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17

Con su corazón latiendo a mil por hora y sus orbes aguados, el omega mira todo pasar en cámara lenta, sintiendo todo en él revolverse, unas inmensas ganas de soltarse a llorar cuan niño pequeño lo invadieron, siendo ajeno a que estaba puchereando sin siquiera así quererlo.

Alfa.

El pelinegro mayor boqueó, frente a sí teniendo al omega que tanto su lobo y su persona misma había extrañado, ese omega por el cual había pasado una semana entera cuestionando todas sus acciones.

Estaba ahí, tan indefenso y hermoso como siempre.

Omega.

Entonces sin medir sus acciones estiró su brazo hasta tomar al omega, atrayéndolo rápidamente a su pecho, sin cuestionar absolutamente nada, solamente fundiéndose en su aroma tan conocido y hechizante que tanto amaba.

Omega, te extrañé.

Heeseung mordió sus labios, sintiendo al omega temblar en sus brazos, sollozos bajitos, siendo estos únicamente audibles para el alfa, mismos que estaban resonando en sus oídos, haciendo que su reacción fuera apretar al omega más a su cuerpo, con una mano en la espalda baja del menor y la otra en la cabellera de este, buscando cómo hacerle saber cuánta falta le hizo a su ser no tenerlo cerca.

O bien, el haber sido rechazado múltiples veces.

Y Heeseung quizás amó poquito, quizás no, sentir al omega temblar en sus brazos cuando a metros de ellos se escucharon voces bajitas, Jaeyun colocándose alerta de inmediato.

El ojidorado absorbió su nariz al mismo tiempo que una sonrisa enorme se dibujaba en su rostro, sus orbes amenazando con desbordar lágrimas una vez más.

Cachorros.

Entonces bajo la atenta mirada de más de un par de orbes, una pequeña cabellera se escabulló hasta quedar abrazando los muslos del omega, riendo poquito en su lugar.

Jaeyun amó en demasía acuclillarse a la altura de la cachorra, abrazándola a él, mientras la menor se abrazaba a su cuello, riendo con alegría.

Sin embargo, la sonrisa del omega decayó poquito al mirar hacia espaldas de la cachorra, ubicando a su cachorro detrás de Chaeyeon, Minho tomando la mano de Taehyun, quien era el que los traía consigo. Minho estaba quieto en su lugar, sus ojitos miel desde la distancia se lograban apreciar brillosos, llenos de lágrimas.

Entonces el pecho del omega dolió mucho más, y con algo de miedo, en su lugar con la cachorra en sus brazos, abrió los mismos en una invitación silenciosa, sus ojitos dorados nunca dejando los miel del cachorro, quién puchereando, soltó la mano de su tío para correr hacia el omega, hundiendo su carita en el pecho del pelinegro menor en cuanto lo tuvo cerca.

Casa.

Minho confirmó que el omega hacía que su pecho se llenara de un sentimiento bonito, ese que sentía cuando estaba con su papá, cuando estaba jugando con sus tíos, ese sentimiento era exactamente el mismo que sentía cada vez que hundía su carita en la calidez que era el pecho del omega.

Era su casa, era todo lo que él amaba. Y no se privó de llorar, su pequeño ser resintiendo la lejanía del omega, más no se abstuvo de actuar como el pequeño cachorro que era, exigiendo consuelo y una recompensa por todos esos días de ausencia que para su lobito se sintieron como años.

Jaeyun mordió sus labios, acallando las ganas de soltar un sonido desde su garganta, justo cuando sentía un nudo enorme en ese lugar. Puede que se sintiera mal, más de lo que ya lo hacía, porque fue egoísta y no pensó más que en sí mismo, no viendo que a quienes más le estaba haciendo daño era a ese par de cachorros, esos ojitos mieles que él tanto adoraba ahora llenos de lágrimas, todo por él.

Su lobo se lo resintió en demasía, más justo en ese momento dónde tenía a ambos cachorros en sus brazos y al alfa empoderado al frente suyo, mirándole con atención, en silencio, supo entonces que una cosa como esa jamás la podría repetir, no cuando más que a sí mismo, estaba dañando a tres personas más.

Porque puede que en su pecho sintiera la angustia del alfa, en el abrazo que este le brindó al instante en que lo vió, en los latidos de su corazón y la rapidez de su respiración logró notar cuánto hizo en el alfa.

¿Tan difícil era entender lo que ahí pasaba?

Pero entonces quiso mandar todo por la borda, porque su vida giraba entorno a esas personas, que llegaron sin aviso previo e hicieron que su mundo diera un cambio radical.

Quienes convirtieron su mundo gris, en una paleta de colores pasteles.

Y los amaba tanto, que juraba nunca más dejarlos por más que así se viera obligado.

Esperaba tanto que así lograba mantener la promesa consigo mismo.

•••♡•••

Un tiempo después del reencuentro, estando todos ya en la sala del hogar de los Choi-Kang -Choi (como a Niki pareció correcto llamarles), Heeseung miraba desde un sofá individual a sus cachorros abrazados aún al omega, ahora ubicados en un sofá más grande, con Chaeyeon en el regazo del omega, jugando con el cabello de este, y Minho por otro lado en el brazo del sofá parecía contarle todo lo que en esa semana de lejanía había pasado, el cachorro ocultando uno que otro dato, más amaba ver al omega bonito sonreír mientras con atención escuchaba todo lo que él tenía por decir.

A Heeseung se le llenó el pecho de tranquilidad, más sabía y estaba consciente que ahí las cosas no podían quedarse, ellos tenían una conversación pendiente. Así lo supo cuando los ojos de su castaño amigo, a.k.a el que cargaba un cachorro, no lo dejaba de mirar, quizás a través de su mirada reprochado eso, porque más que un abrazo y unas lágrimas, Jaeyun no había dicho nada, al menos no a él.

Y bueno... claramente había algo de lo que hablar.

Por ello, no fue sorpresa cuando notó a su amigo intercalando miradas con sus lobos, no siendo necesario para ellos hablar, porque parecía que unas miradas faltaban para comunicarse.

Admiraba eso.

Unos segundos después notó también a Taehyun susurrarle algo al otro beta, quien recordaba se llamaba Niki, este sonriendo poquito, asintiendo después.

Entonces sin querer, Heeseung sonrió para sus adentros, porque el ambiente era muy cómodo y no pertenecían al mismo círculo social, por ende, tanto Jaeyun como Niki y por ende Jungwon, (quién Heeseung no conocía aún) fueron recibidos a brazos abiertos a su familia, siendo Taehyun el que más racio era a las nuevas personas, parecía que se había acostumbrado demasiado rápido a llevarse bien con ese otro beta, quien ante ojos de Heeseung parecía demasiado indefenso.

Justo lo que el aura de Jaeyun dejaba ver.

Saliendo de todo el análisis, Heeseung apretó sus orbes cuando supo que tendría que hablar con el omega. Y puede que su lobo como nunca, temiera.

Así de mucho.

Porque tenía dos opciones; o todo salía bien y su relación con el omega comenzaba a florecer, o bien, este simplemente le decía que no lo quería cerca.

Ugh, tan solo imaginarlo le daba pinchazos directo a su corazón.

No, no.

ㅡHonie y Chaeyeonie, ¿quieren hornear conmigo?

Tanto Heeseung como el pelinegro omega alzaron la mirada cuando se escuchó la dulce voz del alfa de la casa, Yeonjun traía consigo un delantal en su cuerpo, con dos algo más pequeños en cada una de sus manos.

Jaeyun sonrió bonito porque parecía especialmente hecho para los cachorros. Y amó mucho el trato y adoración que se le daban a esos cachorros en un hogar que no era el propio.

Los cachorros compartieron miradas, y a todos, especialmente al omega pelinegro, le sorprendió que ambos lo miraran a él, con la duda en sus ojitos miel, como si desearan y esperaran que él les permitiera actuar.

Oh.

Y fuera de molestarle ni siquiera ser tomado en cuenta, Heeseung amó mucho el accionar de sus cachorros, un miedo usualmente en él, pero ahora era un poquito menos... existente. Entonces sólo esperó por una reacción del menor, quién la sorpresa aún estaba plasmada en su mirada, Heeseung viéndolo sonreír después.

ㅡMjm, vayan con su tío. -Dijo bajito y tímido, recibiendo unas sonrisas de los cachorros, quienes antes de abandonar su lugar en el regazo del omega, hundieron su carita en el espacio del cuello y hombro del omega, una reacción que no tomó por sorpresa al omega, pues bien, ambos habían tomado esa acción cada vez que se iban a separar de él.

Y oh... no había notado lo duro de ello.

Lo hacían para tener un poco de él en caso... en caso de que-

ㅡPa- Señor bonito. -El corazón de Minho se sintió salir de su pechito cuando no sabía cómo referirse exactamente al omega, su lobito exigiendo llamarlo así, porque era eso para ellos y así amaba verlo.

Pero le daba miedo molestarlo y que fuera una razón para-

Jaeyun con un nudo en su garganta y una sonrisa que ocultaba eso, sólo lo miró en espera, atento a todo. Más no preparado para lo que el cachorro le dijo.

ㅡNo se vaya, ¿sí? Por favor espere aquí, Chaeyeonie y yo vamos a hacerle unas galletas muy deliciosas, pero-

Y viendo los ojitos del cachorro brillar y el temor latente en ellos, Jaeyun sólo asintió, atrayéndolo a él para dejarle un besito en la frente del cachorro, siendo suficiente para el pelinegro, sonriendo feliz.

Ante todo, confiando en la promesa silenciosa del omega.

•••♡•••

Después de que los niños se fueran a "hornear" con Yeonjun, el alfa menor aprovechó la oportunidad, sacando al omega hacia el patio trasero de los Choi-Kang-Choi, viendo que este espacio era grande, Heeseung vio el momento perfecto, deseando más que nada hablar con Jaeyun , quien parecía nervioso ante la sola idea.

Pero debían hacerlo.

Por ello estando ya en la zona verde, ambos tomaron asiento en una silla-columpio que yacía en el patio de la casa, teniendo ese espacio privado solo para ellos. Estando uno al lado del otro, con centímetros de lejanía, Heeseung logra sentir al omega temblar, su lobo inquieto por los nervios.

Entonces en silencio se permite por segundos apreciar el sol de la tarde besar la piel acaramelada del omega, adorando lo muy hermoso que era el menor, quien sus ojitos dorados brillaron una vez se toparon con los del alfa.

Hermoso, muy, muy hermoso omega.

Soltando un respiro y controlando la necesidad de atraerlo hacia él, Heeseung quitó su mirada, enfocando esta en el cielo que cambiaba de colores conforme los minutos pasaban, entonces se decidió por fin hablar, carraspeando antes de hacerlo, rogando a la Diosa Luna y al universo porque todo lo dejara en claro, que lograra sacar todo lo que lo hacía sentirse asfixiado.

Ugh.

ㅡLo siento. -Suelta con un suspiro, mordiendo poquito sus labios sin quitar la mirada del cielo y las nubes, aun cuando nota que los ojitos dorados del omega están en él, mirándole atento. ㅡCreo que la forma en que nos conocimos fue algo que jamás esperé que pasara, pero que de todas formas estoy agradecido, porque al final sea como sea di contigo. -Comenta, soltando una risa baja, siguiendo sin atreverse a conectar sus orbes oscuros con los del omega. ㅡDesde que soy un adolescente y comencé a conocer lo que era el amor y todo lo relacionado a parejas, siempre temí... temí por mi pareja, porque nunca logré sentirme buen alfa. -Y siente al omega removerse a su lado, más este no dice nada, dándole espacio a seguir. ㅡUsaba hablar con mi madre, le decía que no creía poder tener una familia, y que me perdonara si jamás encontraba a un omega, porque no creía que mereciera a nadie. Mamá dijo que todos somos diferentes independientemente de nuestro rango, sea alfa, beta, omega, que no todos entramos al estereotipo "perfecto", y que eso estaba bien, pero nunca estuvo de acuerdo con mi forma de verme a mí mismo. -Carraspeó cuando sintió un pequeño nudo formándose en su garganta, peleando consigo mismo para que su voz sonara clara hasta el final.

ㅡC-cuando cumplí los diecinueve años conocí a Na-eun, me enamoré de ella y creí ciegamente que sería mi omega para toda la vida, realmente... me sentía querido. Tuvimos muchos problemas a la larga, porque ella no deseaba tener cachorros y eso podía respetarlo, por nada del mundo la obligaría a ello, aparte siempre supe que era muy joven para eso, que podíamos pensar en el futuro, luego de casarnos y esas cosas.

Recordar todo sabe tan amargo en su boca, chasqueando la lengua después.

ㅡUn año después, ella dejó de tomar sus supresores por un tiempo más nunca me dijo esto, y bueno, siempre fui algo despistado, así que no logré darme cuenta, ahí llega Minho. Na-eun al inicio después de un momento de angustia por parte de ambos, ella aceptó que lo tendríamos, que nos haríamos cargo de Min, pero cuando Min estuvo con nosotros fue una historia totalmente diferente, supe entonces que las cosas irían mal, pero... ilusamente creí que podríamos arreglar lo nuestro, ella decidió darnos un tiempo y lo respeté, para entonces me encargó a Min, meses después con Minho cumpliendo casi sus dos años, decidió volver, diciendo que nos extrañaba y que cometió un error, mi lobo estaba lastimado y creí que aceptarla era lo mejor... entonces-

Y solo suelta un suspiro bajito cuando siente la mano temblorosa del omega tomar su brazo, sonriéndole poquito, y le dolió el pecho cuando conectó sus orbes con los contrarios, viendo la capa de lágrimas en los bonitos orbes dorados que tanto aprendió a adorar.

Jaeyun sólo le indicó que siguiera, porque era necesario para los dos.

ㅡElla rechazó a Chaeyeon cuando estaba por llegar, y no fue sorpresa que un año después ella nos dejara, sólo- ella solo se marchó, no diciendo nada, sin adioses de por medio, nada.

A Jaeyun le dolió su pecho, miles de emociones retumbando en su caja torácica.

ㅡAntes de todo... discutimos muchísimo, era cosa diaria, a ella le molestaba que mis cachorros rieran, el mínimo ruido que hacían ella amenazaba con pegarles, y- yo no supe esto hasta que los antiguos vecinos me dijeron, solo hasta que ella nos abandonó.

Chaeyeon-

ㅡY-Yunie... -Entonces el corazón se le rompe a Jaeyun cuando los orbes oscuros del alfa lo miraron con dolor, sus ojitos brillando con lágrimas acumuladas. ㅡChaeyeonie no hace ningún sonido desde entonces, no habla- no... Chae jamás dice nada y cuando quiere hablar usa tapar su boca, ella-

ㅡE-está bien, hyung... todo está bien.

Entonces con su corazón hecho trizas, es Jaeyun quien atrae al alfa a su pecho, abrazándolo como si su vida se fuera en ello, con el alfa temblando en sus brazos, abrazado fuerte a su cintura.

Es cuando agradece la sinceridad del alfa, agradece que decidiera abrir su corazón con él, porque era una invitación a sus vidas, porque estaba comentando cosas que provocan mucho dolor con el solo recuerdo, y se lo estaba diciendo todo a él.

A él que-

ㅡN-no fue mi intención alejarte, juro que no, Yunie-

Su corazón se hace chiquito cuando escucha al alfa decir, entendiendo a qué se refería.

Y por décima vez se siente estúpido ante sus propias acciones.

ㅡNo digas nada hyung, no fue su culpa, de verdad que no hizo nada malo, míreme. -Diciendo esto y sintiéndose indefenso ante el alfa, se atreve a tomarlo de sus mejillas, conectando sus miradas. Y su lobo lloriquea en su pecho cuando ve los orbes bonitos del alfa rojos, bañados en lágrimas.

Alfa, alfa, alfa.

ㅡNo fue su culpa, yo realmente-

No sabe qué decirle, pero sabe que debe aclararle, porque realmente nunca se alejó por culpa del alfa, realmente todo giraba entorno a él y sus-

ㅡTengo miedo, ¿de acuerdo? -Confiesa con su voz quebrada, sin dejar ir al alfa en ningún momento, entonces siente las manos de este apretar su agarre en su cintura. ㅡE-ese alfa que conoció esa vez fue mi primer y único alfa hasta entonces... y pudo notar que- no fue nada linda la experiencia que tuve, hyung.

Él solo estaba aterrado, más ahora sabía que ambos lo estaban.

ㅡTengo mucho miedo, y ese día temí, realmente temo por no ser buen omega, temo porque no quiero dañarlos, ustedes tres ya pasaron por mucho y no quiero ser algo malo en sus vidas, hyung, es solo que el miedo me orilló a tomarme un tiempo, necesitaba pensar si lo que hacía estaba correcto.

Solo quería saber si lo que sentía en su corazón estaba bien.

ㅡMi corazón late muy fuerte cuando está cerca, hyung. -Susurra, colocando la mano del alfa en su pecho, justo a la altura donde se encontraba su corazón. ㅡMi lobo lo quiere a usted, t-todo de mí-

Todo de él lo anhelaba.

ㅡMi lobo y yo amamos a los cachorros... hyung, estoy aterrado, temo no poder controlar el futuro, temo que Chaeyeon vuelva a enfermar porque yo no esté, temo que Minho me odie si no puedo mantenerme con ellos, temo que... temo que usted no me quiera con todas mis imperfecciones y miedos, hyung.

Sólo temo no ser un buen omega.

ㅡTemo no ser lo que ustedes merecen.

Heeseung negó inmediatamente, absorbiendo su nariz y con su corazón corriendo una maratón atrajo al omega hasta su regazo, negando múltiples veces con su cabeza mientras lo abrazaba fuertemente por la pequeña cintura del pelinegro, todo en él con una clara negación.

Jaeyun era todo lo que ellos necesitaban y hasta más, no podía pensar así, Jaeyun no podía pensar que no era bueno para ellos cuando ante los ojos de sus cachorros y de él mismo, el omega era su adoración y la pieza que faltaba en sus vidas.

El omega era su omega, suyo, suyo y nada más que suyo.

ㅡNo vuelvas a decir eso, no lo pienses siquiera, no, por favor no. -Suplicó, su voz quebrada, sus ojitos mirando con mucho amor al omega, no queriendo soltar su agarre en el cuerpo de este, amando la familiaridad con la que sus cuerpos se acomodan, aun cuando el contacto era algo completamente nuevo. ㅡTe quiero conmigo, te quiero con nosotros, por favor no pienses eso nunca más, Yunie-

Se tragó un sollozo cuando amagó a salir de su garganta, optando por hundir su rostro en el cuello del omega, llenándose de su aroma, ese que quizás fue la causa de que se encontraran ahí mismo.

ㅡMi lobo te reconoce como mi omega, ¿si sabes eso? Y yo te quiero con nosotros, mis cachorros-

Omega.

ㅡPor favor permítenos ser parte de tu vida, prometo que pintamos tu mundo de colores hermosos, todos los días y a todas horas.

Prometo amarte hasta mis últimos días.

–Yunie-

Sin decir nada y con todo en él sintiendo la necesidad, el menor ahuecó las mejillas del pelinegro, la posición en la que estaban facilitando todo, no dudando en atraerlo hasta sus belfos, besando los labios carnosos y bonitos del alfa una y otra vez, las veces que fue necesarias y que sus deseos le indicaron, queriendo que a través del contacto lograra hacerle saber todo lo que el nudo instalado en su garganta no le permitía decir.

Alfa, alfa, todo en él gritaba alfa.

Mío, mío y solo mío.

ㅡCuide de mí, alfa, prometo cuidar de tí.

Porque era todo lo que quería, no quería más que no fuera ese alfa y esos cachorros con él, y de eso no tenían duda alguna.

Míos.


Hoy estoy con mucha flojera y casi no recuerdo actualizar jsbdkdbdkdb

Debe ser porque me siento un poco enfermita pero al menos hice mi deber.

En fin, cuídense mucho, tomen agüita y coman sus comidas.

Lxs adoro mucho. 💖

Nos leemos pronto~

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