Capítulo sugerido por sweetcrazylove_, espero que te guste

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Como cada viernes por la noche Jihyo se encontraba bebiendo alcohol para olvidar por un momento el estrés que conllevaba ser la lider de un grupo de 8 revoltosas mujeres, ella las quería, sin embargo en ocasiones llegaba a ser algo tedioso que el peso de todo error que las chicas cometieran cayera sobre sus hombros, no las culpaba por aquello, mas bien le resultaba estresante que el Ceo se empeñara tanto en regañarla por lo más minimo, que en ocasiones se preguntaba si es que acaso esto ya era algo personal.

Y con un amargo sabor de boca al recordar el último regaño que recibió del Ceo continuó bebiendo, bebió tanto que incluso olvidó que el siguiente día tenían la grabación de un dance practice, demasiado estrés y demasiado alcohol en su sistema le impidieron recordar aquel detalle que más adelante le traería nuevos problemas.

Una lata más de cerveza cayó por el piso de su sala de estar cuando finalmente la coreana se había dormido, estaba tan cansada y ebria, pero sabía que probablemente mañana la resaca no le permitiría hacer mucho, aunque eso no le preocupaba porque lo último que recordaba era que su fin de semana estaría libre.

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A la mañana siguiente tuvo que despertarse temprano debido al escándalo de sus compañeras, e inevitablemente su ceño se frunció, no entendía que demonios hacían despiertas a estas horas en un sábado.

Jihyo abrió los ojos notando que se había quedado dormida en el sillón de la sala de estar, no recordaba haber ido por una manta la noche anterior, pero ahí estaba cubriéndola del frío.

Y justo cuando quiso levantarse sintió el piso tambalearse.

Si que había ingerido bastante alcohol.

"Jihyo, que bueno que despiertas" Dahyun se acercó a ella.

"Qué diablos hacen despiertas a estas horas en sábado?!" La mayor preguntó con notable enojo en su voz.

"Ow... Jihyo está sensible" Nayeon anunció llegando a la sala.

"Jihyo está sensible?" Momo preguntó entrando junto a las demás miembros.

"Jihyo está sensible" Fue el turno de Chaeng en confirmar.

"No estoy sensible!" La coreana de ojos grandes afirmó.

"Sip, ella está sensible" Tzuyu contradijo.

Y Jihyo bufó.

"Bueno, sensible o no vamos tarde a nuestro dance practice y la lider acaba de despertar" Jeongyeon habló con apuro en su voz recibiendo una mirada de reproche por parte de Mina ante el aparente regaño de la mayor.

Y Jihyo se abofeteó mentalmente al escuchar aquello, cómo había podido olvidarlo? Debía darse prisa o de lo contrario se encontraría con más problemas de los que ya tenía.

Quiso correr hacia su habitación para alistarse y salir lo más rápido posible del apartamento, sin embargo no podía ser muy rápida cuando su cabeza aún dolía y los mareos eran constantes.

"Cuidado" Sana se acercó para ayudarla a caminar hasta su habitación sin que esta callera.

"Gracias bebé" La menor agradeció intentando darse prisa.

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Para la fortuna de la lider lograron no llegar tan tarde a la grabación, sin embargo al final de la práctica, nuevamente estaba teniendo una charla con el Ceo en la cual este le recordaba sus errores y le pedía dejar de cometerlos.

La coreana estaba arta de las mismas palabras de casi todos los días.

Es decir, ella conocía sus errores, sin embargo no era para tanto, ellas habían llegado a la grabación y lograron tener un dance practice perfecto como siempre, pero el Ceo parecía solo ver el lado malo de las cosas y aveces olvidaba que ellas también eran humanas, humanas que se estresaban como Jihyo, ella solo quería volver a casa, todas sus compañeras lo habían hecho ya, la coreana también necesitaba descansar.

Y finalmente después de casi una hora de charla ella pudo salir de la oficina en la que estaba retenida.

Creía que volvería sola a casa ya que al abrir la puerta no se esperaba encontrarse con Sana esperándola sentada en el piso con la espalda recargada contra la pared de la oficina.

"Sana, qué haces aquí?" Jihyo preguntó sorprendida mientras ayudaba a la japonesa a ponerse de pie.

"Esperándote, las chicas volvieron a casa y no quería dejarte sola" Esta respondió una vez levantada, y sin soltar la mano de Jihyo la acercó para caminar abrazadas hasta la salida del edificio.

Y Jihyo sonrió levemente, agradecía que Sana estuviese ahí, sin embargo la culpa que sentía no la dejaba estar tranquila, ella no se sentía suficiente para ocupar el cargo que tenía, se sentía como una mala lider al recibir regaños tan constantes, tal vez el Ceo tenía razón, ella no era lo suficientemente responsable para ser la lider de Twice.

Mientras iban en el auto que las llevaría a ambas de regreso a casa la mente de Jihyo seguía hecha un desastre al pensar constantemente en la plática que había tenido con su superior, sin quererlo algunas lágrimas se formaron en sus ojos, pero ella supo disimularlas, después de todo Sana estaba a su lado y no quería preocuparla.

Jihyo no quería dar más problemas de los que ya había dado.

Pero Sana sabía bien que su lider necesitaba ayuda, ella se daba cuenta de todo.

Quería hacerle saber a Jihyo que la apoyaba y que apreciaba el esfuerzo que la coreana hacía por todas, pero no encontraba el momento o la forma correcta para hacerlo.

No quería parecer entrometida al decirle a Jihyo que ella lo sabía todo.

Porque a pesar de la presión que Jihyo recibía ella no lo comentaba con las chicas, corregía sus errores, por supuesto que lo hacía, pero no diría que el peso de los errores de las miembros era puesto sobre sus hombros, porque después de todo ella creía que una buena lider debía aprender a sobrellevar aquellas cargas, corregir a sus miembros sin necesidad de que ellas supieran el trasfondo de su estricta forma de ser.

Sin embargo por más que lo intentara y ocultara las cosas de las demás, Sana ya lo sabía todo.

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Cuando el auto llegó a casa ambas entraron a su departamento para irse con dirección a sus respectivas habitaciones, había sido un día agotador y ambas querían descansar, además la coreana había sobrevivido el día a base de café y pastillas tanto para sus mareos como para los dolores de cabeza que en ocasiones la molestaban.

Ella sabía que no estaba bien, pero continuaba negándose a decirle a alguien.

Creía que podía estar bien sola, pensaba que solo era cuestión de tiempo.

Y ahora en su habitación, sin nadie que la mirara dejó caer aquellas lágrimas que tanto había retenido todo el día.

Jihyo comenzó a llorar y desahogarse de todo peso que llevaba siendo la lider del grupo, ese peso que desconocían las demás integrantes.

Lloraba contra su almohada a causa de lo insuficiente que se sentía, se sentía tan mal por haberles fallado de nuevo esa mañana a sus compañeras.

Su maquillaje corrido mostraba lo arrepentida que se sentía por haber sido tan irresponsable desde la noche anterior.

Y en medio de llanto dió un pequeño sobresalto al sentir unos brazos rodearla.

"Todo está bien, Hyo" Pudo reconocer la voz de Sana en medio de su llanto.

"Lo siento tanto" La menor soltó entre sollozos.

"Yah, yah, no hay nada que perdonar" Sana acarició su espalda.

"Lamento mucho no ser una buena lider" Jihyo continuó disculpándose.

"Jihyo, no digas tonterías, eres la mejor lider que he conocido" Sana acomodó mejor a la contraria entre sus brazos para mirarla de frente "Qué te hace dudar de aquello".

"Tengo demasiados errores" Ella recordó.

"Y eso es bueno, porque lo seres humanos estamos llenos de errores, pero tus errores te hacen la mujer perfecta que eres".

"No quiero seguirlas defraudando" La menor estaba tan empeñada en que les había fallado gravemente.

Ella lo veía de esa manera, por supuesto que lo hacía después de todas las llamadas de atención que había recibido en los últimos días.

"No lo haces, todas estamos orgullosas de tí y te queremos" Sana aseguró "A pesar de que los sabados te pongas sensible" La mayor acompletó con una risita.

Y Jihyo también rió leve, amaba lo fácil que Sana podía hacerla sentir mejor.

Entonces se tranquilizó un poco cuando un suave beso por parte de Sana fue depositado en su frente al mismo tiempo que comenzaba a cerrar los ojos, estaba tan cansada, necesitaba descanzar urgentemente y Sana era muy buena para hacerla sentir mejor y conciliar el sueño, las suaves caricias que la japonesa dejaba en su cabello la ayudaban a relajarse.

Y con susurros recordándole lo buena que era con las miembros finalmente se durmió.

Descansó en los brazos de Sana aún sin sentir cuando esta abandonó su cama para ir en busca de una cobija para ella, esa misma cobija rosa que le había llevado la noche anterior hasta la sala de estar en donde por accidente se había quedado dormida.

Y entonces arropándola la ayudó a desmaquillarse para posteriormente apagar la luz de su habitación y dejarla descansar.

Porque Sana no podía ni imaginar lo difícil que era ser la lider de uno de los grupos más exitosos del momento, ella no entendía de dónde sacaba Jihyo las fuerzas para siempre dar lo mejor de sí y ser casi tan perfecta como una diosa.

Sin duda sentía tanta admiración por ella y esperaba que Jihyo pudiera recuperarse pronto de todo esto.

Además ella estaría ahí para cuidarla y consolarla cuando las cosas no fueran de la mejor manera.

Tal y como ahora lo estaba haciendo.

Primer OS del libro, aunque creo que fue un poco corto.