Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

19.

Los votos pasados eran respecto a Changmin, y ganó la opción dos.

Solo les pido un "fuerza bro" por Changmin.

PD: tengo curiosidad, ¿cuál es su personaje favorito?

Lo notó en cuestión de segundos, fue por lo menos inevitable no hacerlo.

Algo andaba mal y él lo supo de inmediato. 

Lo notó al instante en que su cachorro no reaccionó como usualmente lo haría cada vez que se reencontraban. 

Juyeon esperó.

Esperó que ese "¡Papá!" lleno de alegría y entusiasmo llegaran a él como de costumbre.

Más eso nunca pasó.

Y su lobo se alertó de inmediato, porque incluso antes de que su mejor amigo le pidiera que pasara por su omega y su cachorro al supermercado donde estaban, incluso antes de eso, él notó a su lobo con un pequeño malestar, que quiso apenas ignorar pero que sin embargo, no fue ajeno a este.

Entonces ahí lo confirmó.

Sin dudarlo ni dos segundos, acortó los pocos metros que lo separaban de esas dos personas que tanto adoraba, notando al omega levantar su mirada hacia él, teniendo a Jiwon con su carita escondida en su pecho, abrazándose al rubio.

Su lobo se removió inquieto cuando notó los orbes del omega delineados con un tono rojizo, dando a entender lo más que obvio.

Y tenía que averiguar, joder si tenía que saber qué había pasado para que su omega llorara.

Su omega.

Porque él sabía que era su omega, así no estuvieran entrelazados como la sociedad esperaba que todas las parejas lo hicieran, era su omega y él su alfa, porque su lazo era incluso más fuerte que eso.

Desde siempre.

No preguntó siquiera, solamente abrazando al rubio tan pronto lo tuvo a su alcance, con su cachorro en medio de ellos, ambos escuchando el apenas audible llanto del omega, quien tembló poquito en sus brazos.

Quería estar realmente equivocado, quería que sus pensamientos fueran erróneos, porque en el segundo en el que confirmaran lo que ya sospechaba, no podía pensar qué era lo que haría.

Si tan sólo ese alfa-

Sus pensamientos quedaron en segundo plano cuando sintió el rostro del omega rozar su cuello, frotando su nariz en la zona, quizás… quizás buscando cómo tener su aroma en él. 

Y el corazón se le hizo chiquito, porque sentía el miedo del omega como si fuera propio. 

Ugh.

En silencio, los llevó hacia el automóvil, en todo el trayecto hasta la casa de los Kim-Choi-Ji ninguno dijo media palabra, por el espejo retrovisor notaba a Jiwon jugando con sus manos, un puchero instalado en su boquita, de a tantos lanzando miradas hacia el omega.

Youngjae estaba quizás igual, toda su atención estaba en las afueras, con su cabeza hacia un lado, en el vidrio cerrado de la ventana. Si bien no estaba llorando, su aura aún emanaba esa intranquilidad.

La que Juyeon deseaba que desapareciera.

Suspiró una vez apagó el motor frente a la casa de sus amigos, lanzándole una mirada a Jiwon, quizás el cachorro entendiendo.

Admiró con adoración a su cachorro apenas acercarse hasta el omega en el asiento de copiloto, dándole un pequeño beso en la mejilla al rubio, quien sólo le dio una pequeña sonrisa en respuesta. El alfa escuchó con sorpresa y admiración a su cachorro apenas susurrando: "Jiji te espera, papi", haciendo que los orbes verdes del omega se cristalicen.

Oh.

Tan pronto estuvieron solos, los orbes oscuros del alfa cayeron en él, haciendo a Youngjae hacerse pequeño en su lugar.

Alfa.

ㅡH-hey… bonito, ¿quieres contarme qué pasó? -El alfa carraspeó cuando dijo, sintiendo su corazón latir con rapidez. 

El miedo lo inundó entonces, con los orbes verdes y tristes del omega en él.

Juró que su corazón se hizo chiquito en su pecho cuando vio al omega pucherear, sus ojitos tristes enfocados en él.

ㅡH-hyungie… 

Lo próximo que el alfa hizo fue hacer su asiento hacia atrás, lo suficiente para poder cargar al omega en su regazo, este no dudando en ir hacia su lugar seguro, hundiendo su carita en el pecho del alfa, sintiendo los brazos de este rodear su cintura en un protector agarre, Juyeon no dudando en besar reiteradas veces el rostro del menor y todo lugar que tuviera a su alcance, su lobo obligándolo a consolar a su omega.

Lo cual no tardó en hacer, completamente gustoso con esto.

A pesar de que no sollozaba, el omega no dejaba de restregar su rostro en el pecho del alfa, buscando cómo impregnarse de su aroma y sacar cualquier recuerdo de ese alfa de su mente.

Pero las palabras de ese alfa retumbando en su mente como un altavoz no lo dejaban tranquilo, queriendo por todos los medios olvidar lo que le dijo, esto siendo un golpe directo para su frágil ser.

Ugh.

ㅡHyung… y-yo... ¿No soy buen omega? -Inquiere con su voz bajita, haciendo al alfa tensarse de inmediato.

Juyeon sintió su respiración más pesada, apretando su mandíbula al mismo tiempo que apretaba el agarre en su omega.

Su omega, suyo.

ㅡNo mi amor, no pienses eso. -Responde de inmediato, haciendo que el omega alzara su rostro, acunando este entre sus manos después.

Esos ojitos verdes y hermosos mirándolo únicamente a él.

ㅡ¿Quién-?

ㅡD-dijo que no era un buen omega… hyungie, le dijo-

Oh, insultó a su cachorro.

ㅡDijo frente a Ji que yo no era buen omega y que JiJi era salvaje por mi culpa-

Juyeon sintió su pecho apretarse por vez número incontable.

Él no se quedaría de brazos cruzados nada más viendo como un imbécil hacía sentir de esa manera a su omega, mucho menos metiéndose con su cachorro de paso.

Joder si no le reventaría-

ㅡHyung, ¿cree- cree que soy bueno para ellos? 

Y con esos orbes en él, Juyeon apretó sus labios, asintiendo de inmediato. 

No había nadie más apto para sus cachorros que ese omega, nadie podría tomar su lugar tan bien cómo solo Youngjae lo estaba haciendo. 

De alguna forma tendría que demostrarle al omega que él era todo lo que ellos necesitaban, y que nada ni nadie podría decir lo contrario.

Entonces con sumo cariño repartió pequeños besos en el rostro del omega, haciéndolo sonreír bonito, amando ver la expresión del rubio cambiar, una más tranquila tomando su lugar.

Viéndose tan bonito como de costumbre.

Bonito, muy bonito omega.

ㅡNo importa quién diga lo contrario. -Le dice firme, mirándolo directo a sus ojitos verdes. ㅡFuiste, eres y serás todo lo que tanto los cachorros como mi persona, siempre necesitamos, eres la pieza que faltaba en nuestro rompecabezas, y no quiero que por nada del mundo, escúchame, por nada del mundo vayas a pensar que no haces las cosas bien con los cachorros, mucho menos si esto viene de alguien ajeno a nosotros, eso únicamente es nuestro problema y ambos sabremos cómo criamos o no a los cachorros, ¿entendido?

Youngjae pucherea asintiendo, haciéndose bolita en el regazo del alfa, amando mucho la seguridad y calidez que éste le transmitía.

No podía y no iba, por ninguna circunstancia, a dejar que unas palabras provenientes de una persona tan dañada y enferma como lo era ese alfa fueran a dañar su cabeza.

Y sobre todo, a dañar a su familia.

No cuando por fin las cosas en su vida estaban marchando correctamente, encontrando por fín su lugar. Junto a ese alfa que en ese momento lo mimaba justo como en sus años de adolescencia deseó que alguien lo hiciera, y junto a los cachorros que hacían su corazón latir lleno de amor y adoración. 

Mucho menos privarse de escuchar diariamente ese tan bonito "papi" siendo dirigido hacia él. 

Oh, Diosa Luna, no puedes ser tan cruel con su pobre corazón.

Entonces sus mejillas se calentaron con el solo recuerdo, sus ojitos brillando cuando miró al alfa, recordando la voz de Jiwon resonar en su cabeza como altavoz.

Haría hasta lo imposible por nunca dejar de escuchar ese mote dirigido hacia él, por ver esos ojitos miel mirarlo como si fuera su mundo entero.

Justo como esos cachorros lo miraban a él. Tan… bonito. Lo miraban como si él fuera su todo.

Youngjae comenzaba a creer que ellos eran su galaxia, su mundo y su vida entera. 

Y cuidaría de ellos con su vida misma de ser necesario.

•••♡•••

Pasado unos días del incidente con su omega y su cachorro, el pelinegro sentía aún esa sensación en su pecho que no lo dejaba tranquilo, su lobo día y noche torturando su mente y obligándolo ante todo a buscar una respuesta.

Seguridad, eso era lo que su lobo clamaba. Y él haría lo necesario para tenerla, para darle eso a sus cachorros y a su omega. Estaba cansado y no podía permitir que las cosas pasaran a más, porque no fue suficiente que el rubio le contara a detalle lo que había pasado esa tarde, su actuar era más que suficiente para deducirlo.

Y lo tenía intranquilo, una parte de él ardiendo en furia, buscando cómo cuidar lo que amaba, así tuviera que actuar por las malas, él cuidaría de su familia, misma donde el omega encabezaba.

Le dejaría en claro a ese alfa que su familia no se tocaba.

Fuera por las buenas o por las malas, él lo haría. 

Porque odiaba ver ese temor en los orbes tan bonitos que poseía el omega, odiaba verlo dudar de su presencia junto a ellos, verlo dudar de su validez como persona y ante todo como omega.

Simplemente odiaba que dañara de alguna u otra forma a quien él amaba.

Por ello, tan sólo bastó un poco de valentía y una respiración profunda, tocando con sus nudillos la madera frente a sus ojos.

Uno, dos, tres veces.

Sólo fue cuestión de segundos lo que tuvo que esperar, la puerta abriéndose después, a su paso una cabellera rubia notándose.

Tomado por sorpresa, el alfa mayor abrió poquito su boca, sonriendo después.

ㅡ Juyeon. -Apenas saludó, haciendo al pelinegro sonreír a labios cerrados, algo apenado. ㅡ¿En qué te puedo ayudar?

ㅡ Hyung. -Llama bajito, sintiendo sus orejas calientes. Era de las primeras veces que se refería de esa manera a alguien ajeno (no tanto) a su círculo social. ㅡ¿Puedo hablar con usted?

Viendo la inquietud en el alfa, Jacob no dudó en asentir, invitándolo al interior de su casa, tomando asiento después, sus orbes nunca abandonando al alfa menor, mirándolo quizás con demasiada curiosidad.

Porque… ¿qué hacía ahí el alfa de su mejor amigo sin este estar presente? 

Y estaba seguro de que Juyeon sabía esto, porque no era necesario estar demasiado cerca del alfa para que su aroma sea perceptible, el aroma del omega rubio estaba impregnado en él.

Jacob sonrió, dándole luz verde al alfa a soltar lo que fuera que mantuviera sus manos jugando entre sí, nerviosismo latente en él.

Juyeon suspiró poquito, tomando aire después mientras conectaba la mirada con su mayor, recordando el por qué estaba ahí y que era lo que deseaba conseguir al final de eso.

Ugh.

ㅡY-yo… no sabía a quién recurrir, y de hablar con alguien que conociera bien todo aparte de Jae, tendría que ser con usted, con Kevin o… Jaehyun hyung. -Comienza a decir el alfa, con la atención total de Jacob en él. ㅡY bueno, viendo que ellos no se encuentran cerca, vine hasta aquí, quiero… ver si me puede ayudar, hyung.

Aún si no entiende, Jacob asiente una vez más, notaba algo diferente en el alfa, y sólo quizás, quizás no, tenía una sospecha de lo que el alfa quería saber.

Se había tardado demasiado, pensó.

ㅡAdelante, soy todo oídos para lo que quieras preguntar.

Teniendo esa oportunidad, Juyeon no podía desaprovecharla.

ㅡEs respecto… a ese alfa y Youngjae. -El solo mencionar a ese alfa y a su omega en una misma oración le causaba una sensación agria en su boca.

Ugh.

Jacob suspirando poquito, solo se acomoda en su lugar, carraspeando cuando comienza a decir.

ㅡ¿Qué quieres saber exactamente?

Juyeon alza su mirada. ¿Qué podría decir? Quería de antemano saber las razones por las que podría o no estrangular a ese alfa.

No, no podía decir eso.

Quería ser consciente de qué tanto daño hizo en su omega, tan solo quería conocer todo, porque quería cuidar a su omega más que nada, y tampoco le pediría personalmente que recordara lo que sabía, era doloroso para él.

Por ello buscó ayuda de terceros, siendo Jacob la mejor opción.

ㅡSu historia con Jae, saber quién fue, quién es y cuánta precaución debo tener.

Jacob entendió la preocupación del alfa, y suspira bajito cuando se anima a sacar todo lo que por tiempo largo ha querido mantener muy en sus adentros, porque decir todo en voz alta era revivir momentos que quiso poder evitar a toda costa.

Pero que se le fue prácticamente imposible, y era algo que arrastraba con él.

Ah…

ㅡChoi Yeonjun, era un senior de Jae, se conocieron en la escuela media. 

》Para serte sincero, desde que he conocí a ese chiquillo, nunca me cayó, siempre me dio un aura que desconocía en su momento, pero de lo único que estaba seguro era de que no podía tragarme su personalidad, simplemente era… falso. Una vez se lo comenté a Kev, él me dijo que posiblemente era paranoia mía, porque desde que me presenté siempre fui protector con Youngjae. Hice caso omiso a mi instinto, sin embargo, las cosas cambiaron muy rápido, unos meses después nos dijo que era su pareja… Jae se notaba feliz, pero muy en el fondo lo notaba apagado, es una sensación que no puedo explicar.

Juyeon se removió en su lugar, sintiendo una molestia crecer en su pecho.

》Jae cumplió sus dieciséis y llevaba pocos meses con ese alfa, más nunca lo presentó, únicamente lo veíamos en el instituto, y su actitud era simplemente como yo lo sospechaba desde el inicio. Yeonjun es el alfa que cree que puede tener a todos bajo su zapato, para él los omegas son lo que hace mucho tiempo eran obligados a ser, viéndose únicamente como incubadoras. En ese tiempo, Wheein y Hyejin noona… ugh, los chicos quedaron solos, y Jae siendo el menor-

Oh, omega.

》Jae creó un tipo de apego enfermizo con ese alfa, ante la ausencia de sus madres su lobo se vio necesitado de cariño y total atención, lo cual para ser sincero, era lo menos que ese alfa podría brindarle, más Youngjae era ciego ante esto. Yeonjun fue su alfa hasta sus veinte años, porque Jae se rehusaba a dejarlo, a pesar de que con el tiempo fuimos notando que su luz que tanto lo caracterizaba simplemente llegó al punto de apagarse. Tiempo después conocimos que él lo obligaba a someterse, si no deseaba estar con él ni atenderlo en sus celos, lo obligaba. Ese alfa… era un abusivo, y el lobo indefenso de Jae tenía un apego con él. Tan solo… pasó mucho tiempo para que pudiéramos alejarlo de él, nos mudamos a Seúl, dejando a ese alfa en Daegu, confiábamos en que nuestro Youngjae regresaría a ser el magnífico niño con sonrisa brillante, pero nos equivocamos. Él enfermó por un tiempo, hasta que lo sometimos a rehabilitación, y cumplidos sus veintidós logró recuperar tan solo una milésima de su brillante ser.

En su lugar, Juyeon apretó sus labios, maldiciendo para sus adentros.

¿Por qué él? Estaba seguro de que Youngjae no merecía nada de lo que pasó, ni él ni nadie.

Y por culpa de ese ser asqueroso su bonito omega… él-

ㅡNunca vi a Youngjae brillar como antes, porque esa luz que permanecía en él ese alfa se encargó de apagarla. Pero… ¿sabes qué? -Inquiere el alfa mayor, no esperando respuesta. ㅡDesde que ese día, que como nunca llegó preocupado preguntando cuál era su olor, y murmurando cosas inteligibles, desde ese día esa chispa se logró ver en él, día con día creciendo y creciendo, hasta hoy día que brilla como en más de siete años no había visto hacerlo, y eso… eso es solo gracias a ustedes, Ju.

Omega.

Su pecho dolió, pero una calidez se instaló en ese lugar.

Era por mucho, lo mejor que le había pasado a sus vidas, y juraba en ese preciso instante, que cuidaría con su vida misma a ese omega, porque jamás permitiría que su luz se apagara.

No cuando era quien iluminaba sus días.

ㅡHyung… necesito ver a ese alfa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro