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Mejores amigas - Samo G!P

Pedido por Jenlisashipper182, espero que te guste.

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Sana no apartaba la mirada del miembro de Momo, el cual se contorneaba deliciosamente en sus pantalones deportivos y se mecía mientras la mayor practicaba una coreografía en la habitación de hotel que ambas compartían.

No era ningún secreto para Sana el enorme tamaño del pene de su amiga, pues desde la primera vez que lo vió supo que quería tenerlo dentro y no había parado de intentar convencer a Momo de acostarse con ella a partir de ese día.

Sin embargo, Momo se había negado, pues Sana era su mejor amiga y temía arruinar su linda amistad por una simple calentura.

Pero Sana parecía no entender, pues no perdía una sola oportunidad para causarle una erección a la mayor.

Porque el pene de Momo era el delirio de Sana desde aquella tarde en la que entró a la ducha de Momo por accidente y notó ese enorme trozo de carne que colgaba entre las piernas de su mejor amiga. Sana casi podía asegurar que esa verga medía al rededor de 20 centímetros.

A partir de ese día comenzó a fijarse en el pene de su amiga, quería tocarlo, saborearlo, montarlo y muchas cosas más. Porque a pesar de que Sana odiara los penes el hecho de que Momo tuviera uno era diferente, era el único que le gustaba y quería sentir. Momo era la excepción.

Incluso algunas veces lo tocaba cuando Momo bajaba la guardia y adoraba ver como Momo luchaba contra sus deseos al alejar la mano de Sana, pues se notaba lo mucho que quería las caricias de su amiga en su miembro.

Ahora, mientras la mayor seguía practicando había había notado esa intensa mirada por parte de Sana a su entrepierna y mentiría si dijera que no le gustaba presumir lo grande que era su polla. Ella estaba muy bien dotada y lo sabía, por lo cual, en ocasiones utilizaba esos ajustados pantalones deportivos que delineaban su enorme longitud, solo para alimentar su ego al ver a Sana babear por su miembro.

Sin embargo, seguía negándose a acostarse con ella, porque aunque Sana era extremadamente sexy ante sus ojos y quisiera hacerlo, la menor seguía siendo su mejor amiga, apreciaba mucho su linda amistad y no quería arruinarla de esta manera.

Entonces simplemente ignoró la intensa mirada de Sana y continuó bailando hasta que se cansó.

La mayor estaba completamente sudada, por lo cual no podía ir a la cama y descansar junto a Sana, así que optó por acostarse en el piso y colocar una gorra sobre su rostro.

Mala idea, Sana corrió enseguida para acostarse sobre ella sin importar que terminara empapada de sudor.

"Sana..." Momo se quejó al sentir el peso de su amiga sobre su cuerpo.

"Qué pasa Momoring?" La menor preguntó fingiendo acomodarse solo para restregar su intimidad en la polla de Momo.

Estaba segura de que la mayor no llevaba ropa interior, pues podía sentir con detalle cada parte de su pene.

"Déjame descansar" La contraria pidió intentando quitarse a Sana de encima.

Pero esta solo la abrazó y fingió dormir.

Sin embargo, Momo se levantó del piso sin importar que Sana terminara tirada y entró al baño para darse una ducha, necesitaba quitar de su cuerpo el sudor de su reciente práctica.

Y Sana gruñó irritada, odiaba que Momo tuviera tanta fuerza de voluntad como para resistirse a ella.

Así que simplemente esperó hasta que su amiga saliera de la ducha mientras pensaba en la forma de conseguir que Momo se acostara con ella.

Porque Sana estaba decidida a conseguirlo y no se iba a dar el lujo de fallar de nuevo.

Así que mientras Momo se duchaba ella pensó en la excusa perfecta.

Y para cuando la mayor salió de la ducha Sana ya tenía todo un plan armado, solo esperaba que las cosas salieran bien y con suerte esa tarde tendría a Momo en su cama.

Así que prestó suma atención a cada uno de los movimientos de Momo y la vió tomar asiento frente al tocador para comenzar a secar su cabello.

Era hora de actuar.

"Oye, no crees que tu flequillo ha crecido mucho?" Sana rompió el silencio mirando a Momo a través del espejo.

"Es verdad" Momo pasó un peine por su flequillo notando que este había llegado hasta sus ojos "Creo que debería cortarlo".

"Puedo ayudarte" Sana ofreció con amabilidad.

Sin embargo Momo entrecerró los ojos.

"En serio?" Preguntó la mayor recibiendo un asentimiento como respuesta "Qué buscas a cambio?" Momo seguía sospechando.

"No busco nada, por quién me tomas?" Sana fingió estar ofendida.

Pero Momo no respondió, simplemente le pasó el peine a Sana para que esta la ayudara con su flequillo, confiaba en ella, pues no sería la primera vez que Sana lo cortara.

Sin embargo, Momo no esperaba que su mejor amiga tomara asiento a horcajadas sobre su regazo para comenzar a peinar su cabello, y entonces tuvo que retenerse de soltar un jadeo cuando la menor se acomodó mejor sobre su regaso haciendo fricción entre sus intimidades.

Así que Momo solo suspiró y decidió concentrarse en el trabajo que Sana hacía en su flequillo.

Pero le era difícil cuando sentía a la menor restregar su intimidad sobre su miembro mientras buscaba acomodarse mejor, por lo cual, Momo la tomó por la cintura para abrazarla en un intento por detener los constantes movimientos de Sana, sin embargo, ya era demasiado tarde.

Una erección había comenzado a formarse en los pantalones de la mayor y Sana sonrió al sentir el miembro de Momo endurecerse bajo su intimidad.

Sana no dejó de frotarse en ningún momento, se sentía tan bien como la punta de Momo se presionaba en su clítoris que incluso creyó que se correría en su ropa.

Era lo más lejos que había llegado sin que Momo la detuviera y la menor quería dar el siguiente paso, pero temía que la contraria se lo impidiera, así que simplemente continuó peinando el flequillo de su amiga mientras presionaba su intimidad sobre la de Momo.

La mayor podía sentir la humedad de Sana mojarle los pantalones y mentiría si dijera que no le había encantado sentir los fluidos de la contraria en su miembro, tenía tantas ganas de metérselo hasta el fondo, pero algo se lo impedía, ella no quería estropear su amistad. Eran mejores amigas, no podían hacer algo como eso.

"Dónde están las tijeras?" Sana rompió el tenso silencio.

"Creo que en el cajón de ahí" La mayor intentó sonar lo más tranquila posible como si no tuviera una erección punzando la vagina de Sana.

Y entonces la menor se levantó del regaso de Momo en busca de las tijeras dejando ver la entrepierna de Momo completamente mojada por sus fluidos y una enorme erección en sus pantalones.

Momo lejos de sentir vergüenza se sintió excitada, porque ver los fluidos que Sana le había dejado la hizo sentir demasiado caliente.

Sana también lo notó, era demasiado evidente la mancha que había dejado en los pantalones de Momo y el pene levantado de su amiga solamente resaltaba más la humedad que tenía encima.

Así que decidió rogar nuevamente que Momo le permitiera jugar con su polla.

"Momo, por favor" Ese tono la mayor lo conocía bien y su respuesta seguía siendo la misma, una vez más negó con la cabeza "No tienes que follarme si no quieres, solo déjame chupártela" la menor insistió.

Demonios, Momo mentiría si dijera que no anhelaba atravesar el coño de Sana con su pene, podía apostar a que era cálido y apretado, pues a pesar de la ropa que había entre ellas pudo sentir con claridad el calor que irradiaba el mojado sexo de Sana.

Y mientras Momo luchaba internamente contra sus deseos Sana comenzó a descender por el piso hasta quedar arrodillada frente a la mayor y con sus dedos delineó la cabeza de la polla de Momo que se marcaba a través del suave pantalón que esta portaba.

Entonces Sana sacó la lengua para pasarla por encima de la ropa de la mayor probando de los fluidos que previamente había dejado en la ropa de Momo.

Momo soltó un suspiro.

Sana podía sentir la punta del duro pene de su amiga contra su lengua y aquello la volvía loca.

Entonces se atrevió a ir más lejos tomando el borde del pantalón de Momo para descubrir su polla erecta bajo la atenta mirada de la mayor y se sorprendió al ver que Momo no llevaba ropa interior. Así que para no desperdiciar más tiempo unió sus labios a la cabeza del miembro de Momo y dejó un suave beso para después introducirlo despacio en su boca.

Nunca había llegado tan lejos como ahora, Momo siempre la alejaba antes de que hiciera algo, pero ahora solamente la miraba desde arriba con deseo en sus ojos.

Era extraño para Sana sentir una polla dentro de su boca, era la primera vez que hacía algo así, pero sin duda le estaba gustando por el hecho de ser la polla de Momo, porque jamás imaginó hacerlo con nadie más que no fuera ella, pues al ser lesbiana era bastante selectiva en cuanto a lo que estaba dispuesta a hacer.

Pero diablos, Momo era otro caso y Sana solo quería ser dominada por ella, nadie más tedría ese privilegio porque a pesar de lo mucho que coqueteara con otras chicas ella siempre regresaría a rogar por la polla de Momo, la cual, ahora mismo era deslizada por su boca en busca de satisfacer a la mayor.

Sana dejaba pequeños besos en la punta del pene de Momo antes de volver a meterselo en la boca y succionar con algo de fuerza aquel delicioso falo.

Momo estaba hecha un lío, ella nunca creyó que se sentiría tan bien que Sana se la chupara, y aunque su mente le gritaba que se detuviera por el bien de su amistad, su cuerpo solo reaccionaba por instintos llevando al final una de sus manos a la cabeza de su mejor amiga para hacerla tragar más de su miembro, y como respuesta Sana le regaló unas bonitas arcadas haciendo a Momo sonreír orgullosa al sentir como Sana se ahogaba con su enorme polla.

Pero de repente Momo la soltó y entonces Sana creyó que se había arrepentido, sin embargo, era solo una pequeña oportunidad para que Sana tomara un respiro antes de que Momo volviera a follarle la garganta.

La mayor estaba cerca del orgasmo, pues la traquea de Sana la apretaba tan bien que solo sería cuestión de unas cuantas embestidas más antes de que pudiera correrse.

Por supuesto que no iba a pedir permiso, Momo iba a terminar en la boca de Sana, pues era lo justo después de tantas sucias jugadas por parte de la japonesa menor.

Y así lo hizo, penetró unas cuantas veces más la boca de Sana hasta comenzar a vaciarse en ella, pero a causa de la dificultad para respirar Sana terminó por atragantarse con el orgasmo de Momo y esta jamás creyó que sería tan sexy ver a su mejor amiga atragantarse con su semen mientras le follaba la boca y le acariciaba la cabeza.

Finalmente la agonía pasó y Sana apenas podía procesar todo lo que había ocurrido, pero el fuerte agarre de Momo en su muñeca la sacó de su trance solo para sentir cómo era arrojada a la cama de la habitación de hotel que compartían.

"Eres una sucia" Momo reclamó con algo de resentimiento "Una perra muy sucia" Esta volvió a reclamar mientras se sacaba por completo los pantalones con algo de prisa.

Sana no sabía que pensar, Momo parecía molesta, pues cuando logró sacarse los pantalones comenzó a quitar los de Sana con algo de agresividad, pero por supuesto que Sana no iba a reclamar nada, pues lo que más quería era que Momo terminara de desnudarla sin importar qué.

Y así lo hizo, la ropa de Sana acabó tirada en el piso por Momo dejándola únicamente con un sexy conjunto de lencería color vino.

"Que zorra" Momo escupió con desprecio "Vistiendo como toda una puta" la mayor soltó al ver el ardiente conjunto de su amiga, estando conciente de que Sana siempre usaba esa clase de ropa interior "Una puta muy necesitada" habló mientras pasaba sus dedos por encima de las bragas mojadas de Sana para acariciar su intimidad.

Y Sana soltó un pequeño jadeo.

"Silencio, puta" Momo dejó caer una bofetada contra el rostro de Sana.

Y en esos momentos Sana agradeció tanto haberle contado todos y cada uno de sus fetiches a Momo, pues esa manera tan sucia de hablar en la mayor y la forma tan ruda de ser tratada solo lograba encenderla más a pesar de la pizca de temor que sintió en un principio.

"No tienes derecho de hablar" Sentenció Momo.

Y con esto tomó los extremos de las bragas de Sana para deslizarlas por sus suaves piernas dejando un beso en una de sus pantorrillas para seguidamente acercarse a la intimidad de la menor y precionar su rígido pene en el clítoris de esta e ir bajando para separar sus pliegues con la punta de su polla hasta llegar a su rosada entrada.

"No busco satisfacerte" Momo habló mientras comenzaba a introducir su miembro en el mojado oficio de Sana recibiendo gemidos como respuesta "Solo voy a usarte como un maldito juguete, voy a aliviar mi estrés contigo y usarte como una zorra barata, lo entiendes?" Momo preguntó tomando con un puño el cabello de Sana para mirarla a los ojos.

Sana asintió.

"Úsame, por favor" Sana rogó "Alivia tu estrés conmigo, lastímame, no me importa".

"No entendiste que te calles?!" La mayor volvió a azotar el rostro de Sana en una bofetada.

Y su vagina produjo más jugos.

Tal vez estaba loca, pero ser tratada de esa forma le excitaba demasiado.

Sin embargo, no pudo seguir pensando con claridad al sentir a Momo meter su falo entero en su apretada cavidad, y sin más, comenzar a embestirla soltando gruñidos en el proceso.

Entonces Sana se dió cuenta de que Momo no mentía cuando dijo que iba a usarla, pues la dureza de sus embestidas demostraban que solo estaba buscando un orgasmo a toda costa.

La cama rechinaba a causa de la violencia de Momo para penetrar a Sana y los ojos de esta última se ponían blancos a causa de la brutalidad con la que Momo la estaba follando.

Finalmente la menor sintió como Momo se deshacía de su sosten y lo arrojaba lejos de ellas para seguidamente sacar su propia camiseta y sostén.

Un sonoro gemido escapó de la boca de Sana al sentir las manos de Momo apretar sus senos sin piedad mientras seguía embistiéndola.

"Te gusta?" Momo recibió un asentimiento como respuesta "Te está gustando como te meto mi verga hasta el fondo, puta?" Otro asentimiento fue su única respuesta.

Sana estaba siendo muy obediente al mantener la boca cerrada.

Y entonces Momo decidió premiarla metiendo un pulgar a la boca de Sana para que esta lo chupara.

Sus embestidas eran rápidas y constantes, golpeando en los puntos preciosos para hacer a Sana delirar mientras chupaba con fuerza el pulgar de Momo, lo estaba disfrutando demasiado, adorando como la mayor la usaba para su placer con muy poca delicadeza que incluso la cabezera de la cama golpeaba la pared casi tan fuerte como lo eran las estocadas de Momo.

Iba a venirse en cualquier momento, estaba segura de que lo haría, pues sus paredes comenzaban a apretarse al rededor de la rígida polla de Momo haciendo el trabajo más difícil, pero placentero para la mayor, quien también estaba cerca del orgasmo.

Pero de pronto todo se volvió confusión para la menor cuando Momo salió repentinamente de ella.

Sin embargo, soltó un grito cuando Momo la volvió a penetrar de una sola estocada.

"Aahh" Sana chilló.

"Te dije que te calles" Otra bofetada impactó el rostro de la menor haciendo que su mejilla ardiera al igual que su garganta a causa de la anterior follada que recibió.

Un par de veces más Momo salió de Sana por completo para después volver a meter toda su polla de una sola embestida en la mojada vagina de Sana la cual soltaba fuertes gritos cada que esto ocurría y por consecuencia recibía una nueva bofetada.

A este punto su vagina ardía tanto que incluso creyó que iba a sangrar, pero poco le importaba, ella solo quería sentir a Momo seguir usándola como una jodida muñeca sexual.

Quería sentir a Momo llenarla de semen hasta que su interior rebosara y su vagina ardiera aún más.

Lo necesitaba ahora mismo, estaba tan necesitada por sentir la leche de Momo llenando todo su coño, pero era tanto lo que estaba recibiendo que incluso creyó que caería inconciente, pues el dolor y el placer que experimentaba iba aumentando cada vez más cuando Momo la azotaba y maltrataba su vagina.

Y justo cuando creyó que iba a desfallecer sintió como el orgasmo de Momo se disparaba dentro de ella y la llenaba toda.

El semen de la mayor salía de la intimidad de Sana al ser demasiado para su pequeño y apretado orificio mientras yacía con los ojos blancos por el placer, su cabello pegado a su frente por el sudor y su boca abierta gimiendo incoherencias mientras una hilera de baba resbalaba por la comisura de sus labios hasta bajar por su barbilla y acabar en su cuello sudado.

El orgasmo de Momo estaba siendo demasiado fuerte y largo, tanto que Sana también se corrió al experimentar tanto placer.

"Mhg" Sana gimió débil cuando sintió el pene de Momo abandonar su intimidad dejándola con una sensación de vacío y fluidos saliendo lentamente de su interior.

La menor casi ni podía moverse, su cuerpo dolía demasiado, pero había una sonrisa en su rostro que mostraba que lo había disfrutado.

Y finalmente Momo sacó su pulgar de la boca de Sana encontrándolo completamente lleno de saliva, por lo cual metiéndolo a su propia boca limpió la saliva que Sana le había dejado.

Pero su polla seguía dura, por lo cual a pesar del dolor que Sana sentía en todo el cuerpo la mayor la volteó para introducirse en su ano y comenzar a embestir sin siquiera haber preparado el orificio de Sana.

Una vez más probaba que no mentía cuando decía que iba a usarla, pues a pesar de los gritos de Sana ella seguía follándola por detrás.

"Maldicióm Momo, soy virgen por ahí" La menor gimió con dolor y placer al mismo tiempo.

"Eras" Momo corrigió dejando un fuerte azote en la nalga derecha de Sana "Ahora tu culo me pertenece".

Y nuevamente el orgasmo de Momo llegó llenando por completo el orificio anal de Sana.

Ahora la erección de Momo había desaparecido dejando como único recuerdo vivo los fluidos que rebosaban las dos cavidades de su mejor amiga, y sin más, Momo se recostó a un lado de la contraria pensando seriamente en lo que acababa de pasar.

"Gracias" Sana rompió el silencio aún sin moverse de donde Momo la había dejado.

No podía, pues todo su cuerpo dolía.

"Por qué?" La mayor preguntó confundida, pues creía que no había hecho casi nada por Sana.

"Por la experiencia" Sana respondió con una risita "Aunque al principio creí que estabas enojada".

"La verdad si estaba enojada al principio" Momo confesó riendo.

"Por qué?" La menor preguntó preocupada, ella nunca quiso molestar a Momo.

"Creí que habíamos arruinado nuestra amistad".

"Solo la fortalecimos" Sana corrigió recibiendo un asentimiento como única respuesta.

Y nuevamente el silencio se apoderó del lugar.

Entonces solo se abrazaron, aunque Sana soltó un quejido a causa del dolor que aún sentía.

"Lo siento" Momo se disculpó apenada.

"No lo hagas, sabes lo mucho que fantaseaba con algo así" Le recordó Sana.

Entonces Momo volvió a asentir.

"Aún me siento culpable" Momo fue sincera y Sana rió.

"Entonces hagámoslo más seguido hasta que ya no sientas culpa".

Entonces Momo también rió atrayendo a su amiga contra su pecho.

Sin duda no sería la última vez que harían algo como eso.

Porque no habían arruinado su amistad, solo la habían fortalecido.

Tal vez sea algo corto y me haya tardado en actualizar, perdón por eso, pero he estado muy ocupada.

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