Mackenna

Abrió sus ojos con pesar cuando el mismo no dejaba de vibrar en su mesa de noche, parpadea intentando acostumbrarse en la oscuridad agarrando el aparato quejándose de que la luz del telefoneo le golpeara en la cara,  estaba sorprendida que le haya llegado un mensaje a las dos de la mañana, mas aun, que el destinatario de ese mensaje fuera Emma. Hacía meses que no hablaba con su amiga, el corazón se le aprieta en su pecho, mientras lee las siguientes palabras. "Abreme, por favor".

Retira las sabanas de su cuerpo, cuando pone los pies en el suelo, el frío recorre las plantas de sus pies. Pero eso no importaba, no mientras bajaba las escaleras con cuidado y buscaba la llave para abrir la puerta.

Estaba sumamente oscuro con la luna en lo alto del cielo nocturno, el ruido de los animales y la luz de la calle era lo único que iluminaba. Agradecía eso para no asustarse con la figura delante de sus ojos, se encuentra con Emma frente a ella, temblando, con una coleta alta en su cabello, vestida con calzas negras y una remera blanca, gruesas lágrimas caían de sus ojos. Y una mancha morada estaba apareciendo en el lado derecho de su rostro. Emma abraza a Murphy y la pelirroja la recibe, deja que llore, mientras que sus brazos la envuelven intentando calmarla.

Desde pequeña, a Emma le gustaba mas estar en casa de Mackenna que en la suya, al ser hija única, decía que le aburría el silencio o estar sola. En cambio, en la casa de Murphy, aunque ella contara solamente con Poppy y sus padres, siempre había ruido. Hacía meses que Emma no iba a su casa, meses que no le hablaba, meses que no compartían mas que miradas de desdén.

Murphy ingresa a la habitación con dos vasos con agua, mientras que Emma estaba sentada en su cama, las lágrimas habían dejado de caer, ahora eran sollozos ahogados, sus ojos cafés estaban hinchados, y sus manos temblaban cuando el vaso.

-¿Qué paso?-pregunta Mackenna sentándose frente a ella en la cama.

-Lance-dice pasando el dorso de su mano por su nariz.-Estábamos discutiendo, eso es lo que hacemos estos últimos meses, discutir...y me baje de su auto para irme caminando a casa, y él quería que subiera para hablar, entonces empezó a reclamarme un montón de cosas, quiso besarme y mordí su labio...entonces me golpeo.

Emma bebe un sorbo de agua con cuidado.

-¿Es la primera vez?.-pregunta la pelirroja golpeando suavemente el vaso con sus uñas.

-¿Qué me da un golpe que me dejara una marca? Si, pero me a empujado antes...o solo eran gritos muy agresivos.

-Emma...yo también caí en el encanto de que Lance era el príncipe azul para ti...y cuando me di cuenta de que no era así. Intente advertirte...pero le creíste a él...siempre le creíste a él sobre mi.

-Lo lamento Murphy, yo...me deje engañar cientos de veces, y me arrepiento tanto-susurra la chica mientras las lágrimas no dejan de caer.-No tengo palabras para decir lo mucho que lo lamento, pero lo hago.

Mackenna rodea a su amiga con sus brazos intentando calmarla, dejando que la chica continúe llorando abrazada a su cuerpo, acaricia su cabello con cuidado mientras suelta un poco de aire.

Cuando consigue calmar a la castaña, con los ojos demasiados hinchados por las lagrimas mientras Murphy la mira.

-Deberíamos decirle a tu madre.-dice ella y Emma niega.-¿Por qué no?, tu mamá te creería.

-Porque si lo hago, ella le dirá a la policía, sabemos que Lance tiene un poco mas que un importante titulo aquí-dice la chica jugando con sus dedos.-Dejan de importarles la justicia cuando ven el dinero en su bolsillo.

Emma se recuesta en la cama de Murphy y la chica se coloca a su lado, ambas se miran mientras que la castaña se le vuelven a llenar los ojos de lágrimas.

-¿Y ahora que haré?, no me di cuenta lo sola que estaba hasta ahora.-susurra hablando con la voz rota.-Mírame, aleje a mi mejor amiga porque no le creí...y estoy con unas chicas que ni me agradan, ni son mis amigas solo me junto con ellas porque son novias de los chicos de Lacrosse...-Emma se tapa el rostro con sus manos.-Lo lamento Mack...lo lamento mucho.

Ella suspira abrazando a su amiga mientras la tapa mejor, acaricia su espalda. 

-Mañana puedes estar con Sadie, Swyer y conmigo-dice ella.

-¿Enserio?.

-No.-comenta Sadie cruzada de brazos mientras que los otros tres la observaban, Emma agacha su mirada, Sawyer frunce el ceño, mientras que Mackenna suspira. A su alrededor, las personas de la escuela estaban caminando por los pasillos, había un fuerte dolor a productos químicos de limpieza ya que un joven había vomitado antes.

La chica rubia acomoda mejor las mangas de su buzo naranja mientras que Mackenna la mira.

-¿Por qué no?.

-¿Después de todo lo que hizo tu quieres que la volvamos a integrar al grupo?.

-No se los hizo a ustedes, me lo hizo a mi.-dice Murphy viéndola.-Y yo ya la perdone.

Sadie frunce su nariz molesta, Emma decide acercarse a las dos chicas. La castaña tenía ropa de Murphy puesta, unos vaqueros azules con una polera verde oscuro, la castaña mira a Sadie.

-Estuve mal, y lo lamento, se que herí a Murphy...como se que los herí a ustedes al estar con Lance. Pero quiero remediarlo, Sadie, quiero volver a ser tu amiga, es mas divertido estar contigo que con Bonnie y Anne, ¿te acuerdas cuando siempre peleábamos por la ultima parte de la pizza? ¿o nos reíamos en los peores momentos de la pelicula?, quiero eso.

Los ojos de Sadie miran a la castaña, entrecierra los mismos.

-Si nos vuelves a dejar por un chico, voy a pegarte.

-Prometo no volver a dejarlos por un chico.-dice Emma asintiendo.

-Estaré vigilándote.

-Eso basta para mi, ¿promesa?.-pregunta Emma alzando su meñique, algo que acostumbraba hacer antes cuando eran mas pequeñas, Sadie vuelca sus ojos.

-¿Cuántos años tenemos? ¿Cinco?.

-Vamos, yo se que quieres.-dice Emma sonriendo, Sadie suspira entrelazando su meñique con el de la castaña, y el grupo se abraza todos juntos mientras que a Emma le brotaban las lagrimas, y Sadie se burlaba de lo sensiblera que se había vuelto.

Sawyer rueda su brazo en los hombros de la castaña, y Murphy decide no dejar comentarios mientras los cuatros hablan, era sorprendente como en un minuto todo parecía volver a la normalidad, como todo cambiaba cuando volvías a hablar con aquellas personas que extrañaban. Emma admitió que su comportamiento estuvo mal, y se arrepentía, ¿Quién era Murphy para no perdonarla?.

-Emma-dice la voz de Lance que venían por los pasillos, de una manera protectora, Emma se acerca mas al cuerpo de Sawyer. La pelirroja y la rubia alzan la vista para ver a Lance acercarse con el ceño fruncido.

El castaño se cruza miradas con todos.

-¿Me dejan hablar con mi novia?.-pregunta Lance. 

Sadie y Murphy se colocan delante del grupo, ambas con los brazos cruzados y la barbilla en alto haciendo una especie de pared humana con ellas dos. 

-Ella no quiere hablar contigo.-comenta Murphy.

-Mira, Murphy, esta conversación no te incluye, cuando lo haga te aviso.-comenta Lance, muchos alumnos comenzaban a frenarse para ver el drama que estaba ocurriendo, a una corta distancia, Connell se encontraba junto a Kara, la rubia le hablaba, pero el chico tenía los ojos en Murphy, entrecerrados y listo para intervenir si así lo quería.

-Esta bien, Murphy, yo me encargo.-dice Emma separándose del brazo de Sawyer interponiéndose entre ambos.-¿Si?.

-¿Van Hecke? ¿enserio? ¿te pusiste en protección de Van Hecke?.-comenta Lance incrédulo, la castaña acomoda mejor su cabello.

-Lo que yo hago ya no te concierne.-dice Emma intentando que la voz no se le quebrara.

-Lamento lo que paso, ¿si?, no volverá a ocurrir.

-Recuerdo que lo dijiste-contesta Emma viéndolo.-Lo dijiste antes y paso, y te creí porque pensé que me amabas...pero no lo haces.

-¡Claro que lo hago!.

-Me humillas, Lance, ¿eso es amor para ti?.-dice Emma viéndolo.-Me tratas como si fuera una zorra que me acostaría con cualquiera como si alguna vez te hubiera sido infiel, intentas hacerme sentir culpable y cambie completamente mi personalidad por ti, ¡deje el futbol por ti porque no te gustaba la idea de una novia con piernas grandes!, ¿y esperas que yo quiera seguir?, estaba muy ciega antes, Lance-dice ella negando.-Confié en ti sobre Murphy y es algo que siempre voy a arrepentirme, estaba...no lo se, ¿ciega de amor quizás? tal vez, pero heriste a mi mejor amiga y yo te lo permití, y no te lo volveré a permitir con ella o conmigo o con cualquiera de mis amigos...espero que la próxima novia que tengas la trates mejor, porque no me amas, solo te amas a ti mismo.

La castaña se voltea, antes de que Lance la agarre del brazo provocándole un pequeño grito, Sadie y Murphy tardaron en reaccionar, a excepción de Sawyer quien tira de la mano de Emma para separarla y la coloca con las chicas.

-Ya la oíste Lance, es mejor que te vayas.-contesta el chico viéndolo. 

-¿Y tu me vas a mandar a mí?.-pregunta Lance dándole un empujón.-¿Acaso te crees el mas fuerte Van Hecke?.

-Se que soy mejor que tu.-dice el chico frunciendo el ceño, Lance se ríe dándole un empujón mas fuerte haciendo que Sawyer se tropiece y su cuerpo choque con los casilleros, Murphy jala del brazo de Lance haciendo que se voltee.

-Ya Lance, supéralo, no lo hagas una gran escena.

-Tu cállate-dice empujando a Murphy provocando que caiga al suelo, la rubia se acerca de manera rápida para levantarla.

-Ya basta, Lance, terminamos, entiéndelo.

-No, tu no vas a terminar conmigo.-dice agarrándola.-Lo nuestro no se terminó hasta que yo lo diga, ¿me oíste?.

Emma intenta soltarse de su agarre cuando decide morder su mano provocando que Lance suelte un grito soltándola, mientras que la castaña parecía echarse hacía atrás con algo de terror en sus ojos. Lance la mira demasiado molesto.

En cuestión de segundos, el cuerpo de Lance choca con los casilleros mientras suelta un grito, Connell le estaba torciendo en brazo en ese momento.

-Este no es tu asunto, Johansson.-dice Lance molesto intentando soltarse.

-Creeme, cuando molestas a mis amigos y maltratas a una chica, es completamente mi asunto.

-¡Ustedes deténganse!-se escucha la voz del director quien se acercaba a los pasillos, Connell no soltaba a Lance, Lance parecía querer patearlo y Emma se abrazaba a si misma mientras que todos los demás la miraban-Goffin, Johansson, Dunne, a mi oficina.

-¿Qué haríamos sin la justicia de la escuela?.-comenta Connell con sarcasmo.

Connell.

Odiaba esas esculturas con cabeza que rebotaban, lo hacían sentir intranquilo. Y ese era uno de esos momentos donde el director tenía una pequeña escultura con forma de perro y una cabeza que rebotaba. La bandera del país colgaba en un extremo de la pared, y el rubio alcanza a ver unas telas de arañas en las esquinas, intentaba perder el tiempo.

El rubio era el mas hiperactivo, no dejaba de darle vueltas a un reloj de arena, mientras que el director los miraba a los tres, a su izquierda estaba Lance y a su derecha estaba Emma. El director suspira, como no pudo sacarle una palabra a ninguno de los dos, salvo a Connell que dijo "Lance es un idiota" decidieron que era mejor idea llamar a sus padres.

El chico le da vuelta al reloj de arena y la observa moverse en aquel tubo. Cuando el mismo termina, estaba por darlo vuelta pero el director le retira el reloj, provocando que el chico suelte un bufido y guarde las manos en los bolsillos de su chaqueta marrón, siente los envoltorios de unos caramelos en la misma y sonríe cuando encuentra uno y lo saca.

-No se puede comer en este momento.

-Ya estoy en detención, ¿Qué hará un caramelo?.-dice el rubio desenvolviendo el mismo.-Tengo mas, ¿quieren?.

El director suspira, hacía la misma expresión que su madre cuando la estaban cansando, cerraba los ojos y suspiraba mientras intentaba relajar los tensos hombros. La puerta de la oficina se abren, donde ingresan tres adultos, por el gran parecido de cabello castaño, nariz de botón y ojos redondos, se trataba de la madre de Emma.

El otro adulto le sonaba algo conocido, el cabello más claro y lentes de sol. Lo reconocía por unas fotografías, el padrastro de Lance si más lo recuerda. Y por ultimo, entra su madre, los ojos cafés de Jane se clavan en su hijo quien retira la mirada cruzado de brazos.

Tuvieron una larga conversación que tomo un rato, donde informaban que las peleas en medio de los pasillos estaban mal vistas, que los tres se veían involucrados en la misma, Emma no dijo nada, solamente una lagrima silenciosa le recorrió la mejilla, Lance apretó la mandíbula, pero Connell mira al director.

-El verdadero problema, es Lance y su política de mierda de esta escuela.-habla el rubio, siente las manos de su mamá apretando sus hombros.

-Hablare con mi hijo, señor.

-Bien, si eso es todo, pueden retirarse.-comenta el director, los tres se levantan, Emma y su madre son las primeras en retirarse.

Mientras que Jane y Connell caminan por los pasillos.

-Mamá, debes creerme, ¡Lance es un idiota!.

-Aun así, no puedes golpear a personas porque son idiotas.

-Le torcí el brazo.-dice el rubio bufando, su madre lo mira intentando ocultar una sonrisa divertida que amenazaba con salir de sus labios.-Admite que te gusto que hiciera eso.

-No diré nada, estarás en problemas.-dice su ella, pasa un brazo por el torso de su hijo mientras que este la abrazaba por los hombros riendo, era mas alto que su madre y eso le causaba gracia. Salieron del instituto para caminar hacia el estacionamiento, madre e hijo estaban por cruzar el estacionamiento, cuando un auto se frena de golpe casi chocándolos, Jane se interpone entre su hijo y el auto decidida a recibir el golpe. Del  auto se podía ver a Lance sentado en el asiento del acompañante, completamente ajeno a lo que fuera sucediendo, mientras que el hombre se baja.

El hombre ofrece una sonrisa mientras se acerca. 

-Creo que no nos presentamos, soy Alex, padrastro de Lance.

-Jane, madre de Connell.-comenta la rubia estrechando su mano.

-Nuestros hijos empezaron sin duda con el pie izquierdo, lamento esas molestias, ¿Qué le parece si los invitamos a usted su esposo y si quieren sus hijos a cenar?, como forma de disculparnos por el comportamiento de Lance.

Connell frunce el ceño bastante dudoso mientras se voltea a ver a Lance en el asiento del acompañante, Lance lo mira y le levanta el dedo del medio, el rubio vuelca sus ojos.

-Lo pensaré.

-Genial, es todo lo que quería oír, tenga mi número.-dice dándole una tarjeta y sonríe mientras se aleja.

El chico estaba tirado en su cama mirando el techo, como parte de su castigo de "piensa en lo que hiciste", aunque no estaba realmente castigado, su madre no estaba enojada porque se peleo con Lance si sabía que su hijo tenía razón. El chico se abraza a la almohada mientras suspira repitiendo en su cabeza todos los sucesos.

Había sido una mañana larga, y por mas que quisiera dormir, no podía hacerlo, su cabeza estaba dando vueltas sin parar. Se sienta en su cama y abre la mesita de noche sacando la cadenita con las palabras "Mon amour", el chico suspira cerrando un puño sintiendo el dije clavarse en la palma de sus manos.

"-Dame el collar-pidio de manera sería, la mano de Veronique se cerró en el anillo observándolo.

-¿Por qué debo hacerlo?¿Solo por qué no te digo lo que quieres oír?

-Tu no me amas, y nunca me amarás.

-Claro que te amo- susurra ella cerca de sus labios. Los Johansson tenían un corazón capaz de sentir un amor tan intenso por alguien, y eso le dolía a Connell mientras veía a la chica que amaba.

-Entonces...¿Me amas más que a él?

-Los amo a ambos

-No puedes tenernos a los dos...porque...mierda Veronique él es..."

-Aquí estas, ¿te ocultas de tus hermanos?.-pregunta Travis ingresando a la habitación, seguido de él iba Dean con su casco de astronauta.

-¿No tienes trabajo?.

-Me dio el día libre luego de que ayer terminara de reparar una fuga en su casa-comenta Travis apoyándose en la pared, mientras que Dean se sienta en la silla del escritorio y comienza a dar vueltas en la misma.-¿Qué tienes ahí?.

-Nada.

-¿Me ocultas algo?.

Connell no contesta, pone la cadenita de manera rápida en la mesa de luz y cierra el cajón, apoya su espalda en la cabecera de la cama, Travis se encoge de hombros mientras suspiraba. Eran solo ellos tres por el momento, Kara seguía en la escuela, y el curso de Alice tenía una excursión en el museo de arte.

-Tu también me ocultas algo.-contraataca el rubio, el chico de cabello oscuro rueda sus ojos mientras que Dean sigue dando vueltas en la silla del escritorio.

-Niño, vas a vomitar.

Dean deja de girar, mirándolos a través de la visera del casco, Connell se lo imaginaba sonreír antes de seguir girando.

-Así que una pelea en medio del pasillo, te creí con mas clases.-dice Travis suspirando y cierra los ojos.-Adivino, ¿fue ese tal Lance?.

-Claro que fue ese tal Lance, es una piedra en mi zapatilla.

-¿Por qué es malo?.-se escucha la voz de Dean, sonaba como un eco dentro del casco, los dos mayores miran al menor que ya había dejado de girar pero continuaba sentado en la silla mientras jugaba con sus manos.

-Porque la gente es mala sin motivo, a veces.-dice Travis como respuesta.-No se le puede asignar un porque a todo.

-¿No se supone que lo saben todo?.-pregunta el niño, el mayor se ríe, pero Connell no. Se cruza de brazos sobre su pecho recordando la mirada intranquila detrás de los lentes de sol del padrastro de Lance, no le gustaba los lentes de sol, le ponían incomodo.

-Solo se algo, Dean-dice su hermano levantándose.-A veces la gente mala, merece sus lecciones-comenta y mira a Connell.-No te tardes en bajar a almorzar.

El rubio lo observa, el morocho sacude su cabello mientras se aleja dejándolo solo con Dean. El niño se saca el casco de astronauta y sacude su cabeza haciendo que su cabello lacio y castaño se acomode mejor mientras deja el casco en el escritorio.

La cicatriz en su rostro era algo que llamaba demasiado la atención, pero no para ellos, que lo vieron tantas veces. El niño se acerca a Connell.

-¿Quieres que guarde tu secreto del collar?.-pregunta y Connell asiente.-Pensé que no nos ocultábamos cosas.

-Algunas cosas, es mejor ocultarlas Dean. Pero siempre puedes confiar en uno.-dice levantándose de la cama.-Ven, vamos a ver tu tarea de matemática.

El pequeño bufa mientras camina fuera de la habitación y Connell sonríe un poco, mientras que en su interior aparecia una sensación amarga. 

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