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BeomGyu no culpaba a TaeHyun de nada, de absolutamente nada de lo que estaba pasando. No era su culpa que los secuestraran y no le recriminaría nada de lo que pasaba.
Él mismo decidió colaborar, él mismo aceptó participar y sabía que corría ese riesgo, siempre lo supo.
—Muevete —ordenó uno con un gruñido empujándolo para que avanzara más rápido, a las últimas habitaciones.
Aunque no negaría que lo extrañaba muchísimo y deseaba con todas sus fuerzas que fuera por él.
Se quejó cuando sintió un pinchazo en el cuello, se quiso resistir pero fue sometido por el alfa que lo empujó dentro de esa habitación, perdió el equilibrio y se sostuvo de la cama, con miedo.
—Escuché que le bailaste a un compañero —habló el alfa arrojando la jeringa al suelo, BeomGyu volteó a verlo.
—S-si... P-pero fue un trueque —explicó, el otro arqueó una ceja, tomando asiento en la cama, a su lado. BeomGyu se encogió en su lugar cuando el alfa dejó su nariz tras su oreja, oliendo mientras dejaba una mano en su muslo, rozando por debajo de la falda.
—¿Qué te parece comida? Un plato de comida caliente y deliciosa para cada uno... Tenemos pollo, carne, camarones... Les daremos el plato que pidan por ésta vez —explicó, BeomGyu sintió sus piernas aflojarse de a poco, su cuerpo empezó a reaccionar a la droga, sintió sus ojos cristalizarse al sentir que el alfa siquiera había esperado su respuesta y ya le estaba besando el cuello.
No se arrepentía de haber conseguido esa ducha para Kai, nunca lo haría a pesar de que estaba a punto de ser abusado.
Por una vez más en su vida.
Quiso defenderse, quiso empujar, patear, o detener por lo menos las manos que le quitaban la falda, pero la droga en su sistema solamente lo hacía dar movimientos torpes, lo hacía perder fuerza y solamente marearse, su cabeza chocó con el colchón, miró el techo con lágrimas en los ojos, empezó a sentir taquicardia, todo le daba vueltas.
Sintió besos en su estómago, cerró los ojos tragando grueso.
Era algo que tarde o temprano iba a pasar.
Después de todo, se había salvado por una semana y tres días...
[...]
El camino hacia el destino normalmente duraba una hora, más el conductor se había tomado las libertades de conducir más allá de la velocidad común y habían llegado en menos de una hora.
—¡Salgan y rodeen en el espacio! —gritó ChangBin al llegar, todos bajaron de las camionetas, había tres en total, dos con agentes y la otra con enfermeros, listos para cualquier situación.
De inmediato, la casa se vió rodeada de los agentes con rifles largos. Era de noche, todo estaba silencioso, las luces de la casa encendidas y se podía notar por las ranuras que dejaban las maderas que cubrían las ventanas.
—¿¡Qué están esperando!? ¡Entren! —ordenó TaeHyun avanzando a la puerta de la casa. ChangBin frunció el ceño, detuvo a TaeHyun por el hombro.
—Pueden atacar al entrar, las ventanas están selladas, deben estar esperando a que entremos... Todo está en silencio, no hay reacción —murmuró, TaeHyun frunció el ceño, sintiendo angustia, desespero, ansiando entrar para recuperar a BeomGyu.
—Hay posibilidades de que evacúen de manera subterránea y no me voy a dar el lujo de dejarlos escapar otra vez —sentenció avanzando los pasos que le faltaban a la puerta, disparó al cerrojo y la pateó, entrando a la casa, agachándose cuando fue recibido con disparos.
—¡ENTREN YA! —ordenó ChangBin entrando para apoyar al otro agente, un enfrentamiento de bandos.
Disparando de un lado hacia otro, algunas decoraciones caían, al igual que los hombres que no tenían un armamento que comparase al armamento de los agentes nacionales.
TaeHyun frunció el ceño, disparando mientras entraba por la cocina, soltó el rifle que quedó colgado a su cuerpo y tomó una silla, golpeó la espalda de uno y lo tomó del cabello para someterlo contra la mesa con fuerza, con odio.
Gruñó golpeando la cabeza del tipo una y otra vez contra la mesa, haciendo qué su frente empezara a sangrar, lo soltó al suelo cuando quedó inconsciente.
Volvió a tomar su rifle y disparó cuando quisieron atacarlo, directamente a las piernas y pateando las manos del tipo para que su arma quedara lejos.
Por otro lado, YeonJun se exaltó al escuchar los disparos, sintió taquicardia, emoción, miró la puerta fijamente escuchando como disparaban, había golpes en las paredes, quejidos, gritos.
—Kai... Kai, vinieron por nosotros —llamó emocionado mirando al agente que sólo observó la puerta, asintiendo.
—¡Avancen! —ordenó ChangBin empujando a uno que estaba herido en la pierna, varios agentes se encargaron de neutralizarlos, mientras los demás agentes recorrían la casa, atacando y disparando.
TaeHyun empujó una puerta, miró que tenía cadenas y cerrada con llave, frunció el ceño volviendo a forzar. Chasqueó la lengua.
—¡ESTAMOS AQUÍ, NO TE VAYAS! —gritó YeonJun, Kai volteó hacia la puerta, escuchó un disparo, desvió la mirada al ver a un agente entrar, no lo reconoció y no lo detallaría hasta reconocerlo.
No quería verle la cara a nadie luego de lo que pasó.
TaeHyun miró a los dos omegas, volteó por toda la habitación, buscando al tercero y el más importante para él.
No estaba.
Aún así, le preocupó la escena que se encontró, más que todo por Kai.
Soltó el rifle y avanzó, miró a YeonJun superficialmente, antes de ir a Kai, se agachó mirando al omega hacerse bolita, envolviéndose aún más en la toalla.
No había que pensar mucho para saber lo que había pasado, mucho menos al ver la cantidad tan grande y el aspecto tan brusco y atroz que tenían las marcas de su cuerpo, partes que la toalla no podía cubrir.
Tragó grueso, acercándose a su compañero que se dejó hacer en silencio, apretando los ojos cuando fue levantado en peso por el agente.
—Lo lamento tanto —sinceró TaeHyun, Kai tragó grueso al reconocer la voz de su compañero y alguien que consideraba un amigo.
Solamente se encogió en su lugar en respuesta, TaeHyun se detuvo en el pasillo, miró a YeonJun, dándole una seña de que saliera tras él.
—Agente Huening, Choi YeonJun —identificó de inmediato, entregando a Kai a otro agente que lo sostuvo con respeto y un nudo inmenso en la garganta, mientras que otro tomaba de las muñecas a YeonJun para llevarlo afuera, con las camionetas.
Falta uno.
T
aeHyun de inmediato retrocedió apurado, disparando al pecho de uno de los tipos cuando quiso atacarlo, pateó las puertas que seguían del pasillo, encontrando camas, cámaras, también una sala que parecía ser un lugar para beber.
Pero nada de BeomGyu.
Seguía escuchando disparos, gritos, los sonidos de lucha, todos los agentes se estaban encargando de los múltiples hombres que había.
—Carajo —bufó con desespero empujando otra puerta, forzó el manubrio de la siguiente, notando que tenía pestillo.
Tomó el rifle y disparó la cerradura, pateó y apuntó al centro, mirando a dos personas en la habitación.
—Mierda —bufó el tipo sacando un arma de su pantalón, apuntando y disparando pero el agente fue más rápido y disparó justo en el centro de su pecho, haciéndolo tambalear y caer, TaeHyun siseó sintiendo ardor por la bala que rozó su brazo derecho.
Miró al tipo arrastrándose con un quejido, sangre empezó a salir de su boca.
TaeHyun volteó a la cama, su novio estaba de ojos cerrados, con la cara húmeda de lágrimas, así como la ropa sucia desacomodada.
Sintió un inmenso calor, cólera lo recorrió y a pesar de que parecía que el tipo no había logrado su cometido, para él era suficiente esa escena.
Ese tipo lo último que vió fueron unos ojos llenos de oido e ira.
TaeHyun disparó una y otra vez, todo el cartucho lo disparó encima del alfa, perforando desde su pecho hasta su frente, sin importar la sangre que salpicó a su uniforme. Ya estaba más que muerto.
Se irgió y fue a la cama, dejando el arma colgando de su hombro.
—Mi ojitos... —susurró con un nudo en la garganta, mirando a su novio acostado, BeomGyu abrió los ojos escuchando muy a lo lejos y con eco, TaeHyun no se resistió más y soltó las lágrimas acumuladas, mirando los ojos azules que tanto había extrañado, detallando que sus pupilas estaban dilatadas. El hecho de que estaba drogado era algo que no le sorprendía.
Le acomodó la falda que casi le quitan con cuidado antes de pasar sus brazos por sus rodillas y su espalda, levantando al omega de forma nupcial.
BeomGyu soltó una risa, recostando la cabeza del pecho ajeno.
—Me hace cosquillas... —balbuceó más que drogado, TaeHyun tragó grueso, apretándolo a su pecho sintiendo como pesaba menos, veía su ropa sucia, su cabello sucio y enredado, tenía sangre seca en la ropa que esperaba no fuera de él.
Aunque el aspecto era lo de menos.
Lo que importaba es que ya lo tenía con él.
—Llamen refuerzos para llevarlos a todos —pidió uno, todos los tipos que estaban en la casa estaban en la sala, amordazados, heridos.
—Hay uno más... En la última habitación —avisó mirando a ChangBin que sólo asintió— Está muerto, por defensa propia.
—Bien...
—¿Qué hay de Oh?
—No está en toda la casa —negó ChangBin mirando solo a TaeHyun a los ojos por respeto, un gesto que se agradecía y valoraba muchísimo— Luego nos dirán en dónde está, tampoco hay escapatoria subterránea así que tuvo que haberse ido antes...
—Lo bueno es que escapó sólo —ChangBin asintió poniéndose en marcha con su trabajo, TaeHyun salió de la casa, directamente a la camioneta en dónde los tres omegas recibirían la ayuda necesaria, además de llevarlos al hospital de la agencia.
TaeHyun miró al interior de la camioneta con las puertas abiertas.
—¡Yo estoy bien! Atiendalo a él —insistió YeonJun a la enfermera que suspiró.
—Ya está siendo atendido —afirmó, YeonJun miró a un enfermero atender al omega envuelto en una toalla, Kai estaba con la mirada gacha, haciendo todo en silencio y con apenas fuerza.
YeonJun volteó y miró a un agente en la entrada de la camioneta, miró a BeomGyu en sus brazos.
—¿E-está bien? ¿No le hicieron nada? —preguntó con expresión preocupada, había tenido el miedo de que volviera igual que Kai, pero su alivio fue grande cuando observó que TaeHyun negó con la cabeza entrando a la camioneta, cerró ambas puertas dejando a BeomGyu en su regazo, dando la orden de arrancar directo al hospital especial de la agencia.
TaeHyun suspiró cuando la camioneta se colocó en marcha, quitándose el casco y dejándolo en el suelo, también se quitó la máscara de tela, revelando su cara.
—Solo está drogado... —murmuró a una de las enfermeras que asintió, siguiendo con la revisión básica a YeonJun que se dejó hacer.
TaeHyun abrazó al omega en su regazo, pidiéndole perdón en su mente por haber tardado tanto, pidiendo perdón por hacerlo sufrir, pidiendo un gran perdón por no protegerlo lo suficiente.
—Tae... ¿Tae? —preguntó el otro, drogado y alucinando como era normal, nuevamente alucinando que TaeHyun estaba con él y lo rescataba.
Sólo que esa vez si era real.
—Estoy aquí... Estoy aquí, estoy contigo, ojitos bonitos —murmuró bajo, abrazándolo con más fuerza, sintiendo como el tenerlo en sus brazos disminuía la angustia que había sentido, como la ansiedad se iba.
Una semana y tres días había sido suficiente para todos.
Angustia, desespero, dolor, llanto y muchísima ansiedad.
Se podía decir que ya todo había acabado para algunos, mientras que para otros...
Apenas estaba empezando.
Feliz sábado!!!
Si hay algún error en el cap no duden en decirme! Wattpad no me está guardando correctamente las revisiones
The_Dark_Diamond04
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