Outro: Puzzle Piece
Llegando el invierno en diciembre, con las tardes más frías que las mañanas, Jaeyun tiembla bajo la fina tela de su bata de seda, mientras arreglaban su cabello, mirando por el espejo el reflejo propio y el de su abuela quien lo ayudaba junto a su hyung, de a tantos sonriendo enormemente cuando Soobin no hacía más que halagarlo, diciendo que iba a ser el novio más lindo que jamás nadie podrá ver.
Y no mentía.
Con las mejillas rosáceas y sintiendo su pecho cálido, Jaeyun no hace más que chasquear su lengua, rodando con diversión sus orbes, escuchando a su abuela Jeongyeon seguirle la corriente al alfa, los tres guardando silencio cuando la puerta de la habitación sonó con tres golpecitos, siendo Jeongyeon quien hablara.
ㅡ¿Quién? -Inquiere divertida, con su cuerpo llegando a la puerta. ㅡNo se aceptan Lee Heeseungs aquí.
Y al otro lado de la madera se escuchó unas risas bajitas, una voz dulce después.
ㅡSomos Lee pero no Heeseung.
Jaeyun hace amague en levantarse tan pronto escucha a su cachorro, con Soobin tomándolo de los hombros para mantenerlo en su asiento, el omega puchereando de inmediato.
ㅡTranquilo mamá gallina, tus pollitos están bien. - Bromea Soobin ante la actitud de Jaeyun, quien parecía que tenía mucho de no ver a sus cachorros cuando la realidad era que solo eran cuestión de horas mientras se preparaba para la boda que se llevaría a cabo esa noche.
Su boda, ah.
Jeongyeon riendo con diversión por la actitud de su nieto, no hace más que abrir la puerta, asegurándose primero que de verdad se tratara únicamente de los cachorros y no alguien más siendo cotilla.
Cof cof un Lee Heeseung quizás.
A Jaeyun le brillaron sus ojitos tan pronto vio a sus cachorros, únicamente siendo Jayoon quien no estaba con ellos, más no fue impedimento para que una enorme sonrisa adornaba su rostro, con ambos cachorros corriendo hacia él. Y quizás Jaeyun se siente chiquito cuando ambos cachorros se quedaron a menos de un metro lejos de él, con sus boquitas abiertas en una exagerada mueca y sus orbes miel brillando bonito.
ㅡWow... papi... ¡Papi es tan lindo!
Con la emoción en la voz de Chaeyeon, Jaeyun se siente derretir, abriendo sus brazos hacia ellos, ignorando la mueca de pánico que inundó el rostro de Soobin ante su accionar, escuchándolo a lo lejos soltar un "solo no toquen su cabello" que los Lee -Jaeyun también cof cof- ignoraron, importando poco en ese momento.
Porque se habían extrañado así de mucho, aunque solo se tratara de unas horas, pero... ¡era mucho!
Ugh.
ㅡPapi. -Minho llama de pie a sus pies, con Chae en el regazo del omega, quién estiró su mano cálida para pasarla en la mejilla del cachorro, con Minho casi ronroneando tal cual felino con el dulce contacto de su papá. ㅡPapi luce como un príncipe.
El más lindo de todos.
Jaeyun se siente sonrojar por el cumplido de su cachorro, dejándole un beso en su frente, sonriendo bonito.
ㅡ Gracias mi vida, pero para papi tu eres el príncipe más lindo de todos.
Y no puede no reír cuando don ya soy grande papi refunfuñó, con sus mejillas rosáceas soltando en un balbuceo un "soy grande para esas cosas, papi" que por supuesto Jaeyun ignoró, porque no importa cuánto tiempo pasara, Minho siempre iba a ser ese dulce bebito que había llegado a él con sus seis añitos hablando como todo un adulto.
El "no tengo celular, tengo seis años, señor" que marcaría su vida completamente.
Bueno, no es tiempo de llorar, para eso más adelante.
Después de unas palabras compartidas, un par de berrinches del don ya soy grande para esas cosas y unas palabras bonitas de Chaeyeon, Jaeyun sonríe bonito cuando Minho habló para él, incluso antes de poder preguntar.
ㅡAntes de que preguntes, Jayoon está con el tío Beomie. -Minho le dice, casi en protesta. ㅡPapi sabe que Jayoon no puede estar con nadie más.
Cierto, don escolta personal de Lee Jayoon.
ㅡNadie va a hacerle daño, Min, ya se los he dicho.
Tanto Minho como Chae bufaron, negando.
ㅡNo pero... -Y Minho aprieta sus labios. ㅡNo quiero que el tío Jongseong esté con Jayoon, después la asusta.
Ugh esa constante pelea de Minho y Jongseong parecía nunca acabar.
Y antes de poderle decir algo, Minho toma a su hermana de la mano, acercándose a su papi para dejarle un besito en su mejilla, apurando su paso sin dejar a Jaeyun reaccionar, apenas soltando algo que hace al omega rodar sus orbes con diversión.
En serio nunca dejarían esa rivalidad que llevaban.
Porque antes de irse, Minho no suelta más que un "mejor nos vamos antes de que el tío Jongseong se atreva a ver a Jayoonie" saliendo sin más.
¿En serio tenían uno treinta años y el otro nueve?
Ah, qué difícil.
Y Jaeyun vuelve a pucherear cuando se encuentra una vez más con su abuela y su hyung, quejándose cuando Soobin no hace más que apresurarlo.
ㅡ¡Ponte el traje que es tarde, Yun!
Ish, tanto alboroto, si supieran que ellos ya se habían casado a escondidas sin necesidad de estar en las Vegas con un Elvis Presley.
Les daba el infarto de saberlo de seguro, por eso prefería guardar silencio, siendo un secreto únicamente suyo y de su alfa.
De todas formas esa noche tan sólo sería una ceremonia para unirse bajo ley ante muchos testigos, porque su alma y lobos estaban entrelazados hacía mucho tiempo.
Sin necesidad de un papel que hiciera constar lo mucho que se complementaban.
Ah.
ㅡ¡¿Cómo que se casaron ese día en la playa?!
Bueno, retiro lo anterior dicho, quizás no era un secreto únicamente de ellos, porque el golpe de reproche que recibió Heeseung en su brazo lo dejó en claro.
Beomgyu parecía uno de esos tomates que tanto uno de que él odiaba, porque quizás se sentía poquito traicionado, decepcionado, engañado, equis, no sabe cómo decirlo.
Pero en serio, ¿qué estaba mal con ellos dos? Sinceramente estaba muy indignado, Beomgyu molesto carita triste.
ㅡYah, por eso no quería decirte.
Beomgyu bufa, quitándole la cara, con Heeseung queriendo reír divertido, pero valoraba su vida, así que prefería quedarse en silencio.
Yah, no era para tanto, ¿no? Tan solo se habían casado sin necesidad de una ceremonia como la de ese día.
Bueno, en su defensa y en la de su omega, ese día el ambiente era perfecto y su única testigo fue la Luna, nadie más que ella.
Pero tampoco era tan grave... ¿no?
ㅡEs que... ¿sabes qué? Apenas concluya la ceremonia no quiero que me hables por lo menos hasta que tengan otro hijo, de no ser así no me hables, eres un traidor.
Y aunque estaba diciendo todo esto con su ceño fruncido, estaba ayudándolo a colocarse su saco negro, ayudándolo con las mangas del mismo, viendo que su cabello estuviera impecable, con Heeseung riendo.
ㅡ¿Qué es tan gracioso, idiota? No me hables.
Ah, pobrecitos los Choi-Kang, en serio.
ㅡMe hace gracia que me digas que no te hable por el resto de la vida mientras me estás ayudando a colocarme el saco para mi boda.
Beomgyu chasquea su lengua tan pronto lo escucha.
ㅡQue conste que lo hago porque sigo queriendo a Yun y por supuesto que a los cachorros, pero en cuanto a tí, ni se te ocurra dirigirme la palabra.
ㅡ¿Por qué sólo te enojas conmigo y no con Yun? -Inquiere con diversión, Beomgyu mirándolo con incredulidad.
Alfas tontos.
ㅡPorque Jaeyun es un amor de persona y porque sé que él me hubiera contado, no como... otros.
Heeseung no pudo evitar reírse.
Ay pobre Beomgyu.
ㅡ¿Y si te dijera que la idea fue de Yun? -Y Beomgyu lo mira esperando que aclare que es una broma, más cuando Heeseung no lo hace, solo tiende a boquear, arrugando su ceño.
ㅡ¿Saben qué? Mejor no me hablen, ustedes par de Judas.
Y sin más sólo se fué, dejando a Heeseung listo para su boda y con una risa en su boca, porque aunque Beomgyu deseara aparentar estar molesto y sentirse decepcionado, la realidad era que al día siguiente los llamaría reclamando el por qué no lo han ido a visitar si tanta falta les hace.
Ah, todo un reto.
Pero Heeseung sabe que fue el mejor hermano de otra madre que pudo encontrar jamás. Realmente lo adoraba así de mucho.
Mucha parla, poca boda.
Manos a la obra dijo Bob el constructor
Hola Diosa Luna, son ellos una vez más.
Cuando desde el altar Heeseung fue capaz de ver a su omega caminar hacia él, puede jurar que la calidez enorme que se instaló en su pecho lo obligaba a tomar aire, no logrando creer que fuera tan privilegiado para poder casarse con un omega como lo era Jaeyun.
Su omega, su bonito omega.
Quien parecía deslumbrar como nadie lo hacía ahí, con las luces artificiales de los faros de luz que adornaban el lugar iluminando cada detalle en él, luciendo realmente angelical.
Si Heeseung estaba soñando pide por favor jamás despertarlo.
Porque cuando tuvo a su omega al lado, entrelazando sus manos mientras se lanzaban unas sonrisas bonitas y sinceras, Heeseung sabe que mejor regalo no pudo recibir del universo, siendo únicamente ese omega que lograba admirar y adorar todo lo que él siempre deseó.
Y se contuvo, tuvo que contenerse a robarle un beso y besarle su bonito rostro, solamente porque la ceremonia apenas y empezaba, y aún así, con el padre diciendo lo típico de cada boda, Heeseung no tenía sus ojos y atención en algo más que no fuera su omega.
Tan malditamente lindo, ah.
Y Jaeyun se percató de esto, sonriéndole bonito a su alfa, ambos sumidos en sus orbes, la voz del padre escuchándose lejana, porque en ese momento no importaba algo más que no fuera ellos dos.
Ahí, de pie, con sus manos unidas y sus corazones palpitando en sincronía, ambos saben que ese es su lugar, que ahí pertenecen y que ahí siempre estarán bien.
Porque se amaban y se complementaban así de muchito.
Tan solo fueron conscientes en el momento que dijeron el tan famoso "sí, acepto", que para ellos, esa promesa había sido hacía mucho tiempo, desde que sus lobos se reconocieron y se aceptaron mutuamente sin más. Siendo ese "sí, acepto" una confirmación necesaria únicamente para seguir con el protocolo establecido, pero ambos sabían que eso iba más allá de ellos, y conocían perfectamente que desde el primer momento ese "sí, acepto" había sido pronunciado sin necesidad de decirlo en voz alta.
Su unión fue desde tiempo atrás, esa siendo para ellos una ceremonia oficial, más no siendo más fuerte que todo lo que ya vivieron. Por ello no les importó saltarse los discursos, llegando al momento de colocarse los anillos y finalmente unir sus labios, susurrando contra los mismos millones de promesas de amor y muchos te amos que iban más allá de simples palabras.
Finalmente, ambos entendieron que siempre fueron ese destello de esperanza y luz que siempre necesitaron, ambos siendo esa pieza del rompecabezas que faltaba para completar el mismo, sus corazones, almas y cuerpos entrelazados, llenos de promesas por cumplir.
Simplemente son todo lo que necesitaban para ser plenamente felices.
Dice el dicho que después de toda tormenta siempre saldrá un arcoiris, llegando con este junto a la calma. Y tanto Heeseung como Jaeyun no saben cuántas tormentas atravesaron, pero estar en ese momento con sus corazones latiendo en sincronía era la prueba misma de que después de todo podrían vivir tranquilos, amándose y cuidándose mutuamente.
Finalmente podrían amar sin miedo a las consecuencias que esto trae, porque sea lo que sea saben que lo enfrentarán sin problema ahora que están juntos y ya no más deberán pelear batallas solos.
ㅡVamos a amarnos y ser felices todo lo que la vida nos permita, bambi hyung.
Apretandolo contra su cuerpo y besando sus mejillas con adoración, Heeseung asintió, dejando un besito en sus belfos.
ㅡTodo lo que la vida nos permita, mi amor.
Cuídense mucho.
Nos leemos pronto~
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