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⚠︎ Advertencia: El contenido de este capítulo contiene fondos +18. No se busca sexualizar a ningún idol solamente es el uso de su nombre. Si no te agrada este contenido te invito voluntariamente a saltarte este capítulo y evitar los malos comentarios. Sin más que decir, sigan leyendo la historia. ⚠︎

Horas después de que Heeseung se marchara a un hotel debido a su celo, Jaeyun comienza a sentir su ausencia, resintiendo la misma. Su alfa le había pedido que se mantuviera ahí, porque bueno, sus celos eran fuertes, Jaeyun entendía que su alfa temía lastimarlo; ¿Pero su lobo qué? Su lobo lloraba el rechazo de su alfa, le dolía imaginar que fuera por otra razón y no porque deseara cuidarlo.

Jaeyun entiende, no es terco, pero sentir a su lobo llorar en ausencia de su alfa cuando este estaba en celo, lo estaba inquietando muchísimo.

Entonces se removió en la cama que olía a su lobo, apretando sus labios cuando la incomodidad y algo de desesperación se instaló en su pecho, dejando no más que su lobo reclamando la lejanía con su alfa.

Ugh, alfa.

Se sentía patético, porque mierda, en su delirio de desear estar con su alfa en ese instante, él se tomó el atrevimiento, se tomó la libertad, dejando ilusión en su lobo cuando él se preparó para su alfa.

Se limpió para su alfa, se preparó para él.

Y mierda, no sabía siquiera si iba a poder estar con él o no, pero su omega lo había instado, ambos deseando eso más que nada.

Alfa.

Jaeyun cierra con fuerza sus orbes, intentando acallar su mente y lobo, quienes lo atormentaban con el solo hecho de imaginar a su alfa sufriendo en la soledad de una habitación de hotel, como sabía, sucedía. No podía estar tranquilo cuando sabía que su lobo lo llamaba, cuando pedía por él, por su atención y cuidado.

Su alfa lo quería con él.

Cuando su pecho dolió y la desesperación del alfa la sintió como propia, no dudó más que dos segundos en marcar el número de celular de emergencia que tanto su alfa como él tenían, colocándose de pie, yendo hasta la habitación de sus cachorros, la madrugada apenas llegando a ellos, con los cachorros durmiendo plácidamente.

Omega.

Sintiendo un tirón en la parte baja de su estómago, Jaeyun muerde sus labios cuando la línea conectó, la voz adormilada del omega mayor atravesando el silencio del lugar.

ㅡ¿Yunie?

Beomgyu era su ángel guardián, no había duda.

ㅡHyung, y-yo... -Mierda, no sabía siquiera qué decir ni cómo excusarse. ㅡLamento molestarlos, es sólo que-

¿Es solo que qué? Tenía pena decirle a su hyung que iba a desobedecer lo que su alfa le pidió, porque ansiaba poder tenerlo con él.

Porque su lobo estaba exigiendo ir por su alfa.

Ah.

ㅡH-heeseung hyung-

Y suspira aliviado cuando Beomgyu parece conocer lo que pasa, siendo cuestión de segundos, un cruce de palabras del otro lado de la línea, su voz suave llegando como calmante a él.

ㅡNo digas nada, entiendo. -El otro omega dijo de inmediato, su voz tan dulce y tranquila, quizás buscando cómo calmar a Jaeyun. Y el pelinegro agradece esto, esperando los segundos que su hyung tarda en hablar.- Tyunie va para allá, solo espera unos minutos.

Y corre nuevamente a la pieza que compartía la mayoría del tiempo con su alfa, porque bien, no vivía oficialmente ahí, pero su olor estaba por todas partes, pareciendo lo contrario.

Con rapidez, sintiendo sus manos temblar y su lobo aullar, tomó un par de prendas, a sabiendas que, si su alfa le permitía quedarse con él, atenderlo en ese momento de lujuria, sabía que no sería solo cuestión de horas. Por ende, solo llevó lo necesario, siendo más ropa del alfa que cualquier otra cosa.

Y joder si no le rogaba a la Diosa Luna que su alfa no fuera a rechazarlo, porque no sabe cómo va a sentirse de ser así.

No una segunda vez.

Nuevamente, él entendía el miedo de su alfa, pero Jaeyun estaba seguro que siendo controlado por su instinto o no, Heeseung jamás haría algo para lastimarlo.

Porque no había otro lugar donde se sintiera tan seguro como lo hacía estando en los brazos de ese alfa.

Y mierda, él quería eso, más que nada lo ansiaba. Era omega y hombre, no podía negarle por más tiempo a su instinto, a sus deseos carnales de tener a su alfa, no cuando su omega lo amaba con locura, y de nuevo, no cuando Heeseung era su lugar seguro.

Él quería a su alfa, y no permitiría que sufriera los dolores de su celo solo, no piensa permitir que su alfa esté en agonía por horas y horas.

Omega.

Se siente casi desmoronarse los minutos de agonía que pasan hasta que el motor de un carro se escucha a las afueras de la casa, suspirando aliviado.

Porque la necesidad de estar con su alfa lo estaba consumiendo, sintiendo su lobo aullar.

No estaba marcado y aun así su conexión con el alfa lo estaba haciendo lloriquear en su ausencia, no quiere imaginar qué pasaría si una marca yaciera en su cuello.

Y oh, debe dejar de pensar en tantas cosas, porque imaginar una marca en su cuello únicamente de ese alfa que tanto adoraba, joder si no la ansiaba.

Alfa.

Cuando segundos después, los orbes adormilados y suaves de Taehyun lo recibe, solo corre nuevamente hacia la habitación de los cachorros, llegando tan pronto a ellos, con suma delicadeza dejando un beso en las mejillas de estos, prometiendo que estarían bien y que pronto volvería con ellos.

Compartió un par de palabras con Taehyun, quien le aseguró que tanto él como sus lobos cuidarían a sus cachorros con su vida, pidiéndole que ellos también se cuidaran.

Y no sabe si en sus palabras iba o no el doble sentido, pero sus mejillas calientes lo dejaron expuesto, haciendo a Taehyun apenas sonreír.

ㅡ Un tercer Lee no estaría mal.

Taehyun tenía que callarse, porque en ese preciso instante donde su lobo lloriqueaba por su alfa, lo menos que necesitaba era pensar en cachorros.

Oh.

No, no, no.

Mierda.

Poco después, Jaeyun agradece al universo que su alfa le haya dejado el nombre del hotel donde estaría y el número de habitación, solo por precaución. Y bueno, era algo importante, Jaeyun sabía que estaba bien usar eso a su favor.

De nuevo, agradece que esto haya sido así, porque en ese momento dónde su mano temblaba al no atreverse a tocar la superficie de madera, teme pensar qué hubiera hecho de no saber dónde estaba su alfa.

¿Qué haría con esa necesidad que lo estaba asfixiando por su lobo exigirle ir con su alfa? No desea siquiera imaginar qué sería de él en otro escenario.

En ese momento solo se concentrar en tomar una respiración profunda, pensando tan solo segundos lo que pasaría una vez lograra ingresar por esa puerta.

Ah.

Y mordiendo su labio, sintiendo todo en él como un remolino de emociones, por fin tiene la valentía de tocar con sus nudillos la superficie de la puerta café, abriendo de más sus orbes cuando no pasaron ni tres segundos y la puerta fue abierta, tan rápido como si la otra persona estuviera esperando por él.

Joder.

Jaeyun retiene un sonido ahogado en su garganta cuando tuvo la vista del alfa frente a sus orbes, y ah, Heeseung era malditamente hermoso y...

Tan caliente, mierda.

Aunque ese pensamiento jamás abandonó su mente, Jaeyun se concentró en cómo lucía el alfa, más allá de verse hermoso y de que su lobo lo ansiara, sus ojitos preocupados recorrieron el rostro ajeno, casi jadeando al ver al alfa decaído, el aroma fuerte de este inundando todo su ser, haciendo que su omega se retorciera en deseo.

Oh.

Mordiendo sus labios, conecta sus orbes dorados con los ajenos, casi jadeando cuando ve los orbes de su alfa inyectados en zafiro, tan malditamente lindos y temibles dependiendo la ocasión. Y sabe, siente que se trata de su alfa saliendo a flote, siendo el que más presente estuviera.

Bien, sería algo completamente nuevo para él.

Porque ver a Heeseung o bien, a su lobo exponerse en un momento de ira o de angustia, era completamente diferente a ver a su lobo tomando las riendas de su cuerpo cuando lo único que en ese momento de delirio deseaba, era poder tomar a su omega.

En resumidas cuentas, follarlo.

No era como que Jaeyun estuviera ahí por otra cosa que no fuera atender a su alfa, queriendo que este sufriera lo menos posible sus horas de celo.

Conoce perfectamente que sin la compañía de su omega Heeseung la pasaría muy mal, su lobo haría el proceso más doloroso al no tener a su omega con él, atenderlo en su necesidad.

Ah.

El menor suelta un suspiro bajito cuando tiene los orbes zafiro del alfa en él, recorriendo su cuerpo de pies a cabeza, sus miradas conectando después.

Más allá del calor que emanaba el alfa, Heeseung lucía fuera de sí, su mirada cansada y desenfocada, señal de que su lobo estaba presente y en cualquier momento buscaría como atacarlo, exigiendo un omega.

Que lo llamen masoquista, pero mierda si Jaeyun no sabía que debía estar ahí, importando poco lo que su alfa le había pedido, él no se quedaría de brazos cruzados mientras su alfa sufría por largas horas, su cuerpo buscando atención de su omega.

Por ello no se dejó notar nervioso cuando Heeseung alargó uno de sus brazos hasta tomar el suyo, arrastrándolo hacia él.

Ugh.

ㅡH-hyung-

ㅡ Omega. -Jaeyun tiembla cuando tiene la nariz del alfa en su cuello, este temblando en sus brazos, su voz saliendo ronca y baja cuando dice: ㅡDesobedeciste.

Duh.

De nuevo, no obedecerá algo cuando es lo que más desea, y lo que, en celo o no, su lobo le insta a hacer.

Atender a su alfa, así de sencillo.

ㅡQuiero que tu celo duela lo menos posible, bambi hyung. -Cuando el alfa niega en su lugar, Jaeyun lo toma por los hombros, haciendo que alzara su cabeza. ㅡH-hyung... mírame. -Y tener esos orbes inyectados en zafiro en sí, definitivamente hizo que todo en él se estremeciera, su lobo ansiando tener a su alfa en él. ㅡN-no me vas a lastimar, ¿de acuerdo? No lo vas a hacer, d-déjame ayudarte... ¿sí?

Heeseung cerró sus orbes con fuerza por unos segundos, uniendo sus frentes, su lobo rogándole ir por su omega, llenarlo todo de él.

Omega.

Jaeyun lo tomó de sus mejillas, conectando su mirada con el alfa, y en su delirio, Heeseung fue capaz de leer la seguridad en las estrellitas doradas que tanto amaba, no negándose un minuto más.

Mierda.

Tomó con fuerza la cintura del menor, siempre procurando cuidar de su omega, uniendo sus belfos en un necesario contacto, susurrando con seguridad hacia Jaeyun después.

ㅡN-no te voy a hacer daño... no, no voy a dañarte jamás. -Y parecía que se quería recordar esto a sí mismo, porque siendo su lobo quien mandara o no, Jaeyun sabía que tanto Heeseung como su lobo jamás lo lastimaría, y lo único que buscarían era cuidar de él.

Era lo que más deseaba.

Asintió repetidas veces, afirmando lo que el alfa dijo. Entonces complacido se apega a Heeseung cuando este así lo hace, abrazándose a este por sus hombros, gimiendo gustoso cuando tuvo los labios del alfa en los propios, amando poder sentir las grandes manos del pelinegro adueñarse de su cintura, acariciando con suma delicadeza y adoración la zona.

Lo amaba mucho, podía reafirmarlo.

Alfa.

Jaeyun gime más que complacido cuando tuvo la boca del alfa en la propia, con este tomándolo con fuerza de sus muslos, haciendo que en un pequeño salto enredada sus piernas en la cadera propia del alfa, mismo que se dedicó a besar sus labios, bajando hacia su mandíbula, dejando pequeños chupetones en la zona junto a un pequeño hilo de saliva.

Ah.

Alfa.

Todo en él se estremece cuando tiene su espalda sobre las sábanas, su cuerpo temblando poquito al tener al alfa encima suyo, sin llegar a lastimarlo pues este estaba sosteniendo su peso. Heeseung se dedicó a controlar su respiración al mismo tiempo que hundía su nariz entre el cuello y hombro de su omega, besando y chupando la zona con adoración.

Omega.

ㅡM-mío... omega mío.

Definitivamente era así.

Jaeyun se estremeció cuando el alfa se apartó tan solo poquito de su cuerpo, quedando arrodillado en la cama. Ve con atención al alfa desprenderse de sus prendas, con rapidez dejando su desnudez ante el omega.

Jaeyun siente la sangre subirle al rostro, conectando sus orbes oscuros con los zafiro del alfa, sintiendo su estómago bajo punzar con antelación cuando escuchó una risa baja y ronca del alfa.

Oh, maldito.

ㅡ¿Te gusta lo que ves, mi amor?

Qué clase de pregunta tan estúpida era esa.

Duh.

Jaeyun se abstiene de responder con palabras, atrayendo en un rápido movimiento al alfa hasta tenerlo sobre él una vez más, abriendo sus piernas para darle espacio a acomodarse en medio de ellas.

Heeseung sonríe cuando lo tiene cara a cara, sus orbes destellando zafiro, sonriendo de medio lado cuando da una embestida en falso, amando ver a su omega arquear su espalda, abriendo poquito su boca.

Tan lindo.

ㅡM-mierda, hyung.

Heeseung suelta una risa ronca, sintiendo su cuerpo llenándose de calor, la cúspide de su celo apunto de llegar a él.

Ugh.

Se dedica a besar y chupar el cuello de su omega, irguiéndose tan solo poquito en su lugar, lo suficiente para poder seguir repartiendo besos lentos por todo su omega, usando una de sus manos para quitar con parsimonia las prendas del cuerpo de su omega, notando a este temblar.

Ah.

ㅡVamos amor. -Pide suavecito, aún siendo capaz de controlar lo que dice o hace, faltando tan solo poquito para que su lobo fuera quien tomara las riendas de la ocasión.

Jaeyun hace lo que se le pide, con rapidez y sintiendo sus mejillas calientes por verse expuesto ante el alfa, quita todas las prendas de su cuerpo, sintiendo la piel caliente del alfa rozar la suya.

Joder.

Y gime en alto cuando tiene la boca del alfa en sus pezones, Heeseung no dudando dos segundos en adueñarse de su cuerpo, con gusto besando y chupando toda la piel canela que parecía llamarlo para ser adorada únicamente por él.

Tanto como le encantaba hacer.

Cuando el alfa deja ir su peso hacia él, no lo suficiente para lastimarlo pero sí lo suficiente para sentir sus miembros rozar, Jaeyun gime gustoso, arrastrando al alfa hasta tenerlo con él, siendo el omega quién comenzara el contacto, alzando sus caderas para sentir una vez más a su alfa, besando y chupando sus carnosos labios como si la vida se le fuera en eso.

Alfa.

Y una vez más alza sus caderas, haciendo que sus miembros desnudos se rozaran, arqueando su espalda ante el mínimo contacto, gimiendo bajito cuando sintió la lengua del alfa explorar su boca, sintiendo las grandes y calientes manos del mayor recorrer su cuerpo hasta detenerse en sus muslos, masajeando con dulzura la carne.

Jaeyun se sentía en el cielo mismo.

Joder.

ㅡOmega... mío, todo mío.

Sí. Era todo de él.

Jaeyun lloriqueó cuando sintió a su alfa alejarse, Heeseung mordiendo sin mucha fuerza su labio inferior al separarse. Y con sus orbes dorados y oscuros, Jaeyun lo ve con atención, sin apartar su mirada dilatada del alfa, viendo sus acciones.

Oh. Mierda.

El menor se estremece y sabe que de estar de pie, posiblemente caería al tener sus piernas débiles, sintiéndose temblar ante esos orbes zafiro mirándolo como si fuera a comerlo.

Bueno, era exactamente lo que haría.

Entonces, finalizando de verlo a detalle, arrodillado en la cama, Heeseung sonrió a labios cerrados, luciendo tan malditamente caliente ante los orbes del omega.

Porque bueno, sería el único apto para ver a ese alfa en ese y en todos sus estados.

Ugh.

ㅡH-hyung-

Y lo que intentó ser una queja por la espera murió en la garganta del omega, sintiéndose lagrimear cuando sintió la boca caliente del alfa en su falo, con Heeseung sin vergüenza ni pudor alguno tragando su pene, chupando desde la base hasta la punta de este, con sus manos jamás abandonando sus muslos.

Parecía que amaba mucho estos.

Y Jaeyun sabe que es hora cuando la piel del alfa comienza a sentirse más caliente, sus orbes completamente zafiros.

Oh.

ㅡUgn- h-hyung...

Heeseung chupó la carne que tenía a su alcance, donde muy posiblemente al día siguiente habrían hematomas, pero poco podía importar en ese momento.

Ugh.

Realmente poco podía importar las cosas externas cuando tenía a su alfa en medio de sus piernas, chupando todo en él, Jaeyun confirmó.

Ah.

El menor se sintió en el paraíso mismo, su lobo aullando con felicidad cuando tuvo al alfa explorando su cuerpo por lo que sería la primera vez, primera de las miles de veces que unirían sus cuerpos y almas a lo largo de sus vidas, en ese futuro juntos que la Diosa Luna y el universo había creado para ellos.

Juntos, siempre juntos.

Jaeyun sintió derretirse cuando el alfa llegó a su zona más privada, esa donde jamás deseó que nadie lo tocara hasta ese momento, donde ese alfa era lo único que él quería para su vida. Heeseung suspiró feliz cuando vio el lubricante natural del omega escurrir por sus nalgas y muslos, dejando ver lo muy ansioso que estaba por tenerlo dentro de él.

Y mierda si su lobo no se sintió más que satisfecho cuando embarró sus dedos con el mismo lubricante del omega, sintiendo a este hacerse mantequilla en sus manos. Con el poco pudor que tenía en ese instante donde su único objetivo era hundirse en su omega, chupó y besó toda la zona, chupando con deseo todo el anillo de músculos del agujero del omega, con lengüetazos y besos subiendo hasta la base del miembro más que erecto y ansioso de su omega, escuchando a este lloriquear.

ㅡH-hyung... y-ya, por f-favor...

Y quién era él para negarle algo a su omega, mucho menos en ese momento.

Con suma adoración y su alfa sintiéndose a flor de piel, Heeseung llegó nuevamente hasta su omega, gimiendo desde su garganta cuando su miembro comenzaba a doler como el infierno ante la falta de atención, no esperando un instante más para chocar su boca con la de su omega, quien gimió complacido.

Mío.

Heeseung amó hundir su rostro en esa parte que amaba con locura, sintiendo el aroma de su omega tan dulce como sólo una vez tuvo oportunidad de oler. Sin embargo, esta vez se siente tan placentero poder hacer lo que en ese momento su lobo aullaba en protesta por desear hacer y no poder.

No se arrepiente de nada, no si en ese momento puede estar así con su omega.

Jaeyun sintió su estómago bajo hormiguear, su lobo más que feliz cuando sintió a su alfa chupar su cuello como si ese lugar fuera su todo.

Era suyo de todas formas.

Y realmente sintió derretirse cuando el alfa lo volvió a besar, fuerte y deseoso como en ese momento se sentía, temblando cuando una mano del alfa bajó por todo su cuerpo hasta llegar una vez más a su pene, apenas dándole una caricia ahí, más no era su destino.

Joder, realmente gimió en alto cuando con parsimonia el alfa acarició más allá de sus testículos, adentrándose a la zona que solo él tendría permitido estar por el resto de sus vidas. Jaeyun ama poder sentir al alfa cuidarlo, aún cuando era su lobo quien tomaba las riendas del momento, Heeseung y su lobo mismo se encargaban de que en todo lo que hiciera, jamás, jamás fuera a lastimar a su omega.

Su lobo mismo cuidaba de él, aún si su único objetivo en ese momento era querer preñarlo.

Aún así ambos se encargarían de jamás lastimar a su omega.

Jaeyun sollozó cuando sintió al alfa con suma delicadeza adentrar uno de sus dedos en él, tan malditamente lento y cuidadoso, Heeseung siempre atento ante las reacciones del omega, besándolo para que su atención cayera en algo más que no fuera el ardor y dolor que pudiera estar sintiendo.

Cuando tuvo la afirmación del omega, gustoso adentró otro de sus dedos, con suaves vaivenes metiendo y sacando los dedos de su lugar, gruñendo cuando los mismos fueron apretados por los músculos internos de su omega.

Y mierda si no quería eso para su pene.

Así que dejó un largo beso en los labios rojos y carnosos de su omega, chupando esa zona de su cuello una vez más, bajando su rostro hasta tener los botones erectos de su omega una vez más frente a él, no dudando dos segundos en adueñarse de estos, amando poder escuchar a su omega lloriquear ante el sobre estímulo.

Sacó los dedos del omega, escuchándolo protestar, más no duró mucho, porque rápidamente tomó una de las almohadas libres de la cama, alzando por la cadera a su omega, colocando la bolsa de plumas debajo de la cadera de Jaeyun , dejándolo con su cadera y trasero más elevado que el resto de su cuerpo.

Tan lindo.

Y Heeseung cayó al lado de su omega cuando sintió en su cuerpo un tirón desde su pecho hasta la zona baja de su estómago, haciéndolo gruñir, sintiendo su piel quemar.

En otra ocasión, Jaeyun quizás hubiera temido tener esos iris que parecían inyectados en sangre en él, más no en ese momento, porque era su alfa el que estaba frente a él, su alfa que no se atrevería ni en sus más grandes momentos de perdición, a lastimarlo.

No Heeseung, él no. Jaeyun estaba más que seguro.

Porque ese alfa lo amaba con su vida, en más de una ocasión se lo demostraba más allá de palabras.

Era su alfa, suyo, todo suyo.

Y él le pertenecía en cuerpo, mente, alma y lobo a su alfa, a nadie más que a él.

Entonces gustoso y lleno de deseo atrajo al alfa hasta él, siendo quien chupara sus labios, uniendo sus labios por toda la afilada y marcada mandíbula del alfa, mismo que gruñía, sintiendo su corazón acelerándose cuando escuchó al alfa apenas susurrar.

ㅡN-no... no te lastimaré, n-no...

Jaeyun no tuvo que preguntar nada, porque sus paredes musculares abriéndole campo a su alfa dentro de él le dieron respuesta.

Ah, alfa.

Jaeyun lloriqueó cuando tuvo al alfa completamente dentro de él. Con sus pechos pegando piel con piel, se dedicó a besar al alfa con desesperación, sintiéndose lagrimear.

Porque más allá de la increíble sensación que sentía en ese momento, Heeseung fue todo lo que él siempre esperó en su vida.

Todo e incluso más.

Porque ese alfa que estaba peleando con su lobo para no lastimarlo aún cuando estaba en su celo, donde su razonamiento quedaba más allá de él, ese alfa era su alfa, suyo, todo suyo.

Y amaba que así fuera, porque mierda, toda su vida esperó por él.

Cuando tuvo las manos calientes del alfa en su cintura, su boca en la propia y sintiendo al alfa embestir al cabo de unos segundos, se preguntó entonces sí tuvo que haber esperado por él y no estar con quien en ese momento creyó que podía ser su alfa.

Mas deja todo en el olvido cuando su alfa vuelve a embestirlo con más fuerza, sintiéndolo tan dentro de él. Y mierda no, no es momento para que esté odiando todo lo que en su pasado sufrió con un alfa equivocado.

Porque ahora estaba ahí, con su alfa. Y desea creer que así lo quiso el destino, que su momento era ese y no en su pasado.

Es todo, ese es su momento, de ahí en adelante es todo de ellos, no hay tiempo para ver hacia atrás y cuestionar lo que se hizo y lo que no.

Solo importaban ellos dos en ese instante, ahí donde su alfa se hundía más y más profundo en él, donde lo único que podía hacer era dejar salir sus gemidos más que complacido, besando al alfa como si su vida se fuera en los besos.

Lo amaba, con todo de él. Con todo lo que se puede amar a alguien más.

Heeseung era su todo, en ese momento y en el futuro ese alfa era su todo.

Sus cachorros, su alfa, su vida entera sin importar nada más.

ㅡA-alfa... alfa.

Y lloriqueó cuando lo tuvo tan dentro suyo que tocó su punto más dulce, haciéndolo ver estrellas como tan solo en los cuentos había escuchado decir. Con sus orbes rodando hacia atrás en sobre estímulo cuando ese alfa comenzó a masturbarlo, sintiéndolo muy dentro suyo, golpeando una y otra vez en su próstata, haciendo que sollozara en placer, no durando demasiado para sentir su orgasmo llegar a él con sumo placer.

Mierda.

ㅡV-voy a preñarte, omega, v-vamos a tener muchos... muchos cachorros y-

En otra ocasión Jaeyun hubiera reído por escuchar al alfa, pero no en ese momento dónde lo sentía hasta en sus entrañas, en ese momento solo asintió, una y otra vez, amando escuchar al alfa, sintiendo su propia esencia manchar sus estómagos.

ㅡC-cachorros... omega, míos, t-todos míos.

Suyos.

ㅡT-todos tuyos, alfa.

Siempre suyos.

Y cuando sintió el pene del alfa crecer dentro de él, maldijo en alto, sintiendo partirse en dos, porque mierda, su alfa estaba anudando en él y joder si no dolía como el infierno.

Entonces sollozó más fuerte, dos segundos durando en tener los orbes zafiro y asustados de su alfa en él, este buscando qué era lo estaba lastimando.

Más no fue necesario, Heeseung mismo gruñendo ante la sensación, no dudando demasiado en hacer un brusco pero rápido movimiento, escuchando al omega lloriquear en protesta, más el dolor disminuyó cuando el alfa cambió las posiciones, esta vez siendo quien tuviera su espalda tocando las sábanas, con su omega encima de él, buscando cómo aliviar un poco el dolor que podría estar sintiendo en ese momento.

Jaeyun lloró, realmente lloró más allá del placer, sintiéndose pleno cuando su alfa acarició toda la extensión de su espalda hasta hundir sus manos en sus hebras negras, quedándose lo más quieto posible para evitar lastimarlo, eso hasta que su nudo bajara y lograra dejar de doler.

Jaeyun no pudo tener a un mejor alfa con él que a ese con perlas zafiro, con su cabello azabache pegado a su frente por el sudor, y quien lo estaba cuidando en cada segundo aún cuando su lobo estaba mandando sobre él.

Alfa.

ㅡY-ya va a dejar de doler mi amor, s-solo espera unos segundos...

Jaeyun se derritió cuando sintió al alfa escurrirse en él, dejándolo todo lleno de su esencia. Y mierda si no adoraba eso.

ㅡAlfa... d-déjame ser solo tuyo... hazme sólo tuyo, alfa.

Y mierda, los orbes zafiro del alfa brillaron al escuchar la petición de su omega.

ㅡP-por favor... alfa.

Mierda, claro que sí.

Los orbes zafiro del alfa picaron en antelación, tan rápido sintió su nudo bajar y supo que no lastimaría a su omega, volvió a embestir, queriendo estar tan dentro de él y permanecer ahí por el resto de la eternidad.

Omega.

Sus pechos se llenaron de calidez cuando sus orbes chocaron, hundiéndose en ellos, en su mundo, y compartir un beso jamás se había sentido tan malditamente bien como en ese instante, ese donde estando en él, Heeseung dejó un camino de besos húmedos desde la boca de su omega hasta su cuello, chupando y adorando la zona.

Toda suya.

Embistió una vez más, sintiendo a su omega temblar en sus brazos. Y tan sólo acarició con suma adoración y delicadeza toda su espalda y cintura, temblando poquito cuando lo que iba a hacer se sintió tan irreal que no lograba calmarse.

Mierda.

ㅡH-hyung... a-alfa, sólo hazlo.

Nuevamente, no era quién para negarle algo a su omega.

Ambos lloraron cuando el alfa se tomó el tiempo y mayor delicadeza posible para hundir sus dientes en la delicada piel, tan profundo como jamás nadie podría haber hecho, inmediatamente buscando cómo chupar la herida para que fuera a dolerle lo menos posible a su omega.

Y joder si eso era algo que en ese momento le preocuparía a Jaeyun, no cuando una sensación lo recorrió desde su pecho hasta sus pies, una calidez embriagadora invadiendolo casi al instante.

Se pertenecían, en carne, lobo y alma se pertenecían.

Mierda que sí.

Si su conexión desde antes fue fuerte, Jaeyun no sabe cómo describir todo lo que sentía en él desde ese preciso instante. Porque mierda, sentía a su lobo, sentía a su alfa, sentía la felicidad hermosa de su alfa junto a la propia, lo sentía, mierda.

Era tan malditamente irreal que no hizo más que llorar en los brazos del alfa, olvidando el dolor que pudiera sentir en la herida recién hecha, misma que el alfa se dedicaba a lamer, buscando cómo aliviar el ardor que pudiera sentir su omega. Omega que se deshizo en los brazos de su alfa, sollozando tan fuerte como su pecho le exigía hacer, sintiéndose pleno, tanto como jamás creyó poder sentirse.

Se sentía completo.

Se pertenecían mutuamente, joder si no.

ㅡOmega... mío, solo mío.

Claro que sí.

ㅡT-todo tuyo, alfa, siempre tuyo.

Siempre.

Nos leemos pronto~

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