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Capitulo XXXII

En el pasado, las cosas eran sumamente diferentes a lo que se conoce ahora. Pero hay cosas que el tiempo no puede sanar, ni limpiar, a veces quieres volver al pasado para sanar esos errores que ya cometiste por impulso. Para salvar a alguien, evitar una tragedia, correr contra el tiempo y jamás mirar hacía atrás. 

Pero esas cosas son imposible de corregir, el pasado esta para aprender de tus errores, y el presente esta para que no cometas lo mismo. A veces las acciones que haces, las decisiones que tomas, son irreversibles. 

Era una de las noches mas frías del invierno, a solo unas pocas semanas de que Veronique se haya ido con todo, incluido el corazón del rubio. Solo pasaron unas pocas semanas de que Travis recupero dinero perdido de sus apuestas y pago sus deudas, solo unas pocas semanas en la que todo parecía cambiar delante de sus ojos.

Acostado en su cuarto de Francia, el chico suspiraba mirando el techo con los brazos detrás de su cabeza contemplando aquella mancha de humedad que cada vez que la observaba parecía hacerse más grande, pensando que diablos hacer un viernes a la noche mientras todos en su casa dormían. Bueno, al menos sus padres y su hermano menor dormían, estaba seguro que Travis estaba encerrado en su habitación y Alice viendo alguna película de terror.

Se levanta buscando sus auriculares pensando en poner algo relajante. encuentras los mismos que eran de color blanco y se dispone a desenredar el nudo que se había formado como odiaba cuando eso ocurría. Mientras los desenredaba le pareció oír la puerta de la entrada ser abierta, y unos pies moverse con toda la velocidad en las escaleras.

Su hermana Kara había ido a una fiesta con sus amigos y su novio según recordaba. Mira la hora de su celular, era bastante temprano para que Kara volviera, deja su celular con los auriculares y sale al pasillo,  el mismo se encontraba a oscuras, solo una luz perteneciente al cuarto del baño estaba encendida. Con cuidado Connell se acerca a la puerta observando por la pequeña abertura. 

-¿Kara?.-pregunta en un murmuro mientras empuja la misma con cuidado. 

Recordaba como su hermana había salido, con el cabello lacio y rubio cayéndole por la espalda, un vestido negro corto hasta las rodillas con breteles, el collar con la inicial de su nombre y un maquillaje reluciente. Y tenía tacones negros con piedras brillantes.

Ahora, su rímel corría por las mejillas dando grandes manchas, su cabello estaba completamente despeinado. Sus pies descalzos cargados de barro, y el vestido rasgado. Unas marcas de uñas clavadas en su omóplato izquierdo. Tenía la respiración agitada y los ojos cargados de lágrimas. 

 La mirada de Connell se va abajo y traga saliva al ver sangre deslizarse por su pierna.

Su hermana se fregaba con fuerza los brazos formando manchas rosadas de lo fuerte que se fregaba que parecía sacarse la piel. El chico estaba seguro que no la escuchaba, ni lo escucho entrar.

-Kara...¿Qué paso?.-pregunta, pero no estaba siendo escuchado, la respiración de su hermana era completamente agitada mientras seguía pasándose el jabón por sus brazos como si hacer toda esa fuerza pudiera arrancarle la piel. Connell pone una mano en su hombro provocando que se alarme, suelta el jabón haciendo que caiga al suelo, se voltea y lo mira, con los ojos celestes reflejando terror e hinchados por las lagrimas, el rímel negro le caía por las mejillas.

-No te oí.-dice con la voz temblando y ahogada por las lágrimas. 

-¿Qué paso?.-repite con calma aunque sus manos trataban de no convertirse en puños al verla en ese estado. Kara niega.

-Na...nada.

-Kara, soy tu hermano.-dice agarrando su rostro con sumo cuidado observándola a los ojos.-Puedes hablar conmigo.

El labio inferior de Kara comienza a temblar mientras se pasa la mano por su nariz, las lagrimas comienzan a caer de nuevo. En ese momento parecía tan pequeña para él, su hermana menor parecía de lo mas chica en ese momento que solo tenía un sentimiento de rabia creciendo en su interior. 

-Es decir...Elliot es mi novio, ¿no?.-pregunta ella de manera ahogada.-No se supone que...¿se tiene relaciones?.

-No cuando no quieres.-dice él.-¿Eso paso? ¿tuviste relaciones?.

Kara asiente cabizbaja, Connell mira las piernas de su hermana y el fino hilo de sangre antes de mirarla a ella.

-Pero tu no querías, ¿no?.-pregunta alzando la vista y esta vez niega.

-Al principio...al principio si quería pero luego dije "¿voy a perder mi virginidad en una fiesta?" y entre en pánico, entonces me arrepentí y-y se lo dije, Connell debes creerme que se lo dije por favor.-dice ella sollozando agarrándose de su hermano.-Le pedí que ya se detuviera, pero entonces me golpeo para que me calle, pero me dijo que lo hacía porque me amaba, porque quería que estuviéramos juntos...

Connell abraza a su hermana cuando la mira que comienza a llorar, Kara tiembla en sus brazos aferrándose al cuerpo de su hermano mayor.

-¿Donde esta?.-pregunta Connell-Elliot, ¿él te trajo aquí?.

-No...solo me fui, me saque los tacones me impedían correr...¿Dónde los deje?.-dice ella viendo sus pies, comienza a temblar nuevamente observando los ojos de su hermano.-No le digas a mamá, por favor, no le digas nada.

El rubio iba a hablar cuando la puerta se abre de nuevo esta vez mostrando un somnoliento Travis quien se despierta de golpe a ver a Kara y Connell en el baño. Travis se veía tan confundido, y toda la confusión se transformo en furia, los dos hermanos comenzaron a hablar en voz alta, mientras que Kara comenzaba a llorar nuevamente. Y eso alarmo a todos los de la casa.

Alice se mostraba demasiado perpleja, y Dean no entendía nada de lo que había sucedido, y entonces aparecieron sus padres.

-¿Qué ocurre aquí?.-pregunta Aspen. Todos los hijos se quedaron callados, y es cuando Kara explota y comienza a llorar mas fuerte y a temblar.

-Todos fuera del baño, ahora.-dice Jane empujándolos a todos afuera.-Aspen, acuesta a Dean y a Alice.

-Pero...-empieza Aspen.

-Ahora, yo me encargo.-dice Jane, Connell no dejaba de mirar la situación, mira como su madre agarra el rostro de Kara con sumo cuidado hablándole en voz baja y la abraza acurrucándola en sus brazos como si fuera pequeña de nuevo.

Al cabo de un largo rato, Jane se encargo de ayudar a Kara a limpiarse, estuvieron un largo rato hablando hasta que ella durmió demasiado agotada junto a su madre. Aspen parecía afligido mientras que Alice se encargaba de Dean.

-¿Papá?.-pregunta Connell.

-Sabía que era un maldito bastardo desde que me lo presento.-murmura Aspen levantándose.

-¿Y que haremos?.-pregunta Travis.-¡Hay que hacer algo!.

-Tu hermana no esta en condiciones para que hagamos algo, lo que ella quiere, lo que ella necesita es a todos nosotros, ¿creen que yo no tengo ganas de ir a reventarle la cara a Elliot, niños? La única razón por la que no me muevo de aquí, es porque mi hija nos necesita a todos y si ustedes saben lo que les conviene, esperaran.

-¿Y si ella no quiere denunciarlo?.-pregunta Connell-Debe verlo, papá, en la escuela como si nada.

-No podemos convencerla de lo contrario-dice Aspen.-Vayan a la cama, fue una larga noche.

Aspen sube las escaleras para ver a sus hijos menores, dejando a Connell y Travis en la cocina. Los hermanos se quedaron en silencio, y es cuando el rubio camina hacia donde tenían las llaves colgadas sacando la del auto de sus padres, Travis se acerca sacándole la llaves de las manos. 

-Wow, ¿Dónde vas?.

-Kara no querrá hacer nada, la conoces, siempre quiere perdonar a todos, pues yo no soy ella.

-Siento que esta vez debo ser el hermano mayor-dice el morocho agarrando su brazo.-No, Connell.

-Violaron a nuestra hermana-dice Connell escupiendo cada palabra.-Se aprovecho de ella, la golpeo y se abusó de nuestra hermana menor. Si todos quieren quedarse aquí sin hacer nada, bien, pero yo iré a dejarle un lindo mensaje a Elliot, y te aseguro que se acordara, y lo haré con o sin ti

Ambos hermanos se sostuvieron la mirada, Travis suspira y luego asiente, ambos se encaminaron hacía el garaje donde se  subieron al auto y condujeron, en cuestión de pocos minutos llegaron al lugar donde era la fiesta, un descampado en el bosque rodeado de carpas y una fogata, la gente parecía bailar y reír mientras bebían. Encontrar a Elliot no fue difícil, estaba con un grupo de amigos riendo, su cabello oscuro estaba peinado en punta, y reian mientras bebían.

Sin embargo, los ojos verdes de Elliot pasaron de ser divertidos a terror absoluto a ver a los dos hermanos acercarse como a él como un animal a su presa. Elliot se aleja de sus amigos comenzando a adentrarse al bosque, y los hermanos lo siguen. Los tres comenzaron a correr, hasta que Elliot se tropieza cayendo al suelo, y Travis lo levanta del cuello de su remera.

-Hola chicos, llegaron tarde.-dice Elliot tragando saliva. Travis entrecierra los ojos.

-No nos digas hola, asi nomas, maldita basura –dice golpeando su cuerpo contra el árbol.-¿¡Como te atreves a tocar de esa forma a nuestra hermana!?.

-Si saben que es mi novia, ¿no?.

Travis le da un puñetazo en la cara que lo tira abajo, Elliot escupe algo de sangre junto con un diente. Connell lo observa fijamente, el recuerdo de su hermana temblando y llorando llegan a él demasiado rápido.

Elliot se masajea la mandíbula.

-Aunque sea tu novia, te descubro tocando a mi hermana o a una mujer sin su consentimiento de la misma forma, y haré que lo pagues.-dice Travis acercándose a él.-¿Te quedo malditamente claro pedazo de basura?.

Dejan al muchacho gimoteando de dolor en el suelo con la sangre saliendo de su nariz. El mayor masajea sus manos y agarra al rubio del hombro.

-No me dejaste hacer nada.-dice el rubio.

-Mejor así.

Elliot pudo elegir callarse la boca, dejarlo pasar. Pero Elliot parecía ansioso por firmar su sentencia de muerte.

-Kara solo se asusto cuando terminamos, pero en realidad estaba bastante gustosa mientras me la follaba, tuvieron que escuchar sus gritos, fue algo majestuoso.

Connell sentía la rabia apoderarse de su cuerpo, y un manto rojo tiño toda su visión en ese momento. El rubio se acerco con total agresividad a Elliot donde lo agarro del cuello de su remera y comenzó a golpearlo repetidas veces tarándolo al suelo, al principio, Elliot intento defenderse, pero luego ya no pudo. Conell estrellaba su puño una y otra vez en su rostro donde brillantes líneas de sangre comenzaban a salir, la adrenalina del momento lo incentivaban a seguir golpeando a Elliot, le pareció oír el ruido de algo rompiéndose, pero eso no lo detuvo.

Hasta que los brazos de Travis no lo rodearon para detenerlo, el morocho intentaba alejarlo, ambos eran igual de fuertes y alejarlo estaba siendo una tarea difícil.

-¡Hermano, para!.-dice Travis.-Ya para, para.

La respiración de Connell era agitada mientras que Travis lo seguía rodeando con su brazo, el rubio baja la mirada a sus manos cargadas de sangre, sus nudillos manchados de un rojo vivo, y ambos miran el cuerpo inmóvil de Elliot. Su agresividad ahora se habia transformado en miedo mientras que Travis se acercaba a Elliot.

-Mierda-dice al verlo y se agacha tomándole el pulso. 

-¿Esta...?.

-Y bien que esta.-dice el mayor.-Mierda.

-¿Qué...que hacemos?.

Travis lo mira fijamente antes de levantarse, indica a su hermano menor que lo agarre de las piernas, ambos caminaron con el cuerpo muerto de Elliot hasta lo mas profundo del bosque, ambos tardaron en cavar un pozo con sus manos, con la tierra metiéndose en sus uñas, y las de Connell mezclándose con la sangre. Tiraron el cuerpo de Elliot en el mismo y taparon el pozo colocando piedras de maneras estratégicas.

Rodearon el bosque hasta encontrar el auto y se subieron.

Ninguno de los dos hablaron mientras Travis conducía, Connell solo podía pensar en los golpes, en Elliot, y en el terror que se producía en su pecho al ver lo aliviado que se sentía. Al llegar a la casa, Aspen los esperaba en la entrada.

Ambos hermanos se bajan del auto, y Aspen los mira fijamente, antes de mirar las manos de su hijo que inútilmente intenta ocultar.

-Ve a lavarte-le indica Aspen.-Y no hablaremos de esto, no ahora.

Y eso quedo en secreto entre los Johansson.

Las cosas tardaron en volver a la normalidad en la casa de los Johansson, Connell paso a ser una especie de guardaespaldas para Kara, y el rumor de que Elliot había desaparecido, pero todos sospechaban, todos miraban con curiosidad entre ellos. De a poco, los rumores fueron parando, de a poco, todo parecía querer volver a la normalidad.

Pero lamentablemente, no todo fue así.

Los días de invierno estaban finalizando, y aquel fin de semana, tanto Jane como Aspen decidieron tener una cita dejando a sus hijos solos, después de todo eran lo suficientemente mayores como para no preocuparse. Aquella noche, el rubio estaba recostado en el sillón de color blanco viendo la televisión una vieja película de acción, mientras que Dean jugaba con aviones sentado en la alfombra  y Alice leía un libro de fantasia sentada junto a su hermano mayor, Kara prefería mantenerse ocupada intentando cocinar, desde lo sucedido, Kara quería mantener su cabeza ocupada. Sin contar, que aunque a ella no le dijeron que paso con Elliot, lo sospechaba.

-¿Dónde esta Travis?.-pregunta Alice observando el perfil de su hermano. 

-No lo se, en el trabajo supongo.-dice Connell y mira a la castaña.-Eso significa, que yo estoy a cargo.

Alice ríe.

-Creo que puedo cuidarme sola, gracias.

Connell rueda sus ojos mientras escucha a Kara mover ollas y cubiertos en la cocina, salía música de unos parlantes que había puesto, se imaginaba a su hermana tararear las canciones en lo que seguía cocinando. El chico le envía un mensaje a Travis, pero al igual que los otros cinco mensajes que le había dejado, no tuvo respuesta.

Suelta un suspiro y vuelve la vista a la película. 

-Necesito un monstruo.-susurra Dean y corre escaleras arriba.-¡Connell robare tu godzilla!.

-¡No toques mis cosas!, ¡Dean!.

-Uh alguien perdió la autoridad.-dice Alice burlona.-Déjalo, solo junta polvo.

-Es de colección hermana, no un juguete.

Kara aparece con un delantal rosa, tenía salsa en su mejilla y una cuchara de madera acompañado de una ligera sonrisa.

-La cena estará en unos minutos, tal vez quieran ir limpiándose.

Alice se levanta dejando el libro en el sillon mientras camina al baño, Kara se limpia la salsa del rostro y en eso suena el timbre. Deciden ignorarlo, hasta que vuelve a sonar con mas insistencia, Connell y Kara se miraron de reojo antes que el rubio se levante y abra la puerta encontrándose con que no había nadie.

-Connell...-habla la rubia. 

-Quédense adentro.-dice cerrando la puerta detrás de él y comienza a caminar unos metros fuera de la casa, pero no había nadie a simple vista, estaba demasiado oscuro aquella noche aun con el cielo estrellado, el rubio estaba por darse vuelta e ingresar a su hogar cuando alguien le tapa la boca y susurran en su oído.

-Salúdame a tu hermano.

Y luego, solo ve negro.

No sabe cuanto tiempo tomo despertarse, solo sabe que se encontraba encerrado en una habitación, por las cosas que reconocía era en el pequeño bunker que venía con la casa y usaban como una habitación en casos especiales. El rubio comienza a buscar algo para abrir la puerta y comienza a golpearla, grita tan alto llamando a sus hermanas.

Estuvo intentando salir un largo rato, cuando alguien le abre la puerta, Travis lo mira perplejo.

-Mierda, ¿Qué te paso?.

-¿¡Que me paso!?, ¡tu dime!, me dijeron "salúdame a tu hermano", ¿con que gente de mierda andas ahora?. ¿Hiciste enojar a alguien, no?.

-Yo...

-¿Dónde estabas? ¡Mierda Travis!, ¿Dónde estabas?.

Sin embargo, Travis no contesta, pero ambos se voltean cuando a pocos metros escuchan los gritos de sus hermanas. Ambos corren a la entrada donde estaba Kara parada en estado de shock y Alice gritando al borde de perder la calma, la casa estaba en llamas, grandes llamas anaranjadas bailaban en el interior.

-¡Llama a los bomberos, Travis!.-grita Connell de mal modo, mira a sus hermanas  una junto a la otra, pero faltaba alguien.-¿Y Dean?, ¿Dónde esta Dean?.

Kara pareció reaccionar.

-En tu cuarto, Dean no bajo, él...oh dios...¡Dean!-grita demasiado alto. Connell detiene a su hermana antes que fuera a la casa en llamas y decide ingresar él, su nariz se lleno de humo mientras gritaba el nombre de su hermano menor, el fuego lo estaba sofocando, esquivaba las grandes y se cubria el rostro con el brazo mientras lo buscaba.

Hasta que lo encuentra, su cuarto también estaba prendiéndose fuego, y entre todas las llamas y el humo, pudo ver al menor de sus hermanos arrodillado, sollozando y agarrándose el lazo izquierdo de su rostro. 

-Dean...¡Dean ven!.-grita Connell mientras tocia haciendo que su hermano levante el rostro y corra hacía él. Connell lo alza para bajar rápido mientras toce.

-Me duele, me duele mucho.-dice llorando agarrándose el costado de su rostro con una mano mientras que con el otro brazo se aferraba a su hermano.-Quiero a mamá.

-Yo también.-susurra saliendo de la casa a la vez que las sirenas de la ambulancia y los bomberos llegaron. Connell recuesta a Dean en la camilla cuando la acercaron para él, traga saliva al ver el costado del rostro de su hermano completamente quemado, unas rosadas y brillantes cicatrices chamuscaron la mitad de su rostro mientras que el niño lloraba, Kara se acerca a Dean demasiado rápido mientras que Alice se abrazaba a si misma.

El rubio se acerca a su hermano empujándolo.

-¿Qué diablo hiciste?.-pregunta bruscamente.-¿Con quien diablos hablaste?.

-Si te lo dijera no me creerías.

-¡Mira la casa Travis!, ¡Nuestra casa entera esta en llamas!, ¿y tu te vienes a hacer el misterioso conmigo?.

-¡Dejen de pelear!.-les grita Alice sintiendo sus lagrimas en sus ojos que se esfuerza por retener, Connell se acerca a la castaña abrazándola mientras mira a su hermano mayor con rencor. Sus padres no tardaron en aparecer y todo lo que pudieron hacer, era ver como los bomberos apagaban el incendio que consumida su hogar.

El sol estaba saliendo, Alice dormía en el auto al igual que Kara, mientras que Jane se fue con Dean al hospital y Travis hablaba con su padre. Connell camina por los pequeños escombros, sin duda debían mudarse, pocas cosas se salvaron en el incendio, pero todo lo demás había sido quemado, Connell se voltea a ver a su padre. Lucía furioso mientras señalaba a Travis con el dedo de una manera seria.

El rubio suspira, patea unos pocos escombros hasta dar con una flor. Una rosa blanca con bordes rojos se encontraba en el suelo y un pequeño papel, sin embargo, el papel no estaba escrito en francés, si no en ingles. "Nos vemos de nuevo".

*

En la actualidad, Connell observa como Murphy parecía tener un colapso mientras procesaba toda la información que se le fue dicha. El rubio suspira.

-Luego del incendio, vivimos en un pequeño motel para terminar el año en la escuela, Dean tuvo esa quemadura permanente en un lado de su rostro, luego mamá consiguió que la aceptaran aquí al ver una bacante disponible...y aquí estamos.

Murphy lo mira a los ojos mientras que Connell suspira.

-Mate a alguien que no fue inocente pero que nadie me lo justificara jamás, y mi casa fue incendiada por alguien que no se.-dice viéndola.-¿Qué te parezco ahora?.

-Querías defender a Kara-dice ella.-Yo creo que también estaría dispuesta a matar si alguien lastima a Poppy de esa forma.

-Me gusto hacerlo-susurra el rubio.-Eso me aterra mas que nada, me gusto matarlo.

Murphy entrelaza sus dedos y se inclina besándolo suavemente, Connell le sigue el beso suspirando.

-De todas las reacciones no esperaba que me besaras-dice y la chica ríe.

-Entonces...¿no sabes quien envió la flor?.

-No, pero Travis sabe, solamente que no me lo quiere decir.-dice suspirando, Murphy se apoya en su hombro mientras que Connell le da caricias en su mano pensando en su hermano, los Johansson no se delatan, pero nadie dijo que no se ocultaran cosas.

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Ig: Julxswatt99

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