Estocolmo - Satzu
Advertencia: este one shot contiene escenas de violencia y no consentimiento, si eres sensible abstente de leer.
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Sana tenía un crush en una de sus compañeras de clase, Chou Tzuyu, una bonita taiwanesa que la traía completamente loca.
Literalmente.
Pues Sana no podía dejar de pensar en ella, la amaba y era su razón de ir a la escuela a pesar de que esta ni siquiera le dirigía la palabra.
Sin embargo, Sana no perdía la esperanza, ella siempre intentaba hacerse notar frente a Tzuyu quien solo se burlaba de sus intentos tontos por conquistarla.
Un claro ejemplo de esto eran las cartas que la mayor le dejaba en su casillero, las cuales terminaban en el piso luego de que Tzuyu leyera aquellas notas frente a sus amigas solo para reírse un poco de su patética admiradora.
Por desgracia, Sana muchas veces presenció aquello, y aunque Tzuyu no la humillaba directamente ella no podía evitar sentirse como una idiota.
Y nuevamente la rutina se repetía, Sana miraba desde atrás de una pared como Tzuyu se burlaba de una de las notas que había dejado para ella en su casillero y sin más la tiraba al piso escuchando las risas de sus amigas.
Sana suspiró, se había pasado la noche decorando aquella nota con plumones y brillitos, pero al parecer su esfuerzo no había valido nada, Tzuyu nuevamente había rechazado sus sentimientos.
"Es asqueroso que una mujer te mire de esa manera".
Sana escuchó a una de las amigas de Tzuyu hablar.
Entonces volteó la mirada y al notar la mandíbula tensa de la taiwanesa creyó que aquello la había enojado, sin embargo, ella solo le dió la razón a su amiga.
"Sí, completamente asqueroso" La taiwanesa concordó con el rostro serio.
Y sin más, Sana vió al grupo alejarse.
Se sentía tonta y denigrada, ella quería llorar, pero simplemente fingió una sonrisa y caminó hasta su salón manteniendo distancia de aquel grupo que iba en la misma dirección.
Y cuando llegó miró desde la entrada al grupo de Tzuyu murmurar algunas cosas mientras la miraban, pero lo que más llamó su atención fue el contacto visual que Tzuyu hizo con ella.
Eso fue todo lo que necesitó para ser feliz por el resto del día, entonces simplemente caminó hasta el fondo y se sentó en una de las esquinas como siempre.
Desde ahí miró a su amor imposible, la cual sacó un poco de perfume para aplicarse antes de que la clase comenzara, y Sana por su parte abrió de prisa su mochila sacando el mismo perfume para aplicarselo también, el cual había comprado luego de notar que Tzuyu solía usarlo. Hizo lo mismo con el balsamo labial favorito de Tzuyu y su crema corporal, pues sentía que aquello le daba una pequeña idea de lo que era estar cerca de Tzuyu.
El resto del día fue tan aburrido para Sana, pues no tenía a nadie con quien hablar, nadie quería ser su amigo debido a su orientación sexual que no era ningún secreto, pues todos sabían que era lesbiana y estaba perdidamente enamorada de Chou Tzuyu. Pero a ella no le interesaba tener amigos ni tener la atención de nadie más, ella solo quería atención de Tzuyu.
Así que solo esperó con ansias a que las clases acabaran para finalmente poder estar cerca de Tzuyu como tanto lo deseó desde que entró a la universidad.
Y cuando finalmente la jornada acabó todos salieron con dirección a sus hogares.
Tzuyu salió de las instalaciones en busca de su auto, un lujoso deportivo completamente polarizado aparcado en el estacionamiento de la universidad.
Y Sana fue tras ella, había pensado por tanto tiempo cómo acercarse a la menor, pero definitivamente aquello aún la ponía nerviosa. Sin embargo, tuvo que dejar los nervios a un lado y correr cuando vio que Tzuyu ya había entrado a su auto.
Entonces tocó la ventana de su lado antes de que la menor se fuera y por suerte Tzuyu atendió bajando su ventana.
"Disculpa, qué quieres?" Tzuyu preguntó sin la menor intención de lidiar con la joven japonesa.
Pero no recibió una respuesta, solamente sintió a Sana cubrirle la nariz y boca con un trapo y seguidamente todo se volvió oscuro.
Sana por su parte al ver a Tzuyu inconsciente abrió las puertas del auto con el botón de la puerta del conductor y subió la ventana lo suficiente para que las cámaras de seguridad no capturaran lo que le había hecho a la menor cuando dejara de cubrir con su cuerpo aquella ventana, finalmente sacó su brazo por la pequeña rendija que había dejado y caminó hacia la puerta del copiloto abriendo y entrando tranquilamente.
Entonces tomó el cuerpo inconsciente de Tzuyu y la sacó del asiento del conductor para poder tomar el volante y emprender camino a su casa.
El camino fue bastante tranquilo para Sana sintiendo el aire acondicionado y el aroma de Tzuyu impregnarse en su piel.
Y al llegar a casa abrió el portón del garaje para aparcar el auto de Tzuyu dentro antes de cerrar nuevamente.
Finalmente estaba a solas con Tzuyu y no podía sentirse más emocionada por eso.
Tenía tantas ganas de besarla y abrazarla que no pudo esperar a que esta despertara y aún dentro del auto terminó por subirse sobre el cuerpo inconsciente de Tzuyu para comenzar a besar su cuello deleitando su nariz con el aroma de la menor.
Pero no podía perder más tiempo, así que se detuvo y sacó a la taiwanesa del auto para llevarla al sótano antes de que esta despertara.
Debía actuar rápido si no quería que las cosas se complicaran y por suerte ya tenía todo preparado para la llegada de su tan ansiada huésped, así que simplemente la sentó en la silla que había puesto ahí con anticipación y la ató de manos y pies dejando sus brazos atrás del respaldo y sus piernas sujetas en cada pata frontal de la silla.
Finalmente puso un trapo en su boca y lo ató detrás de su nuca para evitar que gritara al despertar, no iba a usar cinta, claro que no, pues no iba a arriesgarse a lastimar sus labios cuando la despegara de su boca, ella quería conservarlos suaves para cuando finalmente pudiera besarla.
Así que cuando finalmente la tuvo bien sujeta y asegurada salió del sótano para preparar una cena para ambas, probablemente Tzuyu tendría hambre al despertar así que prepararía su comida favorita, porque claramente Sana sabía lo que a Tzuyu le gustaba.
Minutos después la joven taiwanesa comenzó a abrir los ojos despertando algo desorientada al intentar recordar lo qué había pasado, pero el fuerte dolor de cabeza que sentía se lo impidió.
"Finalmente despiertas, cariño" Sana habló con voz melosa acercándose a la contraria para quitar el trapo de su boca.
"Qué mierda?" Tzuyu preguntó confundida notando que estaba completamente inmovilizada "Dónde estoy? Maldita loca!" Tzuyu gritó desesperada intentando liberarse al darse cuenta de la situación.
"Tranquila, bebé, ya estás en casa" Sana respondió suavemente mientras tomaba haciendo a horcajadas en el regazo de Tzuyu y sostenía un plato de comida en una de sus manos.
"Puta enferma, sácame de aquí!" Tzuyu siguió gritando asustada y molesta.
"Oye, que grosera, yo solo estoy tratando de cuidarte" Sana cubrió la boca de Tzuyu con una mano intentando silenciar sus gritos.
Y cuando creyó que la menor ya estaba tranquila soltó su boca sin esperar a que esta le escupiera en la cara.
Pero Sana solamente rió y limpió con dos de sus dedos la saliva de Tzuyu de su cara para seguidamente llevarselos a la boca bajo la atenta mirada de odio de la otra.
"No voy a repetirlo Sana, sácame de aquí o te vas a arrepentir" La taiwanesa se atrevió a amenazar.
Pero Sana solamente la ignoró y tomó un trozo de carne del plato que había traído para ponerlo frente a la cara de Tzuyu.
"Deberías cenar, hice tu comida favorita" Sana cambió el tema sin más.
Pero Tzuyu no abrió la boca y solo continuó mirándola con odio.
"No me escuchaste, inútil?" Tzuyu volvió a hablar furiosa "Te dije que me saques de-" Un trozo de carne en su boca le impidió terminar la oración, Sana se lo había metido.
Pero ella estaba tan molesta como para comer que solo terminó escupiendo la comida al piso.
"Oye! Sabes cuánto me costó hacer eso?!" Sana se quejó al ver aquel trozo de comida en el piso "Bueno, tendré que dártelo de otra forma" Sana sonrió ladina poniendo entre sus dientes un extremo de un trozo de carne para acercar el otro extremo a la boca de Tzuyu.
Sin embargo, esta seguía negándose y comenzó a moverse intentando sacarse a Sana de encima.
Entonces Sana perdió la paciencia y sacando una navaja de su bolsillo lo acercó al cuello de la menor.
"Come, zorra" Sana amenazó molesta aún con el trozo de carne entre sus dientes.
Y Tzuyu tragó seco sintiendo el filo de la navaja muy cerca de su piel. Entonces no tuvo más remedio que morder la carne que Sana le ofrecía sintiendo como se acercaba a la boca contraria con cada mordida que daba, así que simplemente cerró los ojos esperando sentir los labios de Sana.
Pero esta simplemente se alejó y picó con la navaja el resto de la comida para darselo en la boca a Tzuyu como si de un tenedor se tratase.
Finalmente la menor terminó la comida y aún con miedo en los ojos esperó por el siguiente movimiento de Sana, quien simplemente dejó el plato en el piso y tomó una botella de agua que había dejado ahí para darle un poco a la taiwanesa.
Tzuyu asustada obedeció a la mayor hasta que la botella fue alejada de su boca y nuevamente el trapo fue atado desde su boca hasta su nuca.
"Será mejor que descanses, mañana será un día divertido, así que intenta no desvelarte" Sana habló levantándose de Tzuyu para limpiar la comida que esta había tirado, y sin más apagó la luz para seguidamente salir del sótano.
Para Tzuyu fue difícil conciliar el sueño, tenía miedo y el lugar era bastante frío, sin embargo, el cansancio era más fuerte que ella, y sin poder evitarlo cayó dormida.
Pero poco fue su descanso cuando a primera hora de la mañana Sana entró al sótano haciendo escándalo al bajar las escaleras, Tzuyu soñolienta abrió los ojos solo para mirar a Sana tomar asiento sobre ella nuevamente y desatarle la boca.
"Te traje el desayuno, bebé" Sana habló con cariño mostrando el plato en sus manos.
"Púdrete, zorra" Tzuyu respondió con odio.
"Ey" La mayor volvió a sacar la navaja y la acercó al cuello contrario "Será mejor que comiences a respetarme" La amenazó con una voz profunda.
Y sin decir más comenzó a alimentar a Tzuyu, quien parecía realmente hambrienta, pues no dijo nada más mientras comía, ella solo aceptaba la comida sin rechistar.
"Quiero lavarme los dientes, puedo hacerlo?" Pidió la menor cuando acabó de comer.
"Pero claro, cariño" Sana respondió.
Y dicho esto salió del sótano para después regresar con un traste vacío y un cepillo de dientes con pasta dental.
No dijo nada, pero Tzuyu sabía lo que eso significaba, Sana no la dejaría ir al baño, ella misma iba a cepillarle los dientes.
Entonces rendida dejó que Sana terminara su labor.
"Puedo darme una ducha?" Tzuyu preguntó nuevamente esperanzada de poder salir.
"Si quieres darte una ducha tendré que acompañarte" Sana respondió.
"No quiero que me acompañes" Debatió la menor.
"Entonces no hay ducha" Respondió sin más la japonesa.
"Por qué haces todo esto?".
"Porque te amo" Sana respondió sin pensarlo dos veces.
"No es cierto, no me amas, solo estás loca" La menor refutó molesta.
Pero Sana solo sonrió y respondió.
"Por tí".
Entonces Tzuyu suspiró derrotada, hablar con Sana era como hablar con una pared.
"Al menos me dejas ir a orinar?" Intentó con otra cosa.
"Ya sabes como funciona esto, no puedo dejarte ir sola a ninguna parte".
"Al menos prometes cubrirte los ojos?".
Sana negó con la cabeza y un tarareo.
"No puedo quitarte la vista de encima".
"Me alagas" Tzuyu respondió con falso narcisismo.
"No me referería a eso" Sana rodó los ojos "No puedo dejar de mirarte porque probablemente intentes escapar".
"Y si te lo prometo con el meñique?" Tzuyu hizo ojitos de cachorro.
Y Sana tuvo que mirar a otro lado para no ceder.
"No confío en tí" Respondió la mayor aún sin mirarla.
"Por qué?" Pero Tzuyu no se rindió.
"Porque solo estás poniendo excusas para salir de aquí".
"Vamos Sana, en serio quiero orinar" Tzuyu insistió.
Entonces Sana suspiró, Tzuyu estaba siendo demasiado molesta.
"Bueno, puedes ir, pero si no quieres que mire tendré que esposarte a mí, está bien?" La mayor condicionó.
Y Tzuyu asintió.
Entonces se esposó a Tzuyu antes de desatarla y se sorprendió de lo tranquila que estaba la taiwanesa al tener libres las manos y pies, Sana creyó que la menor se portaría difícil o intentaría forcejear con ella, pero Tzuyu solo orinó como prometió y se dejó guiar por Sana de vuelta al sótano.
Entonces mientras ataba a Tzuyu de vuelta a la silla esta rompió el silencio con una pregunta.
"Por qué me secuestraste si no ibas a hacerme nada? Creí que me golpearías y me obligarías a acostarme contigo" Tzuyu soltó sin ninguna clase de temor, pues Sana hasta el momento parecía inofensiva.
"No preguntes nada, solo agradece el buen trato" Sana respondió cuando terminó de atar a Tzuyu.
"Pues gracias por hacer la estadía un poco menos miserable, puta, perra, imbécil" Tzuyu respondió con sarcasmo escupiendo insultos al azar.
"Oye! Por qué sigues siendo grosera conmigo?" Sana se quejó.
Y Tzuyu no podía creer esa pregunta, es decir, estaba secuestrada, ella no entendía qué demonios hacía ahí, solo quería volver a casa.
"Por qué aún no entiendo una mierda de esto, qué quieres? Dinero? Mi cuerpo? Venganza? Me tienes aquí sin razón aparente porque aún no sé qué carajos quieres de mí! Solo déjame ir si no harás nada, es insoportable saber que solo estoy atrapada sin ninguna clase de sentido!" Tzuyu explotó revolcándose en la silla.
"Así que estás desesperada porque te haga algo?" Sana soltó con una sonrisa maniática en el rostro "Quería darte tu tiempo, pero parece que te urge que te haga lo que yo quiera" Ella la tomó del cabello para sacar de nuevo la navaja y ponerla cerca de su cuello.
"Sana, no, no me refería a-" Tzuyu entró en pánico.
"Silencio, perrita" Sana la interrumpió arrastrando la navaja por su cuello sin hacer presión hasta llegar al cuello de su uniforme, y suavemente comenzó a rasgarlo para seguidamente hacer unos cuantos cortes hasta poder deshacerse de su camisa. Hizo lo mismo con la falta de Tzuyu dejándola únicamente en su short de seguridad y sostén "Demonios, eres tan sexy" Sana soltó embobada por el cuerpo de la menor y tirando la navaja al piso tomó asiento a horcajadas sobre Tzuyu y acercó su boca su cuello para comenzar a besar la zona mientras sus manos acariciaban el torso semidesnudo de la menor.
"Sana, por favor, detente" Tzuyu rogó retorciéndose debajo de ella mientras se arrepentía de haberla provocado.
"Me detendré cuando termine de hacerte mía" Sana respondió lamiendo con ganas el cuello contrario "Demonios, eres más deliciosa de lo que imaginé!" Habló mientras bajaba su boca por el pecho de Tzuyu.
Y esta última solamente cerró los ojos con miedo esperando a que todo terminara.
Pero de repente Sana se detuvo cuando creyó que había sido suficiente y entonces Tzuyu abrió los ojos confundida al escucharla reír con locura.
"Qué mierda?" La menor preguntó todavía asustada.
"Hubieras visto tu cara, tenías tanto miedo" Sana se burló "No voy a hacerte nada siempre y cuando me respetes, solo deja de insultarme" La mayor pidió con seriedad en el rostro y se separó del cuerpo contrario para recojer la navaja del piso y sin más salir del sótano.
Entonces Tzuyu confirmó sus sospechas, Sana aparte de loca estaba tan enamorada que no podía lastimarla, así que si quería salir de ahí debía ganarse la confianza de la mayor, lo cual no parecía algo realmente difícil, Sana podía estar demente, pero seguía siendo ingenua y se ilusionaba fácil.
Así que comenzó a idear un plan que la mantuvo ajena al tiempo por el resto de la mañana.
Sin embargo, sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Sana regresó con el almuerzo.
Y una duda cruzó por la cabeza de la menor.
"No estás yendo a la universidad?".
"No" Respondió Sana tomando asiento a horcajadas sobre Tzuyu como había estado haciendo desde que la secuestró.
"No crees que parece sospechoso? Digo, mi acosadora desapareciendo el mismo día que lo hice yo, mi familia seguramente me busca y-".
"No has visto las noticias?" Sana preguntó interrumpiendo "Es verdad, te quité tu celular" Se respondió sola "Bueno te contaré, todos creen que escapamos juntas debido a las grabaciones de las camaras de seguridad de la universidad, se especula que teníamos un romance secreto y nos fuimos lejos, lo sé, lo planeé tan bien que todos cayeron, soy una genio, no lo crees?".
"Por Dios, estás enferma" Tzuyu soltó sorprendida ante la locura de Sana.
"De amor" Sana acompletó dejando un beso en la frente de Tzuyu mientras esta soltaba un suspiro cansado.
"Por qué no simplemente intentaste conquistarme?" La menor preguntó aún procesando lo demente que estaba la contraria.
"JAJAJA, por favor" Sana rió sin gracia "Por supuesto que lo hice! Pero tú solo te burlaste de mis sentimientos, acaso lo olvidaste?!".
"Yo... lo siento" La menor soltó con real arrepentimiento en la voz.
"Ya no importa, ahora estamos juntas" Sana respondió con una sonrisa "Hoy traje un nuevo juguete" cambió el tema de la nada sacando algo de su bolsillo trasero "Estuve pensando en lo que me dijiste esta mañana y a decir verdad me gustaría comenzar a hacer un poco de lo que quiero contigo" Finalmente dejó mostrar un arma con la que apuntó a la cabeza de Tzuyu.
"A qué te refieres?" La menor preguntó con miedo al sentir el arma arriba de su oreja izquierda.
"A que llevo tanto tiempo anhelando probar tus labios" Sana susurró contra la boca de Tzuyu sin dejar de apuntarle con el arma "Y nuestro nuevo juguetito nos ayudará a que cooperes" Finalizó la mayor mordiendo el labio inferior de Tzuyu "Pero no ahora, es momento del almuerzo y comienzo a cansarme de sostener el plato" Ella dejó el plato en su regazo colocando el arma entre los pechos de Tzuyu.
Y en completo silencio Sana comenzó a alimentar a la contraria.
Si bien la situación en la que Tzuyu se encontraba era terrible algo que no podía negar era lo delicioso que Sana cocinaba, la mayor se lucía con cada platillo que le ofrecía y parecía que conocía muy bien sus gustos, lo cual lejos de asustarla la hizo sentirse agradecida.
Pero no iba a expresar eso, Sana seguía siendo una maniática que la tenía secuestrada en su sótano y ella no podía sentirse agradecida con alguien que la tenía retenida en contra de su voluntad, por supuesto que no.
Entonces en silencio acabó su plato sintiendo el arma ser tomada de nuevo por Sana y de nuevo apuntarle a la cabeza.
"Alguna vez te han dicho lo ardiente que te ves agitada?" Sana preguntó pasando su lengua por el labio inferior de Tzuyu quien negó completamente asustada sintiendo a la mayor finalmente presionar sus labios con los de ella.
Pero no correspondió ese beso, pues todo había pasado tan rápido que apenas pudo procesar lo que Sana hacía.
"Mierda, te estoy apuntando con un arma y aún así no cooperas?!" Sana preguntó exasperada rompiendo el beso al no ser correspondida.
Pero al notar el silencio de la menor lo dejó pasar y volvió a besarla, sin embargo, Tzuyu seguía sin corresponderle, ya que había comenzado a creer que el arma con la que Sana le apuntaba era falsa, pues confiaba plenamente en que ella no se arriesgaría a lastimarla.
"Qué carajos pasa contigo?! Podría matarte ahora mismo y usar tu cuerpo y no habría ninguna diferencia porque ni siquiera con vida te estás moviendo!" Sana gritó soltando un balazo al piso que logró asustar a la menor.
Al parecer sí era un arma real.
Y nuevamente Tzuyu se arrepintió de provocar a Sana por lo que ella misma comenzó un beso con ella en busca de apaciguar su ira.
Besó a Sana como si su vida dependiera de ello dándose cuenta de que en efecto, su vida sí dependía de eso, y automáticamente sintió a Sana corresponderle y gemir cuando Tzuyu metió su lengua en la boca contraria.
Sana también lo hizo, jugó con la lengua de Tzuyu permitiéndose explorar su cavidad bucal y comenzó un vaivén de caderas sobre el regazo de esta.
"Desearía tanto que pudieras tocarme" Sana soltó bajando sus besos al cuello de Tzuyu arrastrando también el arma hacia su pecho.
"Desátame" Tzuyu pidió llamando la atención de Sana "Desátame y te daré el mejor orgasmo de tu vida, juro que no vas a arrepentirte" Ella intentó convencerla.
"Oh no, no no no, cariño, eso puedo hacerlo sola" Sana se burló mientras bajaba una de sus manos para meterla dentro de sus propios shorts bajo la atenta mirada de su compañera, y soltó un suave gemido cuando sumergió uno de sus dedos dentro de su propia intimidad.
Tzuyu tragó seco al notar lo que Sana hacía y no pudo evitar excitarse un poco al escuchar ese sensual sonido salir de la boca de la mayor. El hecho de que esta se estuviera masturbando sobre ella la había dejado algo caliente y sintió su intimidad palpitar cuando Sana comenzó a balancear sus caderas contra su propia mano en busca de un orgasmo.
Entonces Sana se acercó de nuevo a la boca de Tzuyu y comenzó otro beso con ella siendo automáticamente correspondida.
Y minutos después la menor sintió el cuerpo de la contraria tensarse y un poco de líquido caer sobre sus shorts de seguridad mientras la contraria se abrazaba fuerte de su cuello y descansaba la cabeza en su pecho, entonces se dió cuenta de que Sana había llegado a un orgasmo manchándola en el proceso.
Pero lejos de sentirse asqueada se sintió excitada, jamás había notado lo sexy que Sana era, pero se regañó mentalmente al darse cuenta de sus pensamientos. Sana era una maldita psicópata y Tzuyu no podía sentirse atraída por alguien como ella.
Entonces trató de desviar sus pensamientos haciendo otra petición.
"Quiero ducharme" Pidió sin más.
Y Sana levantó la mirada.
"Te doy asco?".
"No es eso, quiero estar limpia para tí" Tzuyu respondió con una sonrisa que logró derretir a Sana.
"Ya sabes como funciona esto cariño, yo tengo-".
"Ven conmigo" Tzuyu la interrumpió "Ya sé que debes acompañarme y no tengo problema con eso" Tzuyu mantuvo esa sonrisa coqueta en sus labios.
Y Sana la miró con sorpresa, pues por primera vez Tzuyu parecía no solo comportarse con respeto ante ella, sino que mostraba interés en seguir sus ordenes.
Entonces no perdió más tiempo y trajo las esposas para desatar a Tzuyu de la silla y esposarse con ella.
Y sin más salieron del sótano en completo silencio con Tzuyu mirando atentamente todo a su al rededor, ella planeaba ubicar cada parte de la casa para poder escapar con éxito al primer intento, no debía levantar sospechas, continuaría portándose bien y aprendería de memoria el camino hacia la puerta principal, la cual no parecía estar muy lejos del sótado.
Entonces llegaron al baño y Sana se encargó de quitar las esposas de Tzuyu rápidamente antes de cerrar la puerta del baño con la intención de esperarla afuera, pero grande fue su sorpresa cuando Tzuyu impidió que la puerta se cerrara, y Sana entró en estado de alerta al pensar que la menor intentaría escapar.
Tzuyu se percató de esto, pues las piernas separadas de Sana y sus brazos extendidos mostraban que estaba preparada para detenerla.
Así que solo soltó una pequeña risa y rompió el silencio.
"No me voy a ir, solo quería ofrecerte entrar a la ducha conmigo, sé que probablemente sea una fantasía tuya y tampoco me vendría mal un poco de compañía" Tzuyu trató de verse tranquila.
Y Sana también se tranquilizó.
Entonces entró en silencio y apuntó a Tzuyu con el arma antes de hablar.
"Quítate la ropa primero y voltéate hacia la ducha, no puedes mirar en donde coloco el arma" Ella ordenó mirando a Tzuyu obedecer en silencio y entonces escondió el arma detrás del inodoro.
También se aseguró de cerrar la puerta del baño con seguro y esconder la llave para que Tzuyu no pudiera salir en caso de intentarlo.
Sin embargo se sorprendió al mirar a Tzuyu entrar tranquila a la ducha como si estuviera en su propia casa, no parecía alterada ni molesta, simplemente estaba tomando una relajante ducha.
Entonces Sana se deshizo de su propia ropa y se unió a ella.
Estaban en completo silencio cuando Tzuyu se dió la vuelta dejando ver su cuerpo completamente desnudo y Sana no pudo evitar ponerse nerviosa al notar la mirada de Tzuyu pasearse en el suyo y perderse en una mirada absorta.
Entonces Sana tragó saliva nerviosa al sentirse expuesta cuando Tzuyu no paraba de mirar cada parte de ella.
"Creí que no te gustaba" Finalmente la mayor rompió el silencio llamando la atención de Tzuyu.
"Creiste mal, tenía que fingir ante todos mi verdadera orientación" La contraria comenzó a acercarse.
"Por qué?" Preguntó Sana y la mirada de Tzuyu parecía incrédula.
"Creo que tú más que nadie sabes lo que conlleva ser abiertamente lesbiana en una sociedad como esta" Tzuyu comenzó a sincerarse.
"Fue eso una ofensa?" Sana preguntó confundida ante las palabras de la contraria, pero esta solo le sonrió con amabilidad.
"Para nada, solo quería que entiendas la razón por la que fingí tanto desinterés".
"Entonces sí te gusto?" Sana preguntó con un brillo único en sus ojos sintiendo algo de ilusión ante lo que Tzuyu acababa de confesarle.
"Me encantas" Respondió la menor.
Y sin más, Tzuyu tomó a Sana por la cintura para pegarla a la pared y comenzar a besarla tomándola completamente desprevenida, por lo cual, Sana tardó un poco en procesar, pero terminó por corresponder el beso que Tzuyu había iniciado, sintiendo las manos de esta pasearse por su cuerpo con delicadeza.
La mayor estaba perdida en los besos y caricias de Tzuyu que por un momento temió estar soñando, pero descartó la idea al sentir a la contraria apretar sus senos con poca delicadeza y bajar sus labios por su cuello para dejar unas cuantas marcas.
Entonces se dió cuenta de que todo parecía tan diferente a lo que realmente era, por un momento parecían una pareja enamorada teniendo un rato agradable en la ducha, pero realmente la chica que ahora se escontraba lamiendo sus pechos en realidad era su amor platónico a quien había secuestrado luego de ser rechazada.
No pudo evitar entristecerse de que las cosas fueran así, y como si Tzuyu le hubiera leído los pensamientos se separó un poco de su cuerpo y habló.
"Ojalá nos hubieramos conocido en otras circunstancias" Soltó con una voz melancólica juntando su frente con la de Sana.
Y la culpa se hizo más presente en la mente de Sana, cómo había podido hacer algo tan malo en contra de Tzuyu? Ella no podía explicárselo, solo había actuado por impulso sin pensar en el bienestar de la chica a quien juraba amar.
Entonces solo asintió de acuerdo y se separó del cuerpo contrario para comenzar a ducharse mirando a Tzuyu hacer lo mismo.
La ducha acabó en silencio por parte de ambas y entonces Sana se dió cuenta de que no había marcha atrás, ella ya tenía a Tzuyu, no podía arrepentirse ahora y joderlo todo, Tzuyu ahora era de su propiedad, así que volvió a tomar ese papel de chica ruda y salió de la ducha para comenzar a secarse y tomar algo de ropa para ambas del pequeño armario en su baño.
"Ahora vas a voltearte contra la pared y volveremos a esposarnos, de acuerdo?" Sana habló cuando ambas acabaron de vestirse intentando sonar amenazante a pesar de las ganas que tenía de llorar.
Y Tzuyu asintió en obediencia.
Entonces la contraria caminó hacia donde había dejado sus cosas y tomando el arma apuntó a la cabeza de Tzuyu para pasarle las esposas.
"Espósanos, rápido" Pidió apuntando a su cabeza.
Y Tzuyu lo hizo en silencio, entonces caminó hasta la puerta y la abrió para regresar en dirección al sótano y nuevamente atar a Tzuyu a la silla antes de desesposarse de ella.
El resto del día trató de evitarla, solamente fue para llevarle comida y dársela en silencio sin si quiera sentarse en sus piernas como lo había estado haciendo desde que la trajo.
Y de esa manera los días continuaron, Sana la estaba evitando y la menor se dió cuenta de eso.
Entonces después de un par de días Tzuyu trató de llamar su atención, porque la única manera de salir de ahí era ganando la confianza de Sana, y no iba a conseguirla si la contraria continuaba ignorándola.
Así que se puso a gritar y patear el piso para intentar llamar la atención de Sana quien probablemente se encontraba en alguna parte de la casa.
Y como por arte de magia Sana llegó corriendo al sótano encontrando la silla de Tzuyu volteada en el piso con ella aún atada.
Se había caído de tanto patalear contra el piso.
"Qué te pasa? Por qué gritas?" Sana preguntó alarmada levantando la silla de Tzuyu.
"Solo quería tu atención" Ella respondió con una sonrisa coqueta.
Y Sana rodó los ojos.
"Maldición, me asustaste" Sana confesó.
"Por qué me estás evitando?" Tzuyu fue directo al grano "Sabes lo mucho que he extrañado sentirte sobre mí?" Soltó sin más.
Y Sana casi se atraganta con su propia saliva mientras su rostro se volvía tan rojo como un tomate.
Entonces decidió cumplir la petición de la menor y tomó asiento a horcajadas sobre ella.
Sin embargo, ninguna palabra salió de su boca, había estado pensando tanto en todo lo que había hecho y en el daño que le había causado a la menor. Ella sabía que no había vuelta atrás, si Tzuyu escapaba ella terminaría en la cárcel y por supuesto que Sana no quería eso.
Pero había pensado tanto en cómo esto podría terminar y simplemente no había un final feliz para ella.
Así que a pesar del miedo simplemente abrazó a Tzuyu y comenzó a desatar sus manos de la silla dejándola finalmente libre de usarlas.
Pero Tzuyu no hizo ningún movimiento, entonces Sana se enderesó para separarse del abrazo y sacó el arma de sus pantalones maldiciéndose al mirar el rostro asustado de Tzuyu.
Entonces cargó el arma y tomando la mano derecha de su prisionera se la entregó. Había dejado abierta la puerta del sótano, las manos de Tzuyu estaban desatadas y sujetaba el arma que fue guiada por la mayor hasta su propia frente.
Y cerrando los ojos Sana soltó la mano de Tzuyu dispuesta a aceptar su destino, Tzuyu podía jalar del gatillo en cualquier momento.
...
A/N
Aquí tienen a la Sana "psicópata" que les prometí.
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