La semana siguiente, Hyunjin se dedicó a explorar nuevas formas de enfrentarse a su dolor. Empezó a asistir a sesiones de terapia, buscando ayuda profesional para comprender y superar el dolor de la ruptura con Felix. Aunque al principio era difícil abrirse a un extraño, pronto comenzó a apreciar el espacio seguro que le ofrecía para hablar sobre sus sentimientos.

Una tarde, después de una sesión particularmente intensa, Hyunjin decidió visitar un pequeño mercado de pulgas en las afueras de la ciudad. Había oído que algunos tesoros escondidos podían encontrarse allí, y pensó que podría distraerse con algo diferente, algo que no estuviera relacionado con Felix.

El mercado estaba lleno de puestos con antigüedades, objetos vintage y una mezcla de curiosidades. Hyunjin caminaba lentamente entre las mesas, inspeccionando objetos que habían visto mejores días, mientras su mente seguía girando en torno a lo que había perdido. Sin embargo, algo en el ambiente del mercado, la vida y el movimiento, parecía ofrecer una especie de consuelo.

Se detuvo frente a un pequeño puesto que vendía libros usados. La colección era variada, desde novelas clásicas hasta libros de poesía. Mientras revisaba los estantes, su mano se detuvo en un libro de poesía desgastado, con una portada simple pero elegante. Lo sacó con cuidado y lo abrió, encontrando poemas sobre el amor, el dolor y la esperanza. Cada página parecía resonar con sus propias emociones.

Decidió comprar el libro, sintiendo que podría ser una manera de canalizar sus pensamientos y sentimientos en algo positivo. Con el libro bajo el brazo, continuó explorando el mercado, hasta que su mirada se posó en un pequeño café al aire libre, justo al borde del mercado. La idea de tomar un café y leer un poco le pareció reconfortante, así que se dirigió hacia allí.

Al llegar al café, encontró una mesa en una esquina tranquila, ideal para perderse en la lectura. Mientras disfrutaba de su bebida, abrió el libro de poesía y comenzó a leer. Los versos eran a menudo melancólicos, pero había una belleza en las palabras que le daba una sensación de calma. Los poemas hablaban sobre el proceso de curación, sobre cómo el tiempo puede transformar el dolor en sabiduría, y sobre la esperanza de un futuro mejor.

Durante el tiempo que pasó en el café, Hyunjin se dio cuenta de algo importante. Aunque el dolor por la pérdida de Felix seguía siendo profundo, también empezaba a reconocer que su vida no se había detenido. A través de la lectura y el auto-reflexión, estaba descubriendo nuevas formas de enfrentar sus sentimientos y comenzar a sanar. El libro le ofrecía una perspectiva diferente, una que le ayudaba a ver el dolor como una parte de su viaje, no como el final.

Al salir del café, Hyunjin sintió una ligera ligereza en su corazón. La tristeza aún estaba allí, pero también había una chispa de esperanza, una pequeña promesa de que el futuro podría ofrecerle algo más. Sabía que no podía olvidar a Felix de inmediato, ni borrar todo el dolor, pero también comprendió que podía empezar a construir una nueva vida, incluso con cicatrices del pasado.

Esa noche, mientras regresaba a casa, Hyunjin sintió que había dado otro paso hacia adelante. La vida seguía adelante, y él también debía hacerlo. No se trataba de olvidar a Felix, sino de aprender a vivir con el recuerdo, de integrar el pasado en su presente de una manera que le permitiera sanar y crecer.

Al llegar a su apartamento, se dirigió directamente a la habitación donde había guardado la caja de recuerdos. Con cuidado, la sacó del armario y la colocó sobre la mesa. La abrió una vez más, pero esta vez no para llorar, sino para revisar los recuerdos con una nueva perspectiva. Hyunjin empezó a separar las cosas que quería guardar como tesoros preciados y las que estaba dispuesto a dejar ir.

Mientras lo hacía, se dio cuenta de que, aunque los recuerdos con Felix eran valiosos, también necesitaba espacio para su propio crecimiento. Decidió conservar algunas fotos y cartas, pero guardarlas en una caja separada, para poder volver a ellas en otro momento, cuando estuviera más preparado. Lo que más necesitaba ahora era espacio para empezar a sanar y a construir su futuro.

Con un suspiro de resolución, cerró la caja y la colocó de nuevo en el armario, sintiendo que era un símbolo de su decisión de seguir adelante. La vida de Hyunjin estaba cambiando, y aunque el camino por delante era incierto, al menos estaba dispuesto a recorrerlo con un corazón más ligero, con la esperanza de que el tiempo le traería nuevas oportunidades y, tal vez, una nueva forma de felicidad.

Read you soon...
-Mimi 🦋