— ¿Cuándo entras a la prepa de Forks?— pregunté muy interesada. A lo mejor podría darle detalles de su vida, total, era un sueño ¿A quién le haría daño darle información?

— ¿Cómo sabes eso?— me miró asustada.

—Bueno... ¿Debes estudiar no es así?— dije para no parecer una lunática obsesionada con su vida.

—Si... entro el lunes a la escuela. Mañana debo dejar todo ordenado y des hacer mi maleta— dijo sin mucho interés. Si ella supiera que iba a iniciar la más grande aventura de su vida, estaría saltando de emoción como yo.

—Pues buena suerte Bella— le sonreí.

—Que sueño tan real— dijo ella sacudiendo la cabeza. Qué ironía, mi sueño creía que soñaba. Casi suelto una carcajada con ese razonamiento tonto.

—Pues es un buen sueño, al menos para mí. Yo sé mucho de ti, lo leí en un libro. Eres como mi mejor amiga por así decirlo. Seguí tu historia desde que llegaste a Forks, conociste a Edward, te enamoraste de él. El día que te dejó lloré como un bebé. También me enamoré de Jacob cuando te consolaba. Casi muero del espanto el día que Edward quiso matarse en Volterra...— quise seguir hablando pero su cara de espanto me asustó. Tal vez le estaba dando demasiada información.

— ¿Quién es Edward? Y... ¿Y cómo es que mi vida está en un libro?— retrocedió unos pasos. Si, se había asustado. Qué tonta, no debí ser tan directa.

—Te lo mostraré— fui hasta me escritorio y busqué el primer libro de la saga. "Crepúsculo" decía, era mi favorito, el inicio de todo.

Bella aceptó el libro que le tendí. Se acercó un poco a la pequeña lámpara que tenía al lado de mi cama.

— ¿Puedo?— preguntó pidiendo permiso para sentarse en mi humilde camita.

—Claro, ya te dije que eres como mi mejor amiga, mi casa es tu casa— le sonreí. Era mi sueño, podía quedarse a vivir conmigo si quería. Lástima que todo terminaría pronto. Cuando suene mi despertador.

Ella abrió el libro, pegó un brincó cuando vio su nombre entre las páginas.

—Esto no puede ser, aquí dice mi nombre, porque me fui de Phoenix. ¿De dónde sacaste esto?— preguntó turbada.

—Tranquila. Es sólo un sueño, recuerda— traté de calmarla. –Es un libro sobre ti. Anda léelo, es una historia maravillosa, millones de chicas en el mundo envidian tu suerte. Que un vampiro se enamore de ti es algo muy raro— otra vez le sonreí pero ella no parecía feliz.

—Los vampiros no existen— me miró como si yo tuviera dos cabezas. Bueno, si apenas había llegado a Forks era lógico que pensara eso.

Escuché pasos en el corredor, Bella se levantó aprisa, tiró el libro y casi hace caer la lámpara al tropezar con el cordón.

Sonreí "típico de Bella" pensé.

— ¿_____ (TN) estás bien?— escuché a mi madre. ¡Qué fatal! Ni en sueños te dejan de cuidar los padres.

—Si mami, estoy leyendo, ya me acuesto— grité.

—Hasta mañana amor— dijo mamá. Qué bueno que no se le ocurrió entrar.

—Esto es tan confuso— Bella temblaba en un rincón de mi habitación.

—No te preocupes, mañana no voy a recordar muy bien este sueño— le dije invitándola a sentarse otra vez. No aceptó, caminó hasta la ventana para mirar la calle.

—Quiero volver a mi casa— suspiró.

—Yo quería que te quedaras. Anda, tengo los otros libros de tu vida por aquí— rebusqué en mi almohada para ver si estaba "Amanecer" pero al darme la vuelta Bella ya no estaba.

Miré al espejo, mi reflejo parecía vibrar, como cuando le tiras una piedra a un lago en calma. Qué extraño fue todo eso. ¿Me estaría volviendo loca?

Al siguiente día, no pude diferenciar si aquello había sido sueño o realidad. No lo comenté con nadie, ni siquiera llamé a ninguna amiga y menos a mis padres, me habría ganado una visita al psicólogo, sino al psiquiatra. Mamá habría dicho que mi obsesión iba más allá de lo sano y normal y papá... creo que la habría apoyado como siempre. No tenía ganas que me miren raro otra vez, suficiente con que me digan vampira de vez en cuando.

Todo el día pensé y pensé. Bella en mi habitación... Un sueño hecho realidad. ¿Y si yo hubiera caído en la suya? Sería un sueño glorioso, conocer a los Cullen, a los licántropos. Era demasiado hermoso de imaginar. Daría lo que fuera por un sueño así.

Me acosté pensando en eso. Mis padres saldrían esta madrugada por una semana en un viaje romántico. Me invitaron pero me negué. ¿Qué iba a hacer metida en otra de sus lunas de miel? Aj, sólo causarme más traumas. Una tía vendrá a media semana a "cuidarme". Cómo si lo necesitara. Era menor de edad así que aunque protesté me ignoraron. Ya me imagino, papá y mamá me llamarían de cada lugar al que iban sólo para saber si estoy bien, en casa, si he comido, si me cuesto temprano.

Ya estaba empezando a entrar en sueño cuando escuché un ruido.

—Pssss— lo oí claramente. Me levanté, miré la ventana pero no había nadie. –Aquí, soy yo— escuché murmurar. Era Bella, en el espejo. Podía mirar su habitación entera como si fuese una ventana.

Me levanté asustada. Otro sueño real, que suertuda soy.

—Hola Bella, ¿Qué haces allí?— pregunté.

—Estaba a punto de dormir y de pronto pude ver tu habitación en mi espejo— me dijo confundida.

—Qué raro ¿No?— dije sobándome un ojo dormilón.

—Tengo miedo, no quiero entrar ir al instituto mañana— dijo asustada.

— ¿Por qué? Será fantástico.

— ¡No! Me leí el libro que me diste. Es horrible, no quiero nada de eso. Sólo quiero ser Bella, simplemente Bella, nada de vampiros, accidentes... sólo quiero acabar el año, trabajar e ir a la universidad a estudiar literatura, es todo— no podía creer que Bella Swan dijera eso. Bueno al principio de la historia me pareció bastante tímida.

—Yo mataría por estar en tu lugar— le sonreí.

—Pues te lo cedo, yo no quiero ir a esa preparatoria— dijo saliendo del espejo y pasando a mi habitación. Qué extraño, otra vez el reflejo vibraba.

—Mañana vas a conocer a Edward, no puedes irte de Forks— la animé.

—No quiero. Solo quiero vivir mi vida, ser yo misma. Que nada esté escrito— susurró.

—Aja. Bien, quédate aquí— le mostré mi cama. –Mis padres se van de viaje, la casa estará sola por unos días, podemos compartir, te enseñaré muchas cosas. Mira mi compu, tiene acceso a internet y es muy rápida.

— ¿Hasta cuándo me quedaré? ¿Crees que si salgo unos días de Forks todo cambie?—me preguntó. Con pena tuve que aceptar que a lo mejor tenía razón, si ella se iba un día antes de empezar el instituto posiblemente su historia cambie. ¿Acaso se escribiría otra cosa en los libros? ¿Cambiaría todas las novelas la decisión que está tomando Bella? ¿O sólo era un sueño, pronto despertaría y todo seguiría igual?

—Puedes quedarte, esta es tu casa— le sonreí.

— ¿Qué le diré a Charlie?— se preguntó preocupada por su padre.

—Escríbele una nota— le sugerí.

—Bien, le diré que... que me fui a Phoenix y que regreso la semana que viene.

—Eso es— la animé. Tener a Bella conmigo, aprender a conocerla un poquito más, mis amigas morirá de envidia cuando les cuente este maravilloso sueño.

—Ya está. Espero que no se enoje y no llame— volvió a temblar.

—Ánimo Bella, Charlie es muy comprensivo— caminé mirando la hora. Era justamente a la media noche, igual que ayer.

—Podrías... ¿Podrías lanzar el papel al otro lado del espejo?— me alcanzó su escrito.

—Claro— dije tomando el trozo de hoja de cuaderno y avancé. Apenas mi mano atravesó el espejo sentí una corriente fría recorrerme. Mi vista se nubló un segundo y al siguiente ya no estaba en mi recámara. Me di vuelta sólo para ver Bella mirándome desde el otro lado.

— ¡Bella!— grité. Poco a poco la imagen de Bella sentada en mi cama desapareció.

Ahora si estaba asustada. ¿Qué hacía yo en Forks? ¿A esta hora de la noche?

"Es un sueño, es un sueño, es un sueño" me repetía.

Respiré hondo. Cuando le dije "Mataría por estar en tu lugar" no estaba mintiendo. Pero esto era algo que yo no me imaginaba. ¿Qué haría ahora Bella en mi casa? ¿Qué le iba a decir a Charlie?

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Uy atravesamos el espejo y aparecimos en Forks :O 

Gracias por leer

PATITO