Bonjour de nuevo hoy contaré la historia de lo que ocurrió mi primer día de clases en la escuela para brujas y nigromantes. Dormía plácidamente en mi nueva habitación, cuando de pronto un destello que provenía del espejo me hizo despertarme a plenas cinco de la mañana.

—Zoey ¿vez eso?— le pregunté a mi compañera de cuarto pero Zoey seguía dormida por lo que tuve que acercarme al espejo y averiguar lo que le pasaba, lo toqué y vi una cinemática muy extraña sobre un capitán pirata.

Ese no era por mera casualidad ¿el capitán representante de Neverland usando una pistola de forma algo imprudente? ¿qué significaba esto? no pude averiguar nada más porqué el espejo se apagó por lo que tuve que volver a mi cama y tratar de dormir.

Por fortuna lo logré y a las siete de la mañana desperté y fui a la cafetería a desayunar con Zoey Stars casualmente me encontré con Jolly senpai la cuál me recordaba un poco al mismo pirata que vi a través del espejo.

—Buenos días Rosella chan ¿cómo amaneciste el día de hoy?—me preguntó la líder de mi dormitorio con mucha amabilidad.

—Bien—mentí— ¿y tú?

—También bien, veo que ya hiciste una nueva amiga— dijo refiriéndose a Zoey.

—Así es.

Ella me dio una gran sonrisa y me dijo:

—Me alegro mucho por ti, si necesitas algo no dudes en pedírmelo.

—Gra...gracias.

Desayuné y junto con mi compañera y amiga nos fuimos a nuestra primera clase de todo este ciclo escolar.

Historia mágica 📚

—Buenos días alumnas de la clase 1°A, soy la maestra Julianne Quinson y yo les voy a impartir la materia de historia mágica.

Miss Julianne era una mujer joven, de pelo largo y ondulado de color rubio amarrado en una coleta y los ojos grisáceos ella no rebasaba los treinta años, vestía ropa algo anticuada pero elegante y a la vez se veía bastante seria y educada.

Aunque también tenía su lado gracioso, ya que de vez en cuando la veía chuparse el dedo pulgar cuando estaba muy concentrada en algo o intentando recordar algún detalle en plena clase.

—Les advierto de una vez que no voy a permitir alumnas que se queden dormidas en mi clase, eso inmediatamente les dará un reporte de conducta junten tres y las enviaré al salón de castigos ¿entendido?

—Sí Miss Julianne—dijimos las alumnas de la clase 1°A.

—Saquen su libro de historia mágica para principiantes y comencemos con esta clase.

Esa hora fue un completo castigo para muchas de mis compañeras no lectoras como yo, aunque realmente no estuvo tan mal aprendí sobre la existencia de un silbato que era capaz de llamar a una tripulación entera debería conseguirme uno de esos cuando volviera a casa, así Ace jamás volvería a dejarme plantada je je (ok no).

Después de la clase de historia mágica, todas nos fuimos a cambiar nuestro uniforme normal al deportivo en uno de los varios vestidores que había por la escuela para nuestra siguiente clase.

Vuelo y deportes 🧹

—"Welcome girls" soy la maestra Rafaela Whitecliff o pueden llamarme la gobernadora Whitecliff su maestra de vuelo y deportes, tomen sus escobas mágicas y traten de montarlas.

Miss Whitecliff era una mujer regordeta y con un uniforme de color lila de una sola pieza que le cubría todo su cuerpo, yo nada más digo que una maestra de deportes no debería tener kilos de más ojo sólo es un pequeño consejo yo no tengo la verdad absoluta.

Aquella primera clase con ella fue un completo desastre, muchas que no teníamos experiencia montando escobas mágicas terminamos haciendo varios destrozos incluyéndome.

—¡Rosella ten cuidado!—me advirtió Zoey, pero yo choqué con una chica que iba pasando sin que yo pudiera evitarlo.

—Perdón yo no quería...

—Descuida yo tampoco pude ver por dónde venías.

Esa chica la conocía de algún lado, claro era la chica con lentes oscuros de la ceremonia de apertura que fue seleccionada a Jungledor.

—Karla Snake ¿cierto? ¿del grupo B?- pregunté.

—Sí soy yo... ¿Rosella Enchantress? ¿del A?

—Así es—asentí cortésmente.

Otra chica llegó, era de cabello castaño que lo tenía hasta la mitad de su espalda y con un gran mechón en su cara que ocultaba su ojo izquierdo que de seguro era verde esmeralda como el derecho.

—Karla san, Alchemist sensei me mandó a buscarte debido a que no regresabas con los sapos de chocolate para nuestro experimento del día de hoy ¿te encuentras bien?

¿Sapos de chocolate? que deliciosos.

—Sí Raquel ya iba para allá... ¡oh no... los sapos de chocolate están saltando por todas partes!

Por mi culpa a Karla se le habían caído los sapos de chocolate, ahora me veía en la necesidad de ayudarla.

—Yo las ayudaré a rejuntarlos.

—¿De verdad? ¿y tú clase?—preguntó Karla.

—Whitecliff está dormida, mejor vayamos a cazar sus sapos de chocolate antes de que se despierte.

Las tres comenzamos nuestra cacería de sapos de chocolate; Karla era capaz de alargar varias partes de su cuerpo como si fuera una serpiente para atrapar varios sapos bajo su instinto animal, Raquel con un sonido de campanadas lograba aturdir a los sapos con mucha facilidad para después tomarlos con sus manos y yo simplemente invocaba unas tazas parlantes para atraparlos.

—Gracias Rosella, nos ayudaste a atrapar a los sapos de chocolate.

—Era lo menos que podía hacer despues de mi imprudencia.

Nos despedimos y cada quién se fue a su respectiva clase, Zoey muy extrañada por mi repentina ausencia me preguntó:

—¿Rosella dónde estuviste?

—Ayudando a unas chicas por un problema que les ocasioné ¿porqué?

—La chismosa de Ashlynn despertó a Whitecliff sensei y le dijo que te fuiste de pinta por lo que te bajaron 10 puntos de la clase de hoy.

Esa Ashlynn Heartless ¿no tenía otra cosa mejor que fastidiarme la vida? yo no le había hecho nada... aún.

—Bueno ya ni modo.

—Si le dices la verdad a Whitecliff, probablemente no te vaya tan mal.

—¿Tú crees?

—Sí ve... no pierdes nada hablando con ella.

Eso hice tras un leve empujón de Zoey, fui a hablar con la maestra Whitecliff y ella me dijo:

—Me conmueve que seas una estudiante muy caritativa con tus otras compañeras, sólo por eso te voy a regresar tus puntos.

—¡¿De verdad?!—pregunté asombrada.

—Claro, pero mereces un pequeño castigo por ignorar tus obligaciones.

En ese momento Rosella Enchantress ósea yo sentí el verdadero terror.

—¿Un pequeño castigo? ¿cómo cuál?— pregunté tragando saliva.

—Con que me encuentres una bolsa enterrada con oro después de clases, te perdono.

—Oh...¿ok?

Con ese extraño requisito se terminó mi clase de vuelo y la última clase de ese día fue:

Pociones 🧪

—Saludos mis lindas diamantes en bruto soy Shelly Alchemist y yo les voy a impartir la materia de pociones—dijo Alchemist sensei apuntando su nombre en el pizarrón con marcadores mágicos, la que mencionó la chica castaña de antes.

Alchemist sensei era una mujer elegante y algo mayor, con un vestido rojo largo y su corto pelo de color anaranjado y llevando dos cocodrilos como acompañantes a sus clases llamados: Bruno y Néstor.

—Les enseñaré cómo crear potentes venenos, curas para estos y pociones de todo tipo desde lo más básico, hasta lo más difícil así que pongan mucha atención para no tener que verlas en clases de verano.

Sonaba como una materia muy interesante aunque complicada.

—Primero experimentáremos una poción de cambio de color con estos sapos de chocolate que sobraron de la clase B, por cierto Rosella gracias por ayudar a tus compañeras a recuperarlos ya tienes 6 puntos extras conmigo.

—No fue nada Alchemist sensei.

Desde su mesa de laboratorio Ashlynn me miraba con cólera y envidia, su plan de arruinar mi primer día de clases no le estaba saliendo tan bien como ella esperaba.

—No vayas a agregar por error arsénico a tu mezcla Rosella o harás que tu pobre sapo de chocolate se muera retorciéndose de dolor o ya no sepa delicioso.

Tenía dos opciones amenazarla o ignorarla, opté más por la primera.

—¿Me crees imbécil Ashlynn? por supuesto que no lo haré.

—Tú y tu hermana son unas imbéciles, vas a terminar desapareciendo igual que ella... quien sabe en las cosas que andaba metida ja ja.

Eso sí que no lo iba a permitir una cosa es que se metieran conmigo y otra muy diferente que se terminaran metiendo con mi familia lo más sagrado para mí, así que con mi pluma mágica color rosa bajito y en forma de flor le lancé a Ashlynn un hechizo directo a un mechón de su larga y rubia cabellera que se lo tiñó de color verde.

—A mi hermana Narcisa, ¡la respetas!

—¡Mi pelo idiota!

Luego ella me arrojó su sapo de chocolate quién desprendió sobre mí un líquido menta, listo se había acabado mi paciencia.

—¡Esto es la guerra!—grité enfurecida.

Lo único que me faltaba, mi primera pelea en clases se lo debía Ace ya que él me había enseñado a defenderme de las bravuconas. Bueno también mis hermanas un poco.

—¡Suficiente no voy a tolerar que desperdicien más materiales! ¡se van las dos a la oficina de la directora ahora!—nos regañó Alchemist sensei a Ashlynn y a mí con justa razón.

Sus cocodrilos nos escoltaron hasta la oficina de la directora Boss, me reí un poquito cuándo vi a Ashlynn intentando escapar de su castigo y en consecuencia Néstor le mordió su pierna izquierda rompiendo parte de su calceta.

—¡Maldito animal, me mordió!

—Tú te lo buscaste por intentar escaparte.

—¡Cállate!— oblígame güera desabrida y eso que mi madre también era rubia... como mi hermana.

La directora Bosss nos regañó mucho, dijo que cómo las dos teníamos la culpa de lo que pasó en la clase de pociones ahora nosotras limpiaríamos aquel desastre; no conforme con eso tendríamos que buscar tesoros para que aprendiéramos la lección igual ya tenía que hacerlo con Whitecliff, pero detalles.

En plena búsqueda encontré un medallón de color verde brillante en forma de esfera, ese collar lo conocía de alguna parte cierto era de mi hermana mayor Narcisa ¿cómo había terminado enterrado ahí?

—¿Encontraste algo?-me preguntó Ashlynn—yo sólo unas corcholatas de hace siglos.

—No nada—mentí no le iba a contar sobre el collar a alguien que horas antes había insultado a mi hermana. Dando así lugar a una rivalidad que duraría mucho tiempo.

Terminado mi castigo y de darle la bolsa de oro que encontré después a Whitecliff, guardé aquel collar en un cofre con mis cosas más preciadas junto a Florence mi lindo oso de peluche para que no se me fueran a perder.

—Rosella ¿podemos hablar un momento?—me preguntó mi líder entrando a mi habitación.

—Sí ¿qué sucede?

—Ya me enteré que te castigaron.

Que rápido vuelan los chismes por aquí.

—¿Cómo te enteraste?

—Eso no importa, sólo te advierto que te la lleves más en calma en esta escuela o de lo contrario vivirás un infierno.

No me lo podía creer mi defensora estaba en mi contra.

—¿Me estás amenazando?

—Al contrario te estoy protegiendo, aquí hay muchas personas que desconfían de ti.

—¿Quiénes?

—No te lo puedo decir, son personas muy cercanas a mí sólo te puedo aconsejar que te cuides ¿sí? o de lo contrario lo único que harás será preocuparme a mí— me dijo Jolly antes de irse sin notar que muy pronto algo malo le pasaría a esta.

Pero eso lo veremos en el primer arco de esta historia xd.

🥀Atentamente: Rosella Enchantress🥀