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20.

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"Bonito, debes mantener siempre presente, que en esta vida las personas vienen y van, y debemos aceptar eso. Debemos cuidar a quienes estén en nuestras vidas cumpliendo una función importante, a todas esas personas que nos dan luz y felicidad, a quienes te van a apoyar en tus mejores y peores momentos, aquellos en quienes podrás confiar con tu vida, y de ser al contrario, por favor haz lo posible por alejarte. Aléjate, bonito, aleja a las personas que su único propósito es apagar nuestra luz, huye, huye de ellos tan lejos como sea posible, y recuerda; siempre, siempre al final del túnel habrá una luz esperando por nosotros, siempre tendremos unos brazos en los cuales refugiarnos, un hombro en el cual llorar, y cuando sientas que sea tu lugar seguro, pelea, lucha por mantener ese lugar únicamente para tí y nada más que para tí, cuidalo y amalo, porque el universo lo ha diseñado para tí, te pertenece, y debes... ante todo, mantenerlo en tus brazos todo el tiempo que sea necesario, ese, ese será tu hogar, tu lugar seguro, tu pieza más preciosa... confía en mamá."

ㅡ¡Papi!

Parpadeando varias veces, su mirada se enfoca en una hoja blanca extendida hacia su rostro, apenas logrando ver rayones de colores, con formas y lo que parecían ser letras desordenadas.

Sonrió poquito, el bonito rostro de Jiwon apareciendo una vez el cachorro bajó la hoja hasta la mesa donde la tenía apoyada, con los orbes verdes del omega siguiendo cada uno de sus movimientos.

Jiwon alzó su mirada cuando el omega no le dijo nada, viendo su hoja, volvió a alzarla, mostrando esta al omega, quien apenas ladeó su cabeza sin entender.

No estaba exactamente atento a todo, su mente vagando de un lado al otro.

ㅡPapi, mira. -Sus orbes brillaron al escuchar al cachorro decir, una sonrisa instalándose de inmediato en sus labios.

Sentía una calidez muy acogedora instalarse en su pecho cada vez que esa palabra con esa dulce voz iba dirigida a él.

ㅡMira papi, mira lo que hice. -Jiwon vuelve a repetir cuando aún no tuvo la atención del omega, buscando con sus ojitos miel la mirada de Youngjae, quién abrió poquito sus orbes cuando enfocó el dibujo en la hoja blanca, sonriendo bonito.

ㅡOh... está lindo, Ji. -Dijo entonces, inspeccionando la hoja, realmente sin comprender mucho los garabatos que estaban plasmados en el papel.

Jiwon se dio cuenta de inmediato, caminando hasta el omega, con su dedo índice señalando todo para que su papá lograra entender.

ㅡEl maestro-nim dejó de tarea dibujar todo lo que nos hiciera felices. -Comentó el cachorro, haciendo que Youngjae alzara la mirada a él, más Jiwon seguía con sus ojitos miel en la hoja, señalando todo lo que dibujó. ㅡAquí está la casa de tío Mimi. -Dice contento, señalando lo que simulaba ser una casa, con cinco personitas dibujados con palitos, tomados de la mano. Youngjae alzó una ceja sin entender.

ㅡCielo, ¿por qué en la casa de Changmin hyung hay cinco personitas? -Inquirió con voz bajita, haciendo a Jiwon abrir sus ojitos al mismo tiempo que con su mano libre tapaba su boca.

Youngjae quiso reír, viendo con atención a Jiwon mirar a su hermana quien yacía igual que él, dibujando cosas sobre la mesa. Eunyeong tapó su boca, riendo bajito.

Bien, necesitaba contexto porque no entendía.

¿Qué escondían esos dos?

ㅡVamos, cuéntale a papi, no voy a decir nada. -Le promete con su voz curiosa, haciendo a Jiwon compartir miradas con su hermana, finalmente quitando la mano de su boca.

ㅡSolo es la familia de tío Mimi, así me dijo Eunie que lo hiciera. -Cuenta, haciendo al omega mirar con diversión a la pelinegra, quien sólo se encogió en su lugar. ㅡHizo así... -Le explica, colocando los cinco dedos de su manita. ㅡBueno, pero mira todo lo demás, papi. -Y como buenamente Einstein que era Lee Jiwon, hizo como que nada pasó, dejando al omega con la duda en su mirada, siguiendo con el resto de dibujos. ㅡAquí está la heladería de la abuela Jeon. -Dice, señalando un lugar con puntos de colores. Youngjae lo vio pucherear después. ㅡCon papá ya no vamos. -Y sintió la tristeza en la voz del cachorro, atrayéndolo a su pecho de inmediato, haciendo a Jiwon reír, contento. ㅡAquí está papá, Eunie, papi y Jiji. -Señala por último, señalando lo que parecían ser ellos.

Los orbes mieles de Jiwon lo miran, esperando por alguna reacción, mirándolo con un poquito de temor, haciendo que el corazón del omega se encogiera en su pecho.

Youngjae siente sus orbes aguarse, abrazando al cachorro y repartiendo besitos incontables veces en sus regordetas mejillas, amando poder escuchar su bonita risa.

"Puede tardar mucho tiempo, pero en algún momento de tu vida llegarán aquellos que no necesitan compartir un lazo de sangre contigo para que los sientas en tu pecho, para que estés dispuesto a dar la vida por ellos, para que tu corazón palpite con emoción por tenerlos contigo. Porque incluso su lazo será más fuerte que la sangre misma y ahí... ahí comprenderás que ellos son tu familia, lo sentirás al instante, bonito."

Y sí que lo hacía, tan fuerte que juraba que su pecho no aguantaría el amor que almacenaba dentro.

Familia.

Suyos, suyos y únicamente suyos, siempre suyos.

•••♡•••

ㅡ¿Estás seguro de hacer esto?

El alfa lo miró apenas, asintiendo después, con sus orbes oscuros enfocados en la carretera.

El peli rubio suspiró, con su atención en el camino, viendo por lapsos el número de casas que pasaban, el cielo estando naranja, anunciando la llegada de la noche.

No tenía miedo, pero no sabía ciertamente de lo que el alfa era capaz. No sabía siquiera de lo que él era capaz de hacer si llegaba a molestarse, y por lo que veía a simple vista, Juyeon tampoco sería muy razonable.

Pero quién lo sería con ese alfa frente a sus narices.

Entonces se resignó a no preguntar una vez más, dando por hecho que iban a hacer eso y ya no había marcha atrás.

Solo esperaba que saliera bien, ningún lastimado y todos felices.

Quiso reír con solo pensarlo, es lo menos que dudaba fuera a salir de ahí, no cuando los orbes del alfa a un lado de él estaban más oscuros que nunca.

Ugh.

ㅡ¿Falta mucho, hyung? -Jacob lo escuchó decir, la vista de Juyeon fija en el exterior del auto, mirando todo a su alrededor.

ㅡNo, estamos llegando. -Dice, bajando la velocidad, segundos después apagando el motor, fijándose en el número de casas. ㅡSi es que aún conserva el mismo lugar entonces... es aquí.

Juyeon apretó su mandíbula, saliendo del auto con su mayor.

No había pensado claramente qué era lo que iba a hacer, pero su lobo le exigía actuar. Todo buscando el bienestar de su familia.

La seguridad y tranquilidad de su omega.

Caminando prácticamente hombro a hombro, ambos alfas llegaron a la que sería la casa de ese alfa, el que tanto ellos compartían un mismo sentimiento de desprecio por el menor de los tres.

Fue Jacob quien tocó tres veces la puerta, ambos esperando por ser atendidos.

Youngjae les iba a volar la cabeza, Jacob sabía.

Ugh.

Luego de lo que pareció ser una eternidad, la puerta frente a ellos fue jamás atendida, haciendo que ambos compartieran una mirada, siendo solo cuestión de segundos para que una tercer presencia se sintiera cerca.

Juyeon fue el primero en reaccionar, viendo al alfa que justo estaba buscando llegando al inicio de las escaleras de su casa. Yeonjun frunció su ceño cuando los vio, intercalando su mirada de Jacob a Juyeon, soltando una apenas audible risilla, apretando su mandíbula.

Juyeon quiso arrancarle esa sonrisa arrogante de su detestable rostro.

ㅡ¿A qué se debe tan grata visita a mi humilde y dulce morada? -El alfa menor de los tres inquirió, acercándose a los dos nada desconocidos.

Tanto Juyeon como el rubio a su lado apretaron su mandíbula, realmente suprimiendo su lobo a un alto nivel.

Juyeon sabía que si dejaba a su lobo mandar sobre él, posiblemente ya tendría ese rostro arrogante hecho trizas.

Y no quería eso, no cuando su omega se vería implicado. Sea como sea, sabía que tendría algún problema con Youngjae por encontrarse ahí, donde menos debía, por mentirle y por ocultarle la locura que su lobo lo obligaba a hacer.

De la cuál, él tampoco se iba a abstener en caso de tener oportunidad.

Juyeon se tensó cuando escuchó la risa baja del alfa llegar a sus oídos, Yeonjun los miró de pies a cabeza, sus orbes azules colocándose oscuros.

Su lobo poco a poco va tomando control de él.

Juyeon deseó que él no llegara a ese extremo.

Pero tenía un límite, y si tan sólo ese alfa se atreve a cruzarlo, mandaría todo por la borda.

ㅡOh, creo que ya sé a qué se debe tan grata visita. -Continúa el alfa ante la falta de respuesta. ㅡAunque me parece una falta de respeto que no haya sido avisado, ¿por qué mi omega no me envió ni un mensajito? -Dijo, puchereando después, su rostro fingiendo afligimiento. Yeonjun amó ver al alfa frente a él apretar su mandíbula, sus puños cerrados a sus costados, realmente controlandose.

Tan... divertido.

ㅡMi bonito y travieso Jae no me avisó que vendrían, al menos para preparar la cena, ¿no, hyung? -Esta vez dijo con clara burla en su voz, siendo dirigido hacia Jacob, quién bufó, sus orbes oscuros apenas brillando en Ámbar, su lobo colocándose alerta.

Nuevamente, ninguno dijo media palabra. El menor rodó sus orbes, ya harto, si no iban a jugar no era divertido, estaba harto tanto silencio, solo miradas de reproche y lobos alertas era lo único que habían.

Cero diversión como tanto le gustaba.

ㅡSi no van a decir nada mejor-

ㅡAléjate de Youngjae.

Yeonjun quiso reírse apenas lo escuchó, sus orbes azules brillando en zafiro.

Ja.

ㅡ¿Por qué me alejaría de mi omega? -Inquiere con fingida duda, la sola posesión en la palabra apenas saboreandose agria.

Porque sabía muy dentro suyo de que no era su omega, quizás jamás lo fue, y puede que eso era lo que peor tenía a su lobo.

Más no dejaría que ese alfa se enterara, porque tenía una nueva obsesión con ver los orbes de ese alfa brillar en rubí, justo... justo cómo en ese instante.

Jacob se interpuso entre Juyeon y el otro alfa inmediatamente notó al pelinegro avanzar, con Yeonjun nunca moviéndose de su lugar, sus orbes azules brillando en diversión.

Un maldito.

Juyeon apretó su mandíbula incluso más, sintiendo sus orbes arder en furia, con su lobo presente más que nunca.

ㅡTe quiero lejos de Youngjae, lejos de mi familia, nunca más quiero enterarme que siquiera intentaste acercarte a-

ㅡ¿Y si no quiero qué? -Burló, dando un paso más cerca de Juyeon, quien apenas era retenido por Jacob. ㅡYoungjae fue mi omega, él me obedece y es él quien me dirá si me acerco o no, aunque... como omega no tiene voz en absoluto, así que no importa lo que él quiera, sigue siendo omega y debe obedecer. -Dijo con poco interés, ladeando poco su cabeza mientras sonreía de medio lado. ㅡOh... lo olvidé, nunca sirvió como omega, tendré que verlo arrodillarse ante mí como tantas veces lo hizo, tan... lindo.

Cuando la voz venenosa del alfa terminó de salir, sintiéndose asqueado y su sangre hervir, Jacob no hizo siquiera intento de retener a Juyeon, apenas logrando ver los orbes del alfa tornados completamente rubí.

Oh, le dio escalofríos tan solo verlo.

Fue en cámara lenta que el mayor vio al pelinegro actuar, todos los músculos del cuerpo de Juyeon estando tensos, las venas remarcadas en su brazo y con su puño prácticamente blanco, mismo que en cuestión de segundos fue a parar directo a la cara del alfa menor, balanceando su cuerpo hacia atrás, su nariz casi sangrando al instante.

Yeonjun jamás aceptaría en voz alta el escalofrío y la incomodidad que su lobo sintió al tener esos orbes rubí inyectados en furia totalmente en él.

ㅡ¡En tu maldita existencia se te ocurra referirte de tal manera hacia mi omega, hijo de puta! -Gruñó el alfa, sintiendo su sangre disparada, su corazón corriendo una maratón en cámara rápida. ㅡSuficiente ya hiciste, nunca en tu maldita vida se te ocurra acercarse a mi familia, ¿me escuchaste? -Y cuando tuvo su rostro cerca del alfa, lo tomó por el cuello de su camisa, siendo incapaz de estar alerta al golpe que fue a parar directo a su mandíbula, haciendo que sangrara ante la presión con la cual la mantenía tensa.

Jacob hizo amague en acercarse, no moviéndose de su lugar cuando minutos antes Juyeon se lo había prohibido.

Era su pelea, solo suya, por y para su familia.

ㅡ¿Te duele que haya marcado tanto a "tu omega"? -Le dice, a menos de un metro del alfa, quien escupió sangre. Yeonjun sólo carcajeó, el ardor y dolor del golpe no fueron suficientes para detenerlo a soltar golpes más fuertes que su puño a ese alfa. ㅡNo me hagas reír más, Youngjae nunca será tu omega si siempre me mantendrá en sus recuerdos, y como consejo... dejen de jugar a la familia feliz, es patético, ese omega defectuoso no sabe y no servirá jamás para cumplir su única tarea, ni eso es capaz de hacer bien el imbécil-

Calló de inmediato cuando sintió su espalda golpear la madera del suelo, su cuerpo doliendo como el infierno, y abrió sus orbes cuando el alfa lo retuvo por su cuello, apretando quizás tanto como la primera y última vez que se habían visto.

Yeonjun quiso poder reír.

ㅡTe prohíbo hablar con tu asquerosa boca de mi omega y de mis cachorros, juro por lo más sagrado que tengo que si tienes la audacia de aparecer en nuestras vidas una vez más, no me temblará el pulso y voy a acabar con tu maldita existencia.

Jacob se vio obligado a tomar al pelinegro por la espalda, los orbes rojos de Juyeon inyectados en sangre, su lobo sintiéndose a flor de piel.

Su omega, su familia.

Y ese alfa-

Yeonjun tomó aire apenas fue libre de las manos del alfa, tosiendo cuando el aire no llegaba a sus pulmones.

Tan solo-

ㅡNunca en mi vida te quiero volver a ver, porque juro, maldito imbécil, que no responderé.

Se convertiría en lo que fuera si eso implicaría la seguridad de su familia.

Porque su lobo no era pacifista y no aceptaría tan solo una vez más, que su omega se viera afectado por un ser tan repugnante como ese alfa.

Omega, mío.

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