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⨳ segunda parte.

SeungMin observó a Christopher sin saber que responder.

¿Lealtad?

¿Lealtad decía?

¿En qué mundo de mierda había estado viviendo ese hombre?

SeungMin estaba dudando de que Christopher estuviese prestando atención a lo que vió en la agencia.

¿Es que acaso no había estado en la oficina hace pocas horas, viendo a su ex-mujer cagándose sobre SeungMin?

Tal vez él pobre hombre estaba quedándose tan ciego como un topo, porque SeungMin no conseguía procesar que él hubiese entendido todo tan mal.

¿Qué era lo que sucedía exactamente con la gente rica y poderosa?

¿Cómo es que no eran capaces de sacar sus propias cabezas de sus culos?

Parecían no ser capaces de ver más allá de su nariz, ¿Su cerebro funcionaría distinto?

—No pasa nada — aseguró SeungMin—, nada pasa —repitió, prácticamente haciendo tronar sus dientes—, no, ¿Sabes qué? —preguntó acomodando su ropa interior pero permaneciendo con su camisa y pantalón desabrochados—. Sí que pasa algo, ¿Lealtad dices?

Los labios de Christopher se entre-abrieron sin entender por qué de pronto su invitado parecía tan irritado.

—¿De qué lealtad me hablas? Sí sabes que cada mañana al llegar al trabajo están volando pollas como si ella estuviera repartiendo hasta para llevar ¿Verdad? —preguntó SeungMin—. Cada una de ellas termina en mi boca, tu mujer se encarga de que esté día a día amordazado por esas pollas, no tengo derecho a opinar o a decir una sola mierda, soy un jodido estropajo ¿Entiendes? —señaló molesto—, ni siquiera un estropajo, porque incluso los estropajos son cuidados por quien se encarga de la limpieza, ¿Quién carajos cuida de mí? —lo apuntó acusador con un dedo—. Me importa una mierda si vas y se lo dices, en el mejor de los casos ella va a correrme y podré recoger la poca dignidad que le sobrevivió, tendrá que darme una jodida indemnización por soportarla durante años, jodida arpía de mierda, he hecho todo por esa mal agradecida, ¡Todo! —aseguró—. Estoy seguro de que no podría sobrevivir a dos días en la agencia sin mí, soy quien está a cargo de esa maldita agencia y ella es quien recibe los elogios —jadeó fuera de sí—, estoy sorprendido de que pueda limpiarse el culo sin pedir por mí, y es que he dedicado hasta mi último aliento en su beneficio y ella ni siquiera fue capaz de confiarme que está divorciándose para ocultar su mierda, estoy seguro que esperaba decírmelo un día antes de hacerlo público para hacerme trotar como un pony buscando excusas que te asociaran con ser un infiel o un jefe narco para evitar quedar mal con todos sus cercanos...

La cabeza de Christopher se ladeó oyendo todo lo que decía él extraño asistente de su ex-esposa, intentando procesar toda la información.

—Probablemente no lo sabías, pero sus jodidos viajes de negocios no lo son en realidad —aseguró—, ella suele verse con accionistas a tus espaldas, está todo el tiempo coqueteando con otros hombres-... —SeungMin se detuvo abruptamente abriendo los ojos de manera desmedida por su arrebato

¡Oh jodido infierno, él no había dicho eso frente al cornudo!

¿En qué mierda estaba pensando?

Había vendido a YeJi a precio de huevos, él tipo ni siquiera le estaba ofreciendo algo a cambio de entregarle información, y de la nada él le había dejado todo lo que hacía su mujer a sus espaldas, corriendo el riesgo de que YeJi lo colgara de las bolas en un poste de alumbrado público.

—Lo sé —admitió Christopher—, se muy bien que ella lo hace y no es que me importe en realidad —aclaró—, no sé si no es ya muy obvio para tí, pero soy homosexual —señaló—, siempre hemos dormido en habitaciones separadas, la verdad es que jamás hemos tenido relaciones y tampoco va a suceder. —suspiró.

—¿Ella lo sabe? —preguntó SeungMin, finalmente cayendo en cuenta de lo obvio, había creído que él hombre sólo esperaba saciar su curiosidad metiéndose entre las piernas de otro, no pensó ni por un minuto que él fuese abiertamente homosexual en realidad—. ¿Sabe que eres homosexual?

—Lo sabe incluso desde antes de casarnos, ella estaba necesitando desvincularse de su familia, y yo necesitando de alguien que callara a mi padre y a su jodido interés por mantener mi supuesto secreto a voces lejos de la boca de todos —aclaró Christopher—, pensé en dejarle la jodida casa y también la empresa —señaló—, aunque ahora mismo estoy dudando.

SeungMin tragó saliva pesadamente.

¿Él la dejaría en la calle?

¿Realmente era una persona tan horrible como para haber empujado a ese cornudo a dejar a YeJi en la calle?

Era una mierda como jefa, pero nadie merecía pasar por eso a su parecer.

Y es que SeungMin no podría vivir con ello, ella era una mierda de persona con él, pero había trabajado duro para estar donde estaba incluso si necesitaba de SeungMin en cada paso que daba.

—¿Crees que puedes dirigir el lugar mejor que ella? —preguntó Christopher—, si es así, entonces pruébalo.

—¡Dios! ¿Eres de los que se enculan luego de una mamada y comienzan a regalar sus cosas? —balbuceó SeungMin.

—No realmente —comentó risueño Christopher—, soy un hombre de negocios y esa agencia también es mía, así que si crees que puedes beneficiarme no veo nada malo en darte una oportunidad —señaló—, serás mi representante en la agencia, vas a tomar mi lugar y veremos desde allí qué tan bueno eres dirigiendo.

El ceño de SeungMin se frunció.

¿Quería que siguiera trabajando con YeJi?

¿Cómo se supone que la viera a la cara luego de revolcarse con su marido?

Oh, pero él no había hecho tal cosa, tal vez debía retractarse de una noche alocada para poder seguir viendo a la mujer a los ojos.

Pero también estaba aquel detalle, era imposible que nadie en la jodida agencia se preguntara ¿Cómo es que él asistente que vivía pegado a la suela de los zapatos de YeJi, de pronto era un pez grande?

"Él está acostándose con alguno de los jefes".

Era muy obvio que sería lo primero que pensarían.

Entonces, recapitulando él tal vez debía acostarse con Christopher y disfrutarlo como no tenía idea, igualmente iban a decirlo aunque él no lo hiciera.

No se estaba vendiendo, sólo estaría disfrutando de los beneficios que le traería el probar que los rumores eran ciertos.

Y que más da, si YeJi no le daba un uso a su marido y sabía que él era homosexual, no estaría haciendo un gran daño.

Además, era un plus que él estuviera así de bueno, de pronto SeungMin sentía la tremenda necesidad de que ese hombre mayor lo terminara de criar.

Tendría que estar mal de la cabeza para rechazar semejante ofertón.

—Ya que, no tengo nada que perder —se encogió de hombros SeungMin—, de alguna u otra manera ella me querrá muerto, tu sólo dime en donde me quieres y de ahí soy.

—Ahora mismo me vendría bien entre mis piernas —aseguró directamente Christopher—, pero a partir del lunes te necesito en la oficina principal de la planta superior para cumplir con tus funciones.

—¿Oficina principal? —preguntó SeungMin, recordando su lugar de trabajo—, sólo hay dos, una de ellas la tiene YeJi y la otra Lee MinHo. —le recordó.

—No me refiero a esas oficinas. —aclaró Christopher.

El ceño de SeungMin se frunció intentando entender, sintiendo la realidad golpearle como una fuerte bofetada en la quijada al recordar esa, oficina que permanecía cerrada todo el tiempo, y que YeJi deseaba tomar hace muchísimo tiempo. siendo esta aún más grande que la suya.

Ella nunca le dijo a SeungMin por qué era que no podía tomarla, solía decir que le costaba dejar su actual oficina porque estaba acostumbrada a ella, pero cayendo en cuenta de esto, SeungMin finalmente comprendía por qué ella no la había tomado.

Era tan simple como el hecho de que la oficina no era suya, sino del sponsor principal y dueño de la jodida agencia.

A SeungMin se le bajó el azúcar al oír esto, sintiéndose ligeramente mareando y necesitando con urgencia una Coca-Cola.

¿El utilizaría esa oficina?

¿Cómo justificaría un ascenso como ese?

Aún siendo algo imposible, SeungMin sabía que ni siquiera asegurando estar embarazado de ese hombre loco podría justificar haber obtenido tan rápido un puesto de ese nivel.

¿Qué era lo que quería ese sujeto de él?

Porque nadie ofrecía algo como eso a ciegas, él mismo lo había dicho, era un hombre de negocios, por lo que SeungMin no entendía como es que había decidido en un par de minutos arriesgar de esa manera la agencia aún corriendo el riesgo de que SeungMin fuese un chiflado que podría arruinar su negocio.

—¿Qué pasa si lo arruino? —preguntó preocupado a Christopher—. No vas a enviar a un grupo de hombres a deshacerse de mí ¿Verdad?

Christopher pestañeó en reiteradas ocasiones, sintiéndose ligeramente confundido por lo extremista que parecía ser él chico.

Hmm ¿No? —balbuceó Christopher—. ¡Cristo no! —negó de manera eufórica—. ¿Por quién me tomas? ¿Realmente me crees capaz de hacer algo así?

—No puedo saberlo, señor —señaló despreocupado SeungMin—, veo caras, no corazones.

—No voy a enviar a alguien a deshacerse de tí, no soy un jodido matón. —señaló ofendido Christopher.

SeungMin asintió aún inseguro, perdiéndose en sus pensamientos.

—SeungMin. —lo llamó El Australiano, entendiendo que parecía estar en un trance.

—Diga. —balbuceó SeungMin.

—Aún tenemos planes o... —se encogió de hombros—. Ya sabes, ha pasado bastante tiempo y no me vendría mal ¿Sabes?

Oh, por supuesto —asintió SeungMin—, el polvo, lo había olvidado.

Christopher pretendía decir algo, pero cualquier palabra sobró para cuando SeungMin ya estaba tomando su rostro entre sus manos y reclamando sus labios nuevamente.

Él mayor no estaba seguro de si había recargado energías, o de si de pronto él también había recordado su necesidad inicial.

No se explicaba como es que de pronto él asistente lo había atrapado con la guardia baja, guiándolo de regreso a la habitación.

Pero Christopher aprobaba completamente aquella decisión de SeungMin, amaba permitirse perder el control de cualquier situación.

Se sentía hastiado sólo al recordar lo sumisas que se mostraban las personas que le rodeaban, nunca nadie intentaba ir contra él y cumplían al pie de la letra su voluntad.

Era él hombre a cargo después de todo, mostrarse sumiso no era una opción.

Era algo impensado para él siquiera imaginar lo que era someterse a la voluntad de alguien, por lo que disfrutar de lo directo y atrevido que era ese jodido asistente le estaba empujando a tocar el cielo.

Ya no parecía tan asustado como al inicio, se mostraba más seguro de sí mismo y eso era algo que de manera indiscutible Christopher agradecía.

Si bien él chico tenía la apariencia de un pequeño cachorro inexperto, Christopher estaba deseando que perdiera el control, parecía un hombre intenso y él sabía mejor que nadie lo bueno que esto podía llegar a ser al meterlo en su cama.

Christopher sentía su piel arder en necesidad para cuando SeungMin tiró de su camisa a la altura de la cinturilla de su pantalón.

Con movimientos torpes y apresurados, él asistentes desabotonó la camisa de Christopher, apartando la misma.

Christopher sintió su garganta repentinamente seca, quitando por su cuenta su pantalón al ver al asistente batallar con el suyo.

Re-lamió sus labios al ver el prominente bulto en la ropa interior de SeungMin.

Su pantalón aún continuaba a la altura de sus tobillos para cuando SeungMin lo empujó ligeramente sobre la cama, ubicándose a horcajadas sobre su regazo.

Pateando con insistencia su propio pantalón consiguió apartarlo a la vez que un gemido escapaba de sus labios, sintiendo al menor besar su cuello y parte de su pecho.

No parecía estar conteniendo nada y Christopher podía entenderlo, su ex-esposa había sido una arpía con él, por lo que era muy probable que él asistente estuviese dejando salir toda la frustración que sentía a diario.

Una sonrisa tiró de los labios de Christopher al entenderlo, pareciéndole un gesto sumamente infantil por parte de SeungMin el estar dejando marcas visibles en su cuello para que estas pudiesen ser vistas por YeJi en algún momento.

—¿Debería sentirme honrado o preocupado por tu entusiasmo en querer marcarme como si fuese de tu propiedad? —preguntó Christopher, conocía perfectamente las razones de SeungMin para hacerlo, pero creía igualmente que lo estaba llevando muy lejos.

—¿Sería tan malo si quisiera que lo fueras? — respondió con otra pregunta SeungMin.

Christopher mordió su labio inferior pensando en ello, sintiendo los labios del descarado asistente descender por su abdomen.

¿No entendía a qué estaba jugando?

Dudaba que SeungMin lo viera como un inexperto, así que seguía inseguro de por qué de pronto sentía que él estaba de alguna manera ligando a pensar de haber llegado ambos mucho más a allá de eso.

Un gemido ahogado escapó de sus labios al sentir a SeungMin apartar su ropa interior, deslizando su resbaladiza lengua por su pelvis.

—¡Vaya! —señaló SeungMin, llamando la atención de Christopher nuevamente—. ¿Quién diría que un simple asistente podría hacerte gemir así?

—No estoy hecho de acero —le recordó Christopher—, y créeme, hay pocas cosas que me calienten más que un hombre que consiga hacerme gemir de esta manera.

La espalda de Christopher se arqueó ligeramente al sentir a SeungMin tomarlo en su boca, podía oír los chasquidos por la excesiva cantidad de saliva que estaba empapando por completo su rígido pene, sin detenerse a pensar demasiado llevó su mano hasta la parte posterior de la cabeza del asistente, alzando su pelvis y contrario a lo que pensó SeungMin, parecía fascinado con ello.

El descaro de SeungMin le parecía sumamente prometedor, sus manos temblaron en anticipación al sentirle separar sus piernas, colando sus dedos entre sus glúteos.

Estos parecían húmedos y resbaladizos, Christopher mentiría si dijera que había notado en que momento los había lubricado o de si había utilizado incluso algo más que sólo saliva.

Sólo estaba totalmente desesperado por sentirle hundirse profundamente en él.

Sintió sus músculos contraerse al sentir uno de los dedos de SeungMin abrirse paso en su interior.

—Estrecho —señaló SeungMin—, llevas demasiado tiempo en la banca ¿No?

Christopher no estaba seguro de si era aquella una alusión deportiva o de si sólo él lo había oído así, pero no es que fuese algo relevante.

—Puedo soportar más de lo que crees. —aseguró Christopher.

—Eso está bien —aseguró SeungMin empujando un segundo dedo en el estrecho interior de Christopher, pudo ver su cuello y parte de su pecho adquirir una suave tonalidad rojiza—, los hombres rudos me ponen a mil, siento que podría estallar sólo imaginando lo bien que vas a ajustar.

—No es necesario que sigas imaginando nada —aclaró Christopher—, sólo jódeme.

Una sonrisa burlona tiró de los labios de SeungMin.

—¡Dios! —jadeó Christopher, aferrándose al edredón.

Un tercer dedo era demasiado para procesar y es que, ¿Era realmente necesario?

—¿Demasiado? —preguntó divertido SeungMin, moviendo sus dedos y consiguiendo una respuesta automática por parte del extranjero, quien prácticamente clavó sus uñas en el edredón.

Sintiéndose ya preparado, SeungMin alcanzó el lubricante que Christopher había dejado sobre la cama junto a los condones, vertiendo una buena cantidad en sus dedos antes de continuar dilatando a su amante lo suficiente para llevarlo finalmente.

Christopher al sentir la fría humedad sobre su piel dejó escapar un suspiro que no sabía estaba conteniendo.

No quería pensar demasiado en ello, pero a la vez era difícil no hacerlo.

Como inversionista, no daba pasos a ciegas, realmente necesitaba estar seguro para lanzarse al estanque.

Pero ahora su padre había muerto, él le había pedido el divorcio a su esposa, y se estaba dejando coger por su asistente.

Su ceño se frunció, tal vez su padre tenía sus razones para estar asustado de que su mal juicio llegara a oídos de la gente.

—¿Soy tan malo en esto como para que estés de razonador mientras pasamos un buen rato? —preguntó divertido SeungMin, acomodándose entre las piernas de Christopher.

—Para nada, sólo me distraje pensando en algunas cosas —balbuceó—, no eres malo, esto parece ir por buen camino.

Ajá —asintió SeungMin—, se que no soy malo, sólo esperaba traerte de vuelta para no oír tus quejas por hacerlo tan repentino. —aseguró apropiándose de los labios de Christopher.

SeungMin nunca había sido tan consciente de lo mucho que le ponían los labios gruesos como los de ese hombre, él jamás había visto a Christopher de alguna otra manera o como algo más que él marido de YeJi.

Christopher sintió su corazón latir desbocado en anticipación al sentir la manos de SeungMin extender sus piernas alineándose bajo su cuerpo.

Ambos manos de Christopher se ajustaron de manera automática a la espalda de SeungMin, al sentirle empujar, su pelvis entrando en él con el máximo cuidado que pudiese permitirse.

Christopher sentía que su cabeza estallaría en cualquier momento, sólo sintiendo el dolor inicial al abrirse paso y la familiaridad de tener a un hombre profundamente hundido en su interior.

Un gemido escapó desde lo más profundo de la garganta de Christopher, al hundirse completamente SeungMin, haciendo que él asistente lo observara maravillado.

—No te haces una idea de lo mucho que me calienta oírte gemir. —señaló SeungMin sobre los labios de Christopher.

—Estoy deseando que te esfuerces aún más para que siga haciéndolo. —admitió Christopher, deslizando ambas manos por la espalda de SeungMin.

Ambas manos se detuvieron en la espalda baja del Coreano.

Ah, no lo noté la primera vez —aseguró aferrándose con ambas manos al culo de SeungMin—. ¿Cómo es posible? —preguntó estrujando los grandes glúteos de su amante entre sus manos.

—No te culpo, parecías más interesado en otros asuntos. —le recordó SeungMin, empujando su pelvis, y consiguiendo de paso una respuesta automática por parte de Christopher, quien prácticamente clavó sus uñas en su espalda baja.

—Eres engañoso. —señaló agitado, aferrándose a la espalda de su amante mientras este se empujaba con insistencia una y otra vez en su interior.

Un suspiro escapó de entre los labios de Christopher al sentir a SeungMin alzar ligeramente sus piernas, mientras continuaba impulsando sus caderas una y otra vez sin darle un sólo respiro, no estaba seguro de si él realmente estaba necesitando descargar su frustración o si siempre era tan intenso y brusco.

Un gemido ahogado por parte de Christopher resonó en la habitación al sentir a SeungMin juntar sus piernas empujando estas prácticamente contra su pecho, mientras aceleraba el ritmo y comenzaba a empujar su pelvis en movimientos erráticos y descuidados.

Christopher realmente esperaba ser cogido de esa manera, pero no creyó que él asistente con rostro de niño fuese a cumplir correctamente con cubrir aquella necesidad.

Christopher mordió su labio inferior con fuerza al oír un profundo gemido por parte de SeungMin, quien parecía estar disfrutando más que él mismo de su pequeño momento.

—¡Mierda! —jadeó presionando con dureza uno de los glúteos de Christopher—, necesito llevarte desde atrás.

Las cejas de Christopher se alzaron en un gesto incrédulo.

¿Era necesario siquiera que él se lo pidiera?

Sintió las manos de SeungMin voltear su cuerpo sobre la cama.

Él asistente no necesitó de más palabras al ver a Christopher acomodarse sobre la misma, quedando semi arrodillado con las piernas abiertas mientras su torso permanecía presionando contra la cama.

Christopher no tuvo que esperar demasiado a para sentir a SeungMin hundirse en él en un empuje certero.

No estaba seguro de si sólo se trataba de su necesidad por tener a un hombre en su cama, o de si realmente SeungMin era un maravilloso amante, pero cada toque y movimiento que hacía lo empujaba por sobre el límite.

—Estás usando un condón ¿Verdad? —preguntó Christopher

—Se que te encantaría que no fuera así, pero sí. —aseguró SeungMin, tomando una las manos de Christopher y guiando la misma tras su cuerpo para que pudiese comprobarlo por su cuenta.

Christopher sintió la húmeda y resbaladiza goma bajo sus dedos.

—No pareces muy amigo de los forros. —señaló alzando el torso de Christopher, mientras continuaba manteniendo un firme agarre sobre su cintura.

—Tampoco soy muy amigo de las enfermedades que podría obtener sin ellos. —aseguró, sintiendo a SeungMin besar la parte posterior de su cuello,

Una sonrisa engreída tiró de los labios del asistente al oír los bajos gemidos contenidos del CEO.

Estaba deseando tomar su móvil y hacer una fotografía de Christopher justo en aquel momento, para tener la oportunidad de echarle en cara eso a YeJi, pero era muy consciente de que incluso si él hiciera la fotografía jamás sería capaz de enseñarle lo que había hecho realmente.

Christopher lucía como un auténtico desastre, pero parecía estar teniendo el mejor momento de su vida.

Aquello definitivamente estaba alimentando de buena manera el ego de SeungMin.

Una de las manos de SeungMin rodeó el cuerpo de Christopher, tomando en una esta su desatendida erección ,buscando acelerar un poco las cosas al sentirse por sobre el borde pero en un rápido movimiento Christopher apartó la misma.

—Exigente. —comentó SeungMin

—Me gusta más de esta manera. —jadeó Christopher.

—Quiero verte. —susurró SeungMin, apoyando su mentón en uno de los amplios hombros de Christopher.

Christopher parecía muy dispuesto a maldecir a SeungMin al sentirle apartarse, pero la realización de lo mencionado cayó sobre él al verle tenderse en la cama, invitándole a montarlo a horcajadas sobre su regazo.

—No eres él único exigente. —aclaró viendo a Christopher acomodarse sobre su cuerpo.

No tuvo que hacer movimiento alguno, ya que él mayor por su cuenta se alineó por sobre el retomando su idea, ambas manos de SeungMin se ajustaron a los muslos de Christopher al sentirse profundamente hundido en el nuevamente.

Tenía razón al creer que la vista era mejor, vió al Australiano balancear sus caderas, correspondiendo a cada empuje de las suyas propias.

SeungMin estaba deseando tocarlo, pero luego de ser desplazado anteriormente ,no estaba seguro de cuantas de sus ideas serían bien recibidas.

—¿Vas a cachetearme si intento tocarte? —preguntó SeungMin, alzando su pelvis para corresponder a los movimientos de Christopher.

—Puedes tocar cuanto gustes, sólo evita regresar allí. —aclaró Christopher.

Las cejas de SeungMin se alzaron en incredulidad.

—Sí sabes que mientras más me lo niegas más se me antoja ¿Verdad? —preguntó SeungMin, deslizando sus manos por los muslos desnudos de Christopher.

—No es nada especial, prefiero alcanzar un buen orgasmo sin necesidad de tocarme. —aclaró Christopher, bajando su torso hasta quedar tendido sobre SeungMin, con este último aún profundamente hundido en él.

SeungMin pretendía comentar algo al respecto, pero sus pensamientos volaron muy lejos al sentir los gruesos y tentadores labios de Christopher sobre su cuello.

Su tibia lengua le estaba haciendo perder la cordura, pudo sentir la misma pasear sin pudor por su mandíbula consiguiendo que de manera automática tomara su rostro atrayendo al jugador lo suficiente para besarlo como si fuese algo de lo que se había estado privando hace demasiado tiempo.

Un nuevo gemido escapó de entre los labios de Christopher al sentir al asistente prácticamente sorber su labio inferior antes de apropiarse de sus labios.

—Tu piel es demasiado sensible —susurró sobre los labios contrarios al observar la enrojecida piel de la mandíbula de SeungMin—. ¿Es un requisito estar rasurado para besarte? —preguntó, notando una creciente sonrisa dibujarse en los labios de SeungMin.

—Así estás perfecto —aseguró, enredando sus dedos en el alborotado cabello Christopher—, me gusta como te queda. —aclaró, deslizando sus dedos por el mentón de su amante, delineando la creciente barba prolija del mayor.

—Es bueno saberlo. —suspiró al sentir a SeungMin besar su cuello de manera perezosa.

La intensidad inicial había disminuido, pero Christopher comenzaba a sentirse realmente cómodo.

Adoraba las cosas intensas, pero también extrañaba tener ese nivel de intimidad con alguien.

La familiaridad de permanecer totalmente desnudo sobre alguien más, mientras le sentía aún profundamente hundido en su interior comenzaba a ser más gratificante de lo que esperaba para un simple polvo de celebración por su soltería.

Su mirada se movió por el rostro del asistente sólo por algunos segundos.

Ya que inevitablemente sus párpados se cerraron al sentirle ondear sus caderas enviando una ola placentera que no tardó en expandirse por su cuerpo hasta el punto de producirle escalofríos.

—Me estaba preocupando no haberlo hallado aún —señaló divertido SeungMin, aferrándose a ambos muslos de Christopher antes de repetir el movimiento, oyendo un nuevo gemido por parte del mayor—, ah, no te contengas —murmuró viendo en detalle cada expresión de su acompañante, su ceño ligeramente fruncido y sus labios entreabiertos en un intento desesperado por acallar sus gemidos y disfrazar los mismos como jadeos ahogados—, sólo hazlo, déjate llevar. —ambas manos de Christopher se aferraron con fuerza a la espalda de SeungMin quedando entre esta y el edredón bajo su cuerpo.

SeungMin le sintió empujar sus caderas contra su pelvis correspondiendo a cada uno de sus movimientos.

—Eres tan caliente como el infierno —murmuró ahogando un gemido al sentirle balancear sus caderas—, justo así. —señaló SeungMin sujetando la cintura de Christopher con más firmeza, le vió morder su labio inferior un tanto dubitativo antes de esconder su rostro en su cuello.

Christopher se sentía muy por sobre el borde, su vientre se contrajo en anticipación sintiendo el húmedo torso de SeungMin rozar el suyo en cada movimiento del asistente.

Mordió de manera superficial la mandíbula de SeungMin al sentir sus manos moverse por su espalda deteniéndose sobre sus glúteos, un gemido ahogado escapó de sus labios al sentirle prácticamente estrujar y expandir los mismos a la vez que alzaba su pelvis intentando llegar más profundo en él si es que eso era posible.

Christopher se sintió ligeramente mareado al sentir nuevamente aquella ola placentera expandirse por su cuerpo, su espalda se arqueó sintiendo pequeños espasmos al sentir a SeungMin golpear el lugar correcto en su interior, sus manos aferrándose con más fuerza a la espalda del asistente sintiendo su cuerpo prácticamente desvanecer bajo su toque, alcanzando su orgasmo de una manera repentina ya que estaba totalmente seguro de que aún podía disfrutar un poco más de las atenciones de SeungMin sin llegar a eso.

Un suspiro escapó de sus labios sintiendo el tibio aliento de SeungMin sobre su cuello, la cálida y viscosa humedad esparcida entre el vientre de SeungMin y el suyo propio luego de finalmente alcanzar su orgasmo no fue un impedimento para el asistente de continuar en lo suyo, Christopher se sentía especialmente sensible al acabar, aunque los planes de SeungMin parecían estar muy lejos de dar por acabada su noche, y no es que Christopher fuese a quejarse, su cuerpo parecía reaccionar nuevamente al sentir su pene siendo apresado entre su cuerpo y el del asistente, el simple roce parecía empujarlo a continuar a pesar de que aún no se recuperaba completamente.

La mirada de Christopher se movió por el rostro de SeungMin, centrándose únicamente en sus expresiones.

Las cejas de SeungMin se alzaron en un gesto sorprendido al ver a Christopher alzar su torso quedando aún a horcajadas sobre su regazo, las manos del mayor moviéndose por su torso antes de detenerse sobre su abdomen.

Para ese momento SeungMin había asumido que ya no continuarían, Christopher parecía totalmente saciado, pero por lo visto, no era de los que dejaban asuntos inconclusos.

Los párpados de SeungMin se cerraron de manera automáticamente, sujetando a Christopher por la cintura mientras este continuaba correspondiendo a sus movimientos, él asistente sabía que no es que le faltara demasiado para seguir de cerca a su compañero.

—No voy a ir contra tí intentando tocarte si no es lo que quieres —aseguró repentinamente SeungMin, atrayendo la atención de Christopher—, pero no me molestaría ver ¿Sabes? —señaló.

—¿Ver? —preguntó curioso Christopher, deteniendo cualquier movimiento.

Vió a SeungMin re-lamer sus labios repasando su cuerpo desnudo.

—Sí —respondió SeungMin—, verte hacerlo, no había pensado demasiado en ello pero ya te lo dije, mientras más me lo niegas más interesante de ver me parece —aclaró—, me gustaría verte hacerlo —señaló—. ¿Podrías tocarte para mí?

Los labios de Christopher se entre abrieron en una expresión totalmente sorprendida, y es que no estaba seguro de si él era algo sumamente convencional o de si SeungMin era un tipo raro que comenzaba a exhibir sus fetiches, porque ni en sus más locos sueños algún hombre le había pedido algo como eso.

—¿Tocarme? —preguntó incrédulo Christopher—. Creo que es mejor en tu mente de lo que realmente verás.

Ah, deja la modestia —señaló divertido SeungMin—. ¡Dios! —prácticamente jadeó al ver a Christopher llevar una de sus manos tras su cuerpo, sujetándose sobre uno de sus muslos a la vez que la otra se envolvía en torno a su desatendida erección, deslizándose en movimientos lentos, cumpliendo con su solicitud.

SeungMin mordió su labio inferior, deslizando una de sus manos por el torso de Christopher mientras este continuaba con lo pedido.

Ah, no estás ayudando —comentó en un gemido Christopher, sintiendo a SeungMin empujar su pelvis hundiéndose nuevamente y muy profundo en él—, con cuidado o me vas a tirar. —aclaró, sintiendo a SeungMin tomarlo con firmeza por la cintura.

SeungMin sentía que podría estallar en cualquier momento al ver en detalles los movimientos de Christopher sobre su cuerpo mientras, ambas manos del asistente se aferraron a la cintura del mayor comenzando a empujar su pelvis con movimientos sumamente erráticos y más fuerza, Christopher movió su mano desocupada hasta el abdomen de SeungMin buscando mayor estabilidad y aferrarse a algo.

—Sigue —ordenó SeungMin—, no dejes de hacerlo. —aclaró al ver que Christopher había dejado de tocarse.

Christopher podía ver el pecho de SeungMin alzarse repetidas veces producto de su agitada respiración, mientras este continuaba entrando con insistencia en él sin darle un respiro.

Cumpliendo con lo pedido, continuó empuñando su mano en movimientos un poco más torpes y acelerados.

Nuevamente sentía estaba muy cerca de acabar y SeungMin aún no lo había hecho una sola vez, no estaba seguro de si él asistente era realmente muy bueno en contenerse, o de si él estaba lo suficientemente necesitado de un hombre para conseguir acabar dos veces durante el tiempo que llevaban juntos en esa habitación.

Un gemido profundo escapó de entre los labios de SeungMin, empujando sus caderas con fuerza al finalmente alcanzar su orgasmo, sintiendo su cuerpo tensar considerablemente, sus manos aferrándose con fuerza a las caderas de Christopher mientras continuaba hundiéndose en él en movimientos cada vez más lentos.

La mirada de SeungMin se centró por completo en Christopher al verle acelerar sus movimientos.

Sintiéndose totalmente saciado y conforme, al verle empuñar su mano con más fuerza mientras acababa por segunda vez derramándose nuevamente sobre su abdomen.

La respiración irregular de ambos hombres era lo único que podía oírse en la habitación, Christopher sentía que podía dormir por varios días seguidos luego de ello.

Christopher no tenía voluntad suficiente para apartarse, pero sabía que debía hacerlo, por lo que haciendo uso de su casi inexistente lado racional, se levantó del lugar.

SeungMin por su parte no pretendía huir del apartamento, pero no sabía como comportarse tratándose de alguien con quien comenzaría a trabajar muy pronto, ese hombre sería su jefe.

Y bueno, también era él marido de su jefa.

Se levantó de la cama quitando el condón en silencio, como si estuviese esperando conseguir algo de tiempo para pensar en sus siguientes pasos.

—No es necesario hacer esto más incómodo. —comentó Christopher, tomando la camisa que antes había descartado.

—Puedo irme ahora y evitar la incomodidad. —ofreció SeungMin buscando su pantalón y poniendo el mismo en su lugar sin siquiera detenerse a buscar su ropa interior, la cual recogió luego de esto metiendo la misma en uno de sus bolsillos.

Ah, no me refiero a eso, necesito una ducha con urgencia —señaló Christopher, enredando sus dedos en su propio cabello, peinando el mismo hacia atrás—, puedes pedir algo de comer, el número del servicio a la habitación es el doce —aseguró—, se que dijiste que no acostumbras a comer tan tarde, pero estoy muriendo de hambre, se me antoja comer langosta no sé que vas a pedir tú pero deberías comer igualmente lo que sea.

—Como, pido una langosta —balbuceó SeungMin—. ¿Una langosta así completa? —preguntó desorientado—. ¿Vas a comer una langosta completa a las... Cinco de la madrugada?

La cabeza de Christopher se ladeó, observando a SeungMin luego de haber puesto su pantalón.

—¿Es eso un crimen? —preguntó divertido Christopher.

—No, no —repitió—, no.

Las cejas de Christopher se alzaron esperando por algo más, pero SeungMin no mencionó nada al respecto.

Y es que para SeungMin él excéntrico adinerado había regresado a estar en la habitación, era distinto al tener al hombre desnudo, sudado y gimiendo sobre su cuerpo.

Por algunos minutos había olvidado que era un hombre asquerosamente rico y poderoso, sólo era un polvo.

Pero ahora era nuevamente él hombre a cargo, él marido de YeJi, él sponsor de la agencia para quien trabajaba y él hombre extraño que pedía langosta de madrugada.

—No tardaré demasiado, puedes usar la ducha si quieres en cuanto la desocupe. —sugirió avanzando en dirección al baño.

Christopher detuvo sus pasos a corta distancia de la puerta del baño, volteando repentinamente en dirección a SeungMin.

—O podrías ducharte ahora mismo —sugirió—, no me molesta tener compañía.

SeungMin tragó saliva, sintiendo de pronto su garganta totalmente seca.

¿Qué estaba haciendo con su vida?

Ese hombre continuaba casado, incluso si era un matrimonio falso él seguía siendo él marido de su jefa arpía.

¡Cristo!

El definitivamente merecía ser castigado por sus malas decisiones.

Christopher no tuvo que esperar demasiado al ver al asistente seguir sus pasos hasta el baño.

Inicialmente no tenía expectativas respecto al asistente con rostro de niño, pero estaba seguro de que si las hubiese tenido las habría superado con creces.

Seguía inseguro respecto a qué tan lejos esperaba llevarlo con ese chico, pero no podía ser tan malo como parecía.

No necesitaba justificarse, realmente estaba deseando que SeungMin pensara igual, pero 'rl parecía muy cerca de comenzar a hiperventilar.

Sólo dejaría las cosas fluir y esperaría pacientemente a que ese asistente fuese una de sus mejores decisiones y un buen acierto justo como hacía al manejar sus negocios.

De YeJi se preocuparía cuando realmente fuese necesario, no antes de que siquiera se enterara.

¡Gracias por leer!

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