Se sentía perdido, con un vacío en su pecho.

Miraba a los presentes desesperado, sentir ese dolor en su pecho aumentar conforme pasaban los minutos y no sabía de la cachorra.

Entonces sin medirlo, se acercó al alfa, tomándolo por los hombros para que lo mirara, exigiendo respuesta.

ㅡ¡¿Dónde está Chaeyeon?!

Para entonces Heeseung reaccionó, titubeante mientras lo guiaba a metros de ellos, adentrándose al cuarto donde estaba la cachorra con su oxígeno, no esperando que su lobo reaccionara cuando el omega soltó un jadeo angustiado, viéndolo correr hacia la camilla, teniendo sumo cuidado en tocar a la cachorra.

ㅡO-oh Chae... -Sollozó más el omega, con cuidado acariciando los cabellos oscuros de la cachorra. ㅡBonita... Jaeyun está aquí. -Le habla bajito, tratando de sonreírle aun así la menor no lo viera. ㅡ Prometí que nos veríamos de nuevo, tardé demasiado, ¿no es así?

Diciendo esto, se dedicó a mimar a la cachorra, acariciando con cuidado una de sus manitas y sus cabellos oscuros, mientras regulaba su llanto, sin dejar de ser consciente respecto a la presencia del alfa a sus espaldas.

Quién hasta entonces sólo se había mantenido en silencio, prestando suma atención a la interacción de ese omega con su hija.

No entendía por qué su cachorra iba a necesitar a ese omega.

No entendía por qué.

Él quería entender, pero su momento de preocupación no se lo permitió. Preguntándose una y otra vez quién era ese omega y por qué sus hijos parecían tener una conexión especial con él.

Si era un desconocido.

Heeseung ingenuamente ignoró el hecho de que ese omega era desconocido para él, pero para sus cachorros era una historia diferente.

El pelinegro se movió de lugar, sentándose sobre un banquillo al lado de la camilla de la cachorra, quedando así, de frente al alfa, más Jaeyun no lo miró, su atención puesta totalmente en mimar a la cachorra, buscado cómo consolar su lobo quién no hacía más que llorar en su interior.

El alfa posó su mirada detenidamente en el omega, por primera vez logrando apreciar un poquito sus facciones.

Bonito.

Era muy bonito, tenía sus ojitos bonitos, pequeños y dorados, un dorado muy bonito, y sus ojos eran expresivos. Tenía una nariz mediana y recta.

Posó su mirada en los labios ajenos, admirando lo pequeños y regordetes que eran, poseyendo un natural rojizo que los hacía lucir muchísimo más lindos.

Bonito, todo en él era bonito.

Cuando regresó sus orbes a los ajenos, sintió sus orejas calentar, porque ya tenía la mirada triste del omega en él, quién ignoró totalmente la acción del alfa, absorbiendo su nariz mientras carraspeó después.

ㅡY-yo... sé que no nos conocemos mucho... -Murmura el omega, posando su mirada en la pelinegra mientras seguía diciendo. ㅡP-pero quiero... ¿puedo saber qué pasó?

Y cuando esos ojitos dorados y tristones regresaron a él, Heeseung supo que jamás se podría resistir a ellos, sintiendo esa sensación en su interior de una manera diferente a las demás que había sentido.

Más no comprendió.

Se acercó a pasos lentos hasta la camilla de su cachorra, al lado contrario del omega, y sintió su interior dar un brinco cuando miró al pelinegro mimando con sumo amor a su cachorra.

ㅡSe enfermó hace unas semanas. -Comienza a decir, sintiendo la mirada del omega en él. ㅡAl inicio era una simple gripe, pero a pesar de las medicinas y el cuidado, Chaeyeon empeoraba con los días. Ayer por la noche tenía mucha fiebre, iniciando la madrugada noté que le costaba respirar y cuando ingresé le colocaron la mascarilla con el oxígeno de inmediato, la doctora dijo que estaba débil y sus pulmones estaban fallando. -Y puede que se rompiera cuando escuchó al omega sollozar, siéndole imposible no aguar su mirada, todo lo que había soportado en las horas mientras se obligaba a mantenerse firme, cayendo sobre él como balde de agua fría. ㅡLa doctora le hizo exámenes y aún no me da respuesta.

Y miró con su mirada borrosa, cómo el omega besaba con cuidado la manita de su bebé, dándole caricias con su nariz y repitiendo la acción, mientras lo escuchaba susurrar:

ㅡV-va a estar bien, Chae va a estar bien, yo lo sé... -Dijo firme, sin titubear, lo más claro que su voz lo dejaba. ㅡY-yo le prometí que nos veríamos y ella sabe que cumpliré, v-va a estar bien.

Heeseung quiso preguntarle por qué decía saberlo, por qué le estaba dando esa seguridad de que rápidamente podría llevarse a su cachorra con él a casa.

Pero guardó silencio, limpiando sus orbes en su lugar cuando escucharon la puerta ser tocada, la misma abriéndose dejando ver a la doctora encargada de Chaeyeon.

La omega se acercó hasta la camilla de la cachorra, revisando los aparatos que tenía, antes de mirar la ficha que traía con ella, dándole una mirada a los dos antes de decir:

ㅡMe da mucho gusto que su omega esté aquí, señor Lee. ㅡDijo, dándole una sonrisa a los mencionados, perdiéndose la mirada avergonzada de los dos. ㅡComo predije, la compañía de su omega le ayuda muchísimo, su hija se está recuperando muy rápido. -Anunció, sacándole una sonrisa a los dos. ㅡLos estudios que le hice no demuestran nada malo en ella, sí tenía la fiebre muy alta y le dificultaba respirar, en especial porque se encontraba demasiado débil, y esto no es médico. -Les dijo. ㅡPero estoy casi segura, de que la niña tiene una alta dependencia de su omega, no sé qué sucedió, pero según mi experiencia, puedo deducir que tuvieron alguna lejanía, y la niña enfermó debido a ello. -La doctora notó la duda en ellos, suspirando al decir. ㅡUna forma de decirlo más claro; su hija sintió que era abandonada y su dependencia al omega la hizo enfermar. -Dice rápidamente. ㅡAsí que realmente les aconsejo que no se separe de la cachorra. -Le dice al omega. ㅡAl menos no por un plazo muy largo, y de hacerlo, explíquele el por qué de su lejanía, háganla saber que no será abandonada, porque de no ser así, Chaeyeon tendrá problemas más graves en el futuro.

Entonces Heeseung quizás entendió.

Odiaba a Na-eun.

Quizás más de lo que alguna vez quiso.

Minutos después la doctora les recomendó irse a su casa y que a primera hora del día podrían regresar, puesto a que la cachorra estaría dormida el resto de la madrugada.

Más Heeseung no cedió, al menos por el momento.

ㅡSolo, les recomiendo que usted, señor...

ㅡJ-Jaeyun. -Susurró el omega cuando la doctora se dirigía a él.

ㅡJaeyun, le recomiendo que usted esté aquí a primera hora, ambos, si pueden. Estoy segura de que la cachorra estará muy feliz de que usted esté aquí con ella.

Ambos asintieron, agradeciendo después.

Y Heeseung sin pensarlo, salió de la habitación una vez la omega lo hizo, sintiendo el nudo que permanecía en su garganta, a punto de explotar.

No podía permanecer impasible por un segundo más.

Cuando el alfa terminó de contar lo que había pasado minutos antes en la habitación dónde estaba su cachorra, se encontraba sollozando poquito sin poder contenerse, escondiendo su rostro en sus manos, sintiendo a su amigo a su lado, sin decir palabra.

Beomgyu no sabía que decir, ciertamente, tomando su tiempo para analizar lo que su amigo había dicho.

Entonces era cierto lo que él pensaba, sin embargo, era aún más profundo.

Viendo a su amigo llorando sin contenerse más, abrumado por la información que aunque conocía, no lograba entender, recordó entonces las palabras sabias que su abuela le había dicho hace muchos años, contándole la teoría que en sus años se tenía, misma que fue confirmada tiempo después y justamente el omega podía saber en ese instante, que era todo cierto.

Respirando profundamente y aclarando su mente, sentados en la cafetería del hospital, Beomgyu decidió relatar el cuento que sabía, posiblemente le haría entender a su amigo lo que estaba pasando con su cachorra y el omega de ojos dorados.

ㅡCuando era pequeño mi abu me contaba muchas historias de sus años de niña y adolescente, así como muchas teorías que no podían ser confirmadas por profesionales, simplemente por intuición, vista y olfato. -Comenzó a decir, ganándose la atención del alfa. ㅡEntre sus historias recuerdo perfectamente una, respecto a la relación del omega lobo con sus cachorros. -Dice, tratando de ser lo más claro posible. ㅡSabemos que el lobo de nosotros los omegas está capacitado para cuidar con su vida a sus cachorros, y quienes también, pueden morir si al cachorro le ocurre algo. Sin embargo, según me contó mi abu, también puede suceder con un cachorro que no sea nuestro. -Heeseung se quedó en silencio, escuchando atento. ㅡ Según decía mi abuela, nuestro omega y el cachorro tienen una conexión especial, igual no sucede que cualquier cachorro, porque debe ser recíproco, tanto el cachorro como el omega toman una dependencia de ambos, y si alguna de las dos partes es alejada o se aleja, termina sufriendo más quien sea más débil. A su vez, de que el omega estará entrelazado con un lazo muy fuerte hacia el cachorro, es casi seguro de que dará su vida de ser necesario.

ㅡC-crees... ¿Crees que eso pasó con ellos? -Se animó a preguntar el alfa, absorbiendo su nariz, aún analizando lo que su amigo decía.

Beomgyu asintió.

ㅡ Chaeyeon fue abandonada por su mamá omega con un año de edad, ella estaba consciente de la compañía, pero no creo que se haya creado un apego con Na-eun, puesto a que esa mujer nunca le dio el trato que Chae necesitaba. -Muerde su lengua cuando las ganas de maldecir querían salir, tratando de mantenerse cuerdo. ㅡ Hee... sabemos bien que eso afectó más a Chaeyeon de lo que se creería. -Heeseung solo asiente, sin lograr decir nada con el inmenso nudo en su garganta. ㅡPienso que el lobo de Chae y el de Jaeyun se encariñaron demasiado, increíblemente rápido diría yo, del otro, puede que el lobo de Jaeyun sintiera la soledad en él, o la desesperación en Chaeyeon por el amor de su mamá, no lo sé a ciencia cierta, lo que sé. -Dijo serio, tomando las manos del alfa. ㅡEs que no puedes, por nada del mundo, separar a Jaeyun de Chaeyeon, Heeseung.

Heeseung no planeaba hacerlo.

Soobin abrazó a su mejor amigo, escuchándolo sollozar bajito, aunque se encontraba más calmado. El reloj marcaba las 2:00 am, minutos antes habían salido del hospital, a Jaeyun se le dificulta despegarse de la cachorra, pero tenía que hacerlo al final de cuentas.

ㅡ¿Te encuentras mejor? -Preguntó bajito el alfa, dejándole caricias en su espalda.

El omega asintió, separándose de su mayor, absorbiendo su nariz mientras limpiaba sus orbes, respirando después, tratando de reponerse.

ㅡ¿Quieres contarme qué pasó allá dentro? -Dice cuidadoso, guiando al pelinegro hacia su auto.

Jaeyun negó, mordiendo su labio.

No quería hablar, estaba cansado, y quería estar a primera hora nuevamente en el hospital.

ㅡQuiero dormir, hyung. -Murmuró, colocándose su cinturón. ㅡQuiero estar aquí cuando Chae despierte por la mañana.

Soobin solo asintió, colocando su cinturón mientras encendía el motor, al mismo tiempo en que el omega apoyaba su rostro en el vidrio del carro, parpadeando apenas cuando visualizó una figura acercándose al auto de su mayor, su vista siendo clara cuando la escasa luz artificial del lugar dejó ver el rostro del alfa que se acercaba, igual o peor de lastimado que el suyo.

Oh, Heeseung.

Y sin decir nada, Jaeyun desprendió su cinturón, saliendo del auto con cautela, acercándose al alfa a metros de donde estaban ellos, llamándolo en una petición silenciosa.

No sabe siquiera por qué salió del auto, más el impulso fue mayor.

No había tenido gran oportunidad de entablar una buena conversación con el alfa, sus circunstancias no siendo las mejores las pocas veces que se encontraron.

Notó quizás por segunda vez, que el alfa tenía mucha presencia, haciendo que sus vellitos se erizaran desvergonzadamente.

El alfa le intentó sonreír poquito una vez estuvieron frente a frente, él copiando su acción, a pesar de que ambos tenían sus orbes rojos e hinchados, un claro indicio de que de alguna forma, ambos compartían el mismo sentimiento y dolor.

Heeseung entonces recordó lo que lo llevó a ese lugar, donde tuvo que correr desde la sala de urgencias hasta el estacionamiento para poder hablar con ese omega, diciéndose que no podría dejarlo ir sin hablar con él.

Entonces suspiró bajito, sonriendo mientras bajaba su mirada algo avergonzado, con los orbes dorados bonitos frente a él.

ㅡY-yo... gracias.

Jaeyun casi boqueó, sintiendo su corazón latir rápido.

Ugh.

ㅡS-sé que no hemos tenido gran oportunidad de conocernos, pero-

ㅡPara todo hay un momento, y el nuestro recién llegará. -Murmuró el omega, esta vez siendo el alfa quien boqueara, sonriendo después mientras asentía. ㅡHe visto varias veces a Minie y Chae, solo... mucho gusto, lamento lo de antes.

Heeseung sabía que hablaba de la manera en que lo trató estando en la sala de emergencias, pero también entendía que no era precisamente el mismo chico que le hablaba con suma calma en ese momento.

ㅡMucho gusto también. -Responde el alfa, una gran sonrisa iluminando su bonito rostro. ㅡNo quisiera quitarte más tiempo, solo quería decir que- muchas gracias, de verdad.

Jaeyun asintió, abrazándose a sí mismo mientras se contagia con la sonrisa ajena.

Era bonito, muy bonito.

ㅡGracias a usted, de verdad.

Y Heeseung lo pensó, tan solo dos segundos para decidirse.

Solo dejaría su instinto y corazón guiar cualquier decisión e idea.

ㅡ Espero verte por la mañana, quisiera... ¿podríamos hablar una vez le den el alta a Chaeyeon?

Jaeyun asiente de inmediato, no pensándolo siquiera.

Claro que sí.

ㅡPerfecto, nos vemos mañana, entonces.

Jaeyun asintió de nuevo, alejándose.

ㅡMañana será.

Y sus corazones, o corrían un maratón dentro, o claramente estaban cayendo en lugares desconocidos.

No sabían cuál opción sería, pero tampoco se preocuparían en averiguarlo.

Dejarían las cosas a manos del universo.

Última actualización semanal, espero que tengan un buen término de semana y no se estresen de más. Al final de cuentas todo tiene un final feliz 🥰

Cuídense mucho, lxs adoro. 💖

Nos leemos pronto~