Por si quieren saber, los de multimedia son Jiwon y Eunyeong Lee. ♡

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ㅡPapá.

Juyeon mira sobre su hombro cuando escucha la voz adormilada de su hijo, este recién despierto. Le regala al cachorro una sonrisa mientras le acerca el desayuno, besando la frente de su cachorro mientras se sentaba junto a él.

Como todas las mañanas.

Jiwon bostezó, frotando sus ojos, mirando a su papá con sus ojitos brillando cuando dijo:

ㅡPapá... ¿Podemos ver al señor otra vez?

Y al alfa no le cuesta entender ni medio segundo de quién habla, sintiendo su estómago dar un brinco extraño mientras trataba de disipar este con un poco de jugo, con la mirada miel de su hijo en él.

ㅡNo lo creo, mi vida.

En sus planes no está ver de nuevo al omega bonito que cuidó de sus hijos. De solo pensarlo sentía una sensación extraña e incómoda en él.

Ugh.

ㅡPero papá prometió a Eunie y a Jiji que veríamos a el señor Youngjae otra vez, por favor, papá. -Jiwon puchereó mientras decía, siendo de sus deseos pequeños y bonitos.

Juyeon solo se quedó en silencio, analizando la situación.

Antes de siquiera animarse a responder, su ceño se frunce cuando escucha un llanto provenir de una de las habitaciones, no dudando en correr hacia donde venía el sonido.

Ah... Eunyeong.

Cuando estuvo con la pelinegra, su corazón dolió viendo la mirada de su bebé aguada, llorando desconsoladamente, con su naricita roja, estirando sus brazos al aire cuando olió a su papá cerca.

Juyeon no dudó en acercarse a su bebé, estrechando a la misma en sus brazos, repartiendo muchos besos en su pequeño rostro mientras le daba pequeñas caricias en su cabellera oscura, viendo a Jiwon de reojo mirarles, dudando apenas en unirse a ellos.

ㅡNo pasa nada mi vida, papá está aquí... -Trató de consolar, meciendo a su hija en brazos, mientras esta poco a poco cesaba el llanto. ㅡPapá cuida de Eunie.

Difícil era aceptar que la situación era tan repetida y cansina, provocando que poco a poco el alfa se fuera deteriorando, que en lugar de ser un dolor inexistente, su corazón cada día doliera más.

Pero ese dolor jamás cesaría si sus cachorros sufrían por su ineficiencia.

Era un mal alfa, y odiaba no poder cambiarlo.

Criaba a sus hijos solo, con un trabajo que ocupaba la mayor parte de su tiempo. Con Jiwon de seis años actuando como un adulto en múltiples ocasiones, mientras cuidaba de Eunyeong, misma que hasta sus cuatro años cumplidos, no decía media palabra, comunicándose solo por señas, mientras experimentaban días en que era despertada por pesadillas, con el llanto fuerte y su pecho agitado.

Justo como ese día.

Juyeon odiaba tanto ser tan débil y no tener el poder de cambiar la situación.

Odiaba tanto las malas decisiones que cometió, mismas que lo llevaban a ese momento, donde se culpaba una y otra vez que sus cachorros sufrieran.

Sus hijos merecían vivir feliz y tener una vida normal, no teniendo que lidiar con tantas experiencias horribles para su tan escasa edad.

Él deseaba poder ser un buen alfa y padre para sus hijos, deseaba tanto-

ㅡPapá, estamos aquí y junto a Eunie te amamos, ¿sí? Papi, no llores... papi, no llores más.

Odiaba no poder ser feliz.

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ㅡ¿Por qué los noto tan inquietos? Desde que llegaron ayer del centro comercial están extraños, ¿pasó algo?

El omega castaño mira a los dos chicos enfrente de él, quienes sólo comían en silencio. Changmin alzó una ceja, mirando a su pelinegro novio y alfa entre ellos, Kim Younghoon.

ㅡHoonie, ¿pasó algo? -Inquiere con paciencia. El alfa no le dirigió la mirada, solo negando, haciendo que Changmin frunciera su ceño con pequeña molestia. Mira al beta, casi obligándolo a que lo mirara a los ojos. ㅡChanie mi amor, ¿Quieres contarme qué pasó?

Chanhee negó, quitándole la mirada.

Y ah, si Ji Changmin tenía algo, es que él conseguía lo que deseaba a como diera lugar. Y odiaba, odiaba sobre todas las cosas que sus novios le ocultaran cosas.

Pero iban a ver esos lobos tontos.

ㅡBien, viendo que ninguno de los dos desean compartir conmigo lo que sucedió, supongo que significa que no tengo voz ni voto en esta relación, y de ser así-

ㅡChang, espera.

Con su cuerpo ya de pié, Changmin miró con una ceja alzada a su rubio novio, Chanhee sólo le dio una mirada al alfa para luego dirigirse hacia Min.

ㅡNo pasó nada. -Chanhee suelta, mordiendo su labio cuando el omega nuevamente sentado, soltó una risa carente de gracia.

ㅡYa, actúan así y pretenden que me trague ese cuento-

ㅡPerdimos a Jiwon y Eunyeong en el centro comercial. -Soltó Younghoon, mirando su taza de cereal, perdiéndose el cómo su omega abrió los ojos en sorpresa.

ㅡY Juyeon se enteró. -Finalizó Chanhee.

Ay Diosa Luna, dale tantita paciencia a Changmin, porque con ese par que se trae consigo, no sabe a dónde va a llegar.

Si al loquero o a la tumba.

ㅡ Ustedes de verdad son- conociendo como es Yeon cuando de sus cachorros se trata, se atreven a perderlos, ¿Es en serio? Saben lo peligroso que pudo ser eso, ¿no? ¡Ustedes de verdad son increíbles!

Tanto el beta como el alfa brincan en sus asientos cuando la voz chillona y molesta de su omega llega a ellos, con evidente regaño y molestia.

ㅡ¡Dejen por una vez en su vida de actuar como niños, por la Diosa Luna! -Changmin les dice molesto, bajando la voz al decir: ㅡ¿Qué futuro me asegura de que serán buenos padres para mis cachorros?

Sin decir nada más, ven solamente cómo el omega se coloca de pie, con su rostro rojo mientras toma la chaqueta y sus llaves antes de salir de su casa, apenas dándoles una última mirada antes de salir.

ㅡSi Juyeon les corta la yugular tengan por seguro de que no lo detendré.

Dicho esto, solo cerró la puerta de golpe, dejando a su alfa y beta solos en su hogar, preguntándose ambos, qué tan brutos fueron en su vida pasada.

Y el cómo, poquito a poquito sacaban a Changmin de casillas, no queriendo averiguar qué pasaría cuando este llegara a su límite de paciencia.

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ㅡ Explícame por qué estamos en esta tienda comprando estos perfumes... extraños... -Susurra el omega con rasgos felinos, con su mano leyendo un producto que decía ser un aromatizador para engatusar lobos. ㅡAy no Jae, esto está bien extraño, me quiero ir.

Youngjae desde la otra estantería, mientras leía el contenido del producto que yacía en su mano, posa apenas sus orbes verdes sobre su mejor amigo, casi riendo con las muecas que hacía ante la disconformidad de estar en ese extraño lugar.

ㅡYa te dije que necesito algún producto que quite este mal olor. -Le dice al otro omega, viéndolo ladear su cabeza sin entender. ㅡ¿Qué?

ㅡPero, no hueles a nada mal.

Youngjae frunce su ceño, escuchando otra voz acercarse a ellos.

ㅡHyunjoon tiene razón, Jae, no hueles a nada malo, ¿de qué hablas?

ㅡJiwon dijo que olía mal... -Susurra más para sí mismo, absteniéndose en comprar los extraños productos que había leído, optando por tomar solo un perfume neutro y un desodorante. ㅡMejor prevenir.

El beta que llevaba por nombre Sunwoo y Hyunjoon no entendían a qué venía el extraño actuar de su amigo, pero no eran de cuestionar.

De todas formas Youngjae siempre ha sido peculiar, así que no había mucho de extrañar.

ㅡMira da igual, vamos que tengo hambre, ¿sí?

Cuando Hyunjoon puchereó e hizo ojitos de cachorro hacia ellos, no fue como que lograron resistirse, solo caminando hacia la caja a pagar y se iban.

Más Youngjae arrugó poquito su ceño cuando sintió un escalofrío en su cuello, escuchando unos pasos resonar en el lugar, mientras una vocecita llegaba a sus oídos después.

ㅡ¡Señor!

El ojitos verdes sintió su corazón acelerarse poquito, mientras una inconsciente y pequeña sonrisa se asomaba en sus bonitos labios, girando sobre sí mismo, haciendo que el cuerpecillo de Jiwon se estrellara en sus muslos.

ㅡOh, hola bonito... -Murmura el omega, dándole caricias al pelinegro cuando este solo soltó una pequeña risa, abrazándose a sus piernas.

ㅡSeñor, papá dijo que no lo veríamos de nuevo, ¡pero Jiwon sabía que lo veríamos! - Canturreó contento el niño, provocando que el omega sonriera en grande, sin ser consciente de esto.

ㅡJiwon, ¡¿qué te he dicho de correr sin mí?!

Puede que quizás, quizás no, pero puede que a Youngjae se le borrara la sonrisa -que hasta ahora permanecía en su rostro- cuando sus ojitos vieron a un omega de cabellos castaños acercándose a ellos, mismo que le llamaba la atención a Jiwon mientras cargaba con Eunyeong en un carrito.

Era un omega muy bonito.

Ah.

Youngjae no era de ilusionarse sin ninguna base formada, pero puede que le comenzara a agradar topar con ese par de niños y el alfa empoderado que tenían como papá.

Tonto e iluso de su parte creer que no serían una familia, felices y coleando.

Ugh.

Youngjae sintió un apenas nudito pero chiquito en su garganta, alejándose de golpe de Jiwon, sonriendo a medias cuando el niño lo miró sin entender, quizás poquito dolido con la reacción del omega.

Más el niño lo ignoró, sonriendo de nuevo.

ㅡ Tío Minie, mira, es el señor que huele extraño.

Entonces definitivamente Youngjae quiso poder desaparecer, sintiendo sus orejas calientes de la vergüenza que tenía.

Todo él.

Escuchó apenas a sus amigos murmurar a sus espaldas, seguro entendiendo qué le pasaba al ojitos verdes. Porque Jiwon no se abstuvo en decirlo por vez número olvidado.

El omega llamado Tío Minie por Jiwon, miró extrañado al niño, para luego mirar al omega rubio, sonriendo de pronto.

Eh, ¿tío?

ㅡOh, mucho gusto, soy Changmin, JiJi no hace más que hablar de lo mucho que quería verte de nuevo.

Cuando el omega que acompañaba a los niños dijo, puede que Youngjae se sintiera un poquito tonto pero aliviado en el momento.

Entonces... tío.

Bueno ajá, información irrelevante.

Somos nosotros, ni al caso, Youngjae.

Bueno, y Jiji hablaba de él.

Oh pero Diosa Luna, ¿qué pasaba?

Youngjae dejó de pensar cuando una mano pequeña tomó la suya, siendo recibido por ojitos miel brillantes y una sonrisa gigante.

Eunyeong estaba a sus pies, tomándolo de la mano para llamar su atención. Youngjae no hizo más que sonreír enorme, colocándose de cuclillas para estar a la altura de la cachorra, recibiendo el pequeño abrazo que esta le brindó.

Parecía que los conocía de toda la vida, o así su lobo lo hacía sentir.

Era algo extraño.

ㅡHola bonita, me alegra verte otra vez. -Le dijo con voz suavecita, solo recibiendo una sonrisa en respuesta.

Entonces Youngjae por primera vez notó que puede que Eunyeong no hablara.

Y quizás eso sería algo muy significativo en el futuro que les deparaba el universo.