que pueda hacerlo y-...

—Yo puedo hacerlo por ti —ofreció sin pensarlo, Kai alzó las cejas, más lágrimas se deslizaron por sus mejillas, negó con su cabeza sintiéndose rodeado del aroma a menta.

—No quiero... —negó firme, aguantó un sollozo— No quiero, tengo que ser yo, ChangBin, p-por favor... Entiéndelo —murmuró separándose del abrazo, el alfa lo observó, separando sus manos y manteniendo una distancia considerable y que no asustara al omega.

El alfa relamió sus labios, asintiendo, alzó su mano derecha, limpiando las lágrimas que aún se deslizaban por los ojos ajenos.

—Voy a dejar que hagas esto y te voy a acompañar hasta el último minuto... Sólo si me prometes algo...

—¿Q-qué quieres? —preguntó hipeando mientras más lágrimas caían.

—Que compartas tu llanto conmigo... —murmuró, el otro sorbió su nariz, seguían saliendo más lágrimas que decoraban su mueca de dolor, su mirada gacha— Que no llores sólo... Tal vez yo no pueda sanar tu dolor, pero puedo ayudarte a llevarlo, puedo consolarte cuando lo necesites... Confía en mí, por favor —pidió, Kai tragó grueso, sintiendo al alfa separar su mano de él.

Pasó sus manos por su cara con brusquedad, asintiendo con la cabeza, apenado de estar en ese estado que no combinaba con la personalidad que tenía antes en la agencia.

Pero claro, ya no era el mismo.

—Kai... Puedes pedirme lo que sea, si quieres ropa, si quieres algo diferente para comer, si necesitas cualquier cosa... Por favor, pídelo y yo te lo traeré —habló el alfa buscando la mirada del otro que asintió, calmando su llanto.

—G-gracias... Gracias... —susurró sorbiendo su nariz, teniendo la maravillosa sensación de saber que no estaba solo, así como tener a alguien en ese momento tan difícil.

Estaba agradecido, demasiado.

Por eso, se inclinó de nuevo a ChangBin, pasando sus brazos por sus hombros, el alfa sólo dejó una mano en su espalda, el aroma a piña llegó a él sacándole una pequeña sonrisa de gusto.

—Gracias por esto... Y-y... Gracias por estos últimos días también... Eres el mejor compañero que he tenido... —murmuró, ChangBin ladeó una sonrisa.

—Si, soy... Tu mejor compañero —afirmó antes de separarse, peinando al omega con sus manos.

ChangBin no tenía prisas, y entendía completamente la situación de Kai, y entendía también de sobra que la mente del omega no estaba en esos momentos para relacionarse de la manera que le gustaría, no era el momento de hacer confesiones, tampoco el momento de coquetear ni decir indirectas.

Todo sería a su tiempo, el tiempo que fuera.

Y él esperaría todo lo que fuera necesario, porque sabía que valdría la pena esperar por un omega como Kai.

Alguien que podía describir, como el omega de sus sueños.

[...]

—Usted debe tomar toda la medicación, sé que se siente bien pero hay que cuidarse de todas formas y más en su estado —habló la enfermera, mirando a YeonJun que sólo asintió con un suspiro, acostado en la cama, con una expresión decaída.

—¿Qué es eso? —preguntó en voz baja, mirando el aparato que había llevado la mujer a rastras, moviendo la base a su gusto por las ruedas que tenía.

—Le haré una ecografía para saber mejor de su bebé, necesito que se suba la camisa, por favor —pidió con la amabilidad de siempre, YeonJun suspiró antes de obedecer, sin querer problemas.

No estaba de ánimos para nada.

Miró el proceso de la mujer, sintió el gel frío en su abdomen, y el como presionó parte del aparato allí, empezando a mover.

—¿Ha tenido síntomas estos días? ¿Vómito, náuseas matutinas o antojos? —preguntó mirando la pantalla.

—Náuseas matutinas solamente... No he tenido más antojos...

—Uhm, mire, aquí está —enseñó la mujer señalando una pequeña bolita que apenas y se definía, YeonJun volteó a verla para no ser un maleducado.

Sintió un escalofrío, detalló lo que la mujer señalaba.

—Es perfecto para su tiempo de gestación, y con los cuidados que le daremos crecerá en óptimas condiciones, será un bebé sano —aseguró, YeonJun volteó a verla.

—¿Sano? —preguntó, la mujer asintió con una sonrisa, sacando una impresión inmediata de la ecografía, quitó el aparato y limpió el estómago del omega con una toalla.

YeonJun relamió sus labios, dudando sobre su pregunta.

—¿Hay motivos para que dude sobre la salud de su bebé? —preguntó la mujer quitándose los guantes, mirándolo con atención.

—Usted, ¿Usted me atenderá todo el embarazo?

—Por su puesto, sea cual sea su sentencia, estoy asignada a atenderlo hasta el parto. Dígame, ¿Qué le preocupa? —preguntó apagando la máquina cuando la impresión estuvo lista, YeonJun tomó asiento en la camilla, acomodando su ropa.

—Yo, uhm... Bueno, el papá-...

—¿El papá del bebé? —preguntó recibiendo un asentimiento del omega.

—Es mi primo —contestó algo avergonzado, pero la mujer solo asintió.

—¿Fue consensuado?

—Si, lo fue, somos pareja —explicó a la mujer que asintió, quedándose en silencio un momento.

—En caso de que se detecte una anomalía tendrá la decisión de abortar o no, como debe saber, las relaciones entre familiares traen algunos padecimientos a sus hijos, aún así hay probabilidades que el bebé nazca completamente sano... Lo veremos en cuanto avance el embarazo, mientras tanto, por favor tome la medicación y cuidese como le indiqué —explicó con una sonrisa, estirando la impresión al omega que la tomó, la observó mientras la mujer se iba, apenas y despidiéndose.

YeonJun suspiró pasando su dedo por la primera ecografía. Tocando la imagen de lo que ocurría dentro de él, esa cosita tan pequeña que le causaban vómitos, náuseas, mareos...

Por mucho que quisiera, no podía estar feliz en ese momento.

Se acostó por completo, aún mirando la ecografía, pero pensando en SooBin, pensando en sí podría volver a verlo antes del juicio.

Yo también seré sentenciado... Puedo pedir verlo. Pensó sintiendo una lágrima deslizarse hasta la camilla.

Si viene sano este bebé... ¿Lo tengo? Pensó de nuevo pasando su índice por la ecografía, distraído.

No voy a estar sólo si lo tengo, es... Es parte de mi, es parte de SooBin. Pensó dejando la ecografía debajo de su almohada antes de tomar asiento y tomar la medicación, decidiendo que tomaría su medicina al día, seguiría los tratamientos, seguiría todo lo que le dijera para que su bebé naciera sano.

Porque si no podía tener a SooBin, tendría un pedacito de él.

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