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Mordiendo sus labios por los nervios, Heeseung suspira bajito, cerrando con fuerza sus orbes, sintiendo mucha presión en su pecho, el miedo llenando su ser.
Tenía mucho miedo, impotencia y resentimiento, deseaba tanto poder devolver el tiempo y que el curso de las cosas cambiaran, que no se encontrara en ese momento con los nervios a flor de piel por culpa de una persona que hacía muchos años pasó a ser insignificante en su vida.
Y quien había vuelto como una sucia obra del destino, para colocar todo su mundo alerta.
Sentía asfixiarse con la sola idea de que Na-eun le arrebatara su vida de las manos. Porque sabe que si lo logra, que si sus hijos se van con ella, debe hacerse la idea de nunca más, por ningún motivo o circunstancia va a volver a verlos.
Y por nada del mundo podía permitir eso, no cuando ellos eran su mundo, no cuando él lo dio todo por ellos, no cuando después de tanta oscuridad que envolvía su vida, había llegado a él la luz más brillante y hermosa posible, no podía perder a sus cachorros ahora que tenían un hermoso pilar en su familia, no cuando Jaeyun amaba con su vida a los niños.
Él no podía, joder si no podía permitir que esa omega destruyera su familia, a sus hijos y de paso su vida.
Por ningún motivo, no podía.
Gruñó frustrado cuando sintió las lágrimas acumularse en sus orbes oscuros, sintiendo un nudo estancado en su garganta, impidiéndole respirar correctamente.
Ah.
Odiaba tanto eso.
¿No podía simplemente seguir todo como hasta el momento? Solamente quería ser feliz.
Quería a su familia bien, unida y felices.
Su cabeza da vueltas, ideando razones por las que el destino desea verlos en aquellas circunstancias.
¿Acaso eran pruebas? Debía superar todo eso, saber lidiar con ello y por fin viviría en paz, ¿acaso era así?
Porque está seguro de que él puede, y si no pudiera va a hacer hasta lo imposible por superar todo lo que se le avecine, solo desea que todo esté en calma, porque de no ser así no podrá avanzar, su familia no progresará y su relación con ese hermoso omega de orbes tal cual pepas de oro no tendrá ningún rumbo, al menos no el que él deseaba.
Ugh.
Todo en él se tensa cuando a través de sus orbes cristalizados ve una pequeña figura. Absorbe su nariz al mismo tiempo que rápidamente limpiaba sus orbes, tratando de disipar toda señal de que haya llorado tan solo un poco.
Minho a pocos metros lo mira detenidamente, apretando sus labios cuando el alfa lo descubrió, puchereando hacia su papá.
ㅡ¿Por qué estás triste? -Inquiere con timidez, acercándose al alfa, quien solo intentó sonreírle, su sonrisa no llegando a mucho. ㅡ¿Papi no volverá?
Cuando los ojitos miel lo miran con miedo en ellos, a Heeseung se le encoge el pecho, negando de inmediato.
ㅡNo mi vida, no pienses eso, Yun volverá rápido, a puesto a que los extraña mucho. -Y aunque intentó sonreír, Heeseung sabe que su cachorro era inteligente y no se tragaría sus excusas sin más. ㅡPapá está bien. -Le asegura, queriendo llorar cuando Minho lo abrazó, frotando su rostro en el pecho del mayor.
ㅡ¿Extraña papá a papi? -Los ojitos miel se posaron en él, recibiendo después una bonita sonrisa de Minho. ㅡPapá no debe estar triste, papi vendrá rápido, papi lo prometió.
Sí... lo prometió.
Son escasos segundos lo que el alfa se mantiene apenas tranquilo, con Minho en su pecho, tratando de tranquilizarse. Más no le duró mucho, tensando todo su cuerpo cuando tres toques fuertes e insistentes llegaron a su puerta, haciendo que Minho lo mirara intrigado.
No.
ㅡ¡Es papi!
Y antes de que Heeseung lograra detenerlo, Minho ya se encontraba abriendo la puerta, revelando del otro lado una delgada figura, quien miró de inmediato al cachorro, haciendo a Minho dar unos pasos hacia atrás, buscando a su papá con sus ojitos miel.
Mismo quién no duró en llegar con él, colocándose frente a Na-eun, escondiendo al cachorro a sus espaldas.
ㅡ¿No me invitas a pasar? Que descortés de tu parte. -Apenas se quejó la omega, sus orbes oscuros mirando todo el interior, apenas preocupándose en mirar a Minho a espaldas de Heeseung.
No era como que le importara mucho en realidad.
Heeseung bufó, su lobo saliendo a flote, atento a todo, racio a la sola idea de tener a esa omega ahí.
No en su casa, no en su hogar, suyo, de su omega y de sus cachorros.
Únicamente de ellos.
ㅡSueñas. -Burló, saliendo hacia el porche de la casa, nunca apartando su cuerpo de la entrada, impidiéndole cualquier movimiento en falso a la omega.
A Na-eun pareció desagradarle el actuar de Heeseung, apenas rodando sus orbes, restándole importancia.
Heeseung miró atento todo movimiento de la omega, su pecho apretandose cuando la ve mirar a Minho, quién aún yacía escondido detrás de él.
La omega intentó sonreír, no saliendo más que una mueca a labios cerrados.
Ugh.
El alfa se abstuvo de reír cuando miró a la pelinegra acuclillarse tan solo un poco, abriendo sus brazos, su atención hacia Minho.
–Minho mi vida, ven con mamá, te extrañé mucho. -La omega soltó, intentando por segunda vez sonreír.
Fallando en el intento.
El alfa sintió a Minho tensarse en su lugar. Maldijo por lo bajo, él sabía que Minho era el que más probabilidades tenía de recordar a Na-eun.
Mierda.
Tenso, apretó su mandíbula cuando la omega frunció su ceño al no recibir ninguna reacción por parte el cachorro, colocándose recta de nuevo, no apartando sus orbes oscuros del menor.
ㅡTe dije que vinieras, que mocoso tan desagradable y desobediente, ¡Obedece!
Ah, si tan solo Jaeyun la escuchara esa omega se metería en grandes problemas.
Heeseung le gruñó de inmediato, dando un paso más hacia la omega, dejando a Minho junto a la puerta, sin moverse de su lugar.
ㅡ Cállate, no le hables así, ¿qué diablos te sucede? -Gruñó, haciendo a la omega pegarse a su lugar sin moverse, mirándolo con furia. ㅡ¿Piensas lograr algo hablándole de esa manera? Usa un poco la cabeza, Na-eun.
ㅡ¿No estás viendo el trabajo de mierda que hiciste criandolo? ¡No obedece a una simple orden!
Heeseung no se privó de burlarse, soltando una pequeña risa.
ㅡHabla por tí, no eres nadie a quien él deba obedecer. -Soltó, mirándola de pies a cabeza con asco. ㅡMira, no pierdas más el tiempo y lárgate, ¿sí? Ya ha sido suficiente, vete y procura no regresar más, no entiendo qué mierda pasa por tu cabeza, pero estás fuera del mapa, quédate ahí y todos seremos felices.
Na-eun lo miró de vuelta, apenas boqueando, frunciendo su ceño.
ㅡQue tanto quisieras tú, te dije que me los voy a llevar conmigo a Jeju y punto, no eres quien para impedirlo.
Heeseung estaba por soltar algo, tensando su cuerpo cuando escuchó pequeños pasos provenir de la segunda planta, sus pies reaccionando de inmediato, deseando llevarse a Chaeyeon de ahí. Su corazón pareció detenerse cuando escuchó un pequeño quejido, deteniéndose a pies de la escalera cuando el descuido fue más.
Oh.
Sus orbes se tiñeron zafiro, sintiendo su sangre hervir cuando la vio tomando a Minho del brazo, impidiéndole al cachorro alejarse de ella, mismo que ya tenía sus orbes aguados, mirando con miedo a su papá.
Ah, mierda.
Dejó a Chaeyeon en las escaleras, corriendo de inmediato hacia la omega, quien lo detuvo antes de siquiera acercarse.
ㅡEres un poco imbécil, ¿no crees? -Burla, gruñendo cuando el cachorro seguía luchando por liberarse de su agarre, haciendo que incremente la fuerza con la que sostenía el brazo del cachorro, posiblemente dejándole una gran marca. ㅡTe dije que me los iba a llevar, y si no puedo con los dos, por lo menos me llevo a este, para ver si alguien le enseña a comportarse de manera correcta. -La última oración salió con notorio veneno, provocando de todo en el alfa.
Tan sólo deseaba poder-
ㅡSuéltalo, maldita sea, Na-eun, ¡¿Que mierda quieres!? -Gritó ofuscado, sintiendo su garganta cerrarse. Mierda. ㅡCuatro años y decides aparecer, ¿que pretendes? Sigue con tu vida, ¡no te necesitamos! Suficiente mierda hiciste ya, suelta a mi hijo.
La omega chasquea su lengua, riendo después.
ㅡSsh, no, no querido, así no funcionan las cosas. Sabes que tengo mucho a mi favor, fácilmente puedo ir a la justicia, decir que me impiden ver a mis hijos y de paso podré soltar unas cuantas lágrimas por el dolor de cuerpo y alma que tengo, un alfa abusivo en casa y de paso ganar la custodia de este niño, porque mira... cuánto daño le hizo su papá. -Dijo, apartando la mano del brazo del cachorro, donde claramente saldría un hematoma en poco tiempo.
Heeseung sintió náuseas, sus orbes picando.
ㅡ¿Por qué? -Inquiere, sintiendo su voz quebrarse. ㅡ Simplemente quieres hacerme la vida imposible, ¿no es así? Te dejé libre de carga y responsabilidad con mis hijos hace mucho tiempo, Na-eun, ¿entonces por qué mierda vienes ahora?
ㅡ¿Eres idiota acaso? Dije que mi mamá quiere a estos niños en Jeju, y punto, me vale lo que digas, si ella los quiere, los tendrá allá.
Ni siquiera se refería a ellos como sus cachorros, que cinismo.
ㅡ P-papá... d-duele...
La voz llorosa de Minho llegó a él, el agarre que la omega mantenía en su brazo siendo muy fuerte, importando poco cuánto daño estaba haciéndole al cachorro.
De todas formas nunca fue de su importancia qué pasaba o no con ellos.
ㅡSuéltalo, Na-eun, de una maldita vez.
ㅡSueñas, me lo llevo, quédate con esa niña rara y olvídate de volver a ver a este niño.
Heeseung sintió todo en él revolverse, demasiada impotencia en su ser, odiando la idea de no poder al menos usar su fuerza física contra la omega, no cuando podría fácilmente acusarlo de abusador frente a la ley.
Sin importar qué era lo que ella hacía.
Pero ah, había quien sí podía hacer algo.
Mierda.
Heeseung abrió sus orbes como platos cuando el conocido escalofrío recorrió su espina dorsal, sus orbes zafiro picando de inmediato.
No... omega.
Con su pecho apretándose, observó detenidamente a su omega a pocos metros de ellos, con sus orbes dorados y comúnmente brillantes ahora estando oscuros, tanto como jamás el alfa logró apreciar.
Oh.
Jaeyun apretó su mandíbula, su mirada centrándose en el agarre que mantenía la omega en el cachorro, viendo el claro maltrato que estaba ejerciendo en Minho.
Joder si no la iba a matar, iba a-
ㅡSuelta a Minho de una maldita vez. -Ordenó, acercándose más a ella, con la atención de la omega en él, reteniendo la respiración cuando la escuchó reír.
Hija de-
ㅡWow... ¿Este es tu reemplazo, Heeseung? -Inquirió con burla hacia el alfa, posando su atención de nuevo en el pelinegro. ㅡPero qué bajo caíste...
Heeseung a sus espaldas le gruñó, cerrando la boca antes de siquiera lograr hablar, siendo el omega quién se le adelantara.
ㅡCierra la boca y suéltalo, no quieres que lo repita una vez más.
ㅡ¿Qué me vas a hacer? Uno más patético que el otro, que par de idiotas. -La omega chasqueó su lengua, arrastrando a Minho con ella cuando caminó, haciendo amague en irse, siendo interceptada rápidamente por el omega, quién le ganaba en altura y su cuerpo era más esbelto, imponiendo autoridad sobre la omega. ㅡ Quítate, reemplazo.
Jaeyun ignoró totalmente sus palabras, su atención únicamente centrada en la mano de la omega, quien se percató de esto, no dándole tiempo a reaccionar.
ㅡTe dije que lo soltaras, ¿eres sorda o te haces? -Y la advertencia no llegó a más, con fuerza copiando la acción de la omega, apretando con dureza su delicado brazo, haciéndola quejarse. Na-eun se vio obligada a soltar el agarre en el cachorro para poder tratar con su propio dolor, Minho corriendo de inmediato hacia el alfa, quien se lo llevó de ahí, volviendo después de segundos con rapidez hacia el omega.
ㅡS-suéltame, malnacido.
ㅡ¿Te estoy lastimando, acaso? -Inquiere el omega con un puchero fingido, su rostro con total seriedad. ㅡSiente lo que mi cachorro estaba sintiendo, hija de tu maldita ascendencia, nunca en la vida se te ocurra ponerle un solo dedo encima a mis cachorros, ¿entendiste o te lo dibujo con manzanas?
Na-eun forcejea hasta lograr zafarse del agarre, sobando su brazo, mirando con furia al omega, quien tenía su rostro impasible, sus orbes oscuros como la noche, sin rastro alguno de esas joyas doradas con galaxias en ellas.
No había nada, nada más que su lobo reflejándose, tanto como nunca lo hizo.
ㅡ"Tus cachorros", ¿que clase de broma es esa? -Burla con sorna, haciendo al omega apretar de más su mandíbula. ㅡNacieron de mí, nunca serán nada tuyo por más que sueñes, desaparece de mi vista, reemplazo.
ㅡ¿Crees que un lazo de sangre lo es todo? -Le dice, acercándose más a la omega. ㅡQue ingenuidad, te creía un poco más inteligente, Na-eun.
La omega chasquea su lengua, riendo.
ㅡSabes quién soy, entonces-
ㅡClaro, tremendo ser tan repugnante se nota a kilómetros, toda mierda se huele de lejos, por supuesto que si no eras tú, ¿quién más sería? Usa un poco el maní que llevas como cerebro.
Aunque no era el momento, Heeseung quiso reír, apretando sus puños a sus costados, su atención nunca desviándose de su omega, a tan solo pasos de ellos.
ㅡDesaparece y nunca más vuelvas, estamos bien sin tí.
Na-eun parece ser experta en reír en las peores situaciones, mirándolo con burla, no provocando absolutamente ninguna reacción en el omega.
ㅡQuien quisiera ser el reemplazo, porque si sabes que eso es lo que eres, ¿no? No eres más que un reemplazo, porque ese alfa imbécil de ahí -Escupe, señalando con su cabeza al pelinegro. ㅡNunca me superó, y ni en tus sueños esos mocosos te verán como algo más que el reemplazo por mi ausencia.
Y aunque intentó lastimar al omega, Jaeyun solo sonrió, mirándola a los ojos.
ㅡMe parece gracioso que tú misma repitas lo que eres sin necesidad de yo hacerlo. Y sabes... este "reemplazo" como tú dices, logró en meses, lo que tú en años y ni volviendo a nacer, vas a lograr. Porque ese alfa ahí atrás. -Dijo, señalando a Heeseung. ㅡEs mí alfa, lo hago viajar a la luna con un solo suspiro, porque esos cachorros, son mis cachorros, soy su papá, su modelo a seguir y su guía. -Escupió con orgullo. ㅡEn cambio, ¿Tú quién eres? Un cero a la izquierda, Na-eun, no eres nadie para ellos, no entiendo por qué te molestas en venir hasta aquí, estás perdiendo tiempo.
ㅡCállate, vine a llevarme a esos mocosos y de aquí no me muevo hasta llevarlos conmigo, no tienen, ninguno de los dos, el poder de impedírmelo.
ㅡ¿No? -El pelinegro la miró con una ceja alzada, burlón. ㅡ¿De verdad quieres llevar esto con la ley? Sabes que tienes todas las de perder, ¿no?, ¿O es que tu cabecita hueca no da para tanto?
Na-eun bufa en alto, alzando una mano, siendo lanzada hacia el rostro del omega, con la clara intención de golpearlo, Jaeyun fue más rápido en actuar, apartando de un manotazo el golpe que iba dirigido a su rostro, su mandíbula apretándose incluso más.
ㅡ¿Que haces? -Gruñó. ㅡNo quiero repetirlo dos veces, lárgate de una maldita vez y desaparece.
–Na-eun, lárgate de una buena vez, te juro que no me molestaría llevar esto con la ley, y debes saber que sales perdiendo, no tienes ningún derecho, desaparece de aquí de una buena vez. -Heeseung desde sus espaldas dijo, gruñendo.
ㅡHijos de puta, se van a arrepentir, ¿quién quiere cargar con esos mocosos de todas formas? Deberían agradecerme siquiera haber pensado en liberarlos de esa carga tan molesta.
Oh, pero es que era idiota.
Heeseung no hizo por donde detener a su omega cuando lo vio moverse, siendo demasiado tiempo el que se había controlado.
ㅡMira pedazo de mierdecilla, piérdete como tan bien sabes hacer, lárgate y no pienses siquiera en volver a intentar lo de hoy, ¿comprendes? -Jaeyun le gruñó, haciendo a la omega apartarlo de un manotazo, alejándose de ambos, y antes de siquiera poder moverse unos metros, el omega la volvió a tomar con ejercida fuerza de su brazo. ㅡ Por poco y lo olvido. -Dice, soltando una pequeña risa, carente de gracia. ㅡ¿Cómo diablos fue que llamaste a mi cachorra? -Y antes de siquiera dejarla responder, se fue directo hacia la omega, lanzando un golpe a mano abierta directo a su mejilla, haciendo a la omega retroceder de inmediato. ㅡEsto va por llamar rara a mi hija, maldita escoria. -Sin dejarla reaccionar, tomó su brazo, doblando este con fuerza, haciéndola quejarse audible. ㅡEsto por mi cachorro, nunca más le pones un dedo encima porque te mato, ¿escuchaste? -Dejándola ir, la empujó con fuerza, haciéndola trastabillar. ㅡY esto por mi alfa.
Teniendo los orbes oscuros, cargados de odio en ella, la omega tembló.
Oh.
Con su integridad besando el suelo, Na-eun no hizo más que escupirles, maldiciendo todo antes de salir de ese lugar, repitiendo una y otra vez lo malditos que deseaba que fueran todos.
Maldita sea una y otra vez, jamás se sintió tan pisoteada.
La vida era tan malnacida, pero tan... tan justa.
Tan pronto la omega desapareció del lugar, sin rastro alguno más que el sabor amargo de toda la situación, Heeseung se vio obligado a correr hacia su omega, viéndolo flaquear en su lugar, toda barrera que mantenía tan solo segundos atrás, destruyéndose.
El omega se apoyó en el azabache apenas lo tuvo con él, temblando y sollozando con fuerza. Heeseung sintió sus propios orbes aguarse, abrazando al omega a su torso.
ㅡM-mis cachorros, h-hyung... por favor no pueden... no van a arrebatarmelos, ¿verdad? Hyung...
Heeseung negó reiteradas veces, besando la coronilla de la cabeza del pelinegro, sintiéndolo desvanecerse en sus brazos, siendo mucha la presión que mantuvo en su cuerpo por un largo tiempo.
Y aunque sentía su propio cuerpo querer dejar de funcionar, el alfa no hizo más que apretar al omega a su pecho, protegiéndolo, dejándolo que se desahogue lo que necesitaba, no dejándolo caer.
ㅡNo ahora, hyung... no ahora, no quiero, ellos-
Heeseung soltó un sollozo cuando la situación pudo con él, odiando escuchar el pánico latente en su omega.
ㅡN-no mi vida, tranquilo, nadie nos quitará a los cachorros, ellos están bien, por favor respira.
ㅡE-ellos son mis bebés, ¿verdad? Ellos son mis cachorros, son míos, hyung.
Eran suyos sin importar qué, nada ni nadie podría decir lo contrario, eran sus cachorros, suyos, suyos y solamente suyos.
ㅡH-hyung... no dejes que me quiten a mis cachorros, ni ahora ni nunca, te lo suplico...
Nos leemos pronto~
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