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Mi única modelo - Samo

Alguien me había pedido un Samo +18 pero no recuerdo quién fue. Así que quedará como gradecimiento a lixmonster por darme la idea de hacer este OS.

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"Felicidades, serás la portada de la próxima revista" El director de la compañía informó a la modelo frente a él.

Y Sana por su parte no podía creerlo, estaba tan asombrada y orgullosa de finalmente ver los resultados de su esfuerzo, era la primera vez que lograba algo como eso y no podía sentirse más feliz que ahora.

Así que agradeció con una reverencia de noventa grados y regresó al set con las demás chicas.

Definitivamente iba a celebrar ese logro junto a sus amigas, claro que sí, ella iba a invitarlas a almorzar para darles la noticia.

Sin embargo, el resto de su día laboral se sintió algo tenso, pues la modelo recién llegada no parecía estar conforme con el logro de Sana ya que no apartaba la mirada de ella, y no parecía ser una mirada amigable, Sana estaba segura de que si las mirabas mataran ella ya estaría 30 metros bajo tierra, pero a pesar de eso, Sana decidió no tomarle importancia, esa chica siempre era así, pues al ser la sobrina del director se creía más importante que las demás modelos a pesar de ser todavía una simple novata.

Así que Sana simplemente la ignoró y mandó un mensaje a sus amigas para avisarles que quería almorzar con ellas afirmando que ella invitaba.

Fue un día tranquilo para Sana a pesar del empeño de la joven novata por ponerla incómoda, tal vez la felicidad de la noticia que había recibido esa mañana la ayudó a mantenerse tranquila y en paz.

Y finalmente la hora de salir del trabajo llegó para Sana, ella estaba ansiosa por contarles a sus amigas aquella impresionante noticia, pero quería hacerlo en persona, así que se dió prisa para llegar al restaurante en el que había acordado verse con las chicas.

Y apenas entró vió a las tres juntas en espera de su llegada.

"Hola, lindas" Sana saludó con una enorme sonrisa viendo a sus tres mejores amigas, Nayeon, Jihyo y Chaeyoung.

"Hola, cariño" Jihyo la saludó con un beso en la mejilla.

"Buenas tardes, bebé" La de sonrisa de conejo también besó su mejilla.

"Yo también quiero besar a esa ardiente modelo" Chaeyoung bromeó al ver a las demás tan cariñosas.

Entonces Sana se acercó a ella y recibió un beso más en la mejilla riendo de lo que conseguía cuando las invitaba a comer.

"Ya ordenaron?" Sana preguntó una vez que se sentó.

"No, estabamos esperando a nuestra sexy patrocinadora" Nayeon comentó besando una vez más la mejilla de su amiga.

Y Sana soltó una risita.

"Malditas interesadas" Ella respondió riendo para tomar la carta del menú.

Y un par de minutos después un mesero llegó para tomar su orden.

Sana no había mencionado nada, ella iba a esperar a que el almuerzo terminara para soltar aquella bomba.

Y cuando los platillos llegaron cada una disfrutó de su almuerzo mientras compartían detalles sobre su día hasta que acabaron.

"Bueno Sana, por qué estás tan feliz? Finalmente conseguiste novia?" Nayeon bromeó haciendo a Sana negar con un puchero, el cual no duró mucho, pues su felicidad por su noticia era demasiado grande.

"Las reuní aquí porque tengo una gran noticia que darles, así que agárrense de donde puedan chicas, porque esta noticia las hará caer de nalgas".

"Solo suéltalo, Minatozaki" Chaeyoung gruñó impaciente lanzándole una servilleta arrugada a la japonesa.

"Seré la portada de la próxima revista" Sana soltó sin más.

"QUÉ?!" Las chicas gritaron con notable asombro llamando un poco la atención en el restaurante.

"Que seré la portada de la próxima revista" Sana repitió recibiendo un grito de emoción por parte de las contrarias.

"¡Aaaahhhh!" Las otras tres gritaron con emoción recibiendo miradas de reproche por parte de los demás clientes del restaurante.

"No puede ser, Sana, felicidades" Jihyo le dió un abrazo.

Y Chaeyoung que estaba al otro extremo de la mesa le dió un apretón a su mano.

"Eso es asombroso, preciosa, estamos muy orgullosas de tí" La menor del grupo afirmó.

"Ahora que serás más reconocida debes tener más cuidado, al parecer hay rumores de que estamos saliendo" Nayeon aseguró con una mirada de preocupación.

"En cuál de todos tus sueños escuchaste esos rumores?" Jihyo preguntó sarcástica mientras volteaba los ojos.

Y Chaeyoung solamente rió.

Sin duda alguna todas estaban felices por Sana, pero por desgracia después de tantas horas de charla finalmente debían volver a casa, así que cada una partió con un rumbo diferente después de que Sana hubiera pagado el almuerzo.

Esa noche la japonesa durmió realmente feliz, estaba tan orgullosa y todavía no podía creerlo hasta la mañana siguiente en la que se levantó para ir de nuevo a la agencia en la que trabajaba.

Parecía que nada podía borrar esa sonrisa que llevaba en el rostro mientras hacía su trabajo.

Y entonces el director la llamó a su oficina para hablar con ella sobre un asunto.

Sana aún estaba contenta por lo de el día anterior y con esa sonrisa entró a la oficina encontrandose a la sobrina del director sentada frente al escritorio. Entonces Sana se sentó a su lado esperando por lo que sea que el director tuviera por decir.

La otra modelo parecía feliz, tanto que incluso le sonrió a Sana y esta devolvió la sonrisa imaginando que tal vez trabajaría en algún proyecto con ella y sería la oportunidad perfecta para ser su amiga y dejar las diferencias de lado.

Pero la voz del director interrumpió sus pensamientos.

"Sana, bonita, recuerdas la plática que tuvimos ayer?" El hombre inició la charla.

"Por supuesto, señor" Sana respondió con una sonrisa.

"Demonios, no sé cómo decir esto" El contrario se quitó las gafas y tomó el puente de su nariz con su pulgar e índice.

"Pasó algo, señor?" La sonrisa de Sana seguía presente.

"Solo... Lamento informarte que no podrá ser así".

"Qué cosa?" Sana preguntó confundida sin dejar de sonreir.

"No podrás ser la portada, lo siento" Finalmente el hombre soltó.

"Qué?" Y Sana no podía creerlo "Pero... Qué pasó?" Finalmente su sonrisa desapareció.

"No es nada, cielo, solo que aún no estás lista y con el equipo consideramos que ella sería una mejor opción" El mayor señaló a su sobrina.

Era eso una jodida broma? La novata? En serio? Sana no podía creerlo, estaba en total shock.

"Pero linda, no quiero que vayas a sentirte mal por esto, seguirás formando parte de la revista junto a las demás chicas"

"Pero, señor..." Sana no encontraba las palabras para expresarse.

"Mira Sana, es solo una tonta portada, sí? Ya llegará tu momento, cielo, pero ahora debes cumplir con esa importante misión de modelar junto a las demás, okay? Ánimo reina!" El director intentó restarle importancia a la portada asegurando que modelar con las demás era igual de importante.

Pero los ojos de Sana solo se llenaron de lágrimas, le habían quitado el puesto por el que tanto se había esforzado.

"Oye muñeca, no te pongas así, estás haciendo un increíble trabajo, tal vez la próxima sea tu momento, así que ahora ve al set y demuestra de qué estás hecha" Aquel hombre intentaba parecer amable animando a Sana.

Sin embargo, Sana por su parte no podía recibir esos ánimos, así que solo asintió antes de levantarse para dar una reverencia a ambos presentes, y como respuesta  recibió una arrogante y burlona sonrisa por parte de la modelo a su lado.

No le dió tantas vueltas, pero el resto del día estuvo recibiendo diversos mensajes de sus amigas quienes aún la felicitaban por el puesto que había obtenido, sin embargo, ella no les informó que lo había perdido, solo agradeció, pues se sentía avergonzada y realmente triste como para decirles que ella ya no sería la portada.

Así que simplemente se fue a llorar sola al baño sintiéndose completamente impotente por haber perdido eso por lo que tanto había trabajado.

Y cuando su horario laboral terminó ella simplemente regresó sola a casa y siguió llorando, definitivamente ese día había sido todo lo contrario al día anterior y aquello solo la hacía llorar más.

Pero por más que doliera, al siguiente día tuvo que regresar a trabajar solo para aguantar las miradas y sonrisas burlonas de aquella novata que tanto molestaba a Sana.

Estaba tan enojada, triste y frustrada que ni siquiera se animó cuando escuchó sobre la fiesta que habría el viernes en la azotea de la agencia.

"No puedo esperar al viernes" Unas cuantas modelos hablaban animadas.

"Yo tampoco, estoy tan ansiosa" Otra mencionó y Sana solo volteó los ojos al escuchar de lejos la plática.

Pero entonces le pareció escuchar algo que la dejó sorprendida.

"Escuché rumores sobre que la Ceo Hirai asistirá a la fiesta" Otra de las chicas informó.

Y Sana intentó escuchar más sobre aquella plática.

"¡No puede ser! Espero que esta vez me elija a mí".

"¡No! Sin duda alguna ella me elegirá a mí".

"Ni lo sueñen, ella va a elegirme a mí" La discusión entre las chicas comenzó.

Y Sana entendió al instante el porqué de la discusión.

Hirai Momo, Ceo de la agencia a la que Sana pertenecía, solía asistir a una que otra fiesta de la compañía para pasar la noche con alguna o algunas de sus modelos a cambio de regalos costosos como dinero, ropa de diseñador o incluso autos, y por esa razón muchas querían ser sus elegidas, además de que la mujer era bastante atractiva, pues su rostro era hermoso y ni hablar de su cuerpo, pues muchas afirmaban que sus abdominales eran tan duros como rocas al igual que sus fuertes brazos.

A decir verdad, Sana nunca se vió interesada, la había visto de lejos, pero no le pareció la gran cosa, además creía que Horai Momo no era más que una millonaria pervertida más del monton.

Sin embargo, ahora estaba decidida a aparecer en el radar de Momo solamente para recuperar el puesto que le pertenecía, porque si lograba ser la elegida no pediría nada costoso, solo quería que le devolvieran el puesto que el director le había quitado para dárselo injustamente a su sobrina, porque Sana estaba arta de siempre recibir tratos injustos por el simple hecho de ser extranjera, ya que muchas veces la habían menospreciado por eso, pero esta vez el director se había pasado, así que haría todo lo posible por obtener justicia, y tenía la ventaja de que Momo podía llegar a simpatizar con ella por ser también japonesa.

Así que el resto de la semana estuvo un poco más animada esperando con ansias a que el viernes llegara.

Y con esos mismos ánimos el viernes por la tarde en encargó de arreglarse lo mejor que pudo combinando un bonito peinado con un maquillaje que la hacía lucir sexy al igual que un hermoso vestido negro que tenía una abertura que subía hasta su muslo izquierdo, y aunque le dió mucha vergüenza, terminó por salir de casa sin llevar bragas puestas.

Estaba nerviosa, era la primera vez que se iba a ofrecer de esa manera, pero estaba completamente decidida.

Así que llegó a la fiesta y notó que la Ceo no estaba ahí, entonces comenzó por beber un poco de alcohol mientras esperaba en el barandal a que Momo llegara.

Estuvo un largo rato completamente sola esperando por la japonesa Mayor, pero las horas pasaban y Momo no llegaba, era de esperarse, pues a final de cuentas eran solo rumores que la Ceo estaría ahí.

Estaban por dar las 3 de la madrugada cuando Sana se encontraba arta de esperar por la mayor y continuaba rechazando a varios hombres que la invitaban a bailar, a este punto quería gritarles en la cara que no le interesaban los hombres y solo quería ser follada por Hirai quien en ningún momento llegó, estaba molesta y cansada así que iba a irse a casa cuando de repente vió a la Ceo llegar completamente fresca como si la fiesta aún estuviera por comenzar.

Y Sana maldijo internamente.

Así que a pesar de estar cansada intentó verse presentable mientras se espejaba en su teléfono y finalmente volvía a colocarse sus tacones, los cuales se había quitado a causa del cansancio.

Y cuando vió a Momo sentarse frente a la barra Sana entró en acción.

Fue a la pista de baile intentando quedar frente a Momo quien después de recibir su trago miró con dirección a la pista en busca de la chica a la que se llevaría a casa esa noche.

Y mientras escaneaba a cada una creyó finalmente estar decidida cuando divisó a dos rubias bailando juntas, quería llevárselas a ambas y posiblemente buscar a una tercera cuando entonces su mirada se encontró con la de Sana y su boca se abrió con total asombro, por lo cual, descartó al par de rubias de su lista al divisar a aquella castaña mover sus caderas de una forma exquisitamente sensual, definitivamente solo la quería a ella esa noche, pues una mujer como esa merecía su completa atención, ella debía tomarse la dedicación de disfrutar ese cuerpo sin ninguna otra distracción.

Así que enfocó sus ojos en la chica frente a ella y se permitió escanear cada una de sus curvas mientras bebía un poco de alcohol.

Esa mujer era tan ardiente para Momo que incluso se sintió un poco nerviosa cuando la chica comenzó a acercarse.

Pero todas sus ilusiones se vieron rotas cuando la vió pasar de largo para recargarse de la barra en espera del bartender que se encontraba atendiendo a los demás invitados.

Entonces Momo decidió aprovechar ese momento para hablarle.

No tenía porqué sentirse intimidada cuando esa chica le pertenecía así como cada una de las modelos que se encontraban ahí, entonces la llamó.

"Buenas noches, hermosa" Momo llamó la atención de Sana quien volteó la mirada para verla.

"Buenas noches, Ceo Hirai" La menor respondió con una leve reverencia.

"Oh, deja las formalidades muñeca, para tí soy solo Momo".

Sana rió, parecía que Hirai sería más fácil de lo que creía, pero entonces el bartender llamó su atención.

"Va a ordenar?" El muchacho preguntó amable.

"Sí, quiero un..." Sana se vió interrumpida.

"Prepárale una mimosa dulce a la señorita" Momo ordenó por ella.

"Enseguida" El chico asintió y se fue a preparar dicha bebida.

"Oye, qué fue eso?" Sana preguntó divertida ante el atrevimiento de Momo.

"Una de mis bebidas favoritas, te va a gustar" La mayor aseguró mirando a Sana asentir en respuesta "Es tu primera vez en una de estas fiestas?" Momo preguntó.

"No, llevo años en esta empresa y he asistido a varias de sus fiestas".

"No puede ser, es un pecado no haber notado antes a una chica tan linda como tú".

Sana rió ante aquel cumplido.

"Eso les dices a todas?" Preguntó la menor con una sonrisa retadora.

"No, solo a algunas" Momo respondió riendo arrogante consiguiendo una risa más de Sana "Por qué no te sientas? Tardarán en traer tu bebida".

"Porque no hay sillas vacías, duh" Sana respondió obvia.

"Que forma tan grosera de hablarle a tu jefa" Momo bromeó tomando a Sana de la mano "Y no necesitas sillas vacías para poder sentarte" Finalmente la mayor la atrajo para sentarla en su regazo y sujetar su cintura con firmeza.

"Que forma tan atrevida de tratar a tu empleada" Sana pasó sus brazos por el cuello de Momo mientras la miraba con diversión.

"Solo estoy siendo amable" La mayor aseguró con falsa inocencia en su voz, pero Sana conocía sus verdaderas intenciones.

"Mas bien siendo descarada" La castaña comenzó a acariciar la nuca de Momo con sus dedos.

"Oye, no te enseñaron a respetar a tus superiores?" Momo la tomó por la barbilla para mirarla a los ojos.

"Si, pero también me enseñaron a decir siempre la verdad".

"Pero que niña tan insolente tenemos aquí" La mayor dijo comenzando a acariciar la pierna de Sana por la abertura de su vestido "Deberías saber cuando guardar silencio".

"Por qué no mejor me callas?" Sana preguntó acercando un poco su rostro al de Momo.

"Tienes razón, debo enseñar a mis empleadas a ser unas niñas buenas, no lo crees?" Momo susurró contra sus labios mirando a Sana abrir la boca en espera de un beso.

Así que Momo se lo dió.

Comenzaron un beso profundo en el que sus lenguas se vieron involucradas, cuando de pronto Sana sintió la mano de Momo entrar por debajo su vestido para apretar sus muslos mientras que su otra mano subió hasta uno de sus pechos para amasarlo a su antojo.

Y Sana se murió de vergüenza, no podía creer que se estaba dejando tocar de esa manera frente a cientos de personas, pero a fin de cuentas, los invitados de aquel lugar ya estaban acostumbrados a ver a Momo tomando de esa forma a sus modelos, así que eso la calmó un poco, a pesar de los nervios que sentía por ser la primera vez que Hirai la elegía a ella.

Ambas disfrutaban de aquel beso lleno de pasión y lujuria cuando Hirai simplemente decidió romperlo para bajar al cuello de Sana a dejar marcas, y entonces un pequeño gemido escapó de los labios de Sana, quien se sintió aún más avergonzada de estar en esa posición.

Hirai había comenzado a chupar el valle de sus pechos por el escote del vestido cuando el bartender regresó con la bebida, y sin tomar importancia a lo que sucedía entre las dos mujeres informó que la bebida estaba lista.

"Aquí está su mimosa dulce" Y sin más el joven se fue para seguir haciendo su trabajo.

Sana quería probarlo, necesitaba un poco más de alcohol para poder manejar la vergüenza que estaba sintiendo, así que estiró la mano para intentar tomarlo, pero Hirai fue más rápida y tomó aquella bebida con una de sus manos para llevarla hacia su boca y beber una buena porción.

Y justo cuando Sana iba a reclamar, la mayor la tomó de la nuca para acercarla y besarla, pasándole el líquido directamente a la boca.

Sana jamás creyó que disfrutaría algo como eso, pero había sabido jodidamente delicioso beber aquel trago de la boca de Momo, tanto que no se percató de la gotita que escurrió por su barbilla, la cual ahora Momo se encontraba lamiendo desde su cuello para finalmente volver a besarla.

La castaña era un total lío, jamás la habían tomado de una forma tan sucia como lo estaba haciendo Momo, y a decir verdad le estaba encantando.

De pronto, Sana sintió como la mano de la mayor subía más por su muslo hasta llegar a su intimidad en donde dió una suave caricia sonriendo al percatarse de que la contraria no llevaba ropa interior.

Sana sintió aquella sonrisa mientras sentía a Momo tentar su entrada con un dedo antes de finalmente comenzar a penetrarla.

Y nuevamente Sana sintió vergüenza de exponerse de esa manera, pues las embestidas de Momo no eran para nada discretas mientras la follaba contra la barra de bebidas.

Creyó que podía seguir con eso, pero se sintió completamente expuesta cuando Momo le subió más el vestido y abrió sus piernas para follarla de una forma más cómoda, entonces la menor cerró sus piernas y rompió el beso que compartía con Momo.

Y comenzó a arrepentirse de haber iniciado esto cuando abrió los ojos y notó las miradas de la gente sobre ella.

Así que quiso sacar la mano de Momo de entre sus piernas mientras intentaba cubrir su intimidad con su vestido, pero nuevamente Momo quiso besarla, por lo que Sana la tomó de los hombros para alejarla.

Sana ya no quería hacer esto, mucha gente la estaba mirando mientras Momo le metía los dedos por debajo de su vestido y ella se sentía demasiado expuesta permitiendo que eso pasara, así que quiso alejarse de Momo, pero los dedos de la pelinegra seguían firmes dentro de su vagina.

"Ya no quiero hacer esto" Sana pidió alterada intentando alejarse de ella "Mucha gente nos observa, por favor, ya no quiero".

"Oye, oye, tranquila" Momo sacó su mano del vestido de Sana "Vamos a mi apartamento, ahí nadie va a mirarte".

Entonces Sana lo reconsideró.

Y finalmente asintió, porque ella realmente quería acostarse con Momo, pero le avergonzaba ser vista por la gente de la fiesta.

Así que sin darle más vueltas, Momo la cargó y se la llevó con dirección a su auto para entrar con Sana en la parte de atrás.

"A mi apartamento" La pelinegra ordenó a su chofer, quien seguidamente encendió el auto para comenzar a conducir.

Y Momo no esperó más para abalanzarse contra Sana en busca de sus labios, y de nuevo la besó mientras volvía a penetrarla con un dedo.

Sana estaba tan mojada que el dedo de Momo resbalaba tan fácil en cada embestida.

Así que la mayor agregó un dedo más a la vagina de Sana y comenzó a bombear más fuerte contra su intimidad escuchando a Sana soltar finalmente sus gemidos.

Entonces la tomó en su regazo y la recargó contra el asiento del chofer para seguir follándola recibiendo gemidos cada vez más fuertes.

Y el chofer solamente se limitó a bufar, pues estaba cansado de siempre presenciar esa clase de cosas cuando regresaba a Hirai a su departamento. Además, Momo tenía más lugares vacíos, no entendía cual era su afan de joderle la vida al follar a las chicas contra su asiento, pues solo sentía como el respaldo de su lugar era sacudido y los gemidos de las mujeres inundaban el automóvil.

Por suerte habían llegado al edificio en el que Momo vivía, la cual, sacó a toda prisa a Sana de su auto para entrar con ella al ascensor y continuó besándola mientras este subía hasta el piso correspondiente.

Y cuando llegaron Momo ni siquiera la llevó a su habitación antes de arrancar el vestido de Sana, el cual, se encontraba mojado a causa de los orgasmos que ya le había dado a la menor desde el auto en el trayecto hacia su departamento.

Y en medio de besos Momo se encargó de desnudar completamente a Sana antes de cargarla de los muslos y hacerla enredar las piernas en su cintura, mojando en el proceso su camisa con los fluidos de Sana, para así llevarla hacia su habitación.

A este punto la garganta de Sana ardía de tanto gemir y su intimidad estaba tan sensible a causa de los múltiples orgasmos que había tenido, pero ella quería más, ella necesitaba más de Momo, así que la ayudó de deshacerse de su saco de vestir antes de comenzar a quitar los botones de su camiseta azul, para finalmente encontrar esos deliciosos abdominales de los que tanto había escuchado hablar.

Sana no pudo evitar pasar sus manos por el duro abdomen de Momo y rasguñarlos levemente, realmente se sentían como rocas. Pero entonces continuó bajando sus manos hasta llegar al cinturón de la contraria y comenzó a desabrocharlo para después abrir sus pantalones con la intención de sacarlos.

Y Momo terminó por quitar su ropa interior antes de tomar a Sana de los muslos para comenzar a restregar sus intimidades sacándole más gemidos a la contraria.

Continuó frotándose por un rato hasta que sintió el orgasmo cerca y finalmente ambas se corrieron juntas.

Pero eso no fue todo, Momo comenzó a descender por el cuerpo de Sana dejando besos húmedos por su abdomen hasta llegar a su pelvis en donde dió un par de besos más antes de finalmente dejar una lamida por la extensión de la intimidad de Sana para seguidamente pasar su lengua entre sus pliegues y hundirse dentro de su entrada.

Sana ya no aguantaba más, estaba tan sensible que casi ardía sentir la lengua de Momo dentro de su apretado coño, lamiento con ímpetu sus paredes y sorbiendo los fluidos que continuamente salían de ella.

Entonces los ojos de la menor quedaron completamente blancos al sentir a Momo juguetear su clítoris con sus dedos mientras su lengua seguía penetrándola.

Y finalmente apretó la lengua de Momo con sus paredes para dejar ir su orgasmo en el rostro de la mayor, quien limpió todo rastro de sus fluidos y la besó metiendo su lengua ahora en su boca para escupirle un poco de los fluidos que había tomado de su vagina.

Finalmente Momo se apartó de ella y se acostó a su lado regulando su respiración, entonces Sana cerró los ojos y sintió como el sueño se apoderaba de ella, pues estaba realmente agotada. Y Momo por su parte simplemente se levantó de la cama para salir de la habitación, Sana creyó que Hirai dormiría en otra parte, por lo que simplemente se acomodó mejor en la cama sin abrir los ojos, pero escuchó la puerta volver a abrirse y a Momo volver a la cama, sin embargo, no le prestó atención hasta que escuchó un ruido extraño y sintió como un objeto vibrante era restregado contra su vagina.

Sana gimió, no podía creer que Momo seguiría follándola, pero no hizo nada por detenerla, simplemente sintió como la contraria introcudía ese objeto en su coño y las vibraciones se intensificaban.

La voz de Sana a este punto se había roto, pues ya no podía gemir más a causa de lo lastimada que estaba su garganta por gritar toda la noche.

Pero de repente Momo sacó el vibrador de su intimidad y comenzó a presionarlo contra su clítoris para después meter otro objeto en su intimidad hasta que la hizo correrse una vez más.

Sin embargo, Momo no se detuvo, pues tiró de los pezones de Sana para después ponerles unas pinzas antes de volver a follarla con el vibrador.

El sol comenzaba a salir y Momo aún metía objetos en la intimidad de Sana, quien había comenzado a sollozar mientras gemía el nombre de Momo.

Hasta que la menor llegó a un nuevo orgasmo y finalmente Momo se detuvo para quitar las pinzas de sus pezones y acariciarlos con su lengua en busca de aliviar un poco el dolor.

Finalmente la mayor se acostó a su lado y cerró los ojos para domir con Sana, quien aún temblaba a causa de los espasmos por su más reciente orgasmo.

Entonces Momo se mantuvo acariciando su cabello hasta que ambas se durmieron.

Y horas después la pelinegra despertó viendo a la contraria dormir plácidamente sobre su pecho, entonces al mirarla detalladamente se dió cuenta de lo hermosa que era la menor que incluso parecía un ángel, así que mientras acariciaba su cabello comenzó a recordar la noche anterior sintiendo una extraña nostalgia al mirarla dormir, pues a pesar de haber pasado la noche con tantas modelos, Momo por primera vez no quería que la chica que fuera.

Pero por desgracia Sana despertó demasiado pronto para el gusto de Momo y tallándose los ojos enfocó su mirada en ella ofreciéndole una tierna sonrisa.

Momo ni siquiera sabía su nombre, pero podía asegurar que aquella sonrisa había alterado la química de su cerebro y sintió su estómago cosquillear.

"Buenos días, hermosa" Momo saludó.

Y Sana soltó una risita.

"Buenos días, Ceo Hirai" Sana devolvió el saludo igual que la noche anterior.

"Para tí soy solo Momo" La contraria le siguió el juego, pero su mirada lucía algo apagada, pues sabía que inevitablemente Sana ya debía irse "Y bien, qué vas a pedirme?".

"Pedirte de qué?" Sana lo olvidó por un momento.

"Quieres un cheque o prefieres una transferencia?" La mayor le recordó.

"Aahh, nada de eso" Sana aseguró.

"Quieres un auto?".

"Nop" Sana volvió a negar.

"Ropa de diseñador? Una casa?" Momo insistió

Y Sana rió de nuevo.

"No es nada material, solo quiero que el director me devuelva mi puesto, iba a ser la próxima portada de la revista pero el director me canceló al día siguiente de darme la noticia" Sana contó.

"Espera..." Y Momo pareció pensarlo "Tú eres Minatozaki Sana?" Momo finalmente preguntó sorprendida recibiendo un asentimiento como respuesta "Y por qué demonios te quitaron el puesto?".

"El director se lo dió a su sobrina" Sana respondió.

"La novata?" El asentimiento de Sana enfureció a Momo "Ese bastardo... Le dije que su sobrina no estaba lista ni siquiera para aparecer en la revista".

"Entonces...?" Sana preguntó confundida.

"Hablaré con ese maldito" Momo aseguró "Pero ya dime, qué quieres por lo de anoche? Aún estoy en deuda contigo".

"No me debes nada, no soy una acompañante" Sana respondió tranquila.

"Lo siento" Se disculpó la pelinegra al creer que había ofendido a Sana.

"Tranquila, no me ofendiste" La menor soltó como si le hubiera leído los pensamientos "Pero si tanto insistes en que te pida algo entonces quiero que volvamos a vernos" Fue la petición de Sana y Momo sonrió ante eso.

Sin embargo, después de esa mañana no volvieron a verse, hasta el lunes que Momo llegó al set notablemente molesta, y tirando del brazo del director lo tomó de la camiseta para encararlo.

"Tú, maldito imbécil, por qué le diste la portada a tu sobrina?!"

"Ceo Hirai, buen dí..." Momo no lo dejó terminar.

"RESPÓNDEME MALDITO! Te dije claramente que no estaba lista, cómo te atreves a cometer una locura como esa?! Acaso quieres arruinar la reputación de nuestra revista?!" Ella sacudió al contrario mientras les gritaba.

"Lo lamento tanto, señorita Hirai, yo..." Ella volvió a interrumpirlo.

"Tú vas a devolverle el puesto a Minatozaki, y tu sobrina queda suspendida hasta que yo diga, crees que no me he enterado del maltrato que reciben mis modelos extranjeros? Así que cuida cómo los tratas y en especial a mis modelos japonesas" Momo advirtió finalmente soltando al contrario "Idióta" Susurró en japonés.

Y tal cual lo ordenó Momo, Sana había sido la portada de la nueva revista, y la mayor estuvo con ella en todo el proceso que esto le llevó, pues se habían acercado más después de aquella noche de fiesta que compartieron, y continuaron saliendo para conocerse mejor antes de formalizar una relación, pues Momo había descubierto qué es el amor con Sana, y por lo tanto, dejó de pasar las noches con cualquier modelo, ya que ahora, Sana era la única modelo que quería y con quien se sentía completamente plena.

Sana por su parte, también se sentía afortunada de haber conocido a Momo, pues a pesar de haberla juzgado en el pasado ahora Momo era diferente, que incluso se había enamorado de ella.

Así que volviendo al presente, Sana no pudo ocultar su emoción al mirar su foto en la portada de la nueva revista, estaba tan feliz que incluso el día de la publicación compró 4 revistas y citó a sus amigas en un restaurante para regalarles una revista a cada una.

"Diablos, Sana, luces increíbles" Chaeyoung reconoció al ver a su amiga en la portada.

"Oye, ya dinos la verdad, acaso Momo tuvo algo que ver para que te escogieran como portada?" Nayeon preguntó en un susurro que solo ellas cuatro podían escuchar.

"Oye! Ella se ganó ese puesto, no menosprecies su trabajo" Jihyo regañó a la mayor del grupo.

"Es verdad, lo siento, Sana" La coreana mayor se disculpó.

Y Sana negó con una sonrisa, entendía la curiosidad de su amiga, pero ella realmente se había ganado ese puesto y Momo solamente se encargó de hacer justicia como una buena Ceo.

"Y hablando de la reina de Roma" Chaeyoung señaló con la mirada hacia la ventana del restaurante.

Era el deportivo de Momo, ella había llegado por Sana.

"Bueno chicas, lamento dejarlas pero es hora de irme" Sana se despidió de cada una con un beso en la mejilla, y sin más, salió del restaurante.

"Felicidades por la revista" Momo recibió a Sana con un beso.

"Gracias, cariño".

"A dónde quieres ir? Tengo que celebrar este gran logro de mi modelo" Momo animó con una sonrisa.

"Ahora soy tu modelo favorita?" Sana preguntó con diversión esperando por la respuesta de Momo.

"Hmm... Nop" Momo respondió ganándose una mirada de reproche por parte de Sana "Ahora eres mi única modelo" Y con esto una gran sonrisa apareció en el rostro de Sana.

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