VIII- Te cortaré las pelotas.
Jason.
— ¿Qué haces aquí? —preguntó Brooke Hyland, quien estaba saliendo del baño femenino.
—Lo mismo que tú, supongo —respondí, inspeccionando su aspecto con la mirada.
Eran las nueve de la mañana del jueves.
Esa mañana fui a la Fuente de Soda del pueblo, ya que era donde vendían los mejores hotcakes de todo el pueblo.
Brooke tenía su rostro un poco hinchado y los ojos llorosos, vestía unos ajustados jeans blancos, un top negro y zapatos deportivos del mismo color.
— ¿Tú eres el de los mensajes? —inquirió Brooke, mientras guardaba el celular en su bandolera negra.
— ¿A qué te refieres? —inquirí, frunciendo mis cejas en señal de confusión.
—No te hagas el imbécil —advirtió Brooke, señalándome de forma amenazante con su dedo índice.
—Realmente no sé de qué me estás hablando —insistí, negando con la cabeza.
— ¿Tienes que ver con el mensaje que nos enviaron en el cementerio ayer?
—No.
—Pues más te vale —dijo Brooke, acercándose de manera amenazante hacia mí.
Caminé hacia atrás con dificultad debido a mi accidentada pierna derecha, hasta que mi espalda tocó la pared que estaba frente a las puertas del baño.
Brooke dio una vista rápida a nuestro alrededor y acercó su rostro al mío, luego afincó su rodilla izquierda en mi muslo derecho, haciendo que jadeara del dolor.
—Porque si llego a enterarme que estás detrás de esta broma de mal gusto voy a cortarte las pelotas —agregó, golpeando mi pecho con su dedo índice y presionando más mi pierna.
Me quejé del dolor y mordí mi labio inferior para disiparlo, mientras acercaba y alejaba mis manos al área donde Brooke presionaba su rodilla. Algunas lágrimas corrían por mi rostro, enrojeciéndome del dolor.
— ¿Te quedó claro? —Preguntó, a lo que respondí asintiendo con la cabeza—. No te escuché, ¿Te quedó claro?
—Sí —respondí entre quejidos, asintiendo repetidas veces con la cabeza.
—Bien —dijo Brooke, enderezándose.
Sobé el área donde Brooke ejerció presión con mi mano derecha mientras que con la izquierda limpiaba mis lágrimas.
—Estás loca —escupí, mirandola de arriba a abajo con desdén.
Pasé mi mano izquierda por mi rostro y cerré mis ojos, mordiendo con fuerza mi labio inferior.
— ¡Buen día! —Preguntó una señora que pasaba por el lugar, viéndome a mí y luego a Brooke de forma rápida—. ¿Todo en orden? —inquirió, mirándonos con preocupación.
—Sí —afirmó Brooke, inclinándose hacia mí y sobándome la espalda—. Mi novio se lastimó la pierna, pero ya se le pasó —dijo, por lo que la señora siguió su camino hacia el baño—. No tienes ni idea de lo loca que estoy, y precisamente por eso deberías de tener cuidado —advirtió, susurrándome al oído—. Tal vez Meghan te dejó cojo, pero si llego a enterarme que estás detrás de estos mensajes juro que voy a matarte yo misma —concluyó, retomando su postura y alejándose de mí.
Respiré profundo y masajeé el área donde Brooke me lastimó.
Después de ser arrollado por Meghan los doctores decían que podía perder la pierna, pero mis padres pelearon para que no me mutilaran pese a que los pronósticos estaban en mi contra.
Debido a la postura de mis padres los doctores hicieron lo posible por salvarla; todo empezó con una pierna enyesada y un par de muletas mientras asistía a mis terapias físicas para poder caminar con normalidad.
Había pasado poco más de un año desde aquel fatídico incidente y apenas podía caminar cojeando un poco, pero gracias a Dios la terapia física me había ayudado bastante, hasta llegar al punto en el que me encontraba en ese momento.
Luego de un rato sobándome recostado en la pared entré al baño. Caminé hacia el urinal blanco que se encontraba al final de la habitación, justo después de las casetas de inodoros; bajé mi jogger en mi zona pélvica y saqué mi entrepierna para orinar, sacudiéndola al terminar.
Me acerqué al lavabo y arremangué mi suéter gris para lavar mis manos, viendo mi reflejo en el espejo.
"Si llego a enterarme que estás detrás de estos mensajes juro que voy a matarte yo misma"
La amenaza de Brooke se repetía una y otra vez en mi cabeza.
Mensajes...
¿Por qué hablaba en plural si sólo habíamos recibido un mensaje?
Sacudí mis manos y las sequé con una toalla de papel, botándola en la basura una vez que la utilicé. Salí del baño y caminé tratando de no lastimarme más la pierna como Brooke lo había hecho hacía unos instantes, sentándome en uno de los bancos altos de la barra.
Esa perra sí que estaba loca.
— ¿Estás bien? —preguntó Nora, la amable señora que siempre me atendía en el sitio.
Los hotcakes de ahí tenían un particular sabor que los hacía únicos, por eso eran mis favoritos desde que tenía uso de razón, pues mis padres siempre me llevaban a comer ahí. El lugar por las mañanas tenía esa peculiar combinación de olores, miel de maple, vainilla, canela.
Como si estuvieras de visita en casa de la abuela mientras hace galletas.
—Todo en orden —respondí, esbozando una enorme sonrisa.
— ¿Cómo va tu pierna?
—He tenido días peores señora Chesterfield.
—Por favor Jason, ya te he dicho mil veces que no me digas así —reprendió, riendo por lo bajo—. Llámame señorita Nora.
— ¿Señorita? —cuestioné en tono burlesco.
—Hasta que se demuestre lo contrario —dijo ella, sacando un pequeño talonario de su mandil.
—Sus tres nietos no opinan lo mismo —bromeé, sacando mi celular del bolsillo de mi suéter
— ¡Shhhhhhh! —chistó—. Que no te escuchen, puedes espantarme a los galanes de por aquí.
Ambos reímos.
— Asumo que lo de siempre —dijo Nora, anotando en su pequeño talonario.
—Doble ración de hotcakes —dije, recibiendo una mirada de incredulidad—. Amanecí con hambre hoy.
—Vuelvo en un santiamén —anunció ella, alejándose de la mesa.
Desbloqueé mi celular y entré en instagram en la sección de explorar, encontrándome con miles de posts con fotos de Meghan.
—Sigue extraviado —dijo una voz femenina, por lo que levanté la vista.
El televisor de la fuente de soda estaba puesto en el canal de noticias local, donde mostraban la fotografía del anuario escolar de Meghan.
—Han pasado dos días desde que la adolescente local Meghan Green fue brutalmente asesinada durante la fiesta de inauguración de lo que sería una nueva hermandad en el campus de la muy conocida Ridgewood University —explicó la reportera—. La policía local está trabajando arduamente en la búsqueda del culpable de tan atroz crimen, investigación que se ha entorpecido gracias a la desaparición del teléfono móvil de la joven. Alex Gordon tiene más detalles en la comisaría de Pine Falls. Buenos días Alex —agregó, por lo que el noticiero hizo una transición desde el estudio hacia la comisaría local.
— ¿Qué se supone que encontrarán en su celular? —dijo una voz femenina en tono burlesco que reconocí al instante.
Vi por sobre mi hombro hacia mi izquierda, encontrándome con una larga cabellera pelirroja que reconocería donde fuera.
Era Chloe Ryan.
— ¡Buenos días Lauren! —Exclamó el reportero—. Como ya saben me encuentro desde la comisaría local donde el detecitve John Davis está por comenzar una rueda de prensa con respecto al caso de la joven fallecida Meghan Green, quien recordemos murió brutalmente asesinada durante la fiesta de inauguración de una hermandad dentro de las limitaciones del campus de la Ridgewood University, misma donde había sido ingresada en la carrera de diseño de modas para la generación de egresados del 2025. Detective Davis, ¿Tiene algo que comentar sobre la investigación?
—Primero que nada buenos días a todos y gracias por asistir esta mañana a esta rueda de prensa —saludó el detective—. Quiero aclarar que aún seguimos en proceso de interrogatorios a todos los posibles testigos de lo que sucedió esa trágica noche en durante la fiesta de inauguración. Lastimosamente no hemos conseguido el teléfono celular de uso personal de la joven al igual que su ordenador portátil, lo cual nos ha entorpecido la investigación ya que desconocemos el contenido de los mismos.
— ¿Está sugiriendo que de tener el teléfono y el ordenador personal de la occisa podrían dar con la identidad del asesino? —cuestionó otro reportero.
— Por Dios, lo máximo que pueden conseguir en el teléfono de Meghan es una carpeta en su galería con fotos de los penes de todo Pine Falls —dijo Chloe, blanqueando sus ojos
—Así es —afirmó el detective Davis.
Chloe y yo reímos por lo bajo ante la extraña coincidencia que acababa de ocurrir. Nora me entregó una malteada de chocolate y bebí un sorbo de ella.
—Debemos estar tener algo en claro: una adolescente ha sido asesinada en una era netamente digital donde el acoso cibernético es algo que se ve todos los días —continuó el detective—. Las personas creen tener poder cuando no muestran su identidad, acosando a sus víctimas desde el anonimato. Si de algo estoy seguro es de que el responsable de esto tenía contacto con la señorita Green, de otra forma no tendría sentido que su celular y su ordenador personal desaparecieran.
— ¿Tienen alguna sospecha de quién podría ser la persona responsable del asesinato de Meghan Green? —inquirió otro reportero.
—Como dije antes, estamos aún en proceso de investigación e interrogatorios —recalcó el detective—. Tenemos muchas teorías e hipótesis sobre lo que pudo haber ocurrido aquella trágica noche en los últimos minutos que los jóvenes estuvieron con vida.
— ¿Hay alguna conexión entre la señorita Meghan Green y el otro estudiante que fue asesinado? —preguntó una reportera.
—No puedo dar muchos detalles al respecto —aclaró el detective—. Pero tal parece que se acababan de conocer.
El noticiero fue cambiado de forma abrupta a un canal de música.
— ¡Por fin! —Exclamó Chloe, por lo que la miré de reojo con desaprobación—. ¿Qué? ¿Matan al diablo y olvidan todo lo que hizo?
Lemon de METRO sonaba en todos los altavoces del local, creando una atmósfera tranquila en él —incluso tan pacífica que no pareciera que acabábamos de escuchar una rueda de prensa sobre un asesinato—.
—Bueno, no digo que Meghan haya sido precisamente una buena persona cuando estaba viva —aclaré, recibiendo mis hotcakes y un revolcón en cabello por parte de Nora, por lo que sonreí hacia ella como agradecimiento—. Pero me parece de mal gusto alegrarnos por la muerte de una persona —concluí.
— ¿Realmente crees que alguien siente pena por la muerte de Meghan? —Cuestionó Chloe, a lo que asentí mientras cortaba un trozo de mis hotcakes y lo llevaba a mi boca—. Hasta sus padres deben sentir alivio de que por fin no tendrán que responder por algo que hizo su pequeño demonio.
— ¡Chloe! —exclamé, mirándola con desaprobación.
—Es la verdad, ¿O ya olvidaste que por su culpa es que estás cojo? —Cuestionó Chloe, jugando con un mechón de su cabello—. Creo que tenemos que agradecerle a Brooke.
— ¿A Brooke? —repetí incrédulo, recordando lo que había pasado hacía unos minutos frente a los baños del lugar.
Chloe bufó y blanqueó sus ojos—. ¿No es obvio? —Cuestionó, llevando su cabello hacia atrás de sus hombros—. Meghan se acostó con su papá, un poco ídola porque ¿Para qué negarlo? El verdadero quien pudiese, ¿O me vas a negar que el papá de Brooke es un viejo sabroso? —dijo, mirando por sobre mi hombro.
Miré en la misma dirección que ella, encontrándome con la mesa junto a la ventana en la que estaba sentada Brooke con su padre.
—No soy gay, Chloe —dije, dándole un sorbo a mi malteada.
—Vaya masculinidad frágil —dijo Chloe—. No deberías de tomarte esa malteada, tiene leche —bromeó, provocándome una ligera sonrisa—. Y ni siquiera te termines los hotcakes, la mezcla tiene los huevos que te faltan para admitir que otro hombre es atractivo.
— ¿Ya puedo hablar o vas a seguir atacándome? —pregunté, mirándola expectante.
—Límpiate un poco —dijo, limpiándose el borde de su labio inferior con la punta de sus dedos, por lo que imité su acción—. A tu derecha —corrigió, por lo que me limpié donde me indicó—. Perfecto. Se te estaba chorreando la testosterona, machito.
Chloe soltó una carcajada. Fruncí mis labios y negué con la cabeza, conteniendo las ganas de reírme
— ¿Terminaste? —Pregunté, a lo que Chloe respondió asintiendo con la cabeza—. Bueno, ¿Por qué tendríamos que agradecerle a Brooke el hecho de que Meghan esté muerta?
—Como dije antes, es obvio —recalcó Chloe—. ¿Realmente te comiste toda esa escenita de drama que se montó cuando Meghan murió en aquella fiesta?
—Estaba afectada.
—No estaba afectada, estaba fingiendo —corrigió Chloe—. Brooke está tan loca como Meghan lo estaba. Lo he visto antes, ¿Acaso olvidas que por ella y por Meghan mis padres me enviaron lejos?
— ¿A dónde quieres llegar con esto? —pregunté, llevándome un trozo de hotcakes a la boca.
—Si el mensaje que nos llegó en el cementerio es cierto, uno de nosotros fue quien mató a Meghan —recordó Chloe—. Tú apenas y puedes caminar, y la odiaba pero no soy una asesina... ¿Por qué no librarte de la perra que además de meterse con tu padre y tu hermano destruyó el matrimonio de tus padres? —agregó, viendo en dirección hacia la mesa donde estaba sentada Brooke.
—Fue un mensaje anónimo, pudo haberlo recibido cientos de personas más en Pine Falls —cuestioné—. ¿Cómo estás tan segura de que fuimos los únicos en recibirlo?
—Porque todo el pueblo estaba en el funeral de Meghan y éramos los únicos con un celular en la mano —dijo Chloe.
—De igual forma no creo darle importancia a un simple mensaje —admití—. Es una broma de mal gusto y ya.
— ¡Aquí tiene su pedido! —anunció un mesero a Chloe, entregándole una bolsa de papel para llevar.
— ¡Gracias! —dijo ella, entregándole algo de dinero y ofreciéndole una sonrisa.
Chloe se levantó del banco y agarró su pedido, metiendo su celular en el bolsillo derecho de su short deportivo.
—Yo que tú no me confiaría de Brooke. Claro, en caso de que ese simple mensaje resulte ser algo más —concluyó—. Nos vemos luego, tengo que irme.
—Hasta pronto —me despedí, viendo como Chloe caminaba hacia la salida.
La mirada se me desvió hacia la mesa donde estaba Brooke sentada con su padre, ambos estaban tan callados que si estuviera con ellos podría escuchar su ritmo cardiaco. Mi celular comenzó a vibrar en el bolsillo de mi suéter gris, por lo que lo saqué de su interior y encendí la pantalla.
NUEVO MENSAJE
Blocked ID
Tragué grueso y desbloqueé mi celular, entrando en la bandeja de mensajes para leer el que me acababa de llegar.
De: Blocked ID
Cuanta culpabilidad en un cuerpo tan pequeño.
¿Realmente iba sola en el auto cuando te atropellé?
Explora bien en tu mente, tal vez puedas recordar con claridad.
Besos, Meghan
Miré a Brooke nuevamente y recordé lo que dijo antes.
"Si llego a enterarme que estás detrás de estos mensajes juro que voy a matarte yo misma"
¿También había recibido otro mensaje?
***
GLOSARIO
Bandolera: Es un tipo de bolso que recibe su nombre de la correa o «bandola» que tradicionalmente servía para colgar algo y que se sujetaba sobre el hombro o bien cruzada sobre el pecho y la espalda descendiendo hasta la cadera opuesta
Hotcakes: Es una torta plana, redondo y salado o dulce, cuya masa contiene leche y está levadurizada.
Instagram: Es una aplicación y red social de origen estadounidense, propiedad de Facebook, cuya función principal es poder compartir fotografías y vídeos con otros usuarios.
***
Nota de autor.
¡Hola peopleeeeeeeeee!
Espero se encuentren bien.
No me excusaré pero sí les pediré disculpas por dejarlos tanto tiempo al aire.
¡Espero que la espera haya valido!
Recuerden que en mi perfil pueden encontrar otros libros de mi autoría.
¿Qué les está pareciendo TG —TG es la abreviación de Twisted Games—?
¿Les gustó este capítulo?
Gracias siempre por esperar y ser tan fieles, a pesar de las tardías actualizaciones.
En otras noticias, ¡Twisted games ya tiene 200 vistas!
¡Mil gracias por su apoyo!
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¡Lxs amo, nos leemos luego!
—Expossito
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