Nayeon:32
Dahyun:18

Dahyun, una estudiante normal de primer año de universidad, o bueno, casi normal, había sido echada de su casa poco antes de entrar a la universidad por qué sus padres los cuales eran súper religioso se habían enterado que su hija menor era homosexual.

El mismo día que fue echada de su casa conoció a Nayeon, una ceo de 32 años la cual iba saliendo de su empresa topandose con la pequeña dahyun quien lloraba y caminaba a pasos lentos casi arrastrando los pies.

Nayeon a pesar de ser una mujer dura y casi insensible no pudo evitar sentirse un poco mal al ver a la menor en ese estado y se acercó a preguntarle si estaba bien.

-Ey tu! Estás bien, mocosa?- pregunto Nayeon sin una pizca de sensibilidad. Dahyun aún aturdida y confundida solamente se le quedó mirando a Nayeon sin decir ninguna sola palabra.

- Te estoy preguntando si estás bien, acaso no hablas mocosa malcriada?- pronunció algo molesta por la "insolencia" que tenía la menor; algo que Nayeon odiaba era a las personas insolente o irrespetuosas.

-perdoneme señorita, pensé que hablaba con alguien mas, y si, estoy bien, gracias por preguntar- contesto una dahyun apenada sintiéndose totalmente intimidada por la voz de la mayor.

-pues no te ves para nada bien, no soy este tipo de persona pero te invitaré a comer para que te tranquilícese.

-no quisiera ser una molestia para usted-

-no es una pregunta, ahora sube al auto.

-esto no cuenta como secuestro?-

-no es secuestro si estás de acuerdo y sube ya, que me estoy desesperando-

Dahyun aún desconfiada subió al auto de Nayeon la cual empezó a conducir a un restaurante de comida rápida cercano. Al ya está sentadas esperando su comida Nayeon decidió iniciar la conversación.

-cual es tu nombre y cuántos años tienes mocosa?- musitó Nayeon, analizando por completo la cara de la menor la cual estaba con las mejillas rojas por la verguenza  y los ojos un poco hinchados por su llanto, pero aún así Dahyun seguía viéndose bonita con esa pizca de ternura por su naricita roja.

-me llamo Dahyun, Kim Dahyun y tengo dieciocho años y usted?-

-Im Nayeon, tengo 32 años - contesto la mayor sin despegar la mirada de la menor. Había algo que hacía que no pudiera despegar su mirada, por alguna razón se sentía atraída a la menor.

-si no es molestias, quisiera preguntarle por qué me invitó a comer señorita- pregunto la menor con curiosidad.

- la verdad ni yo misma lo se, hay algo en ti que me llamo la atención y quería saber que es- mencionó la mayor.

-bueno basta de mi, hablemos de ti, ¿Por qué estabas llorando afuera de mi empresa y por qué llevas una maleta?-

-b-bueno y-yo fui echada de mi casa por mis padres por qué descubrieron que me gustan las mujeres-contesto la menor sintiendo como sus ojos volvían a cristalizarse.

-¡¿En qué maldito año viven tus padres como para hacer eso?!-

-bueno y tienes algún lugar para quedarte, no lo sé, tal vez con algún familiar o alguna amiga?-

-No señorita, todos mis familiares son religiosos y seguramente en este momento me odian y mis amigas se alejaron al enterarse de mis gustos-

Y fue ahí cuando a Nayeon se le ocurrió una maravillosa idea.

-Mira te propongo un trato, recientemente he estado algo frustrada sexualmente y necesito a alguien en quien poder descargar esas ganas y desestresarme, así que si tú me ayudas con mi frustración yo te ayudaré monetariamente, pagaré tu escuela, te cómprare lo que sea que necesites o me pidas y podrás vivir conmigo, seré algo así como tú Sugar Mommy, que dices?-

Dahyun se había quedado en shock con las palabras de la mayor, realmente le parecía tentador el trato pero seguía desconfiada, Nayeon era una total desconocída para ella y no estaba segura pero se armó de valor para contestar.

-y-yo...

CONTINUARA...