⨳ tercera parte.
El nerviosismo de SeungMin aumentaba a medida que avanzaba por los pasillos de la agencia, no sabía que esperar de las decisiones de Christopher.
Se había reportado enfermo sólo para no tener que ver a YeJi luego de haberse acostado con su marido, pero no es que pudiese evitarla por siempre.
El día había llegado, se suponía que aquel día comenzaba a ejercer como él representante de Christopher en la agencia, y recapitulando lo que había hablado con él Australiano, dudaba que aquello realmente fuese a funcionar.
Él podía representar a YeJi sin problemas, sentía que la conocía de toda la vida e incluso podía prácticamente adivinar sus solicitudes de acuerdo a sus cambios de ánimo.
Sabía lidiar con ella porque pasaban gran parte del día juntos, pero Christopher, SeungMin no sabía absolutamente nada sobre él más allá de que gemía alto mientras lo cogían y que comía langosta de madrugada.
¿Cómo se supone que cubriera su puesto si ni siquiera sabía si él realmente aprobaría sus decisiones?
Se apresuró hasta el cuarto piso, esperando llegar a tiempo.
Pero como siempre, la suerte no estaba de su lado.
Sólo bastó con que se abrieran las puertas del elevador para ver a YeJi dirigiéndose a los empleados de la agencia, quienes se encontraban en sus distintos cubículos de trabajo.
Vió a Lee MinHo de pie a pocos pasos de YeJi, los brazos del hombre permanecían cruzados sobre su amplio torso en una postura sumamente despreocupada.
Su mirada se encontró brevemente con la de MinHo, quien parecía esperar pacientemente que YeJi cerrara su puta boca de una vez.
La mayoría de los trabajadores parecían al borde de lanzarse corriendo por la ventana y SeungMin entendía perfectamente su forma de sentir, YeJi tenía ese efecto en las personas.
─Así que ya lo saben, habrán despidos de una manera u otra señaló YeJi—, no tendría que llegar a esto si realmente trabajaran de manera eficiente.
SeungMin rodó los ojos al oír esto, por supuesto que ella los culparía.
No había manera en el mundo en que simplemente dijera que estaba divorciándose y que aquello haría peligrar algunos empleos.
SeungMin quería ser una buena persona y sentir culpa por lo que había hecho, él realmente quería sentirse mal por YeJi. pero la jodida engreída se lo estaba poniendo muy difícil.
─En cuanto SeungMin llegue va a encargarse personalmente de evaluar a quienes han tenido malas prácticas o no se han desempeñado correctamente y los enviará directamente a recursos humanos. —la cabeza de SeungMin se ladeó oyendo eso y notando que ella ni siquiera parecía haber prestado atención a su llegada.
¿Realmente lo iba a poner a despedir gente así nada más haciéndoles creer que lo habían hecho mal?
La lengua de SeungMin se deslizó por el interior de su mejilla, viendo a la mujer vestir como si estuviese en una pasarela.
Si ella realmente deseara conservar hasta el último de sus empleados, debería haber comenzado recortando el presupuesto de su guardarropa en lugar de dejar sin trabajo a personas que realmente necesitaban esos sueldos para cosas necesarias.
Jodida mentirosa.
¿En dónde estaba la mala parte de admitir que estaba divorciándose?
Nadie la iba a lapidar o a acusarla de algo más, sólo debía decirlo y hablar sobre eso con Lee MinHo para encontrar la mejor manera de sobrellevar los cambios.
SeungMin suspiró viendo las expresiones horrorizadas de los trabajadores.
Sabía que no despedirían a nadie, él había hablado con Christopher respecto a esto y él empresario le había asegurado que no dejaría de ser sponsor de la empresa sólo por su divorcio con YeJi, pero que igualmente necesitaba estar convencido de que aquella agencia podía proveerle de buenos ingresos, por lo que SeungMin se había propuesto el mostrarle que valía la pena conservarla.
Observó con desaprobación a YeJi, ¿Cómo se supone que trabajara con esa mujer?
Ella ni de broma estaría dispuesta a trabajar con él, no había manera en el mundo en que lo tratara como un igual después de haberlo usado como tapete durante tanto tiempo.
─Buen día, señora Bang —finalmente SeungMin se animó a llamar la atención de la mujer al verle acercarse a Lee MinHo—.¿Podríamos hablar a solas un minuto?
─¿Por qué vienes llegando a esta hora? —respondió YeJi sin siquiera saludar—. ¿Tienes idea de lo mucho que estoy haciendo para poder conservarte en esta empresa? —preguntó—, al menos la mitad de esta gente tendrá que largarse, espero que no seas uno de ellos pero no estás poniendo de tu parte, SeungMin —lo señaló acusadora—, ve a organizar mi agenda y...
─A buscar sus analgésicos, lo sé. —aseguró SeungMin
La mujer observó detenidamente a SeungMin, no parecía preocupado por oír que correrían a varias personas y aquello no era algo normal.
SeungMin era quien solía escandalizarse por esas malas noticias en lugar de que tuviera que hacerlo ella.
─¿Vas a renunciar otra vez? —preguntó la mujer cruzándose de brazos—. ¿Quién fue esta vez? —insistió—. ¿Quién está ofreciéndote un empleo?
Los labios de SeungMin se abultaron ligeramente al pensar en ello.
¿Ella realmente esperaba que se lo dijera?
¿Incluso siendo consciente de que SeungMin sabía que había saboteado cada una de las ofertas de empleo que él había conseguido para finalmente dejar de ser el insecto bajo su tacón?
─Él señor Bang —las cejas de la mujer se alzaron en un gesto sorprendido—, de hecho sobre eso espero hablar con usted y con el señor Lee —aseguró llamando la atención de MinHo—, él señor Bang tiene una propuesta que podría interesarles.
─La sala de conferencias está disponible, puedo pedirle a JeongIn que envíe personal a habilitarla —aseguró por primera vez MinHo, moviéndose en dirección al elevador—, aunque si gustas podemos hablar en mi oficina.
─¿La sala de conferencias? —preguntó YeJi siguiendo de cerca a SeungMin y a MinHo—, vamos a hablar con SeungMin no con algún inversionista.
SeungMin miró con mal semblante a YeJi.
─O podemos hablar sobre esto en mi oficina —sugirió SeungMin, llamando la atención de ambos directivos —a partir de hoy voy a ejercer como el representante del señor Bang en esta agencia. aclaró sacando las llaves del despacho que le había dado Christopher.
SeungMin estaba convencido de haber oído a la mujer resoplar al menos una decena de veces durante los minutos que estuvieron en el elevador.
Incluso al entrar en la oficina de Christopher, aún continuaba bufando como un dragón esperando atacar, uno hambriento de sangre.
De la suya para ser más precisos.
Ella lo estaba odiando, estaba convencido de que esperaba la oportunidad perfecta estando a solas para poder despellejarlo vivo.
SeungMin vió a MinHo observar con interés todo su alrededor al entrar en la oficina de Christopher.
MinHo no parecía preocupado o molesto por saber que sería él representante de Christopher, incluso le escuchó llamar brevemente a JeongIn antes de entrar a la oficina pidiéndole de buena manera que les ofreciera un café para la reunión.
SeungMin no se atrevió a decir una sola palabra hasta varios minutos después de que JeongIn había entrado a la oficina a dejar los cafés solicitados por MinHo.
Pudo ver al asistente observarlo incrédulo, antes de dejar el lugar sin terminar de entender como es que había tenido el valor de citar a los directivos en la oficina del sponsor.
─El señor Bang está dispuesto a seguir siendo el sponsor de la agencia —aseguró SeungMin, viendo ya a ambos directivos sentados cómodamente en los sofás en lugar de utilizar las sillas frente al escritorio—, aunque esto sería únicamente durante un período de prueba para asegurarse de que la agencia sigue siendo una inversión acertada.
─Por supuesto —comentó de mala gana YeJi—, es obvio que sólo está ganando algo de tiempo antes de retirarse, no existe otra explicación para que ponga a un asistente a cargo de las grandes decisiones, está buscando desesperadamente que lo arruines y tener una excusa para desvincularse de esto.
─Hmm no lo creo —negó MinHo—, si él quisiera hacer algo como eso habría puesto a cargo a alguien que no tuviese conocimientos en la agencia —aclaró—, probablemente puso a SeungMin porque sabe que conoce muy bien como funciona la agencia, lleva tanto tiempo trabajando en este negocio que podría hacerlo funcionar incluso si ninguno de nosotros estuviéramos aquí.
─Es un asistente —insistió YeJi—, puede saber muchas cosas, pero sigue siendo un asistente.
─Basta, puedes hacerlo a la manera del señor Bang o puedes quedarte sin la agencia, ¿Es eso lo que quieres? —preguntó SeungMin directamente a YeJi—. Ya estoy harto de que no lo tomes en serio, si pierdes la jodida agencia seguirás teniendo suficiente para vivir de manera cómoda gracias a tu acuerdo con él señor Bang —aseguró, viendo la mirada espantada de la mujer por oírle comentar esto frente a MinHo—. ¿Podrías por una vez en tu vida alzar la cabeza y ver a quienes te rodean? Hay personas en esta agencia que deben alimentar a sus familias y que podríamos perderlo todo si no probamos que esto puede funcionar —comentó acusador—, esto no se trata sobre tí, sobre Christopher, sobre tus secretos o sobre un puto divorcio porque esas cosas suceden todo el tiempo, no vas perder nada a diferencia de nosotros, así que deja de actuar como una loca resentida con su marido y has algo por esta jodida agencia que tanto te ha costado mantener.
MinHo no parecía sorprendido de oír sobre el divorcio, pero sí que estaba bastante impresionado por la manera en que SeungMin le estaba hablando a YeJi.
─Él está dispuesto a seguir patrocinando esta agencia y respeta tu esfuerzo, has lo posible para demostrar que esto no es una pérdida de tiempo y que trabajamos duro —aclaró SeungMin—, nadie aquí está en tu contra, todos necesitamos que él esté conforme con lo que hacemos para poder seguir teniendo un empleo.
MinHo sabía que SeungMin tenía razón, alguien tenía que poner en su lugar a YeJi, y la única persona capaz de hacerlo era Christopher.
Aunque por razones que desconocía había decidido poner al asistente de YeJi a hacer el trabajo, seguía siendo una buena jugada.
Aquello podría tratarse fácilmente de una lección de humildad, ya de por sí era difícil imponerse frente a YeJi, pero el hecho de que lo hiciera alguien que fue su subordinado por tanto tiempo podría aterrizar de alguna manera a la loca mujer.
─Podemos hacerlo funcionar —aseguró MinHo—, puedo hablar con los funcionarios, citarlos a una reunión extraordinaria para hacerles saber que si aumentamos el índice de productividad nadie debería ser despedido, creo que con incentivos podemos conseguir más que con amenazas.
─Eso estaría muy bien. —aseguró SeungMin viendo a MinHo levantarse de su lugar probablemente dispuesto a acordar con su asistente la mejor manera de abordar sus siguientes movimientos
─Felicidades por tu ascenso. —comentó sinceramente MinHo a SeungMin.
─Gracias. —balbuceó avergonzado SeungMin, sentía sus orejas arder por lo ruborizadas que estaban y la insistente mirada de YeJi sobre él no estaba ayudando.
Sólo bastó con que MinHo dejara la oficina para que YeJi se levantara de su asiento moviéndose como un animal enjaulado por el lugar.
─Entonces... —balbuceó SeungMin
─Te estás acostando con Christopher —aquel comentario por parte de YeJi envió cualquier pensamiento de SeungMin muy lejos, ella ni siquiera lo estaba observando pero SeungMin sintió el comentario como un golpe bruto en la quijada—, creí que eras por mucho algo mejor que eso, SeungMin.
Los labios del asistente se entre abrieron sin saber que decir.
Y es que no sabía como defenderse, era justo lo que había hecho y si bien en su mente no tenía algo que ver con su cargo no podía negar nada, porque el había aceptado el cargo habiendo notado el interés de Christopher en él.
─¿Vas a decírmelo? —se cruzó de brazos YeJi en una postura despreocupada.
─No es algo personal, estamos hablando de la agencia. —aclaró SeungMin
─Mírame y dilo de una vez —ordenó YeJi—. ¿Ahora te avergüenza? —preguntó—. ¿Te avergüenza decirme que te acostaste con mi marido para obtener este puesto?
─No fue realmente para obtener el puesto, pero sí me acosté con tu marido —balbuceó SeungMin viendo la mirada desaprobatoria de su ex-jefa—, oh vamos, si me hubieras dicho que él era homosexual y tu su pantalla antes de que me ofreciera ir hasta su apartamento no habría aceptado —señaló acusador—, se que estuvo mal que lo hiciera, pero él es un hombre soltero y muy caliente, sólo nómbrame a un pobre diablo en esta empresa que le hubiese dicho que no al señor Bang —señaló—, ni siquiera los heterosexuales lo harían y lo sabes.
YeJi rodó los ojos al oírle decir esto.
Por supuesto que lo sabía, Christopher era un manipulador de lo peor, ese rostro de ángel y esa sonrisa de comercial sin dudas eran más que capaces de conseguir que cualquiera terminara enredándose en sus sábanas.
─No pretendas estar ofendida porque ambos sabemos que te importa poco lo que Christopher haga, tampoco quiero tu agencia —aclaró SeungMin—, sólo quiero seguir teniendo un empleo para alimentar a mi familia.
─¿Tienes una familia? —preguntó sorprendida YeJi.
─¿Recién ahora mismo lo estás preguntando? —preguntó incrédulo SeungMin—. Después de tres años trabajando para tí, recién ahora te interesa saber si tengo una familia, entiendes por qué no eres la persona favorita de todo aquí ¿No?
─¡Dios! —se quejó YeJi—. Se que me comporto como una jodida loca pero ¿Crees que si no lo hiciera alguien me tomaría en serio? —preguntó—. Ni siquiera los inversionistas me tomaban en serio, siempre querían entenderse con Christopher como si sólo por ser un hombre automáticamente supiera más que yo, él ni siquiera sabía de que iba la agencia pero me han pisoteado lo suficiente y tú sabes que es la verdad —lo señaló acusadora—, has estado conmigo y has visto lo que es tratar con esos jodidos imbéciles, deberías poder entender por qué no puedo dejar qué otros dominen la situación, si lo hiciera esta agencia ya no existiría.
SeungMin sabía que ella tenía un punto, había vivido un infierno intentando hacerse de una identidad propia y dejar de ser conocida únicamente como la esposa de Christopher.
─Lo sé y lo entiendo, pero existen otras maneras y lo sabes. —aclaró SeungMin
─Siento que sólo estás desesperado por cambiar de tema para no hablar sobre el hecho de que te acostaste con mi marido. —comentó la obvio YeJi.
─Ya admití que lo hice, ¿Qué más esperas de mí? —de quejó SeungMin—. ¿Quieres los detalles? —preguntó—. ¿Saber quién le dió a quién?
Una sonrisa sin gracia tiró de los labios de la mujer.
─¿Es siquiera necesario? Incluso un imbécil podría deducirlo por su cuenta —señaló con obviedad la mujer, suspirando profundo—, no tienes idea de las ganas que siento de enviarte a la mierda y de hacer de tu vida un infierno, Kim SeungMin —admitió—, eras mi asistente estrella, me dejas en medio de una crisis, te acuestas con mi marido y te conviertes mágicamente en el sponsor de mi agencia —señaló—, si el karma realmente existe espero que sea una jodida perra contigo en esta vida y en al menos las cinco siguientes, porque lo que hiciste no tiene nombre, ¿Lo sabes?
─¿Y lo que tu hacías conmigo sí lo tiene? —preguntó SeungMin entre cerrando sus ojos en dirección a su jefa—. No quieras pretender ser una víctima, tal vez soy un jodido mal nacido por lo que te hice pero tu eres exactamente igual, si hubieras sido buena conmigo jamás lo hubiese considerado —señaló de manera infantil—, y sí YeJi, tengo una familia —admitió—, somos sólo dos, mi perro y yo —aseguró—, pero he perdido tiempo valioso en que podría estar con él, siguiéndote como un niño perdido cuando ni siquiera era necesario porque soy tu jodido asistente no tu esclavo.
─¿Aún eres mi asistente? —preguntó interesada la mujer.
─Es justo por eso que estoy ocupando el puesto de Christopher, ya te lo dije, no me interesa quedarme con tu agencia —aclaró—, sólo quiero tener un empleo y que me traten como una persona.
─Incluso si ya no te trato como un asistente no me pidas que sea cordial contigo luego de enterarme que te acostaste con Christopher. —señaló la mujer.
─Bien, me parece justo —le dió la razón SeungMin—, pero incluso si me vas a tratar como una basura roba maridos cuando estemos a solas, debes respetar mi autoridad en este lugar y aceptar que estoy haciendo lo mejor por tu agencia, estoy seguro que si trabajamos juntos podemos encontrar la clave del éxito.
─Parece que ya la hallaste profundamente hundida en el culo de Christopher o de lo contrario no me explico como es que conseguiste escalar tan alto en sólo un fin de semana. —señaló de manera mordaz.
SeungMin no le dió mayor importancia al comentario, igualmente el hecho de que ella le estuviera hablando era más de lo que merecía luego de jugarle sucio.
─Creo que nuestro mejor opción es que tu atiendas los asuntos con inversionistas —sugirió SeungMin—. Lee MinHo con los clientes y yo puedo encargarme de los trabajadores.
La mujer lo miró como si no terminara de reconocerlo.
─¿Tienes algo que más que decir? —preguntó SeungMin
─Oh, tengo tanto que decirte. —aseguró YeJi.
─¿Respecto a la agencia? —preguntó SeungMin.
YeJi resopló por la bajo, sin terminar de creer el descaro del asistente.
─Debería despedirte justo ahora, lo sabes ¿Verdad? —preguntó la mujer.
─Lo sé, pero no lo harás si quieres que tu agencia siga funcionando —le recordó SeungMin—, sólo dime ¿Por qué te molesta tanto? —preguntó—. ¿Es porque hasta ahora sólo he sido un asistente o por Christopher? ¿Estás interesada en él de alguna manera?
─¿Y tú? —preguntó YeJi, haciendo que el ceño de SeungMin se frunciera de manera automática—, no tienes idea de lo que es estar con alguien como él, es una buena persona pero también alguien tan susceptible como una granada de mano, durante un momento está bien contigo y te hace sentir seguro y protegido pero al momento siguiente estalla girando tu mundo al revés, el no es una mala persona pero sí alguien que perdió muchos años de su vida escondiéndose, él probablemente quiere recuperarlos así que ten muchísimo cuidado. —comentó.
SeungMin observó detenidamente a YeJi, ella no parecía hablar desde el rencor.
Parecía únicamente estarle aconsejando.
─No digo que algo entre ustedes no pueda funcionar, es realmente alguien más que capaz de hacer feliz a otra persona, fuimos amigos por mucho tiempo así que se porqué te lo digo, pero siento la responsabilidad moral de decirte que así como él puede elevarte también puede dejarte caer en cualquier momento, él es así y no es que espere ser de esta manera, simplemente vive cargando una corona demasiado pesada, piensa muy bien en qué es lo que esperas conseguir de él —aclaró—, si lo que buscas es sólo escalar y hacerte de un nombre, creo que deberías pensarlo nuevamente, porque sólo mírame, eso realmente no funciona tratándose de él.
─No es necesario llevarlo tan lejos, sólo estábamos pasando él rato y no estamos de ninguna manera mezclando negocios con algo más. —aseguró SeungMin.
─¿Es siquiera eso posible? —preguntó YeJi.
SeungMin no lo sabía, no estaba convencido de que fuese posible, pero luego de esa alocada noche ellos habían mantenido conversaciones telefónicas y sólo habían hablado sobre la agencia.
Christopher no parecía él tipo de hombre que quedará maravillado por sólo una noche a su parecer, no creía ni por un minuto que él esperara algo más de esa noche incluso si en algún momento se repitiera. Tal vez se trataba de que YeJi lo veía desde el punto de vista de una mujer.
Y es que todo era más complejo si lo veía de aquella manera, porque siempre necesitaban respuestas a preguntas no planteadas y anticipar los movimientos de un hombre mientras que la mayoría de los hombres actuaban sólo por instinto la mayoría de las veces.
De alguna u otra manera, YeJi le había dado mucho en qué pensar.
Y es que SeungMin no esperaba comenzar una relación con Christopher, ella tenía razón al mencionar que él había perdido muchos años de su vida viviendo una farsa y comenzar a salir con él sería el equivalente a estarlo criando. porque parecía él tipo de hombre que se maravillaba con cosas sencillas como un niño que comienza recién a ver lo que el mundo tiene para ofrecer. SeungMin evitaba a cualquier costo salir con personas inexpertas, porque le costaba demasiado sobrellevar su propia vida como para tener que enseñar a otros como vivir las suyas propias.
─Supongo que tienes mucho en qué pensar —aseguró la mujer acercándose hasta la puerta—, puede que no lo parezca, pero realmente me preocupa que tomes una decisión que te arruine, sigues siendo un asistente estrella con un futuro prometedor —aclaró—, no necesitas el nombre de alguien más para que el mundo te conozca, te ganaste tu lugar en esta empresa así que sólo intenta no pensar en tí mismo como un prostituto que se cambió por un buen puesto.
─¿Por qué pensaría algo como eso? —preguntó incrédulo SeungMin.
─Porque justo así lo pienso yo y así lo van a pensar todos al enterarse —señaló burlona, haciendo rodar los ojos a SeungMin—, jodido roba maridos.
─¿No te ibas ya? —preguntó SeungMin
─Es lo que haré —asintió—, finalmente vas a conocer lo que es tener a algún incompetente como asistente.
─Tu no tenías a un incompetente como asistente. —señaló ofendido.
─Oh los tuve por montones, al menos hasta que llegaste tú —aseguró YeJi—, por cierto, ¿Cómo se llama tu perro?
─Basuritas. —respondió SeungMin
─Já tal perro, tal dueño —comentó la mujer—, espero que al menos el perro sea leal.
Antes de que SeungMin pudiese responder, YeJi ya había dejado la oficina.
Y bien, eso no había estado tan mal.
Pudo ser peor.
Y tal vez lo sería cuando todos comenzarán a verlo como un roba maridos.
Pero al menos SeungMin sabía que no era así, él no se había robado al marido de nadie.
Sólo había sido una noche y ya.
Christopher no tenía ese tipo de interés en él.
El sonido de la puerta abriéndose llamó su atención.
─Creí que me dejarías en paz. —señaló SeungMin creyendo que se trataba de YeJi, ya que ella jamás golpeaba la puerta antes de entrar a algún lugar.
─¿Acabo de llegar y ya me estás corriendo? —preguntó Christopher.
─Señor Bang —balbuceó SeungMin—, creí que era YeJi, ella acaba de irse.
─Lo sé, nos encontramos afuera. —señaló la puerta.
─Oh ¿Ella le dijo algo respecto a esto? —preguntó SeungMin.
─Que soy un jodido infiel y que nos veríamos en el infierno. —sé encogió de hombros.
─Al menos no eres la gata rompe hogares. —suspiró SeungMin.
─¿Eres la gata rompe hogares? —preguntó Christopher.
─En realidad soy el perro rompe hogares —aseguró SeungMin─. Pero si, lo soy.
Escuchó reír a Christopher por lo bajo mientras escudriñaba cada rincón de la oficina.
─Tengo tu agenda para hoy —señaló Christopher, dejando algunos documentos sobre el escritorio—, no te acostumbres a estas atenciones, pronto tendrás tu propio asistente —comentó—, él es quién se encargará de tu agenda.
─Gracias, igualmente no creo que necesite de un asistente. —aclaró.
Christopher asintió en acuerdo, él se sentía mucho más cómodo trabajando sin un asistente, por lo que podía entender muy bien se SeungMin.
─Hace mucho que no venía por aquí —comentó Christopher, viendo uno de los libreros—, no sé por qué pedí qué lo pusieran, jamás leí algo en este lugar.
─Querías parecer un jefe intelectual, lo entiendo. —señaló SeungMin.
─Tenemos una reunión extraordinaria —comentó Christopher llamando la atención de SeungMin—, es tu gran día, vamos a presentarte con los publicistas y luego con los demás trabajadores —aseguró—, pedí qué te compraran un pastel.
─¿Un pastel? —preguntó SeungMin—. ¿Cómo para qué o por qué?
─Para celebrar tu ascenso. —señaló con obviedad Christopher.
─Más bien mi descenso, estoy seguro van a dibujarme chupando tu polla en ese pastel. —aclaró SeungMin.
─Oh vamos, ¿Es tan malo chupar mi polla? —preguntó divertido Christopher—. Siempre debes ir con la frente en alto, quién tendrá un mejor puesto y un mejor sueldo eres tú, ¿Crees que ellos no tomarían la oportunidad si pudieran?
─Creo que me habría gustado ser reconocido como un buen empleado en lugar de un chupa pollas —aclaró SeungMin—, aunque probablemente lo olviden con el tiempo —señaló observando a Christopher—, justo como lo haremos nosotros ¿Verdad?
─Supongo que sí. —asintió admirando la buena vista desde los ventanales.
Oír aquello había sido un alivio, SeungMin para ese entonces estaba convencido de que tenía razón y este asunto con Christopher había sido algo de una sola noche.
Todo ese drama innecesario que había montado YeJi no existía.
─Entonces, ¿A qué hora se supone que es esta reunión? —preguntó SeungMin.
─Oh lo siento, ¿Debí agendar una hora para tu celebración? —preguntó Christopher.
─Por supuesto que no —respondió divertido SeungMin, revisando con interés su agenda—, sólo quiero saber, oh, aquí está —señaló—, aunque creo que te adelantaste bastante, aún faltan varias horas para que comience.
SeungMin contuvo la respiración al sentir ambas manos de Christopher tomarle por la cintura y su cálido aliento humedecer su cuello.
─Creí que tal vez correspondía felicitarte personalmente por el ascenso —susurró Christopher, rozando deliberadamente con sus labios el cuello de SeungMin—, y que podría ser un buen momento para estrenar está oficina.
SeungMin sintió todo el aire abandonar sus pulmones al notar la mano del descarado rodear su cuerpo, deteniéndose sobre el bulto en su pantalón.
Un suspiro escapó de entre los labios de SeungMin al sentir la mano de Christopher masajear tentativamente su entrepierna.
Se supone que justo en ese momento él debía decir que no, que había sido algo de una noche nada más.
Y es que sabía que incluso si lo rechazaba seguiría conservando su puesto porque Christopher era un hombre de negocios que velaba por sus intereses comerciales.
E igualmente SeungMin no tenía interés alguno en Christopher.
O al menos eso creía, siendo así no tenía el más mínimo sentido que una de sus manos cubriera la de Christopher, instándole a continuar tocándole, y mucho menos que volteara buscando los labios del hombre con quien no tenía nada fuera de algunos acuerdos de trabajo.
Tal vez después de todo él sí era un chupa pollas del hombre cargo, o tal vez disfrutaba aprender las cosas de mala manera.
─Es una mala idea, —aseguró SeungMin sobre los labios de Christopher al sentirle alzar su cuerpo, dejándolo sentado sobre el escritorio.
─Pero también una muy tentadora. —aclaró Christopher, arrodillándose entre las piernas de SeungMin a la vez que abría su bragueta.
─Aún así no... Oh. —un gemido áspero escapó de entre los labios de SeungMin al sentir los tibios labios de Christopher envolver su pene, tomándole profundo desde el inicio.
Tal vez este asunto de separar placer y trabajo no funcionaría, tal vez su relación estaba destinada a ser un lío retorcido que nació de una infidelidad en medio del matrimonio fraudulento de su ex-jefa arpía que lo explotaba.
Después de pensar en eso ya nada le parecía extraño.
O bien tal vez sólo estaba haciendo un gran lío de todo ello para evitar admitir que le fascinaba la idea de coger a Christopher de todas las maneras posibles, incluso si eso lo llevaba a ser reconocido como él jodido rompe hogares de la agencia.
FIN
¡Gracias por leer!
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